El sacerdote infectado de ébola está “estable” y sin hemorragias.
Estas hemorragias pueden ser interiores y exteriores, entonces la Muerte llega y si son contagiados con la sangre también, no sé que dirá la Iglesia porque el Papa Francisco esta mudo, sobre Palestina y sobre el virus del ëbola.
Una larga caravana de 15 vehículos salía este jueves a las nueve de
la mañana de la base aérea de Torrejón de Ardoz.
Durante media hora el tráfico fue más lento en la autovía de Barcelona en dirección al hospital Carlos III de Madrid. En mitad de la caravana de seguridad, y escoltados por policías nacionales y locales y por guardias civiles, viajaban el padre Miguel Pajares, de 75 años, y la religiosa Juliana Bohi.
Iban en dos ambulancias aisladas del Summa (el servicio de emergencias médicas de la Comunidad de Madrid) conducidas por dos chóferes enfundados en monos blancos y mascarillas que le cubrían toda la cabeza. Los dos españoles habían aterrizado a las 8.10 en suelo español procedentes de Monrovia (Liberia).
El sacerdote de la Orden de San Juan de Dios es el primer europeo infectado con el virus del Ébola que es trasladado al continente tras el brote de una epidemia que arrancó en marzo y que ya se ha cobrado la vida de casi un millar de personas.
Miguel Pajares se encuentra "en una situación clínica estable" y Juliana Bohi presenta "un buen estado general", según ha recalcado Rafael Santamaría, gerente del complejo hospitalario La Paz-Carlos III de Madrid, durante una rueda de prensa, tras la llegada a España de ambos religiosos. No tiene hemorragias, un buen síntoma porque los sangrados son signos de que el pronóstico ha empeorado.
Es el primer informe de estado de los pacientes, que han sido examinados por primera vez después de aterrizar en la base militar de Torrejón de Ardoz, provenientes de Liberia.
Pajares se encuentra "un poco desorientado" y febril.
Llegó sondado: "Para que la orina se recoja en una bolsa y nadie la tenga que tocar".
El sacerdote respira solo, no necesita soporte asistencial, y está consciente, según Antonio Alemany, director general de Atención Primaria, que asegura que el hospital de La Paz (del que depende el Carlos III) está "en condiciones de atender este paciente en cualquiera de las situaciones a lo largo de su enfermedad".
Las gestiones de la orden religiosa con el Gobierno de España (en un dispositivo en el que han participado los ministerios de Sanidad, Defensa y Exteriores) han hecho posible este traslado del sacerdote de La Iglesuela (Toledo), que se contagió tras cuidar y alimentar al director del hospital de Monrovia, el camerunés Patrick Nshamdze, que el sábado murió de ébola
. El Gobierno ha asumido de momento los costes del traslado, cuya cantidad no ha especificado, que recaerán (no se sabe si en parte o en su totalidad) sobre la ONG.
Para recogerlos viajó un Airbus 310 militar con equipamiento médico que se trasladó a Liberia la tarde del miércoles y despegó de allí a las 2.30 de la madrugada del jueves, después de que personal del Ejército español les trasladara desde el hospital al aeropuerto.
Según las explicaciones facilitadas por el Ministerio de Sanidad, Pajares y Bohi han volado en camillas de seguridad con presión negativa (para que no circule el aire en el exterior) y con profesionales equipados con monos de seguridad y gafas.
Había tres espacios diferentes en el avión: uno para la tripulación, otro para el equipo médico y un tercero para el sacerdote y la religiosa.
Tras el aterrizaje, responsables del servicio de Sanidad Exterior, dependiente del Ministerio de Sanidad, se han quedado en el aeropuerto militar para "verificar" que los residuos y el material a desechar fueran tratados "de manera adecuada", según Mercedes Vinuesa, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. "Tenemos el informe que confirma que todo el proceso se ha llevado adecuadamente", ha dicho la responsable del ministerio.
