Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

27 jul 2014

Si sólo vivieran los vivos.................................................................... Javier Marías

Hay parques de atracciones cuyos túneles del terror han caído en picado porque pocos conocen sus figuras y no dan miedo.

La cosa empezó hace veinte o más años, y no ha hecho sino ir en ­aumento.
 Mi hermano Fernando, catedrático de Historia del Arte, me contaba ya entonces que no era raro que estudiantes suyos –universitarios especializados, ojo– describieran una Pietà como “mujer llorando la muerte de un hombre”, o una pintura del juicio de Salomón como “dos mujeres disputándose un crío en presencia de un rey” (lo de “rey” lo deducían por el trono) o, según el momento de la escena representado, como “tirano amenazando a un niño con una espada ante la ­desesperación de su madre y otra”. El colmo se produjo cuando un Cristo crucificado le fue descrito como “hombre casi desnudo sobre una cruz”.
 Sí, hace ya tiempo que demasiada gente ha dejado de conocer las referencias bíblicas, y está incapacitada por tanto para interpretar los temas de buena parte de la historia de la pintura y la escultura
. Pero claro, no es sólo cuestión religiosa: también han desaparecido del saber común o elemental (de lo que se llamaba “cultura general” hace no mucho) la mitología griega, y la historia de Roma, y la medieval, y hasta la napoleónica.
 Probablemente habrá ya numerosos individuos que, ante un retrato ecuestre de Bonaparte, digan que se trata de “imagen de jinete antiguo con sombrero raro”.
Que se tenga cierta noción sobre algunos hechos del pasado, o episodios del Antiguo Testamento, depende cada vez más de que surjan una película, una novela o un cómic populares que se ocupen de ellos o los “rescaten”.
 Puede que este año, tras la película Noé, con Russell Crowe, haya jóvenes que, ante un lienzo sobre el asunto, ya no digan “parejas de animales entrando en un barco, en época remota”, sino “el Arca de Noé”.
 Si bien, merced a los incontables traductores que ignoran que los nombres clásicos poseen su forma y su tradición en cada lengua, haya quien crea que “Noah” es alguien distinto de Noé, “Tiberius” otro que Tiberio, o “John Calvin” un americano que en nada se corresponde con el reformista francés del XVI Calvino, que dio nombre al calvinismo.
 Claro que tampoco son tantos los que han oído hablar de esto último.
El problema es que todo lo habido sea inmediatamente relegado al olvido
Pero no nos limitemos a la religión y la historia.
 Hace asimismo décadas, Chávarri y Díaz Yanes, que han dado cursos de cine, me contaban que para sus alumnos ese arte se iniciaba con El Padrino (1972). Dichosos aquellos tiempos.
 Lo último que me dijeron es que los de hoy ya desconocen Pulp Fiction (1994), o en el mejor de los casos les parece una antigualla.
De una película en blanco y negro, por supuesto, consideran que nada pueden aprender, es la prehistoria, así se trate de Ciudadano Kane, Extraños en un tren, La fiera de mi niña o Anatomía de un asesinato
 . Pero ni siquiera el cine o el cómic recientes ayudan mucho al resto de saberes: he leído que numerosos turistas que se caen por las Termópilas en algún viaje por Grecia, se asombran al “descubrir” que era más o menos verdad lo que se relataba en 300, la exitosa película adaptada de la novela gráfica de Frank Miller.
 “Anda, si resulta que existió el tal Leónidas de Esparta”, exclaman, y se dan codazos; “y Jerjes, el vicioso persa”, al que los traductores cenutrios han convertido en “Xerxes”, siguiendo el inglés e ignorando los siglos.
 A la inversa, no son escasos los lectores de El código Da Vinci y demás charlatanadas que creen a pie juntillas los disparates ficticios que hay en ellas y los toman por incontrovertibles lecciones de historia.
Lo último de que me entero es de que hasta la cultura popular (la que más se ha transmitido siempre) empieza a desconocerse.
 Hay parques de atracciones cuyos túneles del terror han caído en picado porque pocos saben quiénes son demasiadas de sus figuras, y por tanto no dan ningún miedo.
 Aparece Drácula y la gente no tiene ni idea de quién se trata, o algunos lo confunden con Batman, por la capa, y se preguntan qué hace el héroe de Gotham en el túnel de los sustos
. La niña de El exorcista deja fríos a los visitantes porque jamás han oído hablar de ella; y hasta Freddy Krueger con sus dedos que rajan, nacido en 1984 y de largas secuelas.
 Los responsables de las atracciones van a jubilar a unos cuantos y a actualizar el elenco.
Y eso que de Drácula hubo una versión de Coppola en 1992, que volvió a ponerlo de moda. El problema no es que el mundo cambie a cada vez mayor velocidad, sino que todo lo habido sea inmediatamente relegado al absoluto olvido. Hay una fecha de caducidad cada vez más corta para cuanto sabemos y hacemos. Lo que hoy es “tendencia” será probablemente ignorado dentro de cinco, diez años con suerte.
 La acumulación se ha barrido, y la conservación no digamos.
 Eso me lleva a recordar una frase de Gabriel Marcel que le oí o leí a mi padre:
“S’il n’y avait que les vivants, la terre serait inhabitable”, o “Si no hubiera más que los vivos, la tierra sería inhabitable”.
 No sé el contexto, pero no me hace falta para entenderla.
 Y sin embargo es a eso a lo que vamos y se procura ir: a que no quede rastro de lo que una vez sucedió o se supo, ni de los muertos, del confortable pasado que nos alivia a veces y nos ayuda a sostenernos, y nos enseña que hubo tiempos, si no mejores por fuerza, sí distintos de los nuestros, y que podrían volver por tanto.
 Acaso tiempos más inteligentes o más libres, más cuerdos o menos mediocres.
 Hoy parece que la intención sea borrar cuanto nos precede, a velocidad de vértigo.

