Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

9 feb 2015

¿Los Goya? Hasta la perra se durmió............................................................. Carlos Boyero

Bueno, Boyero es así, no se durmió hasta el gato, igual el de él si.
Sobraron cosas y las dedicatorias y agradecimientos se alargaron, el dia que alguien recoja un premio que diga !Gracias! y todo será más fácil..

Solo Dani Rovira y Antonio Banderas salvaron una noche que parecía eterna.

 

Antonio Banderas, en su discurso en la gala. / daniel ochoa de olza (ap)

Entiendes que después de tanta penuria, deserción o desprecio de esa cosa tan necesaria llamada público, más la imposición de un IVA tan brutal como desproporcionado, todo el cine español haga suyo un año tan venturoso en el que se hace añicos la certidumbre de que los manipulados espectadores no sienten amor hacia el producto nativo y se demuestra que pasarán por taquilla si ese producto les hace reír, crea tensión, entretiene, da miedo, hace sentir, gusta —películas apoyadas por la interminable, extenuante y productiva maquinaria publicitaria de las cadenas de televisión que las han financiado y de las que no tienen duda que van a funcionar, que poseen una sólida materia prima, pero que multiplicarán la audiencia si la tele y todos los derivados de ese mercado se las están vendiendo al amado público hasta en la sopa—, convence a la demanda de que la oferta compensa, de que la pasta que se han gastado en la entrada está justificada.
También imaginas que esa alegría colectiva del gremio se transmitirá a los millones de mirones que desde nuestras casas vamos a seguir su fiesta en noche tan trascendente, que la gracia y el espectáculo reinarán, que la ceremonia nos enviará a la cama con una sonrisa feliz.
 La han adelantado al sábado, pensando con sentido de la lógica y de la oportunidad que la audiencia será más amplia al no tener que madrugar gran parte de ella.
Me dispongo a verla en soledad, en pijama, calentito, en ese sofá con el que me he casado. 
Pero unos hospitalarios amigos me convencen para que disfrutemos juntos los Goya en su casa. Bendita sea su invitación, pienso al final de la gala.
 Ellos cabecean peligrosamente o se han quedado fritos.
 Hasta la traviesa y protectora perra, que nunca para de ladrar a los visitantes, reposa a mis pies vencida por Morfeo.
 Yo sigo despierto mediante esfuerzos épicos.
 Me pagan por ello.
Son las dos menos cuarto de la madrugada.
 El presunto jolgorio comenzó a las diez de la noche.
 Y no han existido esas pausas publicitarias que alargan la programación hasta el mareo del receptor. Ha durado 226 minutos, pero mi sensación es de que ha transcurrido una eternidad.
 A pesar de estar gratamente acompañado, compartiendo risas, aliados contra el muermo.
Y lo peor es que la movida empieza bien.
 Dani Rovira tiene gracia, espontaneidad, descaro. 
Su parodia sobre el agradecimiento y las dedicatorias de los premiados es divertida.
 Estalla el llanto entre algunos de los galardonados. Tal vez abusivo para el receptor, pero bueno... ellos sabrán, y además el corazón tiene razones que el cerebro no entiende, decía no sé quién.
 Y es bonito ver bailar claqué.
 Y llega un momento de especial brillantez.
 Es cuando un actor con justificadas condiciones de estrella, llamado Antonio Banderas, lee con el tono preciso, pausas, miradas, un texto tan largo como bien escrito.
 Y te crees su emocionado gesto final y la voz quebrada al hablar de su hija.
 Tiene lo que hay que tener.
 Es un profesional
. Le acompaña un Almodóvar extrañamente taciturno, contenido, casi ausente, que sigue heroicamente el impagable consejo de no hablar de sí mismo, aunque dedique una perla envenenada y desdeñosa al fajador Wert, que no pierde la sonrisa.


