Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

2 ago 2014

La última folclórica

Isabel Pantoja celebra hoy su 58 cumpleaños y busca sobre los escenarios tomar distancia de sus disgustos personales.

Isabel Pantoja en una gala en el Palau de las Arts de Valencia. / GETTY IMAGES

Isabel Pantoja cumple hoy 58 años y lo celebrará rodeada por sus fans en Cantora, la finca gaditana que heredó de Paquirri.
 La mayoría de los miembros de su Club Oficial de Madrid han desembolsado 250 euros para costearse el viaje, el hotel y parte del regalo que le entregarán cuando la tonadillera les abra la puerta de su casa, dispuesta a brindar, cantar y bailar con ellos durante un buen rato.
 Todo ocurrirá en medio de una pausa en su gira veraniega con la que está recorriendo España, quizá empeñada en volver a ser noticia por su trabajo y no por sus escándalos personales, pues no ha podido dejar de ser la asidua protagonista de las revistas manoseadas en peluquerías, supermercados y hogares a media mañana.
 Y, sin embargo, la última folclórica llega a la madurez plena en medio de las secuelas de su imputación en el Caso Malaya y los constantes disgustos que no dejan de darle sus hijos (bien rentabilizados en los platós de la tele y en las revistas).
A primera hora del 8 de noviembre de 2013, día en que su hija conocida popularmente como Chabelita cumplió 18 años, la intérprete de Marinero de luces emitió un comunicado para anunciar que la joven estaba embarazada como “fruto de una relación estable y duradera de amor”. También pidió respeto para su intimidad y la del resto de su familia y lamentó tener que leer y escuchar comentarios sobre su hija, convertida en “objeto de explícita burla y mal intencionado cotilleo”.
Cuatro meses después, el 7 de marzo de este año, Chabelita dio a luz a un niño de casi tres kilos de peso en Málaga y la cantante que empezó a conquistar al público a principios de los setenta en El Corral de la Morería, junto al Viaducto de Madrid, se ufanaba de ser abuela por segunda vez.
 El acontecimiento pareció devolverle la sonrisa en medio de la incertidumbre por no saber si sus abogados lograrían recurrir la sentencia de dos años de cárcel y una multa de más de un millón de euros por blanqueo de capitales que la Audiencia de Málaga le había impuesto un año antes cuando, al salir de los juzgados, se desvaneció ante una muchedumbre que en el pasado le aplaudía sin miramientos y ahora le gritaba "choriza" y la tiraba del pelo.
Pero la alegría le duraría poco. Chabelita y su novio Alberto Isla no tardaron en alquilar una casa en Sanlúcar de Barrameda, cuya puerta estaba cerrada para Isabel Pantoja. “No entiendo por qué no puedo ver a mi nieto”, dijo entre sollozos en El Programa de Ana Rosa (Telecinco), mientras Chabelita iba al cirujano para aumentarse los pechos y gastaba en la milla de oro de Madrid los ingresos que le brindaban sus primeras exclusivas a la prensa del corazón.
 Insinuó que el cambio de actitud de su hija había sido propiciado por Alberto Isla, que la tenía “envuelta en una ficción”, y dijo estar muy apenada también por su madre, doña Ana Martín, de 83 años (es decir, su sombra, para quien lo primero siempre ha sido “la carrera de la niña”), pues la situación la tenía muy afectada y “con las pestañas blancas de tanto llorar”.
