4 feb 2015
La ola de frío polar congela la Península y Baleares...............................................Victoria Torres Benayas
Nieve al nivel del mar y temperaturas unos cinco grados por debajo de lo habitual.
La anunciada ola de frío polar ha irrumpido este miércoles en la Península Ibérica y las Islas Baleares, donde ha dejado a 27 provincias en alerta
por bajas temperaturas.
Además, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido otros 12 avisos por nieve, aludes, viento, lluvias y olas.
Se trata de la primera ola de frío en los últimos tres años y durará al menos hasta el domingo, aunque es muy probable que continúe hasta el martes día 10.
Trae nieve al nivel del mar y temperaturas unos cinco grados por debajo de lo normal, con registros mínimos de -10º en áreas de montaña y de -5ºC en amplias zonas de la mitad norte y este peninsulares.
Las máximas también son muy bajas: inferiores a 5º en gran parte de la península e incluso de 0º en zonas altas, sobre todo en los Pirineos, donde probablemente no superen los -5º.
Ana Casal, portavoz de la Aemet, explica que "se trata de una masa de aire muy fría y seca que proviene del noreste contiental" y que ha entrado por el norte de la península, acompañada de viento muy frío y seco, por lo que la sensación térmica es de temperaturas aún más bajas.
Esta situación se debe al hecho de que el anticiclón atlántico se ha extendido por el norte de Europa a la par que un amplio centro de bajas presiones se ha situado sobre el Mediterráneo
. La posición relativa de ambas estructuras canaliza la masa de aire desde el este del continente europeo hacia España.
Este miércoles se está produciendo un fenómeno de estas características, justo tres años después del último, registrado el 5 de febrero de 2012, según revela un estudio elaborado por el Banco Nacional de Datos Climatológicos de la Agencia, que abarca desde 1975 y que deja fuera a Canarias por sus suaves temperaturas.
La que arranca este miércoles es, según dicho informe, la ola número 55 de los últimos 40 años.
El estudio revela que la peor temporada fue la de 1980-81, cuando se sufrieron hasta cuatro olas de frío que duraron 31 días en total, seguida de la de 1975-76, también con cuatro pero solo de 22 días. Tres olas hubo en 1990-91, 1998-99, 2004-05, 2009-10 y 2011-12.
Las olas más largas duraron 14 días y se produjeron entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre de 1980, y entre el 4 y el 17 de enero de 1985.
La más intensa, entre el 4 y el 17 de enero de 1985, con una anomalía térmica de 5,5º por debajo de lo habitual.
La más extensa fue también en esa temporada, con 45 provincias afectadas, y la que marcó la temperatura más baja, del 16 al 18 de noviembre de 2007, con -8,8º menos de lo habitual.
Aunque la ola de frío es "generalizada", este miércoles la zona menos
afectada es el suroeste peninsular. "El flujo del noreste se mantendrá
mañana jueves y el viernes entrará un nuevo frente que recrudecerá la
situación y habrá más precipitaciones", añade Casal.
"Las mínimas han bajado en la mitad sur un mínimo de tres grados y en algunos puntos del sureste, en concreto del Sistema Penibético, entre ocho y diez", precisa. No obstante, "van a seguir bajando de forma paulatina" y las más bajas se alcanzarán el sábado o domingo.
Este miércoles, la mínima ha sido de -15,6 a las 7.30 en la estación meteorológica de Naut Aran Cap de Baqueira (Lleida), seguida de los -10,2 que han marcado los termómetros en el puerto de Navacerrada a las 6,20, de los -10,1 en Pinilla (Segovia) a las 6,10 y La Molina (Girona), -9,5 a las doce de la noche.
Todos estos puntos son muy altos y es más normal que haga frío, pero se han registrado temperaturas llamativamente bajas en Carrión de los Condes (Palencia), -6 grados; Belorado (Burgos), -6,1; Campisábalos (Guadalajara), -6,2,. Esterri d'Aneu (Lleida), -7; Buitrago (Madrid), -5; Segovia, -4,1, Castellfort y Vilafranca (Castellón), -6; Sigüenza, -6,2; Irurita (Navarra), -3,6; Zumárraga (Gupuzkoa) -4,2; y San Sebastián -1.