Enrique González Macho recuerda a las autoridades presentes lo bien que se lo montan con su cine los Gobiernos estadounidenses, franceses, colombianos y dominicanos.
 Hay sutiles coces para todos.
 Seguro que bajarán su castigador IVA cuando se acerquen las elecciones.
 Y todos respetamos y queremos a Asunción Balaguer.
Tras la cansina, aunque también dadaísta aparición de un hombre orquesta que nadie sabe que pinta ahí, comienza el derrumbe
. Hasta Rovira decae en su vis cómica. Los jocosos e interminables cantes de dos ¿humoristas? andaluces pueden provocar sonrojo. 
Y los premios se van dilatando o parecen infinitos. Y el cine español que vendrá. Y yo qué sé
. Pero suplicas: “Que no puedo más, que se acabe de una puñetera vez”. No hay manera.
¿Necesito repetirme hasta la náusea afirmando que La isla mínima me parece una película muy buena, que Alberto Rodríguez rebosa personalidad y talento, que las interpretaciones de Bárbara Lennie y de Javier Gutiérrez me provocan inquietud, que Karra Elejalde compone un personaje memorable? 
Ojalá que este año se haga buen cine en España y en cualquier lugar.
 Pero, por favor, que acorten la duración de los Goya.
 O que les otorguen vidilla.

8 feb 2015

Canarias experimenta el enero más frío en casi siete años

Canarias experimenta el enero más frío en casi siete años

La Aemet señala que, durante el pasado mes, las islas han tenido una temperatura media de 13,9 grados

04.02.2015 | 15:39
Canarias experimenta el enero más frío en casi siete años
Canarias experimenta el enero más frío en casi siete años
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado este miércoles de que hay que remontarse hasta el año 2006 para encontrar un enero tan frío en las islas como el que se acaba de vivir en Canarias, que ha tenido una temperatura media de 13,9 grados centígrados.
En su balance del mes, la Aemet señala que la diferencia entre la media de enero de 2015 y la del mismo mes del periodo 1981-2010 es de -0,6 grados centígrados, y es que durante dos tercios del mismo las temperaturas estuvieron por debajo de los valores esperados.
 Así, se observaron 19 días de heladas en cotas superiores a los 2.200 metros de altitud, siete por encima de la media, y el Parador del Teide registró un mínima de -5,8 grados centígrados el pasado día 28, la más baja observada allí desde febrero de 2012.
En cuanto a las precipitaciones, la tónica fue la misma que el mes de diciembre y enero ha tenido un comportamiento pluviométrico seco.
 El porcentaje de lluvia acumulada solo se aproxima a los valores normales en zonas situadas en las vertientes septentrionales de Anaga (Tenerife) y Gran Canaria, y la precipitación media de 19 litros por metro cuadrado está muy por debajo de los casi 70 de enero de 2013.
 En promedio, se ha contabilizado nueve días de lluvia, tres por encima de la media, y a más de 2.000 metros de altitud se registraron dos días de nieve, en sintonía con el valor esperado.
Sobre el viento, la Aemet destaca que en líneas generales el recorrido ha sido superior al esperado en un 35 por ciento, aunque no se han producido temporales.
Los vientos del este han originado intrusiones de calima, si bien únicamente en las islas orientales se redujo la visibilidad por debajo de los 5.000 metros, el día 10, lo que viene a suceder en prácticamente dos de cada tres eneros.
En relación con la insolación, las islas orientales registraron un déficit cercano al 15 por ciento, una cifra que supera el 50 por ciento en las medianías.
 No obstante, en el resto del territorio se observó un superávit que varía entre el 1 y el 15 por ciento.

Por qué las mentes más brillantes necesitan soledad......................................................silvia díez

Conectar con uno mismo es fuente de beneficios. Darwin rechazaba todas las invitaciones a fiestas.