Con la llegada de la Semana Santa todo pareció calmarse
. La viuda de un torero y exnovia de un político corrupto logró juntar a toda la familia en un balcón del centro de Sevilla donde, con lágrimas en los ojos, presenciaron el paso de la Virgen de la Esperanza de Triana y del Cristo de las Tres Caídas
. Dos meses después, quién sabe si por esta manifestación de fe, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia de la Audiencia de Málaga pero, al ser una persona sin antecedentes penales y haber recibido una condena que no supera los 24 meses, se libró de entrar en la cárcel.
 Atrás quedó el calvario de sentarse en el banquillo de los acusados ante las cámaras de la televisión, los días enteros avergonzada y deprimida, encerrada en su finca, probando apenas unos batidos nutricionales.
 Entonces supo que tenía que levantarse y volver a ponerse la bata de cola porque, en la dialéctica cañí, el siniestro total no está contemplado.
Pero, si como decía Lola Flores, “cuando los hijos crecen no sirven más que pa matarnos a disgustos”, Kiko, el DJ, y Chabelita, la joven madre, no dejan de aquejar a Isabel Pantoja aireando por separado sus intimidades.
 Uno siendo objeto de un documental (con análisis tertuliano incluido) sobre sus intenciones de convertirse en cantante y otra rompiendo su relación sentimental viciada de origen.
 Dicen ahora, además, que el hombre que fuera el capataz de Cantora “tiene ganas de hablar” acerca de lo que vio y oyó mientras permaneció en la finca y que, tal vez en otoño, algún medio lo convenza con una buena cantidad de dinero.
Así que hay culebrón para rato porque, como dicen los periodistas Sol Alonso y Fernando Martín, biógrafos de La Pantoja (Temas de Hoy), “este país parece tener una especial querencia por el morbo. Lo disfruta, lo saborea y le encanta, como suelen decir esos anuncios de comida para perros.
 Incluso tiene una desarrollada capacidad para ofrecerlo en una vertiente artística de indudable aceptación y carga mucho más light: el humor negro.
 Sin embargo, pueden oírse las voces de ‘españoles de pro’ que quieren negar esta característica, desde nuestro particular punto de vista, evidente como la luz solar”.
Mientras tanto, la artista que ha convertido su propia vida en una copla; la aristócrata del pueblo que en 1983 provocó que hubiera gente dispuesta a dormir en la explanada de una iglesia de Sevilla, sin importarle los sudores de abril, con tal de coger sitio para no perderse la gran boda de la tonadillera y el torero ante Jesús del Gran Poder; la otrora “viuda de España” que “hasta fregaría suelos” para pagar un monumento a “El”, su Paquirri, el mismo no le negaba “ni la luna”; ella, la última folclórica, tantea con una gira de conciertos por toda la península la respuesta que podría recibir cuando lance su nuevo disco (Hasta que se apague el sol), que grabó gracias su compadre Juan Gabriel, el mexicano que en 1988 le compuso Así fue y en 2011 No me parezco a nadie, tema en el que no se cansa de alardear (por si a alguien le queda alguna duda):
“Soy Isabel Pantoja y hago lo que se me antoja”.

