Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 abr 2014

Entre lo divino y lo humano con Harry Clarke.......................Lean, no se lo pierdan

Entre lo divino y lo humano con Harry Clarke

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Posiblemente el artista más admirado, delicado y oscuro de la Irlanda de la primera mitad del siglo XX cuyas obras ilustraron algunos de los textos más importantes de la literatura universal fue también el más célebre y recordado vidriero de su época.
 Su extraordinaria habilidad para el dibujo y las tramas gráficas en sus ilustraciones editoriales, su envidiable manejo de la luz, la composición y el color en el arte de los vitrales y su peculiar interés por explorar el reverso tenebroso de la naturaleza humana, le valió la consideración de ser uno de los genios más extraños de su tiempo.
Harry_Clarke_PoeIlustración para los Cuentos de misterio e imaginación de Edgar Allan Poe (1919)
Harry Clarke (Dublín, Irlanda, 1889 - Coira, Suiza, 1931) estuvo desde su nacimiento ligado al concepto de Arts and Crafts. Su padre era el propietario de Joshua Clarke&Sons, un taller de fabricación artesanal de vitrales y decoración religiosa que alcanzaría cierto renombre y satisfaría numerosos encargos en países como Irlanda, Reino Unido, EE UU o Australia
. Tras haber estudiado en el colegio jesuita Belvedere y después del fallecimiento de su madre, el todavía adolescente entra como aprendiz en el taller familiar en donde descubrirá las claves del oficio al tiempo que asiste a la Dublín Metropolitan School of Art -hoy National College of Art and Design- reforzando sus conocimientos en clases nocturnas.
Harry_Clarke_Poe3
Ilustración para los Cuentos de misterio e imaginación de Edgar Allan Poe (1919)
Harry Clarke fue una especie de obrero de la ilustración. Con la dedicación metódica de un trabajador enamorado de su oficio, dedicó su corta vida a traducir en imágenes los encargos ajenos -en especial en el caso de sus vidrieras hagiográficas, literarias o decorativas- y a sus propios proyectos en el campo de la ilustración editorial.
 El hecho de que su principal sustento económico proviniera de los encargos del taller familiar y su temprana muerte a los 41 años explica su relativamente escasa obra editorial -tan solo 6 libros- que contrasta con su pingüe producción de vidrieras -más de 130 a lo largo de su vida- de la que aparece una pequeña muestra en este reportaje de la televisión irlandesa.
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Ilustración para los Cuentos de hadas de Hans Christian Andersen (1916)
Centrándonos en su labor como ilustrador, su primer proyecto importante fue el de las ilustraciones que realizó para los Cuentos de hadas de Hans Christian Andersen.
En un viaje a Londres en 1913, casi abatido tras haber sido rechazado por varias editoriales, Clarke contacta con George Harrap: un editor que comprende la naturaleza del proyecto y queda maravillado con las ilustraciones que aquel muchacho enjuto, espigado y de aspecto enfermizo le ofrece
. De manera arriesgada pero visionaria, Harrap&Co decide apostar por él no solo aceptando su propuesta sino encargándole además una edición de lujo; ambas publicadas en 1916. Ilustraciones respetuosamente fieles a los textos a los que acompañan y que se dividirán en dos tipos: por un lado, aquellas realizadas con un tratamiento amable y colorista que a menudo ha sido comparado con el trabajo de otros autores como Edmund Dulac o Kay Nielsen y por otro aquellas más minuciosas y recargadas en blanco y negro que se convertirían en su sello inconfundible.
Harry_Clarke_Poe_colorIlustración para los Cuentos de misterio e imaginación de Edgar Allan Poe (1923)
Tres años después, de nuevo con Harrap&Co, publicará el que se convertiría en uno de sus más célebres trabajos: la edición ilustrada de los Cuentos de misterio e imaginación de Edgar Allan Poe. Esta vez, seguramente sintiéndose más identificado con el tétrico y fascinante mundo del estadounidense, Clarke despliega un impresionante trabajo en el que mantiene su fidelidad al texto con un estilo oscuro e inquietante en sintonía con la atmósfera de los relatos.
 Tal fue su éxito que sería reeditado en 1923 agregando nuevas ilustraciones en color que evidencian la recíproca influencia entre sus facetas como ilustrador y vidriero.
The _Year_s_At_The_SpringIlustración para la antología poética The Year's at the Spring (1920)
En 1920 se encargará de ilustrar la antología poética The Year’s at the Spring editada por la estadounidense Brentano’s en las que se alternan ilustraciones a página completa en blanco y negro o en color con pequeños detalles ornamentales y en 1922 volverá a ilustrar una serie de cuentos infantiles y juveniles, esta vez de Charles Perrault, de nuevo con la editorial Harrap&Co. Un proyecto en el que el impecable oficio de Clarke vuelve a estar a la altura de la fantasía del texto.
Fausto2Ilustración para Fausto de Johann Wolfgang von Goethe. Posible autorretrato como Fausto (1925)