 Que en la tierra no vivan más que los vivos, y sólo si son muy recientes.
elpaissemanal@elpais.es

 

El último día de Asunta........................................................ Lorena Bustabad

El juez reconstruye las horas finales de la niña y sitúa a sus padres en todas las escenas.

Los padres de Asunta, durante el registro de su casa. / óscar corral

La asfixia por sofocación, con un objeto blando, “no se produjo de forma rápida y constante, sino con interrupciones”
. El juez que ha investigado el asesinato de Asunta, la niña de 12 años cuyo cadáver fue hallado en septiembre pasado en una pista forestal cercana a Santiago, sabe que la cría se resistió por determinadas hemorragias leves en los pulmones y el aparato digestivo que se hallaron durante la autopsia
. José Antonio Vázquez Taín, en el auto con el que se despide del caso y abre juicio oral, cree que los asesinos no pudieron acabar con ella de un tirón porque Asunta, drogada con una sobredosis de Orfidal que le fue suministrado poco a poco, desde la comida, luchó semiinconsciente contra las intenciones de sus verdugos.
 Y esto a pesar de que uno de ellos, que llevaba guantes de látex, la ató previamente de pies y manos. Los únicos imputados que irán a juicio por este asesinato son sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, y el instructor los sitúa a ambos, juntos, en todos los escenarios del crimen.
La mano del asesino que ató a Asunta logró efectivamente no dejar ni rastro de su ADN sobre los nudos, pero falló al escoger el cordel de la misma bobina que guardaban en el chalé de Teo (a seis kilómetros de Santiago), para dominar las matas de flores, los jardineros que daban un repaso a la finca de los abuelos dos veces al año.
 Los cabos hallados junto al cadáver, en la pista forestal donde fue abandonado en torno a las nueve de la tarde del 21 de septiembre, resultaron tener la misma “composición química y tintado” naranja que el descubierto por un guardia civil en la papelera de mimbre de la habitación que había sido de la madre, Rosario Porto, en su infancia y que después fue ocupada por Asunta.
 La dramática lucha por vivir de esa hija ejemplar que se convirtió en un estorbo para sus desquiciados padres se produjo entre las 18.33 y las 20.53 horas, momentos exactos de la desconexión y nueva conexión de la alarma en el chalé de la familia en Teo. “Lo más probable”, comenta el juez Taín, “es que la muerte se produjera en torno a las 19 horas”.
El juez instructor cree que fue el padre de la menor, Alfonso Basterra, quien se encargó de atarla teniendo cuidado de enfundarse los guantes.
 En la habitación había también otro par, supuestamente para otro de los asesinos, pero esos aparecieron precintados.
Nadie los usó. Además, la Guardia Civil encontró la funda de dos mascarillas desechables 3M. Un indicio que apunta a la participación de dos personas en el asesinato.
Una cámara de una sucursal bancaria captó la última imagen de Asunta antes de morir.
Aunque hay otro más que el juez señala con insistencia: “Dos agentes [de la policía científica] que recorrieron toda la casa de rodillas no detectaron que la menor fuese arrastrada, luego alguien debió de ayudar a Rosario a mover el cadáver”
. Ella, la madre, no había tenido cuidado alguno en ponerse los guantes, comenta el juez Taín, porque su ADN todavía fresco, junto al de su hija, estaba en un par de pañuelos hallados junto al cabo de cuerda.
 Esa papelera es, en realidad, el punto de partida de toda la investigación.
