Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 ene 2015

Nace el lujo ‘made in China’........................................................................... Mónica Parga

Los jóvenes diseñadores quiere competir con las marcas extranjeras en un mercado líder en el consumo de moda.

Nicole Kidman con un diseño de Shanghai Tang. / Getty Images

China es el líder mundial en consumo de productos de lujo, un país que hasta ahora había olvidado la creación nacional en pro de firmas europeas.
 Una generación de jóvenes diseñadores chinos lucha por establecer marcas propias que puedan llegar a competir con el logo de Louis Vuitton o de Chanel.
 La clave: la utilización de códigos occidentales, la recuperación de las técnicas tradicionales orientales y el conocimiento del mercado chino.
La desaceleración del del lujo en el país asiático —de un crecimiento del 20% en 2011 se ha pasado a un 2% el último año, según la consultora Bain & Co— muestra que China es más compleja de lo que grupos como LVMH preveían.
La clase media se está expandiendo, y también las grandes fortunas; actualmente existen 2,8 millones de millonarios en el país comunista, según informa The Economist.
 Un mercado que, afectado por las medidas anticorrupción, comienza a rechazar el lujo como ostentación.
Una nueva generación de diseñadores chinos se forma en las grandes escuelas de moda europeas, donde asumen los cánones occidentales, y luego retorna a su país natal para aplicar su experiencia. Estos jóvenes creadores comparten un perfil muy similar. Jian Qiong Er, directora creativa de Shang Xia, estudió diseño de interiores en París y en 2010 abrió su primera tienda en Shanghái
. Su marca, propiedad de Hermès, está especializada en la aplicación de técnicas artesanales milenarias en la producción de moda y objetos de decoración.
 Hermès espera que en 2016 Shang Xia empezará a registrar beneficios.
“Las cosas están cambiando.
 Antes queríamos comprar moda italiana y francesa”, señala el diseñador Uishang Zhang en una entrevista para The Telegraph, “pero desde la aparición de Alexander Wang y Philip Lim (diseñadores chinos asentados en Nueva York) nos estamos dando cuenta de que es hora de trabajar juntos para mostrar al mundo lo que somos capaces de hacer.
 Ahora los chinos queremos ver algo que realmente nos pertenezca”. Exalumno de la escuela de moda Central Saint Martins, su primera colección se agotó en menos de un mes en los grandes almacenes Browns de Londres, y ya ha vestido a estrellas como Gwyneth Paltrow.
 La producción de sus prendas se realiza en un pequeño taller de China, algo que destaca orgulloso.
Las mayoría de los creadores coinciden en aunar la calidad artesanal occidental con “el alma oriental”, como subraya la firma Shiatzy Chen, que desfila en París pero tiene su base en Taipei. Momo Wang, otra de las creadoras chinas más valoradas, apuesta por rescatar la herencia de la industria textil y recuperar los motivos folclóricos más kitsch de su región.
 A diferencia de Qiu Hao, cuyos depurados diseños beben del estilo de Ann Demeulemeester y otros creadores belgas.
El estandarte del lujo chino es actualmente Shanghai Tang, que ha vestido a Nicole Kidman.
  En sus inicios centraba la estrategia en atraer al consumidor internacional, pero cuando en 2008 la firma fue adquirida por el grupo suizo Richemont, cambiaron de modelo para dirigirse al cliente interno.
 Hoy, 30 de sus 45 tiendas están en China.
 “Es importante continuar reflejando la herencia y la tradición de todas las maisons del grupo", comenta un portavoz de Richemont por correo electrónico.
“Conforme van reasumiendo sus raíces, los consumidores chinos irán abrazando el lujo como una entrada a la cultura, a la belleza y al estilo de vida refinado que tuvieron en el pasado”, afirma Concetta Lanciaux en el libro Elite China. Como reza el eslogan de Shanghai Tang: Re-Orient yourself (reoriéntate).

