Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

24 ene 2014

Nadal silencia a Federer


Nadal celebra la victoria. / SAEED KHAN (AFP)

Es Roger Federer lanzándose a la yugular de Rafael Nadal.
Se juegan las semifinales del Abierto de Australia, y el suizo protagoniza un arranque que lleva la firma de Stefan Edberg, su nuevo técnico: igual que un lobo que huele sangre fresca, el número seis ataca la red sin medianías, enseñando los colmillos y huyendo del desgaste de la línea de fondo.
 Ocurre que al otro lado no hay un cordero herido, sino el mejor cazador que hay ahora en el tenis: de pasante en pasante, Nadal convierte a su contrario en un kamikaze con la derrota como único destino, y acaba destruyendo el revés del suizo en el camino
. La nueva raqueta, de cabeza más grande, no ayuda al campeón de 17 grandes a controlar la derecha alta del ganador de 13.
 Por ese costado, Federer vive un auténtico drama, y suma tantos errores como para explicar que la mítica rivalidad amenace con convertirse en monólogo: Nadal (7-6, 6-3 y 6-3) manda 23-10, no pierde en los grandes desde 2007 y ha ganado ocho de los últimos 10 cruces. El español jugará por el título con Stan Wawrinka, que en 12 partidos no le ha ganado ni un set.
“Jugar con Roger siempre es muy especial .
 Es un gran campeón, y para mí un honor estar en la misma era que él”, dijo sobre la pista el ganador, que usó brillantemente el revés cruzado para abrirse la pista y contener las derechas de su contrario.
“Tras perderme el año pasado el torneo (por lesión) es muy emotivo volver a la final”, añadió el español, que en 2012 perdió el partido decisivo contra Novak Djokovic en 5h 53m.
“Sé que me queda un oponente muy difícil, que está sacando impresionantemente y que tendré que ser muy agresivo para que no pegue en posiciones fáciles”.
Federer jamás se le acerca en el partido y compite con la angustia de saber que el reloj juega en su contra
Federer defiende con la máxima ambición su suerte en el encuentro.
 Sopla el viento, es de noche y hace frio. Esas tres circunstancias, que perjudican su propuesta de abordaje continuo, no le cohíben. “Let’s go Roger, let’s go!”, chilla la gente que abarrota la pista Rod Laver. Y Federer que ataca por primera vez la red sobre un segundo servicio.
 Y Federer que tira plano, planísimo, disparando pelotazos cuya estela sigue hacia adelante con la raqueta como lanza pero sin escudo. Y Federer que pierde los cuatro primeros puntos que toca con el revés, y que así tiene muy claro de qué va el partido. O saca muy bien, o pierde seguro, porque no tiene armas para aguantar el pulso desde la línea de fondo. Cuando baja el telón, su hoja de servicios dice que solo ha disparado un 66% de primeros saques y solo ha ganado el 65% de esos puntos, frente al 81% del resto del torneo. Insuficiente.
Federer, ante Nadal. / Scott Barbour (Getty Images)
Nadal crece con el paso de los minutos.
 Él, con todas sus cicatrices, incluida esa ampolla en la mano izquierda de la que tiene que volverle a tratar el fisio, es un tenista en plenitud, que cabalga sobre la fuerza de sus 27 años y de un 2013 impresionante. Federer, un genio de 32 años, jamás se le acerca en el partido y compite con la angustia de saber que el reloj juega en su contra.
El suizo no se apunta ni una mísera bola de break en las dos primeras mangas.
 En ese tramo, por todo botín al resto puede presumir de un deuce (¡uno!).
Agarrado a sus tiros de leyenda, Federer es capaz de negar las primeras siete bolas de break de Nadal, resiste hasta el tie-break de la primera manga, y sueña con encontrar la inspiración en el momento justo. El paso de los minutos es su condena
. Disparado en los errores en los golpes de transición, a media pista, Nadal le supera en todos los apartados del juego, lo que le permite salir sin heridas de un día muy normalito al servicio, porque los restos de revés del suizo salen de una película de miedo.
El lenguaje corporal del campeón de 17 grandes refleja su desesperación.
Niega con la cabeza tras sus fallos de revés. Repite una y mil veces el gesto del golpe. Las estadísticas demuestran cómo intenta atacar la bola de Nadal más adelante que nunca, y también cómo eso no le sirve de nada. Grita como no ha gritado casi nunca y se queja al juez de silla de los ruidos que emite Nadal al golpear la pelota, que son los mismos de siempre.
La llave del partido está en las manos del número uno del mundo, que con todo a su favor para cerrar la puerta (dos sets y break de ventaja) suma tres errores en un mismo juego para entregarle a su contrario la primera rotura del duelo. Da lo mismo. Federer, un tenista como no habrá otro, magnífico y maravilloso, no encuentra soluciones estratégicas para el drive de Nadal, ni para sus piernas, que con recuperaciones increíbles le obligan siempre a más esfuerzos, a más riesgos, a más fallos.
Lo vio el mítico Pete Sampras en el palco de honor:
 Nadal está en un partido de igualar su histórica marca de 14 grandes.

