Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 nov 2014

Muerte digna » Brittany Maynard se suicida de acuerdo con las leyes de Oregón........................... Pablo Ximénez de Sandoval

ATLAS

Brittany Maynard, de 29 años, puso fin a su vida de manera voluntaria y legal este sábado, para evitar sufrir una muerte lenta devorada por un cáncer terminal en el cerebro.
  La muerte fue anunciada primero en un mensaje en la red Facebook citado por la revista People. Sean Crowley, portavoz de la organización Compassion&Choices, con la que Maynard inició una campaña este verano para promover las leyes de muerte digna, confirmó el domingo en un comunicado que la mujer falleció el sábado 1 de noviembre "como quería, en paz en su dormitorio, en brazos de sus seres queridos".
“Adiós a todos mis queridos amigos y familiares a los que quiero.
 Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad, afrontando mi enfermedad terminal, este terrible cáncer en el cerebro que me ha quitado tanto… pero me habría quitado mucho más”, dice el mensaje.
 “El mundo es un lugar hermoso, viajar ha sido mi mejor maestro, mis amigos más cercanos y mi familia han sido muy generosos.
 Incluso tengo un círculo de apoyo alrededor de mi cama mientras escribo… Adiós mundo”.
Maynard emocionó a miles de personas el pasado agosto cuando comenzó una campaña para impulsar las leyes de muerte digna y suicidio asistido en Estados Unidos.
 Residente en Oakland, California, tuvo que mudarse a Portland, en el estado vecino de Oregón, para poder suicidarse con asistencia médica, ya que ese es uno de los cinco estados del país que tienen regulada esta práctica. Maynard se mudó allí con su familia para poder recibir legalmente, por su propia voluntad, una prescripción médica de drogas que acabaran con su vida
. La decisión de hacer público el proceso tiene como objetivo extender esta posibilidad a todo el país.
Adiós a todos mis queridos amigos y familiares a los que quiero. Hoy es el día que he elegido para morir con dignidad
La ley de muerte digna de Oregón entró en vigor en 1997.
 Desde entonces hasta enero de este año, casi 1.200 personas han recibido los medicamentos para quitarse la vida. De ellas, los han utilizado más de 750.
 La edad media de estos pacientes es de 71 años, según las cifras oficiales, y la causa más comúnmente citada para solicitar el suicidio asistido es la pérdida de autonomía personal.
La campaña, difundida a través de la organización Compassion&Choices, estuvo compuesta de varios vídeos donde Maynard contaba su evolución desde que el 1 de enero de este año le fue diagnosticado un glioblastoma, una forma de cáncer en el cerebro agresivo e incurable.
 Los médicos le dijeron que no llegaría a vivir un año más.
 Se había casado en 2012 y estaba intentando quedarse embarazada. Maynard decía sentirse debilitada y deformada por los tratamientos contra el cáncer.
 En abril canceló todos sus planes y puso fecha para morir sin sufrimiento. En junio se mudó a Oregón con su familia para logarlo. Era hija única.
Maynard anunció la fecha de su muerte en el primer vídeo de la campaña.
Se suicidaría el 1 de noviembre rodeada de su familia.
 En su lista de cosas que hacer antes de esa fecha estaba visitar el Gran Cañón del Colorado y celebrar el cumpleaños de su marido, la semana pasada.
 El 21 de octubre publicó sus fotos en el Parque Nacional del Gran Cañón. El pasado jueves, en un vídeo publicado solo dos días antes de la fecha elegida, Maynard expresaba dudas
. Se sentía bien para seguir viviendo, decía, y dejaba la puerta abierta a postergar su decisión, pero al mismo tiempo era consciente de que algún día no sería capaz de tomarla.
La página web de la campaña ya no mostraba en la tarde del domingo ningún nuevo mensaje de Brittany Maynard, sino un obituario
. Comienza con esta frase: “Un día, tu vida pasará en un instante ante tus ojos. Asegúrate de que vale la pena verla”.

