2 jul 2014
Facebook experimentó con 689.000 usuarios sin su consentimiento............................................Rosa Jiménez Cano
Una semana de experimento y millones de comentarios, en su
mayoría negativos, han sido las consecuencias de un estudio llevado a
cabo por varios ingenieros de Facebook.
La mayor red social del mundo
tomó 689.000 perfiles, sin aviso o consentimiento, para analizar su
comportamiento alterando el algoritmo que selecciona las noticias que se
ven de los amigos.
Un grupo veía noticias positivas, el otro,
negativas.
La indignación ha surgido
al conocerse la publicación del estudio en la web de la Academia
Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Para la prueba se tomaron,
exclusivamente, perfiles que escriben en inglés. El rechazo a comentar o
interaccionar con los contenidos de tinte negativo, demasiado emotivos o
cercanos a la tristeza, era mucho más alto.
En ocasiones hasta un 90%
de lo habitual. El estudio concluye que sí, que el ánimo de los
comentarios de los contactos de Facebook invita a seguir en la deriva
negativa o positiva, según el grupo que les tocase, al cabo de una
semana.
Nos importa el impacto emocional de Facebook en las personas que lo usanAdam Kramer, coautor del estudio
Este tipo de experimentos basados en interacción son muy
comunes en ciertas webs y, sobre todo, en comercio electrónico, pero sin
tener el cuenta el tinte del contenido
. Se denomina A/B testing
a mostrar una presentación (ya sea la distribución de la página o el
estilo de los iconos) diferente bajo una misma web para poder estudiar
si se emplea más tiempo en la misma, se hace más clic... pero nunca
usando el tono del contenido como un componente más.
En un primer momento Facebook se limitó a decir que los
posts, actualizaciones de estado, se podían consultar de manera
habitual, sin matizar que la selección de una u otra opción (noticia
positiva o negativa) con un fin experimental era dónde residía la
ruptura de confianza con sus suscriptores.
A última hora del domingo, a
través del perfil de Adam Kramer,
coautor del estudio y analista de datos dentro de la firma, se daba una
explicación algo más concreta:
“Nos importa el impacto emocional de
Facebook en las personas que lo usan, por eso hemos hecho el estudio.
Sentíamos que era importante investigar si ver contenido positivo de los
amigos les hacía seguir dentro o si, el hecho de que lo que se contaba
era negativo, les invitaba a no visitar Facebook.
No queríamos enfadar a
nadie”.
En la explicación asegura que solo afectó al 0,04% de los
usuarios, uno por cada 2.500 perfiles, durante una semana a comienzos de
2012. La red social ha contestado al diario británico The Guardian que su intención era mejorar el servicio para mostrar contenido más relevante y que crease una mayor cercanía con la audiencia.
En lo que no parecen reparar dentro de la web de Mark
Zuckerberg es que el malestar se crea en el momento en que se rompe lo
establecido, un algoritmo similar para todos, y se experimenta con las
sensaciones de sus usuarios.
Tampoco matiza que el conocimiento
adquirido a partir de este experimento se pueda aplicar a la publicidad
contratada en su interior.
En todo caso, queda la sensación de que gracias a la publicación del
estudio se ha conocido este experimento, pero cualquiera podría ser
objeto de muchos otros por parte de los analistas de datos de Facebook
sin necesidad de avisar.Según sus términos de uso, de manera explícita, al tener un perfil se da permiso a acceder para “operaciones internas, resolución de problemas, análisis de datos, experimentos, investigación y mejoras en el servicio”.
Rebajas.......................................................................TV Blog de Harguindey
Las grandes superficies ya han comenzado las rebajas, es decir que ha comenzado el verano.
Es el mismo efecto que causan las anuales columnas antitaurinas de Manuel Vicent: con ellas sabemos que comienza la feria de San Isidro.
La peculiaridad de 2014 es que las rebajas han llegado a muchos más ámbitos. Algunos ejemplos:
"Los actuales empleados de Sistema Nacional de Salud (SNS) -a mes de enero, el último disponible- son 28.496 menos que hace dos años".
La cuadratura del círculo es seguir afirmando que en éste período se ha defendido la sanidad pública y el Estado de bienestar (Foto en El País de Carlos Rosillo).
Televisión Española está estudiando refundir en un sólo canal La 2 y Teledeporte.
Argumentan que con ello el ente se ahorrará 16 millones de euros.
Los productores, con Ramón Colom, presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE) a la cabeza, dejó clara su postura:
"No toleraremos la desaparición de La 2.
Es la única oferta cultural de ámbito estatal y sospechamos que el pulso entre el deporte y los contenidos culturales lo ganarán las retransmisiones deportivas". El director y presentador de Millenium (La 2), un buen programa de debate en el que los expertos no se insultan ni vociferan, tiene, probablemente, un discutible concepto de su capacidad de presión en el ente público y una acertada visión sobre la preponderancia de lo deportivo sobre lo cultural
. Un dato: el minuto más visto el pasado lunes en las televisiones generalistas fue el Alemania-Argelia (Telecinco) a las 23:44 horas, con 7.097.000 espectadores y un 39.8% de cuota de pantalla. Curiosamente, Teledeporte, el canal temático deportivo de TVE tiene una audiencia media del 0,7%, es decir: nada
. La 2, por su parte, alcanza una media de 2,7% de audiencia salvo excepciones: la estupenda Margin Calln tuvo un 3.2% y 589.000 espectadores.