Después de comer todos juntos en el piso del padre en Santiago aquellos champiñones en los que, supuestamente, se le empezaron a suministrar las pastillas machacadas de Orfidal, la niña regresó a la cercana vivienda que compartía con la madre y más tarde, a las 18.18 horas, fue vista con Basterra esperando a Porto en las inmediaciones del garaje donde ella guardaba el Mercedes.
 En las cámaras de seguridad no se ve al padre, tampoco en la que recoge la instantánea de la madre y su niña a bordo del coche verde, enfilando la salida hacia Teo. Taín cree que Basterra se ocultaba en el ángulo muerto del asiento de atrás.
Si fuese así, apoyaría los pies en una de las dos alfombrillas traseras que, presuntamente luego, tras la matanza, alguien hizo desaparecer para eliminar las manchas.
Se sabe, por ese tramo intermedio que no alcanzan a cubrir las alfombrillas, que Asunta vomitó y orinó una vez muerta, “por la lógica relajación de los esfínteres”, cuando fue trasladada a lo largo de cuatro kilómetros, oculta en el hueco entre las plazas, hasta el camino de tierra donde se halló su cuerpo.

“Sin duda, alguien quiso asesinarla el 5 de julio”

La intrahistoria que subyace bajo este crimen es tan retorcida que supera los giros argumentales de cualquier folletín y conjuga, supuestamente, las pasiones más bajas de una pareja rota desde primeros de 2013 pero unida por su mutua dependencia y una hija común que les molestaba a ambos.
 Es la hipótesis que sostiene el juez: el asesinato de Asunta fue un siniestro cóctel de intereses pecuniarios, despecho, celos, chantaje doméstico, “dominación psicológica y maltrato físico esporádico” de Basterra hacia Porto.
Hay, además, según los investigadores, visos de perversión sexual. Basterra habría tratado de borrar archivos comprometedores de su portátil, que apareció, sorpresivamente, en el tercer registro de su piso.
 Este hecho prueba la complicidad de un tercero (porque los dos imputados están en prisión) cuya identidad ha quedado desdibujada.
La muerte de Asunta resulta de un plan “premeditado y gradual” ideado por sus padres de adopción, dice el juez, que ensayaron el crimen al menos en una ocasión anterior, o en dos. Taín habla de una noche de julio y un día de septiembre en el que Asunta faltó a clase y Basterra estuvo “aireando armarios” en el chalé de Teo, justo en la misma semana en la que finalmente lograron matarla.
“No es posible dudar de que en la madrugada del 5 de julio alguien intentó asesinarla”, sentencia el instructor en el auto.
 Se refiere al descabellado episodio que luego la madre achacó a un supuesto intruso que se coló en su piso para atacarlas.
El crimen de la hija compartida, la niña que aparecía en clase de música con apariencia de estar drogada, hubiera sido “imposible sin la participación o el consentimiento de ambos imputados”, concluye el juez Taín
. A la madre, “sumisa” y “siempre subyugada a Alfonso”, la muerte de la cría le despejaba el camino a una vida más despreocupada con su amante.
 Para el padre, “dominante” y “humillado” por la infidelidad, la desaparición de Asunta suponía la llave del chantaje para que su exmujer “le asegurase el sustento económico del que carece”, resume el magistrado acotando el posible móvil.
Porto y Basterra, divorciados pero unidos, aprovecharon el verano para acostumbrarse a vivir sin su hija.
 Según el testimonio de la madrina —que la cuidaba en Vilagarcía porque estaba “tirada, sin que nadie le hiciera caso”—, los padres, ambos en paro, pasaron casi mes y medio sin ir a verla
. El juez asegura que Asunta “pasaba días, e incluso noches, sola”.

