Una cuidada selección y traducción de los versos de la poeta muestra su progresivo acercamiento a Paul Celan.
Su dificultad no estriba sólo en la imposibilidad de adecuar la expresión poética a la experiencia de Auschwitz, como sentenciaba Adorno, sino en la resistencia del poeta contra la culpa de haber sobrevivido, contra el silencio que impone el legado de los muertos
. Desde los años sesenta, esta resistencia y resurrección poética desde el dolor, a los que cada autor, cada autora, se enfrenta desde sus propias circunstancias y posibilidades, están indisolublemente asociados a los nombres de Paul Celan y de Nelly Sachs.
Entre estos dos polos generacionales y estéticos se halla justamente la obra poética de Rose Ausländer, nacida en 1901 en Czernowitz, emigrada a EE UU ya en los años veinte y fallecida en 1988 en Düsseldorf.
Con Sachs comparte la educación literaria rilkeana; al 20 años más joven Celan le une el origen de la multicultural Bukovina.
Y probablemente le deba la conciencia para la lucha por la expresión poética.
"Majestuosamente pobre / el léxico / en boca sangrante // A los caídos / los levantamos / los cubrimos / con el paño de lágrimas // nos rebelamos / contra los tiradores en el campo / por todoeluniverso // Patriambrientos // La muerte nuestra de cada día / la enterramos en la palabra / resurrección".
La poeta nació en 1901 en Czernowitz, emigró a EE UU en los años veinte y falleció en 1988 en Düsseldorf
. A partir de allí, los sonetos de los años treinta —incluidos en esta selección de poemas de diferentes épocas estupendamente traducida por Teresa y José Ruiz Rosas—, con la pomposa artificialidad de versos como "unges mi pesar de astrodiamantes", quedan a años luz.
La apuesta por la esencia de la palabra es tan radical como segura. "Escribe / tu propio mundo / hasta el final // antes que el final / te tache".
El poema se titula ‘El final’, y si bien la depuración extrema de estos poemas de los años sesenta y setenta apunta a trascendencia y penetración espiritual, a menudo se queda en lo evidente.
El prólogo de Helmut Braun apenas aporta nada al conocimiento de la obra de Ausländer, pues versa principalmente sobre su relación con la obra del tan admirado Paul Celan.
Mi aliento se llama ahora (y otros poemas).
Rose Ausländer. Selección y traducción del alemán de Teresa Ruiz Rosas y
José Ruiz Rosas. Prólogo de Helmut Braun. Igitur. Montblanc. Tarragona,
2014. 207 páginas. 17 euros