Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 feb 2015

Isabel Preysler y Alfonso Díez, nuevo tándem publicitario de Porcelanosa


Alfonso Díez pretende una vida nueva. Retomar su faceta anterior de funcionario no tiene mucho sentido tras la muerte de la duquesa de Alba.
 Ha recibido suculentas ofertas para entrevistas, pero por ahora prefiere un perfil bajo.
 Lo que sí podría aceptar, dada la amistad que le une con los dueños de Porcelanosa, sería una especie de acuerdo para colaborar de vez en cuando con ellos.
Ya lo hizo en vida de la duquesa.
 Fuentes de toda solvencia aseguran que es muy probable que el duque siga formando parte del cuadro escénico de Isabel Preysler, con la que mantiene una excelente relación, al igual que con Tamara y Ana, las hijas de la socialite, con las que ya ha compartido viajes al Reino Unido.
 Una de las grandes inauguraciones de Porcelanosa será la apertura de su tienda en Nueva York, prevista para mediados de este año.
 El duque viudo y la reina del baldosín podrían formar el tándem publicitario.
Preysler y sus hijos Ana, Julio y Tamara, en un acto de Porcelanosa (Gtres)Preysler y sus hijos Ana, Julio y Tamara, en un acto de Porcelanosa (Gtres)Nueva vida lejos de Dueñas
El sábado pasado, Alfonso Díez cerraba por fin un capítulo de su vida al abandonar el palacio de Dueñas, donde compartió los últimos ocho años con la duquesa de Alba
. Se marchó como había llegado, con muy poco equipaje.
 Unas maletas con sus pertenencias personales y sus películas, porque tampoco se llevó los regalos que durante ese tiempo le hizo a su mujer
. Tan solo el reloj de brillantes de su madre, un obsequio sentimental más que valioso, una par de butacas que trasladó de su domicilio de Madrid a Sevilla para acondicionar su cuarto junto al de la duquesa y nada más.
 “No se ha llevado nada porque no quiere nada. Lo que espera es que los hijos muevan ficha, porque ellos saben que su madre así lo dejó dicho [el duque recibirá una pensión], aunque no haya ningún documento que lo certifique”, apuntan amistades sevillanas de Alfonso y Cayetana.
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Isabel Preysler y Tamara Falcó, en un acto público (Gtres)Isabel Preysler y Tamara Falcó, en un acto público (Gtres)El día de su adiós no había nadie para la despedida.
 Tampoco el coche y el chófer de la Casa de Alba. Alfonso se marchó por sus propios medios y acompañado solamente de su fiel Jonas, un perro de su propiedad que vivía en Dueñas con ellos y que ha sido desde que murió la duquesa su mejor amigo.
Días antes almorzó con los duques de Segorbe, el matrimonio Burgos, Paco Trujillo, Rocío de la Cámara, Curro Romero y Carmen Tello; todos amigos que le han demostrado durante todo este tiempo un gran cariño y sobre todo consuelo
. Alfonso, que es un hombre delicado y afectuoso, regaló a los doctores Muñaiz y Trujillo, que fueron quienes cuidaron y vigilaron la salud de Cayetana, un bronce y un cuadrito respectivamente.
 Un detalle que emocionó a los reputados profesionales, teniendo en cuenta que los especialistas nunca cobraron sus honorarios a la aristócrata.
 Tampoco ninguno de los hijos preguntó alguna vez si se debía algo por el trabajo realizado.
 Por eso Alfonso quiso tener ese detalle con ellos.

Don Felipe y doña Letizia, un brindis por cien años juntos Los Reyes visitaron las bodegas de Freixenet con motivo de la celebración del centenario de la marca

Quedan apenas unas horas para que comience uno de los días más románticos del año, en el que el amor es el auténtico protagonista. Las miradas que se dedicaron los reyes Felipe y Letizia en su última aparición pública son la perfecta muestra de que, después de once años de matrimonio, siguen tan enamorados como el primer día. Y eso hay que celebrarlo
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En su visita a las bodegas de Freixenet, en la localidad de San Sadurní d’Anoia, la pareja real brindó con cava, dejando una de esas imágenes en las que un gesto es más significativo que cualquier palabra.
 Cada uno con una copa en la mano y mirándose el uno al otro, las chocaron, quizá pensando en todo el tiempo que les queda para estar el uno junto al otro, pensando tal vez en algún plan de fin de semana romántico.
Ya en su visita al Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, centro de referencia en España para la rehabilitación de lesiones medulares espinales, se les pudo ver cómplices y muy cercanos, con los pacientes pero también entre ellos, mostrándose su cariño..

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Durante la visita que hicieron a las instalaciones con motivo del centenario de la marca, don Felipe y doña Letizia dejaron su firma en uno de los toneles y después almorzaron en la misma cava
 . En el discurso que pronunció el Rey destacó que la marca es “una seña de orgullo español” y ha señalado la excelencia empresarial de una empresa que es 100% familiar, hablando además de sus innovaciones creativas y su vocación exportadora.


En este viaje, el cuarto que hacen a Cataluña desde que don Felipe fuera coronado el pasado mes de junio, doña Letizia apostó por el favorecedor color rojo. Vestido rojo, zapatos y labios del mismo color y unos pendientes en los mismos tonos que casaban a la perfección con su look. 
 El amor está en el aire.
 

