Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

20 dic 2014

Felipe ‘el hipster’.......................................................................... Luz Sánchez-Mellado

Los hombres de pelo en papada son los nuevos machos alfa. Y ahí el que ha estado listo es el Rey de España, un monarca con toda la barba.

Felipe VI en su retrato oficial con el uniforme del Ejército del Aire. / Casa de S.M. el Rey / Gorka Lejarcegi

No sé tú, pero yo ya estoy empachada de Navidad sin empezar los atracones propiamente dichos
. Con la maratón de ágapes de compromiso, he subido dos tallas y he hundido mi reputación bajo mínimos
. Porque, no sé tú, pero yo tengo la tasa de sociabilidad como la de Olvido Hormigos: directamente proporcional a la de alcoholemia.
 A palo seco, no le pregunto qué tal ni a mi cónyuge, no sea que me lo cuente.
 Pero es oler el Lambrusco y subirme a la mesa a bailar ante el sursuncorda, si es preciso.
 Eso fue lo que me ocurrió, por lo visto, en la cena del curro.
Y digo por lo visto, porque acabo de verme haciéndole un twerking al SEO del grupo en una foto que ha subido él mismo a la intranet para fomentar el espíritu de equipo.
Estoy muerta, así te lo digo.
He dicho un SEO, sí.
 A un CEO se le ficha de lejos con su trajefaja y su corbatamanta, pero de qué iba a pensar una que ese Adán de jersey de bolas y barba de profeta era el pez gordo del posicionamiento digital de la casa. Competente no sé, pero grosero es un rato, el hipster ese.
 “Encima de borde, bizca” reza el comentario más fino que ha generado la imagen entre los compañeros
. Total, porque se ve que, en el fragor del balanceo, se me desplazaron las prótesis del Women Secret y salgo con una mirando al PP y otra a Podemos.
 Si eso no es mobbing, que venga Torres Dulce y lo diga.
En fin, qué bonito es el amor al prójimo, sobre todo en Nochebuena. Más falsos que Judas, es lo que somos.
 Mucha noche de paz, mucho amigo invisible y mucho Ferrero Rocher en vena, pero aquí, quién más, quién menos, está temiendo ciertas veladas con según qué miembros de su familia biológica y/o política.
 Si no, que se lo digan a Sus Majestades los Reyes. ¿Que cuáles? Jolines, qué lío, que diría Ana Mato. Todos: los sénior y los júnior. Porque digo yo que en algún momento tendrán que juntarse con la hija y hermana pródiga, perdón, Cristina.
Si no por lo de sangre de su sangre, por lo de sentar a una pobre a la mesa, porque, no sé tú, pero yo apoquino 600.000 de multa para intentar librarme del banquillo, y me quedo tiritando hasta la próxima nómina.
Pero, a lo que iba, que blanquear trapos sucios pasa en las mejores familias.
Aquí, en según qué círculos, o eres un tío con toda la barba, o no eres líder de nada.
 En pecho no sé, ya he dicho que solo socializo yendo ciega, pero los hombres de pelo en papada son los nuevos machos alfa.
 Y ahí el que ha estado listo es el Rey de España. ¿Que qué Rey? Jopetas, qué barullo, que diría Ana Botella. El hijo, que, desde que abdicó, el padre no da un ruido. Solo tienes que verle vestido de mandamás de los Ejércitos.
Porque lleva colgando todos los atributos del cargo: galones y borlas incluidas, que si no, cualquiera diría que, con esa barba de hipster, Felipe es el nuevo SEO de esa Firma.
 Y ahora es cuando me vas a llamar sexista, y no voy a llevarte la contraria.
 Me juego el bigote —soy de barba rala, nunca llegaré a nada— a que eso es cosa de Ella, y yo la aplaudo.
 Además de megamoderno, a Felipe se le está poniendo cara de apóstol. Y si Obama y Castro se arreglaron con la mediación de un Papa ¿no se van a arreglar Artur y Mariano con la de un santo propiamente dicho?

