Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

15 mar 2015

Cate Blanchett: “En mi casa no hay espejos”................................................ Rocío Ayuso

Familiar y discreta, esta intérprete huye de la vanidad que acompaña a los grandes actores.

 

Cate Blanchett durante una rueda de prensa en Beverly Hills. / Cordon Press

Si hay una constante en Cate Blanchett, además de su talento o su belleza, es que nunca sabe lo que lleva puesto.
 O eso dice la siempre admirada actriz, ya sea en la pantalla o en la alfombra roja
. ¿Falsa modestia? Probablemente. Es irónica la falta de memoria de una intérprete como esta australiana tan recordada por su filmografía (El aviador, la trilogía de El señor de los anillos, Blue Jasmine o ahora Cenicienta) como por su elegancia al vestir modelos de Balenciaga, Dior, Armani, Galliano o Gaultier, entre otros.
 “Todo ayuda. El peluquero, el maquillador, llevar un vestido que un modisto así ha hecho para ti”, admite sin decoro
. Pero la identidad no depende ni de sus ropajes ni de sus trofeos. “Es algo mucho más fluido”, intenta explicar. Los Oscar, los premios en general, son un subidón, y no lo niega.
“De una indecencia desproporcionada”, puntualiza.
Y la experiencia en la alfombra roja —siempre “horrenda”— la recuerda llena de nervios.
 “Este año un poco más agradable y menos nerviosa porque entregaba la estatuilla”, añade sobre el momento en el que le dio el preciado galardón al actor Eddie Redmayne.
¿Y la vanidad? ¿Dónde queda? “En mi casa no hay espejos, menos en la ducha, donde te puedes mirar desde todos los ángulos
. Y está muy bien porque así las duchas son de lo más cortas, algo muy bueno y no hablo solo para el medio ambiente”, confiesa la actriz, muy concienciada con la preservación medioambiental.
Cate Blancett, caracterizada como la madrastra de la Cenicienta. / CORDON PRESS
En uno de esos momentos en los que la ficción imita a la realidad, Blanchett es la madrastra de la nueva Cenicienta [que se estrena en España a finales de mes] y acaba de anunciar la llegada a casa de su hija adoptiva, la pequeña Edith Vivian Patricia Upton
. Con tres hijos varones (Dashiell, 13 años; Roman, de 10, e Ignatius, de 6) concebidos junto a su marido, el director teatral Andrew Upton, Blanchett no oculta que deseaba tener una niña en casa. “Los chicos pueden ser unos diablos”, aclara sobre su prole.
“Pero son muy divertidos. Me hacen reír constantemente.
 Ahora estamos en ese punto en el que todo lo que hago, todo lo que digo, les avergüenza
. El otro día íbamos conduciendo y nos pusimos a cantar por medio de la autopista hasta que me dijeron eso de que me callara porque alguien me podía oír”, cuenta
. Una casa que comparten con el perro de la familia, Carol, y donde según la actriz domina la imaginación. “Yendo a otras casas me he dado cuenta de que mis hijos no tienen muchos juguetes pero luego me sorprenden porque cuando le ofrecí al mayor un Kindle por Navidades para que no cargara con tanto libro me dijo que le gustaba el olor del papel.
 Hemos debido de hacer algo bien”.
Cate Blanchett, junto a su marido Andrew Upton. / CORDON PRESS
La actriz, de 45 años, no desea dar más detalles sobre Edith pero no le importa hablar del hogar que a partir de ahora disfrutará la pequeña junto al resto de la familia
. Una casa donde la lectura se considera importante —“incluidos los cuentos de hadas”—, y lo mismo pasa con los estímulos visuales. “Ya sé que siempre que estoy en público me veo en este tipo de situaciones, hablando.
 Pero te sorprendería lo poco suelo hablar.
 En casa me gusta escuchar.
En el supermercado, en el parque, observar a los otros niños. Soy alguien extremadamente visual que en cuanto tengo algo de dinero ahorrado lo invierto en nuestra colección de pintura y escultura”, explica sin dar nombres.
 “Tengo un gusto muy ecléctico”, añade. Le gustaría tener un cuadro de Lucian Freud y Gerhard Richter es otro de sus preferidos.
“Pintores extraordinarios y que me han sido de una gran influencia pero que se me escapan del presupuesto”, se ríe alguien que según la revista Forbes goza de una fortuna que se eleva a los 42,6 millones de euros.
“No soy de las que tengo un picasso o un rembrandt.
 Mi colección de arte es modesta.
Además, como dijo Eddie [Redmayne] sobre el Oscar, soy de las que siento que el arte no nos pertenece. Solo somos los custodios de un trabajo que trasciende fronteras”.
La actriz, junto a su marido y sus tres hijos, en Port Vila (Vanuatu), el pasado mes de julio. / CORDON PRESS
Sus propias fronteras también están a punto de cambiar. Blanchett está considerando mover a toda su prole de su Australia natal a Estados Unidos, de donde pese a su fama y a sus lazos familiares (su padre es de Texas) ha huido toda su vida.
 Son varios los proyectos que la requieren allí y su marido ha finalizado su trabajo al frente de la compañía nacional de teatro de Sydney
. Es “lo más lógico”, dice sobre la posible mudanza. Además, se justifica, es alguien que trata de viajar lo menos posible y si lo hace no duda en llevarse a su familia. “Este año visitamos Auschwitz con los niños
. Son ese tipo de recuerdos que nunca olvidaré. Una experiencia única”.

