Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 jul 2014

Una confesión familiar desnuda la corrupción en la trama Nóos........................................ José Manuel Romero

El contable de la institución detalla las conductas de los dos principales procesados.

En la historia reciente de la lucha judicial contra la corrupción en Baleares son escasos, pero muy significativos, los testimonios de corruptos arrepentidos que para reducir su pena han confesado los hechos y permitido a la Fiscalía Anticorrupción llevar a juicio a los culpables con garantías de una condena firme.

La confesión al fiscal Pedro Horrach de Marco Antonio Tejeiro, quien trabajó como contable del entramado empresarial que idearon su cuñado, Diego Torres, e Iñaki Urdangarin, aporta nuevas luces contra la corrupción.
 Solo un porcentaje mínimo de los corruptos encausados en tribunales de toda España transita por esa carretera del arrepentimiento que conduce a la verdad.
A estas alturas del escándalo, el relato de Marco Antonio Tejeiro no sorprende a nadie pues su confesión desde dentro de la supuesta trama corrupta detalla las conductas que durante tres años de instrucción judicial han acreditado tanto el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach a través de cientos de pruebas.
Torres y Urdangarin montaron una trama empresarial oculta bajo la apariencia de bondad de una entidad sin ánimo de lucro (Instituto Nóos) con la que ambos se presentaban ante políticos que tenían poder y margen de maniobra para gestionar el presupuesto público.
 Así lograron a dedo contratos millonarios de los Gobiernos de Baleares y Comunidad Valenciana para unos eventos que costaron muchísimo menos del dinero público que se pagó por ellos.
 Los enormes beneficios —casi el 80% del millón de euros que facturaban por cada evento— fueron desviados mediante facturaciones falsas, contratos simulados y otros artificios a empresas privadas con ánimo de lucro propiedad de Urdangarin y Torres.
La confesión de Marco Antonio Tejeiro no permite profundizar en la colosal controversia jurídica sobre si la infanta Cristina, propiedad junto a su marido de una de las empresas privadas que se benefició de los negocios del Instituto Nóos, es culpable de lo ocurrido y tiene que sentarse en el banquillo de los acusados por ello.
El contable de Nóos tan solo cuenta que Aizoon recibió dinero público en concepto de servicios al Instituto Nóos que nunca prestó y que hizo contrataciones simuladas de personal para ahorrarse el pago de impuestos
. Pero no implica a Cristina de Borbón en esos hechos.
Su confesión apuntala tres años de instrucción judicial y sitúa más cerca del banquillo de los condenados a Torres y Urdangarin.
A la infanta Cristina, cuya suerte depende del criterio de tres magistrados de la Audiencia Provincial que resolverán los recursos contra su imputación, el testimonio de Marco Antonio Tejeiro la sitúa como beneficiaria de los negocios ilegales que ideó su marido.
 Pero el camino entre esos hechos probados y una condena final es todavía difuso.
Pues llevamos así como cuatro años y siguen sin resolver nada.

 

2 jul 2014

¿Por qué los tibetanos soportan las alturas?................................................... Javier Sampedro

La población heredó de los arcaicos denisovanos el gen esencial para vivir con poco oxígeno.

 

Monjes tibetanos observan una carrera de deportes de aventura. / Paco Nadal

De los enigmas esenciales que plantea la evolución biológica, ninguno toca más de cerca la historia y la cultura que el origen de las adaptaciones que distinguen a unos seres humanos de otros: la piel clara en las latitudes nórdicas o la resistencia a la malaria en los trópicos, donde es endémica
. Una de las más llamativas es la adaptación a las alturas de los pobladores del Tíbet, que les permite vivir a más 4.000 metros de altitud con una salud, una energía y una fertilidad que ningún otro humano puede alcanzar en semejante escasez de oxígeno.
 ¿Cómo lograron los tibetanos ese atributo? Hoy tenemos la respuesta: robándole un gen a los denisovanos, la especie arcaica que campaba por esas alturas asiáticas antes de que los humanos modernos saliéramos de África.
Así como la población europea heredó de los neandertales los genes esenciales para soportar el frío de las estepas del continente, los tibetanos tomaron de los denisovanos –los antiguos humanos que poblaron Asia— un gen clave para adaptarse a las altitudes extremas, una cualidad, por cierto, muy envidiada por los escaladores occidentales
. El gen se llama EPAS1, y permite a sus portadores vivir a las bajas concentraciones de oxígeno imperantes en las alturas del Tíbet.
Los investigadores dirigidos por Rasmus Nielsen, de la Universidad de California en Berkeley lo han descubierto secuenciando (leyendo) el ADN de 40 tibetanos y 40 chinos de la etnia Han, la mayoritaria en el gigante asiático.
Hace solo ocho años, la mera hipótesis de que los humanos modernos pudieran haberse cruzado con otras especies arcaicas tras su salida de África se consideraba una herejía científica, o al menos una teoría marginal (y marginada).
 La primera demostración de esa actividad sexual irregular fue obtenida en 2006 por el genetista de la Universidad de Chicago Bruce Lahn, que observó con técnicas genómicas que un gen llamado microcephalin, importante para el desarrollo del cerebro, había llegado a los eurasiáticos actuales procedente de los neandertales: es decir, que había habido sexo entre ambas especies.
El hallazgo fue recibido con general escepticismo por la comunidad paleontológica, y en consecuencia rechazado por las principales revistas científicas, como Nature y Science.
Pero el líder del campo del ADN antiguo, Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, consideró que las evidencias de Lahn eran muy sólidas.
Y poco después, cuando presentó el primer genoma de un neandertal, obtenido a partir de un hueso fosilizado, él mismo se convirtió en un defensor de la teoría de los cruzamientos: había poca duda de que los neandertales nos habían pasado algunos genes, aunque no muchos.
 Hubo sexo, pero poco. Nada extraordinario.
“En mi opinión está claro que la introgresión adaptativa, o importación de genes útiles de especies arcaicas, ha sido mucho más importante para la evolución humana de lo que se pensaba previamente”, dice a EL PAÍS el jefe de la investigación publicada en Nature, Rasmus Nielsen
. “A medida que los humanos migraban fuera de África hace unos 50.000 años y encontraban nuevos entornos, el intercambio de genes con especies que ya estaban adaptadas a esas condiciones les ayudó a adaptarse mucho más rápido a los nuevos entornos que encontraban”.
‘EPAS1’ ya había sido identificado previamente como el gen con mayores signos de “selección positiva” en la población tibetana.
 Ese concepto es central en la teoría evolutiva: cuando un gen es importante en cierto entorno, se propaga con mucha rapidez –es decir, en pocas generaciones— entre la gente que vive allí, y eso deja signos evidentes en el genoma de las poblaciones actuales.
 En particular, no solo el gen ventajoso, sino también amplias zonas a su alrededor (haplotipos, en la jerga), llevan los marcadores de ADN de los denisovanos, en lugar de los marcadores modernos que aparecen en el resto de los humanos actuales.
El altiplano tibetano, situado a altitudes superiores a los 4.000 metros, es un entorno inhóspito para la inmensa mayoría de los humanos, debido a su bajo nivel de oxígeno atmosférico, un 40% inferior al característico del nivel del mar
. Los tibetanos son conocidos entre los fisiólogos por haberse adaptado con espectacular eficacia a esas condiciones, con una fertilidad más alta de la que muestran allí otras personas, y una mortalidad infantil mucho más baja.
 Todo ello es debido a su peculiar respuesta fisiológica a los bajos niveles de oxígeno, de la que el mayor responsable es el gen ‘EPAS1’ que han heredado de los denisovanos.

