Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

10 ene 2015

La verdad sobre el ‘caso Mendoza’....................................................... Juan Cruz

Eduardo Mendoza rememora 40 años después las condiciones en que escribió ‘La verdad sobre el caso Savolta’, que la censura consideró "un novelón estúpido y confuso".

 

Eduardo Mendoza, en Barcelona. / Gianluca Battista

La primera crítica que publicó EL PAÍS apareció el 5 de mayo de 1976 (al día siguiente de nacer el periódico), era de Juan García Hortelano, versaba sobre La verdad sobre el caso Savolta, y se titulaba Una opinión sobre el caso Mendoza.
 Era la primera novela de Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), había sido publicada en abril del año anterior, 1975, por Seix Barral y antes de publicar Hortelano su opinión sobre "el caso Mendoza" había sido premiada por el jurado de la Crítica.
 Hoy el escritor sigue con bigote —ya no tan oscuro como aquel que luce en la foto de contraportada de la primera edición de ese libro— y sigue publicando obras con éxito, aunque a veces diga que la novela está muerta
. Aquel espaldarazo de Hortelano fue muy importante para él
. Cuatro décadas después se enfrenta de nuevo a aquella opinión y dialoga a partir de lo que dice Hortelano. El autor de El gran momento de Mary Tribune murió en 1992; su crítica en aquel momento era la expresión de un entusiasmo literario y la reivindicación de la ficción en la novela tal como la entendían ambos.
 De eso va esta entrevista.
La verdad sobre el caso Savolta es la historia de una corrupción; su lectura hoy remite a lo que sucedió en Barcelona (y en España) con la mezcla de los negocios y la política en la primera posguerra europea del siglo XX, narra el auge y la destrucción de una empresa de venta de armas, se sirve de todos los géneros narrativos posibles (desde la novela negra a Madame Bovary, pasando por la complejidad estructural de Conversación en La Catedral). Hortelano la llama "fastuosa cirugía de nuestra comunidad…".
PREGUNTA. Tenía 31 años. Esta crítica debió ayudarle mucho.
RESPUESTA. Tuve varias ayudas valiosísimas.
Una fue este artículo. Se juntaba la curiosidad que despertaba EL PAÍS con el elogio más generoso de Hortelano.
 Fue un espaldarazo importantísimo. Otro fue el de Carmen Rico Godoy, en Cambio 16.
 Pero fíjate en lo que dice Hortelano, en ese momento en que está a punto de cambiar todo…
P. Dice: “(…) A los muy sensatamente monopolizados por la estadística, la normativa constitucional, la sociología, la flora, la fauna y el politicismo les sería provechoso dedicar unas horas a la novela de Eduardo Mendoza, donde mucho se puede aquilatar la historia de este país en el que, no obstante, vivimos”.
Tardó en publicarse. Primero, porque no la querían, y luego, porque no era una novela al uso
R. Eso es, ¡déjense de tonterías y lean este libro! ¡Qué curioso que eso lo diga Hortelano en ese momento!

