Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

9 mar 2015

El otro funeral del comandante Spock...................................................... Tom C. Avendaño

A la vez que las redes sociales enaltecían la figura de Leonard Nimoy tras su muerte el pasado viernes, condenaban también a su mejor amigo.

Leonard Nimoy y William Shatner, caracterizados como Mr Spock y el capitán Kirk en un capítulo de 'Star Trek' de 1968. / Cordon Press

Larga y próspera...

Llorar una muerte es un proceso e Internet es un momento.
 Por culpa de este choque de cimientos, el fallecimiento de un personaje público siempre acaba siendo un terremoto cibernético: el público en redes sociales intenta dar la noticia, reaccionar, asimilar y enterrar a la vez y, en el camino, se lleva por delante cualquier matiz que requiera una pausa.
 Esto se vio la semana pasada al saltar la noticia de que Leonard Nimoy, el legendario Spock de Star trek, había muerto a los 83 años.
  Como su personaje es reconocido intergeneracional e internacionalmente, su duelo en Twitter se confundió con su beatificación tanto como Nimoy se confundió siempre con el admirable Spock. Y cuando este aplauso colectivo parecía tocar techo, a la historia le salió un villano.

... Muerte

Si la gente ve en Nimoy las virtudes de Spock, en su amigo y compañero de reparto, William Shatner, ve el ego, el narcisismo y la grandilocuencia del capitán Kirk, el otro protagonista de la serie
. El fin de semana pasado, Shatner desapareció de las redes sociales cuando se supo la noticia.
 Un día después dejó en un tuit una razonable tristeza por la muerte de su mejor amigo.
 Y anunció que no iría a su funeral en Los Ángeles porque se había comprometido a aparecer en un acto benéfico de la Cruz Roja en Florida.
 La respuesta en Twitter fue sulfúrica, vitriólica y arsénica: Shatner estaba haciéndole el feo definitivo a Nimoy. El New York Daily News del domingo le dedicó su portada, llamándole capitán Jerk (imbécil). Un buen número de usuarios de Twitter se mostró de acuerdo. Shatner era el demonio.

Pura lógica

Cuanto más razonaba Shatner que lo demoniaco sería dejar tirada a la Cruz Roja, menos autoridad le daba la masa.
 Contestó a los críticos uno por uno, repitió lo triste que estaba, explicó que no había vuelos...
 No había lamento que bastara. Así que probó otra estrategia: “Vamos a celebrar la vida de Leonard, mejor” y empezó a recordar las virtudes de su recién fallecido mejor amigo.
 Qué se enseñaron mutuamente —“yo aprendí a ser un poco más serio, él un poco menos”—, lo difícil que era hacerle reír cuando estaba en el papel de Spock, la primera vez que le dijo que le quería... Las críticas cesaron
. La histeria hacia Shatner, el hombre que tardó más que una máquina en asimilar la muerte de su mejor amigo, se volvieron preguntas sobre su medio siglo de relación.
 Hacia el final de la tarde, un usuario le dijo: “Esta conversación le debe estar costando”
. Él contestó: “Me está curando”.

 

Perra vida................................................ Juan José Millás

Hay gente que nos importa un rábano, pero con la que, a fuerza de convivir, acabamos soñando.

 

Cordon Press

Hay gente que nos importa un rábano, pero con la que, a fuerza de convivir, acabamos soñando.
 Tal es el caso de esta pareja, cuya procedencia conocemos, aunque para lo que nos importa, lo mismo podrían ser los personajes de un cómic o de una comedia de situación australiana.
 Y lo malo no es que soñemos con ellos, sino que quizá en el lecho de la muerte, por una de esas jugarretas del disco duro, podrían aparecérsenos también, de forma que nos despidiéramos de este mundo con esa imagen mental completamente absurda.
 El caso es que la noche siguiente a tropezar con esta fotografía en el periódico soñé con Carlos de Inglaterra y con su madre y me levanté cabreado, claro, porque una cuestión es que se metan en el telediario y otra que se metan en tu cabeza.
Pues ahí estaban, como en la imagen, solo que en el sueño eran un matrimonio que se decían una cosa con la boca y otra con las antenas
. Por antenas me refiero al mechón de pelo de él, que se agita en el aire como en busca de una señal radioeléctrica, y al ricito que sale del sombrero de ella.
 El ricito le estaba preguntando al mechón qué llevaba Carlos en el bolsillo de la chaqueta, que parece un poco abultado
. Una caja de Tampax, respondía el mechón
. Como es fácil de suponer, abrí los ojos espantado, preguntándome por mis responsabilidades oníricas.
Luego busqué el periódico y estuve un buen rato observando la foto, por si encontrara en ella algún detalle que me concerniera.
 Las flores, el bolso, el collar, los guantes, la corbata… Nada: me seguían importando un rábano, pero se habían metido en mi cama, perra vida.

