El escritor griego recibe el premio que otorgan los alumnos de institutos gallegos
Pérez-Reverte y Pedro Feijoo, los otros galardonados con el premio San Clemente.
Los libros del griego Petros Márkaris, Arturo Pérez-Reverte y el aún
joven autor gallego Pedro Feijoo compartieron puesto de venta a las
puertas del instituto Rosalía de Castro de Santiago.
Los alumnos de este centro, además de los estudiantes de otros cuatro centros escogidos por sorteo, uno por cada provincia gallega, leyeron a lo largo del año y, después de leer, han decidido.
El público joven que empieza a descubrir el mundo literario de los adultos ha considerado, sin prejuicios ni posos que enturbien su opinión, que las mejores novelas de la temporada, en lengua extranjera, castellana y gallega, son las de estos tres escritores: siguiendo el mismo orden de enumeración
, 'Liquidación final', 'El tango de la guardia vieja' y 'Os fillos do mar' ('Los hijos del mar'), un éxito editorial en el desolador mercado de la literatura gallega.
Paul Auster, Haruki Murakami, José Saramago o Vargas Llosa fueron algunos de los premiados en ediciones anteriores de un galardón que ya cumple 19 años.
Los autores no faltan a la cita porque siempre valoran la autenticidad del jurado.
También esta vez los tres escritores reconocieron la importancia que tiene para ellos el premio San Clemente, que organiza el instituto compostelano, porque es una señal de "esperanza" para los libros y la cultura.
"Imaginemos que estamos en el metro", planteó Márkaris, "¿qué pensaría un autor si ve en un asiento a una señora de 75 u 80 años leyendo su obra, y qué pensaría si el que lee es un viajero de 30, que aguanta de pie con su libro abierto en las manos?
Hay una diferencia abismal, porque la señora es la realidad esperada, y el hombre joven es esperanza".
"Es un premio cargado de futuro", abundó en la misma idea, Pérez-Reverte, "porque el lector joven es especialmente honrado y eso lo hace muy valioso".
En la rueda de prensa previa al acto de entrega de los premios Arcebispo Juan de San Clemente, que tuvo lugar en el histórico instituto santiagués, Márkaris habló de la crisis en su país y miró atrás para contar cómo se produjo el parto de su personaje Kostas Jaritos
. Al principio dudó, dice, no sabía si hacer de él un dentista o un policía.
Y al final tomó el segundo camino
. Eso marcó definitivamente la vida de la criatura, pero también la de su creador.
Respecto al drama económico que se vive en grecia, y también en España, el escritor de novela negra aseguró que la gente en su país "en los dos últimos años está desesperadamente buscando respuestas", y que le satisface ver cómo hay quienes las buscan en sus libros
. "Primero, los jóvenes echaron a correr. Yo siempre escucho lo mismo, que no luchan.
Pero ahora empiezan a buscar". "Cuando mi generación, mi madre no tenía dinero para darme. Ahora, los jóvenes, de lo que se han dado cuenta es de que la madre Europa no les va a dar nada".
En esta situación, efectivamente, sigue Márkaris, "el primer instinto es correr, y lleva tiempo darse cuenta de que lo que hay que hacer es quedarse y luchar".
Feijoo amplió la idea.
Los tiempos que estamos viviendo "son horrorosos"
. Una masa enorme nos aplasta y en medio humean las chimeneas de "una fábrica de borreguismo"
. Para salvarse de la cadena de montaje en serie, para pensar por uno mismo, "un libro es un arma que hay que tener en consideración", dijo, "desconfío bastante de que haya libros que no hagan preguntas o no den respuestas, aunque no sea la que en ese momento estamos buscando": "Un chaval con un libro en la mano ya es una declaración de intenciones".
"Vienen tiempos duros, mucho más duros que estos", apostilló Pérez-Reverte para terminar reivindicando la literatura como medio de supervivencia para los lectores.
"Y ante este desafío habrá que luchar o resignarse, afrontarlo o asumirlo.
Los libros [el académico también citó los periódicos y la cultura en general] valen para luchar o para resignarse. Sin ellos, sin esa trinchera cultural donde refugiarse o encontrar vitaminas, el único analgésico, el único vigorizante, ese fuego prendido desde tiempos inmemoriales que es consuelo y motor de lucha, no creo que haya posibilidad de sobrevivir al desafío que nos espera.
Porque somos ovejas en tiempo de matarifes.
Vienen tiempos de matarifes y van a ser degolladas muchísimas ovejas".
El autor de 'El tango de la guardia vieja', que admitió que "se escribe mejor cuando se es joven, cuando uno aún es fiel a sí mismo, porque luego es fiel a los lectores", remató su defensa de la cultura con una crítica el sistema educativo en España:
" Uno sobrevive mejor al incendio de Troya si ha leído antes la Ilíada y la Eneida, pero están privando a los jóvenes de las armas que son Homero y Virgilio, y Troya siempre va a arder en algún momento".
