Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 mar 2015

Athina Onassis: divorcio a la griega....................................................... Mábel Galaz

Fueron millonarios y poderosos. En Grecia se les veneraba y temía por igual. Pero como si de una maldición se tratara fueron desapareciendo. Ahora la supervivente huye de su pasado.

 

Athina Onassis, durante un concurso hípico. / WIRELMAGE

Es menuda.
 Posee unos enormes ojos miel que recuerdan la mirada triste de su fallecida madre.
 Pero lo que más llama la atención cuando se está cerca de ella es su intento por pasar desapercibida, por que nadie descubra quién es. Athina Onassis es la superviviente de una familia de navieros que disfrutó de todo su esplendor en Grecia durante los años cincuenta.
El próximo día 15 se cumplen 40 años de la muerte de su abuelo Aristóteles Onassis y ella acaba de celebrar los 30, cifra que le ha dado derecho a recibir los 800 millones de euros que quedaban pendientes de una herencia difícil de calcular, pero que algunos medios financieros establecen en cerca de 3.000 millones.
En la Grecia de Syriza, los Onassis han pasado casi al olvido
. Poco queda de ellos. Su recuerdo lo mantiene vivo una fundación que este año organizará diversos actos en su memoria con motivo de este aniversario.
Si a su abuelo, el magnate más famoso y temido de la industria naviera del siglo XX, el hombre más rico del mundo en su época —se decía en aquellos años que si vendía todos sus activos, Wall Street temblaría—, le gustaba hacer ostentación de su riqueza, Athina huye de sí misma
. Si a su abuelo le gustó disfrutar de poder, fama y conquistó nada menos que a la ex primera dama de Estados Unidos, Jacqueline Kennedy, y a la gran soprano María Callas, Athina vive feliz desde hace una década con su marido, el jinete brasileño Álvaro Afonso de Miranda Neto, conocido como Doda Miranda, entre Brasil y Europa.
Athina, con su madre Christina Onassis. / WIRELMAGE
Pero no es fácil escapar del pasado.
 La vida de esta triste heredera sigue marcada por la tragedia de su familia. Aristóteles Onassis perdió a su hijo y heredero con tan solo 23 años de edad en un accidente aéreo, mientras su hija Christina llevó una vida llena de excesos y relaciones sentimentales fallidas.
Tras la muerte del patriarca Christina fue designada heredera universal, pero Jackie Kennedy, su viuda, reclamó la tercera parte de las posesiones del que fue su marido, como estaba estipulado en el acta de matrimonio
. Resuelto el conflicto y tras la muerte también prematura de Christina, a los 37 años, los dos tercios restantes de la herencia pasaron a su única nieta: unos 3.000 millones de euros.
La última vez que hay constancia de que Athina estuvo en Grecia, concretamente en Skorpios, fue hace tres veranos.
Llegó en barco con su amiga Ekaterina Ribolovlev, hija del magnate ruso Dmitry Ribolovlev.
 El viaje no fue casual.
 La receptora del gran imperio de los Onassis había decidido deshacerse de la joya de la corona: la isla de Skorpios en la que su familia vivió grandes momentos y donde están enterrados sus antepasados.
La operación se cerró en 2013 por 100 millones de euros. La transacción contó con el visto bueno del entonces primer ministro griego Antonis Samarás, que se reunió con Rybolovlev en Atenas.
De los Onassis ya no se habla en Grecia.
 Cuando se llama a la fundación que Aristóteles creó para honrar la memoria de su hijo Alexander no se facilita información.
 La sede legal está de hecho en Liechtenstein, donde se crearon dos organismos: uno para la gestión de los negocios y otro, la Fundación Alexander S. Onassis —dedicada a la promoción de actividades culturales y artísticas e investigación académica—, que recibe el 40% de las ganancias anuales generadas por el primero.
 Athina ha dejado la gestión en manos de expertos.
La millonaria y su marido, Doda Miranda. / WIRELMAGE
Solo tenía tres años cuando se quedó sin madre.
 Fue su padre, el playboy Thierry Roussel, quien se hizo cargo de ella.
 Dejó Grecia para crecer en Suiza con él, su madrastra, Gaby, y sus tres hermanos: Sandrine, Johanna y Erik
. Una de ellas de la misma edad que Athina. Y es que Roussel se casó por dinero y posición social con Christina Onassis mientras mantenía otra familia, la que él consideraba suya, en la sombra. Athina no fue feliz y en cuanto pudo cortó amarras.
 Doda la ayudó a dar el salto definitivo, a independizarse. Ahora la relación con su padre no está rota del todo pero es distante.
Ella no habla con la prensa pero ha ocupado desde que nació las portadas de todas las grandes revistas de la prensa social.
Tiene pocos amigos que saben que saltarse las normas de silencio impuestas por ella supone salir del círculo. A él pertenece Marta Ortega , la heredera del imperio Inditex.
 Ambas tienen en común su obsesión por la discreción, por intentar llevar una vida lo más normal posible y por los caballos.
 Tal es la relación entre ambas que Athina, que rechaza la vida social, fue una de las invitadas a la boda de Marta Ortega con Sergio Álvarez en el pequeño pueblo de Anceis, a 12 kilómetros de A Coruña.
 Hasta allí también acudió a primeros de año para apoyar a su amiga cuando se hizo público su divorcio.
Athina conoció a Doda en el circuito hípico y ese es el ámbito en el que se mueve la pareja: jinetes y amazonas que recorren el mundo compitiendo.
 Él lo ha hecho siempre como profesional, ella no ha necesitado ganar premios para sobrevivir pero se emplea con la misma devoción.
 Su reto ahora es ser olímpica en los Juegos de Río de Janeiro.
Athina entre su padre Thierry Roussel y su madrasta. / GETTY
Foto Sumario 3 - Hueco 1
Brasil se ha convertido en el país de Athina desde que se casó.
 En São Paulo la pareja posee una casa en la que reside con los dos hijos que Doda aportó —uno de su matrimonio con una modelo que falleció y el otro, hijo de esta y que él adoptó—. Athina los cría como sus hijos porque ella, de momento, no se ha planteado ser madre
. La pareja se casó en régimen de separación de bienes y en alguna de las escasas declaraciones que ha hecho Doda a la prensa asegura que viven “una vida tranquila y sencilla”. El matrimonio también pasa mucho tiempo en Europa sobre todo en época de concursos hípicos.
 Por eso tienen una finca en la frontera entre Holanda y Bélgica en la que han estabulado sus caballos. Desde allí se mueven por el continente de manera más fácil. Y es que esta heredera millonaria ha cambiado el glamour que desprendían las fotos en blanco y negro de las fiestas en el barco de su abuelo Aristóteles Onassis, en aquella época dorada de la jet-set europea, por el anonimato, una tranquila vida familiar y muchas horas en los establos.