P. Él hablaba de lo que era la novela, en medio de la discusión sobre si debía experimentar, o si debería ser como las suyas y la que usted publicaba. ¡Le acoge en su seno! ¡Para quitárselo a Benet, quizá!
R. ¡Ja, ja! Eran tan amigos.
Los conocí algo después; iban haciendo aquella especie de número de payaso listo, y payaso tonto, intercambiándose papeles. Y eran dos polos opuestos.
 Yo, que tenía una admiración y un cariño muy grande por Benet, estaba alineado con Hortelano.
 Ya había empezado la renovación de la narración, con Hortelano, con Marsé, con Vázquez Montalbán. Ese cambio estaba hecho, y Hortelano era grande ya.
P. Él pone énfasis en su edad…
R. La escribí a los 26, pero tardó en publicarse.
 Primero, porque no la querían, y luego, porque no era una novela al uso.
 Ya cuando finalmente Pere Gimferrer se la queda, tarda dos años en salir.
 O sea que sale cuando yo tengo 31 años.
P. Dice que "circunstancias engorrosas interrumpieron su publicación"…
R. Yo no creo que las hubiera.
Desde luego, cuando ya fue comprada por Seix Barral hubo que enviarla a censura, pero eso pasaba con todas
. La titulé Los soldados de Cataluña. Era irónico
. Quería decir que los soldados de Cataluña son los estafadores. ¡Pero la censura pensó que era un llamamiento a las armas independentistas!
 Ese tema ni se toca en la novela. Entonces nos reunimos Gimferrer y yo (y fue el principio de una tradición) y después de darle muchas vueltas salió ese título, La verdad sobre el caso Savolta.
P. ¿Qué dijo el informe de censura?
R. Muy escueto: folletón confuso y estúpido
. [Esto dice, exactamente, lo que escribió el funcionario el 14 de septiembre de 1973: "Novelón estúpido y confuso, escrito sin pies ni cabeza. La acción pasa en Barcelona en 1917, y el tema son los enredos de una empresa comercial, todo mezclado con historias internas de los miembros de la sociedad, casamientos, cuernos, asesinatos y todo lo típico de las novelas pésimas escritas por escritores que no saben escribir"].
No hay interés por nuestra literatura; ni por la nuestra ni por ninguna. A nadie le preocupa
P. En 1973 Barral lanza la narrativa española más experimental. ¿Qué le hace estar más con Flaubert que con Joyce?
R. Es que esa del grupo de Barral era mi literatura, y sus autores eran mis amigos…
 Si no hubiera sido mi mundo quizá no me hubiera dado por enterado pero, claro, yo vivía sumergido en esa literatura y pensé: “Yo aquí me asfixio, quiero salir de eso”.
 Sabía que iba a contracorriente, pero lo que no pensaba es que eso formara parte de la evolución literaria.
 Y lo que hice se parece a lo que proclamó Savater luego: la infancia recuperada. Recuperar la narración, la aventura.
P. Se recuperaba también la sintaxis.
R. La sintaxis, el placer de la narración… Ante eso yo reaccionaba de una manera muy primaria. Luego, cuando he racionalizado y me preguntan por la novela de la Transición, ¡claro que yo no sabía que estaba escribiendo novela de la Transición! Entre otras cosas ¡porque no sabía que iba a haber una Transición!
 Eso en 1971 no estaba ni en los sueños.
P. Ahora que ha habido cambio de guardia en la Monarquía se cita su novela como la que marcó aquel parteaguas.
R. Hay la idea de que todo ha de ser como en una novela: que empezó el Rey, y hubo nudo y desenlace. Las cosas no son así
. La Historia no es literaria.
P. Tenía 26 años. España es la que usted describe, un burro en torno a una noria. Pero ¿qué literatura hay en usted entonces?
R. La mía, en comparación con la que leen mis compañeros de tiempo, es reaccionaria, es arcaica. Primero, porque estoy formado por la literatura juvenil (Salgari, Verne, Haggard), que es la que me marca cuando empiezo a escribir.
 Y luego encuentro en las memorias de Baroja un pasaje que dice que cuando se formó como escritor era un niño y leía novelas de aventuras, y siguió escribiendo esas novelas aunque escribe de otros temas.