El tribunal rechaza la suspensión del ingreso en prisión de Pantoja............................................ Esperanza Codina


Isabel Pantoja, a la salida de un juzgado. / CORDON

Isabel Pantoja tiene que ingresar en prisión para cumplir su condena de dos años de cárcel por blanqueo de capitales.
El Tribunal que juzgó a la cantante por limpiar el dinero obtenido por el exalcalde de Marbella Julián Muñoz ha desestimado la petición de suspensión de la pena, prestada por la defensa de la artista. El ingreso en prisión puede no ser inminente ya que cabe recurso de súplica ante la misma sala.
La fiscalía Anticorrupción se ha opuesto a la suspensión de la condena de dos años de cárcel por blanqueo que solicitó Isabel Pantoja y, por tanto, a que esta pueda quedar en libertad condicional.
 El ministerio público se ha mostrado a favor de fraccionar el pago de la multa, como pretende la artista y de ajustar el embargo de bienes a la sanción económica impuesta, que asciende a 1,14 millones.
Entre los argumentos esgrimidos por Anticorrupción para rechazar la suspensión de la pena está el origen del dinero blanqueado, obtenido ilícitamente por Julián Muñoz durante su etapa de concejal y alcalde del Ayuntamiento de Marbella, y que la cantante puso a disposición del exregidor las sociedades de su propiedad para el lavado de dinero.
“Su actitud durante el procedimiento ha sido falta de cooperación y explicación alternativa y distinta a la ofrecida por su letrado”, sostiene la fiscalía, que añade que no ha mostrado “error o arrepentimiento”.
La defensa de Pantoja pidió el pasado 23 de octubre al tribunal que juzgó los hechos la suspensión de la condena alegando que cumple los requisitos para beneficiarse de esta medida de gracia: la pena no supera los 24 meses de reclusión y la cantante no tiene antecedentes penales
. También reclamó que se paralice la ejecución de la sentencia porque existe un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Respecto a la multa que conlleva el delito de blanqueo de capitales, que en el caso de Pantoja asciende a 1.147.148 euros, el mismo día se informó a la Sala de que se habían abonado 100.000 euros y se solicitó un aplazamiento para hacer frente por plazos a la cantidad pendiente.
Antes de dictar su resolución, el trámite obliga a la Sala a preguntar su opinión a la fiscalía, aunque el informe que emite Anticorrupción no es vinculante. Es decir, la futura decisión del tribunal que preside Federico Morales puede seguir la misma tendencia o justo la contraria.
El ministerio público, en las dos ocasiones anteriores en las que ha tenido que trasladar su criterio, se ha opuesto a que una condena a un año y medio de cárcel quede en suspenso, como pidió Benjamín Martínez, o sea sustituida por una multa económica, como ha solicitado Fernando Salinas.
 En ambos casos alegó que el dinero blanqueado procedía de un delito de corrupción, por la actividad ilícita de Julián Muñoz en el Ayuntamiento de Marbella, y se agarró a la lucha activa que mantienen las instituciones europeas contra este tipo de supuestos.
Estas dos personas están vinculadas al lavado de dinero de origen ilícito que hizo Maite Zaldívar, que el pasado lunes ingresó en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre para cumplir los dos años y medio de cárcel con los que está penada en este procedimiento. Unos días antes entró su hermano Jesús por una pena similar.
Ya solo queda un paso para saber por dónde pasa el futuro más inmediato de Isabel Pantoja y si la Sala le concederá, como ella pretende, la libertad condicional.
 Su expareja Julián Muñoz ya cumple los seis años y medio de cárcel a los que fue condenado por blanqueo y cohecho en este caso, que tiene su origen en el sumario de Malaya y que está a punto de cerrar todos los flecos ocho años después.

