Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 jun 2014

La gran estafa española............................................................................. Álvaro de Cózar / Pilar Álvarez

La corrupción ha marcado la historia de los cursos de formación, un sistema de miles de millones que en muchos casos financia ilegalmente a los agentes sociales


  • Fuente: elaboración propia a partir de presupuestos de SEPE 2013 y normativa de Formación para el Empleo. / EL PAÍS

    “Investiguen, por favor. Hay mucha basura”. El mensaje, al final de una larga carta manuscrita, llegó a la redacción de EL PAÍS el pasado 13 de marzo, dos días después de que la policía detuviera en Córdoba y Madrid a una docena de personas vinculadas a la trama de los cursos de formación falsos, el llamado caso Aneri.
    El fraude, que implica a cargos de la patronal madrileña CEIM, había hecho desaparecer unos 17 millones de euros de subvenciones estatales y regionales con el sistema de asignar alumnos falsos a cursos online no impartidos.
    “Investiguen, por favor. Hay mucha basura”. El mensaje, al final de una larga carta manuscrita, llegó a la redacción de EL PAÍS en marzo
    Pero la frase (investiguen, por favor, hay mucha basura), al final de la citada carta, no se refería exclusivamente al caso del empresario cordobés.
     Su autor utilizaba el escándalo que estaba asaltando los titulares de los periódicos para remontarse a los orígenes de un sistema corrupto que dilapida año tras año millones de euros de fondos de la Seguridad Social y europeos.
     El hombre se identificaba con nombre y apellidos y relataba cómo las subvenciones de los cursos de formación servían para financiar a la patronal madrileña.
     El último párrafo daba detalles sobre cómo conocía todas esas irregularidades
    . La Cámara de Comercio le contrató en el año 1991 para crear el departamento de Formación. Fue su primer director y se propuso cortar los abusos en la utilización de las subvenciones públicas. Pero recibió presiones:
     “Me machacaron a muerte. Recibí amenazas por todas partes. Cuando me negué a firmar pagos de salarios extraños, me echaron sin compasión alguna
    . Entré en tratamiento psiquiátrico
    . Hoy vivo lejos de Madrid, sin recuperarme de las secuelas”.
    La historia del exdirectivo ha sido confirmada por fuentes no oficiales de la Cámara de Comercio
    . El testimonio no aporta pruebas documentales pero confirma una sospecha que desde hace décadas está instalada en los círculos que gestionan la formación: que ese fondo común ha servido para financiar a las patronales y a algún sindicato, y que la Administración no ha establecido mecanismos eficaces para evitarlo.
    El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Ramilo, tras anunciar su dimisión. / efe
    LA TARTA DE LOS CURSOS
    21.000 millones en 10 años
    El mundo de la formación mueve miles de millones de euros cada año
    . Desde 2005 hasta ahora se han destinado en total de 21.000 millones de euros, según datos del Ministerio de Empleo.
     Todo ese dinero sale fundamentalmente de las cuotas que trabajadores y empresas destinan a la Seguridad Social, un 0,7% de la masa salarial
    . El resto lo hace de la administración central y de los fondos europeos.
     Las proporciones varían cada año, pero la mayor parte del dinero la aportan las cuotas destinadas a la Seguridad Social
    . Por ejemplo, en 2010, año en el que se destinaron 2.594 millones para la formación, el 84% procedía de la Seguridad Social, Europa dio un 10% (250 millones) y el Estado, un 6% (149 millones).
    El dinero lo gestionan las Comunidades Autónomas y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que sacan todos los años convocatorias para subvencionar cursos de formación
    . Estas se conceden según un sistema de puntos que trata, supuestamente, de atender las demandas laborales
    . Sindicatos, patronales y asociaciones empresariales piden la mayor parte de esas ayudas, pero no suelen impartir directamente los cursos. Estos son subcontratados a academias y consultoras
    . Es en este punto cuando se reparte el pastel y empiezan los problemas.
    ALUMNOS FALSOS
    La estafa
    Con pequeñas diferencias a lo largo de los años, el modus operandi de las academias y consultoras que defraudan es siempre el mismo, según señalan los policías que llevan años investigando este tipo de estafas
    . Cuantos más alumnos tenga un determinado curso, más dinero se puede recibir. ¿Cómo los consiguen? Falsificando firmas de alumnos o recurriendo a bases de datos de personas reales para que consten como participantes.
     Esa es la forma de justificar luego ante las administraciones el gasto del dinero. La experiencia de los policías es que en la mayoría de los casos solo se impartía una pequeña parte de los cursos para dar una apariencia de legalidad.
