Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

26 oct 2014

¿Y qué dice el otro?................................................................. Juan Cruz

Parece que periodista es aquel que se refiere a la realidad sin preguntar mucho por ella.

En el obituario que publicó EL PAÍS sobre Ben Bradlee, “el gigante del periodismo” que nos acaba de dejar, Francisco G. Basterra recuerda cómo se construyó la informacíón que dio al traste con la presidencia de Nixon, aquel mentiroso
. Fue porque unos periodistas ahora tan legendarios como aquel director del Washington Post indagaron hasta la extenuación sobre lo que había ocurrido, y al final publicaron datos incontestables sobre lo que en principio parecía “un robo de cuarta por cacos de segunda división”.
Como indica Basterra, ese supuesto profesional que puso en marcha Bradlee, adoctrinando a sus jóvenes discípulos, es tan viejo como el mundo, o al menos tan viejo como el periodismo. Preguntaron a partir de dudas razonables, y preguntaron a unos y a otros, varias veces, sin quedarse con la primera respuesta.
Sobre todo preguntaron sin acariciar la respuesta que más les gustara, en contra de ese dicho tan habitual en el oficio: no es cómodo que la realidad te reviente “un buen titular”.
Eso que parece tan viejo como andar, de acuerdo con Basterra, está ahora en entredicho o en retirada, pues parece que periodista es aquel que se refiere a la realidad sin preguntar mucho por ella, para fabricarla según su imagen predeterminada.
 Algunos culpan, y quizá tienen razón, a las redes sociales y a su perversa inmediatez de esta situación en la que preguntar si algo es cierto o no ya no se estila tanto como querían Ben Bradlee y otros apóstoles del periodismo.
 Pero, como siempre, la culpa no es de los soportes, sino de los periodistas, a los que nos vencen la desidia profesional o la comodidad.
Los periodistas nos hacemos eco de investigaciones, sin preguntarnos si los otros implicados en el resultado de tales indagaciones han sido consultados
En función de esa actitud, que no es insólita y que se advierte cada día, informamos de personas, públicas o privadas, de instituciones, públicas o privadas, y, en definitiva, de seres vivos como si se hubieran muerto
. Es decir: aunque los tengas a tiro de teléfono (o a tiro, simplemente), no los llamas para saber si es cierto lo que les vas a atribuir
. Como es muy probable que te lo desmientan, si es delicado o va contra ellos, el periodista suele hacer caso omiso de esa segunda o tercera llamada, y ya ni siquiera se atribuye el valor, tan antiguo, repito, como el periodismo, de confirmar un hecho o una palabra.
 Ocurre también en las investigaciones, supuestas o reales, que se presentan como el resultado de una indagación incontestable.
 Como es incontestable, y además se presenta así, los periodistas luego nos hacemos eco, sin preguntarnos si los otros implicados en el resultado de tales indagaciones han sido consultados o no sobre las delicadas (o no) cuestiones que se les atribuyen.
Repito que esta situación no es atribuible a la urgencia a la que nos han convocado las redes sociales, sino que proviene de la propia naturaleza humana, que siempre espera (hasta que a uno mismo le toca el infundio) que el descrédito caiga como el plomo sobre la cabeza del vecino
. Digamos que el cotilleo nacional, que ha hecho un ruido enorme desde siempre, a veces con consecuencias nefastas, cuenta con el beneplácito de los que escribimos en los medios, más proclives a dar por buena la sospecha que la razonable comprobación de los hechos.
 ¿Para qué comprobar si ya nos gusta cómo ha quedado despellejado el sujeto?
 Pues ya verás cuando te toque a ti, tío.

 

Herederas y colegialas......................................................................... Mábel Galaz

Leonor de España, Amalia de Holanda y Elisabeth de Bélgica están todavía en edad infantil pero ya han comenzado a prepararse para reinar.