 Esto de Baroja me marcó definitivamente. Yo me formé leyendo eso.
La felicidad que me produjo lo que escribió Hortelano ya nunca más la he vuelto a tener
P. Y sigue en ello, como Baroja…
R. A mí lo que me gustaba era eso: novelas de aventuras, de misterio, negra, películas de gánsteres, películas en general
. Soy de una generación más formada en el cine que en los libros.
 El western y el cine negro son influencias muy fuertes. Y yo pienso: "¿Por qué cuando me pongo a escribir tengo que renunciar a esto, que es lo que me da alegría de vivir, para ponerme a hacer un experimento lingüístico que no me interesa nada?".
P. Juan García Hortelano dice que en aquel momento la gente se está pasando al ensayo y usted irrumpe con una novela que no tiene nada que ver con lo experimental, que está de moda…
R. La novela experimental creo que era un callejón sin salida necesario.
Creo que hizo mucho bien para los que empezábamos a escribir: haber pasado por el calvario de leer novelas experimentales, novela francesa, incluso haber pasado por el esfuerzo que nos obligó a hacer Benet, que nos hacía leer unas cosas duras, pero que aceptábamos.
 Y las aceptábamos primero por su personalidad y luego porque nos dábamos cuenta de que aquello era muy bueno.
 Y lo que hizo fue realmente poner el idioma español en el siglo XX, y liberarnos de todo el lastre decimonónico. Él odiaba a Galdós, injustamente…
P. Pero era amigo de Baroja…
R. Y en muchas cosas era muy galdosiano.
 Pero a él le parecía que ese lenguaje del siglo XIX, que todavía se arrastraba en el siglo XX, era gastado, retórico, epistolero
. Él impuso un lenguaje mucho más roto, más moderno, que a nosotros nos permitió recuperar la narración con un motor de coche actual, no de tartana. Esa conjunción del deseo de recuperar y, al tiempo, la dura lección de los experimentales que leíamos, no Benet, que era estupendo, pero aquellos experimentales…
P. Benet quedó.
R. La verdad es que Juan Benet impuso un rigor que nos fue muy bien para los que escribíamos entonces.
 Yo pensaba, escribiendo: “Qué pensará, qué dirá Juan Benet…”. Recuerdo que cuando publiqué La ciudad de los prodigios Benet publicó un artículo en la revista Leer.
 Primero tuve una cena con él en Madrid. Me dijo: "Eso es una tontería; parece mentira, tendría que darte vergüenza haber publicado eso"
. Y yo me pasé toda la noche sin dormir. El resto del mundo me daba igual, pero lo que decía Benet… Y luego resultó que todo era una broma porque publicó ese artículo: "Esta novela me gusta mucho, me hubiera gustado escribirla a mí".
 Y era una novela de pistolas, de aventuras, de tiros, de persecuciones. Bueno, ahí influía la amistad, pero eso fue lo que escribió.
P. Respecto a usted, Hortelano fue el adelantado.
R. Sí. Hortelano, Carmen Rico Godoy. Y Rafael Conte, que también apostó desde EL PAÍS y dijo: "Esto es lo que viene, la moda es esta". Y él era una autoridad.
P. ¿Cómo era su relación de lector con Hortelano?
R. Yo era un devoto lector de Juan García Hortelano
. Gente de Madrid, por ejemplo, me parece una de las cosas más importantes e interesantes que se han escrito en España. En aquel momento, a mí Mary Tribune me pareció una gran novela, muy americana, en la onda de las de Updike.
 De un análisis profundo de la soledad. Ahora que ha muerto también Ana María Matute: qué poco homenaje se ha hecho a esa generación, Ana María Matute, Zunzunegui, Aldecoa, Hortelano… Todos los que nos enseñaron a escribir.
P. ¿Por qué ha ocurrido eso?
R. En parte porque no hay interés por nuestra literatura; ni por la nuestra ni por ninguna.
Por la nuestra no lo hay en absoluto.
 A nadie le preocupa. Por ejemplo, ha habido una recuperación de la literatura falangista, bueno, algo es; pero ha habido poco interés en ver en conjunto lo que fue aquello.