Lo cierto es que a pocos les cabe la menor duda de que en el caso de que La 2 y Teledeporte lleguen a fusionarse, el deporte se impondrá a la cultura.
Más datos: IVA del fútbol en particular y del deporte en general: 10%. IVA de la cultura, en general y en particular: 21%. Rafael Álvarez, El Brujo, el excelente intérprete, lo expresó muy claramente en su día en El Intermedio y en distintos medios: "La subida del IVA a la cultura no tiene que ver con la crisis sino con la valoración que se hace de estas actividades y con el concepto que se tiene de la cultura.
El fútbol tiene esa capacidad de calmarlo todo, de controlar las masas. Si fuera ministro de Cultura se me caería la cara de vergüenza y dimitiría.
En el fútbol nadie paga impuestos", decía en alusión a los más de 700 millones de euros que deben los clubes a Hacienda: "Es una afrenta". No se diga más, o sí. También se puede recordar lo que Luis María Ansón suele pregonar cada vez que puede: "Rajoy, desde que es presidente del Gobierno, no ha pisado en ninguna ocasión un teatro".
En terrenos más resbaladizos, habrá que señalar el interés de los distintos tertulianos han mostrado por la sugerencia de Rajoy de estudiar una modificación de la aplicación de los resultados electorales: confirmó que impulsará la reforma legal para la elección directa de alcalde.
"No puede ser que las coaliciones entre partidos impidan que sean alcaldes quienes han sido elegidos por los ciudadanos".
Bien. El País: "El PP, que ahora gobierna 40 de las 52 capitales de provincia, teme perder la mayoría absoluta en muchas de ellas en 2015.
Y eso, con el fraccionamiento del voto de la izquierda, podría dar paso a muchos gobiernos de coalición PSOE-IU-Podemos, por ejemplo.
Al dar la fecha de septiembre como entrada en el Congreso, Rajoy parece dispuesto a aprobarlo antes de las municipales de mayo de 2015".
Está claro.
Lo que ya no lo está tanto es que si no se llega a un consenso amplio lo más probable es que aumenten las mociones de censura.
Un ejemplo: Rita Barberá, pese a todo, resulta ser la candidata más votada a la alcaldía de Valencia pero no consigue la mayoría absoluta, mayoría que estaría depositada en una hipotética coalición de PSV, Compromís, EUPV y Podemos, de todos ellos o de sólo de algunos: ¿cuánto duraría en la alcaldía la candidata del PP? Hay rebajas en las posibilidades de pactos poselectorales que conllevan aumentos de mociones de censura.
Paradojas de la vida.
Cuando los futbolistas pasaron de moda........................................................................ Eugenia de la Torriente
No solo los pantalones de campana sufren una existencia pendular.
Estar de moda para luego dejar de estarlo. También los iconos están expuestos a esa bipolaridad.
Dos Mundiales atrás, resultaba difícil encontrar una revista que no hablara de los futbolistas como referentes de estilo capaces de influir a las masas (eso no era novedad) y también a diseñadores que hasta entonces miraban con cierto desdén a este deporte.
En sus colecciones, de pronto, uno podía olfatear la sombra de los jugadores
. Eran los años en los que el fenómeno David Beckham estaba en su apogeo. Dolce & Gabbana tapizaban las ciudades con anuncios de ropa interior protagonizados por Fabio Cannavaro y cuatro colegas y Calvin Klein hacía lo propio con un sueco llamado Freddie Ljungberg al que conocimos más por sus abdominales que por sus goles.
“Los deportistas son nuestros gladiadores contemporáneos", sentenciaba Giorgio Armani en EL PAÍS antes de la cita de Alemania en 2006.
"Nos cautivan dentro y fuera del terreno de juego con sus hazañas heroicas, vitales, apasionadas y decididas. Inspiran a la sociedad y se han convertido en el nuevo modelo para la cultura moderna”. Dolce & Gabbana iban más lejos:
“Hoy los hombres tienen nuevos iconos, como los futbolistas, y quieren parecerse a ellos y llevar la vida que ellos llevan: saludable, rica y bella, donde el cuerpo masculino se convierte en un objeto de atención y deseo que debe ser mostrado, cuidado y pulido".
En plena vorágine por el final del curso futbolístico y el inicio del Mundial de Brasil, ¿qué queda de todo eso? Desde luego, no se puede decir que los futbolistas hayan rebajado su intensidad estilística. Ya no está Beckham en los campos, pero Messi o Cristiano Ronaldo se tiran a la piscina con arrojo cada vez que tienen que ir a recoger un premio
. Otra cuestión es que, a menudo, se estampen contra el fondo por falta de agua.
O que el segundo parezca preferir posar desnudo antes que con cualquier clase de ropa.