Arde la casa................................................................. Manuel Vicent

En la calle encontrarás a muchos amigos que también tratan de salvarse del incendio.

 Cada cual tiene su fórmula. Uno ya no compra ningún periódico, solo lee a Catulo y a Montaigne, trata de regenerarse escuchando a Mozart y a Schubert.

 Si tu casa está ardiendo, sal de ella corriendo sin preguntarte qué pasa fuera.

 No importa si en la calle llueve, hace frío o calor o está plagada de enemigos.

 Lárgate antes de que se derrumbe el techo sobre tu cabeza. Esta parábola que Buda explicó a sus discípulos bajo una higuera le sirve hoy a cualquier ciudadano que sienta que su mundo se está viniendo abajo.

 La casa en llamas es ahora este Gobierno y este Parlamento servidos por un cúmulo de políticos mafiosos, estúpidos o mediocres; son las instituciones del Estado podridas hasta la raíz por la corrupción; es la propia asfixia ante el desplome de los valores morales o estéticos que a uno lo sustentaban

. No hay forma de mirar hacia alguna parte de la casa que no veas cómo avanzan las llamas hasta tu estancia secreta. 

Huye, huye, no importa adónde.

 En la calle encontrarás a muchos amigos que también tratan de salvarse del incendio. Cada cual tiene su fórmula. 

Uno ya no compra ningún periódico, solo lee a Catulo y a Montaigne, trata de regenerarse escuchando a Mozart y a Schubert.

 Otro presume de ver solo documentales de monos y cocodrilos del segundo canal porque en ellos encuentra lo más profundo del ser humano. 

Otro no escucha la radio ni lee libros, solo sigue algunas series famosas de televisión y ve cine negro, porque en estas viejas películas de gánsteres puede comprobar que los diálogos de Albert Anastasia, Dillinger o Lucky Luciano, que se producen en cualquier garito de Chicago con un whisky en la mano y un revólver en el sobaco son piezas maestras de alta literatura comparada con la garrulería grabada entre el comisario Villarejo y el político González, dos mafiosos ratoneros de cuarta, tomando un café con porras en la pastelería La Mallorquina.

 Sálvese quien pueda, es la consigna general. 

Huye, amigo, dice Buda. Está ardiendo la casa.

14 mar 2015

Una vida de lujo bajo sospecha...............................................................Verónica Calderón

Karima El Marough, conocida como ‘Ruby robacorazones’, se hizo famosa por su relación con Berlusconi. Un tribunal de Milán investiga sus numerosas propiedades en México.

 

Karima El Mahroug, alias Ruby Robacorazones, en una imagen de 2011. / Cordon Press