8 mar 2015

Ni Bruto, ni Casio: Décimo es el nombre clave en la muerte de César................................... Guillermo Altares

Una investigación sobre el asesinato de Julio César revela un nuevo personaje clave en el magnicidio de los idus de marzo.

 

Marco Antonio (Marlon Brando) contempla el cadáver de Julio César en la película de 1953 basada en la obra de Shakespeare.

"El asesinato de Julio César es un carajal"
. Así resumió, con su habitual estilo directo, la gran latinista Mary Beard todos los hechos que rodearon el apuñalamiento del político romano en el pórtico de la Curia de Pompeyo, el 15 de marzo del 44 antes de nuestra era
. En cualquier acontecimiento de esta magnitud, resulta casi imposible separar la leyenda de la historia, pero este caso es especialmente complejo por su enorme valor simbólico y porque se cruzó Shakespeare de por medio
. La fuerza de su obra es tan grande y la influencia de sus personajes tan profunda que se han apoderado de la realidad.
Sin embargo, los historiadores siguen peleándose con los hechos, luchando contra las leyendas.
 El profesor de clásicas de la Universidad estadounidense de Cornell, Barry Strauss, acaba de publicar The Death of Caesar, un libro en el que lanza una novedosa teoría sobre lo que ocurrió en aquellos idus de marzo.
 "Hubo un tercer hombre en el complot para matar a César", explica Strauss, un experto en historia militar, autor de libros como La guerra de Espartaco o La batalla de Salamina.
 "Bruto y Casio no estaban solos.
 Décimo fue un personaje clave. Los conspiradores no eran aficionados, políticos civiles, sino generales que organizaron el magnicidio con una precisión militar.
 Los gladiadores también tuvieron un papel importante, al igual que varias mujeres de la élite romana", prosigue Strauss (Nueva York, 1953) en una conversación por correo electrónico.