La montaña que devora a las mujeres Por: Lorenzo Calonge

La montaña que devora a las mujeres


"La llaman la montaña que devora a los hombres, pero es más bien la montaña que devora a las mujeres". Raúl de la Fuente es el director de Minerita, corto documental candidato al Goya que narra la violencia que sufren mujeres y niñas en el entorno de la mina de Cerro Rico (Bolivia), a 4.700 metros de altura, por unos hombres que, conscientes de su condena de muerte por culpa de unas condiciones de trabajo extremas (su esperanza de vida no llega a los 45 años), las agreden y las violan con total impunidad
. "De todos los sitios en los que he estado, este es el menos apto para la vida", sentencia el realizador.

Lucía, de 40 años, Ivone, de 16, y Abigail, de 17, son las protagonistas de un relato angustioso al pie de una mina que mata a jóvenes dentro y estrangula a mujeres fuera.
Cada una sobrevive y escapa como puede, abandonadas en su desgracia.
Las tres viven en la bocamina, en casetas de adobe minúsculas y en algunos casos teniendo que beber el agua contaminada que sale de los túneles.
La mayor de ellas, Lucía, trata de espantar a los agresores haciendo explotar dinamita y saliendo a la carrera, aunque asegura que ya no tiene miedo.
 Todo lo contrario que Ivone, que, además de huir de los mineros, también debe hacerlo de su padre alcohólico.
 "Cuando él está en casa, yo me marcho. También pega a mi mamá. Le odio"
, confiesa en el filme.
 "Es una chica fuerte, con mucho carácter, que vive con un temor constante.
 En la grabación pronunció al menos 20 veces la palabra miedo.
 Ella aguanta allí por su madre, que está coja de una pierna, y sus hermanas, pero le gustaría irse a Brasil", explica De la Fuente. Nunca falta en su bolsillo una piedra con la que defenderse.
Ivone
Ivone con su madre.
La estrategia de Abigail es mimetizarse con los mineros.
 Como las dos anteriores protagonistas, se gana la vida guardando el material de los trabajadores, pero ella también entra en la mina por las noches, durante 12 horas (hay unos 13.000 niños mineros en todo Bolivia, según la ONG Cepromin).
 Antes lo hacía con bastante frecuencia y ahora solo esporádicamente, cuando necesita un dinero extra, a espaldas de la organización con la que pasa el resto del día estudiando, enlazando la mina con los libros en jornadas interminables que casi se juntan la una con la otra
. Su sueldo, eso sí, es cinco veces inferior al de un trabajador, aunque, puestos a ser optimistas, en la actualidad cobra.
 En el pasado, una deuda con los propietarios de la mina por un robo de los materiales que la familia de Abigail custodiaba le obligó a trabajar gratis durante una temporada.  
Y con ella se metieron Raúl de la Fuente y Axel O'Mill, responsable de sonido, para grabar el momento más sobrecogedor del corto dentro de esas galerías ruinosas, enfangadas, pestilentes, completamente oscuras, apenas alumbradas por un pequeño foco que cuelga del casco de la joven, que carga centenares de kilos de piedras en su vagoneta.
 "Entramos la noche siguiente a la muerte de dos jóvenes por un escape de gas
. Las galerías están llenas de líquido y barro, y algunos túneles son muy estrechos, por eso necesitan que entren niños. Por supuesto, las medidas de seguridad son nulas.
Estuvimos unas tres horas dentro, pero no sé... En realidad pierdes la noción del tiempo.
 Traté de abstraerme del lugar concentrándome en las aspectos técnicos de la grabación, hasta que ella dijo: 'No toquéis ahí, se puede caer todo'. Esa frase fue como una bofetada de realidad.
 Ahí decidimos salir lo más rápido posible. Si aquello se caía, estábamos muertos", recuerda el director de Minerita.
Abigail2
Abigail en la mina de Cerro Rico.
La idea inicial también incluía acceder a la mina con ellos, pero la desconfianza que generó entre los trabajadores su presencia les obligó a desistir.
 "Las mujeres nos recibieron con cautela. Agradecían que se contara su historia, sin embargo, también sabían que eso suponía un riesgo para ellas. Ivone, por ejemplo, no quería participar. Axel le convenció cantándole un tango a ella y a su madre.
Rodamos con cuidado para no ponerlas más en peligro.
 Tratamos que los mineros no estuvieran cerca. Aun así, la tensión era inevitable. Teníamos pensado quedarnos tres semanas, pero al final nos fuimos un poco antes", cuenta De la Fuente.
Esta historia de cine tuvo su inspiración y prólogo hace cuatro años en un reportaje escrito (con fotos y audio) de Dani Burgui y Ander Izagirre sobre los niños mineros de Cerro Rico, en el que ya aparecía Abigail dentro de la montaña, y que fue premiado en 2010 por Manos Unidas como la mejor información del año sobre los países del Sur.
"Se había escrito mucho sobre el supermacho minero que se juega la vida, pero se había contado poco sobre la situación de muchas mujeres: violadas y agredidas, y de las situaciones de incesto.
Son víctimas con una gran determinación para salir adelante y que no esperan nada de las autoridades ni de Europa", concluye Burgui.
En un futuro no muy lejano, a Raúl de la Fuente le gustaría organizar en Potosí, la ciudad a las faldas de Cerro Rico, un pase privado para Lucía, Ivone y Abigail, las tres heroínas de Minerita.
Y tal vez con la compañía de un Goya.