 

Rania de Jordania: mujer de Estado, reina de Instagram................................ Carmen Rengel

La Mujer a la que imita Letizia de España

Tras un periodo de silencio, la esposa de Abdalá II regresa a la vida pública y a las redes sociales más políticamente comprometida y dispuesta a acabar con la imagen de frivolidad que proyectó.

 

La reina Rania de Jordania en una sesion del Parlamento de Amman. / REUTERS
La reina Rania de Jordania ha cambiado de piel.
 El proceso ha sido pausado, suave, pero ya es firme, visible.
La monarca siempre elegante y afable lleva meses subiendo poco a poco las revoluciones de su labor como consorte de rey Abdalá II.
  No es sólo la preciada acompañante, no es sólo la madre amorosa, no es sólo la primera dama entregada a obras sociales.
 Es una mujer de Estado capaz de subirse a un atril a gritarle al Estado Islámico (IS) que su intento de “secuestrar” al mundo árabe va a fracasar.
 Su discurso contra el radicalismo religioso en un acto en Abu Dabi le ha granjeado estos días la atención de la prensa internacional.
Rania, de 44 años, acudió a Emiratos Árabes Unidos para amadrinar un encuentro tecnológico y mediático de Medio Oriente cuando relegó su discurso dulce —“El futuro está en vuestras manos. Con vuestro talento nuestra región estará en la vanguardia del mundo”— a favor de uno contundente, de mandataria indignada.
 La reina acusó al IS de intentar llevar a los árabes “a la época de las tinieblas”, de usar valores del islam “manipulados”.
“Los extremistas históricamente se basan en la complacencia de los moderados
. Piensan que no vamos a hacer nada para frenarlos. Y no es así”, enfatizó.
 Unas palabras que podría haber pronunciado su esposo, que ha puesto Jordania a disposición de la coalición internacional comandada por Estados Unidos que lucha contra los yihadistas en Irak y Siria.
No había frivolidad alguna en sus palabras.
 Sin flores en sus manos, sin besos a niños, dio un puñetazo sobre la mesa.
No ha sido el único en una semana. The Huffington Post le ha publicado una tribuna que lleva casi tres millones de me gustas en Facebook, en la que toma el papel de la madre que se compadece por la decena larga de escolares asesinados por los talibanes en Pakistán, o por los que sistemáticamente son perseguidos por terroristas en Yemen o Nigeria en nombre de un islam rigorista.
“Mi islam no es así. Condena el asesinato de niños”, se duele.
Rania de Jordania publicó en su perfil de Instagram una foto de ella comiendo una hamburguesa. / Instagram
Ya este verano y el pasado octubre se comprometió políticamente, además, desde su cuenta de Instagram, en la que suma ya 365.000 seguidores.
Lo hizo con los palestinos, a cuyo pueblo pertenece —nació como Rania Al Yassin en Kuwait, donde su familia estaba refugiada—. Publicó imágenes de niños heridos en la ofensiva de Israel (de los 2.200 muertos, 538 eran menores) y festejó la reapertura a los fieles de la Explanada de las Mezquitas (que los judíos reclaman como Monte del Templo), cerrada desde 1967 por Israel tras el ataque a un rabino ultranacionalista.
Una imagen festiva pero reivindicativa.
Analistas como Fahd Jeitan escriben que “este viraje trata de estabilizar su imagen”
. Se vio resentida durante las primaveras árabes, iniciadas en diciembre de 2010 y que salpicaron a Jordania en menor medida que a países como Egipto o Siria
. Cuajaron manifestaciones en Ammán reclamando más apertura y transparencia a Abdalá II. La respuesta de su compañero fue tibia y lenta, pero en parte detuvo la rabia. Elecciones, mejoras legislativas… Rania se ocultó. Su imagen, de hecho, no estaba sirviendo para calmar a sus súbditos. En febrero de 2011 fue acusada por 36 tribus locales de facilitar la compra de tierras de pastoreo y labor para su familia.
 También apoyó una ley para que las mujeres transmitieran la ciudadanía que, lejos de una cuestión progresista, se entendió como un coladero para legalizar a más palestinos.
Y en medio, su 40 cumpleaños en el desierto del Sur, ostentación desbordada cuando la región y su propio país ardían.
Ya esta primavera, la reina comenzó a estar nuevamente más visible, volcada en tareas sociales como el apoyo a la alfabetización de mayores o la asistencia materno infantil.
 En los últimos meses ha acelerado esa salida.
La estampa que pregona es la de mujer que va a la oficina, despacha y tiene citas de trabajo, una voz oficial de Jordania, con influencia como la que, en dos ocasiones, le ha reconocido la revista Forbes, colocándola entre las cien mujeres más influyentes del mundo.