La princesa Leonor durante el desfile del 12 de octubre. / Alejandro Ruesga

El relevo que se ha producido en en los últimos meses en las monarquías de España, Holanda y Bélgica ha generado una situación poco común
: los tres nuevos herederos son mujeres y tan jóvenes que están todavía en edad infantil.
 Leonor de Borbón tiene 8 años —cumplirá 9 el día 31 de este mes—, Amalia de Holanda, 11 y Elisabeth de Bélica 13.
Entre las tres suman 32 años, cifra que contrasta, por ejemplo, con la edad de Carlos de Inglaterra que a sus 66 años sigue esperando para reinar algún día.
Tanto Leonor, como Amalia y Elisabeth conocen de alguna manera el destino que les espera pero otra cosa es que por su edad sean capaces de entender la transcendecia de su papel
. En los tres casos, sus progenitores cuidan que su vida transcurra de la manera más normal posible y en especial sus madres, todas ellas mujeres profesionales criadas lejos de la encorsetada vida protocolaria de los palacios.
Princesa Amalia de Holanda de 11 años. / Cordon Press
“Ya tendrá tiempo para estas cosas”, dice Felipe VI cuando se le pregunta porque su hija tiene tan poca presencia en los actos oficiales.
 Leonor hasta ahora solo ha participado en un acto militar el pasado mes de mayo en la academia de San Javier, en las ceremonias del relevo en la Corona el pasado 19 de junio y en el desfile del 12 de octubre
. Sus padres no han creído oportuno que acudiera esta semana a los premios Príncipe de Asturias — que el año que viene llevarán ya el nombre de Princesa de Asturias— pero es probable que coincidiendo con el nuevo enunciado la heredera comience a asistir a la entrega. Don Felipe debutó en estos galardones con 13 años y en ellos pronunció su primer discurso.
Desde el palacio de La Zarzuela se transmite que el deseo de los Reyes es “ir despacio” en todo lo concerniente al nuevo papel de la princesa de Asturias.
 Si en un momento se habló de organizar algún acto para entronizar a la heredera en su nuevo título, ahora se recuerda que su padre lo hizo al cumplir 18 años.
Leonor, eso sí, está recibiendo clases de protocolo
. La niña demostró en el desfile del 12 de octubre conocer al detalle cómo comportarse
. Ella y su hermana cuentan con dos niñeras, una de ellas solo les habla en inglés, pero son sus padres quienes están permanentemente pendientes de su formación. “Son dos niñas extremadamente educadas”, dicen quienes las tratan a diario.
La princesa Elisabeth de Bélica de 13 años. / Cordon Press
La heredera estudia Cuarto de Primaria en el colegio Santa María de los Rosales de Madrid y su hermana, la infanta Sofía, de siete años, Segundo
. Se trata de un centro privado y laico, ubicado en la zona residencial de Aravaca, en el que estudió su padre.
 Dicen que Leonor es una alumna aplicada que asiste además a clases de ballet y que estudia la historia de los Borbones.
 Está previsto que en el futuro reciba instrucción militar y que por su papel de heredera siga algún curso en el extranjero cuando sea algo más mayor, como hizo su padre
. La niña ya habla inglés con fluidez y dicen que es inquieta y ocurrente.
Elisabeth de Bélgica, en cambio, ya se ha estrenado en su papel de heredera.
 Esta semana, con solo 13 años, ha pronunciado su primer discurso ante la atenta mirada de sus padres Felipe y Matilde.
 Lo escribió ella misma y lo leyó en tres idiomas: flamenco, alemán y francés.
 La intervención de la heredera se produjo en Ploegsteert, uno de los puntos clave de la línea defensiva belga durante la Gran Guerra
. La princesa, que fue la única autoridad que habló durante el acto, dijo:
 “Las víctimas de la guerra son las que nos deben mover a conseguir un mundo mejor de justicia y paz”.
 Un año antes, Elisabeth había acudido a la inauguración de una exposición sobre la Antártica a la que fue con su padre, siendo príncipe, y con un grupo de amigas de la escuela y a la inauguración de un hospital que lleva su nombre.
Pese a ser tan pequeña, Elisabeth ya ha tenido algún problema por su condición de heredera
. En diciembre hará un año que los reyes belgas recibieron una amenaza de secuestro de su hija mayor.
 Fue en una carta con tintes racistas y neonazis.
 La seguridad de la niña aumentó pero no dejó su vida normal de colegiala.
Amalia, heredera holandesa, recuperará la tradición de que una mujer esté en el trono de ese país, rota por su padre Guillermo.
 A sus 11 años estudia en un colegio público y es una gran aficionada al deporte —juega a hockey y monta a caballo—. Habla, además del holandés, español e inglés.
 Sus padres siguen un modelo muy similar al de los Reyes de España y la pequeña solo ha aparecido con ellos en actos oficiales.
 El último el Día del Rey, al que acudió por primera vez este año junto a sus dos hermanas.