Parece un restaurante italiano como puede haber muchos en Playa del Carmen, uno de los centros turísticos mexicanos más visitados del país, pero no se trata de uno cualquiera. Casa Sofía, propiedad de Luca Risso y Karima El Marough— conocida como Ruby Robacorazones—, es uno de los negocios que está siendo objetivo de la investigación de un tribunal de Milán para esclarecer el origen del patrimonio de la joven que protagonizó uno de los mayores escándalos del Gobierno de Silvio Berlusconi.
Ruby ha rehecho su vida y ahora lleva un discreto, y lujoso, tren de vida en distintas partes del planeta.
 Reparte su tiempo entre Italia, Dubái y México, lejos del bunga-bunga que la llevó a las primeras páginas de la prensa mundial por su relación con el que fue primer ministro italiano.
Todo comenzó la noche entre el 27 y el 28 de mayo de 2010, una joven marroquí fue detenida acusada de robar 3.000 euros a una prostituta
. Il Cavaliere, entonces primer ministro italiano, llamó desde París a la comisaría donde estaba la chica y argumentó que ella era pariente del exdictador egipcio Hosni Mubarak. Nada —salvo el robo— era cierto.
 El caso destapó el tráfico de influencias que Berlusconi hacía para satisfacer su estilo de vida.
Se investiga si el político sigue pagando el caro estilo de vida de la joven a cambio de su silencio
La jovencita, que ahora tiene 22 años, se llama Karima El Marough pero se hizo famosa por su mote: Ruby, una invitada habitual a las fiestas de Berlusconi cuando era una menor de edad.
 Los argumentos de la Fiscalía en el juicio abierto en 2011 contra el mandatario por prostitución de menores y abuso de poder fueron que la joven había aceptado mantener relaciones sexuales con Berlusconi, de 76 años, a cambio de joyas y dinero.
 El político italiano fue condenado a siete años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargo público por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores en julio de 2013, pero la sentencia fue anulada un año más tarde —noticia que él conoció mientras prestaba servicios sociales en un geriátrico tras ser condenado por fraude fiscal— y confirmada por el Tribunal Supremo italiano justo esta semana, dando así el carpetazo definitivo al llamado caso Ruby.
Cuando la joven acudió a declarar habló del asunto:
“No tengo nada de lo que avergonzarme ni que esconder. Pido ser interrogada por los jueces de Milán, espero que me convoquen.
Pido que alguien escuche lo que tengo que decir y que esto acontezca en las sedes institucionales”, leyó Ruby en unas hojas escritas en perfecto italiano que llevaba consigo
. Y luego añadió, hacia a los periodistas: “Yo no soy una prostituta. Para atacar a Berlusconi, la prensa me hizo daño a mí”.
Imagen de las redes sociales de Ruby posando en Playa del Carmen (México).
La Fiscalía italiana ha pedido ahora la colaboración de las autoridades mexicanas para indagar sobre el patrimonio de la exbailarina.
 La sospecha es que Berlusconi aún continúa pagando el caro estilo de vida de Ruby a cambio de su silencio y que la joven es propietaria de dos edificios de apartamentos, un restaurante italiano y una pequeña fábrica de pastas en la ciudad caribeña mexicana
. Los investigadores suponen que el ex primer ministro y empresario italiano pudo haber sobornado hasta a 20 chicas para que no hablaran sobre los días de vino y rosas que compartieron en sus mansiones
. El caso ha sido remitido a las autoridades federales mexicanas, que a su vez deben informar a las estatales (en este caso a las de Quintana Roo), para que indaguen sobre el origen de las propiedades a investigar.
Ruby se casó en 2011 con el empresario Luca Risso y son padres de una niña: Sofía.
La familia dejó Europa en julio de 2013, justo en el momento de conocerse la sentencia contra Berlusconi.
 La pareja ya había visitado Playa del Carmen en diciembre de 2012, así que la mudanza no fue difícil.
Las propiedades de Ruby en México son administradas por su marido, según explica el diario italiano Corriere della Sera. Luca Risso mantiene una activa presencia en Facebook y sube con regularidad imágenes de la niña, mientras que Ruby prefiere llevar un perfil más bien discreto.
 Solo es posible reconocer que se trata de la pareja por los comentarios que algunos amigos dejan en su perfil.
Algunos medios locales han informado de que ambos han mantenido peleas, algunas tan subidas de tono, que incluso ha sido necesario llamar a la policía local y que actualmente están separados
. La niña permanece con el padre. En cuanto a la joven, visita con regularidad hoteles de lujo en distintas partes del mundo
. En Dubái ha sido retratada en importantes rascacielos, en lujosos restaurantes e incluso practicando deportes de alto riesgo.
Ruby, en la localidad mexicana de Playa del Carmen.
Berlusconi admitió durante el juicio que entregó a la chica unos 57.000 euros pero no a cambio de favores sexuales sino porque “le había conmovido su historia” y quería ayudarla a abrir un salón de belleza.
 Pero una investigación del diario La Repubblica asegura que el patrimonio de Ruby ascendía a, por lo menos, dos millones de euros
. Los jueces de un tribunal milanés consiguieron una grabación en que la joven afirma que había negociado con Berlusconi el pago de cinco millones de euros a cambio de su silencio.
Sobre las fiestas en las que un día participó y que le dieron fama mundial, la propia Ruby respondió poco antes de casarse con Luca Risso que para Berlusconi eran una manera de “combatir la soledad”. La mayor sospecha reside en que no es fácil explicar cómo puede Ruby, según las imágenes difundidas en las redes sociales, aparecer en exclusivos destinos, posar brindando en elegantes restaurantes o acudir a lujosos salones de belleza con bolsos que valen miles de euros. ¿Cómo es posible que una joven inmigrante que huyó de su casa lleve un tren de vida a todo lujo en solo cinco años?
 La asistencia judicial entre Italia y México busca responder a esa pregunta.