 

26 jul 2014

Cara a y cara b.................................................................. Boris Izaguirre

Si Miami fue el paraíso para latinoamericanos en décadas anteriores, hoy Madrid empieza a competir con la capital de Florida, incluso a superarla.

Alejandro Fernández, en el Teatro Real de Madrid. / CARLOS ROSILLO

Parece consolidarse una tendencia: ¿es Madrid la nueva Miami? Si la capital de Florida fue el paraíso en la tierra para latinoamericanos en décadas anteriores, hoy a Madrid empiezan a roncarle los motores, como dicen los venezolanos de algo que compite y la mayoría de las veces supera y gana.
¿Qué puede gustarle tanto a los latinoamericanos de la capital de España?
“Que lo entienden todo y no tienen que pedir que se lo repitan otra vez”, apunta un asesor encargado de velar por las finanzas de muchos latinos recién llegados.
“Y que comprarse un piso en Madrid tiene ahora más caché y mejor precio. Está considerada la mejor lavadora del momento”, subraya.
Comprarse un piso en Madrid tiene ahora más caché y mejor precio
La tendencia empezó a ganar fuerza en la gala benéfica de Eva Longoria en Marbella, donde las mayores pujas no las hicieron los rusos, sino unos sonrientes empresarios mexicanos que gastaron 60.000 por vivir una “experiencia” con Eva Longoria y su actual novio, el presidente de Televisa, la poderosa cadena de televisión azteca.
 Al día siguiente la señorita Pitti lo recordaba en el coche que nos llevaba de vuelta al AVE.
 El chófer no pudo evitar intervenir: “Definitivamente vivimos en mundos distintos”, empezó creando silencio en el automóvil. “Estoy en paro desde hace dos años, acepté esta oferta para ver si me salía algo como chófer. Mi esposa enfermó y cuando regresó de su baja, la empresa le dio el finiquito. Escucharlos hablar de beneficencia y experiencias por 60.000 euros, es otro mundo”, nos dijo, aparcándonos aún más en el mutismo.
Mi marido, contagiado por el espíritu filantrópico, recabó una propina generosa entre el pasaje.
 Aun así nos quedamos con el mal cuerpo que la realidad te deja cuando canta.
En el concierto de Alejandro Fernández en el Teatro Real de Madrid fue otra experiencia con un poquito de lo mismo.
 Convocatoria estelar para reencender el idilio entre España y México.
 Mientras se ofrecían cava, vino y tequila en el restaurante del teatro, alguien dejó caer la bomba que esa noche sería la última del lujoso local.
“Estamos trabajando aquí por ultima vez, señor”, me confirmó uno de los camareros, sorteando entre canapés, estrellas del ¡Hola! y de O. T. Al parecer el restaurante llevaba meses semivacío.
“Los únicos que venían eran tres o cuatro políticos, porque al no haber otros clientes, nadie se enteraba. En lo que salga el último de ustedes”, alcanzó a decirme, “lo recogemos todo”. Fin de una era.
Unos sonrientes empresarios mexicanos gastaron 60.000 euros por vivir una “experiencia” con Eva Longoria