 Y del aislamiento nació el primer ordenador Apple

 


Según el profesor Robert Lang de la Universidad de Nevada (Las Vegas), experto en dinámicas sociales, muchos de nosotros acabaremos viviendo solos en algún momento de nuestra vida, ya que cada día nos casamos más tarde, las tasas de divorcio aumentan y las personas viven más
. La prosperidad también fomenta este estilo de vida, elegido en la mayoría de los casos voluntariamente por el lujo que representa.
 La periodista Maruja Torres en su autobiografía Mujer en guerra (editada por Planeta) ya se vanagloriaba del placer que le producía meterse en la cama y dormir sola, con las extremidades extendidas en forma de aspa.
 A esto se le añade la comodidad de disponer del sofá, poder cambiar de canal sin tener que negociar, improvisar planes sin avisar ni dar explicaciones, pasearse por la casa de cualquier guisa, comer a cualquier hora…
Por si fuera poco, el sociólogo Eric Klinenberg, de la Universidad de Nueva York, autor del estudio GOING SOLO: The Extraordinary Rise and Surprising Appeal of Living Alone, está convencido de que vivir solo significa, además, disfrutar de relaciones de más calidad, ya que la mayoría de singles tiene claro que la soledad es mucho mejor que el hecho de sentirse mal acompañado.
Incluso hay estudios que aseguran que la soledad facilita el desarrollo de la empatía.
 Otra socióloga, Erin Cornwell, de la Universidad Cornell en Ithaca (Nueva York), ha determinado tras distintos análisis que es más probable que la gente mayor de 35 años que vive sola pase una velada entre amigos que no aquellos que viven en pareja.
 Esto también ocurre con las personas mayores que, aun viviendo solas, poseen una red social de amistades tan amplia o más que las personas de su misma edad que viven acompañadas.
Es la conclusión a la que llegó el estudio llevado a cabo por el sociólogo Benjamin Cornwell y que publicó en American Sociological Review.

La base de la creatividad y de la innovación

Las personas somos seres sociales, pero tras pasarnos el día rodeados de gente, de reunión en reunión, atentos a las redes sociales y al móvil, hiperactivos e hiperconectados, la soledad ofrece un espacio de reposo sanador.
 Una de las conclusiones más sorprendentes es que la soledad resulta básica para la creatividad, la innovación y el buen liderazgo.
 Un estudio realizado en 1994 por Mihaly Csikszentmihalyi (el gran psicólogo de la felicidad) comprobó que los adolescentes que no soportan la soledad son incapaces de desarrollar el talento creativo.
Susan Cain, autora del libro Quiet: The Power of Introverts in a World That Can’t Stop Talking, cuya conferencia en Ted Talks es una de las favoritas de Bill Gates, defiende a ultranza la riqueza creativa que surge de la soledad y reivindica, por el bien de todos, la práctica de la introversión.
 “Siempre me habían dicho que debía mostrarme más abierta, aunque yo sentía que ser introvertida no era algo malo.
 Así que durante años fui a bares abarrotados, muchos introvertidos lo hacen, lo que representa una pérdida de creatividad y de liderazgo que nuestra sociedad no se puede permitir.
Tenemos la creencia de que toda creatividad y productividad proviene de un lugar extrañamente sociable.
Sin embargo, la soledad es el ingrediente crucial de la creatividad. Darwin daba largas caminatas por el bosque y rechazaba enfáticamente invitaciones a fiestas. Steve Wozniak inventó la primera computadora Apple encerrado en su cubículo de Hewlett Packard, donde trabajaba entonces.
 La soledad importa. Para algunas personas, incluso, es el aire que respiran”.
Cain recuerda que cuando estamos rodeados de gente nos limitamos a seguir las creencias de los demás para no romper con la dinámica de grupo.
 La soledad, en cambio, significa abrirse al pensamiento propio y original.
 Denuncia que las sociedades occidentales han privilegiado más a la persona activa que a la contemplativa.
 Y nos ruega: “Detengan la locura del trabajo constante en equipo. Vayan al desierto para tener sus propias revelaciones”.