La memoria viva de Niarchos

María Antonia Sanchez-Vallejo
A diferencia de su compadre Aristóteles Onassis, la memoria de Stavros Niarchos, el patriarca de la otra familia de armadores griegos que mantuvo una extraña relación de amor y rivalidad con el primero, sigue muy viva en su país natal, al menos en lo que se refiere a las actividades de la fundación que lleva su nombre, presente en ámbitos tan variados como el fomento de las artes y la investigación o el más perentorio alivio de las consecuencias de la crisis económica.
 Por oposición también a sus rivales, y aunque los epígonos de la dinastía no desempeñan ninguna actividad pública en el país y se dejan caer por allí muy de vez en cuando, la Fundación Stavros Niarchos sí tiene su sede en Grecia, en concreto en una de las principales y más señoriales avenidas de Atenas.
Gracias a uno de sus muchos programas sociales, más de 15.000 niños de 64 colegios de la capital griega pudieron comer o completar su dieta en el curso pasado.
 La mitad de ellos pertenecían a familias que viven bajo el umbral de la pobreza; el 25% de los menores atendidos pasaba hambre y el 60%, inseguridad alimentaria, es decir, imposibilidad material de acceder a alimentos por la falta de ingresos de sus padres o tutores, según el Instituto Prolepsis, encargado de supervisar este programa de ayuda.
 Fueron los comentarios de numerosos maestros acerca del estado de práctica inanición que presentaban muchos niños al llegar a las aulas los que provocaron la respuesta de la Fundación Stavros Niarchos, que también financia programas de acogida para menores desamparados o en situación de riesgo.
Pero la joya de la corona de la Fundación Stavros Niarchos no verá la luz hasta finales de 2016.
 Se trata del megacentro cultural que albergará las nuevas sedes de la biblioteca nacional y la ópera nacional, que se levanta entre un baile de grúas en Fáliro, a medio camino entre la conurbación de Atenas y el puerto del Pireo.
 La que será enésima oferta cultural de la capital griega, y buque insignia de la Fundación, se levantará además en medio de un inmenso parque que llevará el nombre del fundador de la dinastía. Las obras, que comenzaron en 2013, han sido en varias ocasiones escenario de curiosos conciertos, con los asistentes en trajes de faena: la etiqueta prescribía casco y chaleco reflectante.