Por qué nos gusta cotillear (sí, a ti también, que me lo han contado)

The-gossips
The Gossips, de Norman Rockwell (fragmento)
Cotillear no es el mejor de los pasatiempos, no nos engañemos.
Pero a pesar de los aspectos negativos, trae consigo beneficios tanto personales como sociales, además de estar ligado a los orígenes de la cultura humana.

Y menos mal, porque lo hacemos todo el rato.
 Bueno, yo no, pero Joaquín no para.
En serio. Luego te cuento
. Centrémonos en el tema.

Cotillear es divertido. “No podría haber sociedad sin cotilleo”, nos explica en una entrevista el psicólogo Miguel Silveira, “ya que necesitamos tener información sobre otras personas y nos fascina la vida privada de los demás.
 Esta necesidad puede quedar satisfecha por la dinámica del cotilleo”.
 Además, el chismorreo “se enmarca dentro de las interacciones sociales y facilita las relaciones dentro del grupo”, ya que se trata de temas fáciles que nos interesan a todos y que permiten iniciar conversaciones incluso con gente a la que no conocemos mucho
. Es decir, el cotilleo “nos gusta”.

Por supuesto, no se puede obviar que, “al resaltar aspectos negativos, sean verdaderos o falsos, se crea un bombardeo que afecta al imaginario de la gente” y que por tanto puede crear o reforzar la imagen negativa que tengamos de los demás.
“Se puede llegar a hacer mucho daño”, añade Silveira, que recuerda que hoy en día los rumores pueden extenderse más rápido gracias a redes sociales y otros medios. 
Sólo hay que pensar, no ya en Twitter y Facebook, sino también en aplicaciones como Secret y Whisper, que permiten decir lo que queramos de quien queramos desde el anonimato.

El cotilleo tiene raíces ancestrales. No nos gusta sólo porque sí: la razón está en cómo vivíamos hace miles de años, cuando gran parte de nuestro éxito reproductivo dependía de nuestra habilidad para conocer las complejidades de la vida tribal, tal y como explica John Hardy, profesor de Neurociencia en la Universidad de Londres.
 El cotilleo era información valiosa en un entorno en el que todo el mundo se conocía: ¿esta posible pareja está libre? ¿Qué tal caza? ¿Es cierto que distingue las frutas silvestres venenosas de las que sólo producen ardor de estómago?
 ¿Esa cabra es suya?

Robin Dunbar iba más allá en Grooming, Gossip and the Evolution of Language. Este autor recuerda que los primates se asean unos a otros: básicamente se buscan insectos entre el pelo para contribuir a una dieta lo suficientemente alta en proteínas y como modo de establecer un contacto físico agradable. En los humanos y con la aparición del lenguaje y de unos grupos sociales más amplios, este aseo físico se sustituye por un “aseo social”: el lenguaje y en especial el cotilleo, que ayudan a reforzar los lazos colectivos.

El cotilleo conserva parcialmente este tipo de funciones, como recuerda Elena Martinescu, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Groningen (Holanda), en un email a Verne. Martinescu explica que hay estudios que apuntan que esta actividad “tiene un papel muy importante a la hora de transmitir normas y en el momento de castigar a los miembros del grupo que no respetan estas reglas”. Cotillas
Los cotilleos son motivadores. Martinescu ha publicado recientemente un estudio que sugiere que esta actividad puede mejorar nuestro comportamiento.
 “Escuchar cotilleos sobre otras personas nos ayuda a evaluarnos a nosotros mismos, porque nos comparamos con las personas acerca de las que se cotillea”.
 Es decir, se recibe una lección útil sin necesidad de enfrentarnos directamente con la persona de la que se habla.

La clave es el miedo: “Cuando escuchamos cotilleos positivos aprendemos cómo podemos mejorar o qué tipo de persona necesitamos ser para tener éxito”, pero cuando se trata de rumores negativos, “tememos ser el tema de cotilleos ajenos”.