La novela experimental creo que era un callejón sin salida necesario
P. Decía Hortelano que La verdad sobre el caso Savolta iba a reconciliar la novela con la ficción. ¿Tuvo razón en la predicción?
R. Por supuesto, el mérito no es mío, aunque yo formo parte de esa revolución o renovación, o como quieras llamarla, que sigue hasta el día de hoy
. La narrativa española sigue siendo una de las más importantes del mundo para los editores extranjeros, que siempre están pendientes de ver lo que pasa, porque tiene esa vitalidad que arrancó entonces y que sigue hasta el día de hoy. Fenómenos como Ruiz Zafón o como Ildefonso Falcones, traducidos y best sellers en todos los idiomas del mundo.
 Fue una recuperación de la ficción que en otros países no se llegó a hacer. Mientras, sorprendentemente, la literatura francesa e italiana no salen de una especie de marasmo localista, la literatura española continúa ocupando todos los puestos: Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Antonio Muñoz Molina
P. Dice Hortelano que la novela no era el fruto de la improvisación. ¿Cómo surge?
R. El azar me lleva a trabajar en el caso de la Barcelona Traction, que es famoso internacionalmente; tiene que ver con las fuerzas eléctricas que entran en Cataluña y que hacen la revolución industrial a principios del XIX.
 En los años sesenta se convierte en un caso que se ve en el Tribunal de La Haya. Para ello hay que revisar el historial de estas compañías multinacionales
. Trabajo ahí porque soy abogado, y porque tengo el francés y el inglés bien sabidos.
 Y entonces tengo que entrar en los archivos de esta compañía.
 Así que tengo acceso a una historia del submundo de los negocios, de los trapicheos y el politiqueo de los primeros años del siglo XX en Cataluña; y eso pasa por la Primera Guerra Mundial, por el espionaje.
 Eso me enseña que ahí hay una historia que contar y yo tengo la exclusiva en mis manos. Y descubro también que el documento en sí es más interesante que cualquier estilo literario que se me pueda dar.
P. Y decía Hortelano que usted tiene la cortesía de contar todo eso todo lo bien que se puede. Un elogio.
R. ¡Un gran elogio! Imagina lo que es para mí, un novato que ha publicado una novela, lleno de vergüenza y de miedo, que Hortelano diga una cosa así. La felicidad que me produjo lo que escribió ya nunca más la he vuelto a tener.
No hay premio ni reconocimiento que supere ese momento. Es verdad que me he esforzado por no dejar nunca una frase que no pudiera ser un poquito mejor pero no, como dice Hortelano, por cortesía, sino porque si no no podría irme a dormir tranquilo.
P. Él habla de la historia repetitiva de este país "en el que no obstante vivimos…". No se acaba el mundo y viene otro, advierte.
R. Él tenía esa visión, luego hemos visto que la tenían otros: estábamos viviendo un momento de eclosión, pero era un paréntesis; íbamos a vivir en el país de siempre, como se sigue demostrando.
 Yo creo que el gran mérito de El caso Savolta es haber dado ocasión al artículo de Hortelano, ¡mucho más interesante que todo el libro!
Tener una novela que sigue siendo la más importante de las que he escrito, a veces me da una rabia tremenda, pero nada de eso supera el cariño y la gratitud que le tengo por haberme dado tanto como me sigue dando.
(Le estoy muy agradecida a Eduardo Mendoza por poder leer sus novelas, varíadas, y tuve la suerte que recien llegada a Barcelona, había un grupo de escritores marxistas que tenían un local y por el azar tangecial que siempre he vivido pude conocer ese mundo, y a historiadores como Pierre Villar, a Mendoza creo que lo leí casi recien llegada, y me entusiasmó, sigo leyendo sus novelas, y quizás por eso me cuestan las de Javier Marias o Antonio Muñoz Molina, supongo)

