Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

31 mar 2014

Vuelve el vaquero 'made in Spain' .

Vuelve el vaquero 'made in Spain'

Tras años de parón y de desaparición de algunas de sus marcas insignia, el denim renace con el regreso de Lois y Liberto.

 

Lois
Johan Cruyff, protagonista de la publicidad de Lois en 1974.
Foto: Cortesía de Lois


Es posible que en el fondo de los armarios de numerosas casas españolas aún se esconda algún par de pantalones vaqueros de firma nacional
. La década de los 90, momento de esplendor del denim español, tampoco queda tan lejos y habrá quien de vez en cuando se tope con aquellos pantalones de antaño (o los de sus padres o hermanos) y se transporte mentalmente a épocas sino más felices, al menos sí más jóvenes. Lois, Cimarron, Liberto o Bonaventure fueron algunos de los nombres que la chavalería española lució en la parte trasera de sus jeans durante años, aunque poco a poco fueron desapareciendo del mercado.
Sin embargo, cuando ya casi nadie se acordaba de ellas más que para rememorar las pintas exhibidas en el pasado o al encontrarse algún ejemplar de sus antiguas colecciones en las estanterías de tiendas de ropa de segunda mano, dos de las firmas más emblemáticas vuelven a intentar recuperar el mercado que en algún momento coparon.
Una de ellas es Lois, cuya licencia de explotación de ropa exterior está ahora en manos de la empresa toledana Six Valves. La primera colección bajo la nueva dirección –después del cierre de Sáez Merino en octubre de 2008– fue la de otoño/invierno 2009 y actualmente están esforzándose por potenciar la presencia de su firma en las redes sociales y volver a posicionarse en los primeros puestos del sector.
Lois
Interior de la fábrica de Lois en Valencia, año 1997.
Foto: Mónica Torres/ Cortesía de EL PAIS
Su vuelta parece haber tenido buenos resultados, según declara Vicente Sáez Merino, hijo y sobrino de los fundadores de la marca:
 “Sí, son positivos y más teniendo en cuenta la debilidad del consumo. En España y Europa, pese a la crisis, parece que hay síntomas de recuperación”.
 La internacionalización parece un punto importante en los objetivos de la firma que afirma estar creciendo con fuerza en Sudamérica y tener a Asia como nuevo reto inmediato. “Ya se acabaron los tiempos en los que los jeans eran para jóvenes y rebeldes. Ahora vendemos en el mercado global y para público global”.
Lois

Foto: Cortesía de Lois.
Lois
Los bolsillos triangulares en la parte delantera: un modelo mítico que marcó la década de los 90.
Foto: Cortesía de Lois
Otra de las grandes firmas nacionales que vuelve a intentarl es Buenos Liberto, cuya licencia es actualmente propiedad de la empresa Ultra Cinco, asentada en Barcelona
. La marca es de origen francés y se empezó a comercializar en España a mediados de los años ochenta hasta el cierre de su almacén de Gerona en el año 2006
. Según Laurent Layani, responsable de la empresa, las razones por las que han regresado es que han "visto que ha pasado la crisis, el mercado ha limpiado la oferta que tenía y nos parecía un buen momento para retomar la firma.
Pensamos que tiene muchos antiguos clientes que se han quedado con un buen recuerdo y que no encontraban la marca, pero la buscaban”.
La nueva colección de Liberto tras su vuelta se dirigirá al público masculino y saldrá a la venta en la próxima temporada de primavera/verano 2014 a través de su tienda online y diversos portales de venta de moda por Internet.
Pese a ser dos de las grandes marcas que revolucionaron el mercado español en su momento, ahora ninguna elabora sus prendas dentro del país.
 Tanto Buenos Liberto como Lois fabrican en Portugal y en Marruecos y solo la segunda declara que confecciona “algo todavía en España”. Layani explica que han intentado producir en España pero no han encontrado aún los proveedores adecuados. "Supongo que algunos productos los podremos realizar en Barcelona, pero el tejano en sí preferimos hacerlo en fábricas que conocemos y que sabemos que funcionan bien”.
Liberto
Publicidad de Liberto, año 2001.
Foto: Cortesía de Liberto
Desde ambas marcas se muestran optimistas con respecto al futuro a corto y medio plazo, con la historia de cada firma como principal atractivo para su público potencial.
“Hemos recuperado los valores de la marca, que en su día fueron ofrecer una muy buena calidad a un precio accesible. Es cierto que hay que tener en cuenta a la competencia de las firmas de gran distribución, pero pensamos que tenemos algo más a favor que son los buenos recuerdos, la nostalgia de la época cuando se vendió Liberto”, explica Layani.
Para Lois: “Después de más de 50 años de historia, la marca ha adquirido gran solidez en el mercado”, señalando como su punto fuerte el patronaje y su resistencia.
Está claro que las circunstancias a las que se enfrentan son bastante diferentes a las que se encontraron los fundadores o introductores de las firmas en el país. Sin embargo, quizás la clave esté en, como explica Layani, en “hacer buenos tejanos y venderlos”
. Será el tiempo y, sobre todo, los consumidores, los que decidan si aquellas marcas que reinaron hace veinte años volverán a hacerlo ahora.
Lois
 