Su figura no se relaciona ahora con sus viajes al extranjero para buscar costosos trajes y joyas, para codearse con la aristocracia y la gente bien
. Es una etapa de exhibición que hoy no casa con su país.
 Con los días, abunda por el contrario su vertiente más tradicional: es la primera que encumbra a Hussein, el príncipe heredero, cuando viste el uniforme nacional o cuando regresa a Jordania tras un curso en Reino Unido, una madre elogiosa sin rubor; se dedica a rescatar fotos que evidencien el cariño entre su esposo y su padre, el rey Hussein; se prodiga en el lucimiento de trajes con bordados tradicionales cuando asiste a actos oficiales; participa en ritos religiosos.
Su empeño más reciente se resume en dos hastags: #LoveJo y #OurArabWorld.
 Ambos tratan de reforzar la imagen positiva de su país y del mundo árabe frente a la temible corriente de rechazo en Occidente, alentada por islamismos como el del IS.

Los 10 mejores libros del año 2014

'Así empieza lo malo', de Javier Marías, destaca en un año marcado por la primera persona. Biografías y novelas autobiográficas, entre los elegidos por los críticos de 'Babelia'.

 

1 Así empieza lo malo. Javier Marías. Alfaguara
“La historia de Muriel y su mujer es solo el ángulo privado para un enfoque colectivo sobre la España que sale de la dictadura con una reconversión acelerada de múltiples biografías ligadas al franquismo y, de golpe y en apariencia, desligadas de él y hasta prestigiosamente antifranquistas.
 La novela desvela unos cuantos camelos y camelistas con ensañamiento pero sin nombres propios, aunque sí alusiones.
 Hacia 1980 se saben demasiadas cosas de demasiados médicos, abogados, arquitectos, profesores como para que todos comulguen con la versión naíf y disfrazada de su pasado”. (Fragmento de la reseña publicada en Babelia el 20 de septiembre). JORDI GRACIA
2 El impostor. Javier Cercas. Literatura Random House
Ni Soldados de Salamina iba sobre Rafael Sánchez Mazas, ni Anatomía de un instante fue sobre Adolfo Suárez, ni El impostor va sobre Enric Marco.
 He ahí la grandeza de esta novela que nunca quiso serlo: el más humilde de los héroes reales de Javier Cercas, el hombre que se inventó como superviviente de un campo de exterminio, lleva camino de erigirse en una de sus más perdurables re-creaciones; y también, de paso, en el mejor reflejo del autor y de su sociedad
. De todos nosotros, en fin, de una era en la que la verdad de las mentiras, y su reverso, dejan de ser el síntoma para convertirse en la enfermedad. RICARD RUIZ GARZÓN
3 José Ortega y Gasset. Jordi Gracia. Taurus
Empecé a leer la biografía-ensayo sobre Ortega y Gasset, alentada por la poderosa sugestión magnética con la que Jordi Gracia nos atrapa y sitúa ante Ortega y su mundo.
 Una vez allí, en un escenario tan rico y complejo como apasionante, sabremos del titanismo que supuso la forja de una personalidad impar, con sus vaivenes iniciales, las negaciones obligadas, el desasimiento o la soledad.
 El enfoque atento de la “refundación” del joven furioso que elige ser “hacedor de ideal”, y las consecuencias de tal mutación a través de la acción política y pedagógica o de las varias “empresas” culturales, inunda estas páginas de meditaciones tan vigentes como necesarias.
 Y sin apologías sospechosas, ni sin soslayar fracasos o turbiedades, salvan a Ortega con las armas que él nos legó: la razón crítica, el coraje, la pasión... ANA RODRÍGUEZ FISCHER
4 Un hombre enamorado (Mi lucha II). Karl Ove Knausgård. raducción de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo. Anagrama
“Hermoso y rotundo como una patada”, define un poeta peruano a su padre y vale también para Un hombre enamorado.
 La novela trata del amor apasionado y las segundas oportunidades, pero también de la nimiedad y lo pueril
. Combina confesiones autobiográficas, digresiones sobre la vida o el arte literario, con descripciones de la vida de un hombre que cambia pañales o discute con un vecino.
 El amor, aquella fuerza poderosa que impulsa a la vida, también nos introduce en ella dramáticamente, sin cuento de hadas. Knausgård no nos ahorra nada: ni el aburrimiento ni la inteligencia.
 Puro y profano, pero jamás solemne. En un mundo donde todos hacen trucos para ser asombrosos, la honestidad de Un hombre enamorado es hermosa y rotunda como una patada. IVÁN THAYS
5 Días de mi vida (Vida I). Juan Ramón Jiménez. Pre-Textos
Caleidoscopio, rompecabezas, sopa de letras: esta reconstrucción, que han hecho las editoras Mercedes Juliá y María Ángeles Sanz Manzano. JRJ (1881) (“¡Capicúa!”, anota el poeta) le dio vueltas toda la vida, como en él era habitual si se trataba de su Obra, a esta suerte de autobiografía-cajón de sastre, donde cupiera toda su vida: vida y obra siempre juntas como un par de cerezas unidas por el rabo.
 Todo lo dejó anotado para que, ahora, dos atentas editoras se lo reconstruyan, y este —deslumbrante— es el primer volumen.
