Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

5 mar 2015

La Comunión de Leonor, un asunto privado................................................... Mábel Galaz

Zarzuela confirma que la heredera comulgará en mayo con sus compañeros.

La princesa Leonor
Doña Letizia y la princesa Leonor en el Día de la Hispanidad. / Alejandro Ruesga (EL PAÍS)

Leonor de Borbón y Ortiz hará la primera Comunión en mayo con sus compañeros de cuarto de primaria del colegio Nuestra Señora de los Rosales de Aravaca (Madrid).
 Será una ceremonia sencilla en la que la heredera al trono será tratada como una alumna más. Su familia asistirá junto a las del resto de los niños que participarán en el acto religioso.
 Así lo ha confirmado el palacio de La Zarzuela tras la información inicial publicada este miércoles por la revista ¡Hola!
  Desde la Casa del Rey se aborda el tema con normalidad.
 Hace tiempo que ya se contemplaba que la princesa Leonor hiciera la comunión este año, ceremonia para la que se viene preparando desde hace dos años en una catequesis en el mismo centro escolar. “Es lo que corresponde a todos los alumnos de cuarto de primaria”, dicen desde La Zarzuela.
La novedad no es por tanto que Leonor, como todos los niños de 9 años del colegio Nuestra Señora de los Rosales, haga la comunión, sino que sus padres no han querido para ella una ceremonia privada en el palacio de La Zarzuela, como sucedió con don Felipe y con sus hermanas las infantas Elena y Cristina.
Leonor y Sofía el día en que su padre se convirtió en el Rey de España. / efe
Los Rosales es un colegio privado y laico que imparte clases de Religión si los padres así lo quieren para sus hijos. Don Felipe y doña Letizia pagan en torno a 700 euros al mes por cada una de sus hijas y ambas reciben por deseo suyo formación religiosa.
Leonor ni tan siquiera se pondrá un vestido blanco de ceremonia para ese día.
 La costumbre del colegio es que los niños lleven el uniforme del colegio que consiste en el caso de las niñas en una falda gris, jersey azul, zapatos oscuros y en invierno un abrigo azul
. La heredera tomará la comunión en un día laborable y después se celebrará una fiesta familiar y reducida en la residencia de los Reyes dentro del complejo del palacio de La Zarzuela.
La princesa llevará el uniforme del colegio; falda gris y blusa blanca
Tratar la comunión de Leonor como un asunto privado tiene que ver con el interés de los Reyes de que sus hijas lleven, en la medida de lo posible, una vida lo más acorde posible con la de las niñas de su edad.
 La llegada al trono de Felipe VI el pasado 19 de junio apenas ha introducido cambios en la manera de actuar. Leonor y su hermana Sofía participaron en los actos organizados alrededor del relevo en la Corona y posteriormente acudieron con sus padres al desfile que se organizó en Madrid el 12 de octubre, Día de la Hispanidad.
 Desde esa fecha las hijas de los Reyes no han aparecido en ningún acto oficial y apenas se las ha visto de manera privada.
 Este año tampoco hubo posado al inicio del curso escolar como sucedió cuando las pequeñas comenzaron a asistir a clase.
En otras casas reales, sin embargo, es habitual que los hijos de los reyes asistan con sus padres a algunos actos y que se faciliten fotos de ellos en ocasiones especiales.
 En el caso de Leonor y Sofía no es así, ya que la intención de sus padres es evitar la exposición mediática. “Ya tendrán tiempo”, es la respuesta que da don Felipe cuando se le pregunta por esta cuestión.
 Por eso también está en el aire, de momento, si Leonor asistirá con los Reyes a la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias que por primera vez llevan su nombre.

 

4 mar 2015

Una pareja desahucia a su propia hija y a tres de sus nietas en Gran Canaria..................... Octavio Toledo

Un juzgado ordena que la mujer y sus tres hijas menores de edad abandonen la casa

Los padres de la mujer, que viven en Fuerteventura, son propietarios de siete casas.

Desahucio en Gran Canarias
Begoña Pérez, con sus tres hijas, en una foto familiar.