     El resto eran falsos.
    Alonso Tezanos, presidente de Cecoma, y Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, en la firma de un convenio con Fedecam
    ¿Cómo se consigue que nadie se percate de que la mayoría de los alumnos son falsos? Es ahí donde entran en juego los cómplices y la colaboración de un sistema lleno de irregularidades. Para empezar, las consultoras devuelven parte del dinero a las entidades que han recibido las subvenciones de la administración.
     La ley permite que se devuelva a una patronal, por ejemplo, un 10% de la subvención en forma de gastos asociados a los cursos (la contratación de una telefonista que llama a los alumnos o los gastos de un aula si el curso se da en la sede propia).
     Bajo cuerda, las consultoras pueden retornar mucho más dinero con facturas falsas
    . La patronal en este caso encuentra así una forma de financiación a través de las ayudas públicas.
    Un ejemplo de todo esto es el caso Aneri. Según la investigación de la Sección de Investigación de la Seguridad Social de la Unidad de Delitos Económicos y Financieros (UDEF) de la Policía Nacional, la trama de los cursos de Madrid desmantelada en marzo repartía así la subvención. Imaginemos que era de 100 euros.
     De ellos, 20 se destinaban a mordidas para algunas asociaciones empresariales.
    Otra porción (10 euros) se destinaba a pagar el coste de la infraestructura: empleados, oficinas, plataformas, publicidad...
     El resto (70 euros) era ganancia neta para la consultora, aunque Aneri repartía también algo en fajos de billetes a los intermediarios de algunas asociaciones, según la investigación.
    “HOY VIENE EL INSPECTOR”
    Colaboración administrativa
    La otra pata que ha de funcionar para cerrar el círculo es que la administración no se dé cuenta de lo que ocurre.
     En algunos casos, la policía ha descubierto sobornos a funcionarios, inspectores de Trabajo y políticos.
     Pero en la mayoría de las ocasiones no hace falta tal grado de implicación. Es suficiente con que la Administración mire para otro lado.
     Funcionarios públicos han denunciado a este diario la falta de controles sobre los cursos. “Cuando los inspectores van a un curso para ver si se está realizando, no cogen a nadie por sorpresa.
     Las academias saben siempre cuando van a llegar”, señala una de esas fuentes, que pide anonimato, como la mayoría de las personas consultadas para esta información.
    Cuantos más alumnos tenga un determinado curso, más dinero se puede recibir. ¿Cómo los consiguen
    ? Falsificando firmas de alumnos o recurriendo a bases de datos
    Trabajadores de una organización empresarial madrileña implicada en el caso Aneri han corroborado este último punto a EL PAÍS:
    “Hoy viene el inspector de la Comunidad, nos decían, y sabíamos que iba a estar todo preparado para que ese día hubiera gente en los cursos”.
    Hay otro problema añadido. La vida de las ayudas públicas es de tres años.
     Una subvención para cursos que se convoca, por ejemplo en 2010, no se ejecuta hasta el año siguiente, es decir, los cursos se tienen que impartir en 2011.
     El momento de justificar y entregar todos los papeles que acrediten la veracidad del curso no llega hasta el año siguiente, 2012.
     Si la administración no detecta irregularidades, solo cabe que sean los tribunales de cuentas los que evalúen la gestión. Si lo hacen, suelen tardar algunos años más en revisarlo todo.
    LOS ORÍGENES
    Un sistema perverso
    Es imposible saber cuánto de todo el dinero concedido desde que se inició el sistema de la formación ha sido defraudado, pero los casos se han ido repitiendo año tras año. El sistema empezó a fraguarse en el año 1984.
    Patronal y sindicatos firmaron entonces el Acuerdo Económico y Social, un documento en el que se diagnosticaba que la causa del deficiente mercado laboral era la falta de formación de los trabajadores.
    La solución fue fijar unas cuotas que trabajadores y empresarios aportarían a la Seguridad Social y que se destinarían a cursos de formación.
    Para gestionar ese dinero y todo lo relacionado con la formación se creó en 1993 la Forcem (Fundación para la formación continua), un ente en el que estaban los sindicatos y las patronales.
    Además de administrar las subvenciones estatales, la Forcem también recibía fondos europeos.
     El sistema empezó a dar problemas desde el principio.
    La Guardia Civil registra la sede de UGT Andalucía. / Julian Rojas (EL PAÍS)
    Los casos de corrupción empezaron a sucederse.
     En Madrid, saltó el caso del Imefe en 1998, en el que redes empresariales del PP con escasa o nula plantilla docente se habían hecho desde 1996 con 8,41 millones.
