El ministro de Justicia renuncia también a su escaño en el Congreso y a sus cargos en el partido. "No soy la persona para poder llevar adelante con convicción la nueva regulación anunciada por el presidente".
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha dimitido sólo cuatro horas después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara la retirada de la reforma de la ley del aborto.
Gallardón comunicó la semana pasada al jefe del Ejecutivo su intención
de dejar el cargo al sentirse desautorizado en relación con un texto
legal que apadrinó con fervor.
Hoy, tras hablar de nuevo con Rajoy, lo confirmó en conferencia de prensa: "Yo no soy la persona para poder llevar adelante con convicción la nueva forma de regulación del aborto que ha sido anunciada por el presidente del Gobierno".
Gallardón abandona la política tras 30 años de actividad. En los próximos días renunciara a su escaño en el Congreso de los Diputados y a sus cargos en el Partido Popular.
Ruiz-Gallardón ha sido tajante al afirmar que no asumirá "ningún puesto de responsabilidad política, después de haber estado al frente de la Alcaldía, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Justicia". "Mi vida política la debo dar por agotada", ha remarcado.
El ministro ha resumido así el fracaso que le ha llevado a dimitir: “Yo asumí el compromiso de reformar la ley del aborto como consecuencia del encargo de responsabilidades que se hizo en el Gobierno a comienzos de legislatura
. Lo hice de acuerdo con lo que había sido la doctrina de nuestro partido y con el criterio establecido en el recurso de inconstitucionalidad de nuestro partido contra la Ley de 2010, y de acuerdo con el criterio del Constitucional que hasta tres veces distintas se ha pronunciado sobre el asunto.
El Gobierno ha tomado la decisión de no seguir adelante con este anteproyecto de ley.
No he tenido capacidad de convertir el anteproyecto aprobado en consejo de ministros en un proyecto y tramitarlo ante las Cortes tal y como era el compromiso que habíamos adquirido en el propio Gobierno”.
El ministro de Justicia defendió en su última comparecencia ante la prensa la reforma legal que elaboró y que Rajoy ha decidido retirar pese a ser un compromiso electoral del PP.
El anteproyecto de ley, aprobado por el Consejo de Ministros el 20 de diciembre de 2013, apostaba por la regulación más restrictiva de la democracia sobre la interrupción voluntaria del embarazo
. El texto elaborado por el Ministerio de Justicia recogía todos los principios que el Partido Popular defendió en el recurso de inconstitucionalidad presentado hace más de tres años contra la Ley de Plazos que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Pese a ello, el presidente Mariano Rajoy decidió retirar el anteproyecto en la fase final de su tramitación, lo que Ruiz-Gallardón interpretó como una desautorización mayor con la que no podía convivir más tiempo al frente del ministerio.
Gallardón trasladó hace unos días a Rajoy su intención de dimitir tras conocer que el texto que había preparado su departamento iba a ser retirado definitivamente
. El presidente intentó convencer al ministro de Justicia para que permaneciese en su puesto pero siempre bajo la premisa de que la reforma de la ley del aborto no saldría adelante, según indicaron a este periódico varias fuentes gubernamentales.
Esa situación abocaba al ministro de Justicia a ser, aún más, la diana perfecta de la oposición, que le castiga cada semana con preguntas sobre una reforma legal que ha sido desautorizada por el Gobierno al que pertenece.
El ministro, cuyo mandato ha estado salpicado por una fuerte contestación de distintos colectivos judiciales en relación con los proyectos de Ley que ha tramitado desde su departamento, optó por dejar el cargo cuando queda apenas un año para que acabe la legislatura.
Gallardón es el primer ministro que abandona por voluntad propia el gabinete de Mariano Rajoy.
Su paso por el Ministerio de Justicia apenas ha dejado leyes importantes. Todas las que anunció para "revolucionar y modernizar" la administración de Justicia, como la reforma del Código Penal; la Ley del Poder Judicial o la Ley de Enjuiciamiento Criminal, están empantanadas en el Congreso o no han logrado salir de su departamento pese a que fueron anunciadas hace mucho tiempo.