Begoña Pérez, de 43 años, tuvo que oír a su padre, de 72, llamarla "sinvergüenza"; y a sus hijas, todas menores de edad, "malas personas"
. Fue en el juicio celebrado la semana pasada en el juzgado número 3 de Telde, que sentenció que la mujer y sus tres hijas, de 17, 13 y 11 años, deberán abandonar el próximo 16 de abril la casa en la que viven desde hace algo más de siete años, propiedad de sus padres.
¿Qué ha hecho que una familia acabe rota y enfrentada hasta ese punto? La afectada asegura que, en general, las relaciones con sus progenitores habían entrado siempre dentro de la normalidad.
 Fueron ellos quienes, tras separarse de su marido, le cedieron su casa del barrio teldense de La Herradura para que se acomodara allí junto a sus hijas.
 Ellos pagaron durante todo este tiempo la luz y el agua, y nunca le pidieron alquiler ni ninguna otra contraprestación económica (Begoña solo recibe 200 euros de su exmarido como manutención de las niñas, más lo poco que gana limpiando esporádicamente casas de amigas y conocidas).

En mayo del año pasado, la situación dio un vuelco.
 Los padres, que viven en Fuerteventura, fueron a su casa a pasar unos días, como hacían periódicamente.
 Ya Begoña los notó "raros". Casualidad o no, también se presentó en la casa una de sus hermanas con su hijo
. La visita acabó con acusaciones de supuestas agresiones y en un juicio rápido en el que sus padres actuaron de testigos de la otra hermana.
 Al día siguiente, según cuenta Begoña, le sacaron todas sus cosas de la habitación de matrimonio. "Me las dejaron tiradas por la casa y le cambiaron la cerradura a la puerta de la estancia". Luego le advirtieron tajantes a una de sus hijas: "Dile a tu madre que no se atreva a abrir esa puerta".
 A partir de ahí, las peticiones de que abandonara la casa, y luego el juicio y la sentencia.
La madre de Begoña, de 67 años, pide que se omita su nombre por temor a represalias.
 Está convencida de que lo que ella y su marido han hecho es lo correcto, y manifiesta que el trato que ha recibido de Begoña la ha llevado a estar en tratamiento psiquiátrico desde 1999.
 "Mi hija siempre fue una rebelde. Cuando se casó se olvidó de nosotros durante más de una década, y a pesar de eso, le ofrecimos la vivienda al separarse.
 Pero me di cuenta de que seguía siendo mala".
 Su opinión sobre las niñas no es mejor: "Son traviesas y malcriadas".
Esta mujer reconoce que fue el hecho de conocer que su hija había llevado a "un novio" a su propia casa lo que había desatado su ira y provocado el cambio de la cerradura de la habitación.
 "¡Se estaba acostando allí con él!", añade indignada. ¿Y la razón última por la que ha desahuciado a su hija?
 "Porque la casa es mía", concluye.
La casa de Telde no es la única de la que son propietarios.
 Al apartamento en el que viven en Fuerteventura se suman cuatro más en el mismo complejo, tres de ellos arrendados, más otro en el sur de Gran Canaria.
El 16 de abril, el día en que su hija ha de marcharse definitivamente de la vivienda en cumplimiento de la sentencia, ella dice saber lo que ocurrirá:
"Seguro que monta un espectáculo con la Guardia Civil". Eso, siempre que el recurso que Begoña va a interponer contra la decisión judicial que ordena el desahucio no prospere.
Arístides Rodríguez es uno de los miembros de la plataforma ciudadana Telde Responde, que ha estado al lado de Begoña y sus hijas en todo el proceso.
 Señala que la verdadera razón por la que la desahucian es que quieren vender la casa para saldar una deuda de otra de sus hijas
. Recuerda que cuando justo se lo echó en cara a la madre el día del juicio, "me intentó agredir y me amenazó diciéndome: 'Te cojo y te reviento la cabeza".
La plataforma ha ayudado en la búsqueda de alternativas para encontrar una solución a un escenario que ahora mismo parece inevitable.
 "El Ayuntamiento dice que no tiene viviendas y les ofrecían ir a un centro de rehabilitación de toxicómanos lleno de estiércol y basura", expone.
 Están luchando para que el Gobierno de Canarias les dé una casa, para lo que han presentado la correspondiente solicitud.
Mientras tanto, no descartan ninguna posibilidad, desde que ocupen ilegalmente alguna vivienda deshabitada del municipio hasta que se instalen una cueva en los montículos que rodean a Telde. Cualquier cosa antes de que Begoña se quede en la calle con las menores porque eso implicaría —explica Arístides Rodríguez— que, de acuerdo con la Ley de Protección del Menor, habría que llevar a las niñas un centro y, por tanto, separarlas de su madre.
 Un golpe quizá demasiado fuerte para Begoña.
FE DE ERRORES
En una versión anterior, el titular de esta información limitaba al padre la petición del desahucio cuando, en realidad, son ambos progenitores quienes iniciaron el proceso.

