Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

6 sept 2014

Concha Velasco: “No quiero ser nunca más la protagonista”................................................................... Mábel Galaz


La actriz Concha Velasco. / ÁLVARO GARCÍA

Acaba de bajar el telón a una dura etapa vital de cuatro largos meses, esos en los que ha tenido que luchar contra un linfoma que la noqueó y le ha dejado tocada
. Ahora ya recuperada, aunque no tanto como le gustaría, Concha Velasco se dispone a reaparecer renovada y llena de buenos propósitos sobre todo en lo que se refiere a su vida personal.
 “No quiero ser más la protagonista. Ese papel solo lo dejo para mi trabajo.
En mi casa, con mi familia, solo quiero ser una secundaria”, proclama.
 Y es que ella, como todos los que han pasado por un proceso como el suyo, está llena de buenos propósitos y también de miedos.
 “He vivido mucho profesionalmente, pero personalmente muy poco.
Me queda tanto por hacer y tengo tan poco tiempo”.
Concha Velasco llega a la cita apresurada.
 Es la primera vez que se sienta para hablar despacio de este tiempo de ausencia de la vida pública. Viene de resolver papeleos con su hijo Manuel.
 Su enfermedad le ha llevado a conocer un mundo que no había frecuentado
. Visitas a las oficinas de la Seguridad Social para solicitar su baja por enfermedad, tiempo de espera en las consultas de un hospital, conversaciones con gente que como ella ha tenido un susto de salud... La actriz, que ha vivido 60 años subida a un escenario, convive ahora con su otro yo, el de una mujer que en noviembre cumplirá 75 años
. “He recibido una lección de vida y estoy tratando de ajustar las cosas”.
Ha adelgazado 11 kilos, pero tiene buen aspecto
. Lleva la cara lavada. Solo se ha hecho la raya de los ojos y se ha vuelto a pintar los labios.
 No ha perdido la coquetería, ni tan siquiera cuando estuvo postrada en la cama del hospital llena de tubos.
Siempre acudía al rescate su peluquera para ponerla a punto
. Porque aunque Concha temía que iba a perder su pelo lo ha mantenido, “me han dado pastillitas, no la quimio tradicional”.
 Eso sí, se ha cambiado el tono a uno más oscuro. Siempre ha cuidado su imagen, pero ahora más. Otra cosa es lo que ha sucedido en la intimidad de su hogar en ese tiempo de oscuridad.
 “Me resistía a aceptar lo que me estaba pasando. No quise ver las señales de alarma que daba mi cuerpo y cuando los médicos me dieron la noticia me hundí.
Fue un palo terrible. Me convertí en una persona dependiente y me vine abajo, yo que siempre he ido de autosuficiente por la vida.
Tuve ataques de ira, de llanto... No he sido una buena enferma”.
Concha Velasco suma un centenar de películas en su carrera profesional, pero muchas de ellas no las ha visto.
“Nunca lo hago, ¿para qué? Soy disciplinada. Si un director me dice que la toma está bien, para mí es suficiente.
 Pero cuando enfermé me recluí en casa y no se me ocurrió otra cosa que ponerme a ver mis trabajos. Era como si quisiese autoafirmarme, negar lo que me estaba pasando”.
La actriz Concha Velasco, acompañada por el actor Juan Echanove, recibe un homenaje en el Festival de Mérida el pasado mes de agosto. / Jero Morales (efe)
Desde hace años, Concha convive con dos personalidades que se entremezclan.
 La mujer fuerte e independiente que es actriz y la temerosa y sufridora que es madre y fue esposa.
 Su enfermedad ha revuelto todo aún más.
 Los médicos le han recomendado que vaya a un psicólogo como parte del tratamiento de alguien que ha tenido una dura enfermedad.
 Pero ella, que ha sobrevivido a un matrimonio complicado, a una separación también complicada y se enfrenta a un futuro incierto, no está segura de necesitarlo.
 Porque la que un día fue la muchachita de Valladolid que llegó a Madrid para comerse el mundo cree que puede con todo o ¿esta vez no?
“Tengo que cambiar, aceptar que necesito a la gente, que no puedo con todo yo sola...”.
Sus hijos la convencieron de que dejara de ver sus trabajos en la pantalla, y entonces encendió la televisión. “He descubierto esas tertulias políticas. Qué horror. Esa gente que habla de que el pasado fue mejor.
¿No se acuerdan de lo que vivimos en la posguerra, en los años sesenta.
 No soporto esa cultura del y tú más”. Así que también acabó apagando la televisión. “Soy católica y socialista, y lo seré siempre, pero no volveré a hacer campaña política por nadie
. Creo que ahora les toca a otros.
 En eso tampoco quiero ser ya más protagonista.
 Y no es porque no crea en los valores del socialismo.
Yo me hice socialista con 40 años y sabía que lo hacía”.
Como todos los de su profesión es muy crítica con la política cultural del Gobierno de Rajoy. “Ese 21% nos está haciendo polvo.
 Pero no somos los únicos que estamos sufriendo. La gente lo está pasando muy mal.
 Así que ya vale de vivir en el victimismo y de quejarse”.
Concha cuenta que ahora que ha tenido que vender su coche y la plaza de garaje, se desplaza mucho en taxi, habla con los conductores. “Hay mucha gente que nos tiene manía a los actores porque solo pensamos en nuestros problemas y no vemos lo que pasa en la calle.
Muchos de esos han decidido no ir al teatro o al cine a ver nuestros trabajos”.