FLORES PARA EL VERANO







Facebook experimentó con 689.000 usuarios sin su consentimiento............................................Rosa Jiménez Cano


Un usuario consulta una página de Facebbok. / reuters

Una semana de experimento y millones de comentarios, en su mayoría negativos, han sido las consecuencias de un estudio llevado a cabo por varios ingenieros de Facebook. 
La mayor red social del mundo tomó 689.000 perfiles, sin aviso o consentimiento, para analizar su comportamiento alterando el algoritmo que selecciona las noticias que se ven de los amigos.
 Un grupo veía noticias positivas, el otro, negativas.
La indignación ha surgido al conocerse la publicación del estudio en la web de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
 Para la prueba se tomaron, exclusivamente, perfiles que escriben en inglés. El rechazo a comentar o interaccionar con los contenidos de tinte negativo, demasiado emotivos o cercanos a la tristeza, era mucho más alto.
 En ocasiones hasta un 90% de lo habitual. El estudio concluye que sí, que el ánimo de los comentarios de los contactos de Facebook invita a seguir en la deriva negativa o positiva, según el grupo que les tocase, al cabo de una semana.
Nos importa el impacto emocional de Facebook en las personas que lo usan
Adam Kramer, coautor del estudio
Este tipo de experimentos basados en interacción son muy comunes en ciertas webs y, sobre todo, en comercio electrónico, pero sin tener el cuenta el tinte del contenido
. Se denomina A/B testing a mostrar una presentación (ya sea la distribución de la página o el estilo de los iconos) diferente bajo una misma web para poder estudiar si se emplea más tiempo en la misma, se hace más clic... pero nunca usando el tono del contenido como un componente más.
En un primer momento Facebook se limitó a decir que los posts, actualizaciones de estado, se podían consultar de manera habitual, sin matizar que la selección de una u otra opción (noticia positiva o negativa) con un fin experimental era dónde residía la ruptura de confianza con sus suscriptores.
 A última hora del domingo, a través del perfil de Adam Kramer, coautor del estudio y analista de datos dentro de la firma, se daba una explicación algo más concreta:
 “Nos importa el impacto emocional de Facebook en las personas que lo usan, por eso hemos hecho el estudio. 
 Sentíamos que era importante investigar si ver contenido positivo de los amigos les hacía seguir dentro o si, el hecho de que lo que se contaba era negativo, les invitaba a no visitar Facebook. 
No queríamos enfadar a nadie”.
No queríamos enfadar a nadie
Adam Kramer, coautor del estudio
En la explicación asegura que solo afectó al 0,04% de los usuarios, uno por cada 2.500 perfiles, durante una semana a comienzos de 2012. La red social ha contestado al diario británico The Guardian que su intención era mejorar el servicio para mostrar contenido más relevante y que crease una mayor cercanía con la audiencia.
En lo que no parecen reparar dentro de la web de Mark Zuckerberg es que el malestar se crea en el momento en que se rompe lo establecido, un algoritmo similar para todos, y se experimenta con las sensaciones de sus usuarios. 
Tampoco matiza que el conocimiento adquirido a partir de este experimento se pueda aplicar a la publicidad contratada en su interior.
En todo caso, queda la sensación de que gracias a la publicación del estudio se ha conocido este experimento, pero cualquiera podría ser objeto de muchos otros por parte de los analistas de datos de Facebook sin necesidad de avisar.
 Según sus términos de uso, de manera explícita, al tener un perfil se da permiso a acceder para “operaciones internas, resolución de problemas, análisis de datos, experimentos, investigación y mejoras en el servicio”.