Beatriz de Moura deja las riendas de Tusquets, 45 años después de fundar su editorial
en Barcelona. Ella será presidenta de honor.
Le sucederá como director editorial Juan Cerezo, que lleva 21 años en la compañía y que hasta ahora era su editor literario.
La fundadora de Tusquets, la editorial de Samuel Beckett, Milan Kundera, Almudena Grandes y Luis Landero, está “alegre”, y segura de que lo que ha creado “va a seguir”.
Cree que el catálogo que ha ido construyendo a lo largo de estas décadas “queda en buenas manos”. Ahora tiene 75 años [que cumplió en mayo], “así que ya estoy más para allá que para acá, y es hora de dar este paso”.
Será presidenta de honor y estará al frente de “un fondo de apoyo a los autores” que llevará el nombre de Antonio López Lamadrid, que fue su compañero y que durante 31 años llevó la empresa cuyos destinos literarios ella ha dirigido hasta este momento.
Él y José Manuel Lara, presidente de Planeta, fueron dos grandes amigos, y a ellos se debió el vigente compromiso que une a Tusquets a Planeta desde hace dos años.
Ha publicado obras de autores en lengua española (Julio Cortázar, Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares o Almudena Grandes) y de otros idiomas (Samuel Beckett, Milan Kundera, Italo Calvino, Albert Camus, John Irving, Henry James, Haruki Murakami, Henning Mankell...). Su catálogo supera los 2.300 títulos y unas 65 novedades al año.
De Relato de un náufrago, de García Márquez, superaron los 900.000 ejemplares vendidos.
Beatriz de Moura fundó Tusquets en 1969, en la mesa camilla de una casa en la que vivía con su primer marido, el arquitecto Óscar Tusquets.
Antes De Moura había trabajado con la hermana de este, la editora Esther Tusquets, en Lumen
. Una colección titulada Marginales, ideada por De Moura para Lumen y que no tuvo cabida en este sello, fue su primera salida al mercado.
El primer texto publicado por ella en Marginales fue Residua, de Samuel Beckett.
Junto con la gestión de ese fondo (“que será de ayuda a escritores que precisen del apoyo de Tusquets para desarrollar su obra”), Beatriz De Moura dirigirá la catalogación de todos los documentos (correspondencia, diseños, etcétera) generados a lo largo de décadas por la actividad editorial que ha dirigido.
Ya ha donado su biblioteca a la Universidad Pompeu i Fabra.
Hace dos años Tusquets firmó un acuerdo de asociación con Planeta Corporación.
En función de ese contrato, Planeta se ocupa desde entonces de toda la logística de distribución y de administración de Tusquets
. En principio, la editorial dejó su espacioso palacete de Cesare Cantú por un piso de la Diagonal, cerca de la sede de Planeta. La pretensión era seguir en ese lugar, pero la crisis aconsejó que a partir de septiembre Tusquets pase a formar parte, efectivamente, de las instalaciones del grupo al que está asociada.
El Fondo Antonio López Lamadrid también será consolidado dentro de la Fundación Lara, asimismo de Planeta Corporación.
El cambio de ubicación, que simbólicamente marca una más estrecha y definitiva relación con el grupo Planeta, tiene que ver con la crisis que atraviesa el sector.
“Lo que ha ocurrido es que creíamos hace dos años que esta crisis no iba a afectar a la lectura”, subraya De Moura, “y lo cierto es que la lectura en España ha experimentado una bajada brutal; ese descenso ha hecho que incluso este piso incidiera en contra de nuestros beneficios, así que no ha habido más remedio que cambiar de sitio.
De modo que el 1 de septiembre Tusquets estará en el centro corporativo de Planeta”.
Y tendrá al frente a Juan Cerezo.
Él define así su estado de ánimo:
“Raro, pero muy contento”.
De Beatriz de Moura ha aprendido (“y seguiré aprendiendo”) una manera de ver la vida, “y en el ámbito editorial su modo de trabajar intensamente los detalles de la edición, las portadas, la promoción”.
