Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

8 feb 2015

Por qué las mentes más brillantes necesitan soledad......................................................silvia díez

Conectar con uno mismo es fuente de beneficios. Darwin rechazaba todas las invitaciones a fiestas.

 Y del aislamiento nació el primer ordenador Apple

 


Según el profesor Robert Lang de la Universidad de Nevada (Las Vegas), experto en dinámicas sociales, muchos de nosotros acabaremos viviendo solos en algún momento de nuestra vida, ya que cada día nos casamos más tarde, las tasas de divorcio aumentan y las personas viven más
. La prosperidad también fomenta este estilo de vida, elegido en la mayoría de los casos voluntariamente por el lujo que representa.
 La periodista Maruja Torres en su autobiografía Mujer en guerra (editada por Planeta) ya se vanagloriaba del placer que le producía meterse en la cama y dormir sola, con las extremidades extendidas en forma de aspa.
 A esto se le añade la comodidad de disponer del sofá, poder cambiar de canal sin tener que negociar, improvisar planes sin avisar ni dar explicaciones, pasearse por la casa de cualquier guisa, comer a cualquier hora…
Por si fuera poco, el sociólogo Eric Klinenberg, de la Universidad de Nueva York, autor del estudio GOING SOLO: The Extraordinary Rise and Surprising Appeal of Living Alone, está convencido de que vivir solo significa, además, disfrutar de relaciones de más calidad, ya que la mayoría de singles tiene claro que la soledad es mucho mejor que el hecho de sentirse mal acompañado.
Incluso hay estudios que aseguran que la soledad facilita el desarrollo de la empatía.
 Otra socióloga, Erin Cornwell, de la Universidad Cornell en Ithaca (Nueva York), ha determinado tras distintos análisis que es más probable que la gente mayor de 35 años que vive sola pase una velada entre amigos que no aquellos que viven en pareja.
 Esto también ocurre con las personas mayores que, aun viviendo solas, poseen una red social de amistades tan amplia o más que las personas de su misma edad que viven acompañadas.
Es la conclusión a la que llegó el estudio llevado a cabo por el sociólogo Benjamin Cornwell y que publicó en American Sociological Review.

La base de la creatividad y de la innovación

Las personas somos seres sociales, pero tras pasarnos el día rodeados de gente, de reunión en reunión, atentos a las redes sociales y al móvil, hiperactivos e hiperconectados, la soledad ofrece un espacio de reposo sanador.
 Una de las conclusiones más sorprendentes es que la soledad resulta básica para la creatividad, la innovación y el buen liderazgo.
 Un estudio realizado en 1994 por Mihaly Csikszentmihalyi (el gran psicólogo de la felicidad) comprobó que los adolescentes que no soportan la soledad son incapaces de desarrollar el talento creativo.
Susan Cain, autora del libro Quiet: The Power of Introverts in a World That Can’t Stop Talking, cuya conferencia en Ted Talks es una de las favoritas de Bill Gates, defiende a ultranza la riqueza creativa que surge de la soledad y reivindica, por el bien de todos, la práctica de la introversión.
 “Siempre me habían dicho que debía mostrarme más abierta, aunque yo sentía que ser introvertida no era algo malo.
 Así que durante años fui a bares abarrotados, muchos introvertidos lo hacen, lo que representa una pérdida de creatividad y de liderazgo que nuestra sociedad no se puede permitir.
Tenemos la creencia de que toda creatividad y productividad proviene de un lugar extrañamente sociable.
Sin embargo, la soledad es el ingrediente crucial de la creatividad. Darwin daba largas caminatas por el bosque y rechazaba enfáticamente invitaciones a fiestas. Steve Wozniak inventó la primera computadora Apple encerrado en su cubículo de Hewlett Packard, donde trabajaba entonces.
 La soledad importa. Para algunas personas, incluso, es el aire que respiran”.
Cain recuerda que cuando estamos rodeados de gente nos limitamos a seguir las creencias de los demás para no romper con la dinámica de grupo.
 La soledad, en cambio, significa abrirse al pensamiento propio y original.
 Denuncia que las sociedades occidentales han privilegiado más a la persona activa que a la contemplativa.
 Y nos ruega: “Detengan la locura del trabajo constante en equipo. Vayan al desierto para tener sus propias revelaciones”.