Cabe todo: su infancia y sus ambiciones, su madurez y sus obsesiones, sus (des)afectos (a esos que le llamaban Miss Poesía), y Zenobia y las mujeres enamoradas, de él, o él de ellas. Vida. Obra. El poeta (capicúa). JAVIER GOÑI
6 Hasta aquí. Wislawa Szymborska. Traducción de Abel Murcia y Gerardo Beltrán. Bartleby
La poeta polaca Wislawa Szymborska (Premio Nobel 1996) decía que al escribir buscaba “ese efecto que en pintura se llama claroscuro.
 Quisiera que en mis poemas se encontraran e incluso se fundieran cosas magníficas y triviales”. Hasta aquí, su último libro, se publicó después de su muerte, ocurrida en 2012, y reúne 13 poemas (además de una entrevista con sus traductores al español)
. Son 70 páginas de edición bilingüe, recorridas por una poesía de simplicidad falsa (porque solo se consigue con trabajo de picapedrero), en la que Szymborska desenfunda sus mejores garfios de poeta, con una austeridad asombrosa y una capacidad única de ser desoladora sin ser brutal, de producir desazón y, a la vez, dejar brillando, en el risco del poema, un extraño rayo de luz. LEILA GUERRIERO
7 La hierba de las noches. Patrick Modiano. Traducción de María Teresa Gallego Urrutia. Anagrama
Toda la obra de Patrick Modiano gira en torno a la imposibilidad del lenguaje de recordar con precisión
. Hay que recorrer los lugares, los nombres, las inscripciones en la memoria que al ser evocadas nos dan la justa medida de nuestra existencia, incompleta, parcial.
 Entre el sueño y la vigilia, entre obsesión y olvido, Jean intenta saber quién fue Dannie, darle una coherencia, reescribir ese fragmento de vida, solo que al hacerlo se da cuenta de que entrar en ese laberinto es también perderse y, de alguna manera, caminar sobre muertos.
 Si la obra de Modiano tiene esa seducción hipnótica que la identifica es porque sus novelas son como las lámparas encendidas en la noche, iluminan. Están ahí como un mapa humano que nos lleva a recorrer marcas y a reconstruir desde las ruinas. PATRICIA DE SOUZA
8 El balcón en invierno. Luis Landero. Tusquets
Estaba el esbozo de una novela y su posterior abandono. Y un paseo.
El escritor recorriendo el barrio. De vuelta a casa, el balcón, ese lugar que está “a la intemperie y al resguardo”, como el propio Landero en el hecho mismo de contarse
. Ahora es el verano de 1964. Anochece. En el balcón, Luis, su madre y un futuro incierto. Escucho al niño, al poeta adolescente, al oficinista malhumorado.
 Oigo a la madre: el sonido de la tricotosa. También el rasgueo de guitarra: es Landero. Y está el carácter hosco del padre y el significado del viaje aun yendo al frente de guerra.
Y está el entender. Chasquido de guijarros mientras camino senderos de infancia. Paladeo palabras que se señalan en El balcón en invierno: iridiscente, plenitud, errabundo. Leo: “En cada pequeño acontecer, lo trivial y lo misterioso van a partes iguales”.
 Y digo: esta autobiografía de instantes posee la inconmensurable belleza de lo que parece sencillo. Una maravilla. MARÍA JOSÉ OBIOL
9 Diccionario de la lengua española. Real Academia Española. Espasa
Con 300 años cumplidos, la 23ª edición del Diccionario y un nuevo director (el trigésimo), la RAE ya no parece vivir amparada en el palacio que la acoge.
 Desde allí se extienden buenas noticias para discutir que podrían haber sido mejores. Una nueva edición del Diccionario es un prodigio.
 Un libro que dice: “Este es el idioma que hablas, y estos, los significados de las palabras que empleas”. Ningún otro libro es más intrigante
. Parece coacción, pero se trata de hospitalidad. Registra las palabras de uso y otras, innumerables, que no conocíamos, con el propósito de no agravar las dudas.
Tal vez tenga pretensión de totalidad, pero es una exigencia honorable.
 Al usuario suspicaz le queda el alivio de saber que en la suma de las palabras no cabe toda la realidad. FRANCISCO SOLANO
10 Como la sombra que se va. Antonio Muñoz Molina. Seix Barral
Superponer historias de distintos planos en la misma cartografía hasta lograr una panorámica en 3D. Con la mejor literatura posible, la que hace ya tiempo caracteriza al autor; por ejemplo, la de La noche de los tiempos o la de Sefarad.
 Perseguir, acorralar, saborear al asesino de Martin Luther King reivindicando, como una música de fondo que siempre acompaña al texto y nunca molesta, el mítico movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos. Bucear en los detalles de una vida (¿la del líder negro, la suya propia?), de una ciudad, de unos años cercanos, pero diferentes.
 “He llegado a saber tanto de él, que me parece recordar cosas de su vida, lugares que él vio y yo nunca he visto”, dice obsesionada la primera persona que relata el medio millar largo de páginas. ¡Qué ratos de lectura tan buenos, acompañado de Gerry Mulligan, Chet Baker, Clifford Brown y tantos otros! JOAQUÍN ESTEFANÍA
En la encuesta de los libros del año han participado 41 críticos y periodistas de EL PAÍS. Cada uno de ellos otorgó 10 puntos al primero de su lista, 9 al segundo y así sucesivamente.