Pérez-Reverte: “He llegado a ver que la gente buena existe”........................................ Jacinto Antón

El escritor narra en 'Hombres buenos' la emocionante y conmovedora aventura de dos académicos enviados a conseguir la Encyclopédie al París de finales del XVIII.

Arturo Pérez-Reverte sostiene un tomo de la Encyclopédie original que guarda la Real Academia Española. / Daniel Mordzinski

Arturo Pérez-Reverte me cita a una hora más propia de un duelo que de una entrevista. Lo cual tiene, me digo, su lógica pues su nueva novela, la por tantos motivos apasionante Hombres buenos (Alfaguara), se abre con la evocación de un prado al amanecer, con escarcha, difuminado de neblina, sobre el que dos figuras en calzón ceñido y mangas de camisa se observan atentamente desde la afilada punta de sus espadas.
 Un asunto grave, sí.
 Son los predios de Scaramouche, de Barry Lyndon, de Los duelistas.
Terreno muy perezrevertiano donde va a arrancar con el tintineo agudo de las hojas y el más sordo de las cazoletas esta insólita aventura
. Una aventura de libros, ideas y amistad, con buenos y malos, una búsqueda, un itinerario jalonado por posadas, lances y emboscadas y teñido de peligros.
Dos elementos marcan la diferencia de estos Hombres buenos con la gran aventura canónica de Dumas, Stevenson, Féval o Mac Orlan, pienso mientras tomo asiento junto al escritor, en envidiable estado de revista y de excelente humor, investido de una nueva bonhomía.
Una es la identidad de los héroes: dos miembros de la Real Academia Española, nada menos, entregados a la extravagante misión de viajar de Madrid a París para conseguir los 28 tomos de la prohibida Encyclopédie de D’Alambert y Diderot (estamos por supuesto también en un campo propio de Pérez-Reverte: el libro peligroso).
 El otro elemento diferenciador es la forma de narrar la historia: alternando la trama propiamente dicha —en el siglo XVIII— con la peripecia creativa del autor mientras da forma a su novela en la actualidad.
Empiezo preguntándole por los múltiples vericuetos de la historia, en la que se mezclan inextricablemente —a no ser que tires de enciclopedia (precisamente) o Google— personajes reales e inventados, históricos y actuales, situaciones verdaderas y ficticias.
 A destacar los cameos, pasados y presentes: te puedes topar con Marat como sangriento barbero o con Paco Rico.
“Es todo un juego entre verdad y mentira, el reto era hacerlo creíble”. El escritor aparta la repregunta con un gesto y abre la guardia para trazar una visión panorámica de la novela.
“Es una obra muy adecuada para tiempos como los actuales, una novela que presenta la amistad y la cultura como elementos de consuelo en época de crisis, un verdadero canto a la amistad y la cultura”. Explica que los diálogos de la trama histórica están todos inspirados en conceptos de Diderot, Rousseau, Voltaire, Moratín.
“He transformado sus textos en diálogos para mis personajes.
 Así que en ellos, por su boca, hablan realmente los clásicos del XVIII”.
Y es que, considera Pérez-Reverte, “el XVIII es muy actual, es asombroso cuando lees a esos autores lo actualísimos que resultan, y lo útiles para el presente”
. El escritor marca la diferencia entre la novela histórica al uso y “la que permite entender nuestro propio tiempo”
. En ese sentido, Hombres buenos pretende que “la luz del XVIII ilumine el presente”
. Es “un manual de supervivencia cultural y afectiva enraizado en el XVIII”.
Pérez-Reverte, en la RAE / daniel mordzinski
El eje fundamental de la historia es la amistad que va surgiendo durante el azaroso viaje entre los dos protagonistas, esos dos buenos entre los buenos, que son el bibliotecario Hermógenes Molina y el almirante don Pedro Zárate, los dos maduros (ya sexagenarios) académicos comisionados para hacerse con la Encyclopédie de 1751 a fin de llevar los saberes y las luces del progreso a la España de su tiempo