 

Dulces noches, años ochenta........................................................ Manuel Vicent

Carmen Maura era un detonante en medio de aquel mundo de drogas, sexo y amas de casa histéricas, materia primigenia en la creación de Almodóvar.

 

La actriz Carmen Maura, retrada por Jordí Socías.

Cuando los huesos de Franco bajaron a la tumba Carmen Maura era todavía una galerista de arte, que exponía a pintores jóvenes muy formales, y Pedro Almodóvar era un administrativo de la compañía Telefónica, que jugaba con una cámara súper 8 y que, en vez de inmortalizar las bodas y bautizos de sus familiares en Calzada de Calatrava, niños saludando desde el columpio o las idas y venidas de un perro trayendo la pelota al amo, trataba de recomponer en el celuloide el rompecabezas de aquellas tribus urbanas, criaturas descoyuntadas de la modernidad, que poblaban las noches de Madrid poseídas por el dios Calimocho.
Carmen Maura regía la galería de arte Da Vinci, situada en la trasera del Café Gijón, y en ese tiempo era una joven dulce y embarazada, de maneras educadas, cuyos bisabuelos ya se duchaban todos los días.
 Su apellido te llevaba al político monárquico conservador Antonio Maura, del que era sobrina nieta. Se notaba a la legua que de niña le habían enseñado a sentarse con las piernas muy juntas, a hacer algún postre y a utilizar la pala del pescado; por su parte había aprendido a distinguir las distintas etapas de la pintura de Tàpies.
 Pero se ve que se aburría
. Tanto orden, tantas tardes de domingo matrimoniales acaban convirtiendo el bostezo en un explosivo.
 Un día aquella muchacha modosa desapareció del mundo del arte y de forma inesperada emergió en medio de una tribu urbana enloquecida, que tenía su reino en Rockola y en la discoteca Sol de la calle Jardines.
En 1980 Almodóvar rodó su primera película, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, en la que Carmen Maura, que había contribuido a encontrar a un productor, se convirtió en una de las protagonistas.
Desde entonces, esta excelente actriz, pese a sus múltiples registros, su extensa filmografía y sus premios internacionales, ya no pudo librarse de estar por siempre atada a Pedro Almodóvar, el amo de llaves de aquella estética alegre y disparatada de los años ochenta.
 Aun en las etapas en que por achares de celos estuvieron distanciados les ligaba un lazo maldito.
 Era la mezcla perfecta: una aristócrata desclasada y un ácrata dinamitero.
Los huesos del dictador produjeron un fuego fatuo.
 De él se prendió la mecha que produjo la detonación libertaria
. Una nube de libélulas con pendientes de plumas de pato en las orejas y la cresta verde en el cráneo rapado llenó la noche.
La década prodigiosa fue inaugurada por un abad disfrazado de político socialista llamado Tierno Galván.
Si Dios no existe, todo está permitido, dijo Dostoievski; si Franco ha muerto, ahora mismo me pongo a bailar en Rockola con una bata guateada y unos rulos para lamerme los traumas, dijo Almodóvar. Solo le faltaba encontrar una musa que diera sentido a todo aquel disparate y estuviera como él dispuesta a ponerse el mundo por montera.
 La encontró en el dulce rostro de Carmen Maura lleno de ingenuos mohines y en el papel de Pepi ella desarrolló su talento todavía en agraz ante las cámaras de Almodóvar, que tampoco sabía entonces donde colocarlas. Carmen Maura era un detonante en medio de aquel mundo de drogas, sexo, tamaños de pene y amas de casa histéricas, materia primigenia en la creación de Almodóvar.
Carmen Maura, una mujer al borde del ataque de nervios, se abrió camino hacia las esferas entre travestis, suicidas, terroristas, abuelas en parente y la serpiente del paraíso
Mientras los fachas iban con cadenas y bates de béisbol imponiendo su verdad por las calles de Madrid y el golpe de Tejero aun estaba caliente, en 1983 Carmen Maura apareció en la película Entre tinieblas, en el papel de sor Perdida, del convento de Redentoras Humilladas, junto a sor Estiércol y sor Rata de Callejón, entregadas a redimir chicas descarriadas
. Eran monjas de clausura que después de orinar de pie sobre las coles de la huerta del convento se metían un pico pensando en el centurión que traspasó con una lanza el costado del Nazareno.
La cuestión era echar a la basura todo el surrealismo católico de Buñuel para sustituirlo por una burla desvergonzada de la Iglesia; recrear un mundo de sofás de escay donde unas mujeres en zapatillas con una borla de lana rosa en el empeine soñaban con ser cajeras de supermercado; secuencias con colores agrios, un kitsch descalabrado de fotos de los abuelos encima del televisor.
 En los años ochenta había salas de fiestas para matrimonios gastados donde un gorila copulaba con una rubia de botella mientras la esposa medio dormida, junto al marido inflamado, daba cabezadas ante una fanta de limón
. Se llamó la movida al ir venir de estas colmenas de abejas doradas por abrevaderos y plazoletas iniciáticas y aunque había otras chicas del montón Carmen Maura era el rostro que navegaba en aquella palangana del inconsciente colectivo, nena, tú vales mucho, de aquel famoso programa de televisión donde ella, cándida e ingenua, decía cosas cínicas llenas de dinamita
. Carmen Maura, una mujer al borde del ataque de nervios, se abrió camino hacia las esferas entre travestis, suicidas, terroristas, abuelas subidas en parapente y la serpiente del paraíso que ofrecía manzanas rayadas en los lavabos del Cock. Dulces noches de los años ochenta.