Es posible que en el fondo de los armarios de numerosas casas españolas aún se esconda algún par de pantalones vaqueros de firma nacional. La década de los 90, momento de esplendor del denim español, tampoco queda tan lejos y habrá quien de vez en cuando se tope con aquellos pantalones de antaño (o los de sus padres o hermanos) y se transporte mentalmente a épocas sino más felices, al menos sí más jóvenes. Lois, Cimarron, Liberto o Bonaventure fueron algunos de los nombres que la chavalería española lució en la parte trasera de sus jeans durante años, aunque poco a poco fueron desapareciendo del mercado.
Sin embargo, cuando ya casi nadie se acordaba de ellas más que para rememorar las pintas exhibidas en el pasado o al encontrarse algún ejemplar de sus antiguas colecciones en las estanterías de tiendas de ropa de segunda mano, dos de las firmas más emblemáticas vuelven a intentar recuperar el mercado que en algún momento coparon. Una de ellas es Lois, cuya licencia de explotación de ropa exterior está ahora en manos de la empresa toledana Six Valves. La primera colección bajo la nueva dirección –después del cierre de Sáez Merino en octubre de 2008– fue la de otoño/invierno 2009 y actualmente están esforzándose por potenciar la presencia de su firma en las redes sociales y volver a posicionarse en los primeros puestos del sector.
Lois
Interior de la fábrica de Lois en Valencia, año 1997.
Foto: Mónica Torres/ Cortesía de EL PAIS
Su vuelta parece haber tenido buenos resultados, según declara Vicente Sáez Merino, hijo y sobrino de los fundadores de la marca: “Sí, son positivos y más teniendo en cuenta la debilidad del consumo. En España y Europa, pese a la crisis, parece que hay síntomas de recuperación”. La internacionalización parece un punto importante en los objetivos de la firma que afirma estar creciendo con fuerza en Sudamérica y tener a Asia como nuevo reto inmediato. “Ya se acabaron los tiempos en los que los jeans eran para jóvenes y rebeldes. Ahora vendemos en el mercado global y para público global”.
Lois