En cuanto a los avisos, la Aemet, que ha emitido un aviso especial de fenómenos adversos, ha activado la alerta amarilla por frío en Granada, Jaén, Teruel, Cantabria, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Zamora, Barcelona, Girona, Tarragona, Madrid, Navarra, La Rioja, Bizkaia, Gipuzkoa y Murcia, que se eleva a naranja en las provincias de Huesca y Lleida con mínimas de hasta -10ºC.
Están en alerta amarilla o riesgo (la primera de las tres existentes) por nevadas en Cádiz, Córdoba, Málaga, Huesca, Segovia, Soria, Girona, Lleida, Navarra, Alicante, Castellón, Valencia, Lugo, Mallorca y La Rioja. Mientras, en Granada, Jaén, Cantabria, Burgos, León, Palencia, Barcelona, Tarragona, Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Asturias, la alerta por nieve se ha elevado a naranja o riesgo importante (la segunda de las tres alertas). Se espera una acumulación de hasta 22 centímetros en las montañas. Además, también están en alerta amarilla por aludes Huesca, Navarra y Lleida.
En cuanto a los fenómenos costeros, Cádiz, Granada, Melilla, Castellón y Tarragona se encuentran en alerta amarilla, mientras que en Almería, Girona y Baleares es naranja por el mismo fenómeno. También se ha decretado alerta amarilla generalizada por viento en Almería, Granada, Jaén, Huesca, Zaragoza, Girona, Tarragona, Ceuta, Castellón, Baleares y Murcia.
En Melilla, este aviso es naranja. Por lluvias, está en alerta amarilla Mallorca.
La Aemet prevé para el área cantábrica y Baleares cielos cubiertos, con precipitaciones que pueden ser localmente fuertes o persistentes e ir ocasionalmente acompañadas de tormenta. También se esperan algunas precipitaciones, de carácter más disperso, en otras zonas del norte y centro de la Península y de Andalucía oriental, con tendencia a remitir por la tarde-noche.
El resto del país registrará también intervalos nubosos, sin descartar algún chubasco débil y aislado, poco nuboso al final del día
. En Canarias, cielos nubosos en el norte de las islas, donde no se descarta alguna lluvia débil en las de mayor relieve, mientras que también se registrarán intervalos nubosos en el sur.
La cota de nieve baja entre hoy y mañana de 400 metros a 0 en el cantábrico oriental y en el área pirenaica; de 500/800 metros a 200/400 metros en el resto de la mitad norte y centro de la Península y de 800/1.000 metros irá bajando a 500 en el sur y en Baleares.
Los termómetros descienden, salvo en Cataluña y en Canarias, donde permanecen con pocos cambios.
Asimismo, hay heladas generalizadas en buena parte del interior peninsular, más intensas en zonas altas y localmente fuertes en Pirineos.
El viento sopla de componente norte en la mayor parte del país, con intervalos de fuerte en el litoral de Galicia, e incluso rachas muy fuertes en el noreste peninsular y en todo el área mediterránea, lo que aumenta la sensación térmica de frío.
En cuanto al tráfico, la nieve mantiene cortados numerosos puertos y carreteras de la red principal y secundaria en Cataluña, Cantabria, Asturias, Aragón, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Andalucía y Madrid, además de las que necesitan cadenas para circular, según información de la DGT
. Una gran nevada, tal vez la mayor de los últimos años, ha obligado a cortar dos caminos de acceso a Cuenca, y parte de la entrada al casco antiguo, además de complicar la circulación en vías principales como la A-40 y la N-420. Bilbaotambién sufre problemas en la circulación de vehículos debido a la nevada, pero la actividad continúa en la ciudad y no se ha suspendido ninguna línea de autobús.
Otras incidencias destacables, según informa Efe, son las más de 5.000 familias de diversas zonas de Bizkaia, sobre todo en Gernika, Karrantza, Iurre, Amorebieta y Mungia, que se encuentran sin luz debido a la nieve, mientras que en Zaragoza han sido evacuadas 32 personas por la crecida del Ebro, informa Europa Press.