La conquista de la libertad

“Solo cuando estoy sola me siento completamente libre.
 Me reencuentro conmigo misma y eso me resulta agradable y reparador.
 Es cierto que, por inercia, cuanto menos solo estás, más te cuesta estarlo.
 No obstante, en una sociedad que te obliga a estar enormemente pendiente del afuera, los espacios de soledad representan la única posibilidad de contactar otra vez con uno mismo.
 Es un movimiento de contracción necesario para recuperar el equilibrio”, asegura la psicóloga Mireia Darder, autora del libro Nacidas para el placer (Ed. Rigden).
También el gran filósofo del momento, Byung-Chul Han, autor de La sociedad del cansancio (Ed. Herder), abandera la necesidad de recuperar nuestra capacidad contemplativa para compensar nuestra hiperactividad destructora.
Según este autor, solo tolerando el aburrimiento y el vacío seremos capaces de desarrollar algo nuevo y de desintoxicarnos de un mundo lleno de estímulos y de sobrecarga informativa. Byung-Chul Han tiene muy presente las palabras de Catón:
 “Nos olvidamos de que nunca está nadie más activo que cuando no hace nada, nunca está menos solo que cuando está consigo mismo”.

Conciencia de sí y auditoría interior

“Para mí la soledad representa la ocasión de revisar nuestra gestión, de proyectar el futuro y evaluar la calidad de los vínculos que hemos construido.
 Es un espacio para llevar a cabo una auditoría existencial e indagar qué es esencial para nosotros más allá de las exigencias del entorno social”, asegura el filósofo Francesc Torralba, autor de El arte de estar solo (Ed. Milenio) y director de la cátedra Ethos de la Universidad Ramon Llull. En soledad dejamos ese espacio en blanco para escuchar sin interferencias lo que sentimos y necesitamos.
 “La soledad nos da miedo porque con ella caen todas las máscaras.
 Estamos viviendo siempre de cara a la galería en busca de reconocimiento, pero raramente nos tomamos tiempo para mirar hacia dentro”, dice Torralba.

Las 5 claves para disfrutar de la soledad

1. Usted es su mejor compañía. La premisa básica es cambiar la creencia de que uno, acompañado, está mejor.
2. Una oportunidad para conocerse mejor y descubrir nuestro rico mundo interior.
3. En lugar de torturarse, hay que aprovechar la soledad para leer, pintar o hacer deporte.
4. Escribir un diario. Ayudará a expresar sentimientos y a contemplarse uno mismo con más conocimiento y cariño.
5. Como indica el psicólogo Javier Urra, con la soledad recuperamos “el gusto por el silencio y por el dominio del tiempo”.
Efectivamente, la soledad despierta temor porque suele asociarse al vacío y la tristeza, sobre todo cuando ha sido postergada largo tiempo por una actividad frenética y anestesiante
. Para Mireia Darder conviene enfrentarse a ese momento teniendo en cuenta que la tristeza es resultado simplemente del hecho de aflojarse después de tanta tensión y de haber hecho un enorme esfuerzo por aparentar fortaleza y aguantar la presión ante los que nos rodean.
“No se puede olvidar que para ser realmente autónomo has de aprender a transitar la soledad
. El amor no es lo contrario de la soledad sino la soledad compartida”, señala Darder.
En nuestra sociedad, la inactividad —que surge a menudo de la soledad— se teme y despierta la culpa.
Nos han preparado para la acción y para realizar muchas cosas al mismo tiempo, pero es cuando estamos solos cuando podemos reflexionar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos.
 El escritor Irvin Yalom, catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Stanford, confesaba que desde que tenía conciencia se había sentido “asustado por los espacios vacíos” de su yo interior.
 “Y mi soledad no tiene nada que ver con la presencia o ausencia de otras personas. De hecho detesto a los que me privan de la soledad y, además, no me hacen compañía”.
Algo que, según Francesc Torralba, es muy frecuente: “Aunque estemos rodeados de gente y de formas de comunicación existe un alto grado de aislamiento.
 No hay peor sensación de soledad que aquella que se experimenta al estar en pareja o con gente”.

