El avión del rey volvió a fallar y el monarca casi se pierde la copa que lleva siu nombre.
¡Quizás deberíamos hacer una colecta!
¿Eran tan culpables los trajes hechos a medida por la trama corrupta
Gurtel como para tener un final tan brutal, ignominioso, triste: A la
basura?
Ni sus sastres, ni quienes los mandaron a hacer ni quienes los recibieron como regalos conocieron otra fortuna que la inocencia y el punto final de la justicia y solo los trajes terminaron allí, despojos sin destino.
Es cierto que los trajes lamentablemente no hablan y seguramente tampoco recuerdan pero hacen recordar.
Por unos años creímos que servían como pruebas o al menos momentos de una época hilvanada de regalos y sobornos , mensajes apasionados en los teléfonos, todo aquel lleva y trae que fue Gurtel. Esta semana la justicia ha decidido echarlos a la basura despojados de sus etiquetas, sin identidad, con la argumentación de que “a nadie le interesan”
. Quizás sea una exageración pero esos trajes de Gurtel en la basura podrían haber servido como una muestra de Arte Degenerado de la Burbuja Inmobiliaria. .
Una vez mas la justicia y la sociedad española se enfrentan al mundo del vestir, con desdeño, tratando a la ropa como algo absolutamente baladí.
Sin importancia en un tiempo sin costuras. ¡Cuando esos trajes enredaron y después desenredaron toda la trama!
Sin ellos no habríamos descubierto que existía una sastrería de nombre Forever Young y todo un estilo político, una forma de coser y cantar.
Por siempre joven es realmente un nombre curioso para una sastrería adulta que abastecía de tela y nuevos modelos a la cúpula política del PP valenciano.
Y lleva implícita en su rubrica una sensación de coquetería, de que sus prendas podrían cubrir esa anhelado deseo de sentirse Forever Young, siempre joven y a salvo
. Que mala gente hay que ser para dejar que esa maravilla de trajes ,que te dejaban hecho un primor, terminen ahora en un contenedor de basura, como cadáveres que nadie quiere reconocer, trapos sin pasado ni dirección postal.
Nuestra memoria es corta y nuestra vanidad larga, pero uno de los grandes momentos de toda la sastrería Gurtel fue cuando el ex presidente Camps se mando a confeccionar unos chaqués para su visita a el Vaticano y pidió que uno de ellos fuera blanco, blanco roto , porque al parecer el protocolo para la visita papal permite llevar ese color de traje de etiqueta.
Mucha gente, tanto del mundo de la moda, como del estilismo y tweeter se quedaron patidifusos. Pocos sabían de la existencia de esa opción de chaqué para la visita. En Forever Young si lo sabían y lo confeccionaron sobre la envidiable silueta del President Camps que se le apareció así a Benedicto XVI, como si fuera un caballero del Santo Grial o la Blanca Paloma.
Aunque ya a nadie le importe, la culpa de los millonarios apaños de Gurtel no la tienen ni los trajes ni los sastres sino la TELA, la burbuja inmobiliaria, la obstinación por hacer de Valencia un referente estético y económico
. El saco sin fondo de las mayorías absolutas o, ya vistos, hasta la boda de Ana Aznar que termino por enloquecer al padre de la contrayente, los amigos que regalaron miles de euros en megafonía e iluminación y desde luego a nosotros mismos ,los contribuyentes, que en algún forro, botón o cremallera habremos contribuido .
No sabremos como vestirán los procesados por todos esos cursos de formación inexistentes que brotan en Andalucía. De momento en la cárcel de Sevilla han pintado con rayas amarillas toda la entrada para evitar el flujo de periodistas, visitantes, familiares de los posibles presos.
“Se va a liar una en esa prisión” sentenciaron en el programa de Ana Rosa, cuando conectaron con la cárcel para saber si allí iría Ortega Cano después de Semana Santa y vieron ese extenso rayado protector. Los cursos de formación terminaran impartiéndolos entre rejas.
Da también mucha tristeza el fallecimiento de Junior
. Es el final de una de las historias de amor mas verdaderas de nuestra historia musical: Rocío y Junior fueron un tipo de pareja que perpetuaban la inocencia perdida en los años sesenta.
Y aunque durante los días posteriores a la muerte de la Durcal, los hijos se pelearan con Junior por la herencia, al final todo quedo en un malentendido que poco a poco se silencio en la prensa del corazón mientra
s Junior era esa imagen del viudo esperando que el destino decidiera. Los años sesenta españoles, su parte dulce, joven y de comedia ligera, se han marchado con el.
Quizás por el eclipse lunar, quizás porque el mundo árabe tira mucho, el avión del rey volvió a fallar y el monarca casi se pierde la copa que lleva su nombre. ¡Quizás deberíamos plantear una colecta para cambiar esos aviones de una buena vez!
La copa se la llevo Madrid pero el interés general sigue atento al l triunfo del Atlético de Simeone. Los goles de su equipo desvelan que los equipos millonarios no garantizan éxitos con sus contrataciones megalómanas.
En el futbol y en la calle lo que gusta es lo humilde.
Otra demostración de cómo nos ha cambiado la crisis: madridistas y barcelonistas acérrimos se alegran de la buena fortuna de los rojiblancos porque lo ven como una lección, el triunfo de David sobre Goliat.