     En 1999, dos profesores de las academias de Fidel Pallerols denunciaron una estafa con el uso de fondos comunitarios para formación de parados en Cataluña. Pallerols recibía fondos europeos a cambio de desviar dinero que iba a la financiación irregular de Unió Democràtica de Catalunya.
     En Galicia, el presidente de la patronal gallega, Antonio Ramilo, tuvo que dimitir en 2000 tras detectarse el desvío de 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) de subvenciones para sufragar gastos corrientes de la organización que presidía.
    Esas investigaciones fueron la antesala del caso Forcem (2002), el más famoso de la época y el que más recuerdan los investigadores.
     La Policía Judicial confirmó un fraude a la Unión Europea de unos 100 millones de euros en miles de cursos.
     La Audiencia Nacional llamó como imputados a empresarios de academias y sindicalistas de UGT. El caso acabó prescribiendo.
     El escándalo se repitió: “Después de la Forcem, pensé que nunca más vería un caso igual. Y ya ves”, dice un policía experto en este tipo de fraudes.
    LOS ROBOTS DE ANERI
    Los alumnos perfectos
    El sistema se cambió, la Forcem se sustituyó por la Fundación Tripartita, en la que además de los sindicatos y patronales estaba también el Estado.
     Pero los fraudes han seguido ocurriendo. En Andalucía, existen sospechas de que el sindicato UGT ha defraudado parte de los fondos públicos recibidos, unos siete millones de euros. En total se investigan 19 expedientes de 2008 a 2012.
    En Madrid, la policía destapó las irregularidades que había cometido Aneri en los cursos que hacía para varias organizaciones regionales y nacionales
    . La estafa en este caso era más sofisticada. Los cursos se hacen ahora en plataformas de Internet.
     Y ahí el descontrol es aún mayor. Cada vez que los técnicos se metían en las plataformas de Aneri, detectaban claves de alumnos que supuestamente hacían los cursos. Pero detrás no había nadie. En realidad era un programa informático el que multiplicaba los alumnos.
     El problema es que estos eran demasiado perfectos, poco humanos
    . Los alumnos reales suelen ajustarse al porcentaje de ejercicios exigidos para aprobar el curso, un 75%. Pero los alumnos imaginarios de Aneri los hacían todos.
    Fidel Pallerols saliendo del Palacio de Justicia de Barcelona. / © Massimiliano Minocri (EL PAÍS)
    HERRAJES PARA CABALLOS
    La utilidad de los cursos
    Un vistazo rápido a algunos de los cursos que se ofrecen desde plataformas online demuestra que, aun sin fraudes, el sistema no cumple su cometido de formar a los trabajadores. La Confederación del Taxi de España, que firmó acuerdos con Aneri por los que cobraba mordidas del 20% de la subvención, organizaba cursos a distancia con los que se pretendía enseñar a los taxistas mecánica para conductores o el uso del GPS. Pero también se ofrecían cursos online para auxiliar de herrador de caballos.
    “Lo de la teleformación es una mentira. Lo sabe todo el mundo”, dice David M., un empresario de formación de Sevilla.
     “Lo primero que hacen las empresas informáticas cuando vienen a venderte una plataforma digital para dar cursos es decirte que la suya es fácilmente manipulable para falsear alumnos”, asegura el empresario.
    OTRA VUELTA DE TUERCA
    La nueva reforma
    Los últimos casos de corrupción —el más reciente en Málaga, donde la UDEF investiga a 20 empresas que recibieron 1,7 millones del Gobierno andaluz— coinciden con la negociación que el Ministerio de Empleo ha abierto con sindicatos y patronal para la enésima reforma de los cursos.
    En Alemania, la formación profesional de los trabajadores se realiza sobre todo dentro de las empresas y en su jornada laboral
    Francia modificó en marzo su normativa tras un escándalo de 2007 en la gestión de los fondos de formación por una patronal metalúrgica que malversó unos 20 millones.
     Se creó una comisión parlamentaria, se elaboró un informe muy crítico y diseñaron un sistema de financiación transparente de los agentes sociales separado de la formación.
    En Alemania, la formación profesional de los trabajadores se realiza sobre todo dentro de las empresas y en su jornada laboral.
     Allí, el gasto público tiene poca importancia en los programas.
     Los costes directos los paga el participante.
    Y, desde 2007, existe un programa adicional de financiación por el que los beneficiarios están obligados a invertir al menos el mismo dinero que reciben.
    España quiere ahora aplicar una adjudicación de cursos por concurso público y un sistema en el que participen directamente, sin intermediarios, tanto organizaciones sin ánimo de lucro como consultoras privadas.
     El tiempo dirá si es el cambio definitivo o una vez más todo cambia para que todo siga igual.
     