El ministro de Justicia ha amagado más de una vez con abandonar la política.
La última, cuando Mariano Rajoy le negó en 2008 su presencia en las listas electorales tras las quejas planteadas por la que entonces era presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre
. Al final, Gallardón se mantuvo como alcalde de Madrid, donde consiguió dos mayorías absolutas como al frente de la Comunidad de Madrid, y esperó a las próximas elecciones generales de 2011. Entonces Rajoy sí le llevó en su candidatura y, tras lograr la mayoría absoluta, le nombró ministro de Justicia.
En ese momento recibió un encargo envenenado: redactar el texto de la nueva Ley del Aborto, que podía haber recaído en el ministerio de Sanidad.
El PP había prometido en su programa electoral un cambio legislativo sobre el aborto con una frase tan ambigua que le permitía al Gobierno elaborar una ley muy restrictiva o tramitar una reforma mínima sin tocar lo sustancial de la norma vigente: "Cambiaremos el modelo de la actual regulación para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".
En sus declaraciones públicas, tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como la vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, sugirieron que la normativa que redactaría el Ministerio de Justicia se parecería mucho a la Ley de supuestos de 1985 que aprobó el Gobierno de Felipe González. Y así fue, aunque el anteproyecto aprobado por el Gobierno popular eliminaba uno de los tres supuestos -el de malformación- y endurecía los requisitos para la interrupción voluntaria del embarazo.
El principal y casi único defensor público del anteproyecto de ley fue Alberto Ruiz-Gallardón, que sometió a consultas el texto y asumió suavizar su contenido tras aceptar algunas de las sugerencias formuladas por el Consejo General del Poder Judicial y por el Consejo Fiscal
. Con esas mínimas correcciones, Ruiz-Gallardón elaboró un texto que recuperaba el supuesto de la malformación y anunció públicamente su intención de llevarlo al Congreso antes de que pasara el verano.
Pero el último consejo de ministros del pasado viernes le desmintió
. Y el presidente Rajoy le acabó de rematar cuando anunció cuatro días después que el texto quedaba definitivamente encerrado en un cajón.
Hoy, tras hablar de nuevo con Rajoy, lo confirmó en conferencia de prensa: "Yo no soy la persona para poder llevar adelante con convicción la nueva forma de regulación del aborto que ha sido anunciada por el presidente del Gobierno".
Gallardón abandona la política tras 30 años de actividad. En los próximos días renunciara a su escaño en el Congreso de los Diputados y a sus cargos en el Partido Popular.
Ruiz-Gallardón ha sido tajante al afirmar que no asumirá "ningún puesto de responsabilidad política, después de haber estado al frente de la Alcaldía, la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Justicia". "Mi vida política la debo dar por agotada", ha remarcado.
El ministro ha resumido así el fracaso que le ha llevado a dimitir: “Yo asumí el compromiso de reformar la ley del aborto como consecuencia del encargo de responsabilidades que se hizo en el Gobierno a comienzos de legislatura
. Lo hice de acuerdo con lo que había sido la doctrina de nuestro partido y con el criterio establecido en el recurso de inconstitucionalidad de nuestro partido contra la Ley de 2010, y de acuerdo con el criterio del Constitucional que hasta tres veces distintas se ha pronunciado sobre el asunto.
El Gobierno ha tomado la decisión de no seguir adelante con este anteproyecto de ley.
No he tenido capacidad de convertir el anteproyecto aprobado en consejo de ministros en un proyecto y tramitarlo ante las Cortes tal y como era el compromiso que habíamos adquirido en el propio Gobierno”.
El ministro de Justicia defendió en su última comparecencia ante la prensa la reforma legal que elaboró y que Rajoy ha decidido retirar pese a ser un compromiso electoral del PP.