6 mar 2015

8 de marzo. Día Internacional de la Mujer 1 2 3 4 5 ( 10 Votos ) 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer Un 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Distintos movimientos se sucedieron a partir de esa fecha. El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de nuevo de una huelga polémica para aquellos tiempos. Un grupo de mujeres reclamaba la igualdad salarial, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, perecieron más de un centenar de mujeres quemadas en una fábrica de Sirtwoot Cotton, en un incendio que se atribuyó al dueño de la fábrica como respuesta a la huelga. En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague (Dinamarca) más de 100 mujeres aprobaron declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Actualmente, se celebra como el Día Internacional de la Mujer.


Mujeres célebres
Yoko Ono

Yoko Ono

Publicado el 02-01-2012

Esta mujer es conocida por su romance con John Lennon, y se le culpa de haber separado al cuarteto de Liverpool, pero, en su vida ha habido mucho más...(sigue)

Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir

Publicado el 31-12-2011

Simone de Beavoir, pensadora y novelista francesa, fue representante del movimiento existencialista ateo, además de ser un elemento importantísimo en...(sigue)

Mujeres que han marcado historia

Publicado el 27-02-2012

Han sido muchas y una gran infinidad de mujeres las que han marcado historia en la humanidad

 Grace Kelly

Grace Kelly

Publicado el 28-12-2011

Mujer nacida en una familia de buena posición en Pennsylvania, Su padre fue campeón olímpico de remo y hombre de negocios, acomodados económicamente,...(sigue)

Juana de Asbaje

Juana de Asbaje

Publicado el 28-12-2011

Sor Juana Inés de la Cruz, una mujer nacida en San Miguel Nepantla, en el Estado de México. Antes de entrar al convento, su nombre era Juana de Asbaje...(sigue)

Violencia contra las mujeres

Violencia contra las mujeres

Publicado el 28-12-2011

Es increíble la cantidad de tipos de violencia que hay, miles de personas diariamente son maltratadas, golpeadas, humilladas. Muchas mujeres son víctimas...(sigue)

La Declaración de los Derechos de la Mujer

La Declaración de los Derechos de la Mujer

Publicado el 28-12-2011

La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana fue redactada en 1791 por Olympe de Gouges basándose en el texto fundamental de la revolución...(sigue)

Genios entre la inspiración y la locura.....................................................Javier Sampedro

En los grandes avances científicos de la humanidad hay ingredientes históricos, políticos, ideológicos y presupuestarios.

Pero el factor principal es la genialidad de unos individuos, como Stephen Hawking o Alan Turing, que rompieron barreras para conseguir una sociedad mejor.

 

Stephen Hawking, astrofísico británico, con sus hijos en el salón de su casa. / Ian Berry (Magnum)