De tripas, corazón....................................................................... Luz Sánchez-Mellado

Se impone un tope legal al acaparamiento del mercado del lujo masculino por parte de según qué diosas de la casta televisiva.

Lara Álvarez. / CORDON PRESS

Dirás que mis problemáticas particulares te son inverosímiles, perdón, indiferentes, pero hay semanas en que perpetrar esta columna se le hace a una más cuesta arriba que remontar la ídem de enero a base de brócoli crudo como decretan las revistas femeninas.
 Y no, no es solo porque después de los polvorones ya no me quepan ni los sayones más oversize de las rebajas, que ya es un drama.
Flaqueo porque, con los yihadistas de punta que están cayendo ahí fuera, ya me dirás tú con qué cuerpo se pone una a hablar de pájaros y flores como Floriano por Génova.
 Por cierto, Carlos, prenda, tú a lo tuyo, que solucionarnos no nos solucionarás nada, pero al menos nos alegras las pajarillas.
 Lo tuyo sí que es un pelazo y un apellido bien puesto y no el cráneo privilegiado de Guindos, que no se caería del ídem macroeconómico en el que habita ni de voluntario en un comedor de Cáritas
 Pero en fin, necesidad obliga, vamos al lío
. Como no está el patio como para jugarse el tipo con según qué chistes subversivos sobre lo de Mahoma y la montaña, haremos de tripas corazón y disertaremos sobre el romance entre Fernando Alonso y Lara Álvarez, como si eso le importara a alguien un brécol, perdón, bledo.
A ver, no me vayas a tachar de amargada ni de resentida ni de envidiosa, ojo.
 Que a mí me parece fenomenal que la juventud baile, intime y pasee su amor por Mc Laren, yate y jet privado entre Nueva York y Dubái como si fuera entre Pinto y Valdemoro
. Que valoro superpositivamente que las compañeras de las nuevas hornadas se levanten a los tótems más cotizados de la actualidad entre directo y directo. Pero, francamente, y ahí estoy con Pablo Iglesias, yo acababa con semejante abuso de poder, y ponía un tope legal al acaparamiento del mercado del lujo masculino por parte de según qué diosas de la casta televisiva.
Que si Sara Carbonero, que si Romina Belluscio, que si Pilar Rubio, que si Melissa Jiménez, que si Cristina Pedroche, al tiempo.
 Vale que las nuevas vienen guapas, competentes y políglotas de serie, pero ya está bien de que las veteranas tengamos que tragar con ese oligopolio de unas tantos y otras tan poco.
Lo que queda claro con tanto idilio entre guapos, ricos y famosos es que a nadie le amarga un dulce. Mira si no a Juan Carlos Monedero, el duro-durísimo de Podemos, trocado en corderillo en cuanto la casta del pijerío madrileño le ha abierto sus salones-comedores.
 Tanto levantar el puño, tanto cantar L'Estaca, y tanto con que hay que sangrar a los grandes patrimonios, y va y acepta la invitación de Carmen Lomana para comerse el roscón en su casa del barrio de Salamanca.
 Que Lomana tiene manga ancha con los señores y las siglas está acreditado desde que ella misma se ofreciera a plancharle las camisas al ideólogo por Twitter.
 Pero es que no quedó ahí la cosa. Según ha trascendido, el ultra radical estuvo supermono, superideal y superatento con las señoras vestido con un suéter de Massimo Dutti.
Y ahí es donde veo el peligro, Alfonso Díez. Yo que tú me iba aliviando el luto por Cayetana o, mientras los de Podemos le expropian o no Liria a tus hijastros, Monedero te come la merienda como nuevo novio de España.

 

Al Qaeda recupera el protagonismo del terrorismo global...................................... ÓSCAR GUTIÉRREZ


Un policía francés vigila la entrada de una mezquita, este viernes en París. / youssef boudlal (Reuters)

Relata Abu Jarir al Shamali en el último número de la revista Dabiq, órgano de propaganda del Estado Islámico (EI), que cuando penetró en tierras de Waziristán, en la frontera entre Pakistán y Afganistán, después de la muerte de Osama bin Laden, lo que allí vio no era lo que esperaba: “Pensaba que los muyahidín [combatientes en defensa del islam] iban a ser los que allí tomaran las decisiones y que la sharía [ley islámica] sería aplicada por ellos
. Con tristeza vi que lo que allí imperaba era la ley tribal (...) Los Ejércitos paquistaníes de apostatas cubrían cada colina y montaña, vigilando a cada grupo de gentes, pueblo o ciudad”.
Bajo el título Al Qaeda en Waziristán, Al Shamali traza a lo largo del texto una de las críticas más detalladas de una organización yihadista contra lo logrado por Al Qaeda en el que fuera uno de sus santuarios con Bin Laden vivo
. Incluso contra el jeque de la red terrorista —también contra el mulá Omar— lanza el vocero del EI un dardo envenenado por no perseguir con vehemencia la instauración de un califato.
La filial magrebí y la yemení apoyan al Estado Islámico en Siria e Irak
La narración de Al Shamali carga de munición la rivalidad por liderar la yihad global entre Al Qaeda y la organización que proclamó el califato entre Siria e Irak el pasado junio, bajo las órdenes del iraquí Abubaker al Bagdadi.
El patrón de los autores del atentado contra Charlie Hebdo y su pasado vinculado a la organización de Bin Laden refuerza la idea de analistas y servicios de inteligencia familiarizados con el fenómeno yihadista
: Al Qaeda es aún la principal amenaza para Occidente, por su experiencia y capacidad para organizar comandos dispuestos a atentar.