Décimo Junio Bruto Albino, compañero de armas de Julio César (100-44 antes de Cristo) en las Galias, aparece en todos los relatos sobre el asesinato, pero nunca en un papel protagonista, aunque algunas versiones señalan que las famosas palabras "¿tú también, hijo mío?" iban dirigidas a él, no al Bruto más famoso.
 De hecho, Shakespeare cambió su nombre y le llamó Decio en su Julio César. En el relato clásico, es la persona que acude a casa de César para convencerle de que, pese a los malos augurios —"cuidaos de los idus de marzo"— y de la pesadilla que ha sufrido su esposa, Calpurnia, que soñó su apuñalamiento, debía acudir al Senado.
"En los últimos años, los estudiosos han recuperado a Nicolás de Damasco (64-4 antes de Cristo), una oscura figura, que era un joven en el 44 y que escribió el relato más antiguo del asesinato de César. Durante muchos años, fue desdeñado porque luego trabajó para Augusto, el heredero de César y el primer emperador, y se pensaba que esa relación había contaminado su visión.
Sin embargo, ahora se le toma muy en serio y su narración de los hechos es muy diferente, mucho menos idealista, que la de Plutarco, en la que luego se basa Shakespeare", afirma Strauss.
 Nuevos estudios han demostrado que los textos de Nicolás de Damasco merecen mayor atención, así como su correspondencia con Cicerón, que también había sido olvidada.
En el relato clásico, es Cayo Casio Longino el que impulsa el complot y el que logra convencer a Marco Junio Bruto, un noble patricio romano que nada en dudas entre su lealtad a César y su deber con la República romana, que el creciente poder del conquistador de las Galias está poniendo en peligro. "La culpa, Bruto, no está en las estrellas", es, según Shakespeare, la famosa frase con la que Casio le convence para participar en el magnicidio.
 Décimo, según esta nueva versión, fue un personaje central tan importante como Casio, uno de los líderes de una conspiración mucho ante todo militar
. Combatió con César en la Galia y le apoyó durante toda la guerra civil.
 Sin embargo, por motivos que no están totalmente claros, cambió de bando. Strauss cree que el poder fue mucho más importante que los principios.
Se convirtió entonces en el único conspirador en el círculo íntimo de César y, por lo tanto, en el principal espía.
Pocos autores creen que la intención de los conspiradores (unos 60 aunque solo 20 tienen un nombre) era defender la democracia sino los privilegios de su clase.
 Mary Beard describe en La herencia viva de los clásicos el magnicidio como "el chapucero asesinato de un ídolo del pueblo por un grupo de aristócratas enojados en el nombre de (su propia) libertad". Ronald Syme, uno de los grandes investigadores del siglo XX de la historia de Roma, fallecido en 1989, escribe en su libro La revolución romana: "Las tragedias de la historia no surgen del conflicto entre el bien y el mal convencionales.
 Son más augustas y más complejas. César y Bruto, los dos, tenían la razón de su parte".
Es precisamente esta complejidad lo que convierte el asesinato de César en un hecho único, porque concentra todos los elementos que forjan una gran historia, la traición, la amistad, la lucha contra la tiranía, la nobleza, la mentira, la lealtad, la política...
Si a ello se suma Shakespeare y una increíble versión cinematográfica de 1953 de Joseph L. Mankiewicz con John Gielgud, James Mason, Deborah Kerr y, sobre todo, Marlon Brando en su apogeo como Marco Antonio ("y, sin embargo, Bruto es un hombre honrado"), la historia se convierte en mito.
 Julio César encarna un momento clave de la historia de la humanidad, cuando Roma se debatía entre continuar siendo una República o convertirse en un Imperio
. Es un personaje que representa una de esas pocas encrucijadas en las que un camino u otro hubiesen cambiado la historia del mundo.
"Shakespeare ofrece un mito bellísimo sobre el asesinato, pero es un mito", afirma Strauss, cuyo libro está publicado por Simon & Shuster aunque aún no tiene editor en España.
 "Los asesinos reales no fueron amateurs y civiles, fueron generales y oficiales militares que también fueron políticos
. Sabían cómo llevar a cabo un complot con precisión militar y reclutar a gladiadores para ayudarlos. Las mujeres también tuvieron un papel más importante del que muestra Shakespeare, desde Cleopatra, que era la amante de César en el momento de su asesinato y se encontraba en su villa de los suburbios de Roma, hasta Fulvia, la esposa de Marco Antonio, y, en mi opinión, la inspiradora de su discurso en el funeral de César".
Todavía quedan muchos misterios en torno a Julio César
. Solo hace tres años, un equipo de arqueólogos dirigido por el español Antonio Moterroso, investigador del CSIC, descubrió el lugar donde fue asesinado —en los restos arqueológicos que se encuentran en el Largo Argentina, en pleno centro de Roma—. Los expertos siguen debatiendo sobre el emplazamiento exacto del Rubicón, el río clave en la historia de Julio César y de Europa. Al cruzarlo con sus tropas, violó una de las más profundas prohibiciones romanas (ningún general podía entrar con su Ejército en Italia) y desató la guerra civil que le llevaría al poder absoluto.
 Como escribió el historiador británico Adrian Goldsworthy al final de su biografía César, "más de dos mil años después su historia nos sigue fascinando. Una cosa es segura: estas no son las últimas palabras que se escribirán acerca de Julio César".
 Tenía toda la razón.

La sociedad ‘offshore’....................................................................... Boris Izaguirre

Maradona es el primer astro del fútbol en dar el definitivo paso por la renovación facial. La suya aún no ha sido tan criticada como la de Renée Zellweger.