La conquista de la libertad

“Solo cuando estoy sola me siento completamente libre.
 Me reencuentro conmigo misma y eso me resulta agradable y reparador.
 Es cierto que, por inercia, cuanto menos solo estás, más te cuesta estarlo.
 No obstante, en una sociedad que te obliga a estar enormemente pendiente del afuera, los espacios de soledad representan la única posibilidad de contactar otra vez con uno mismo.
 Es un movimiento de contracción necesario para recuperar el equilibrio”, asegura la psicóloga Mireia Darder, autora del libro Nacidas para el placer (Ed. Rigden).
También el gran filósofo del momento, Byung-Chul Han, autor de La sociedad del cansancio (Ed. Herder), abandera la necesidad de recuperar nuestra capacidad contemplativa para compensar nuestra hiperactividad destructora.
Según este autor, solo tolerando el aburrimiento y el vacío seremos capaces de desarrollar algo nuevo y de desintoxicarnos de un mundo lleno de estímulos y de sobrecarga informativa. Byung-Chul Han tiene muy presente las palabras de Catón:
 “Nos olvidamos de que nunca está nadie más activo que cuando no hace nada, nunca está menos solo que cuando está consigo mismo”.

Conciencia de sí y auditoría interior

“Para mí la soledad representa la ocasión de revisar nuestra gestión, de proyectar el futuro y evaluar la calidad de los vínculos que hemos construido.
 Es un espacio para llevar a cabo una auditoría existencial e indagar qué es esencial para nosotros más allá de las exigencias del entorno social”, asegura el filósofo Francesc Torralba, autor de El arte de estar solo (Ed. Milenio) y director de la cátedra Ethos de la Universidad Ramon Llull. En soledad dejamos ese espacio en blanco para escuchar sin interferencias lo que sentimos y necesitamos.
 “La soledad nos da miedo porque con ella caen todas las máscaras.
 Estamos viviendo siempre de cara a la galería en busca de reconocimiento, pero raramente nos tomamos tiempo para mirar hacia dentro”, dice Torralba.

Las 5 claves para disfrutar de la soledad

1. Usted es su mejor compañía. La premisa básica es cambiar la creencia de que uno, acompañado, está mejor.
2. Una oportunidad para conocerse mejor y descubrir nuestro rico mundo interior.
3. En lugar de torturarse, hay que aprovechar la soledad para leer, pintar o hacer deporte.
4. Escribir un diario. Ayudará a expresar sentimientos y a contemplarse uno mismo con más conocimiento y cariño.
5. Como indica el psicólogo Javier Urra, con la soledad recuperamos “el gusto por el silencio y por el dominio del tiempo”.
Efectivamente, la soledad despierta temor porque suele asociarse al vacío y la tristeza, sobre todo cuando ha sido postergada largo tiempo por una actividad frenética y anestesiante
. Para Mireia Darder conviene enfrentarse a ese momento teniendo en cuenta que la tristeza es resultado simplemente del hecho de aflojarse después de tanta tensión y de haber hecho un enorme esfuerzo por aparentar fortaleza y aguantar la presión ante los que nos rodean.
“No se puede olvidar que para ser realmente autónomo has de aprender a transitar la soledad
. El amor no es lo contrario de la soledad sino la soledad compartida”, señala Darder.
En nuestra sociedad, la inactividad —que surge a menudo de la soledad— se teme y despierta la culpa.
Nos han preparado para la acción y para realizar muchas cosas al mismo tiempo, pero es cuando estamos solos cuando podemos reflexionar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos.
 El escritor Irvin Yalom, catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Stanford, confesaba que desde que tenía conciencia se había sentido “asustado por los espacios vacíos” de su yo interior.
 “Y mi soledad no tiene nada que ver con la presencia o ausencia de otras personas. De hecho detesto a los que me privan de la soledad y, además, no me hacen compañía”.
Algo que, según Francesc Torralba, es muy frecuente: “Aunque estemos rodeados de gente y de formas de comunicación existe un alto grado de aislamiento.
 No hay peor sensación de soledad que aquella que se experimenta al estar en pareja o con gente”.

El libro más clandestino de la autora de ‘Celia’...................................................... Verónica Figueroa

‘El camino es nuestro’ refleja la relación entre Elena Fortún y la grafóloga Matilde Ras.