. Una noble misión que los conducirá a enfrentarse a bandidos o frecuentar librerías de lance donde se venden obras pornográficas bajo el sello de “filosofía”.
“Caracteres muy distintos, los protagonistas se van conociendo y apreciando, y consiguen conciliar sus diferencias con el diálogo, debatiendo sobre fe y razón”.
La relación evoluciona hasta cimentar una amistad mayúscula, con momentos entrañables.
 Las preferencias de Pérez-Reverte, no puede evitarlo, se inclinan por el sobrio y asceta almirante, veterano del combate de Tolón, “un marino culto, newtoniano, de una estirpe que era admirada hasta por los ingleses; uno de los Churruca, Gravina, Malaespina, esa Marina ilustrada nuestra que pudo ser ariete de una España futura, arrinconada por la reacción, por la guerra de independencia, por Trafalgar… ”.
La idea de la trama surgió de la existencia real de una colección de la Encyclopédie en la Real Academia.
“Llegó a España en una época en que estaba prohibida, así que me pregunté cómo había sido posible. Empecé a preguntar a los abuelos de la RAE y fue apareciendo la historia”.
 Lo de la alternancia de pasado y presente… “Era una novela muy compleja, con mucha información. No podía llenarla todo el rato de referencias laterales, necesitaba mecanismos para aliviar ese flujo de información y hacer elipsis.
 Colocar a ese narrador que iba explicando cómo construía la novela me facilitaba ejecutarla de una manera muy complicada estructuralmente y me permitía integrar al lector, ir junto con él, compartir la búsqueda de pistas y datos, hacerle salivar conmigo en el envés de la trama”.
En todo caso, Pérez-Reverte, tan enemigo de dar pistas personales sobre sí mismo, recalca que él no es el personaje del narrador.
 “Es un tipo que se me parece a mí, pero no soy yo.
 Es un artefacto narrativo”.
 El narrador es, como él, académico, bibliófilo, fan de Los tres mosqueteros, novelista de éxito con títulos que recuerdan poderosamente a los del propio Pérez-Reverte, y que se deja guiar por los mayores de la Academia que le orientaron a él en sus primeros pasos en la institución.
De ese afecto y respeto de académicos a la antigua, Gregorio Salvador, Mingote, surgió el contexto de esta novela
. Que en buena medida es mi historia de amor con la Academia. Don Pedro Zárate está inspirado en el almirante Eliseo Álvarez-Arenas, un hombre muy excéntrico y elegante, un sabio en cosas de la mar, que fue muy afectuoso conmigo: éramos los dos marinos de la Academia”.
La novela pretende que la luz del Siglo XVIII ilumine el presente. Es un manual de supervivencia cultural y afectiva"
Apunto que don Pedro es el personaje que más se parece a Pérez-Reverte, por sus valores, expresiones y escepticismo.
 “Cosas mías hay en todos, pero ese pasado de marino le hace más dado a afrontar los problemas
. Su compañero Hermógenes es más un alma buena simplemente.
 Un corazón generoso. Está orgulloso de su amigo.
 Eso es muy loable en un país como España, en el que la envidia es el rasgo nacional”
. El novelista insiste en que Hombres buenos “es sobre todo una historia de amistad”
. Él mismo parece sorprendido de la intensidad de ese vínculo en la novela. “Vivimos en un mundo tan frío que es conmovedor ver cómo se va llegando a eso, a expresar ese sentimiento, siempre sin perder el decoro”.
El desmedido abate Bringas, autor de un opúsculo sobre el onanismo, que hace de intermediario y virgilio de los dos académicos por el París prerrevolucionario (del que el autor realiza una descripción documentadísima), es uno de los personajes más singulares de la novela.
“Está basado en el abate Marchena, que fue revolucionario en París, lo he llevado más allá, a un extremo de fanatismo muy español.