En Monrovia, el equipo español del traslado se cruzó con responsables del centro de control y prevención de enfermedades de Atlanta, responsables del traslado y cuidado de los dos pacientes estadounidenses afectados, y con personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La directora general de Salud Pública asegura que el personal español fue felicitado "por las capacidades y el dispositivo del Ministerio de Defensa".
Estados Unidos ha probado un suero experimental en sus dos compatriotas infectados que, de momento, España no prevé solicitar para el sacerdote porque no existen "evidencias científicas" de su éxito, según Antonio Alemany.
"Si el suero es efectivo, desde el Gobierno de España se pondrán en contacto para poder usar ese tratamiento", ha dicho.
Al sacerdote y la monja, además de atenderlos un equipo compuesto por internistas y especialistas en medicina tropical, también los asistirán cuatro enfermeras y cuatro auxiliares por turno; según ha informado Santamaría.
La Comunidad de Madrid ha afirmado que cuenta con un protocolo especial para este tipo de emergencias, cuya última revisión corresponde al 4 de julio de 2014. Las habitaciones del Carlos III donde ya descansan y están aislados, según el responsable regional, están habilitadas para funcionar como Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) si empeorarán
. A partir de este jueves, el hospital de La Paz ofrecerá diariamente un parte de su estado.
Según Vinuesa, han recibido solicitudes de información de otros países, como Francia, interesados en conocer los pormenores del traslado porque "probablemente están en situaciones similares".
No se prevén de momento otras repatriaciones ni se han reforzado los controles en los accesos a España, a la espera de lo que dictamine la OMS sobre este asunto.
Por su parte, el consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, ha llamado a la tranquilidad a la población. "Es un virus mortal, pero de bajo contagio salvo que se tenga contacto directo con fluido o secreciones.
Sin ese contacto no existe ningún riesgo de contagio", ha dicho, antes de asegurado que la decisión de llevarlo al Hospital Carlos III se adoptó para evitar "alarma social", ya que el de La Paz es un centro mucho más transitado, tanto por pacientes como por sus familiares.
Durante media hora el tráfico fue más lento en la autovía de Barcelona en dirección al hospital Carlos III de Madrid. En mitad de la caravana de seguridad, y escoltados por policías nacionales y locales y por guardias civiles, viajaban el padre Miguel Pajares, de 75 años, y la religiosa Juliana Bohi.
Iban en dos ambulancias aisladas del Summa (el servicio de emergencias médicas de la Comunidad de Madrid) conducidas por dos chóferes enfundados en monos blancos y mascarillas que le cubrían toda la cabeza. Los dos españoles habían aterrizado a las 8.10 en suelo español procedentes de Monrovia (Liberia).
El sacerdote de la Orden de San Juan de Dios es el primer europeo infectado con el virus del Ébola que es trasladado al continente tras el brote de una epidemia que arrancó en marzo y que ya se ha cobrado la vida de casi un millar de personas.
Miguel Pajares se encuentra "en una situación clínica estable" y Juliana Bohi presenta "un buen estado general", según ha recalcado Rafael Santamaría, gerente del complejo hospitalario La Paz-Carlos III de Madrid, durante una rueda de prensa, tras la llegada a España de ambos religiosos. No tiene hemorragias, un buen síntoma porque los sangrados son signos de que el pronóstico ha empeorado.
Es el primer informe de estado de los pacientes, que han sido examinados por primera vez después de aterrizar en la base militar de Torrejón de Ardoz, provenientes de Liberia.
Pajares se encuentra "un poco desorientado" y febril.
Llegó sondado: "Para que la orina se recoja en una bolsa y nadie la tenga que tocar".
El sacerdote respira solo, no necesita soporte asistencial, y está consciente, según Antonio Alemany, director general de Atención Primaria, que asegura que el hospital de La Paz (del que depende el Carlos III) está "en condiciones de atender este paciente en cualquiera de las situaciones a lo largo de su enfermedad".