Pero el culmen de su trabajo en el campo editorial -opinión manifestada también por el propio autor- llegaría en 1925 de la mano de otro texto inmortal: el imponente Fausto, de Johann Wolfgang von Goethe. En éste, como en el caso de los relatos de Poe, la gráfica se pone al servicio de la historia sin perder el personal estilo de un Harry Clarke desenvuelto y entregado a lo macabro.
 Más de setenta ilustraciones a página completa o pequeños detalles ornamentales que reflejan a la perfección la angustia, la decadencia y la provocación del texto y que se convirtieron en un clásico de la ilustración inseparable del clásico literario.
Harry_Clarke_SwinburneIlustración para los Poemas de Algernon Charles Swinburne (1928) 
Finalmente, en 1928 publicaría el que sería su último -y quizás su más polémico- trabajo editorial: una selección de Poemas de Algernon Charles Swinburne, editados por John Lane the Bodley Head, de Londres y cuyas ilustraciones fueron posiblemente las más eróticas y explícitas de la producción de Clarke. Tanto es así que fueron tildadas de obscenas debido a los sugerentes desnudos y a la androginia de varios de sus personajes y llegó incluso a ser un libro prohibido en Irlanda.
Harry_Clarke_Dublin_Drama_LeagueIlustración para el colectivo The Dublin Drama League (1925)
Otros proyectos curiosos acometidos por Clarke y alejados del común de su producción nos ofrecen una visión más amplia sobre su gran versatilidad. Sirvan como ejemplo los ocho volúmenes que componen la publicación Ireland's Memorial Records 1914-18 que ilustró con motivos bélicos y hermosas cenefas decorativas en 1923 por encargo del mariscal de campo Sir John French para honrar la memoria de los soldados irlandeses caídos durante la Primera Guerra Mundial. También llamativos -y muy codiciados actualmente por los bibliófilos- son los dos folletos publicitarios que realizó para la destiladora dublinesa de whisky John Jameson&Son y que llevaron por título La historia de la Casa Grande - Origen de John Jameson Whisky, de 1924 y El Elixir de la Vida de 1925.
 Además diseñó felicitaciones navideñas, un calendario para una compañía aseguradora o carteles para obras de teatro como las de la formación literaria The Dublin Drama League entre otras colaboraciones puntuales. Lamentablemente hubo también otros proyectos que nunca vieron la luz, como sus ilustraciones para poemas de W. B. Yeats o las realizadas para La balada del viejo marinero de Samuel Taylor Coleridge, que fueron destruidas en un incendio durante las revueltas de la llamada Pascua Sangrienta de Dublín de 1916.
Harry_Clarke_Poe7Ilustración para los Cuentos de misterio e imaginación de Edgar Allan Poe (1919)
A menudo se ha comparado la obra de Harry Clarke con la del inglés Aubrey Beardsley. De hecho parece incuestionable que el irlandés se inspirara en Beardsley en varios aspectos como el uso de grandes bloques de blancos y negros, la elegante sinuosidad de sus formas o un espíritu decadentista fin de siècle común. Fueron precisamente esas similitudes con Beardsley las causantes de que algunas de sus primeras ilustraciones –concretamente las de la Salomé de Oscar Wilde o las de El rizo robado de Alexander Pope, ilustradas años antes por el inglés- no fueran publicadas ya que las comparaciones habrían sido inevitables. Sin embargo, el trabajo de Clarke devino al poco tiempo mucho más enigmático e inquietante, consiguiendo un estilo propio muy particular gracias a su excelente ejecución del dibujo, la variedad de sus tramas gráficas, los profusos damascados, la minuciosidad de sus detalles y su tendencia al horror vacui.
 Otras influencias o fuentes de inspiración de naturaleza diversa como la pintura prerrafaelita, el simbolismo, la tradición celta o el Art Nouveau así como ciertos ecos exóticos de japonismo y de las vestimentas de los ballets rusos unidas a una concepción casi medieval del oficio artesano, contribuyeron a la consolidación del estilo y la actitud de Clarke, quien llegó a caricaturizarse como un monje trabajando en su scriptorium.
Harry_Clarke_Fausto3Ilustración para Fausto de Johann Wolfgang von Goethe (1925)
Harry Clarke desarrolló a lo largo de su vida una producción artística antitética, dividida entre la devoción católica y la fascinación por lo siniestro, tal como muestran sus vidrieras y sus ilustraciones editoriales. Quizás algunos aspectos de su biografía como su siempre maltrecho estado de salud, la temprana muerte de su madre o los rígidos preceptos religiosos inculcados por su educación católica, fueron en parte los que forjaron en él esa compleja dualidad entre lo sagrado y lo profano, entre la redención y el pecado, entre lo divino y lo humano.
 Tal vez por ello, quién sabe si en un intento por redimirse o por el placer de la provocación, acabó autorretratándose como Fausto –aquel personaje que vendió su alma al diablo- y en la vidriera de El Juicio Final: caminando junto al resto de los condenados hacia el fuego eterno.
Harry_Clarke_Fausto4Ilustración para Fausto de Johann Wolfgang von Goethe (1925)
Las obras de Harry Clarke pasaron a dominio público en 2011, 80 años después de su muerte. Recientemente, la editorial Libros del Zorro Rojo ha publicado en castellano dos magníficas ediciones de dos de sus más célebres trabajos: Cuentos

