Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

18 abr 2015

Sah sin corona..................................................................................... Marc Bassets

El hijo del último monarca de Irán y de Farah Diba, una de las reinas del ‘glamour’, vive exiliado en EE UU. No ha pisado su país desde hace 36 años, pero todavía hay quien le considera un referente en la política de Teherán. 

Hoy recuerda a su padre, cabeza de una familia marcada por la tragedia, y sueña con un cambio en su tierra.

 

Reza Pahlav
Reza Pahlav, en Washington en junio de 2009. / Getty

Entre los exiliados iraníes que estos días siguen las noticias sobre la aproximación de Estados Unidos a Irán, hay un hombre de 54 años que vive en las afueras de Washingon y lo observa desde una posición particular.
 Su madre se llama Farah Diba y su padre, fallecido en 1980, era Reza Pahlevi, el Sah de Persia.
Reza Pahlevi hijo, al que sus colaboradores dan el trato de Su Alteza Real, es el heredero del trono persa.
 Si en 1979 el vendaval de la historia no hubiera barrido a los Pahlevi, ahora todo sería distinto
. Quizá Reza Pahlevi sería el Sah, la revolución islámica no habría existido, Teherán seguiría siendo un aliado de Washington y no se estaría negociando un programa nuclear porque el programa nuclear o no existiría o EE UU lo toleraría.
La realidad es que Reza Pahlevi no ha pisado su país desde hace 36 años.
 Ahora, después de que EE UU e Irán alcanzasen un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, Pahlevi explica su visión del acuerdo por Skype, el sistema de videoconferencia por Internet.
“El pueblo de Irán como nación y el régimen que ha gobernado el país durante 25 años, desde mi punto de vista, no son lo mismo.
 La cuestión debe ser, ¿estamos hablando de la aproximación entre dos naciones? ¿O de la aproximación con el régimen?”, dice Pahlevi.
El heredero sostiene que los iraníes de a pie quieren normalizar las relaciones con el mundo exterior. Tienen los mismos sueños y aspiraciones de cualquier individuo que aspire a la democracia, los derechos humanos y el fin de las discriminaciones.
Sha de Irán junto a Farah Pahlavi y sus hijos en Bahamas en 1979, / Getty Images
El problema, continúa, es un régimen que “ha tomado rehén” el país
. Si las negociaciones entre la comunidad internacional e Irán van más allá del programa nuclear y contemplan cuestiones como los derechos humanos o las libertades políticas, argumenta, “entonces son un paso en la dirección”.
—¿Debe Estados Unidos buscar un cambio de régimen en Irán?
—No sé si se puede decir que cualquier país extranjero debiera buscar cambios de régimenes, porque los cambios de régimen corresponden a las personas de cada país.
 La respuesta a su pregunta es que el pueblo iraní quiere desde hace tiempo un cambio de régimen.
El hijo del último Sah evoca “la modernidad, muchos aspectos seculares, el papel de las mujeres” del Irán anterior a la revolución
. Pero no cree que deba haber una restauración.
Me marché con la idea de pasar un año fuera pero en medio de este viaje ocurrió la revolución”
“Mire la era post-Franco en España. Lo que ocurrió en España a principios de los años ochenta fue un paso adelante, no fue un paso atrás a la era pre-Franco
. Irán ha cambiado mucho. La era de mi padre era un mundo distinto”, explica Pahlevi, que preside la organización Consejo Nacional de Irán para unas Elecciones Libres.
El régimen del Sah no fue inocente.
 Cuando se le pregunta a Pahlevi hijo por las violaciones de los derechos humanos bajo el reinado de su padre, por los crímenes de la policía secreta y por las acusaciones de llevarse una fortuna del país, Reza Pahalvi responde: “En principio yo no apruebo ningún acto que haya sido injustificable y que haya tenido que ver con violaciones de derechos humanos, hayan ocurrido ahora o antes.
Algunas de las críticas fueron infundadas. Así que depende de si estas eran fundadas.
 Está claro que nadie, ni yo, puede aprobar nada así”.
En otro momento, afirma: “Los excesos de la policía secreta, tal como están documentadas, no pueden ser tolerados.
 Nadie lo hace. No creo que haya una comparación entre los problemas de entonces con lo que tenemos ahora”.
Familia Pahlavi en su casa de Washington en 2008. / Jean-Claude (GettGetty Images)
Sobre las acusaciones de irregularidades financieras, replica: “Ha habido una tremenda cantidad de acusaciones falsas que emanaron de los enemigos de mi padre
. Siempre han sido infundadas y ninguna ha sido probadas por ninguna de las personas que las lanzaron”.
Reza Pahlevi no ha olvidado su último día en Irán.
Fue a mediados de junio de 1978, el día después de su graduación en el instituto
. Él se marchaba a Texas para formarse como piloto de la fuerza aérea. Hizo escala en Londres.
“La reina Isabel me había invitado para las carreras de caballos en Ascot”, recuerda.
 “Estuve allí unos diez días. Lo recuerdo bien porque era en medio del Mundial de Fútbol [se jugó en Argentina con Videla en el poder]. Irán por primera vez se había clasificado para el campeonato.
 Me marché con la idea de pasar un año fuera pero en medio de este viaje ocurrió la revolución”. Tenía 17 años.
Dos años después, se encontraba con su familia en El Cairo, donde unos meses antes su padre había muerto.
 El 14 de septiembre de 1980 envió un mensaje a los jefes militares del Irán jomeinista ofreciéndose a servir a su país como piloto.
“Claro, no recibí respuesta”, lamenta.
 “Después escuché que en círculos del régimen dijeron que esto era un truco y que intentaban llevarme allí y que se estaba preparando un golpe
. Yo estaba preparado a ir como piloto y defender a mi país durante la guerra”.
“Quiero servir a mi país lo mejor que pueda, en cualquier función que sea adecuada”, dice Su Alteza Real en otro momento. “Mi destino personal no es lo importante”.
—¿Sueña con ser Sah?
— No es una cuestión de ser o no alguien.
Es una cuestión de ser un iraní orgulloso de un país. Y si pudiera ser un actor a la hora de promover este cambio, podría decir: misión cumplida.
 El resto sería quizá un bonus, pero no necesariamente es mi deseo personal ni mi objetivo. ¿Cómo podría alguien no sentirse honrado por sus compatriotas si un día le pidiesen que tuviese un papel en el alto más cargo?
 Muchos individuos acabaron siendo líderes de éxito y al principio no tenía la ambición de ser nadie. Pienso en Gandhi, en Mandela, quizá incluso De Gaulle.

