Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 oct 2014

“Las esperanzas de supervivencia aumentan cada día”

El director del Instituto de Salud Carlos III explica la evolución médica de la paciente Romero.

Personal sanitario atiende a Teresa Romero en la sexta piso del Hospital Carlos III de Madrid. / PAUL HANNA (REUTERS)

El director del Insituto de Salud del Carlos III y miembro del comité especial para la gestión de la enfermedad por el virus del ébola, Antonio Andreu, ha reconocido que el equipo médico que trata a Teresa Romero está "esperanzado dentro de la prudencia", en cuanto a una posible evolución favorable de la paciente.
 Aunque este ha recordado también que "en medicina, hacer afirmaciones predictivas, es tremendamente arriesgado".

"A medida que van pasando los días, sobre todo si la paciente se mantiene estable, las esperanzas de supervivencia van aumentando", ha afirmado Andreu.
 Este ha resaltado que las 15 personas que se encuentran aisladas tras mantener contacto con Teresa Romero permanecen sin fiebre.
 "El periodo en el cual llevan en esta situación se acerca a los ocho días y a partir de ahí está demostrado que la probabilidad de desarrollar la infección baja de manera muy significativa, día que ha pasado día que hemos ganado", ha indicado Andreu.
El experto ha incidido en una entrevista a Onda Cero que la "situación desde el punto de vista clínico y epidemiológico está extremadamente controlada". Ha fijado como fecha determinante el día 27 de octubre para decir que "la situación quedará completamente libre" de ébola y ha hecho hincapié en el hecho de que los mecanismos de control de una posible extensión de la enfermedad se "hayan maximizado".
El director del Instituto de Salud Carlos III ha destacado además la decisión del comité especial de ponerse en contracto con la embajada de EE UU y con el centro de enfermedades de Atlanta para intercambiar información, tras el contagio de una sanitario estadounidense.
 "Tenemos la obligación de identificar todos los elementos que puedan ayudar en otros países para que el flujo de información permita que todos los sistemas sanitarios actúen de manera muy rápida", ha explicado Andreu.

 

Chanel Nº 5

 

En la imagen, Gisele Bundchen posando como el nuevo rostro de la campaña de Chanel Nº5
. La modelo brasileña publicó la fotografía en su perfil de Instagram y aseguró sentirse muy honrada de ser la imagen de la firma.

12 oct 2014

PERDIDA


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Póster de Perdida (Gone Girl)Título: Perdida
Título original: Gone Girl
País: USA
Estreno en USA: 03/10/2014
Estreno en España: 10/10/2014
Productora: 20th Century Fox, Pacific Standard, New Regency
Director: David Fincher
Guión: Gillian Flynn
Reparto: Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Tyler Perry, Kim Dickens, Patrick Fugit, Carrie Coon
Calificación: No recomendada para menores de 16 años

Sinopsis:

Una mujer desaparece el día de su quinto aniversario, ¿es su marido un asesino? Perdida es un thriller psicológico brillante con una trama tan apasionante y giros tan inesperados que es absolutamente imposible parar de leer. No has leído nada igual.
En un caluroso día de verano, Amy y Nick se disponen a celebrar su quinto aniversario de bodas en North Carthage, a orillas del río Mississippi. Pero Amy desaparece esa misma mañana sin dejar rastro. A medida que la investigación policial avanza las sospechas recaen sobre Nick. Sin embargo, Nick insiste en su inocencia. Es cierto que se muestra extrañamente evasivo y frío, pero ¿es un asesino?
Perdida arranca como todo buen thriller que se precie: una mujer desaparecida, una investigación policial... Pero es que Perdida no es solo un buen thriller. Es una obra maestra
. Un thriller psicológico brillante con una trama tan apasionante y giros tan inesperados que es absolutamente imposible parar de leer. Perdida es también una novela sobre el lado más oscuro del matrimonio, sobre los engaños, las decepciones, la obsesión, el miedo. Una radiografía completamente actual de los medios de comunicación y su capacidad para modelar la opinión pública. Pero sobre todo es la historia de amor de dos personas perdidamente enamoradas.

Notas de producción:

- Adaptación del best seller de Gillian Flynn editado en España por Mondadori bajo el título de 'Perdida'.

De los astronautas a las sanguijuelas.......................................................................... Rosa Montero

El lanzamiento del Sputnik 1 fue primera vez que salimos de la cárcel de nuestro planeta. Fue como colocar una estrella en el cielo.