Y ella añade: “¡Y los adelantos!”. Con Cerezo seguirán colaborando, indica la desde ahora presidenta de honor de Tusquets, “Ana Esteban, editora de libros de otras lenguas, encargada de los derechos y el contacto con las agencias, Josep Maria Ventosa, responsable de los libros de no ficción..., y un conjunto de compañeros que han sido capaces de mantener Tusquets en el nivel en que ahora sigue”
. A Cerezo le abruma “la carga de la responsabilidad”, y también el cambio de ciclo que vive el sector. De Moura define así ese momento que “abruma” al nuevo director editorial de su sello: “Bajaron las ventas de manera irracional. Esa bajada no se corresponde con la crisis, sino que responde a la irrupción de aparatos de lectura que cuestan tanto dinero que la gente no tiene la posibilidad de adquirir los libros que hacen las editoriales...
En este fenómeno incide un hecho grave que padecemos todos: la gente dice abiertamente que no tiene tiempo para leer porque ese tiempo lo emplea ahora en distraerse con los juegos que han sustituido a la lectura”.
La consecuencia, para el libro y para la vida, añade Beatriz de Moura, “es que a la vez que se pierde tiempo para leer se pierde también la reflexión”.
Cerezo asume la dirección editorial de Tusquets cuando está a punto de aparecer la última novela de Milan Kundera, una de las principales incorporaciones de la larga historia de Tusquets. De Moura y Antonio López lo atrajeron al sello y ella ha sido su traductora hasta este momento; la nueva novela se titula La fiesta de la insignificancia, y será la primera novedad de la nueva etapa.
Cerezo apostilla: “Esta coincidencia marca la complicidad que siempre se ha establecido entre nosotros y que ahora prosigue. Somos el mismo equipo, llevando adelante un catálogo más vivo que nunca... Tras Kundera, vendrán libros de Ramiro Pinilla, Luis Landero, Murakami...”.
Un catálogo que nació, como dice Beatriz de Moura, “por el gusto de leer...”.
Le sucederá como director editorial Juan Cerezo, que lleva 21 años en la compañía y que hasta ahora era su editor literario.
La fundadora de Tusquets, la editorial de Samuel Beckett, Milan Kundera, Almudena Grandes y Luis Landero, está “alegre”, y segura de que lo que ha creado “va a seguir”.
Cree que el catálogo que ha ido construyendo a lo largo de estas décadas “queda en buenas manos”. Ahora tiene 75 años [que cumplió en mayo], “así que ya estoy más para allá que para acá, y es hora de dar este paso”.
Será presidenta de honor y estará al frente de “un fondo de apoyo a los autores” que llevará el nombre de Antonio López Lamadrid, que fue su compañero y que durante 31 años llevó la empresa cuyos destinos literarios ella ha dirigido hasta este momento.
Él y José Manuel Lara, presidente de Planeta, fueron dos grandes amigos, y a ellos se debió el vigente compromiso que une a Tusquets a Planeta desde hace dos años.
Un rápido repaso
Beatriz de Moura funda, con Óscar Tusquets, Tusquets Editores en su casa en 1969. Alimenta su salida con la colección Marginales, que había ideado para la editorial Lumen. Su primer libro fue Residua, de Samuel Beckett.Ha publicado obras de autores en lengua española (Julio Cortázar, Octavio Paz, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares o Almudena Grandes) y de otros idiomas (Samuel Beckett, Milan Kundera, Italo Calvino, Albert Camus, John Irving, Henry James, Haruki Murakami, Henning Mankell...). Su catálogo supera los 2.300 títulos y unas 65 novedades al año.
De Relato de un náufrago, de García Márquez, superaron los 900.000 ejemplares vendidos.
Antes De Moura había trabajado con la hermana de este, la editora Esther Tusquets, en Lumen
. Una colección titulada Marginales, ideada por De Moura para Lumen y que no tuvo cabida en este sello, fue su primera salida al mercado.
El primer texto publicado por ella en Marginales fue Residua, de Samuel Beckett.