El mensaje se ha repetido mil veces
. La ciencia es una empresa colectiva, y el progreso del conocimiento de un país es una magnitud predecible, una función directa del apoyo social que reciba la investigación y del porcentaje del PIB que se dedique a ella.
 Todo eso es cierto. Pero deja escapar una noción esencial: el inmenso poder creador del genio individual.
 Una noción que nos resulta antipática a los intelectos del montón, pues parece dejarnos fuera de juego, pero a la que sucumbimos enseguida, en los estratos más profundos de nuestra consciencia, en cuanto repasamos un par de libros de historia.
O un par de películas, como las que suscitan esta reflexión. La teoría del todo, de James Marsh, y The Imitation Game, de Morten Tyldum, han traído a primer plano a dos demiurgos de nuestro tiempo: el físico Stephen Hawking y el matemático Alan Turing
. Dos tipos raros de una naturaleza distinta.
Hawking (Oxford, 1942) no necesita presentación, pues es uno de los iconos del presente: cosmólogo, físico teórico, autor de algunos de los libros de divulgación más vendidos de los últimos 30 años, polemista de impacto –Dios y la filosofía son dos de sus blancos favoritos—, personaje de Los Simpson y, con toda seguridad, el paciente de esclerosis lateral amiotrófica más longevo del que tiene noticia la medicina.
 Su imagen postrada en una silla de ruedas de alta tecnología y su voz sintética de timbres robóticos son reconocibles en cualquier ciudad del planeta desde Nueva York hasta Bombay
. Pero hay otros ángulos de este científico que hasta ahora resultaban poco conocidos por el gran público, y que la película, basada en las memorias de su primera mujer, Jane Hawking, presenta de manera muy reveladora.
La rareza de Stephen Hawking es lo poco que le importa la esclerosis y el grado hasta el que ha logrado llevar una vida normal pese a ella
La rareza de Hawking no es su esclerosis, naturalmente.
 Su rareza, más bien, es lo poco que le importa la esclerosis, y el grado hasta el que ha logrado llevar una vida normal pese a ella
. Es obvio que Hawking se ha convertido en una figura popular gracias a su discapacidad, pero su reputación entre sus colegas, los cosmólogos y los físicos teóricos, no tiene nada que ver con eso. Se debe a que es un gran físico, una mente creativa de primer nivel.
A los 20 años, antes de que la enfermedad atrapara sus músculos y sus nervios motores, el joven Stephen ya se había revelado como uno de los cerebros mejor equipados de Oxford y Cambridge.
 Y ya entonces, a diferencia de todos sus colegas normales, decidió meterse de cabeza en el campo más abstruso y menos prometedor de la física de la época: la relatividad general, la gran teoría de la gravitación que Einstein había desarrollado en las dos primeras décadas del siglo XX; y en particular, en una de sus consecuencias más extrañas y misteriosas, los agujeros negros.
No fueron los presupuestos de investigación, ni desde luego el apoyo social, quienes crearon la ciencia moderna
. Fueron Galileo y Newton, dos mentes que no fueron consecuencia de su tiempo, sino que inventaron un tiempo nuevo al percibir que la naturaleza habla el lenguaje de las matemáticas, y que sus mecanismos pueden conocerse mediante la observación y el experimento.
 Tampoco la revolución de la energía eléctrica fue consecuencia de la inversión de los Gobiernos ni del interés de los ciudadanos, sino del genio experimental de Faraday y del talento matemático de Maxwell, que revelaron que la electricidad y el magnetismo no eran dos fuerzas separadas, sino dos formas de mirar a la misma fuerza electromagnética.
Los avances de Einstein estaban tan alejados de su contexto social y económico que incluso los físicos más avanzados de su tiempo, como Max Planck, los consideraron descabellados.
Barbara McClintock, genetista especializada en cromosomas. Obtuvo el Nobel de Medicina en 1983. / Corbis
El caso de Alan Turing, el personaje central de The Imitation Game, es aún más sobrecogedor que el de Hawking, por la inverosímil amplitud de sus intereses científicos, pero también por su repugnante desenlace.
 Turing (Londres, 1912-Cheshire, 1954) fue un rey Midas del intelecto que convirtió en oro todo lo que tocó, desde la matemática pura hasta la biología del desarrollo, la lógica y la filosofía, el descifrado de las claves secretas de los submarinos nazis y la fundación de las modernas ciencias de la computación y de la inteligencia artificial.
Tenía 24 años cuando publicó un trabajo esencial para la lógica y las ciencias de la computación, donde frustró –en paralelo con el lógico Kurt Gödel– el sueño de un sistema formal que pudiera generar todos los teoremas matemáticos de una manera automática, o algorítmica.
 Para construir su demostración, inventó lo que ahora se denomina la máquina de Turing universal, una especie de ordenador abstracto que, matemáticamente, equivale a cualquier otro ordenador concebible