8 abr 2014

Todos los hombres de Irina Shayk

La modelo rusa ultima su debut en la interpretación como acompañante de 'Hércules', otra muestra de su criterio al elegir colegas masculinos

Los repasamos

Cristiano Ronaldo junto a su novia, la modelo Irina Shayk. / CORDON

En sus fotos más recientes, Irina Shayjlislamova (Shayk para los amigos) aparece acompañada no por su pareja, el Balón de Oro Cristiano Ronaldo, sino por otra estrella de constitución atlética y abdominales marmóreos.
 En esta ocasión se trata de Dwayne The Rock Johnson, su compañero de reparto en lo que va a constituir su nueva aventura profesional: Hércules, su debut en el cine
. La adaptación del clásico griego se estrenará este verano pero, como los tiempos que corren no están para dejar pasar el tiempo, su debut está empezando a dar que hablar solo con el trailer que vimos la semana pasada
. El caso es que cada vez que Irina empieza algo nuevo parece que tiene que hacerlo del bracito de un tipo con unos pectorales del tamaño del Bernabeu.
 Valga com ejemplo su galería de acompañantes (bien) hechos y (bien) derechos.
1. Irina y Hércules
Como se veía venir, a Irina pronto se le han quedado pequeños esos bikinis por cuyo lucimiento se hizo famosa en la revista Sports Illustrated.
 Ahora, como otras compañeras de profesión, la modelo nacida en Yemanzhelinsk en 1986 quiere probar en Hollywood.
 Una idea que le venía rondando por la cabeza desde hacía tiempo y que justifica su presencia en la after party de los pasados Oscar, inmortalizada en una foto subida a su Instagram junto a la no menos exuberante Sofia Vergara.
 Una instantánea para la leyenda: “Junto a la mujer más sexy del mundo”, Irina dixit.
Sofia Vergara e Irina Shayk, humillando cualquier foto jamás subida a Instagram.
Dejemos el cálido Hollywood por la mítica Grecia y, más concretamente, por Tebas
. En Hércules, The Rock será, ejem, el disoluto y epónimo héroe y una despampanante Irina será Megara. Para los no iniciados en ese noble precursor de la prensa rosa que es la mitología, les contaremos que Megara fue la primera mujer de Hércules, concedida en matrimonio por Creonte después de que Hércules diera matarile a Ergino, y con la que el hijo de Zeus y Almecna tuvo tres churumbeles, algo con lo que (creemos) CR7 todavía no se ha puesto.
 La verdad es que las comparaciones son odiosas: la historia de Megara acaba cuando Hércules la asesinó a ella y a sus retoños debido a una locura temporal provocada por Hera.