La sombra de Al Aulaki

Algo más de un año antes de su muerte, el clérigo estadounidense de origen yemení Anuar al Aulaki publicó: “Lucharemos [por el profeta], instigaremos, pondremos bombas y asesinaremos [por él]”. Al Aulaki hacía así un llamamiento en la revista de Al Qaeda Inspire a tomar represalias contra la publicación de caricaturas de Mahoma.
En septiembre de 2011, un avión norteamericano mató en las montañas de Yemen al predicador, acusado de reclutar jóvenes para la yihad
. Según fuentes yemeníes citadas por varios medios este viernes, Al Aulaki recibió ese año a Said Kouachi, sospechoso del ataque contra el semanario francés Charlie Hebdo.
Al Aulaki y su hijo Abdulrahman, alcanzado en otro bombardeo una semana después que su padre, se han convertido en dos de los símbolos más usados por la propaganda yihadista.
Pese a que tanto la rama yemení de Al Qaeda (AQAP) como su filial magrebí (AQMI) animaron después de verano a apoyar la lucha de los muyahidines que defendían el califato de Al Bagdadi, la violencia indiscriminada mostrada en Irak y Siria y las ambiciones del califa llevaron en diciembre a los dos grupos a proclamar la “ilegitimidad” del Estado Islámico.
La gota que había colmado el vaso fue un comunicado emitido por Al Bagdadi en el que extendía su califato a Yemén, donde AQAP mantiene un pulso territorial y brutal contra el movimiento chií huti en el sur —decenas de personas han muerto en enero por atentados con bomba.
Precisamente un miembro de AQAP envió un nota al reportero estadounidense Jeremy Scahill, uno de los mayores expertos en el grupo, autor del documental Dirty Wars, asumiendo la autoría del ataque en París. "El liderazgo de #AQAP", dice el texto del comunicado, "dirigió la operación y eligió su objetivo con cuidado para vengar el honor del profeta".

La rivalidad entre el EI y Al Qaeda se hunde en las raíces precisamente del grupo que hoy lidera Al Bagdadi y en la figura del que fuera su hombre de referencia, el jordano Abu Musab al Zarqaui, aniquilado por un avión estadounidense en junio de 2006, en el sur de Irak.
 Analizada la propaganda del EI y sus simpatizantes, Al Zarqaui es todavía hoy uno de los activos fundamentales para los yihadistas leales al califato.
 Si bien Al Zarqaui, conocido también por su brutalidad, murió como líder de la rama iraquí de Al Qaeda, los lazos con la cúpula gobernada por Bin Laden eran débiles.
 La literatura sobre el jordano de origen palestino apunta a que sus objetivos eran muchos más regionales que los de Bin Laden, centrado en golpear Occidente y, sobre todo, Estados Unidos.
En la práctica, tanto AQAP como AQMI, las dos ramas más activas de la red terrorista hoy comandada por el egipcio Ayman al Zawahiri, han mantenido siempre en su agenda los atentados contra objetivos en Occidente, mientras el EI prosigue en su llamada a la captación de yihadistas para engordar su califato. AQAP, bajo el mando del yemení Nasser al Wuhayshi, ideó el intento de atentado en 2009 en un vuelo de Ámsterdam a Detroit del nigeriano Umar Faruk. Falló el explosivo alojado en su ropa interior.
 Un año después, un soplo saudí logró desarticular una trama que pretendía llevar bombas de Yemen a EE UU en dos aviones.
 En 2013 y tras varios mensajes contra las viñetas de Mahoma, la red yemení difundió a través de su revista Inspire un cartel de “Vivo o muerto”
. En él aparecía la foto Stephane Charbonnier, Charb, director de Charlie Hebdo.