 

El otro día hablaba con una amiga muy joven de ciertos recuerdos de mi infancia.
 Llega una edad en la que te empiezas a convertir en una especie de narradora legendaria, y lo desconcertante es que las remotas leyendas que relatas son meros fragmentos de tu propia vida.
 En fin, el caso es que, por no sé qué razón, me puse a contarle aquel momento de absoluta magia en el que vi dar vueltas en el cielo, sobre mi cabeza, al Sputnik 1
. Lo lanzaron los rusos en octubre de 1957 y fue el primer satélite artificial de la historia, es decir, el primer objeto colocado en órbita por los humanos.
 Hoy la órbita terrestre está infestada de basura espacial y toneladas de porquerías dan vueltas por ahí arriba, de modo que lo de enviar una pequeña bola metálica de 83 kilos a la estratosfera nos parece una verdadera nimiedad.
 Pero debemos tener en cuenta que aquella fue la primera vez que la Humanidad consiguió superar el anillo de la gravedad terrestre. La primera vez que salimos de la cárcel de nuestro planeta.
 Fue como colocar una estrella en el cielo.
Y es que era en verdad como una estrella. Me recuerdo en el invierno de aquel 1957, una noche muy fría, saliendo a la calle junto con mis padres y mi hermano a contemplar el paso del Sputnik. Era muy tarde, al menos inusualmente tarde para los seis años de edad que yo tenía; y a la excitación de salir de noche se unía la de poder ver ese prodigio.
 Estábamos en la avenida de Reina Victoria de Madrid; yo colgaba de la mano de mi madre y los cuatro nos descoyuntábamos los cuellos escrutando el cielo.
Y no éramos sólo nosotros: la calle entera estaba llena de grupitos así, de padres con niños o personas solas.
 Todos con la cerviz tronchada mirando el firmamento. Y entonces, en medio de esa noche radiante y despejada, de esa noche escarchada que lamía con lengua de hielo las mejillas, vimos una pequeña, pequeñísima estrella recorrer el cielo, arriba, muy arriba, un chispazo de luz que se movía entre los otros astros inmutables, mientras media avenida de Reina Victoria levantaba la mano y un centenar de índices señalaba hacia arriba.
 Recuerdo perfectamente aquel instante; y la sensación de embeleso, de maravilla. Pese a mi edad, entendí perfectamente que aquel punto brillante era un logro de los humanos, que esa brizna de luz nos abría un mundo gigantesco. Deseé volar hasta allá lejos y en aquel mismo instante decidí ser astronauta de mayor.
Hace algunas décadas nos cabía el Universo en la cabeza, hoy nos revolcamos en charcos de lodo
En fin, ya sé que no lo he sido, pero por lo menos he escrito novelas de ciencia-ficción, y es muy probable que eso tenga que ver con aquel momento fundacional de mi existencia.
Le contaba todo esto a mi joven amiga y la vi boquiabierta y envidiosa.
 Enardecida por mi éxito, me puse a relatarle entonces mi siguiente momento sideral, a saber: la llegada de los humanos a la Luna.
 Por entonces, 21 de julio de 1969, yo tenía 18 años y estaba de vacaciones en Alicante en el pequeño piso de unas tías que carecían de televisor.
 La salida de los astronautas de la cápsula estaba prevista para eso de las tres y media de la madrugada, de manera que puse el despertador en medio de la noche y bajé al bar de la esquina, que tenía tele y había anunciado que estaría abierto.
 Era un barrio obrero y un bar bastante cutre, y el local estaba lleno de hombres sorbiendo carajillos. Bajo la luz de los neones y en una pantalla en blanco y negro vimos, a las 3.56 de la madrugada, la bamboleante salida de Armstrong, y escuchamos sus tensas, emocionadas palabras.
 Recuerdo que me asomé a la puerta del bar y miré hacia arriba. Ahí estaba la Luna, como siempre, pero también estaban dos hombres que en ese preciso instante caminaban sobre ella. La idea era tan sobrecogedora, tan descomunal, que apenas se podía asimilar.
 De ahí que muchos creyeran que era todo un montaje. Tras milenios de reverenciar y mitificar a nuestro satélite, nos resultaba inconcebible que hubiéramos logrado viajar hasta allí.
La envidia de mi casi adolescente amiga se redobló al escuchar todo esto, y yo celebré una vez más la suerte que he tenido de vivir la época que he vivido.
El optimismo de la contracultura, el amor libre sin sida, el frenesí de la Transición…
 Ya había pensado en ello muchas veces, pero nunca antes me había dado cuenta de que mi generación creció mirando las estrellas. Y contemplar el cosmos nos da una medida más exacta de la pequeñez que somos
. Pero luego la carrera espacial entró en crisis y la Humanidad bajó los ojos. Hoy veo el auge de los extremismos y los fanatismos, veo las carnicerías del Estado Islámico, la creciente ferocidad y atomización de los humanos.
 Hace algunas décadas nos cabía el Universo en la cabeza, pero hoy nos revolcamos en pequeños charcos de lodo como sanguijuelas hambrientas de sangre.
 Estamos ciegos.
Pero hay quien aprendió que ese sueño sería verdad, así que no estamos ciegps.