El libro más clandestino de la autora de ‘Celia’...................................................... Verónica Figueroa

‘El camino es nuestro’ refleja la relación entre Elena Fortún y la grafóloga Matilde Ras.

Elena Fortún.

“La casa está ya bien vacía.
 Ni muebles ni espíritu. Tú, tan pequeña, tan poquita cosa, eras como una lamparita tenue que todo lo iluminaba”. Elena Fortún (Madrid, 1886-1952), la autora de los libros infantiles de Celia, le escribía una carta añorante a Matilde Ras (Tarragona, 1881-1969) en abril de 1937.
 La frase es una evidencia de la relación de amistad y amor entre estas dos humanistas que lucharon por los derechos de las mujeres.
 “Me gusta compararlas con un iceberg, porque solo se ve un poco de todo lo que fue su relación”, decía esta semana Nuria Capdevilla-Argüelles durante la presentación de El camino es nuestro (Fundación Banco Santander), una compilación de algunos textos inéditos de las dos autoras que hizo junto a María Jesús Fraga.
Fortún y Ras se conocieron en los años previos a la Guerra Civil en la redacción de Blanco y Negro. Fortún empezaba a escribir para niños.
 Ras colaboraba con artículos, aunque era grafóloga.
“Ella tuvo una educación exquisita, a la francesa. Muy a diferencia de Elena”, explica Capdevilla-Argüelles, dando a entender que probablemente fue esa cultura la que llamó la atención de Fortún, que pronto se haría popular gracias a las historias protagonizadas por la niña Celia que publicaría la editorial Aguilar.
El tomo recoge una compilación de textos inéditos de las dos mujeres
Ese personaje infantil y ficticio pronto le robaría toda la atención
. Ras, por otro lado, nunca conseguiría el éxito de su compañera.
 A pesar de sus diferencias, sus ideales fueron muchas veces los mismos. “Fueron las primeras feministas con conciencia de grupo.
 A ellas les tocó vivir ese cambio de llevar falda larga y moño a vestirse con pantalón y fumar
. Ahora nadie ha vivido una transformación como esa”, asegura Capdevilla-Argüelles. “Y aunque eran dos personas muy preocupadas por perdurar”, agrega Fraga, “ninguna podría haber soñado en vida que casi un siglo después íbamos a estar nosotros haciendo un libro sobre ellas.
 Dándole sentido a su verdadera pasión”.
Las autoras lograron dar con suficiente material gracias a la biógrafa de Fortún, Marisol Dorao, que guardaba documentación sobre la autora, y a las sobrinas de Ras, que compartieron con ellas sus archivos familiares.
 “Pero ambas tenían muchísimo registro literario”, cuenta Fraga, agregando que las dos tenían la costumbre de escribir a diario, y que con todo el material recolectado podrían incluso sacar más de un libro compilatorio.
Los mensajes iban encriptados para ocultar su pasión y sus ideas políticas
El volumen, que comienza con los textos de la creadora de Celia, tiene su punto álgido hacia la mitad, donde se recopilan las cartas que se enviaban con mensajes encriptados, no solo por su relación pasional, sino por sus ideas republicanas.
 “La publicación de sus escritos es importante porque ellas no se desarrollaron en el vacío.
 Hubo amistad, amor, hubo relaciones, y eso hay que rescatarlo”, opina Nuria Capdevilla-Argüelles, que además admite que, durante la investigación, debía recordarse constantemente que ni Ras ni Fortún siguen aquí.
“Para nosotras están vivas”.
Pero no. Cuando Fortún enfermó y murió en Madrid, Ras ya no quería regresar a la ciudad donde habían convivido durante la guerra.
 “Es una ciudad llena de fantasmas”, decía.
“Y es cierto”, aseguran ahora las autoras de El camino es nuestro.
 “Fueron parte de un grupo de autores que durante el franquismo se convirtieron en fantasmas, quedaron ocultos, porque reflejaban esa modernización”
. Eso es lo que más les llena de orgullo, el poder devolverle el protagonismo a estas pensadoras a las que parecía que ya se las había tragado su historia.