. Por entonces estaba empezando la guerra civil española. Unos años después, al poco de estallar la Segunda Guerra Mundial, el joven genio matemático diseñó una máquina descifradora que dejó con las vergüenzas al aire la práctica totalidad de las comunicaciones de radio codificadas del ejército alemán, a un ritmo de 80.000 mensajes descifrados al mes hasta el fin de la guerra.
 Decir que Turing derrotó a los nazis sería exagerado, pero que ayudó a ello no se puede ignorar.
Su contribución a la creación del mundo actual no se quedó ahí, porque al terminar la guerra diseñó el primer computador digital electrónico con programa almacenado y de uso general, el ACE (automatic computing engine), o la primera de las máquinas que hoy llamamos ordenadores. Tal vez no resulte sorprendente que fuera también Turing el gran impulsor de la teoría computacional del cerebro, que ve la mente humana como un gran ordenador digital, y uno de los grandes pioneros de la inteligencia artificia
l. Los especialistas en esa disciplina siguen hablando hoy del test de Turing para saber si una máquina ha alcanzado la inteligencia.
 Un robot habrá superado ese test cuando logre hacer creer a un humano que está hablando con otro humano por correo electrónico.
Neumann fue un pionero de la computación moderna y miembro del proyecto Manhattan para crear la primera bomba atómica
El Gobierno británico se ha visto obligado en años recientes a disculparse oficialmente por una de las actitudes más deplorables que cabe imaginar.
 Porque en marzo de 1952 hizo que Turing fuera procesado por homosexualidad, que, en efecto, era delito en esa época.
 Y ello a pesar de que le había distinguido con la Orden del Imperio Británico por su gran contribución al resultado de la Segunda Guerra, y de que solo un año antes había sido elegido miembro de la Royal Society, una de las joyas de la corona británica
 Le condenaron a un año de terapia hormonal, le declararon un riesgo para la seguridad nacional y le prohibieron el acceso a las investigaciones públicas con los mismísimos ordenadores que él había ayudado a crear.
 Cuando poco después apareció muerto en su habitación, envenenado con cianuro, el veredicto fue de suicidio. Es posible que lo fuera.
¿Acabará con Hawking y Turing la producción fílmica sobre la gente rara de la ciencia del siglo XX? Ojalá no, porque el cine no es solo un medio más para difundir la ciencia, sus modos y sus ideales, sino que seguramente es la forma artística que mejor penetra en las motivaciones de sus artífices, y la que más normales puede hacer sus rarezas.
 Y porque los personajes no se han acabado.
George Gamow trabajó en t el núcleo atómico, la formación estelar y el código genético. Fue de los primeros en tomarse en serio el Big Bang. / Getty
Tomen, por ejemplo, a John von Neumann (Budapest, 1903-Washington, 1957), uno de los grandes genios matemáticos del siglo, y el único que tiene una esquina dedicada en la ciudad de Princeton por el descomunal número de accidentes que causó allí con su coche, producto de su no menos ciclópea afición a las bebidas espirituosas.
También es el único que ha dado su nombre a un robot del futuro: el autómata de Von Neumann.
 Fue un niño prodigio y a los 25 años ya se había convertido en uno de los matemáticos más prestigiosos del mundo.
 Como Turing, fue otro gran pionero de la computación moderna, y como cualquier genio judío que viviera en Estados Unidos en la época, miembro del proyecto Manhattan para construir la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.
O tomen a George Gamow, que, no contento con haber sido uno de los primeros físicos en tomarse en serio el Big Bang y predecir la radiación de fondo de microondas que acabaría demostrándolo años después, fue también el primer científico en comprender con profundidad las consecuencias del trabajo de James Watson y Francis Crick sobre la estructura del ADN –la famosa doble hélice o el secreto de la vida– y en formular el concepto de código genético.
 El código genético concreto que propuso resultó erróneo, pero la mera idea de que existiera uno influyó poderosamente en Watson y Crick para que ellos y otros científicos llegaran a la solución correcta.
 Como Von Neumann, destacó también por su obstinado consumo de whisky.
Y hay más: Craig Venter, que descifró el genoma humano con dinero privado, creó el primer genoma artificial de una bacteria, y ahora navega por todo el mundo con su yate para explorar la diversidad genética de los mares y conseguir un bronceado que rara vez se asocia con la dedicación a la genética.
 Y no olviden los cineastas que los dos grandes genios creativos de la biología del siglo XX fueron seguramente dos mujeres: Barbara McClintock y Lynn Margulis. Otro día les hablaré de ellas.