La volatilidad cambiaria en Latinoamérica arrastra a la Bolsa............Cuando no es Juana es su Hermana....................


Una empleada cuenta monedas en una taquilla de tren, en Buenos Aires. / EFE

El Ibex 35 está sufriendo este viernes su quinto día consecutivo de caídas y, además, con mayor intensidad que en las jornadas precedentes por el desplome de las divisas de los emergentes, especialmente del peso argentino.
 La volatilidad que se ha adueñado en las últimas horas del mercado cambiario ha llevado al selectivo español a ceder más de un 3,3%, con lo que ha dicho adiós a los 10.000 puntos, aunque a partir de ese momento ha moderado la caída.
 El motivo que ha disparado las ventas es el impacto que tiene la depreciación de estas monedas en las empresas que cotizan en el selectivo con negocios en Latinoamérica, que son prácticamente todas las grandes
. En el resto de Europa también han dominado las caídas, aunque de menor intensidad que en España.
"Hoy las bolsas están tocadas por 3 razones: agravamiento en Argentina, noche asiática bajista —por la publicación de más malos datos de China— y toma de beneficios tras el prolongado rally anterior. Frente a esto, no hay referencias que puedan impulsar al mercado", han resumido los analistas de Bankinter.
Las divisas de los mercados emergentes se desplomaron durante la noche del jueves, con el peso argentino sufriendo su mayor descenso diario desde la devastadora crisis financiera del país en 2002.
 Esto ha provocado que las compañías españolas con una exposición relevante en Argentina como BBVA, Telefónica, Endesa, Gas Natural o Dia, entre otras, hayan sufrido grandes caídas por el impacto negativo que tendrá la pérdida de valor de la divisa en el negocio que tienen en el país.
En el caso del banco que preside Francisco González, el castigo ha venido también por otro frente: Turquía, donde el BBVA controla el 25% del Garanti y cuya moneda, la lira turca, también ha perdido posiciones frente a las divisas de referencia. De hecho, ha sido la segunda moneda que más ha caído tras el peso, lo que no es una buena noticia para el grupo español, que obtiene el 15% del total de su margen de intereses de la región.
A este respecto, el peso y la lira no han sido las únicas damnificadas por el incremento de la tensión en el mercado cambiario.
 Así, otras monedas emergentes como el dólar australiano han tocado mínimos. En su caso, al cambio más bajo frente a su opuesto estadounidense en tres años y medio.
 Y eso que el dólar también ha sufrido por la aparición de dudas en torno a la recuperación mundial a raíz de China, que no acaba de dar buenas noticias —este jueves fueron las manufacturas—.
En este escenario de nerviosismo, el billete verde ha tenido también fuertes pérdidas lastrada por ser la moneda del comercio.
 Así, ha registrado su mayor descenso diario de los últimos cuatro meses con respecto a una cesta de divisas de referencia. Frente a esta evolución, el yen, el franco suizo y el euro, que ha rozado los 1,37 dólares, se han visto beneficiadas por su condición de valor refugio y se han mantenido fuertes.
Pese a que España está en el euro y su deuda se fija en la divisa europea, los bonos del Estado español no se han librado del trasvase de la tensión de las divisas al mercado soberano de renta fija.
 Por culpa de la mayor cautela de los inversores, las ventas sobre los títulos del Tesoro han aumentado el diferencial del bono a 10 años con su equivalente alemán hasta los 210 puntos básicos, unos seis más que el cierre la víspera y su mayor nivel desde el 2 de enero.