Foto: Cortesía de Lois.
Lois
Los bolsillos triangulares en la parte delantera: un modelo mítico que marcó la década de los 90.
Foto: Cortesía de Lois
Otra de las grandes firmas nacionales que vuelve a intentarl es Buenos Liberto, cuya licencia es actualmente propiedad de la empresa Ultra Cinco, asentada en Barcelona. La marca es de origen francés y se empezó a comercializar en España a mediados de los años ochenta hasta el cierre de su almacén de Gerona en el año 2006. Según Laurent Layani, responsable de la empresa, las razones por las que han regresado es que han "visto que ha pasado la crisis, el mercado ha limpiado la oferta que tenía y nos parecía un buen momento para retomar la firma. Pensamos que tiene muchos antiguos clientes que se han quedado con un buen recuerdo y que no encontraban la marca, pero la buscaban”. La nueva colección de Liberto tras su vuelta se dirigirá al público masculino y saldrá a la venta en la próxima temporada de primavera/verano 2014 a través de su tienda online y diversos portales de venta de moda por Internet.
Pese a ser dos de las grandes marcas que revolucionaron el mercado español en su momento, ahora ninguna elabora sus prendas dentro del país. Tanto Buenos Liberto como Lois fabrican en Portugal y en Marruecos y solo la segunda declara que confecciona “algo todavía en España”. Layani explica que han intentado producir en España pero no han encontrado aún los proveedores adecuados. "Supongo que algunos productos los podremos realizar en Barcelona, pero el tejano en sí preferimos hacerlo en fábricas que conocemos y que sabemos que funcionan bien”.
Liberto
Publicidad de Liberto, año 2001.
Foto: Cortesía de Liberto
Desde ambas marcas se muestran optimistas con respecto al futuro a corto y medio plazo, con la historia de cada firma como principal atractivo para su público potencial. “Hemos recuperado los valores de la marca, que en su día fueron ofrecer una muy buena calidad a un precio accesible. Es cierto que hay que tener en cuenta a la competencia de las firmas de gran distribución, pero pensamos que tenemos algo más a favor que son los buenos recuerdos, la nostalgia de la época cuando se vendió Liberto”, explica Layani. Para Lois: “Después de más de 50 años de historia, la marca ha adquirido gran solidez en el mercado”, señalando como su punto fuerte el patronaje y su resistencia.
Está claro que las circunstancias a las que se enfrentan son bastante diferentes a las que se encontraron los fundadores o introductores de las firmas en el país. Sin embargo, quizás la clave esté en, como explica Layani, en “hacer buenos tejanos y venderlos”. Será el tiempo y, sobre todo, los consumidores, los que decidan si aquellas marcas que reinaron hace veinte años volverán a hacerlo ahora.
Lois

Los socialistas franceses sufren una derrota histórica en las municipales..............................Miguel Mora

Imágenes de la elecciones municipales en Francia. / ATLAS

La segunda vuelta de las elecciones municipales en Francia ha confirmado este domingo las peores previsiones para François Hollande y el Partido Socialista.
 Con una abstención récord, cercana al 37,3%, casi cuatro puntos más que en 2008, y una elevada tasa de votos nulos, los datos provisionales dibujan un monumental voto de castigo para los socialistas, con un 40,57% de los votos, que logran mantener París pero pierden docenas de ciudades –Toulouse, Bastia, Ajaccio, Pau, Tours, Angers, Reims, Quimper, Saint-Ettiene...– a manos del centroderecha.
 La alianza de la conservadora UMP con los centristas de la UDI y de MoDEM emerge de las urnas como vencedora indiscutible, con un 45,91% de los votos, y permite a una derecha dividida y lastrada por los escándalos a recuperarse de las derrotas sufridas en las presidenciales y las legislativas de 2012.
EL PAÍS
El Frente Nacional se convierte por primera vez en una pujante fuerza política local al conseguir al menos 11 alcaldías (14 en total ha obtenido la extrema derecha); es su mejor resultado en sus 42 años de historia y un indudable éxito personal de Marine Le Pen, ya que el partido no consiguió ninguna alcaldía en 2008. El ascenso de la ultraderecha, que obtiene un 6,84% de los votos, solo ve limitada la resonancia de su crecimiento al no lograr imponerse en Perpiñán, Aviñón –donde gana la candidata del Partido Socialista– y Forbach, tres ciudades que de haber caído en manos de Le Pen se habrían convertido en el símbolo de una nueva era.
El descontento del electorado con el Ejecutivo socialista y la impopularidad récord de su líder, François Hollande, se manifiestan en esta segunda vuelta con más nitidez que hace una semana
. Los malos resultados del primer turno no han conseguido movilizar a los votantes de izquierda en las grandes ciudades, y el PS sale hundido de las municipales de mitad de mandato, al perder ante la derecha al menos 155 localidades de más de 9.000 habitantes.
La abstención bate récords con el 38% y proliferan las papeletas nulas
Solo la victoria de Anne Hidalgo en París ante la aspirante de la UMP, Nathalie Kosciusko-Morizet, y el rescate de Aviñón ante el avance del candidato del Frente Nacional han servido de consuelo en una jornada dramática para los socialistas, que han comparecido serios y circunspectos al cierre de los colegios electorales.
El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, que muy probablemente será el chivo expiatorio de la derrota, ha estado a punto de dimitir durante su alocución en directo, pero sus consejeros le han convencido en el último minuto de no hacerlo.

La portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, ha admitido que los resultados son “malos y decepcionantes” y ha prometido que el Gabinete bajará los impuestos a las familias para acometer una política de más justicia social, pero no ha querido aclarar cuándo abrirá Hollande la inevitable crisis de Gobierno. La impresión es que el presidente anunciará su nuevo gabinete en las próximas horas.
Ségolène Royal, excandidata a las presidenciales, y hoy con legítimas aspiraciones a formar parte del nuevo equipo, ha dicho que las urnas habían enviado “una advertencia muy severa, que debe ser escuchada”.
El líder del frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ha afirmado que “la política de Hollande, su viraje a la derecha, su alianza con la patronal y su sumisión a las políticas de austeridad europeas han desembocado en un desastre”.
En enero, Hollande abandonó el discurso y la estrategia que le llevaron a ganar las presidenciales y abrazó sin rubor las recetas neoliberales ofreciendo un pacto por el empleo a la patronal y un recorte del gasto público de 50.000 millones en tres años.
La lista de grandes ciudades que basculan desde el PS al centroderecha tiñe netamente de azul el mapa electoral, e incluye bastiones históricos del socialismo como Roubaix, Angers, Toulouse, Limoges (en manos de la izquierda desde 1912), Quimper o Bastia
. El PS pierde también a manos de las listas de centroderecha Saint-Etienne, Reims, Anglet y Pau, donde se impone el dirigente centrista, François Bayrou, con el 63% de los votos.
El partido que lidera Le Pen logra el mejor resultado de sus 42 años
A estos desastres hay que sumar la catástrofe del candidato socialista en Marsella, que continúa en manos de la UMP, y la victoria de un disidente del PS en La Rochelle. Estrasburgo, Lille y Dijon resisten el vuelco del clima de opinión y permanecen en poder de la izquierda
. En Grenoble, los ecologistas se apuntan su mayor victoria, también a costa de sus aliados en el Gobierno del PS.
El hundimiento socialista es especialmente llamativo porque el centro-derecha no llegaba a la cita en una situación especialmente boyante.
 La Unión por un Movimiento Popular (UMP) está dividida, no tiene un líder claro y ha vivido una impresionante serie de escándalos en las últimas semanas: presunto desvío de fondos del presidente del partido, Jean-François Copé; grabaciones piratas del asesor áulico Patrick Buisson a Nicolas Sarkozy, y escuchas judiciales al ex jefe del Estado, implicado en seis casos de corrupción.
Copé ha reivindicado la amplia victoria de los suyos afirmando que Francia había vivido una “ola azul”.
El líder, contestado por la mitad fillonista del partido, ha sacado pecho y ha exigido a Hollande un cambio de política fiscal y más concreción en la lucha contra el paro. Además, ha presumido de haber llevado al mayor triunfo en unas municipales al partido fundado en 2002. “El primer partido de Francia es la UMP”, ha dicho.
El renovado mensaje populista, patriota y antisistema de Le Pen sale también reforzado, y su aspiración de liquidar el bipartidismo empieza a confirmarse
. El FN aspiraba a ganar una quincena larga de alcaldías, y obtiene al menos 14 –el número más alto de su historia–. Su conquista más llamativa es Béziers, desde hace 20 años en manos de la UMP, que tendrá como alcalde al inefable periodista Robert Ménard, antiguo presidente de Reporteros sin Fronteras pasado a la extrema derecha.
La presidenta del FN se ha felicitado por el resultado, lo ha calificado como el “inicio de una nueva etapa”, ha anunciado que su partido tendrá al menos 1.200 concejales y ha dado por comenzada la campaña para las europeas de mayo acusando a sus dos grandes rivales de ser “marionetas en manos de la Comisión Europea”.
Otras ciudades donde gobernará el FN son Fréjus –localidad del sur del país donde esta noche se han producido incidentes callejeros–, Cogolin, Viliers-Cotterets, Le Luc, Beaucaire y Hayange, que con Hénin-Beaumont, la ciudad norteña ganada en la primera vuelta, medirán el grado de responsabilidad de un partido que se declara listo para gobernar
. “Hemos logrado el mejor resultado de nuestra historia”, ha proclamado el dirigente Florian Philippot tras caer derrotado ante el candidato del PS en la villa obrera de Forbach, cerca de la frontera alemana.
El FN presentaba 597 listas electorales, que cubren algo menos un tercio del censo total. Así y todo, la formación recoge el 9% del total de los votos nacionales
. Unos 44,8 millones de electores estaban inscritos para elegir a los alcaldes y concejales de los 36.700 municipios del país.