Regreso a Mérida

Para Concha Velasco  volver al Festival de Mérida fue algo parecido a recibir el alta médica. Sus compañeros de profesión reconocieron su trabajo a lo largo de 60 años de profesión en un emocionado homenaje. Fue el pasado día 28 de agosto. En ese mismo escenario, un año antes, comenzó a sentir los primeros síntomas de la enfermedad. Interpretaba entonces a una Hécuba dirigida por José Carlos Plaza.
 Reconocida por muchos, la actriz vallisoletana confiesa sentir el olvido de algunos directores que la ignoran por haber sido aquella chica yeyé o aquella chica de la Cruz Roja.
Ella, en cambio, ha colocado ya el cartel de “no hay billetes”
. Hoy vuelve a su trabajo en Cine de barrio en Televisión Española y el día 26 estrena una obra de teatro en Zaragoza.
Bajo la dirección de José Carlos Plaza está ensayando Olivia y Eugenio. El destino ha querido que su regreso sea para interpretar a una mujer que recibe la noticia de que sufre un cáncer terminal.
“El texto me llegó antes de mi enfermedad. Cuando lo leí no tuve los sentimientos que ahora me despierta.
 Pero estoy trabajando con José Carlos Plaza para que no me afecte”. La actriz comparte escenario con dos jóvenes de 30 años con síndrome de Down que el director descubrió en un centro especializado
. En el escenario interpretando a Olivia, la actriz rememora su pasado y hace un ajuste de cuentas con su marido, con sus amistades y afronta la ruina en la que vive a la vez que se plantea si merece la pena que ella y su hijo Eugenio sigan viviendo o acabar con todo.
 “Cuando digo mi diálogo hay tantas cosas que me recuerdan a mi vida”, dice sonriendo, “pero mis hijos no quieren que hable ya de esas cosas.
Muchas de ellas tienen que ver con un señor que ya está muerto”.
Concha no toma ya pastillas, ni una aspirina. Su hígado está resentido del duro tratamiento. Los médicos le han impuesto unas normas de alimentación. Durante la conversación solo da unos sorbos a un vaso de agua del tiempo. También le han puesto condiciones para volver a trabajar.
Solo puede hacer una función al día y nada de compaginar una serie de televisión con el teatr
o. Ahora tan solo le permiten hacer Cine de barrio y una sesión teatral.
“Eso significa también menos dinero, pero lo voy a hacer.
 Seré obediente”, dice resignada.
 A Concha el dinero le preocupa porque lo necesita. “La gente se cree que soy rica..., pero sí, yo lo perdí todo y todavía debo mucho.
 Cada mes tengo que pagar un dineral de una deuda heredada del pasado”. Pero no se queja.
Vivió en La Moraleja en un espléndido chalé que tuvo que vender acechada por las deudas.
 Ahora es feliz en un piso en Sanchinarro, un nuevo barrio al norte de Madrid en el que tiene por vecino a su hermano Manuel y a su hijo Paco.
 Es lo que le queda tras 60 años de profesión.
 Eso y 1.195,20 euros de pensión, y muestra el papel que lo acredita. “Tengo que seguir trabajando, pero no tengo mucho tiempo porque ya soy una señora mayor”, reflexiona. También quiere vivir.
 “He ido de escenario en escenario y me he perdido muchas cosas. Vivo en Madrid hace mucho, pero no conozco la ciudad.
 Por ejemplo, al Museo del Prado he ido a ver algún cuadro puntual por trabajo, pero nunca lo he disfrutado
. Tengo tanto por hacer”.