15 jun 2014

Felipe VI........











España también sabe perder....................................................................................... José Sámano

La Roja inició la recuperación espiritual tras el batacazo ante Holanda, con Vicente del Bosque, Iker Casillas y Sergio Ramos al frente y sin que nadie eludiese su responsabilidad.

Del Bosque y Casillas, durante el entrenamiento. / alejandro ruesga

La selección española inició ayer la remontada, al menos la espiritual, tras su derrumbe ante Holanda. Y lo hizo a lo campeón, con la cara por delante y de forma ejemplar
. En pleno estado de shock, nadie quiso irse por la gatera, lo más habitual en este espumoso mundo de las celebridades futboleras, donde abundan los pavos reales hasta en días de cenizas.
 No hubo histeria, ni victimismos, ni coartadas ni gaitas parecidas.
 Si Iker Casillas ya había dado un do de pecho tras el partido —“pido perdón, no he estado a la altura, lo asumo y apechugaré con las críticas”—, en el día después fue Sergio Ramos, otro de los pesos pesados, el que junto a Jordi Alba, no se regateó a sí mismo: “Ha sido uno de los peores partidos de mi carrera, de esos que te marcan”.
El gran broche lo puso Vicente del Bosque, quien, a petición de los medios, compareció cuando no tenía obligación oficial.
 Con el espejo por delante, el seleccionador atribuyó su aparición pública “para dar normalidad tras tanta desazón”.
El técnico admitió haber visto de nuevo el partido tras llegar a Curitiba desde Bahía no lejos de la madrugada.
 Ayer [por el viernes] estaba enfadado, hoy estoy muy triste, pero somos deportistas y hay que dar normalidad en la victoria y en la derrota”, sostuvo Del Bosque, que no dudó ante el torrente de reproches recibidos:
 “Merecemos las críticas, estaría fuera de lugar que nos las hubiera y no creo que fuera bueno que alguno de nosotros se aislara de ellas”.
 Con su intervención, con su nobleza al frente en un día de rayos y truenos, Del Bosque puso la primera pica para que España, en caso de derrape total, no cierre el mejor ciclo de su historia por la puerta de atrás
. Por crudo que sea el destino, que al menos en el maravilloso testamento de este grupo también figure su saber perder, su gloria y nobleza en la derrota
. Sin cainismos. Ante Holanda: cinco faltas, ni un mal gesto y la mano por delante al adversario.
Si a la selección le ha llegado su hora que sea con señorío y generosidad
Otra cosa es dar con las claves del batacazo ante los holandeses
. En la concentración del equipo en Curitiba no había forma de consensuar una única sintomatología. No puede haberla cuando se trata de una selección con semejante trayectoria, un equipo que en ocho años solo se había descompuesto tan de mala manera en algunos amistosos.
 Un conjunto que en los 19 partidos de las dos últimas Eurocopas y el Mundial precedente había encajado un gol menos de los que le hizo Holanda en poco más de media hora.
 Una selección a la que nadie remontaba un partido oficial desde el verano de 2006. Un grupo en el que se alinearon tres campeones de la última Champions, un campeón de Liga y nueve de los titulares que triunfaron en la Eurocopa de hace solo dos años.
“Aquí han venido 16 de los campeones de Sudáfrica que, además, nos han ayudado a lograr la clasificación para Brasil; cuando ganamos en París un partido tan complicado, yo no tenía fuerza moral para dejarles fuera de este torneo y no olvidemos que los que vienen por detrás habían fracasado en los Juegos de Londres.
Puede que me equivoque, y por eso lo digo con la boca pequeña, pero no creo que los haya mejores que los 16 que repiten”.
Xavi, Toni Grande, Del Bosque y Casillas, durante el entrenamiento. / alejandro ruesga
A la espera de la respuesta del equipo ante Chile el miércoles, el gallinero en el que se convirtió tras el 2-1 tuvo un cierto tufillo a fin de ciclo.
Los jugadores no tuvieron la templanza acostumbrada y se convirtieron en un gallinero, un guirigay impensable para una selección hasta entonces convincente hasta en la adversidad.
 Más allá de jugadas y avatares puntuales —Silva tuvo a tiro el 2-0—, que España no respondiera como España dejó esa sensación de fin de fiesta. Ante el empuje oranje,
La Roja fue más terrenal que nunca, le pudieron las prisas, la congoja. Se impuso el caos. Inopinado en un conjunto caracterizado por alejarse de la ortodoxia, por afrontar los retos con sus mejores atributos.
 Esta vez no le alcanzó y, como tantas veces ocurre con quien apuesta por la genialidad, cuando el duende claudica la caída es sonora.
¿Por qué un batacazo justo ahora, en un partido enfilado y un primer tiempo meritorio, aunque sin alardes?
 Como metáfora de la vida y arte de lo imprevisto, el fútbol es tan indeterminado que no se puede pautar.
Sólo así cabe explicar que las dos mayores goleadas recibidas por España se las llevaran los dos equipos que mejor papel han hecho en un Mundial: la selección del 50, cuarta, encajó un 6-1 con Brasil en Maracaná; 64 años después, la única Roja con una estrella en el escudo se llevó un 5-1. Como no existe el virus de la eternidad, los campeones caducan.
 Si a España le ha llegado su hora, que sea con señorío, generosidad y Del Bosque al frente.