Además, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido otros 12 avisos por nieve, aludes, viento, lluvias y olas.
Se trata de la primera ola de frío en los últimos tres años y durará al menos hasta el domingo, aunque es muy probable que continúe hasta el martes día 10.
Trae nieve al nivel del mar y temperaturas unos cinco grados por debajo de lo normal, con registros mínimos de -10º en áreas de montaña y de -5ºC en amplias zonas de la mitad norte y este peninsulares.
Las máximas también son muy bajas: inferiores a 5º en gran parte de la península e incluso de 0º en zonas altas, sobre todo en los Pirineos, donde probablemente no superen los -5º.
Ana Casal, portavoz de la Aemet, explica que "se trata de una masa de aire muy fría y seca que proviene del noreste contiental" y que ha entrado por el norte de la península, acompañada de viento muy frío y seco, por lo que la sensación térmica es de temperaturas aún más bajas.
Esta situación se debe al hecho de que el anticiclón atlántico se ha extendido por el norte de Europa a la par que un amplio centro de bajas presiones se ha situado sobre el Mediterráneo
. La posición relativa de ambas estructuras canaliza la masa de aire desde el este del continente europeo hacia España.
¿Qué es una ola de frío?
La Aemet define ola de frío como un episodio de al menos tres días seguidos en el que como mínimo el 10% de las estaciones de una zona registran temperaturas mínimas por debajo del percentil del 5% de su serie de mínimas diarias de los meses de enero y febrero.Este miércoles se está produciendo un fenómeno de estas características, justo tres años después del último, registrado el 5 de febrero de 2012, según revela un estudio elaborado por el Banco Nacional de Datos Climatológicos de la Agencia, que abarca desde 1975 y que deja fuera a Canarias por sus suaves temperaturas.
La que arranca este miércoles es, según dicho informe, la ola número 55 de los últimos 40 años.
El estudio revela que la peor temporada fue la de 1980-81, cuando se sufrieron hasta cuatro olas de frío que duraron 31 días en total, seguida de la de 1975-76, también con cuatro pero solo de 22 días. Tres olas hubo en 1990-91, 1998-99, 2004-05, 2009-10 y 2011-12.
Las olas más largas duraron 14 días y se produjeron entre el 30 de noviembre y el 13 de diciembre de 1980, y entre el 4 y el 17 de enero de 1985.
La más intensa, entre el 4 y el 17 de enero de 1985, con una anomalía térmica de 5,5º por debajo de lo habitual.
La más extensa fue también en esa temporada, con 45 provincias afectadas, y la que marcó la temperatura más baja, del 16 al 18 de noviembre de 2007, con -8,8º menos de lo habitual.
"Las mínimas han bajado en la mitad sur un mínimo de tres grados y en algunos puntos del sureste, en concreto del Sistema Penibético, entre ocho y diez", precisa. No obstante, "van a seguir bajando de forma paulatina" y las más bajas se alcanzarán el sábado o domingo.
Este miércoles, la mínima ha sido de -15,6 a las 7.30 en la estación meteorológica de Naut Aran Cap de Baqueira (Lleida), seguida de los -10,2 que han marcado los termómetros en el puerto de Navacerrada a las 6,20, de los -10,1 en Pinilla (Segovia) a las 6,10 y La Molina (Girona), -9,5 a las doce de la noche.
Todos estos puntos son muy altos y es más normal que haga frío, pero se han registrado temperaturas llamativamente bajas en Carrión de los Condes (Palencia), -6 grados; Belorado (Burgos), -6,1; Campisábalos (Guadalajara), -6,2,. Esterri d'Aneu (Lleida), -7; Buitrago (Madrid), -5; Segovia, -4,1, Castellfort y Vilafranca (Castellón), -6; Sigüenza, -6,2; Irurita (Navarra), -3,6; Zumárraga (Gupuzkoa) -4,2; y San Sebastián -1.
En cuanto a los avisos, la Aemet, que ha emitido un aviso especial de fenómenos adversos, ha activado la alerta amarilla por frío en Granada, Jaén, Teruel, Cantabria, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Zamora, Barcelona, Girona, Tarragona, Madrid, Navarra, La Rioja, Bizkaia, Gipuzkoa y Murcia, que se eleva a naranja en las provincias de Huesca y Lleida con mínimas de hasta -10ºC.