9 ene 2015

Las dos operaciones antiterrorismo en Francia se zanjan con muertos..................... Carlos Yárnoz

Nunca hay más muertes que las que se hacen en nombre de Dios o de Alá.¿Valió la pena?
La policía evacua la zona donde se encuentra el supermercado judío, en puerta de Vincennes, tras lanzar el asalto. / THOMAS SAMSON (AFP) | VÍDEO: ATLAS

La policía francesa ha asaltado a la nave donde permanecían atrincherados los dos presuntos autores del atentado el miércoles la redacción de Charlie Hebdo.
  Los dos hermanos Chérif y Said Kouachi, que estaban desde primera hora de la mañana de este viernes en un edificio de la localidad de Dammartin-en-Goële, al noreste del país, han muerto en el asalto, según han asegurado fuentes de la gendarmería citadas por Le Monde.
 Se han escuchado disparos de arma automática acompañadas por fuertes explosiones en la zona. Las cámaras de televisión presentes en el área, fuertemente acordonada por la policía, han mostrado como al menos cuatro efectivos de seguridad fuertemente armados se han situado en el tejado del edificio --una imprenta--, y se ha podido ver humo.
Es extraño si eran de Al Qaeda ¿Por qué no se autoinmolaron?

Además, en París, en Porte de Vincennes, la policía ha entrado en un supermercado judío donde al menos un hombre fuertemente armado tenía retenidas a media docena de personas.
 Fuentes policiales aseguran que un secuestrador ha muerto en el ataque.
El presidente francés, Francois Hollande, ha confirmado esta tarde que hay cuatro muertos en la toma de rehenes.¿Valió la Pena? Por matar a uno mueren cuatro que pasaban por allí.
Los investigadores creen que el atacante de la tienda de alimentación es Amedy Coulibaly, el presunto autor del atentado contra una patrulla de policías en Montrouge el jueves --al sur de la capital francesa--, en el que murió una agente y otro resultó herido
. Apuntan también que "tiene conexiones" con los autores de la masacre del Charlie Hebdo.
Este segundo atentado se ha producido cuando Francia, y en especial su capital, se encuentra en su máximo nivel de alerta terrorista.
 Tras el ataque contra el semanario satírico, el Ministerio del Interior francés ha movilizado un amplio despliegue.
 Además, unos 88.000 agentes participan en la operación de captura de los dos supuestos autores materiales del peor atentado sufrido por Francia en los últimos 40 años.
Hollande, que ha comparecido esta tarde con un discurso en directo difundido por los medios de comunicación, ha calificado el ataque contra el supermercado judío como un "acto antisemita" y ha alabado la actuación de las fuerzas de seguridad.
"Han actuado para salvar vidas humanas, para salvar a personas del terrorismo", ha dicho.
Uno de los hermanos Kouachi afirmó a una cadena de televisión que pertenecía a Al Qaeda de Yemen
La cadena francesa BMF afirma que uno de los dos hermanos sospechoso del atentado contra el Charlie Hebdo les confirmó esta mañana la autoría del ataque, mientras se encontraban atrincherados en Dammartin.
 En una conversación telefónica de apenas unos minutos, Chérif Kouachi afirmó que habían sido designados por "Al Qaeda de Yemen" para el ataque
Entonces se hubieran autoinmolado. Esto es otra cosa....

. También que recibieron entrenamiento del clérigo Anwar al Awaki --uno de los grandes líderes de la organización, pero muerto por el ataque de un dron en septiembre de 2011--, una información que también han manejado funcionarios de inteligencia estadounidenses y europeos.
 "Somos los defensores del profeta", ha dicho Kouachi al periodista, según recoge la cadena en su página web.
 La misma cadena también ha hablado con Coulibaly antes de morir
. El hombre ha asegurado que ambos ataques --el de Charlie hebdo y el de la patrulla policial-- estaban "sincronizados", aunque ha asegurado, por su parte, pertenecer a la organización terrorista Estado Islámico.
La operación principal se ha desarrollado en Dammartin-en-Goële, en las proximidades de la carretera N-2, a poco más de 40 kilómetros al noreste París.
Los accesos por carretera a la zona están cortados desde por la mañana por las fuerzas de seguridad. La policía ha evacuado a los alumnos y profesores, que han tenido que permanecer varias horas confinados en el interior de los colegios e institutos.