Y qué decir de Diego Simeone, cuya estampa en negro y sus atrevidos peinados podrían dar pie a una tesis doctoral de semiótica del atuendo.
Los equipos, además, sofistican sus equipaciones no deportivas y firman acuerdos con Lanvin o Paul Smith.
Sin embargo, los futbolistas ya no ocupan un lugar privilegiado en el imaginario de las pasarelas
. No queda rastro de ellos en las colecciones y parecen haber vuelto a su espacio natural.
Es decir, a los anuncios de zapatillas deportivas, champú y cerveza, en lugar de a los de marcas de moda.
Pero, ¿ejercen los jugadores actuales una menor influencia en la forma en que los hombres visten que la que Beckham y compañía tuvieron ocho años atrás?
En el mundo real, el fútbol está tan presente como siempre.
Su entrada y salida de ciertos altares estilísticos se debe al carácter caprichoso del sistema, a la molesta manía de los medios de comunicación de hablar de los temas por rachas y a la falta de un personaje tan fotogénico como Beckham que encarne la tendencia
. También, por qué no decirlo, es posible que más de uno haya salido escaldado al buscar el roce con unos muchachos capaces de acometer importantes delirios estéticos.
A una semana del arranque del Mundial, el fútbol parece ocupar todos los rincones de la información, y eso incluye a las revistas de estilo
. Pero excepto para las grandes compañías de equipamiento deportivo –embarcadas en su pelea habitual– los héroes de este deporte no están hoy particularmente en el radar de la industria de la moda.
En el fondo, era una amistad bastante peligrosa.
Estar de moda para luego dejar de estarlo. También los iconos están expuestos a esa bipolaridad.
Dos Mundiales atrás, resultaba difícil encontrar una revista que no hablara de los futbolistas como referentes de estilo capaces de influir a las masas (eso no era novedad) y también a diseñadores que hasta entonces miraban con cierto desdén a este deporte.
En sus colecciones, de pronto, uno podía olfatear la sombra de los jugadores
. Eran los años en los que el fenómeno David Beckham estaba en su apogeo. Dolce & Gabbana tapizaban las ciudades con anuncios de ropa interior protagonizados por Fabio Cannavaro y cuatro colegas y Calvin Klein hacía lo propio con un sueco llamado Freddie Ljungberg al que conocimos más por sus abdominales que por sus goles.
“Los deportistas son nuestros gladiadores contemporáneos", sentenciaba Giorgio Armani en EL PAÍS antes de la cita de Alemania en 2006.
"Nos cautivan dentro y fuera del terreno de juego con sus hazañas heroicas, vitales, apasionadas y decididas. Inspiran a la sociedad y se han convertido en el nuevo modelo para la cultura moderna”. Dolce & Gabbana iban más lejos:
“Hoy los hombres tienen nuevos iconos, como los futbolistas, y quieren parecerse a ellos y llevar la vida que ellos llevan: saludable, rica y bella, donde el cuerpo masculino se convierte en un objeto de atención y deseo que debe ser mostrado, cuidado y pulido".
En plena vorágine por el final del curso futbolístico y el inicio del Mundial de Brasil, ¿qué queda de todo eso? Desde luego, no se puede decir que los futbolistas hayan rebajado su intensidad estilística. Ya no está Beckham en los campos, pero Messi o Cristiano Ronaldo se tiran a la piscina con arrojo cada vez que tienen que ir a recoger un premio
. Otra cuestión es que, a menudo, se estampen contra el fondo por falta de agua.
O que el segundo parezca preferir posar desnudo antes que con cualquier clase de ropa.
Y qué decir de Diego Simeone, cuya estampa en negro y sus atrevidos peinados podrían dar pie a una tesis doctoral de semiótica del atuendo.
Los equipos, además, sofistican sus equipaciones no deportivas y firman acuerdos con Lanvin o Paul Smith.
Sin embargo, los futbolistas ya no ocupan un lugar privilegiado en el imaginario de las pasarelas
. No queda rastro de ellos en las colecciones y parecen haber vuelto a su espacio natural.
Es decir, a los anuncios de zapatillas deportivas, champú y cerveza, en lugar de a los de marcas de moda.
Pero, ¿ejercen los jugadores actuales una menor influencia en la forma en que los hombres visten que la que Beckham y compañía tuvieron ocho años atrás?
En el mundo real, el fútbol está tan presente como siempre.
Su entrada y salida de ciertos altares estilísticos se debe al carácter caprichoso del sistema, a la molesta manía de los medios de comunicación de hablar de los temas por rachas y a la falta de un personaje tan fotogénico como Beckham que encarne la tendencia
. También, por qué no decirlo, es posible que más de uno haya salido escaldado al buscar el roce con unos muchachos capaces de acometer importantes delirios estéticos.
A una semana del arranque del Mundial, el fútbol parece ocupar todos los rincones de la información, y eso incluye a las revistas de estilo
. Pero excepto para las grandes compañías de equipamiento deportivo –embarcadas en su pelea habitual– los héroes de este deporte no están hoy particularmente en el radar de la industria de la moda.
En el fondo, era una amistad bastante peligrosa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)