Están en alerta amarilla o riesgo (la primera de las tres existentes) por nevadas en Cádiz, Córdoba, Málaga, Huesca, Segovia, Soria, Girona, Lleida, Navarra, Alicante, Castellón, Valencia, Lugo, Mallorca y La Rioja. Mientras, en Granada, Jaén, Cantabria, Burgos, León, Palencia, Barcelona, Tarragona, Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Asturias, la alerta por nieve se ha elevado a naranja o riesgo importante (la segunda de las tres alertas). Se espera una acumulación de hasta 22 centímetros en las montañas. Además, también están en alerta amarilla por aludes Huesca, Navarra y Lleida.
En cuanto a los fenómenos costeros, Cádiz, Granada, Melilla, Castellón y Tarragona se encuentran en alerta amarilla, mientras que en Almería, Girona y Baleares es naranja por el mismo fenómeno. También se ha decretado alerta amarilla generalizada por viento en Almería, Granada, Jaén, Huesca, Zaragoza, Girona, Tarragona, Ceuta, Castellón, Baleares y Murcia.
En Melilla, este aviso es naranja. Por lluvias, está en alerta amarilla Mallorca.
La Aemet prevé para el área cantábrica y Baleares cielos cubiertos, con precipitaciones que pueden ser localmente fuertes o persistentes e ir ocasionalmente acompañadas de tormenta. También se esperan algunas precipitaciones, de carácter más disperso, en otras zonas del norte y centro de la Península y de Andalucía oriental, con tendencia a remitir por la tarde-noche.
El resto del país registrará también intervalos nubosos, sin descartar algún chubasco débil y aislado, poco nuboso al final del día
. En Canarias, cielos nubosos en el norte de las islas, donde no se descarta alguna lluvia débil en las de mayor relieve, mientras que también se registrarán intervalos nubosos en el sur.
La cota de nieve baja entre hoy y mañana de 400 metros a 0 en el cantábrico oriental y en el área pirenaica; de 500/800 metros a 200/400 metros en el resto de la mitad norte y centro de la Península y de 800/1.000 metros irá bajando a 500 en el sur y en Baleares.
Los termómetros descienden, salvo en Cataluña y en Canarias, donde permanecen con pocos cambios.
Asimismo, hay heladas generalizadas en buena parte del interior peninsular, más intensas en zonas altas y localmente fuertes en Pirineos.
El viento sopla de componente norte en la mayor parte del país, con intervalos de fuerte en el litoral de Galicia, e incluso rachas muy fuertes en el noreste peninsular y en todo el área mediterránea, lo que aumenta la sensación térmica de frío.
En cuanto al tráfico, la nieve mantiene cortados numerosos puertos y carreteras de la red principal y secundaria en Cataluña, Cantabria, Asturias, Aragón, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Andalucía y Madrid, además de las que necesitan cadenas para circular, según información de la DGT
. Una gran nevada, tal vez la mayor de los últimos años, ha obligado a cortar dos caminos de acceso a Cuenca, y parte de la entrada al casco antiguo, además de complicar la circulación en vías principales como la A-40 y la N-420. Bilbaotambién sufre problemas en la circulación de vehículos debido a la nevada, pero la actividad continúa en la ciudad y no se ha suspendido ninguna línea de autobús.
Otras incidencias destacables, según informa Efe, son las más de 5.000 familias de diversas zonas de Bizkaia, sobre todo en Gernika, Karrantza, Iurre, Amorebieta y Mungia, que se encuentran sin luz debido a la nieve, mientras que en Zaragoza han sido evacuadas 32 personas por la crecida del Ebro, informa Europa Press.
3 feb 2015
Las lecciones de Atticus Finch................................................................Guillermo Altares
'Matar a un ruiseñor' trata un tema esencial: el desafío de vivir en paz con gente que es diferente.