El anteproyecto de ley, aprobado por el Consejo de Ministros el 20 de diciembre de 2013, apostaba por la regulación más restrictiva de la democracia sobre la interrupción voluntaria del embarazo
. El texto elaborado por el Ministerio de Justicia recogía todos los principios que el Partido Popular defendió en el recurso de inconstitucionalidad presentado hace más de tres años contra la Ley de Plazos que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Pese a ello, el presidente Mariano Rajoy decidió retirar el anteproyecto en la fase final de su tramitación, lo que Ruiz-Gallardón interpretó como una desautorización mayor con la que no podía convivir más tiempo al frente del ministerio.
Gallardón trasladó hace unos días a Rajoy su intención de dimitir tras conocer que el texto que había preparado su departamento iba a ser retirado definitivamente
. El presidente intentó convencer al ministro de Justicia para que permaneciese en su puesto pero siempre bajo la premisa de que la reforma de la ley del aborto no saldría adelante, según indicaron a este periódico varias fuentes gubernamentales.
Esa situación abocaba al ministro de Justicia a ser, aún más, la diana perfecta de la oposición, que le castiga cada semana con preguntas sobre una reforma legal que ha sido desautorizada por el Gobierno al que pertenece.
El ministro, cuyo mandato ha estado salpicado por una fuerte contestación de distintos colectivos judiciales en relación con los proyectos de Ley que ha tramitado desde su departamento, optó por dejar el cargo cuando queda apenas un año para que acabe la legislatura.
Gallardón es el primer ministro que abandona por voluntad propia el gabinete de Mariano Rajoy.
Su paso por el Ministerio de Justicia apenas ha dejado leyes importantes. Todas las que anunció para "revolucionar y modernizar" la administración de Justicia, como la reforma del Código Penal; la Ley del Poder Judicial o la Ley de Enjuiciamiento Criminal, están empantanadas en el Congreso o no han logrado salir de su departamento pese a que fueron anunciadas hace mucho tiempo.
El ministro de Justicia ha amagado más de una vez con abandonar la política.
La última, cuando Mariano Rajoy le negó en 2008 su presencia en las listas electorales tras las quejas planteadas por la que entonces era presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre
. Al final, Gallardón se mantuvo como alcalde de Madrid, donde consiguió dos mayorías absolutas como al frente de la Comunidad de Madrid, y esperó a las próximas elecciones generales de 2011. Entonces Rajoy sí le llevó en su candidatura y, tras lograr la mayoría absoluta, le nombró ministro de Justicia.
En ese momento recibió un encargo envenenado: redactar el texto de la nueva Ley del Aborto, que podía haber recaído en el ministerio de Sanidad.
El PP había prometido en su programa electoral un cambio legislativo sobre el aborto con una frase tan ambigua que le permitía al Gobierno elaborar una ley muy restrictiva o tramitar una reforma mínima sin tocar lo sustancial de la norma vigente: "Cambiaremos el modelo de la actual regulación para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".
En sus declaraciones públicas, tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como la vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, sugirieron que la normativa que redactaría el Ministerio de Justicia se parecería mucho a la Ley de supuestos de 1985 que aprobó el Gobierno de Felipe González. Y así fue, aunque el anteproyecto aprobado por el Gobierno popular eliminaba uno de los tres supuestos -el de malformación- y endurecía los requisitos para la interrupción voluntaria del embarazo.
El principal y casi único defensor público del anteproyecto de ley fue Alberto Ruiz-Gallardón, que sometió a consultas el texto y asumió suavizar su contenido tras aceptar algunas de las sugerencias formuladas por el Consejo General del Poder Judicial y por el Consejo Fiscal
. Con esas mínimas correcciones, Ruiz-Gallardón elaboró un texto que recuperaba el supuesto de la malformación y anunció públicamente su intención de llevarlo al Congreso antes de que pasara el verano.
Pero el último consejo de ministros del pasado viernes le desmintió
. Y el presidente Rajoy le acabó de rematar cuando anunció cuatro días después que el texto quedaba definitivamente encerrado en un cajón.