Además y como explica el psicólogo social de la Temple University, Eric K. Foster en un análisis sobre los estudios realizados acerca del tema, cotillear puede elevar nuestro estatus, ya que nos hace poseedores de conocimiento especial acerca de nuestro grupo. Es decir, los cotilleos son una divisa social, en lo que coincide Silveira: “Se busca quedar bien, resaltar el propio ego delante del grupo. Es una ventaja psicológica para el que inicia la información”.
Tell me more
Los cotilleos estimulan la cooperación en el trabajo. “Esta oficina parece el instituto” es una de las frases que más hemos dicho y oído todos cuando nos han venido a contar historias que ni siquiera queríamos conocer.
 Cualquier cortado, caña o tercera copa en la cena de empresa se convierte en la excusa perfecta para hablar mal de ese vago de Joaquín o comentar el penúltimo rumor sobre el director general.

Pero aunque parezca mentira, que te vengan a explicar estas cosas tiene sus aspectos positivos. Según un estudio de la Universidad de Stanford, estos cotilleos proporcionan información que utilizamos para dejar de lado a quienes no saben cooperar (te miro a ti, Joaquín).
 Y además estos últimos aprenden a utilizar esta información para mejorar su nivel de cooperación. Es decir, el cotilleo ayuda a mitigar los comportamientos egoístas y a escoger compañeros de trabajo adecuados.

Pero entonces, ¿hay cotilleos buenos? Depende de cómo definamos el término. Según el ya citado Foster, muchos estudios parten de que el cotilleo es cualquier conversación que se refiera a personas tanto presentes como ausentes. Este tipo de intercambios supone dos tercios de nuestras conversaciones.
 Si nos referimos a los comentarios negativos sobre personas ausentes (lo que comúnmente llamamos cotilleo), se trata del 5% de nuestras conversaciones. (Por cierto: no hay pruebas que demuestren el tópico de que las mujeres cotillean más que los hombres).

En este sentido y siguiendo lo mencionado hasta ahora, Martinescu apunta que cotillear “tiene mayoritariamente buenas intenciones y ayuda a los grupos y a los individuos a funcionar mejor”. Aunque no olvida que “los cotillas pueden destruir reputaciones y convertir en víctimas a inocentes”.
De hecho, hay un motivo crucial (y egoísta) por el que resulta muy conveniente hablar bien de los demás.
 Se llama "transferencia espontánea de rasgos" y consiste en que la gente te atribuirá los calificativos que tú pongas a los demás.
 Es decir, si sueles llamar "vagos" a todos tus compañeros de trabajo, todo el mundo acabará asociándote a la pereza y a la vagancia.
 Incluso quien ya te conozca. La lección está clara: si no tienes nada bueno que decir de los demás, es mejor callarse.
Aun así, Foster recuerda que muchos estudios muestran la efectividad del cotilleo para difundir especialmente la información negativa.
 Y en una línea similar, Silveiro recuerda que “el chisme siempre se fija en aspectos negativos”, en una tendencia que en su opinión ha crecido en los últimos años.
Burnsgossip
Nos los creemos. Mucho. Demasiado, incluso
. En el Instituto Max Planck de Biología Evolutiva, el profesor Manfred Milinksi diseñó una serie de juegos experimentales en los que se podía escribir comentarios sobre cómo jugaban otros participantes (si colaboraban o si eran tramposos, básicamente).
 En uno de estos juegos, los participantes tenían a su disposición tanto estos comentarios como el comportamiento real de sus adversarios en rondas anteriores. Cuando la información difería, los jugadores se dejaban guiar más por el cotilleo que por los datos.