Elena Fortún.

“La casa está ya bien vacía.
 Ni muebles ni espíritu. Tú, tan pequeña, tan poquita cosa, eras como una lamparita tenue que todo lo iluminaba”. Elena Fortún (Madrid, 1886-1952), la autora de los libros infantiles de Celia, le escribía una carta añorante a Matilde Ras (Tarragona, 1881-1969) en abril de 1937.
 La frase es una evidencia de la relación de amistad y amor entre estas dos humanistas que lucharon por los derechos de las mujeres.
 “Me gusta compararlas con un iceberg, porque solo se ve un poco de todo lo que fue su relación”, decía esta semana Nuria Capdevilla-Argüelles durante la presentación de El camino es nuestro (Fundación Banco Santander), una compilación de algunos textos inéditos de las dos autoras que hizo junto a María Jesús Fraga.
Fortún y Ras se conocieron en los años previos a la Guerra Civil en la redacción de Blanco y Negro. Fortún empezaba a escribir para niños.
 Ras colaboraba con artículos, aunque era grafóloga.
“Ella tuvo una educación exquisita, a la francesa. Muy a diferencia de Elena”, explica Capdevilla-Argüelles, dando a entender que probablemente fue esa cultura la que llamó la atención de Fortún, que pronto se haría popular gracias a las historias protagonizadas por la niña Celia que publicaría la editorial Aguilar.
El tomo recoge una compilación de textos inéditos de las dos mujeres
Ese personaje infantil y ficticio pronto le robaría toda la atención
. Ras, por otro lado, nunca conseguiría el éxito de su compañera.
 A pesar de sus diferencias, sus ideales fueron muchas veces los mismos. “Fueron las primeras feministas con conciencia de grupo.
 A ellas les tocó vivir ese cambio de llevar falda larga y moño a vestirse con pantalón y fumar
. Ahora nadie ha vivido una transformación como esa”, asegura Capdevilla-Argüelles. “Y aunque eran dos personas muy preocupadas por perdurar”, agrega Fraga, “ninguna podría haber soñado en vida que casi un siglo después íbamos a estar nosotros haciendo un libro sobre ellas.
 Dándole sentido a su verdadera pasión”.
Las autoras lograron dar con suficiente material gracias a la biógrafa de Fortún, Marisol Dorao, que guardaba documentación sobre la autora, y a las sobrinas de Ras, que compartieron con ellas sus archivos familiares.
 “Pero ambas tenían muchísimo registro literario”, cuenta Fraga, agregando que las dos tenían la costumbre de escribir a diario, y que con todo el material recolectado podrían incluso sacar más de un libro compilatorio.
Los mensajes iban encriptados para ocultar su pasión y sus ideas políticas
El volumen, que comienza con los textos de la creadora de Celia, tiene su punto álgido hacia la mitad, donde se recopilan las cartas que se enviaban con mensajes encriptados, no solo por su relación pasional, sino por sus ideas republicanas.
 “La publicación de sus escritos es importante porque ellas no se desarrollaron en el vacío.
 Hubo amistad, amor, hubo relaciones, y eso hay que rescatarlo”, opina Nuria Capdevilla-Argüelles, que además admite que, durante la investigación, debía recordarse constantemente que ni Ras ni Fortún siguen aquí.
“Para nosotras están vivas”.
Pero no. Cuando Fortún enfermó y murió en Madrid, Ras ya no quería regresar a la ciudad donde habían convivido durante la guerra.
 “Es una ciudad llena de fantasmas”, decía.
“Y es cierto”, aseguran ahora las autoras de El camino es nuestro.
 “Fueron parte de un grupo de autores que durante el franquismo se convirtieron en fantasmas, quedaron ocultos, porque reflejaban esa modernización”
. Eso es lo que más les llena de orgullo, el poder devolverle el protagonismo a estas pensadoras a las que parecía que ya se las había tragado su historia.