Junto con la gestión de ese fondo (“que será de ayuda a escritores que precisen del apoyo de Tusquets para desarrollar su obra”), Beatriz De Moura dirigirá la catalogación de todos los documentos (correspondencia, diseños, etcétera) generados a lo largo de décadas por la actividad editorial que ha dirigido.
Ya ha donado su biblioteca a la Universidad Pompeu i Fabra.
Hace dos años Tusquets firmó un acuerdo de asociación con Planeta Corporación.
En función de ese contrato, Planeta se ocupa desde entonces de toda la logística de distribución y de administración de Tusquets
. En principio, la editorial dejó su espacioso palacete de Cesare Cantú por un piso de la Diagonal, cerca de la sede de Planeta. La pretensión era seguir en ese lugar, pero la crisis aconsejó que a partir de septiembre Tusquets pase a formar parte, efectivamente, de las instalaciones del grupo al que está asociada.
El Fondo Antonio López Lamadrid también será consolidado dentro de la Fundación Lara, asimismo de Planeta Corporación.
El cambio de ubicación, que simbólicamente marca una más estrecha y definitiva relación con el grupo Planeta, tiene que ver con la crisis que atraviesa el sector.
“Lo que ha ocurrido es que creíamos hace dos años que esta crisis no iba a afectar a la lectura”, subraya De Moura, “y lo cierto es que la lectura en España ha experimentado una bajada brutal; ese descenso ha hecho que incluso este piso incidiera en contra de nuestros beneficios, así que no ha habido más remedio que cambiar de sitio.
De modo que el 1 de septiembre Tusquets estará en el centro corporativo de Planeta”.
Y tendrá al frente a Juan Cerezo.
Él define así su estado de ánimo:
“Raro, pero muy contento”.
De Beatriz de Moura ha aprendido (“y seguiré aprendiendo”) una manera de ver la vida, “y en el ámbito editorial su modo de trabajar intensamente los detalles de la edición, las portadas, la promoción”.
Y ella añade: “¡Y los adelantos!”. Con Cerezo seguirán colaborando, indica la desde ahora presidenta de honor de Tusquets, “Ana Esteban, editora de libros de otras lenguas, encargada de los derechos y el contacto con las agencias, Josep Maria Ventosa, responsable de los libros de no ficción..., y un conjunto de compañeros que han sido capaces de mantener Tusquets en el nivel en que ahora sigue”
. A Cerezo le abruma “la carga de la responsabilidad”, y también el cambio de ciclo que vive el sector. De Moura define así ese momento que “abruma” al nuevo director editorial de su sello: “Bajaron las ventas de manera irracional. Esa bajada no se corresponde con la crisis, sino que responde a la irrupción de aparatos de lectura que cuestan tanto dinero que la gente no tiene la posibilidad de adquirir los libros que hacen las editoriales...
En este fenómeno incide un hecho grave que padecemos todos: la gente dice abiertamente que no tiene tiempo para leer porque ese tiempo lo emplea ahora en distraerse con los juegos que han sustituido a la lectura”.
La consecuencia, para el libro y para la vida, añade Beatriz de Moura, “es que a la vez que se pierde tiempo para leer se pierde también la reflexión”.
Cerezo asume la dirección editorial de Tusquets cuando está a punto de aparecer la última novela de Milan Kundera, una de las principales incorporaciones de la larga historia de Tusquets. De Moura y Antonio López lo atrajeron al sello y ella ha sido su traductora hasta este momento; la nueva novela se titula La fiesta de la insignificancia, y será la primera novedad de la nueva etapa.
Cerezo apostilla: “Esta coincidencia marca la complicidad que siempre se ha establecido entre nosotros y que ahora prosigue. Somos el mismo equipo, llevando adelante un catálogo más vivo que nunca... Tras Kundera, vendrán libros de Ramiro Pinilla, Luis Landero, Murakami...”.
Un catálogo que nació, como dice Beatriz de Moura, “por el gusto de leer...”.