2. Irina y R. Kelly (y otros reyes de la rima)
Muy loco (o eso dicen) se puso también el astro blanco tras ver una reciente sesión de fotos de lo más tórrida de su chica con el rapero R. Kelly para la revista V Magazine. Ella con el culete al aire y el cantante bien arrimado.
 No le falta razón a Cristiano: R. Kelly, famoso, como Hércules, por su rijosidad, tiene un largo historial de acusaciones sexuales: coristas, bailarinas, menores…
E Irina, dicho sea de paso, parece gustar de la compañía de los malotes del hip hop: en 2010 protagonizó el vídeo Power del señor Kim Kardashian, a la sazón, Kanye West.

3. Irina Shayk y Miguel Ángel Silvestre
Kanye y R. Kelly serían más que felices en una fiesta como la que les preparó Penélope Cruz a Irina en su censurado anuncio para la firma Agent Provocateur.
 Es probable que, después de ese rodaje, a Silvestre, que no es de piedra, le entraran unas ganas locas de vender lencería en las Galerías Velvet. Conste que no tenemos nada en contra de Paula Echevarría pero la manera de contonearse de Irina frente a Miguel Ángel enloquecería a hombres más que conocedores en la anatomía femenina. Juzguen ustedes mismos…

4. Irina y Jack Rourke
Para Agent Provocateur se encasquetó una gorro de piloto de avión aunque, con anterioridad, lo que parecía gustarle más era el motor de los coches.
 Y ningún vehículo ronronea mejor que los bólidos del videojuego Need for speed
. En la versión de las aventuras de su protagonista, Jack Rourke, de 2011 (titulada Need for Speed The Run) posó echando gasolina súper a sus coches y a los corazones de muchos jugones encarnando a Mila Belova.

 

Ornella Muti no estaba enferma, estaba con Putin


Ornella Muti, de rojo, en la mesa presidida por Putin la noche en que supuestamente estaba enferma. / CORDON

La razón oficial fue: "Una fuerte roquera". Eso es lo que la famosa actriz italiana Ornella Muti argumentó para cancelar durante tres días su presencia en el Teatro Verdi di Pordenone donde actuaba en El judío de Gianni Clementi. Y aportó un certificado que decía que sufría una "aguda laringotraqueítis con fiebre, tos y ronquera y necesidad de cinco días de descanso y no hacer uso de la voz".
Pero dos días después, Ornella Muti fue fotografiada en una cena de caridad para ayudar a niños con cáncer, en Rusia, sentada en la mesa del primer ministro, Vladímir Putin.
 No tenía síntomas de estar enferma, enfundada en un traje rojo como lucía.
 Junto a ella en esa gran gala celebrada en San Petersburgo se hallaba también el actor estadounidense Kevin Costner.
La mentira de Muti ha acabado en los tribunales. El Fiscal de Roma ve en su comportamiento dos delitos: falsedad del certificado médico y engaño al teatro
 Si la defensa de la actriz no logra convencer a los jueces, la actriz se enfrenta a una condena por fraude y falsificación, así como una sanción para compensar al teatro por la cancelación del espectáculo. El juicio está fijado para el próximo 15 de abril.
Los hechos que llegan al tribunal sucedieron en diciembre de 2011, cuando la actriz canceló tres fechas en el Teatro Verdi di Pordenone.
 Los responsables del espectáculo aseguran estar "indignados" con el comportamiento de Muti después de ver las noticias y fotografías que la mostraban con Putin en una gala de caridad. La dirección del teatro anunció que iba a "evaluar las acciones legales para proteger los derechos del teatro" y finalmente decidió llevarla a los tribunales.