Amor a gran distancia en la era de Internet

Amor a gran distancia en la era de Internet.

Natalia Tena y David Verdaguer en un fotograma de la película.

“Tú no quieres estar conmigo, quieres que yo esté contigo”
. El resultado es el mismo, dirán algunos, pero cuando el océano se interpone, el matiz cobra importancia
. Ella se encuentra probablemente con la última oportunidad de cumplir su sueño como fotógrafa, solo que esa posibilidad está en Los Ángeles
. Él, enfrascado en unas oposiciones, está encantado con su vida en Barcelona.
 El filme 10.000 km profundiza en la montaña rusa que es mantener una relación a distancia.
 EL PAÍS ofrece este domingo la película con la que Carlos Marques-Marcet recibió en la última edición de los Premios Goya el galardón como mejor director novel.
Un correo electrónico recibido en domingo altera la vida de Alexandra y Sergi, una joven pareja que pasa de hacer planes para tener un bebé a vivir en dos continentes diferentes con un horizonte de, al menos, un año.
 Con el ordenador como único medio para seguir con su historia. Natalia Tena y David Verdaguer encarnan a estos dos personajes que se encuentran ante el reto de poner en suspenso sus proyectos de futuro y vivir su amor en la era de Internet
. Las peleas, las bromas, las cenas de aniversario a través de una pantalla, los llantos y las risas.
 Todo forma parte del universo de esta pareja que durante 12 meses se ve obligada a separarse.
Primero triunfó en el festival SXSW de Austin (Texas), donde sus dos protagonistas recibieron los premios a mejor interpretación, y después arrasó en el de Málaga con cinco galardones, entre ellos la Biznaga de Oro a mejor película (además del de mejor dirección, el de la crítica, guion novel y actriz para Natalia Tena).
Con un presupuesto inferior a 500.000 euros, los dos actores llevan el peso de la trama, en la que hay elementos autobiográficos del director, ya que él mismo vivió en Los Ángeles para estudiar cine durante cinco años
. En su discurso de agradecimiento al recibir el Goya, Marques-Marcet alabó a la que él considera una nueva generación de cineastas “que están saliendo con propuestas arriesgadas” y de la que él representa un buen ejemplo.
Esta historia de amor a distancia forma parte de la colección Goya 2015 que EL PAÍS ofrece cada domingo por 9,95 euros y que se compone de las películas que han triunfado en el último año y que fueron protagonistas en la última gala de los Premios Goya. La lista se completa con El niño, la primera entrega, el pasado domingo; la película ganadora de la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, Magical Girl; el relato de una exreina de la Movida madrileña que se narra en Todos están muertos, el documental que a punto estuvo de no ver la luz, Edificio España, y Loreak, la historia que se esconde tras un ramo de flores.

 

Una identidad reseteada....................................................................Jordi Costa

El filme despliega, a partir de la novela homónima de S. J. Watson, un ingenioso mecanismo narrativo.

Nicole Kidman y Colin Firth en un fotograma de 'No confies en nadie'.

Con un pie en esos thrillers psicoanalíticos que hicieron fortuna en el Hollywood de los años cuarenta —dando dos obras tan remarcables como Recuerda (1945), de Alfred Hitchcock y Secreto tras la puerta (1947), de Fritz Lang— y otro en esas contemporáneas modulaciones del género que han convertido la identidad y la memoria en campo de batalla —con el Memento (2000), de Christopher Nolan, y la inagotable Mulholland Drive (2001), de David Lynch, como difíciles marcas a batir—, No confíes en nadie despliega, a partir de la novela homónima de S. J. Watson, un ingenioso mecanismo narrativo.

NO CONFÍES EN NADIE

Dirección: Rowan Joffe.
Intérpretes: Nicole Kidman, Colin Firth, Mark Strong, Anne-Marie Duff, Ben Crompton, Adam Levy, Dean-Charles Chapman, Flynn McArthur, Chris Cowlin.
Género: thriller.
Gran Bretaña-Francia-Suecia, 2014.
Duración: 92 minutos.
Su protagonista, Christine —una Nicole Kidman a la que este papel sienta como guante de seda—, se despierta cada mañana con la memoria reseteada: sus únicos asideros para reconstruir su identidad durante las próximas veinticuatro horas son un marido atento, comprensivo y afectuoso (Colin Firth) y el psiquiatra (Mark Strong) que la llama todas las mañanas, en ausencia del primero, para recordarle que, desde hace tiempo, ella misma está registrando en vídeo un diario personal como instrumento para acelerar ese cotidiano proceso de reconstrucción.
Dos presencias masculinas que no están en contacto entre sí y, en medio, una mujer vulnerable a las posibles manipulaciones que pueden venir por ambas partes.
 La premisa es impecable y, en su segundo largometraje como director tras esa adaptación de Graham Greene no estrenada en España —Brighton Rock (2010)—, el guionista Rowan Joffe consigue, durante la mayor parte de la película, explotarla con buena mano y sentido del estilo.
 La fluidez con que la percepción de Christine modula sospechas, miedos y culpabilidades se convierte en buena forma cinematográfica
. Lamentablemente, la resolución de la trama deja unos agujeros de lógica por los que podría discurrir un tren de alta velocidad.
 Quizá esas inconsistencias estén ya en la novela original.