Una familia marcada por la tragedia

Mábel Galaz
La prensa se ha olvidado de los Pahlevi
. Ya no ocupan las portadas de las grandes revistas del papel couché. Farah Diba, la reina de la elegancia, ya no marca estilo.
 Vive medio retirada entre su casa de Connecticut (Estados Unidos) y su apartamento de París. Guarda silencio.
 Solo en 2003 decidió pronunciarse en unas memorias para explicar a sus “dos nietas y a la juventud iraní cómo fue la época del Sha”
. Salvo ese momento solo se ha hablado de ella en situaciones trágicas
. En 2001 para informar del suicidio, en un lujoso hotel de Londres, de Leila, su hija menor
. Una muerte que los suyos atribuyeron a la melancolía que dicen invade la vida de esta familia en el exilio y que a ella, cuentan, le afectó más que al resto
. Otros, sin embargo, atribuyeron el deceso a la anorexia que sufría y a una sobredosis.
Diez años después, los Pahlevi perdían a otro de los suyos: en enero de 2011 cuando Ali Reza, el segundo de los hijos varones del sah y Farah Diba, también se quitó la vida en su domicilio de Boston
. De nuevo la familia habló de que la melancolía hizo mella en él
. El joven luchó durante años contra una grave depresión también atribuida a la muerte de su padre, el sah Mohamed Reza Pahlevi.
 Esta muerte fue especialmente dolorosa para Farah Diba ya que poco antes del suicidio se supo que su novia, Raha Didedar, se había quedado embarazada de él
. Meses después, en agosto de 2011, Reza Pahlevi, como primogénito, anunció el nacimiento de Iryana Leila, la hija póstuma de su hermano

Detención-espectáculo

El Gobierno ha de aclarar el fulminante arresto de Rato seguido de su rápida puesta en libertad.

Rato, cuando era ministro de Economía, y Montoro, de Hacienda, en 2000. / gorka lejarcegi

La investigación por la que ha sido detenido el exvicepresidente del Gobierno y exdirector del Fondo Monetario Internacional deja abiertos demasiados interrogantes.
 Hace falta aclarar rápidamente la solidez de los indicios que llevaron a tomar esa medida fulminante contra Rodrigo Rato y al registro de su domicilio y de su despacho profesional, actuaciones que se saldaron, sin embargo, con la puesta en libertad del detenido a las pocas horas de iniciadas.