23 ene 2014

Sofía Casanova, una reportera en la Gran Guerra..........Entre su contradición y su realidad

Por:
Sofia_casanova_caraJunto con Emilia Pardo Bazán y Concha Espina, la gallega Sofía Casanova forma parte de la tríada de mujeres que, en el 75 aniversario de la aparición de la revista Blanco y Negro, figuran entre los escritores, poetas y periodistas seleccionados en el especial dedicado a las letras que se publica
. Entre ellos, Rafael Alberti, Antonio Machado, Ramón Gómez de la Serna, Ramón Pérez de Ayala o Juan Ramón Jiménez, un elenco importante de la cultura española.
De las 33 figuras incluidas en el cuadro de honor del suplemento, solo se reseñan estas tres mujeres.
Si Pardo Bazán y Concha Espina son mujeres ampliamente conocidas en la sociedad actual, no ocurre lo mismo con Sofía Casanova, y ello a pesar de los interesantes actos, estudios y escritos realizados por particulares en los últimos años, como la biografía que escribe Rosario Martínez Martínez, o la organización de actos por parte de instituciones como, la Casa del Lector y el Instituto Polaco de Cultura que en fechas recientes hicieron un homenaje a la escritora en forma de mesa redonda. 
También en el último año se ha estrenado el documental A maleta de Sofía, película que narra una parte de la vida de la autora. Asunción Bernárdez Nodal, en Sofía Casanova en la I Guerra Mundial: una reportera en busca de la paz de la guerra, realiza un estudio del pacifismo en su obra, desde la óptica cristiana y desde su condición de mujer.
Sofía Casanova sin embargo fue ampliamente conocida y también reconocida por sus contemporáneos. En 1906 es elegida miembro de la Real Academia Gallega.
 Se la agasajó en vida. Sus conferencias fueron aplaudidas por hombres y mujeres.
El hecho de ser la única española en las conflictivas Tierras de sangre, dispuesta a narrar sus peripecias, sus posturas personales frente a los conflictos, sobre todo el de la I Guerra Mundial y la Revolución rusa, hizo que fuera tratada de heroína, al convertirse como en alguna ocasión se la ha llamado en “notaria de la realidad”.
Primera guerra mundial.-9
I Guerra Mundial, 1914-1918.
Fue una mujer culta, muy conocida en los ambientes literarios de la época.
 De profunda tradición católica, mantuvo posturas a favor de Franco durante la Guerra Civil Española
. En diciembre de 1938, declaraba a La Voz de Galicia, con ocasión de su marcha a Varsovia, que estaba convencida de que el golpe de Estado provocado por un sector del Ejército traería momentos de desarrollo y esplendor a España:
 “Creo en el caudillo como se cree en un ser superior, y la suerte de España guiada por él será la más grande y más fecunda de nuestra historia”.
 Este apoyo, que se contradice en ocasiones con su experiencia vital y profesional, no explicaría el porqué la dictadura la olvidó después de esa manera.
 Ni sus novelas, ni sus poesías, ni sus artículos periodísticos, de gran agudeza en sus análisis políticos, lograron sobrevivir a la segunda mitad del siglo XX.
 En realidad, no lograron sobrevivir al nazismo.
 En desacuerdo con la República y profundamente monárquica, rompe con ABC, de cuya cabecera fue cronista durante la I Guerra Mundial y la Revolución rusa, cuando a la edad de 80 años manda su primera crónica después de la invasión polaca de 1939.
 Con gran esfuerzo por su ceguera, consigue escribir un artículo que, como única respuesta por parte del director del periódico, Luca de Tena, obtiene la negativa a publicar “nada que vaya en contra de los alemanes”.
 En palabras de su nieto, esta respuesta constituyó una muerte en vida.
 Desengañada de los suyos y atrapada en el totalitarismo que sufrió Polonia, primero nazi y después soviético, Sofía fue apagándose en su longeva y apasionante existencia.