18 dic 2014

Miami intenta digerir la nueva política estadounidense hacia Cuba.............................. Silvia Ayuso

La cuna del anticastrismo permanece dividida frente al anuncio de Obama.

Dos hombres discuten en Miami sobre la nueva política de Obama. / ATLAS / AFP

La bomba política que ha supuesto el anuncio de que Estados Unidos va a restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba ha alterado la vida de Miami, la ciudad anticastrista por excelencia.
 Un día después del inesperado anuncio, la noticia seguía alimentando las tertulias de la radio y los corrillos a lo largo de la Calle Ocho, el corazón de la Pequeña Habana.
Pero las opiniones a favor y en contra estaban muy igualadas.
 Y de los escasos manifestantes que se apresuraron a protestar por el anuncio del presidente Barack Obama ya no había ni rastro, ni siquiera ante el restaurante Versailles, tradicional corazón del anticastrismo en la ciudad estadounidense.
Eso sí, allí seguía sin haber —como en buena parte de Miami— otro tema de conversación entre los que esperaban su turno para tomarse el café cubano —bien cargado de azúcar y en taza pequeña— con el que arrancar la jornada.
Ibrahim Reyes, un cubano de 76 años que abandonó la isla en 1967, lo discutía animadamente con Julio Planas, de 72 años y que lleva 40 sin pisar Cuba, ni siquiera cuando en 2012 falleció su madre. "No he ido ni iré, por principio", aseguró.