Editoriales anteriores

¿Era realmente preciso que un agente le agarrase por el cogote y le introdujera en el coche policial? ¿Es que Rato se había resistido o existen órdenes de actuar así con todos los sospechosos, cualquiera que sea su actitud?
También cabe preguntarse de qué depende que unas veces se espose al investigado por delitos económicos y otras no:
 ¿del libre albedrío de los agentes o estos deben atenerse a criterios reglados?
No menos confusos son los motivos de que la Fiscalía de Madrid fuera la elegida por la Agencia Tributaria para comunicarle unas indagaciones sobre movimientos en sociedades de Rato fuera de España, y que llevó a aquella a movilizar al juzgado de guardia
. La Fiscalía Anticorrupción, que investiga a Rato por el caso Bankia y el de las tarjetas black, se ha quejado de haber quedado marginada; hasta el punto de que la fiscal general del Estado habrá de dirimir, la semana que viene, a quién le corresponde la competencia.
 ¿Y por qué la Fiscalía de Madrid cambió de criterio, en cuestión de horas, sobre si Rato debía continuar custodiado?
Cabe temer que a la detención-espectáculo llevada a cabo le sigan lentitudes posteriores de procedimiento, que enfríen la conmoción causada, aunque sin duda asistiremos también a la consabida fase de las filtraciones parciales.
En apariencia, el Partido Popular está preocupado por las consecuencias en un año cuajado de citas electorales. Sin embargo, queda la sensación de que el Gobierno maniobra para distanciarse de Rato y, a la vez, controlar los efectos del nuevo escándalo.
 Esa impresión no se disipa con la pequeña colección de banalidades —“da igual el relieve social o político o el poder económico” [de los afectados]— con la que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, obsequió ayer a los periodistas.
 Hacen falta explicaciones mucho más precisas.
Todas estas dudas no despejan la impresión lamentable de que las enérgicas tomas de postura de Rato contra los delitos económicos, cuando era ministro y vicepresidente en el Gobierno de José María Aznar, se ven enfrentadas ahora a graves sospechas de que él mismo las ha conculcado.
 La orden judicial de bloqueo de todas sus cuentas es una medida muy drástica, que da a entender que se estrecha el cerco sobre el patrimonio del exvicepresidente.
Todo ello hace más acuciante saber la verdad, a la que tanto puede contribuir la fiscalía; que, por cierto, depende jerárquicamente del Gobierno.

 

Canarias recibe hoy un segundo buque anticontaminación....................................... Elena G. Sevillano / Txema Santana .

El mal tiempo impide por ahora recoger el fuel del pesquero hundido, que sigue vertiéndose.

Fotografía facilitada por Salvamento Marítimo, tomada el viernes desde el avión Sasemar 101, de la mancha de fuel del Oleg Naydenov. / EFE

El pesquero ruso Oleg Naydenov, que se hundió el martes pasado a pocos kilómetros de la isla de Gran Canaria, sigue vertiendo combustible, según comprobaron ayer los barcos y el avión de Salvamento Marítimo
. La mayor concentración de hidrocarburos está a unos 60 kilómetros de la costa, con un viento intenso alejándolos de las islas, en dirección sureste
. Pero ese mismo viento está impidiendo que empiecen las tareas de recogida del vertido
. En la zona hay olas de dos metros de altura, y la previsión meteorológica indica que el tiempo seguirá revuelto hasta el martes.
 Mientras tanto, un segundo buque anticontaminación, el Luz de Mar, navega desde su base en Algeciras (Cádiz) hacia Canarias, a donde se espera que llegue en la tarde del sábado.
El capitán del pesquero, Igor Dorofieyev, aseguró ayer que fue “un grave error” remolcar el barco a alta mar después de que sufriera un incendio a bordo el sábado 11 de abril, mientras estaba atracado en el puerto de Las Palmas
 También denunció que “nadie intentara apagar el incendio y salvar el barco”.
 “No sé nada del buque. Nos desalojaron y hasta hoy no nos han dado nada de información.
Sé que está hundido por la prensa”, añadió a los periodistas tras declarar durante tres horas ante el fiscal Carlos Seijo.
 La fiscalía de Las Palmas investiga si existe un delito medioambiental.
 El capitán respondió, acompañado de un abogado y un traductor, a preguntas sobre la causa del incendio
. Se limitó a decir que se inició en la sala de máquinas.
Tras declararse el incendio, el buque fue remolcado fuera del puerto --ante el riesgo de una potencial explosión y de que el combustible alcanzara una planta potabilizadora-- y trazó un recorrido en forma de V primero hacia el este y después en dirección suroeste.
 Finalmente se hundió en la madrugada del martes al miércoles en una zona con una profundidad de unos 2.400 metros, a unas 15 millas (23 kilómetros) al sur de la punta de Maspalomas, en la isla de Gran Canaria.
El buque transportaba en sus bodegas unas 1.400 toneladas de fuel (una tonelada equivale aproximadamente a un metro cúbico).
La ministra de Fomento, Ana Pastor, se reunió ayer con organizaciones ecologistas y se comprometió a limpiar la mancha de fuel con medios mecánicos y no con dispersantes químicos, un método muy controvertido que se usó, por ejemplo, en el vertido del Golfo de México
. “La ministra nos ha asegurado que no se emplearán estos químicos, muy dañinos para una zona con gran valor ecológico”, aseguró Mario Rodríguez, de Greenpeace.
 El Ministerio de Fomento no ofreció ayer un cálculo del fuel que puede haber vertido hasta ahora el Oleg Naydenov, pese a que un avión de Salvamento Marítimo equipado con tecnología que permite estimar la zona contaminada realizó un vuelo de reconocimiento sobre la zona
. Rodríguez señaló a EL PAÍS que durante la reunión se habló de entre 400 y 500 metros cúbicos de fuel.
Mientras Salvamento Marítimo sigue concentrando medios al sur de Gran Canaria para vigilar la evolución de la mancha y tratar de limpiarla cuando mejoren las condiciones, Fomento informó ayer de que está tratando de encontrar un vehículo no tripulado que pueda descender a 2.400 metros y comprobar el estado del pecio.
 El Instituto Español de Oceanografía (IEO) cuenta con un ROV (submarino no tripulado) capaz de operar a más de 2.000 metros de profundidad.
 Fomento aún no ha solicitado su intervención y está buscando empresas que tengan disponible este tipo de equipo, según fuentes conocedoras de las tareas de vigilancia.
La Agencia Europa de Seguridad Marítima (EMSA) ha ofrecido al Gobierno español las imágenes de satélite del proyecto Clean Sea Net y tiene disponibles dos barcos
. “Son buques especializados en la limpieza de vertidos y listos para intervenir si el Gobierno español nos los pide”, señaló ayer a EL PAÍS un portavoz de la EMSA
. Uno de los barcos, el Monte Anaga, tiene base en Algeciras (Cádiz) y el otro, el Bahia Tres, se encuentra en Sines (Portugal).
 La EMSA es una agencia europea creada en 2003 tras los vertidos del Erika y el Prestige.
Los responsables de las cinco principales organizaciones ecologistas que ayer se reunieron con Ana Pastor reclamaron que se cree un puerto de abrigo o un muelle de emergencia junto al Puerto de La Luz en Canarias, como precaución ante accidentes como el del pesquero ruso
. Las islas Canarias, apodadas “la gasolinera del Atlántico”, están en una vía de transporte de carburantes.