Sofía Casanova, en realidad Sofía Guadalupe Pérez Casanova (A Coruña, España, 1861-Poznan, Polonia 1958), fue una escritora de novela y poesía, autora de obras de teatro y cartas. Fue también traductora, hablaba cinco idiomas, y publicaría además de en España, en Francia, Polonia y Suecia. Trabajos que compaginó con el periodismo, escribiendo artículos para los periódicos ABC, El Liberal, La Época y El Imparcial entre otros, y fuera de nuestras fronteras  en el New York Times o en la Gazeta Polska
 . Aunque Carmen de Burgos fue pionera, como mujer, en el reporterismo de guerra, al cubrir para el Heraldo de Madrid la guerra de Marruecos en 1909, Casanova lleva a cabo la corresponsalía de la I Guerra Mundial y la revolución rusa de 1917.
 Realiza una entrevista a Trotski, más propia de una aventurera reportera contemporánea que de una católica conservadora de su época:
 “Cuando hace cuatro días me decidí en secreto de mi familia a ir al Instituto Smolny, una nevada densa y callada, caía sobre San Petersburgo
. Deseaba y temía ir -porqué no confesarlo- al apartado lugar donde funcionan todas las dependencias del Gobierno Popular…
 Obscuras [sic] las calles resbaladizas como vidrios enjabonados y completamente solitarias a aquella hora –cinco de la tarde- tras muchos tumbos encontramos un iswostchik somnoliento en el pescante del trineo…” Sofía, en compañía de Pepa, la señora que le acompañó desde Galicia en su periplo polaco, logró entrar en el Palacio Smolny sin ningún impedimento, solo el propio rechazo y el miedo que le provocaban los marxistas, entonces llamados maximalistas.
 Realizó la entrevista a Trotski, ministro de Asuntos Extranjeros, y a quien Sofía consideraba como la persona más interesante de las que rodeaban a Lenin.
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Asalto al Palacio de Invierno de San Petersburgo en noviembre de 1917.
Gran viajera, en el sentido más completo y complejo de la palabra.
 La oportunidad de viajar y aprender idiomas le vino al casarse con el diplomático Wincenty Lutoslawaski.
 Con él, noble terrateniente polaco, diplomático y filósofo, que había venido a Madrid a estudiar el pesimismo en la literatura española, y recién casada se traslada a Polonia en 1887.
 Desde entonces, llevará su Galicia natal en el alma, también las tertulias y reuniones literarias, a las que le había dado acceso Ramón de Campoamor, quien además fue el que le presentó a su futuro marido en una de estas reuniones. En estas tertulias, frecuentaba la amistad de Blanca de los Ríos o de Emilia Pardo Bazán. Sin embargo, su vida quedará prendida para siempre y atrapada en un país, Polonia, y, como él, padecerá y quedará presa de los totalitarismos alemán y soviético.
El hecho de vivir en primera persona los grandes conflictos de la Europa del siglo XX, la hizo tomar parte en ellos. Fue esencialmente una defensora a ultranza del nacionalismo polaco, país por el que sintió una gran admiración y devoción.
Una Polonia que desde 1795 estaba fragmentada y dividida entre Rusia, Austria y Prusia, y que está de manera continua presente en sus escritos.
 El 7 de abril de 1916, publicaba María de Echarri en La Acción, unas palabras de la escritora, en las que Sofía trataba de enmendar la plana al cronista de prensa Schneider:
 “Siento viva satisfacción en que la causa de Polonia se conozca extensamente en mi Patria…
 Polonia, mayor seis veces que Bélgica, es, de todos los pueblos mínimos arrasados y engañados por los grandes en el cataclismo actual, del que menos se habla públicamente en la Europa beligerante y la de los neutrales.
 Yo creo que hará obra de justicia y propaganda de la verdad, quién de a conocer, al menos en las naciones neutrales, la significación internacional de Polonia, sus aptitudes de self governements, su cultura y su indomable voluntad de vida independiente… 
Rompa usted señor Schneider, una lanza en pro del porvenir de Polonia, pero teniendo ‘solo’ en cuenta su ‘vivo’ e ineludible interés nacional, no los intereses de los imperios centrales o del coloso ruso, que argumentan con la fuerza de sus cañones”.