Internet, el cupido rentable........................................................ Susana BláZquez

Los portales de búsqueda de pareja son un pingüe negocio de cifras millonarias.

Justine Beckett (Getty)

Las agencias matrimoniales se han transformado en modernas webs con millones de contactos que suponen un potencial de negocio que no acaba de tocar techo.
 Buscar pareja en Internet se llama online dating, y es un mercado tan grande como opaco, con cifras sesgadas para no informar a la competencia.
Ningún organismo público o asociación sistematiza los datos de los cientos de webs de parejas que hay por todo el mundo con múltiples ofertas.
 Junto a los supermercados generalistas como Meetic o eDarling, hay exclusivas boutiques para buscar maridos millonarios a hijas de buena familia, sitios para afroamericanos, webs para homosexuales o portales para casados infieles.
Casi el 5% de los norteamericanos que se casan cada año se conocieron en portales de online dating, hacen parejas más estables.
 "Estas webs son casi inmunes a la recesión", asegura Lluís Carreras, CEO y cofundador de Mobifriends
. Aunque la publicidad alimenta los sitios web gratuitos, el grueso son portales de citas que viven de los servicios premium de pago, aunque utilizan el gratis como gancho para realizar la inscripción y el examen de personalidad.
 Es la fórmula utilizada por Parship, una distinguida web alemana con portales en 15 países europeos que promete un 38% de éxito
. Unos 23.000 nuevos miembros se apuntan cada semana para optar a la cuota de felicidad basada en un algoritmo de 136 reglas, resultado de 40 años de investigación. "Parship abrió sus puertas online el día de San Valentín de 2001 en Alemania, y hoy tenemos 11 millones de usuarios en todo el mundo. Ofrecemos servicios con diferentes precios por países, en España están a partir de 14,99 euros", cuenta la portavoz de la empresa.
La mala prensa de las agencias matrimoniales y la competencia de las redes sociales han unido sus fuerzas contra el crecimiento del negocio del online dating.
 A pesar de que el mercado estadounidense tiene casi 20 años, solo mueve 931 millones de dólares anuales, según cifras de julio de 2014 recabadas por Statistic Brain Research Institute. IAC es el líder del mercado por sus siete marcas de citas online que forman parte del conglomerado de 20 empresas con 150 marcas y productos en medios de comunicación e Internet implantados en más de 30 países.