 

ANTEAYER MISMO................................................................. Javier Marías

Ahora hay gente tan longeva que su centenario la pilla con vida, como sucedió hace no mucho con Ernst Jünger y Francisco Ayala.

Uno estaba acostumbrado a que los centenarios de las personas estuvieran bastante alejados de las fechas de sus muertes.
 Me refiero, claro, a los de los individuos públicos o notables. Lo normal era que hubieran transcurrido veinte, treinta, cuarenta años desde que los homenajeados desaparecieron del mundo, o mucho más en los casos de muertos jóvenes
. Teniendo lugar el mismo 1998, no podían verse de igual forma el de Lorca, asesinado en 1936, y el de su amigo y colega Aleixandre, que se apagó apaciblemente en 1984.
 Ahora hay gente tan longeva que su centenario la pilla con vida, como sucedió hace no mucho con Ernst Jünger y Francisco Ayala.
Imagino que debieron de sentirse perplejos, por decirlo suavemente.
 Pasado mañana, día 17, se cumple el del nacimiento de mi padre, Julián Marías, y me parece una incongruencia
. Por eso, en parte, no he querido participar en ningún homenaje, simposio, número monográfico de revista, descubrimiento de una placa en la casa en la que vivió, y en la que también viví yo largo tiempo.
 Murió el 15 de diciembre de 2005, hace ocho años y medio, pero para mí es como si lo hubiera visto anteayer mismo.
Tampoco habría tenido sentido que me pusiera a hacer el elogio de su personalidad o de su obra. No me corresponde, al no poder ser objetivo.
 Él detestaba el empalago, y siempre resulta empalagoso que los hijos hablen bien de los padres o los padres de los hijos, los maridos de las mujeres y éstas de los maridos, y a fe mía que en España, país descarado e impúdico, casi nadie se priva de ensalzar a sus parientes y hacerles la propaganda, tanto da que hayan fallecido o que estén danzando y en pleno medro.
Nunca lo vi desalentado ni resentido: lo salvaba el incorregible optimismo
Pero en fin, también sería raro y feo que en estos días no dijera ni una palabra, así que ustedes me perdonarán la leve evocación: es más porque no se diga que por otro motivo.
 Una vez concluidas las vidas, las mira uno en perspectiva, dentro de lo que cabe (siempre le faltarán muchos datos). Y en el conjunto de la de mi padre veo a un hombre enormemente trabajador, optimista e ingenuo.
 Escribió montones de libros y artículos, tradujo, viajó por medio mundo dando cursos y conferencias, y en todo solía poner confianza y entusiasmo, y esto último bien se lo envidio, lo mismo que sus saberes monumentales, que nos llevaron a mis hermanos y a mí, cuando éramos niños o muy jóvenes, a preguntarle sobre cualquier asunto
. Él se impacientaba a veces y respondía:
“Pero ¿qué os creéis, que soy un diccionario andante?” La verdad es que lo era bastante, y una enciclopedia, y una gramática, y una historia universal, y un diccionario de cinco lenguas, además del castellano