5 sept 2014

Howard Hawks habla de Lauren Bacall

El 16 de septiembre la actriz habría cumplido 90 años.

Ese día TCM quiere recordar a este mito, que falleció el 12 de agosto.

 


El próximo 16 de septiembre Lauren Bacall habría cumplido 90 años.
 Ese día TCM quiere recordar a esta mítica actriz, fallecida el pasado 12 de agosto, emitiendo algunas de sus mejores películas, aquellas que la convirtieron en un verdadero icono del cine clásico como Tener y no tener, La senda tenebrosa, El sueño eterno o Cayo Largo.
  Fue el director Howard Hawks quien descubrió a Lauren Bacall gracias a una fotografía que apareció en la portada de la revista Harper's Bazar en 1941. Por entonces Bacall tenía tan solo 17 años, trabajaba como modelo, estudiaba Arte Dramático y había hechos pequeños papeles en el teatro
. El realizador quedó inmediatamente fascinado por su extraña y desconcertante belleza y pidió a su secretaria que le hiciera un detallado informe de esa joven promesa.
 Se cuenta que cuando Hawks la vio en persona le decepcionó su tono de voz, bastante ronco y nasal, y le ordenó que todos los días, durante meses, leyera en voz alta a las afueras de la ciudad para pulir sus cuerdas vocales.
Apenas dos años después, le ofreció el papel protagonista en Tener y no tener al lado del gran Humphrey Bogart
. Se dice que la nueva actriz estaba tan nerviosa que durante los primeros días hundía la barbilla en el pecho mientras miraba de reojo a su compañero de reparto. El efecto era devastador.
 La química entre los dos funcionó de inmediato y Hawks supo que tenía entre manos un diamante en bruto.
 “Había una actriz nueva con una manera peculiar de decir su texto”, recordaba el director. “Tenía un toque de descaro que no molestaba a nadie”.
La película fue un gran éxito y Hawks decidió reunir de nuevo a la pareja en El sueño eterno, basada en la novela de Raymond Chandler
. Por entonces Bogart y Bacall ya se habían casado y, a pesar de la diferencia de edad, ella tenía 21 años y él 45, formaron una de las parejas más famosas del Hollywood de la época
. Juntos se enfrentaron al Comité de Actividades Antinorteamericanas que investigaba la supuesta infiltración comunista en el mundo del cine; tuvieron dos hijos y permanecieron unidos hasta que Bogart falleció en 1957 víctima de un cáncer.
Tras la muerte de su marido, Lauren Bacall siguió rodando películas aunque poco a poco fue espaciando más y más sus intervenciones cinematográficas.
 Se casó nuevamente con el actor Jason Robards, del que se divorció en 1968
. Dejó definitivamente Hollywood y se trasladó a su Nueva York natal.
 Vivía en el famoso edificio Dakota, el mismo a cuyas puertas fue asesinado John Lennon o donde se rodaron los exteriores de La semilla del diablo, el film de Roman Polanski.
 El pasado 12 de agosto un derrame cerebral acababa con la vida de esta gran leyenda del cine a la que es imposible olvidar.
 Su delgada figura permanecerá imborrable en la memoria de todos los buenos aficionados al cine gracias a escenas como aquella de Tener y no tener cuando, de pie, al lado de la puerta, le decía al bueno de Bogart: “Steve, no tienes que decir nada y no tienes que hacer nada. Nada en absoluto o, tal vez, solo silbar. ¿Sabes cómo hacerlo verdad? Tienes que juntar los labios y soplar. ¿Quién sabe? Quizá 70 años después de rodar esa secuencia Bogart ha silbado desde el cielo.