 

Jueces no humanos............................................................ Javier Marías

Hay no pocos jueces que no disimulan nada, y a los que no preocupa lo más mínimo manifestar síntomas de locura.

No es que los jueces hayan sido nunca demasiado de fiar
. A lo largo de la historia los ha habido venales, cobardes, fanáticos, por supuesto prevaricadores, por supuesto desmesurados.
Pero la mayoría de los injustos mantenía hasta hace no mucho una apariencia de cordura
. Recurrían a claros sofismas o retorcían las leyes o bien se aferraban a la letra de éstas, pero al menos se molestaban en urdir artimañas, en dotar a sus resoluciones de simulacros de racionalidad y ecuanimidad.
 Recuerdo haber hablado, hace ya más de diez años, de un caso en que el juez no apreció “ensañamiento” del acusado, que había asestado setenta puñaladas a su víctima, algo así.
 El disparate, con todo, buscó una justificación: dado que la primera herida había sido mortal, no podía haber “enseñamiento” con quien ya era cadáver y no sufría; como si el asesino hubiera tenido conocimientos médicos y anatómicos tan precisos y veloces para saber en el acto que las sesenta y nueve veces restantes acuchillaba a un fiambre.
Pero ahora hay no pocos jueces que no disimulan nada, y a los que no preocupa lo más mínimo manifestar síntomas de locura o de supina estupidez.
 Uno se pregunta cómo es que aprueban los exámenes pertinentes, cómo es que se pone en sus manos los destinos de la gente, su libertad o su encarcelamiento, su vida o su muerte en los países en que aún existe la pena capital
. Si uno ve series de televisión de abogados (por ejemplo, The Good Wife), a menudo reza por que lo mostrado en ellas sea sólo producto de la imaginación de los guionistas y no se corresponda con la realidad judicial americana, sobre todo porque cuanto es práctica en los Estados Unidos acaba siendo servilmente copiado en Europa, con la papanatas España a la cabeza.
La epidemia de jueces lunáticos se extiende por todo el globo
Hace unas semanas hubo un reportaje de Natalia Junquera sobre los tests a que se somete a los extranjeros que solicitan nuestra nacionalidad, para calibrar su grado de “españolidad”.
Por lo visto no hay una prueba standard (“¡Todo el mundo se aprendería las respuestas!”, exclama el Director General de los Registros y del Notariado), así que cada juez pregunta al interesado lo que le da la gana, cuando éste se presenta ante el Registro Civil.
 Al parecer, hay algún juez que, para “pulsar” el grado de integridad del solicitante en nuestra sociedad, inquiere “qué personaje televisivo mantuvo una relación con un conocido torero” o “qué torero es conocido por su muerte trágica” (me imagino que aquí se admitirían como respuestas válidas los nombres y apodos de todos los diestros fallecidos a lo largo de la historia, incluidos suicidas)
. El mismo juez preguntó quién era el Presidente de Navarra, y el marroquí interrogado lo supo, inverosímilmente.
 Pero tal hazaña no le bastó (falló en la cuestión taurina), y hubo de recurrir, con éxito
. Otros jueces quieren saber qué pasó en 1934, o cómo fue la Constitución de 1812, o nombres de escritores españoles del siglo XV
I. A un tal juez Celemín, famoso aunque yo no lo conozca, le pareció insuficiente que un peruano mencionara el de Lope de Vega, y se lo cargó.
Todo esto suena demencial, y encima, en los exámenes sobre “personajes del corazón”, resulta muy difícil seguirles la pista o incluso reconocerlos, tanto cambian de aspecto a fuerza de perrerías (hace poco creí estar viendo en la tele a la actriz de la película Carmina o revienta y después descubrí que era, precisamente, quien “mantuvo una relación con un conocido torero”).
Pero la epidemia de jueces lunáticos se extiende por todo el globo.
 Se ha sabido que los magistrados venezolanos del Tribunal Supremo (o como se llame el equivalente caraqueño) han fallado 45.000 veces a favor de los Gobiernos de Chávez y Maduro … y ninguna en contra, en los litigios presentados contra sus directrices y leyes. Empiecen a contar, una, dos, tres, y así hasta 45.000, no creo que nadie lo pueda resistir, y sin embargo existe tal contabilidad. Pero quizá es más alarmante (el caso venezolano sólo prueba que esos jueces reciben órdenes y son peleles gubernamentales, lo habitual en toda dictadura) el reciente fallo de unos togados argentinos que dictaminaron que una orangutana del zoo era “persona no humana”, con derecho al habeas corpus (como si hubiera sido arrestada) y a circular libremente
. Que haya articulistas y espontáneos que abracen en seguida la imbecilidad y reivindiquen la “definición” también para las ballenas, los perros y los delfines, no tiene nada de particular. Al fin y al cabo ya hubo aquel llamado Proyecto Gran Simio que suscribió con entusiasmo el PSOE de Zapatero.
 Pero que unos jueces (individuos en teoría formados, prudentes y cultos) incurran en semejante contradicción en los términos, francamente, me lleva a sospechar que son ellos quienes forman parte del peculiar grupo de las “personas no humanas”.
 Y a ellos sí, pese a su desvarío, habría que reconocerles el derecho al habeas corpus, faltaría más. Confío en que la orangutana (ya puestos) sea proclive a concedérselo
. No vería gran diferencia si fuera ella quien vistiera la toga y enarbolara el mazo con el que dictar sentencias.
 La capacidad de raciocinio de la una y los otros debe de ser bastante aproximada.
elpaissemanal@elpais.es