 

17 abr 2015

Todos sobrevivimos............................................................ Ángel S. Harguindey

¿Cómo rentabilizar la inversión de 'Supervivientes'?: de entrada con un programa de cuatro inacabables horas en el que las conexiones son tan dificultosas como el conseguir ritmo.

'Chabelita', en 'Supervivientes'

En realidad, supervivientes somos la inmensa mayoría de la ciudadanía española: supervivientes a los presuntos delincuentes de cuello blanco, a los recortes aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, al tedioso concurso, a los chistes malos de Jorge Javier Vázquez, a la saga Pantoja, a lo de que la Justicia es igual para todos y a ti te encontré en la calle, a tantas y tantas cosas que nadie se explica el que a estas alturas no seamos más víctimas que supervivientes.
El concurso de Supervivientes, que comenzó ayer y se celebra en unas islas hondureñas, está muy condicionado por los costes: cuenta con un amplio dispositivo técnico y humano, con más de 20 cámaras, cuatro de ellas subacuáticas, y 4.000 metros de fibra óptica y más de 180 profesionales desplazados a Honduras (datos de la cadena).
 Quiere ello decir que hay que rentabilizarlo. ¿Cómo?: de entrada con un programa de presentación de cuatro inacabables horas en el que las conexiones son tan dificultosas como el conseguir un cierto ritmo atractivo, con la implicación del mayor número posible de redes sociales, con debates, invitados, cualquier secuela es bienvenida para rellenar la parrilla.
Cabe, naturalmente, involucrar como concursantes a "famosos", y aquí se riza el rizo porque la mayoría de los que así son definidos lo son por haber aparecido en programas tan señeros como Gandía Shore, Mujeres y hombres y viceversa, ¿Quién quiere casarse con mi hijo? o Gran Hermano, es decir, que la fama se la otorga la propia cadena.
 Hay alguna excepción como Carmen Lomana, Nacho Vidal, Rafa Camino o Fortu, líder de Obús y, sobre todo, Isa Pantoja, conocida también como Isabel II, hija de Isabel Pantoja, hermana de Kiko Rivera Pantoja y prima de Anabel Pantoja, una saga que ha conseguido vivir del rebufo de la tonadillera y sin otro mérito que el parentesco.
Quedan semanas de concurso por delante
. Se buscarán piques y rencillas entre los concursantes, pasarán hambre y sed, se comentarán los detalles más nimios, Jorge Javier seguirá haciendo chistes malos y, como dice Mateo, "los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes", eso sí, entre un sin fin de anuncios.