Un ‘narco’ y un padre que abusó de su hija entre los 10 prófugos más buscados

ATLAS

Juan Monteagudo Marmol, sobre quien pesa una orden de detención por abusar sexualmente de su hija y por malos tratos a su esposa, y Jorge Simarro Arbiza, buscado por tráfico de drogas, son los dos únicos españoles entre los 10 fugitivos más buscados por la Guardia Civil.
El instituto armado ha hecho este lunes un llamamiento internacional para encontrar a esta decena de delincuentes peligrosos.
En una rueda de prensa, el comandante Óscar Esteban ha difundido un listado con la fotografía, el perfil y los delitos de estos 10 huidos de la justicia y ha explicado las razones de esta petición de ayuda: "Tanto por la gravedad del delito, como por la dificultad para encontrarlos".
La Guardia Civil pretende pasar de largo la idea de que un fugitivo no encontrado es un fracaso y ha pedido la colaboración de las fuerzas de seguridad de una veintena de países y de la ciudadanía.
"Es la primera vez", ha afirmado Esteban. Hasta ahora, España no solicitaba en bloque ayuda para buscar a prófugos, aunque es una costumbre en otros países del entorno europeo.
Los 10 delincuentes huidos más buscados. / Guardia Civil
Esteban ha presentado a los huidos uno por uno.
 Son nueve hombres y una mujer: María Laura Espínola, "autora del asesinato de una mujer, cuyo cadáver fue hallado en la A-3, de complexión delgada"; Gabriel Alejandro Reyes, "narcotraficante que actuaba en Barajas, con una ligera cojera"; Bozxijov Kosmarkovy, "que utiliza distintas nacionalidades, se le busca por el robo de vehículos y bancos"; Mehdi El Hadaf, "atropelló a un guardia civil de servicio cerca de Granada, nació en Casablanca"; Larbo Kouki, "también atropelló a un guardia civil, nació en Cannes"; Vasile Lupu, "robo con intimidación en una vivienda donde murió uno de los moradores"; Andriy Lytvin, "participó en una pelea entre tres donde uno de ellos murió"; Raffaele Vallefuoco, "lugarteniente de una capo de la mafia napolitana"; y los dos huidos españoles ya citados.
Los 10 delincuentes tienen nueve nacionalidades diferentes: paraguaya, venezolana, yugoslava, marroquí, francesa, rumana, ucrania, italiana y española
. "Son 10 de unas 500 personas con orden de detención internacional en España", detalla Esteban, que admite que también "podrían estar en cualquier otro país".
 Por ello han acudido al acto unos 50 oficiales de enlace que trabajan en España de cuerpos de seguridad franceses, alemanes, italianos, estadounidenses, marroquíes, chilenos, colombianos.

30 mar 2014

Proliferación de cabestros y mastuerzas.................................................................. Javier Marías