Me gustó colocar a esos dos académicos tan circunspectos en manos de un descerebrado”.
Los villanos son capítulo aparte.
“Necesitaba un contrapunto de los hombres buenos, unos hombres malos que son los que procuran que la misión fracase
. Tanto perjudican los fanáticos revolucionarios y demagogos como los representantes de la reacción. La utopía inaplicable, la demagogia buenista, ha hecho mucho daño en España”
. Para Pérez-Reverte, la solución a los problemas de España pasa por cultura, diálogo y buena voluntad.
“Nunca hubo otra solución que caminar juntos”.
El novelista quiere que el lector sea tan feliz leyendo su relato como él lo ha sido escribiéndolo (calculando, por ejemplo, con minuciosidad leguas y millas, o describiendo un encuentro con Benjamin Franklin) y se sienta “mejor persona” tras acabarla.
 Amistad, felicidad, bondad son conceptos que resultan poco habituales en boca de Pérez-Reverte. Así que, carraspeando, le pregunto por el infame Raposo.
“Ah”, sonríe con recuperada fiereza, “es el más revertiano de la función, la quintaesencia de mis malos, putero, violento”
. Raposo es un viejo jinete de caballería metido a oficios broncos y hábil con la cachicuerna, con un pasado que dará mucho juego.
 Pero de nuevo vuelve el escritor a la amistad, como quien ha descubierto nuevas latitudes en un mapa olvidado.
 “Al final la palabra que define la novela es amistad”.
 Me resisto a no recoger aquí un pasaje de la novela que ofrece una bellísima descripción de la amistad:
 “Fragua así, despacio, el vínculo solidario, cada vez más estrecho, que es común a las naturalezas nobles cuando éstas se aproximan a causa de compartir imprevistos, afanes o aventuras”.
 He ahí una amistad de mosquetero, o de académico.
D.M.
“El duelo, ¿qué te ha parecido?”. Espléndido, le digo
. Puedes notar el terreno arteramente resbaladizo bajo los pies, el miedo y la excitación entrando en los pulmones con cada bocanada de aire matutino
. Esa omnisciencia que se apodera de ti en los momentos de peligro
. Por no hablar del lujazo que es poner de padrino a Choderlos de Laclos. Pérez-Reverte asiente. “Esta novela me ha dado dos años de felicidad, felicidad de autor y de lector, moviéndome con mapas, identificando lugares, trazando itinerarios y, de la mano de mis queridos escritores del XVIII, buscando frases para que las dijeran mis personajes.
 Un trabajo apasionante”.
“Yo soy escéptico, más bien duro, amargo, al juzgar al ser humano”, continúa el escritor.
 “Pero esta novela me ha hecho un efecto terapéutico al obligarme a ponerme en el lugar de gente buena.
 He llegado a ver que la gente buena existe y que es posible vivir instalados en la cultura, el diálogo, la amistad, la educación y la esperanza.
 El almirante y Hermógenes me han convencido.
Ahora hablo del ser humano con menos dureza”.
Volvemos al tema de los cameos, hay muchos, por ahí andan José Manuel Sánchez Ron, José González Carrión y otros amigos (y velados enemigos), “académicos reales, amigos reales, como tú”. Es raro hablar con un escritor que te ha convertido en personaje, te da como un cariz inmaterial. Aparezco en un pasaje de la novela como periodista y esgrimista que asesora al autor para el duelo. Lo cual es ficticio.
He traído a la entrevista, por crear ambiente, un libro que era de mi abuelo, Teoría y práctica de la esgrima, de Pedro Carbonell (Madrid, 1900), maestro de armas de Alfonso XIII
. Nos inclinamos golosos sobre las ilustraciones y Pérez-Reverte indica que este Carbonell era el hijo del que dio lecciones a Blasco Ibáñez para batirse en duelo. Ah, lo dices en la novela, le señalo al escritor, que alza divertido la cabeza y matiza: “No, lo dices tú”.
 Es cierto, ¡lo dice mi personaje! Nos miramos sonriendo.
“La amistad es lo que nos salva”, concluye Arturo Pérez-Reverte
. Y no parece que se pueda añadir nada mejor.