Justo cuando estaba a punto de empezar la década de los sesenta,
convergieron dos momentos cruciales para la literatura universal y en
los dos Harper Lee tuvo un papel central: acompañó a Truman Capote en la investigación de un crimen en Kansas que acabaría por convertirse en A sangre fría, el libro que cambiaría la forma de contar la realidad, y publicó su única novela, Matar a un ruiseñor, que alcanzó un éxito inmediato, ganó el premio Pulitzer en 1961 y fue llevada al cine por Robert Mulligan.
Gregory Peck interpreta a su protagonista, Atticus Finch, un abogado profundamente honesto, que se atreve con un caso imposible: la defensa de un negro acusado falsamente de violación en la Alabama racista de la Gran Depresión. “Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence”, le dice a sus hijos para explicarles la decisión que ha tomado.
El periodista Charles J. Shields, autor de Mockingbird. A portrait of Harper Lee, biografía no autorizada de una autora que decidió alejarse de la prensa, explicó en una entrevista con este diario los motivos del éxito de Matar a un ruiseñor: “Primero, porque es una buena historia y siempre habrá sitio para las buenas historias. Segundo, porque trata un tema esencial: el desafío de vivir en paz con gente que es diferente. Y tercero, porque te pregunta: ¿Qué harías? ¿Defenderías lo que crees justo como Atticus aunque te enfrentes a las críticas e incluso al odio?”. Shields también relata que, cuando en medio de su éxito los periodistas le preguntaron por su segunda novela, la escritora sureña respondió: “Me temo que tendré que citar a Scarlett O’Hara: ‘Ya lo pensaré mañana”.
Ha pasado más de medio siglo, pero los valores que defiende Matar a un ruiseñor –la solidaridad, la justicia, la amistad, la lucha contra los prejuicios– siguen tan vigentes como entonces. La obra de Lee predijo, y a la vez impulsó con su éxito, un cambio gigantesco: el movimiento de los derechos civiles, la lucha por la igualdad. Pero es también una novela íntima, en la que queremos vernos reflejados, que nos muestra a través de Atticus pero también de los niños Jem, Scout y Dill –personaje inspirado por Capote– lo que queremos ser. Leer un libro inédito de Lee es un regalo inesperado que nos devuelve a una era en la que todo cambió, pero nos recuerda que no hay que rendirse porque, efectivamente, a veces se vence.
Gregory Peck interpreta a su protagonista, Atticus Finch, un abogado profundamente honesto, que se atreve con un caso imposible: la defensa de un negro acusado falsamente de violación en la Alabama racista de la Gran Depresión. “Uno es valiente cuando, sabiendo que la batalla está perdida, lo intenta a pesar de todo y lucha hasta el final. Uno vence raras veces, pero alguna vez vence”, le dice a sus hijos para explicarles la decisión que ha tomado.
El periodista Charles J. Shields, autor de Mockingbird. A portrait of Harper Lee, biografía no autorizada de una autora que decidió alejarse de la prensa, explicó en una entrevista con este diario los motivos del éxito de Matar a un ruiseñor: “Primero, porque es una buena historia y siempre habrá sitio para las buenas historias. Segundo, porque trata un tema esencial: el desafío de vivir en paz con gente que es diferente. Y tercero, porque te pregunta: ¿Qué harías? ¿Defenderías lo que crees justo como Atticus aunque te enfrentes a las críticas e incluso al odio?”. Shields también relata que, cuando en medio de su éxito los periodistas le preguntaron por su segunda novela, la escritora sureña respondió: “Me temo que tendré que citar a Scarlett O’Hara: ‘Ya lo pensaré mañana”.
Ha pasado más de medio siglo, pero los valores que defiende Matar a un ruiseñor –la solidaridad, la justicia, la amistad, la lucha contra los prejuicios– siguen tan vigentes como entonces. La obra de Lee predijo, y a la vez impulsó con su éxito, un cambio gigantesco: el movimiento de los derechos civiles, la lucha por la igualdad. Pero es también una novela íntima, en la que queremos vernos reflejados, que nos muestra a través de Atticus pero también de los niños Jem, Scout y Dill –personaje inspirado por Capote– lo que queremos ser. Leer un libro inédito de Lee es un regalo inesperado que nos devuelve a una era en la que todo cambió, pero nos recuerda que no hay que rendirse porque, efectivamente, a veces se vence.