De lo más suave que tenían que decir de Obama es que es "un filocomunista" y "un traidor" al mando de un Partido Demócrata que también está, según Reyes, "a un paso" del comunismo.
 Tampoco los presidentes republicanos salían mucho mejor parados. Todos, afirman estos viejos exiliados cubanos, les han "traicionado" pese a las promesas de que lograrían acabar con el régimen de los Castro. "Todo han sido traiciones.
Todo han sido mentiras de todos los presidentes", zanjó Planas.
Sus esperanzas, decían, están ahora en el Congreso, donde esperan que actúen los legisladores cubano-estadounidenses como el senador republicano Marco Rubio o el demócrata Bob Menéndez, así como los congresistas Ileana Ros-Lehtinen o Mario Díaz-Balart.
 Ninguno de ellos ha dudado en denunciar la decisión de Obama como una "victoria para los gobiernos opresores del mundo" y todos han prometido luchar contra las medidas del presidente, que quiere entre otros abrir una embajada en La Habana.
"Vamos a ver el Congreso, qué puede hacer para frenar" a Obama, suspiraba aunque sin mucha convicción Reyes.
Su charla se vio interrumpida por unos jóvenes que pasaron por delante del café en una camioneta y que, sin detenerse, lanzaron un "¡Viva Obama!" en español que no fue nada bien recibido por los clientes del Versailles
. Pero la anécdota es una muestra de la división de opiniones en una ciudad cuya población de origen cubano está experimentando un cambio profundo.
Porque el Miami de 2014 no es el Miami que el verano de 2006 salió a las calles a celebrar la enfermedad de Fidel Castro ni el que, en 2000, arropó a la familia del "balserito" Elián González, el niño cubano rescatado del mar en el que se ahogó su madre tratando de llegar a EE UU y que se convirtió en el centro de una batalla por su custodia que involucró al mismísimo Fidel Castro.
El Miami de hoy es una ciudad donde hasta el exilio cubano se va transformando.
 A los más mayores aún les cuesta, aunque existen excepciones interesantes como la del magnate del azúcar Alfonso Fanjul, quien a comienzos de año aseguró que no descarta volver a invertir en la isla que su familia abandonó tras la revolución cubana, dejando atrás su imperio azucarero.
Pero el cambio más fundamental, coinciden los expertos, es el que se está dando en las generaciones de cubano-americanos más jóvenes, aquellos recién llegados o descendientes de exiliados ya nacidos en EE UU y con más curiosidad por la isla de la que proceden que ganas de ajustar cuentas.
Un sondeo del Instituto de Investigación Cubano de la Universidad Internacional de Florida refleja esta evolución: mientras que la media de los cubano-estadounidenses de Miami que se oponen al embargo a la isla es del 52%, entre los jóvenes de 18 a 29 años la cifra se dispara al 62%.
 También entre los llegados más recientemente a EE UU desde Cuba la oposición al embargo es mayor: un 58 por ciento de los encuestados que salieron de la isla después de 1995 dijo estar en contra del bloqueo económico y comercial.
Luis Acosta está en esa franja de la población cambiante
. Dejó Cuba hace 16 años, cuando tenía 26. Ahora trabaja en una tienda de 'Todo a un dólar' en la Calle Ocho, a apenas unas cuadras del Versailles
. La distancia ideológica no podría, sin embargo, ser mayor.
"Una maravilla, estoy contento. A mí no me interesan ni Raúl ni Fidel, lo que me interesa es el pueblo y (con las nuevas medidas) estamos esperando que su situación mejore", aseguró sobre el cambio de política de Obama.
 "Y que vaya más allá", reclamó.