También la vemos alentando a la mujer española a ocupar un lugar en la vida pública para “mejorar, suavizar y engrandecer” la sociedad. Entendiendo la importancia de la educación de la mujer en la cultura y en la sociedad de un país:  
“Nada hay que dé tan exacta idea de la cultura de un pueblo como la situación que en su sociedad ocupa una mujer. La instrucción de esta, que es factor importantísimo en el desarrollo general, se cuida extremadamente en Polonia. 
El estudio de los idiomas forma parte principalísima del programa educativo… la gran mayoría de las educandas habla y escribe cinco y seis lenguas europeas”.
 Lo escribía Sofía en 1926, aún no se había proclamado la II República en España, momento en el que llegaron algunos hitos importantes para el desarrollo de la mujer española y sistema frente al cual demuestra abierto rechazo. Mucho antes, ella había fundado el Instituto de Higiene Popular y fue condecorada con la Gran Cruz de la Beneficiencia.
Horrorizada por las atrocidades de la I Guerra Mundial, que la sorprende en la hacienda familiar de Drozdovo en Polonia, y que al ser invadida por los alemanes da lugar a una diáspora familiar que la aísla de los suyos.
 En estas circunstancias decide dedicarse al cuidado de los heridos, en los hospitales del frente y retaguardia. Experiencia que volcará en sus artículos, crónicas y conferencias, dando a conocer los desastres de la guerra y también la importancia y la defensa del papel de la mujer en la sociedad. 6a00d8341bfb1653ef01a51059043b970cEstaba convencida de que la intrusión de la mujer en el escenario público aligeraría a las sociedades de la violencia y agresividad. Una agresividad que conoce de cerca cuando trabaja para la Cruz Roja
. Es entonces cuando vive una de sus peores experiencias al ser destinada, en compañía de otras enfermeras, a recoger a 700 soldados heridos en el frente de batalla.
 Marcha en tren a la ciudad de Skierniewice en un recorrido difícil y duro en el que los aldeanos les advertían de no poder seguir avanzando sin riesgo de caer en manos de los alemanes: 
“Por el lado izquierdo aparecía todo el horizonte enrojecido por el intensísimo fuego, que no cesaba ni un instante, por el lado derecho la Rusia blanca y silenciosa… Y por fin llegamos a Skierniewice. ¡Cómo estaba aquello, Dios mío! Heridos, muertos, terror”. 
Y sin embargo Sofía todavía recuerda con mayor horror los últimos meses de 1915:
 “Cuando la ola de hambrientos, de famélicos, de extenuados, no nos dejaban curar a los cuatro o cinco mil heridos que recibíamos a diario”.
 Por aquel entonces ella y su familia se alimentaban de pan negro amasado con paja.
 Por la labor que hizo en los hospitales durante la I Guerra Mundial, fue condecorada por el zar Nicolás II con la Medalla de Santa Ana.
Vivió de cerca la revolución rusa y la lucha entre los partidarios de Troski y de Lenin. 
Se conmovió profundamente con el asesinato de la familia del zar, con los encarcelamientos de obispos católicos, las purgas y asesinatos, todo ello la llevaría a ser una anticomunista convencida.
 La revolución de Octubre, además de en sus crónicas y artículos periodísticos, quedará reflejada en De la revolución rusa de 1917; La revolución bolchevista. Diario de un testigo y En la Corte de los Zares. Del principio y del fin de un imperio.
En este año que se recuerda el centenario del inicio del gran conflicto bélico que supuso la I Guerra Mundial, cabe ocuparnos de una mujer inusual para su época, una escritora y reportera atrapada en la crudeza de las grandes guerras y conflictos del siglo XX, que murió casi centenaria, ciega y olvidada  en la gélida Polonia soviética.
"Soy la única mujer española que vengo de aquellos lugares de desolación y muerte, en donde los hambrientos cavan sus fosas y en ellas se matan con sus mujeres e hijos”.