Los alumnos de este centro, además de los estudiantes de otros cuatro centros escogidos por sorteo, uno por cada provincia gallega, leyeron a lo largo del año y, después de leer, han decidido.
El público joven que empieza a descubrir el mundo literario de los adultos ha considerado, sin prejuicios ni posos que enturbien su opinión, que las mejores novelas de la temporada, en lengua extranjera, castellana y gallega, son las de estos tres escritores: siguiendo el mismo orden de enumeración
, 'Liquidación final', 'El tango de la guardia vieja' y 'Os fillos do mar' ('Los hijos del mar'), un éxito editorial en el desolador mercado de la literatura gallega.
Paul Auster, Haruki Murakami, José Saramago o Vargas Llosa fueron algunos de los premiados en ediciones anteriores de un galardón que ya cumple 19 años.
Los autores no faltan a la cita porque siempre valoran la autenticidad del jurado.
También esta vez los tres escritores reconocieron la importancia que tiene para ellos el premio San Clemente, que organiza el instituto compostelano, porque es una señal de "esperanza" para los libros y la cultura.
"Imaginemos que estamos en el metro", planteó Márkaris, "¿qué pensaría un autor si ve en un asiento a una señora de 75 u 80 años leyendo su obra, y qué pensaría si el que lee es un viajero de 30, que aguanta de pie con su libro abierto en las manos?
Hay una diferencia abismal, porque la señora es la realidad esperada, y el hombre joven es esperanza".
"Es un premio cargado de futuro", abundó en la misma idea, Pérez-Reverte, "porque el lector joven es especialmente honrado y eso lo hace muy valioso".
En la rueda de prensa previa al acto de entrega de los premios Arcebispo Juan de San Clemente, que tuvo lugar en el histórico instituto santiagués, Márkaris habló de la crisis en su país y miró atrás para contar cómo se produjo el parto de su personaje Kostas Jaritos
. Al principio dudó, dice, no sabía si hacer de él un dentista o un policía.
Y al final tomó el segundo camino
. Eso marcó definitivamente la vida de la criatura, pero también la de su creador.
Respecto al drama económico que se vive en grecia, y también en España, el escritor de novela negra aseguró que la gente en su país "en los dos últimos años está desesperadamente buscando respuestas", y que le satisface ver cómo hay quienes las buscan en sus libros
. "Primero, los jóvenes echaron a correr. Yo siempre escucho lo mismo, que no luchan.
Pero ahora empiezan a buscar". "Cuando mi generación, mi madre no tenía dinero para darme. Ahora, los jóvenes, de lo que se han dado cuenta es de que la madre Europa no les va a dar nada".
En esta situación, efectivamente, sigue Márkaris, "el primer instinto es correr, y lleva tiempo darse cuenta de que lo que hay que hacer es quedarse y luchar".
Feijoo amplió la idea.
Los tiempos que estamos viviendo "son horrorosos"
. Una masa enorme nos aplasta y en medio humean las chimeneas de "una fábrica de borreguismo"
. Para salvarse de la cadena de montaje en serie, para pensar por uno mismo, "un libro es un arma que hay que tener en consideración", dijo, "desconfío bastante de que haya libros que no hagan preguntas o no den respuestas, aunque no sea la que en ese momento estamos buscando": "Un chaval con un libro en la mano ya es una declaración de intenciones".
"Vienen tiempos duros, mucho más duros que estos", apostilló Pérez-Reverte para terminar reivindicando la literatura como medio de supervivencia para los lectores.
"Y ante este desafío habrá que luchar o resignarse, afrontarlo o asumirlo.
Los libros [el académico también citó los periódicos y la cultura en general] valen para luchar o para resignarse. Sin ellos, sin esa trinchera cultural donde refugiarse o encontrar vitaminas, el único analgésico, el único vigorizante, ese fuego prendido desde tiempos inmemoriales que es consuelo y motor de lucha, no creo que haya posibilidad de sobrevivir al desafío que nos espera.
Porque somos ovejas en tiempo de matarifes.
Vienen tiempos de matarifes y van a ser degolladas muchísimas ovejas".
El autor de 'El tango de la guardia vieja', que admitió que "se escribe mejor cuando se es joven, cuando uno aún es fiel a sí mismo, porque luego es fiel a los lectores", remató su defensa de la cultura con una crítica el sistema educativo en España:
" Uno sobrevive mejor al incendio de Troya si ha leído antes la Ilíada y la Eneida, pero están privando a los jóvenes de las armas que son Homero y Virgilio, y Troya siempre va a arder en algún momento".