Por favor, gobiérnanos

Cuanto más niega el chef Gastón Acurio que tenga intención de presentarse como candidato a presidente de Perú en las próximas elecciones, más parece reclamárselo el pueblo.

El chef peruano Gastón Acurio, preparando uno de sus famosos Ceviches junto a Quique Dacoste, en 2012. / GORKA LEJARCEGI

–Te apuesto este restaurante entero a que NO voy a ser presidente.
El chef peruano Gastón Acurio acaba de hacer una apuesta extrema.
Este restaurante es el nuevo local de su marca de alta cocina, Astrid & Gastón, un local en Lima de 300 años de antigüedad, 3.000 metros cuadrados y 120 trabajadores que combina laboratorios gastronómicos y proyectos sociales.
Y, sin embargo, en los meses previos a la inauguración, nadie le ha preguntado al chef por su proyecto estrella.
 La gente solo quiere saber si postulará en las próximas elecciones.
–Todo esto ha sido un error –cuenta Acurio, en un elegante salón blanco, pero vestido con alpargatas, un pantalón remangado y una camisa vieja–. En diciembre, durante una entrevista, una periodista citó rumores de que yo quería ser presidente. Dije que no. 
Me preguntó si algún día tal vez. Dije que no tengo una bola de cristal. Al día siguiente, portada: “Acurio no descarta ser presidente”.
El chef volvió a negarlo
. Una y otra vez. Pero la mecha había prendido. Titulares, columnas y tertulias al respecto abarrotaron los medios. En febrero, una encuesta reveló que el 23% de los peruanos votarían por él. Time escribió sobre el caso. La República publicó dos páginas de entrevista sobre su filosofía política.
 Nada mal para alguien que lleva tres meses jurando que no será candidato.
En poco tiempo, todo el mundo lo daba por hecho:
–Empezaron a escribirme personas que nunca me habían apreciado –recuerda él–, incluso rivales, para decirme que siempre habían confiado en mí, y que contase con ellos en mi candidatura. 
Pero la gente que me quiere de verdad estaba preocupada. Empezando por mis hijas. Mis mejores amigos me llamaron para “disuadirme”.
 En mi entorno, el único que estaba contento era mi papá.
El chef es hijo de otro Gastón Acurio, un dirigente de derecha moderada que llegó a ministro y congresista. 
El senador Acurio crio a su hijo para ser presidente. Le hacía leer a Popper. Lo invitaba a los debates parlamentarios. Y lo envió a Europa a estudiar derecho como escuela para la política.
 Pero aprovechando la distancia, su hijo lo engañó y estudió cocina. Solo después de graduarse le dijo la verdad.
En estos meses, Acurio padre ha recuperado la ilusión. El hijo se ríe:
–Papá no cree que no quiero ser presidente. Sospecha que escondo mis intenciones para no quemarme antes de tiempo. Piensa que es una movida muy astuta.
Con 41 restaurantes alrededor del planeta, líder en la única industria creativa que tiene a Perú en el top five, Acurio sabe que su candidatura podría perjudicar su imagen y sus negocios. Pero cuando abre la boca, de ella sale un candidato. 
El chef se declara un “idealista pragmático”. Exalta la pujanza de los pequeños empresarios
. Exhibe su compromiso con los campesinos andinos.
 Y ha pintado en su nueva cocina la primera estrofa del himno de Perú. Hasta su menú de degustación es un análisis de la historia del país.
En un electorado que desconfía de los políticos, todos los presidentes peruanos desde 1980 han sido outsiders totales o Alan García, el seductor de masas perfecto. Para ellos –y son todos los que viven–, Acurio sería un rival imbatible: un outsider criado por un senador con una inspiradora historia de éxito nacional.
Pero ahora, después de enseñarme el jardín botánico del restaurante –que será una escuela de biodiversidad–, Acurio expresa sus dudas:
–Creo que no debería negar tanto la candidatura. Mientras más la niego, menos me creen.