 

25 oct 2014

Vivan las divas............................................................................. Miguel Ángel Bargueño .


Cubierta del disco EL PAÍS de Música.

Son cantantes que imponen respeto: su autoridad sobre el escenario, su natural desenvoltura y la arrolladora confianza en sí mismas resultan apabullantes.
 Ni siquiera es necesario que gusten a la totalidad de la audiencia; su mera presencia desata pasiones, o, por usar la expresión con que el diccionario define “diva”, dota a estas solistas “de fama superlativa”.
Tan irreprochable es su carisma, que para poner a estas mujeres alguna pega no queda más remedio que recurrir a presuntos talantes extravagantes y comportamientos irascibles, casi nunca contrastados. Lo que ocurre es que como estrellas que son, estas señoras fastuosas traspasan lo estrictamente musical para importar por lo que dicen o hacen; pasan a ser carne de la crónica social.
 Quizá por ello algunos diccionarios en la misma definición apostillan que “diva” también puede usarse en sentido peyorativo (sobre todo cuando se aplica a alguien que no es cantante, habría que añadir).
Fama por encima de gustos y voces reconocibles desde la primera nota son los elementos comunes de estas divas (en el buen sentido) de la música española.
Cantantes que mejoran cualquier repertorio y que incluso lo sobrepasan: a menudo son más grandes que sus canciones. Las quince más rotundas aparecen reunidas en Salón de la fama: Ellas, cuarta entrega de EL PAÍS de Música (a la venta mañana domingo con EL PAÍS por 5,95 €), la colección que resume el último medio siglo de música en nuestro país en 24 antológicos libros-CD.
Se trata de una selección de artistas de diferentes décadas y estilos a veces antagónicos que puede causar sorpresa por su audacia.
 Una sorpresa pasajera, en cualquier caso: en cuanto se escucha el disco la convivencia de estos nombres dispares queda plenamente justificada. Sara Montiel, quien demostró que no se precisa una gran voz para irradiar poderío, conecta directamente con Alaska; la elegancia y saber estar de Ana Belén y Luz Casal tienen mucho heredado de María Dolores Pradera y Mari Trini; no se puede entender a Malú sin haber oído a Rocío Jurado o Isabel Pantoja, del mismo modo que uno sospecha que Montserrat Caballé a la fuerza ha tenido que ser referencia para Mónica Naranjo. Y hay muchas más (Marisol, Rocío Dúrcal, Marta Sánchez, Paloma San Basilio…), objeto de una admiración inalterable con el paso del tiempo, acentuada si cabe por su condición de iconos para el público gay. Como dice Boris Izaguirre en el divertido prólogo del libro:
 “Un país sin divas es un país aburrido, una cultura incompleta”. Por eso este país de aburrido no tiene nada.

El PP pagó otros 750.000 euros en b por obras en su sede central en 2006................................... Fernando J. Pérez

La cantidad, correspondiente a la planta baja, se suma a los 960.347 euros en negro ya descubiertos en otras cuatro plantas

Rajoy sobre los escándalos del PP: "Que se castigue a los culpables y se respete a los inocentes"

Luis Bárcenas, extesorero del PP, sale de la Audiencia Nacional en marzo de 2013. / Uly Martín