No sé cómo se las gasta la gente en las demás ciudades
. O bueno, sí en alguna que otra, pero como no vivo en ellas ni son la mía, será más prudente y diplomático dejarlas de lado. 
En Madrid prolifera cada vez más una fauna para mi insólita, y eso que, con excepciones, llevo viviendo aquí desde mi nacimiento en los años cincuenta, cuando había mucha más pobreza, analfabetismo y burricie, o eso parecía
. Con la llegada de la democracia hubo un periodo en el que todo mejoró bastante. No sólo en lo político, claro, también en lo cívico.
 Se deseaba equipararse con los otros países europeos, los ciudadanos mantenían el suelo de sus calles un poco menos guarro, los bares empezaron a no estar tan sembrados de colillas, huesos de aceitunas y cáscaras varias, hombres y mujeres hicieron un pequeño esfuerzo por mejorar su aspecto y por tratarse con algo semejante a la cortesía; la policía, que durante décadas había desplegado autoritarismo y malas maneras, cuando no brutalidad a secas, procuró hacerse educada y amable y ponerse al servicio de quienes le pagaban el sueldo, no por encima de ellos; lo mismo los políticos, a diferencia de los actuales.
 Nunca se nos fue, con todo, cierto elemento de zafiedad y grosería que parece consustancial a una buena porción de españoles. Nunca la televisión ha dejado de emitir mil programas soeces, hasta hoy mismo. Nunca ha dejado de haber humoristas que, por muy “inteligentes” que a sí mismos se llamen, son herederos directos de Martínez Soria y de Mariano Ozores y tienen la misma gracia que ellos, más o menos
. Nunca ha dejado de haber mastuerzos y cabestros por nuestras calles, pero durante un tiempo breve se ejerció cierta presión tácita contra ellos.
 A veces basta con que la mayoría mire mal actitudes, para que quienes las observan se cohíban un poco, se abstengan otro poco y, en el peor de los casos, incurran en ellas medio a escondidas y con disimulo.
Hace mucho que esto ha acabado. He aquí un ejemplo ilustrativo: llevo años viendo cómo en el callejón de Felipe III, que desemboca en la Plaza Mayor –en pleno centro, en la zona más turística de la capital–, legiones de individuos, una noche sí y otra también, mean contra sus arcos con desparpajo absoluto
. Disculpen la ingrata imagen, pero, al tener ese callejón leve cuesta, permanentes chorros bajan hasta la calle Mayor, y como los alcaldes nos han puesto granito –que no se limpia– hasta donde había hierba o tierra, los repugnantes churretones, una vez secos, jamás desaparecen sino que van en bochornoso aumento.
 No hace falta decir que los meadores, ahí y en otros sitios, solían ser varones.
 Hasta hace poco, y esto, para mí, pertenece a lo insólito.
 Las mujeres no hacían eso, no sólo porque la operación les resulta más dificultosa, sino porque tradicionalmente han sido más pudorosas y civilizadas.
 Hará un mes vi, sin embargo, por vez primera, a una joven hacer sus necesidades en ese desdichado meadero
. Estaba claramente “cocida”, lo tomé por excepcional. Pero un par de semanas más tarde pillé a otra en la misma postura animalesca.
 Dos veces puede ser coincidencia, me dije, tres ya serían tendencia.
 Pues bien, un reciente jueves a las nueve de la noche, ni siquiera muy tarde ni en fin de semana de borracheras, en la calle del Puñonrostro, casi en la Plaza del Conde de Miranda –es decir, no en hueco discreto sino en espacio abierto–, veo a una mujer, no una jovenzuela, que se ha bajado los pantalones tranquilamente y evacúa su líquido en cuclillas, casi delante de un convento de las Jerónimas en el que se venden dulces.
 Me dieron ganas de hacer honor al nombre de la calle, pero jamás sería violento con una mujer, etc. A continuación las ganas fueron de afearle la conducta (no era yo el único transeúnte y testigo obligado), pero me di cuenta de que eso tampoco es ya posible.
 Se ha llegado a tal grado de consentimiento de los comportamientos inciviles que hoy, si uno chista a quienes arman bulla de madrugada, corre el riesgo de que éstos se indignen y le den una paliza; si mira mal a quien tira algo al suelo con papelera a mano, recibirá una sarta de improperios; si en un cine ruega a alguien que no sorba ni mastique hasta el punto de convertir en inaudible la película, le contestará que hace lo que le sale del puro y lo mandará a la mierda (eso con suerte); si se queja al que ha aparcado en doble fila, es probable que éste salga con una llave inglesa y le parta el cráneo; si llama la atención a quien se ha colado en una cola, éste lo pondrá de vuelta y media …
 Los groseros, los infractores no sólo infringen, sino que sienten que la razón está de su parte. Su reacción habitual es: “Sí, ¿qué pasa? Cállese usted la boca”.
 Así que, a la altura de la meadora de Puñonrostro, apartándome lo más posible de ella y su flamante charco, sólo me atreví a decir “Jóder”, como quien lo dice para sí mismo. 
La brutalidad sólo crece –ha alcanzado a las mujeres– en esta ciudad gobernada por el PP desde hace veintitantos años
. Por supuesto jamás hay un guardia que le haga la menor observación a nadie.
 Ni educado y amable como los de hace dos o tres décadas ni tampoco autoritario
. Bueno, estos últimos abundan cada vez más, pero suelen estar todos ocupados con los manifestantes pacíficos, en preaplicación de la Ley de Seguridad neofranquista que nos va a aprobar el actual Gobierno, el cual también alberga unos cuantos mastuerzos.
elpaissemanal@elpais.es