Cada fiesta a tiene una cara b. Cara y cruz.
Para refrendar el empuje de los latinoamericanos solventes en nuestro país se promociona estratégicamente el tequila como el nuevo gin-tonic. En la fiesta posconcierto, ofrecían no solo mariachis, sino también el licor mexicano.
Una experta en las relaciones públicas confesó que el drama del tequila es que uno te sienta bien, el segundo te hace volar y el tercero no te devuelve bien a ninguna parte.
 Pero el mensaje quedó claro: los mexicanos arropan con su comida y música todo lo que se mueva. “En eso saben más que nosotros”, decía la experta. “¿Te imaginas si lleváramos jamón con nuestro cine?”.
Dulce y millonaria fue la llegada de James Rodríguez al Real Madrid, retransmitida en directo por la televisión nacional de Colombia.
 Curiosamente el mismo día que se celebraban 45 años de la llegada del hombre a la Luna. Colombia y Perú fueron los grandes virreinatos, a su manera los primeros satélites.
 Hoy son los hijos los que reactivan todo en la madre patria. El fútbol, la inmobiliaria y el amor. “El varón colombiano está por descubrir”, me comenta una lengua que sabe mucho de caballeros latinoamericanos, “calientes y canallas cuando te enamoran. Fríos y distantes cuando te castigan”. Rodríguez está casado, pero seguro que fuera del campo aparece alguien dispuesto a enseñarnos su cara a y su cara b.
Si Hillary es la cara a, Monica indudablemente es la cara b
La cara de Monica Lewinsky está de repente en todas partes. ¿Estará relacionado con el inminente anuncio de que Hillary Clinton será candidata a la presidencia de Estados Unidos?
 Si Hillary es la cara a, Monica indudablemente es la cara b. Monica, que se hizo célebre por haber practicado sexo oral con Bill Clinton en el Despacho Oval, expresó recientemente que las feministas no hicieron nada por defenderla, más bien la humillaron repitiendo los chistes que hacían burlas de su físico y de su situación
. Monica también recordó a Hillary que salvó su matrimonio a costa de convertirla a ella en una muñeca rota.
“Nunca me ha tratado como una mujer”. Monica plantea que si Clinton mintió al país acerca de ella, Hillary se miente a sí misma negándola, evitando cualquier pregunta sobre ella en las entrevistas. Atención, Hillary: Monica es la más peligrosa de las mujeres marcadas de la Casa Blanca.
 Es una mancha. Su sonrisa aviva el recuerdo de dulces momentos pasados en el despacho presidencial y del vestido azul que no envió a la tintorería porque tenía un ADN imborrable en su manga
. Estos largos años de silencio, esperando su turno para levantar esa bandera, ese vestido, en la primera campaña presidencial de una mujer en Estados Unidos podrían convertirla en el principal obstáculo de Hillary para ser presidenta.
 Una guerra de mujeres originada por el deseo de un hombre.
Todo tiene cara a y cara b.

