- La diseñadora habla del papel de la mujer de Boyer en su recuperación.
Elena Benarroch, en Mallorca.
La diseñadora Elena Benarroch ha pasado unos días de vacaciones en Mallorca invitada por su amiga Cristina Macaya. El porche de la magnífica residencia de Es Canyar, la mítica propiedad de la anfitriona de la isla por excelencia, donde se han sentado a conversar en infinidad de ocasiones las personalidades mas relevantes que pasan por la isla, Benarroch recibe a Vanity Fair para una distendida charla de verano en la que analiza con optimismo un futuro que en su sabiduría se presenta como plácido, en tiempos revueltos. Benarroch aboga por el patriotismo para salir de la crisis: comprar producto español; gastar, los que todavía pueden, en España, quizás sea esta la única forma de poner la máquina en marcha.
Usted vive o ha vivido muy cerca del poder en España. ¿Tiene información privilegiada sobre lo que está pasando o está por venir?
Son tiempos de incertidumbre y es muy difícil prever lo que va a ocurrir, hay que ir con mucho cuidado, pero soy optimista. España es un país maravilloso que saldrá adelante. Tenemos los mejores productos, la mejor cocina, empresas de primerísimo nivel y alta calidad que los españoles en un ejercicio sano de patriotismo debemos defender.
Yo lo llamo 'pongamos la máquina en marcha' y eso significa que los que pueden, deben seguir gastando, sin endeudarse, pero gastando comprando producto español.
Aquí están las mejores playas, los mejores hoteles, las mejores tiendas y restaurantes. ¿Por qué irse a Francia o Italia a gastar? Hay que sacudirse los complejos y valorar que lo que tenemos nosotros es mejor incluso que lo de fuera.
Si se para el consumo, o los que pueden consumen fuera, vamos al desastre total
. En este sentido hay que ser patriota. Y optimista, sobre todas las cosas.
Vuelvo a los centros de poder. ¿Qué se dice en ellos que no sepamos el resto de los mortales?
Respecto a mí hay mucha leyenda.
Felipe González es muy amigo mío pero no es presidente desde hace muchos años. Es un privilegio escucharle porque su opinión es la de un gran estadista.
Pero él ya no está en los centros de poder. Escucho su opinión, claro, pero no es una información privilegiada de lo que de verdad ocurre
. Además nunca he tenido ese tipo de relación con nadie.
Se ha escrito en infinidad de ocasiones que usted era la musa de la izquierda refinada. La asesora de Sonsoles Espinosa, la mujer de Zapatero...
Se han dicho y escrito muchas tonterías.
Eso no quiere decir nada. El hecho de tener amigos de izquierdas que han sido presidentes del Gobierno no quiere decir nada. Son amigos. La amistad es lo que más valoro en la vida.
Son la familia que uno elige y hay que cuidarlos
. Sonsoles es mi amiga y la he ayudado a vestirse para actos públicos, pero nunca he podido influir en actos de gobierno.
La gente confunde las cosas.
A veces una foto dice más que mil palabras...
Se dará más cuenta usted que yo. No lo asumo de esa manera.
Me siento privilegiada de conocer a gente como Felipe González o Miguel Boyer.
Personas que son inteligentes y a los que admiro por muchos motivos, por todo en general.
Me producen respeto. Creo que a Felipe todavía lo echamos mucho de menos, sobre todo en medio del caos y de la incertidumbre. Necesitamos a gente como ellos, con fuerza y confianza que den seguridad.
¿Cómo se encuentra Miguel Boyer?
Lo que tuvo fue muy gordo, muy dramático, pero se está recuperando muy bien. Isabel [Preysler] ha vuelto a demostrarnos lo fuerte que es.
Lo ha ayudado muchísimo, es fantástica, pero lo que ha hecho es lo que esperábamos de ella los que la conocemos bien.
Creo que Isabel es una gran desconocida. Miguel ya habla muy bien, sigue con su mente privilegiada. Fue una suerte y una alegría enorme volver a escucharle en toda su sabiduría.
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También se dice que pertenece al lobby judío que controla el poder en el mundo...
Benarroch ha ayudado a vestirse a Sonsoles Espinosa en múltiples ocasiones.
Se ha dicho, debe existir(el lobby), pero no tiene nada que ver conmigo. Como decía Baremboim de origen judío somos todos. Es una cultura que forma parte de mi vida, tradiciones que vives desde el nacimiento.
Mi familia no era especialmente religiosa pero hay tradiciones que viven pegadas a nosotros, a todos los españoles, pero no se sabe, no se cuenta.