La mujer en el cine

Elvira Lindo repasa filmes femeninos por el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora.

 

¿Quién no recuerda a Katharine Hepburn abriéndose camino en un mundo laboral absolutamente masculino en La mujer del año o plantando cara, como abogada, a su mismísimo marido, el fiscal del distrito interpretado por Spencer Tracy en La costilla de Adán? ¿A Elizabeth Taylor mostrando descarnadamente su frustración sexual en La gata sobre el tejado de zinc; a Rita Hayworth interpretando a una mujer fatal en La dama de Shanghai o a la inmortal Greta Garbo dando vida a una férrea comisaria comunista en Ninotchka?
 Cada una de ellas interpretó a lo largo de su carrera a decenas de mujeres concretas, con sus nombres y apellidos, pero también, y muy a menudo, a distintos modelos y estereotipos de mujer.
Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, TCM dedica la programación de todos los sábados y domingos del mes a películas protagonizadas o dirigidas por mujeres.
 Un mosaico de títulos en los que se puede apreciar cómo se ha desarrollado la vida, el trabajo y la reivindicación de los derechos de las mujeres a lo largo de la historia.
 Una programación especial que se completa con una entrevista en la que la escritora y guionista Elvira Lindo explica su visión sobre los personajes femeninos en el cine y el trabajo de aquellas actrices que más le han influido personalmente.
A Elvira Lindo, por ejemplo, no le gusta hablar de cine o de escritura exclusivamente femenina.
“No sé si se nota que lo que yo escribo lo escribe una mujer.
 Tampoco quiero ocultarlo pero creo que hay también directores o escritores que tienen una mirada muy femenina o cercana a la vida de la mujer”.
 En ese sentido le gusta citar a la premio Nobel de Literatura Alice Munro cuando dice que crea personajes femeninos porque es el mundo que mejor conoce, pero que sus mujeres son de todo tipo. No tiene una plantilla moral para diseñarlas.
A la hora de elegir a una actriz que haya influido en su vida, Elvira Lindo cita sin dudar un segundo a Katharine Hepburn.
 “Recuerdo que, cuando veía La fiera de mi niña, intentaba imitar su forma de andar, con grandes zancadas, como si siempre tuviera prisa, con energía, como si fuera dueña de su cuerpo”
. También rememora otro título, Mujercitas, (Las cuatro hermanitas) en el que Katharine Hepburn hacía de Jo March, la joven decidida que quiere convertirse en escritora.
“Dentro de mí ya estaba el embrión del tipo de mujer que quería ser y esas películas y esos personajes me ayudaron mucho”.
Habla también de cómo, en los últimos tiempos, apenas hay buenos papeles en el cine para actrices maduras.
“Creo que hacer personajes que hayan superado la barrera de la juventud y que hayan entrado en la madurez requiere más inteligencia.
 Cuentas menos con el envoltorio físico.
 La televisión está ofreciendo a estas actrices guiones con más enjundia, más serios y con más inteligencia que en el cine”, explica.
¿Y por qué aún hoy en día hay tan pocas directoras de cine?
 Elvira Lindo piensa que, en el futuro, habrá muchas más realizadoras, como ocurrirá en los altos puestos ejecutivos de las empresas.
Sin embargo, habla de una cierta resistencia por parte de algunas mujeres a dar un último paso
. “En mi caso no he dado el salto a la dirección por una cierta pereza.
 Tendría que abandonar muchas cosas de mi vida y de mi libertad para dedicarme a un trabajo que es muy absorbente.
No sé si hubiera podido responder a tanto requerimiento, no solo técnico sino también psicológico”, argumenta.
Pero como guionista tiene una cosa clara. “Las mujeres somos la mitad de la población y no hay un solo estereotipo femenino, sino tantos como mujeres haya sobre la Tierra.