La investigación de Hacienda sobre los papeles de Bárcenas sigue sacando datos relevantes a la luz. El juez Pablo Ruz ha emitido este viernes un auto –resolución judicial razonada- en el que se pone de manifiesto que el PP supuestamente pagó en dinero negro 750.095 euros correspondientes a las obras de reforma y acondicionamiento de la planta baja de su sede central en la calle Génova 13 de Madrid. Esta cantidad, abonada en 2006, se suma a los 960.347 euros abonados en b desde 2008 al estudio de arquitectura Unifica, del interiorista Gonzalo Urquijo por la remodelación de las plantas segunda, tercera, cuarta y quinta del inmueble, y que ya se conocían en el sumario.
 En total, el dinero pagado en fondos opacos por las reformas de la sede nacional se eleva a 1,71 millones de euros.
Las sentencias, autos y demás resoluciones judiciales son, quizá, el único género literario que se empieza siempre a leer por el final. Jueces y magistrados reservan para el cierre de sus textos la llamada “parte dispositiva”, aquella donde toman las decisiones sobre la libertad y los bienes de los imputados.
 Pero toda regla tiene su excepción, y, ayer, el juez Ruz trasladó la sustancia a la parte central del auto, esa que, en el mejor de los casos, los abogados leen en diagonal.
En la resolución de ayer, de 10 páginas, Ruz ordena a la Agencia Tributaria emitir un informe —que él califica de “definitivo”— sobre las consecuencias fiscales de este uso de dinero negro.
 Esta decisión, realmente no muy espectacular, viene precedida de una serie de datos ignorados hasta ahora y que pueden abrir nuevas vías de investigación en un caso con hechuras de hidra.
De los 750.095 euros que Ruz sospecha que se abonaron en negro en 2006 para remozar la planta baja de Génova 13, solo 184.000 euros figuran en la contabilidad b de Bárcenas
. El resto del dinero, según el magistrado, también son “fondos ajenos al circuito económico legal”, es decir, dinero negro.
 Esta cantidad, relata el juez, “habría sido abonada como anticipo o pago a cuenta sin facturar”.
Por primera vez desde que en marzo de 2013 se abrió la pieza separada del caso Gürtel sobre los papeles de Bárcenas, el juez apunta, sin citarla expresamente, la posibilidad de que los 7,5 millones de euros que Bárcenas apuntó en su contabilidad secreta como donativos opacos de empresarios con intereses en contratos públicos no sea el único dinero b que manejó la formación conservadora
. O bien la caja b —cuya existencia el PP oficialmente niega pero que para Ruz es una realidad cada vez más constatada— tenía un fondo más profundo de lo que reflejó Bárcenas en sus manuscritos o bien existen otros fondos y otra contabilidad paralela de los que no se sabía nada hasta ahora.
La nueva cantidad consta en un informe remitido al juez por la Agencia Tributaria y en el que se coteja la documentación incautada al partido en el registro de su sede nacional el 19 de diciembre de 2013 con las facturas intervenidas en la sede de Unifica el 22 de noviembre del mismo año.
 El nuevo informe, con fecha del pasado 17 de octubre, analiza los libros contables del estudio de arquitectura, las facturas y los documentos informáticos de esa empresa.
En el caso de la planta baja, el PP presentó una certificación final de obra por valor de 1.336.804 euros, mientras que Unifica presenta una factura definitiva de solo 586.709 euros
. La diferencia entre ambas certificaciones, 750.095 euros, no fueron declarados por Unifica a Hacienda.
Este supuesto delito fiscal, sin embargo, previsiblemente habría prescrito
. Sin embargo, el magistrado ordena a la Agencia Tributaria que en el menor plazo posible confeccione un informe definitivo sobre el supuesto fraude fiscal derivado de las obras de reforma efectuadas para el PP por Unifica.
Ayer, en Bruselas, los periodistas preguntaron por dos veces al presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, sobre la imputación del ex secretario general del PP Ángel Acebes en el caso Bárcenas, el escándalo de las tarjetas de Caja Madrid que afecta al exministro Rodrigo Rato o el auto de ayer sobre las obras de Génova 13
. Rajoy no desmintió ninguna de esas acusaciones.
 Eludió responder directamente cuando se le preguntó por los 1,7 millones de dinero negro gastados presuntamente en las obras de su sede, y ni siquiera apeló al comunicado que el PP emitió esta semana negando la caja b.
 “Lo que estamos haciendo es tomar todas las medidas para evitar que estos acontecimientos se puedan producir en el futuro, espero que nunca jamás se vuelvan a producir”, respondió.