 

Letizia, reina en campaña..........imitando en el vestir a Rania de Jordania, porque

Ella solo sabe vestirse para salir al cine, a cenar y música, y de dia va como esas chicas novias de futbolistas o cantantes con mucho dinero, eso si, luego dicen que compran en Zara y como Zara lo imita todo las tontitas y nuevas ricas se lo creen...

La reina Letizia se deja fotografiar en las calles de Oviedo durante una visita oficial. / EFE

Letizia reina no es la misma que Letizia princesa.
  Han pasado 38 días desde que se produjo el relevo en la Corona española y la percepción que hay de ella ha cambiado. Lo admiten en el palacio de La Zarzuela, pero de momento no hay una encuesta que lo avale. En la última que se realizó, para valorar el nivel de aceptación de los miembros de la familia real, la entonces princesa de Asturias fue quien peor nota sacó. “Solo se puede hablar de percepciones”, dicen desde la Casa del Rey.
“Pero parece que las cosas de momento van bien y que el trabajo de los nuevos Reyes está siendo bien recibido”, añaden sin querer entrar a valorar ni a explicar si hay un plan establecido para mejorar la imagen de la nueva reina.
En Zarzuela, recuerdan, nunca se trabaja a “impulsos”, se piensa a largo plazo. Personas del círculo de colaboradores de doña Letizia creen que la aparente transformación que ha experimentado Letizia Ortiz se debe a que hasta ahora su papel era de secundaria, pero ahora que ha alcanzado un papel protagonista será “ella misma”.
 “Nunca había sido reina hasta ahora. Es su momento”.
A pie de calle lo que más sorprende de la nueva reina de España es su talante, que ha recuperado la sonrisa. La mostró abiertamente el pasado día 19 de junio durante los actos organizados con motivo de la entronización de su marido Felipe VI.
Esa misma simpatía la ha acompañado en los actos que ha presidido tanto acompañando al Rey como los que ha desarrollado en solitario.
“Se la ve más segura, más cómoda”, dicen quienes han asistido a esas citas.
Letizia se sabe observada incluso más que antes.
Todo lo que hace se analiza al milímetro, pero ella no se muestra tan hermética como antes, tan encorsetada.
 Ahora se detiene más con la gente que la reclama. Estrecha manos y se deja fotografiar por todo aquel que aparece con un móvil. Varios selfies de ciudadanos anónimos posando con ella han circulado en los últimos días por las redes sociales. Imágenes espontáneas obtenidas tanto en actos oficiales como en noches de cine en Madrid.
Letizia sabe que las encuestas no les son favorables y para ello nada mejor que ponerse en campaña. No es la Reina una mujer a quien le guste que se hable de ella por la ropa que luce, aunque le desgrada que se la critique por algunas de sus elecciones.
 Quiere que su trabajo se valore por su contenido.
 La nueva Reina prepara a conciencia los actos a los que acude.
No es raro verla viajar con un maletín de mano en el que lleva toda la documentación de los asuntos que se van a tratar en las reuniones.
 En las sesiones que se celebran en el palacio de La Zarzuela para preparar la agenda lo pregunta todo. Pertrechada de su cuaderno de notas apunta cada detalle.
 Acude siempre con la lección bien sabida.
La Reina que antes fue periodista no ha abandonado su costumbre de leer la prensa cada día. Lo hace en periódicos de papel pero también, como el Rey, consulta en su iPad las últimas noticias.
 Está muy informada y por eso está satisfecha de cómo se está valorado su nuevo trabajo.
En el Palacio de La Zarzuela aseguran que actúan sobre la marcha atendiendo a las necesidades, que no había un plan preconcebido sobre cómo iban a ser los primeros días de reinado de Felipe y Letizia. Entre las primeras decisiones que tomaron fue visitar los países vecinos y al Papa. Portugal, Marruecos y Francia han sido testigos de la presentación oficial de los nuevos monarcas. La prensa de esos destinos, en especial la francesa, ha hablado más del estilo de Letizia que del contenido político de las reuniones celebradas con los mandatarios.
 Algo parecido al fenómeno vivido durante el último año en Holanda, donde Máxima eclipsó a su marido Guillermo Alejandro tras su acceso al trono.
Pero sí hay un acto de la agenda de los nuevos Reyes en el que se vio especialmente cómoda a Letizia fue el día en que las puertas del palacio se abrieron para recibir a 300 representantes de organizaciones sociales entre ellos a la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y a la Fundación Triángulo, ambos colectivos de defensa de los derechos de los homosexuales. Era la primera vez que acudían a una audiencia con el jefe del Estado. Esa cita sí supuso una modificación en la agenda real habitual.
El resto apenas se ha salido del guion habitual.
 Lo único que ha cambiado de momento son sus protagonistas. En Zarzuela las novedades se comenzarán a notar en otoño cuando las agendas de los nuevos monarcas estén definidas.
Donde Letizia no quiere que cambien las cosas es en su ámbito personal. Alcanzado ya un papel protagonista le será ahora más fácil pelear por lo que ella llama su vida privada. En el mes que ha pasado desde que Felipe VI llegó al trono, la pareja ha mantenido sus salidas al cine, sus visitas a restaurantes populares del centro de la ciudad y sus citas con los amigos. Es parte la quieren preservar. En esas salidas, el Rey también se ha dejado fotografiar y ha charlado con la gente que le paraba en la calle como lo hacía cuando era príncipe de Asturias.
 A Leonor y Sofía, las hijas de Felipe VI, no se las ha vuelto a ver en público desde que se asomaron al balcón de Palacio Real. Sus padres intentan que se mantengan en segunda fila todo lo posible.
Lo que no ha podido hacer este año la nueva Reina es acudir al FIB, el megafestival de Benicàssim, una cita en la que sí estuvo el año pasado
. Y es que con Letizia reina, Letizia roquera se ha retirado.