 

Cuidado con las cremas de Isabel Preysler porque te cambian la cara.....





















A la caza de la ‘Encyclopédie’.............. Arturo Pérez-Reverte

Arturo Pérez-Reverte publica un extracto de su nueva novela 'Hombres buenos' (Alfaguara), que llegará a las librerías el próximo 12 de marzo.

El libro arranca con la aventura de dos miembros de la RAE de finales del siglo XVIII, que fueron a París a buscar casi de forma clandestina la ‘Encyclopédie’ francesa.

 

Vista de la Biblioteca de la RAE donde se guardan los volúmenes que componen la 'Encyclopédie' de D'Alembert y Diderot. / Sofía Moro

A finales del siglo XVIII, dos miembros de la Real Academia Española recibieron el encargo de viajar a París para conseguir de forma casi clandestina 28 volúmenes de la ‘Encyclopédie’ de D’Alembert y Diderot.
 Una intriga basada en hechos reales que sirve de arranque para Hombres buenos (Alfaguara), la nueva novela de Arturo Pérez-Reverte, que se publica el 12 de marzo y a la que pertenece este extracto.

Cruje el piso de madera cuando, tras los postres, un mozo trae la bandeja con una cafetera humeante, agua y una botella de licor, así como avío para fumar.
 Solícito con sus dos comensales, Vega de Sella, el director de la Real Academia Española, hace él mismo los honores: una taza colmada y una copita de marrasquino al bibliotecario, don Hermógenes Molina, y un dedo de moscatel al almirante Zárate, cuya austeridad –apenas ha probado el carnero verde y el vino de Medina del Campo– es notoria entre los miembros de la Docta Casa.
 Los tres están sentados en torno a una mesa del comedor pequeño de la fonda La Fontana de Oro, por cuya ventana abierta alcanza a verse el tráfico de calesas y gentío que sube y baja por la carrera de San Jerónimo.
–Es toda una aventura –está diciendo Vega de Sella–. Con la que, no necesito insistir en ello, ganan ustedes el reconocimiento de sus compañeros y de la Academia… Por eso quería agradecérselo a los dos con esta comida.
–No sé si estaremos a la altura –comenta el bibliotecario–. De lo que se espera.
Vega de Sella hace un ademán confiado, mundano, pletórico de oportuno afecto.
–De eso no me cabe duda –apunta, alentador–.
Tanto usted, don Hermógenes, como el señor almirante, cumplirán como quienes son... Tengo la absoluta certeza.
Dicho eso, se inclina sobre la mesa y acerca el extremo de un cigarro habanero a la llamita de la vela encendida que trajo el mozo con el tabaco.
–Absoluta certeza –repite, recostándose en el respaldo de la silla mientras su sonrisa deja escapar una nube de humo azulado.
Grabado de una galera de remos de la 'Encyclopédie'. / Sofía Moro
Don Hermógenes Molina, bibliotecario de la Academia –los amigos de confianza se atreven a llamarlo don Hermes–, asiente cortés, aunque poco convencido.
 Es un hombre bajo, grueso, bonachón, viudo desde hace cinco años. Latinista conspicuo, profesor de lenguas clásicas, su traducción de las Vidas paralelas de Plutarco marcó un hito en las letras cultas hispanas
. Aunque poco cuidadoso de su apariencia –la casaca rozada en los codos tiene manchas de chocolate y restos de rapé en las solapas–, su buen carácter lo compensa con creces, haciéndolo estimado de sus compañeros.
 Como bibliotecario, permite a éstos utilizar libros que son de su propiedad particular, e incluso realiza adquisiciones de ejemplares raros o útiles en librerías de viejo con dinero propio, del que siempre olvida pedir el reembolso.
 A diferencia del director y de otros académicos, don Hermógenes no usa peluca ni polvos para el cabello, que lleva mocho y mal cortado, todavía oscuro aunque veteado de canas.
 La barba cerrada, que precisaría dos afeitados diarios para mostrar aseo, sombrea un rostro donde los ojos castaños, bondadosos, castigados de edad y lecturas, parecen contemplar el mundo con cierto despiste y un educado asombro.
–Lo haremos lo mejor que podamos, señor director.
–No me cabe duda.
–Confío mucho en el señor almirante –añade el bibliotecario–.
 Es hombre viajado, tiene mundo. Y habla muy bien francés.