Un mundo de portales de citas

Hombres y mujeres se igualan en número en el online dating, y la mayoría, sin importar el sexo, son solteros.
Su perfil es el de un universitario (lo son más de la mitad) con un poder adquisitivo medio-alto, y de 28 a 55 años.
Son tímidos, carecen de tiempo y quieren saber con quién hablan.
 Las webs más sofisticadas realizan exámenes de personalidad, dan consejos y tutelan las relaciones.
  • eHarmony tiene 33 millones de usuarios en 150 países de los cinco continentes, y suma 15.000 personas cada día. Nació en EE UU en 2000, es su mayor mercado con casi la mitad de sus clientes y 542 matrimonios diarios.
  • PeopleMedia es la de mayor segmentación. Tiene 24 comunidades especializadas de asiáticos, negros, católicos, chinos, demócratas, divorciados, latinos, republicanos o seniors. Se inscriben 20.000 personas al día, y recibe cinco millones de visitantes únicos al mes. Es del grupo IAC.
  • Three Day Rule es una exclusiva web personalizada estadounidense, con un equipo de casamenteros que estudia personalmente a los aspirantes, de alta posición social. Cobra decenas de miles de dólares anuales.
  • Badoo, creada en 2006, es una desenfadada red social para ligar dirigida a jóvenes, tiene 217 millones de usuarios en 190 países y en 46 lenguas.
  • Twoo es para conocer gente próxima a los 60 millones de usuarios. Está en más de 200 países y 38 idiomas. Es de IAC.
  • Okcupid es una web neoyorquina gratuita de IAC para jóvenes. Tiene siete millones de usuarios y publica el blog OkTrends, con un millón de lectores mensuales.
IAC cotiza en el Nasdaq, vale 5.500 millones de dólares y facturó 3.000 millones de dólares en 2013. El grupo soporta el negocio del dating de Estados Unidos en Match.com, donde lidera el mercado, y el europeo en Meetic. Match llega a 25 países de cinco continentes en ocho lenguas.
 En EE UU tiene 2,3 millones de clientes de pago (en 2010 pagaban 35 dólares mensuales), y en 2013 facturó 700 millones de dólares.
Diez millones de personas han hecho su examen de personalidad chemistry.com. Meetic está disponible en 13 idiomas para 16 países, cada semana suma 175.000 clientes, y está cotizada en la Bolsa de París con un valor superior a 438 millones de euros. En 2013 facturó 172,2 millones de euros, con un beneficio bruto de 115 millones de euros.
España es uno de los mejores mercados de Meetic, ha superado los nueve millones de usuarios en 11 años gracias a campañas publicitarias, y recibe más de 20.000 registros semanales.
 "España es un mercado muy activo, realizamos 42 parejas diarias.
Además, es la puerta de entrada de webs anglosajonas hacia Latinoamérica, es un mercado muy competitivo en el que estamos todos los líderes, y que se ha resistido a muchas start-ups nacionales", cuenta José Ruano, director general de Meetic para España y Portugal.
No es fácil partir de cero.
La web española Mobifriends nació en 2008 para encontrar parejas y amigos en Internet y en los móviles, es gratuita, y tiene 850.000 usuarios en España y Latinoamérica. "Hemos invertido 130.000 euros, y haremos una ampliación de capital para empezar a ser rentables, las mayores webs de parejas empezaron con inversiones de millones de euros. Movemos algo de publicidad y vamos a cobrar servicios extra", explica Lluís Carreras, que cada día recibe más noticias de matrimonios.
El gigante europeo eDarling también está en España, tiene 1,5 millones de clientes tras tres años y cobra 50 euros mensuales de tarifa básica.
 "Comprobamos los datos de los clientes, y tenemos unos exámenes de personalidad muy contrastados", cuenta Andrés Ortín, gestor de la marca para España, Chile y México de eDarling. La empresa nació de eHarmony, líder estadounidense, y se independizó en 2009 gracias a la entrada de inversores profesionales que pagaron 27 millones de euros por el 30% de las acciones.
Está en 27 países, y en 2013 alcanzó el umbral de rentabilidad con 50 millones de euros de ingresos. "Somos un equipo de 300 personas de más de 30 países que atendemos todo el mundo desde las oficinas de Alemania, es más eficiente", explica Andrés Ortín. ¿La historia más rara?
"Una chica en Panamá que conoció a un chico en México a través de nuestra web española.
 Ahora se mudan para casarse".
El mercado de citas a través del móvil está despegando con fuerza, las webs están sacando aplicaciones móviles, y han surgido negocios que solo están en aplicaciones (apps) para móviles.
 Es el caso de Tinder, la marca del Grupo IAC para el móvil que tiene aplicaciones para Android —incluso en los nuevos relojes móvil— y para iPhone.
 Nació en 2012, y en sus aplicaciones se realizan más de 10 millones de contactos al día. Compartir fotos y poder quedar con la persona que la vota es el éxito de Tinder, una de las empresas emergentes y aplicaciones de mayor crecimiento de la historia.