Comidas, costumbres como encalar la casa en Semana Santa, etc. vienen de las tradiciones judías.
Creo que a Felipe todavía lo echamos mucho de menos, sobre todo en medio del caos y de la incertidumbre. Necesitamos a gente como él, con fuerza y confianza que den seguridad"¿Y qué opinión tienes de Rajoy?
No tengo ni idea, no lo conozco. No comunica mucho y eso genera más incertidumbre.
En España es poco conocido el trabajo de asesorar en imagen a una personalidad pública. ¿Exactamente en qué consiste? ¿Se trata únicamente de elegir lo que se va a poner uno o es algo más?
Es un trabajo que también hago con personas anónimas que lo necesitan.
Es tan simple como ayudarles a vestirse para actos públicos. En el caso de Sonsoles no le interesaba mucho la moda pero quería ir correcta, bien vestida.
Ves su personalidad y la aconsejas. En mi caso siempre opto por la simplicidad. Me ayuda mi experiencia de treinta y cinco años dedicándome a la moda.
¿Aconsejaría a la princesa Letizia o a Viri, la mujer de Rajoy?
No me siento capacitada para analizar a gente que no conozco.
Hablo de Sonsoles porque la he vestido para que estuviera siempre correcta en su función pública. Tengo mucho respeto por la gente y por lo que hacen con su vida. No soy nadie para opinar. Respeto la imagen que ellas quieren dar. Ante todo respeto. Viri no es una mujer que aparezca siquiera, no la conozco. Es una opción muy respetable. El pueblo español ha elegido a su marido, no a ella.
¿No deberían ser representantes de la moda española?
Lo que hay que hacer es ir bien vestido, ir correcto.
No hace falta destacar con nada, ni es necesario deslumbrar. Hay gente con personalidad que deslumbra con cualquier cosa, pero ese don no lo tiene todo el mundo
. No porque te compres lo más caro vas a ser la mejor vestida.
Lo dice una mujer que ha dedicado toda su vida a vender lujo...
Lujo es lo contrario a la ostentación. Hago todas mis pieles al revés. Mis abrigos de visón nadie sabe que lo son. Creo que es el auténtico lujo, porque es para uno mismo, no para epatar a los demás. Hago prendas prácticas, para la vida, porque soy muy práctica
. La ostentación no me interesa mucho, prefiero la calidad. En España no hay todavía mucha cultura del vestir.
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Los iconos de la moda además son siempre los mismos...
Defiende el patriotismo para salir de la crisis.
La gente joven es distinta, me interesan los diseñadores como Akermann, Tilda Swinton. Son modelos a seguir, personalidades fuertes. Los conocidos son demasiado conocidos. La moda es cultura y saberse vestir forma parte de la educación. Zara, los escaparates de Zara. Hay que tenerlo en cuenta, valorarlo. Es un fenómeno social que ha educado el gusto en España. Para mí me gusta lo simple, negro en invierno, blanco en verano, y de ahí no me sacas.
Algunas de sus amigas son las mujeres más elegantes del mundo...
Y no son sencillas precisamente.
Son mujeres con personalidad. Cristina Macaya, o Isabel Preysler, por ponerte un ejemplo, no aceptan muchos consejos, saben lo que quieren, son personalidades fuertes que es lo que a mí me gusta
. Además, su estilo no se puede enseñar, les nace de muy adentro. En este momento de incertidumbre, de sensaciones tan raras que estamos viviendo las personalidades fuertes dan confianza, ayudan a que nos mantengamos en pie.
A que sigamos adelante.
¿Volverá la locura de los ochenta, la luz tras la oscuridad?
Ojalá. Hay que salir del pesimismo.
El miedo paraliza, retrae
. He pasado por fases de miedo, pero tiro para adelante. Primero tenía 50 personas trabajando, después 40, ahora somos 20, pero seguimos avanzando, buscando nuevas fórmulas de venta.
Se habla mucho del trabajador y de lo duro que es perder el trabajo, pero pocos hablan del sufrimiento que sentimos los empresarios cuando tenemos que despedir a los que llevan con nosotros trabajando codo con codo toda la vida.
Pero es lo que hay, no podemos pararnos y ahora menos que nunca.
El español que puede tiene que seguir gastando y no hablar todo el resto de austeridad y no hablar de consumo.
Para que la máquina empiece a funcionar hay que consumir. Lo repito como un mantra.
No se dice y se tendría que decir.