Nos creemos los cotilleos porque son emoción en estado puro
. De hecho, son historias y satisfacen las emociones del mismo modo que lo hace la literatura, con el aliciente de que conocemos a los protagonistas. Este es el factor más importante a la hora de provocar lo que Foster llama "la conmoción de la revelación".
Es decir, los programas y revistas de cotilleo no son más que grises sucedáneos comparados con la posibilidad de hablar mal de Joaquín.
Los cotilleos de la tele no son lo mismo. El ya mencionado John Hardy explica que los beneficios del cotilleo en sociedades ancestrales no se trasladan necesariamente a la sociedad contemporánea: conocer el currículum erótico-festivo de todo el que sale por la tele no nos aporta nada y sólo nos interesa por lo que este profesor califica de “resaca evolutiva”.

Martinescu añade que la principal diferencia entre el cotilleo de famosos y el cotidiano es que no conocemos a los famosos, por lo que resulta difícil hacer comparaciones con nuestro comportamiento.
 Este tipo de cotilleo “puede ser interesante y atractivo del mismo modo que las historias sobre personajes ficticios.
Nos dicen algo sobre el mundo en el que vivimos, los estándares que usamos para realizar ciertos juicios y nos ayudan a entender qué podemos esperar en diferentes situaciones”.

En esta línea, Silveiro apunta que el cotilleo de revistas y programas de televisión también nos hace “sentir cierto alivio cuando se resaltan conductas negativas de las personas con más poder, influencia y fortuna”. Nos alegra ver cómo “los ricos también meten la pata”, ya que esto “consuela nuestros propios sufrimientos”.

En definitiva, no debemos cotillear.
 Está feo. Podemos perjudicar a mucha gente.
 Pero tiene sentido que lo hagamos: nos ayuda a transmitir y recoger información, en especial sobre normas sociales, lo que nos puede servir para saber a qué atenernos y con quién tener cuidado. Pero no olvidemos que se trata, también, de un comportamiento que puede ser injusto.
(Nota: no conozco a ningún Joaquín).

Granados y su socio repatriaron en 2007 cuatro millones desde Singapur..................................... José Antonio Hernández


Francisco Granados, ex secretario general del PP de Madrid, tras su arresto el pasado lunes. / CLAUDIO ÁLVAREZ