Poeta y profeta, un intelectual completo.................................................................J.uan Arias

Es difícil saber si Pier Paolo Pasolini fue mejor cineasta que poeta o semiótico.
O también analista y profeta político y social.
 Fue sin duda un intelectual que anticipó la violencia de los suburbios obreros que hacían de corona de espinas a la Roma eterna, la de los papas y de las intrigas de palacio
. Fue él quien denunció el abandono por parte de su partido, el PCI, de aquel proletariado que sufría abandonado en la periferia, lejos de las luces de la ciudad.
Y fue aquella violencia, junto con el poco amor que le dispensaba el poder, la que acabó con su vida, cerca de la playa de Ostia, en circunstancias dolorosas, algunas de ellas sumidas aún en el misterio.
Una vez me confió: “Pensar que moriré sin conocer el alma de la mujer”
Conocí a Pasolini, cuando aún no había rodado El Evangelio según San Mateo, que nació de un congreso celebrado en La Cittadella de Asís sobre literatura.
 En aquella ocasión uno de los participantes habló de “Jesús, escritor”. y Pasolini se quedó perplejo: “¡Pero si Jesús nunca escribió nada!”.
Cuando le contaron la historia de la escena bíblica de la mujer sorprendida en adulterio en la que ante la presencia de los acusadores, Jesús escribió unas palabras con el dedo sobre el polvo de las losas del templo, Pasolini la vió con ojos de cineasta.
 Se exaltó y decidió empezar a leer los evangelios.
El poeta y profeta Pasolini era un intelectual completo, de una inteligencia aguda y privilegiada.
 Un conversador que cautivaba. Cuando se sentaba a almorzar en el comedor de algún congreso, corrían a su mesa sobretodo las mujeres fascinadas con su dulzura e inteligencia.
 Una vez me confió: “Y pensar que me moriré sin conocer el alma de la mujer”.
Era un ateo —o agnóstico— con una carga tal de curiosidad por todo, que no tenía prejuicios contra el fenómeno religioso
. Inconformista, crítico siempre de la situación política, acabó siendo expulsado del Partido Comunista Italiano (PCI) por haber defendido, contra las ideas de sus compañeros de ideología, a los policías contra los universitarios.
Lo hizo publicando un poema en el diario Corriere della Sera después de una batalla que tuvo lugar en Roma, en Via Giulia, entre estudiantes universitarios y policías
. Decenas de agentes acabaron hospitalizados. El cineasta salió en defensa de los policias
. Decía en su poema que ellos eran los hijos de los campesinos pobres del sur del país, sin estudios y obligados a trabajar desde muy jóvenes.
 Al contrario que los universitarios, hijos de la burguesía que habían tenido el privilegio de poder estudiar.
Aquel poema fue una bomba política contra la izquierda comunista.
 Fue un aldabonazo profético que, según no pocos analistas de la época, pudo haber sido la causa última de su muerte prematura, más que sus problemas homosexuales.
Lo cierto es que el partido lo abandonó a su suerte y no se preocupó demasiado de profundizar sobre las circunstancias de su asesinato.
Fue una de esas figuras capaces de revolucionar la política, la cultura y la conciencia de un país. Junto con Pasolini, otros personajes de aquella época como Leonardo Sciascia, o Federico Fellini, fueron los artífices indiscutibles de lo que fue considerado como un segundo renacimiento cultural. Curiosamente, a los tres, diferentes en tantas cosas, les unía una misma pasión por la cultura, pero por una cultura no abstracta, académica, sino también política: capaz de influir en la vida social.
Todos ellos acabaron siendo, por ello, una especie de conciencia crítica de aquella sociedad rica y poliédrica que ellos vivieron y fecundaron.



La OMS advierte de que una persona se suicida en el mundo cada 40 segundos......................................... Raquel Vidales


Fármacos para un suicidio asistido en una clínica de Zúrich (Suiza).

Cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo. Eso supone unas 800.000 al año y una media de 11,4 por cada 100.000 habitantes.
 Y se calcula que por cada adulto que consuma un suicidio, otros 20 lo intentan
. La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó este jueves un detallado estudio —el primero que analiza este asunto de forma global con datos de 172 países entre 2000 y 2012— y lanzó una advertencia:
 “Este informe es una llamada a la acción para hacer frente a un gran problema de salud pública que ha sido envuelto en un tabú durante demasiado tiempo
. El estigma impide a muchos ciudadanos pedir ayuda y, cuando lo hacen, muchos no la encuentran en los sistemas de salud.
 Sin embargo, los suicidios son prevenibles ”, explicó Margaret Chan, directora general de la organización.
La investigación revela grandes diferencias entre países no solo por razones culturales, sino también por cuestiones como la educación o el acceso a la sanidad.
 Las tasas más altas se registran en Guyana, las dos Coreas, este de África, India, Japón y Rusia, con valores de hasta 44 suicidios por 100.000 habitantes, mientras que las más bajas se encuentran en el norte de África, Arabia Saudí, Indonesia y México, con tasas por debajo de 5. España queda fuera de este último grupo solo por una décima, con una tasa de 5,1.
Pero hay características comunes en todo el planeta
. Por ejemplo, los hombres se suicidan más que las mujeres, aunque ellas lo intentan más.
 Las tasas son también más altas en los mayores de 70 años, y en algunos países también entre jóvenes y adolescentes.
 La OMS advierte, de hecho, que esta es la segunda causa principal de muerte en el grupo de 15 a 29 años en todo el mundo.
La ingestión de plaguicidas, el ahorcamiento y las armas de fuego son los medios más utilizados.
Fuente: OMS
Solo 28 países tienen planes coordinados para reducir estas tasas.
 El informe detalla varios ejemplos para demostrar que las estrategias de prevención funcionan, como la que se puso en marcha en Japón gracias a una ley aprobada en 2006 que implicó a varios ministerios y que pretendía poner freno a la escalada que había empezado a finales del siglo XX.
 Tres años después el número de sucidios empezó a bajar después de una década de alzas, aunque todavía tiene una de las tasas más altas del mundo, con 18,5 por cada 100.000 habitantes. Chile, Suiza y Escocia son los otros tres países que destaca la OMS como modelo.
 “Sabemos ya lo que funciona. Ahora es el momento de actuar”, explica Shekhar Saxena, director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS.

800.000 muertes

  • En 2012 se registraron en el mundo 804.000 muertes por suicidio, lo que supone una tasa global de 11,4 por 100.000 habitantes.
  •  La proporción de hombres es mayor que la de las mujeres, con una tasa de 15 frente a 8. También se suicidan más los mayores de 70 años y es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.
  • Los países de altos ingresos tienen una tasa ligeramente más alta (12,7) que los de bajos y medianos ingresos (11,2). 
  • Pero dado que la población es mucho más alta en el segundo grupo, el 75% de las muertes por suicidio se registraron en estos países.
  • Los países que registran mayores tasas son Guyana (44,2), Corea del Norte (38,5) y Corea del Sur (38,5). España está por debajo de la media mundial con una proporción de 5,1.
España no está entre los 28 países que señala el informe. “A nivel nacional solo hay un plan enfocado a presos
. El resto son iniciativas parciales de comunidades autónomas o municipios o intervenciones muy parciales en terrenos muy concretos, especialmente sanitarios
. Pero los planes parciales no bastan, hace falta una actuación coordinada en muchos ámbitos”, asegura Jose Luis Ayuso Mateos, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Centro Colaborador de la OMS para Docencia e Investigación en Servicios de Salud Mental. “Por ejemplo, debe proporcionarse formación a las personas de los servicios sociales que están en contacto continuo con los mayores de 65 años, que es uno de los grupos más vulnerables, para que puedan identificar el riesgo.
 También habría que trabajar con profesores y maestros, médicos de atención primaria o cualquier profesionales que traten cotidianamente con personas en riesgo”, añade el experto.
Los datos recogidos por la OMS contradicen, por otra parte, la idea de que la tasa de suicidios ha aumentado por la crisis económica
. En concreto, en España bajó un 20,3% en el periodo 2000-2012. Y los intentos tampoco aumentaron, según un reciente estudio del Centro Colaborador de la OMS que compara datos de 2001-2002 con 2011-2012. “Hay oscilaciones leves, algunos años sube la tasa, pero lo importante es la tendencia
. Y la tendencia en España es decreciente gracias, sobre todo, a que cada vez hay más acceso a los servicios de salud mental y la población está más sensibilizada y dispuesta a pedir ayuda ante una depresión”, apunta Ayuso Mateos. Aunque advierte:
 “El hecho de que haya bajado no significa que los problemas económicos no sean un factor de suicidio, especialmente en personas vulnerables con enfermedades mentales.
 Y eso también debe vigilarse”.
La OMS también recomienda a los países que reduzcan en lo posible el acceso a los medios más utilizados por los suicidas, como las armas de fuego.
 Por ejemplo, en Estados Unidos la mayoría se consuman de este modo. Y en los países más ricos, además, donde a menudo se usan pastillas, la organización aconseja ajustar las dosis en las recetas, sobre todo de los psicofármacos.