 

Casi 4 millones de espectadores siguieron la gala de los Goya 2015............................... Natalia Marcos .

Con el cambio de día de emisión al sábado, la ceremonia arrasó con un 24,7% de 'share'.

Dani Rovira, presentador de la gala de entrega de los premios Goya 2015. / Juan Naharro Gimenez (WireImage)

En los Goya 2015 hubo un claro ganador: La isla mínima
. Pero La 1 de TVE también ganó, aunque en esta ocasión fue triunfadora en audiencia
. El cambio de día de emisión del domingo al sábado le ha sentado bien a la gala de entrega de los premios Goya.
 La ceremonia, de casi cuatro horas de duración, fue seguida por 3.839.000 personas, lo que significó un 24,7% de cuota de pantalla, lo que le convirtió en el programa más visto del día.
 El minuto de oro (el más visto del día), a las 23.49, un total de 5.114.000 espectadores estaban viendo la gala (29,4% de share).
 Hasta 11.818.000 personas conectaron en algún momento de la noche con la retransmisión de la XXIX edición de los Premios Goya.

La gala de 2015, presentada por Dani Rovira, logró superar los datos de la ceremonia de 2014, que tuvo al frente a Manel Fuentes.
 En aquella ocasión, la gala —celebrada en domingo— congregó a 3.567.000 espectadores (19,8% de cuota de pantalla), el peor dato desde 2009.
Sin embargo, los Goya de este año se han quedado todavía muy lejos de los datos que logró la gala del año 2010, cuando Andreu Buenafuente y el primer año sin anuncios en TVE logró congregar a 4.656.000 espectadores (26,4% de cuota de pantalla), en el que hasta el momento es el máximo histórico de la ceremonia.
Los Goya 2015 se impusieron en el prime time a las apuestas del resto de las cadenas para la noche del sábado.
 La película Tokarev, en Cuatro, congregó a 1.994.000 espectadores, mientras que Piratas del Caribe: en mareas misteriosas, en Antena 3, atrajo la atención de 1.880.000 espectadores.
 En cuanto a las tertulias políticas, laSexta noche ganó la partida a Un tiempo nuevo con 1.387.000 espectadores para el programa de La Sexta frente al 1.030.000 seguidores del espacio de Telecinco.