Las gestiones de la orden religiosa con el Gobierno de España (en un dispositivo en el que han participado los ministerios de Sanidad, Defensa y Exteriores) han hecho posible este traslado del sacerdote de La Iglesuela (Toledo), que se contagió tras cuidar y alimentar al director del hospital de Monrovia, el camerunés Patrick Nshamdze, que el sábado murió de ébola
. El Gobierno ha asumido de momento los costes del traslado, cuya cantidad no ha especificado, que recaerán (no se sabe si en parte o en su totalidad) sobre la ONG.
Para recogerlos viajó un Airbus 310 militar con equipamiento médico que se trasladó a Liberia la tarde del miércoles y despegó de allí a las 2.30 de la madrugada del jueves, después de que personal del Ejército español les trasladara desde el hospital al aeropuerto.
Según las explicaciones facilitadas por el Ministerio de Sanidad, Pajares y Bohi han volado en camillas de seguridad con presión negativa (para que no circule el aire en el exterior) y con profesionales equipados con monos de seguridad y gafas.
Había tres espacios diferentes en el avión: uno para la tripulación, otro para el equipo médico y un tercero para el sacerdote y la religiosa.
Tras el aterrizaje, responsables del servicio de Sanidad Exterior, dependiente del Ministerio de Sanidad, se han quedado en el aeropuerto militar para "verificar" que los residuos y el material a desechar fueran tratados "de manera adecuada", según Mercedes Vinuesa, directora general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. "Tenemos el informe que confirma que todo el proceso se ha llevado adecuadamente", ha dicho la responsable del ministerio.
En Monrovia, el equipo español del traslado se cruzó con responsables del centro de control y prevención de enfermedades de Atlanta, responsables del traslado y cuidado de los dos pacientes estadounidenses afectados, y con personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La directora general de Salud Pública asegura que el personal español fue felicitado "por las capacidades y el dispositivo del Ministerio de Defensa".
Estados Unidos ha probado un suero experimental en sus dos compatriotas infectados que, de momento, España no prevé solicitar para el sacerdote porque no existen "evidencias científicas" de su éxito, según Antonio Alemany.
"Si el suero es efectivo, desde el Gobierno de España se pondrán en contacto para poder usar ese tratamiento", ha dicho.
Al sacerdote y la monja, además de atenderlos un equipo compuesto por internistas y especialistas en medicina tropical, también los asistirán cuatro enfermeras y cuatro auxiliares por turno; según ha informado Santamaría.
La Comunidad de Madrid ha afirmado que cuenta con un protocolo especial para este tipo de emergencias, cuya última revisión corresponde al 4 de julio de 2014. Las habitaciones del Carlos III donde ya descansan y están aislados, según el responsable regional, están habilitadas para funcionar como Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) si empeorarán
. A partir de este jueves, el hospital de La Paz ofrecerá diariamente un parte de su estado.
Otros países piden información
Como se trata del primer infectado por ébola que entra en Europa tras el nuevo brote, el Gobierno español ha notificado oficialmente la repatriación tanto a la Organización Mundial de la Salud como a la Unión Europea.Según Vinuesa, han recibido solicitudes de información de otros países, como Francia, interesados en conocer los pormenores del traslado porque "probablemente están en situaciones similares".
No se prevén de momento otras repatriaciones ni se han reforzado los controles en los accesos a España, a la espera de lo que dictamine la OMS sobre este asunto.
Por su parte, el consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, ha llamado a la tranquilidad a la población. "Es un virus mortal, pero de bajo contagio salvo que se tenga contacto directo con fluido o secreciones.
Sin ese contacto no existe ningún riesgo de contagio", ha dicho, antes de asegurado que la decisión de llevarlo al Hospital Carlos III se adoptó para evitar "alarma social", ya que el de La Paz es un centro mucho más transitado, tanto por pacientes como por sus familiares.