Mas pena aun por los trajes de Gurtel, no tuvieron un David que los salvara de su triste final.
Ni sus sastres, ni quienes los mandaron a hacer ni quienes los recibieron como regalos conocieron otra fortuna que la inocencia y el punto final de la justicia y solo los trajes terminaron allí, despojos sin destino.
Es cierto que los trajes lamentablemente no hablan y seguramente tampoco recuerdan pero hacen recordar.
Por unos años creímos que servían como pruebas o al menos momentos de una época hilvanada de regalos y sobornos , mensajes apasionados en los teléfonos, todo aquel lleva y trae que fue Gurtel. Esta semana la justicia ha decidido echarlos a la basura despojados de sus etiquetas, sin identidad, con la argumentación de que “a nadie le interesan”
. Quizás sea una exageración pero esos trajes de Gurtel en la basura podrían haber servido como una muestra de Arte Degenerado de la Burbuja Inmobiliaria. .
Una vez mas la justicia y la sociedad española se enfrentan al mundo del vestir, con desdeño, tratando a la ropa como algo absolutamente baladí.
Sin importancia en un tiempo sin costuras. ¡Cuando esos trajes enredaron y después desenredaron toda la trama!
Sin ellos no habríamos descubierto que existía una sastrería de nombre Forever Young y todo un estilo político, una forma de coser y cantar.
Por siempre joven es realmente un nombre curioso para una sastrería adulta que abastecía de tela y nuevos modelos a la cúpula política del PP valenciano.
Y lleva implícita en su rubrica una sensación de coquetería, de que sus prendas podrían cubrir esa anhelado deseo de sentirse Forever Young, siempre joven y a salvo
. Que mala gente hay que ser para dejar que esa maravilla de trajes ,que te dejaban hecho un primor, terminen ahora en un contenedor de basura, como cadáveres que nadie quiere reconocer, trapos sin pasado ni dirección postal.
Nuestra memoria es corta y nuestra vanidad larga, pero uno de los grandes momentos de toda la sastrería Gurtel fue cuando el ex presidente Camps se mando a confeccionar unos chaqués para su visita a el Vaticano y pidió que uno de ellos fuera blanco, blanco roto , porque al parecer el protocolo para la visita papal permite llevar ese color de traje de etiqueta.
Mucha gente, tanto del mundo de la moda, como del estilismo y tweeter se quedaron patidifusos. Pocos sabían de la existencia de esa opción de chaqué para la visita. En Forever Young si lo sabían y lo confeccionaron sobre la envidiable silueta del President Camps que se le apareció así a Benedicto XVI, como si fuera un caballero del Santo Grial o la Blanca Paloma.
Aunque ya a nadie le importe, la culpa de los millonarios apaños de Gurtel no la tienen ni los trajes ni los sastres sino la TELA, la burbuja inmobiliaria, la obstinación por hacer de Valencia un referente estético y económico
. El saco sin fondo de las mayorías absolutas o, ya vistos, hasta la boda de Ana Aznar que termino por enloquecer al padre de la contrayente, los amigos que regalaron miles de euros en megafonía e iluminación y desde luego a nosotros mismos ,los contribuyentes, que en algún forro, botón o cremallera habremos contribuido .
No sabremos como vestirán los procesados por todos esos cursos de formación inexistentes que brotan en Andalucía. De momento en la cárcel de Sevilla han pintado con rayas amarillas toda la entrada para evitar el flujo de periodistas, visitantes, familiares de los posibles presos.
“Se va a liar una en esa prisión” sentenciaron en el programa de Ana Rosa, cuando conectaron con la cárcel para saber si allí iría Ortega Cano después de Semana Santa y vieron ese extenso rayado protector. Los cursos de formación terminaran impartiéndolos entre rejas.
Da también mucha tristeza el fallecimiento de Junior
. Es el final de una de las historias de amor mas verdaderas de nuestra historia musical: Rocío y Junior fueron un tipo de pareja que perpetuaban la inocencia perdida en los años sesenta.
Y aunque durante los días posteriores a la muerte de la Durcal, los hijos se pelearan con Junior por la herencia, al final todo quedo en un malentendido que poco a poco se silencio en la prensa del corazón mientra
s Junior era esa imagen del viudo esperando que el destino decidiera. Los años sesenta españoles, su parte dulce, joven y de comedia ligera, se han marchado con el.
Quizás por el eclipse lunar, quizás porque el mundo árabe tira mucho, el avión del rey volvió a fallar y el monarca casi se pierde la copa que lleva su nombre. ¡Quizás deberíamos plantear una colecta para cambiar esos aviones de una buena vez!
La copa se la llevo Madrid pero el interés general sigue atento al l triunfo del Atlético de Simeone. Los goles de su equipo desvelan que los equipos millonarios no garantizan éxitos con sus contrataciones megalómanas.
En el futbol y en la calle lo que gusta es lo humilde.
Otra demostración de cómo nos ha cambiado la crisis: madridistas y barcelonistas acérrimos se alegran de la buena fortuna de los rojiblancos porque lo ven como una lección, el triunfo de David sobre Goliat.
Mas pena aun por los trajes de Gurtel, no tuvieron un David que los salvara de su triste final.