 

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7 pruebas de que el limón es tu mejor aliado de belleza

Pon un limón en tu vida y úsalo como cosmético. Si no sabes cómo, te lo explicamos. 

limon
El zumo de limón es rico en flavonoides, aceites esenciales, minerales y vitamina C, entre otros compuestos. Esta alta concentración en vitamina C es lo que podría explicar alguno de sus muchos efectos beneficiosos.
Estos son sus 7 principales usos en el mundo de la belleza (más una octava amplicación totalmente prohibida):
1. Blanquea las uñas
El limón tiene propiedades blanqueantes porque es un disolvente de sustancias tóxicas. “Mejora y fortalece el color de las uñas que en ocasiones se ve alterado por el uso excesivo de esmaltes de mala calidad o por el tabaco -explica Cristina Vigo, propietaria del salón de belleza Boris y Saky-. Nosotros recomendamos la manicura 'Sunset' para la correcta aplicación de los cítricos como tratamiento blanqueante, tanto para las uñas como para la piel de las manos, ya que es rica en vitamina c”.
2. Acaba con las manchas de la piel
“La vitamina C es un antioxidante efectivo en el tratamiento de la hiperpigmentación (manchas solares y melasma), el fotoenvejecimiento (producido por el sol) y tiene cierta capacidad para activar la producción de colágeno”, señala la doctora Cristina De Hoyos, dermatóloga de Clínicas Ceta.
 Los efectos de aplicar el zumo de limón sobre la piel no son bien conocidos, pero son múltiples los cosméticos y fórmulas magistrales que lo emplean.
3. Reduce la grasa del cabello

El limón es un cítrico natural y, como tal, es rico en vitaminas de los grupos B, C y A. Estos hidroxiácidos nutren el cabello y limpian el exceso de grasa.
 “Para que realmente sea eficaz tienen que darse varias condiciones: que el pelo sea claro natural, especialmente rubio, y que tenga cierta grasa.
 En este caso, el limón produce una quemadura ácida, similar a la de los exfoliantes químicos, que deja el pelo más limpio y brillante.
 No llega a aclarar el pelo pero sí se nota visualmente el efecto de limpieza que ejerce sobre él", apunta el doctor Víctor Salagaray, especialista en tratamientos capilares.

4. Combate el acné
El ácido ascórbico es útil en el tratamiento del acné ya que reduce la oxidación del sebo, dificultando la formación de puntos negros.
 Además tiene cierto efecto antimicrobiano, disminuyendo la cantidad de P. acnes, la bacteria implicada en la producción de los granitos.
5. Exfolia tu piel
Puedes conseguir una fórmula exfoliante a base de zumo de limón, sal y aceite de oliva. “El jugo de limón contribuye a proporcionar efecto antioxidante y a disminuir la presencia de puntos negros. La sal, debido a su textura granular, actua como peeling mecánico, provocando la exfoliación de las capas superficiales de la piel (por tanto, no es recomendable en pieles sensibles o reactivas).
 Por último, el aceite de oliva, rico en ácidos grasos, aporta grasas a la superficie cutánea, lo cual no está indicado en personas con pieles con tendencia acneica”, añade la dermatóloga de Clínicas Ceta.
Antes de lanzarte a la 'alquimia', asegúrate de no tener ninguna afección que contraindique el empleo de estas sustancias.
6. Sirve como desodorante
Sí, sí, como lo lees.
 Si te has quedado sin desodorante, puedes utilizar un limón o su zumo directamente sobre la piel. “El principal motivo por el que al transpirar se produce olor es por la oxidación del sebo secretado por las glándulas ecrinas.
 El efecto antioxidante de la vitamina C puede impedir este paso y evitar el mal olor”, concluye la doctora De Hoyos.
7. Cura los labios
Gracias a su efecto antiinflamatorio, aplicar el limón sobre los labios irritados puede mejorar los síntomas (pero ojo porque otros ácidos presentes en la fruta pueden aumentar la inflamación y el escozor).
8. ¡No es un blanqueante dental!
La sabiduría popular le ha otorgado al limón poderes blanqueantes sobre la dentadura durante mucho tiempo... de manera incorrecta:
 “Hoy se sabe que ese efecto blanqueador se produce debido a la desmineralización (pérdida de minerales) provocada por la acidez extrema que tiene el limón”, explica la doctora Beatriz R. Vilaboa, de la Clínica Vilaboa, miembro de la Academia Europea de Estética Dental y profesora de la Universidad San pablo-CEU de Odontología Estética.
 “Produce destrucción de la capa superficial del esmalte y esto es irreversible, ya que no sólo genera esta pérdida de minerales (entre otros calcio y flúor) sino que además, debido a su efecto 'quelante', el limón secuestra el calcio del diente, de forma que no se puede volver a incorporar”.