. Su capacidad personal aparte, es obvio que la enseñanza de 1914 y décadas posteriores era muy superior a la de estas últimas
. Su optimismo le permitió sin duda sobreponerse a varias calamidades y desgracias, a la Guerra en la que fue soldado de la República, a las represalias franquistas que le impidieron enseñar en la Universidad, a la temprana muerte de un hijo, a la de su mujer, a la frialdad y el desdén –también hostilidad– con que fue tratado en su país a menudo, primero por la derecha y después por la izquierda.
 En ocasiones lo vi dolido por eso, pero nunca desalentado ni resentido: lo salvaba el incorregible optimismo, creía que todo era susceptible de mejora y que él podía contribuir a ella.
 En cuanto a su ingenuidad, lo hacía algo vulnerable y relativamente fácil de engañar, por quienes lo adulaban con insinceridad y fines espúreos (también él escribía “espúreo”) o trataban de utilizarlo. Esto último perdura, y veo con desagrado cómo se lo “apropian” personajes casi calcados de los que lo persiguieron desde 1939 en adelante.
 Qué se le va a hacer, tampoco él es mío ni de mis hermanos.
Hace poco estuve en su casa, que permanece casi intacta.
 No había nadie más ese día, y me senté unos minutos en el sillón en que solía leer, e intenté mirar con sus ojos la gran y bonita biblioteca construida a lo largo de su vida.
 “Aquí pasó muchísimas horas”, pensé, “y esto es lo que veía cuando levantaba la vista de sus relecturas predilectas, Simenon y Conan Doyle y Dumas y Cervantes”
. Al primero volvía cada pocos años, y en los últimos de su vida anoté los títulos que tenía y cada vez que iba a Francia le buscaba los que le faltaban.
 Al traérselos se le iluminaba la cara como a un niño
. Como era muy aficionado a las policiacas, le regalaba a autores “nuevos”, para que probara. Le entusiasmaba Colin Dexter (inadvertido en España), cuyo Inspector Morse otros han copiado sin sonrojo y con peores resultados.
 Le divertían Patricia Cornwell y Donna Leon y Jean-Françoise Parot, cuyo Comisario Le Floch indaga en el París del XVIII, que mi padre tan bien conocía
. Y nunca perdió el gusto por el cine
. Físicamente me parecí siempre a mi madre, pero desde que él murió me sucede algo extraño: me sorprendo haciendo gestos que son suyos, como pasarse el nudillo del pulgar por la barbilla, mientras pienso, o apretarme levemente la frente con algún pequeño objeto (un encendedor en mi caso), como si con esa presión tratara de estrujarse mejor el cerebro
. Al fin y al cabo se pasó la vida pensando, y pensando más, no quedándose en el primer pensamiento, eso me consta.
 Creo que esos gestos no eran míos cuando él vivía, quién sabe.
 Quizá no haga falta decir que otra de las razones por las que no participaré en las conmemoraciones es que toda esta incongruencia me pone muy triste.
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