El ex secretario general del Partido Popular (PP) de Madrid Francisco Granados y su socio en la sombra, David Marjaliza, lograron repatriar en 2007 a España cuatro millones de euros que el segundo ocultó, a su nombre, en paraísos fiscales.
 El dinero, de origen supuestamente ilícito, arribó a España blanqueado tras haber estado inicialmente en un banco suizo, luego en Costa Rica y finalmente en Singapur.
 Para blanquearlo en España con vistas al fisco, los dos cabecillas de la denominada Operación Púnica simularon compraventas de obras de arte.
Oficialmente, la operación la realizó David Marjaliza, pero los investigadores sospechan que Granados no era ajeno a la misma, dado que ambos, amigos desde la infancia, constituían un tándem: Marjaliza establecía la operativa y Granados proporcionaba las influencias políticas para conseguir contratas públicas.
El sumario que investiga el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco revela entregas periódicas de dinero de Marjaliza a su amigo al margen de otras operaciones inmobiliarias con las que le benefició, siendo ya cargo público.
 Los dos están acusados de ser los cerebros de la trama criminal que ha desmantelado el magistrado en el marco de la citada operación, destapada la semana pasada y que ha supuesto el arresto de 52 personas, de las que casi una decena han ingresado en prisión, entre ellas Marjaliza y el propio Granados
. Seis alcaldes y el presidente de la Diputación de León, Marcos Martínez, también están implicados.
La fortuna pasó de Suiza a Costa Rica y de allí al país asiático
El juez atribuye media docena de delitos al ex número dos del PP de Madrid, desde cohecho a tráfico de influencias pasando por blanqueo de capitales.
 Fuentes jurídicas conocedoras del caso apuntan que la Guardia Civil ha registrado además en Madrid el despacho de abogados que diseñó para los dos cabecillas de la trama el entramado societario para lavar el dinero que ambos consiguieron supuestamente de adjudicaciones de contratas y/o servicios públicos bajo el paraguas del poder político que cosechó Granados en Madrid entre 2003 y 2011: primero fue alcalde de Valdemoro y luego ocupó diferentes consejerías en el Gobierno de Esperanza Aguirre.
El sistema para retornar blanqueado el dinero era similar al que empleó el extesorero del PP Luis Bárcenas: lo movían por diferentes países —en Costa Rica crearon la sociedad tapadera Sheraton Tradings— y finalmente llegaba a España simulando que se destinaba a pagar unas transacciones de obras artísticas, que eran inexistentes.
Marjaliza, Granados y las esposas de ambos tenían cuentas en Suiza
. El exdirigente popular disponía al menos de dos: una con 1,5 millones de euros y otra con unos 300.000. Su socio disponía de otro depósito bancario en el que, como mínimo, llegó a tener cuatro millones de euros.
 Los investigadores creen que no eran las únicas. Sospechan que hay más cuentas y están tras ellas y sus movimientos.
El sistema de lavado de capitales era similar al que usaba Bárcenas
Granados señaló ante el juez y la sección de delitos contra la Administración de la Guardia Civil, antes de ser encarcelado, que tras acceder a la vida pública pidió cancelar una cuenta que tenía en Suiza por su actividad anterior como agente de Bolsa, pero aseguró que la entidad bancaria le indicó que la pusiera a nombre de otra persona, por lo que buscó a Marjaliza.
El juez no le ha creído.
 Fue la Fiscalía suiza, a través de una comisión rogatoria, la que informó a España de la existencia de cuentas a nombre de Granados y Marjaliza en la banca de ese país y de las extrañas transferencias de dinero que ambos realizaban entre ellos y hacia América
. Este es el origen de la Operación Púnica, cuya investigación inició la Fiscalía Anticorrupción el pasado 1 de febrero.
Aparte de cuentas en el extranjero, Granados y su socio realizaron también operaciones inmobiliarias. Las diligencias revelan que el primero compró un chalé en Marbella que aparentemente luego vendió a su socio pero del que, en realidad, siguió disfrutando.
 De hecho, tras la ficticia venta a Marjaliza, los muebles de la casa los adquirió Granados.
No siempre el ex secretario general del PP de Madrid dependía del dinero que, en especie o en metálico, le proporcionaba su amigo
. El empresario José Luis Huerta, dueño de la firma Waiter Music, radicada en la localidad madrileña de Aranjuez, también pagó suculentas comisiones a Granados, quien tenía su propia operativa de recaudación gracias a su influencia sobre alcaldes de Madrid por su condición de alto cargo del PP.
La operación se extenderá en los próximos días a nuevos municipios
Detrás de la adjudicación a Waiter Music de numerosos conciertos y verbenas en municipios de la Comunidad de Madrid estaba la mano de Granados, según apuntan fuentes jurídicas
. Este es, según las pesquisas, el principal granero de las comisiones logradas por el que fuera primero consejero de Transportes y luego de Presidencia, Justicia e Interior.
Como número dos del PP regional era, además, quien debía avalar las candidaturas de los alcaldes.
Marjaliza, por su lado, fue un conseguidor de contratas y servicios públicos para sí mismo así como para terceros
. Según el sumario, por cada obra conseguida en favor de terceros, a veces con la ayuda en la sombra de Granados, se llevaba entre un 2% y un 3% de comisión.
La Operación Púnica, que afecta a siete Ayuntamientos madrileños, la mayoría de ellos gobernados por el Partido Popular, y a uno del PSOE, el de Parla, no ha acabado aún, según fuentes jurídicas cercanas a la investigación.
 Ahora hay que desentrañar la voluminosa documentación intervenida en las decenas de registros efectuados en esos Consistorios y en empresas privadas.
En los próximos días saldrán a la palestra, por sus conexiones con la red, nuevos municipios implicados y otros representantes públicos que también han colaborado con el entramado ahora desarticulado