Harper Lee publica la secuela de ‘Matar a un ruiseñor’ 55 años después
La editorial Harper Collins confirma el regreso el próximo 14 de julio de la autora
Obtuvo el Pulitzer con su obra maestra.
La estadounidense Harper Lee va a publicar una segunda novela el próximo 14 de julio, a 55 años de Matar a un ruiseñor,
según acaba de anunciar la editorial Harper Collins en su página de
Facebook. De hecho, será una secuela de la obra que obtuvo el premio
Pulitzer en 1961 y fue llevada al cine dos años después por Robert
Mulligan, con Gregory Peck en el inolvidable papel de Atticus Finch, ganando tres premios Oscar.
"Estamos impacientes por publicar la segunda novela de Harper Lee, Go set a Watchman", ha asegurado la compañía, que tiene previsto editar al menos al principio dos millones de ejemplares de la obra.
Se trata de una novela nunca publicada, de 304 páginas, escrita en los cincuenta por la autora, que hoy tiene 88 años.
Los acontecimientos narrados en la obra constituyen una secuela de Matar a un ruiseñor, aunque Harper Lee terminó Go set a Watchman antes que su obra maestra.
Go set a Watchman está protagonizada por Scout Finch, la hija de Atticus, quien mientras tanto ha crecido y a lo largo de la novela rememora su juventud.
La historia está ambientada a mediados de los cincuenta en la sureña y ficticia Maycomb, en el momento en el que Scout regresa desde Nueva York para visitar a su padre, como explica el diario The New York Times.
El comunicado oficial de la editorial resume así la sinopsis de la obra: "[Scout] se ve obligada a afrontar asuntos personales y políticos mientras intenta comprender la actitud de su padre hacia la sociedad y sus propios sentimientos respecto al lugar donde nació y pasó su infancia".
"Estamos impacientes por publicar la segunda novela de Harper Lee, Go set a Watchman", ha asegurado la compañía, que tiene previsto editar al menos al principio dos millones de ejemplares de la obra.
Se trata de una novela nunca publicada, de 304 páginas, escrita en los cincuenta por la autora, que hoy tiene 88 años.
Los acontecimientos narrados en la obra constituyen una secuela de Matar a un ruiseñor, aunque Harper Lee terminó Go set a Watchman antes que su obra maestra.
Go set a Watchman está protagonizada por Scout Finch, la hija de Atticus, quien mientras tanto ha crecido y a lo largo de la novela rememora su juventud.
La historia está ambientada a mediados de los cincuenta en la sureña y ficticia Maycomb, en el momento en el que Scout regresa desde Nueva York para visitar a su padre, como explica el diario The New York Times.
El comunicado oficial de la editorial resume así la sinopsis de la obra: "[Scout] se ve obligada a afrontar asuntos personales y políticos mientras intenta comprender la actitud de su padre hacia la sociedad y sus propios sentimientos respecto al lugar donde nació y pasó su infancia".
La propia Lee aclara en el documento el origen de ambas novelas
. Escribió primero Go set a Watchman,
pero después un editor le pidió que reelaborara la obra desde el punto
de vista de Scout. Finalmente, acabó naciendo directamente otro libro, Matar a un ruiseñor. "Era mi ópera prima, así que hice lo que se me pidió", asegura ahora la autora.
Lee
creyó que la primera novela se había perdido para siempre o había
desaparecido.
De ahí que estuviera "sorprendida y encantada" cuando
descubrió que el pasado otoño su amiga y abogada Tonja Carter la había
rescatado.
Lee relata en el mismo comunicado que inicialmente dudó del
valor de la obra pero que finalmente terminó enseñándole Go set a Watchman a un puñado de personas de su confianza y que estos le dijeron que merecía ser publicada.
"Además
de ser en muchos sentidos una secuela del gran clásico de Harper Lee,
es también la narración emotiva y cautivadora de la relación entre un
padre y una hija, y de la vida en una pequeña ciudad de Alabama durante
las tensiones raciales de los cincuenta", defiende Jonathan Burnham,
vicepresidente de Harper Collins, en el comunicado de la compañía.
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