Maradona, en su aparición en televisión el pasado 1 de marzo. / REUTERS

Hay que reconocerle al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, el hacer popular o poner muy de moda un nuevo termino en inglés. González, quiera o no, estará siempre asociado a la palabra offshore por las presuntas irregularidades de un ático en la Costa del Sol propiedad de Costa Investor, una sociedad offshoresin dueño.
Literalmente, offshore podría traducirse fuera (off) de la orilla, que es lo que significa shore.
 No indica marginalidad o desvarío sino más bien alejamiento de la frontera, del límite. Un paraíso. Las sociedades offshore están pues alejadas de las leyes que rigen en tierra firme.
Y eso deja a González en la costa pero no en la orilla.
El inglés, que es uno de los dolores de cabeza recurrentes de bastantes españoles, es un idioma caprichoso y muchas cosas son offshore, como por ejemplo las lanchas fuera borda que también gustan por aquello de la afición al riesgo pero con lo del ático marbellí del presidente madrileño es como si se hubiera adelantado el verano y tuviéramos un vocablo con el cual divertirnos desde ahora. “Te siento un poco offshore, cariño”, escuché decir en una conversación esta semana a una pareja porque uno de ellos tenía un aspecto un tanto ausente.
 González, que es un viejo zorro político, pese a su aspecto jovial, sabía que debido a este escándalo costero tenía algo de lo que los otros candidatos a su puesto carecían: un eslogan firme con el que podría haberse mantenido a flote, y que podría haber sido “Ignacio, tu candidato offshore”.
Usar términos en inglés más que una tendencia es una tradición muy popular.
 Así como la corrupción es un sistema que acerca e iguala a los españoles con los sudamericanos, el adjudicar mayor autoridad, respeto, incluso esplendor, a los asuntos denominados en inglés se ha vuelto un signo de identidad para muchos políticos que traducen o interpretan así las nociones de neoliberalismo que han pillado por allí.
 Y que también demuestra que no es tan cierto que nuestros representantes no saben hablar inglés
. Si saben, saben el suficiente como para nombrar empresas, entender finanzas y moverse de un paraíso a otro.
 Por ejemplo, esa sociedad que circunda todo este culebrón del ático marbellí, Coast Investors, no puede ser más española en su esencia.
Ya han dicho otros usuarios del inglés que lo correcto sería Coastal Investors y que suena medio raro eso de ser inversor de costa.
Como hay moros en la costa no va ser fácil determinar quién esta detrás, o dentro, de Coast Investors. Otro motivo para nombrar tus empresas en lengua extranjera: que nadie se entere, siguiendo ese hábito de las clases pudientes sudamericanas de hablar en inglés, off the record, cuando el servicio está cerca.
Mucho más sencillo ha sido recuperar el vestido cubierto de perlas que la actriz Lupita Nyong’o vistió en los Oscar. Lupita lució la creación de Calvin Klein como si fuera de plumas aunque pesaba varios kilos por las perlas y la casa diseñadora se encargó de anunciar que costaba miles de dólares. Para cualquier inversor costero el traje era como un billete de lotería premiado en movimiento
. Lupita se cambió en su hotel y dejó la puerta abierta, fue la oportunidad que el ladrón vio para robarlo. Solo que es muy complicado andar con un vestido que todo el mundo retuiteó por sus redes sociales. El ladrón prefirió quitar media docena de perlas de las muchas en el vestido y dejarlo escondido en una bolsa de basura y trató de empeñarlas pero descubrió que ni de lejos tenían el valor que proclamaba el diseñador.
 Decepcionado, decidio devolverlo. O sea que la firma exageró el valor del traje. ¿Qué está pasando, señor? ¿Por qué es tan difícil saber la verdad?
Sabemos que tanto Antena 3 como Telecinco y la película Pretty woman cumplen 25 años.
Todo encaja. Pretty woman es la película más retransmitida en España, siempre récord de audiencia. ¿Qué puede haber en esa película que nos emocione o identifique tanto? Seguramente que anhelamos conocer a un inversor como Richard Gere que nos cambie la vida, en cualquier orilla.
 Que aunque te hayas prostituido un poco, alguien se apiadará de ti, te convertirá en una esposa amada y elegante. Y te instalará en un ático a nombre de una sociedad offshore.
También en 1990, Diego Maradona escandalizó al mundo apareciendo descompuesto y en calzoncillos en un apartamento alejado de cualquier orilla segura
. Ahora, Maradona decidió someterse a una operación de cirugía plástica que aún no ha sido tan criticada como la de Renée Zellweger, pero se anuncia igual de influyente: es el primer astro del fútbol en dar este definitivo paso por la renovación facial.
 Aunque Maradona nunca dispuso de una belleza como la de ellas, también intentó disimular el lifting y coloreó sus labios de rojo para hablar del deporte en un programa de la televisión venezolana. Habrá quien tema que algo así se reproduzca en nuestra programación deportiva.
 Que Butragueño o Hierro salgan así en una emisión de El día después. De momento Maradona volvió a ofrecernos un gol con ese aspecto eufórico de hace 25 años y además con un coqueto pendiente, quizás una de las perlitas extraídas del traje de Lupita. Pudimos ver que ha alcanzado esa edad en la que el lifting ya no es offside sino en propia meta.