Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

22 ene 2014

'Kinsey y yo': una gran dama de la novela negra al desnudo


Kinsey
La escritora, en la librería Negra y Criminal en Barcelona en 2009.
Hay libros cuya publicación es esperada por unos aficionados incansables pero que también es bien recibida por los lectores ávidos de novedades. Kinsey y yo, Sue Grafton (Tusquets, traducción de Victoria Ordóñez Diví) es uno de esos casos.
 Con un tono sencillo y directo, Grafton (Louisville, Kentucky, 1940) demuestra por qué es una de las grandes damas del misterio, una mujer con espacio propio y muy destacado dentro de la literatura criminal.
La creadora de Kinsey Millhone nos cuenta su relación con la detective californiana, sus inicios en la escritura, su relación con dos padres alcohólicos a los que luego echó mucho en falta y que la marcaron en lo personal y en lo literario.
Un libro sincero, que incluye además varias reflexiones sobre el género y un conjunto de relatos que a veces parecen ingenuos pero que rebosan ironía, ritmo y diversión.

Grafton comienza a diseñar a Millhone, a pergeñar esa aventura larga en la que escritora y personaje se mezclan, se confunden y se retroalimentan a los 18 años, cuando empezaba también a mirar de frente al futuro, a buscarse y a ganarse la vida.
 Las dos se parecen y toman cosas la una de la otra a lo largo de las 21 novelas que van desde A de Adulterio (en inglés A is for Alibi, me encanta cómo han encontrado una buena traducción para cada letra) hasta V de venganza, todas ellas editadas por Tusquets en España (en EE UU ya está también W is for Wasted). La propia autora lo explica mejor que nadie:

“Si bien nuestras biografías difieren, nuestro enfoque vital es el mismo. Como he dicho en otras ocasiones, creo que somos un alma con dos cuerpos, y ha conseguido el bueno. Los detalles acerca de su vida suelen ocurrírseme en el mismo momento de escribir. A menudo tengo la impresión de que me observa por encima del hombro y me susurra alguna cosa al oído, me da un ligero codazo y me hace comentarios subidos de tono.

De ella proviene el humor, así como las observaciones ácidas y la ternura que se cuela a veces en la narración. Kinsey es un ser maravilloso de cuya creación sólo puedo atribuirme un mérito parcial, aunque probablemente ella se atribuye todo el mérito de lo bueno que puede haber en mí. Me divierte pensar que he inventado un personaje que ha acabado manteniéndome, y estoy segura de que a ella le divierte saber que seguirá viva mucho tiempo después de que yo me haya ido, confío en que disfrutéis de su compañía tanto como he disfrutado yo”.

Los relatos sitúan a Millhone con 32 años, es decir, la edad que tiene al principio de la serie y en el mismo contexto: la localidad californiana de Santa Teresa en la década de los ochenta.
 Esto implica que no hay nada de CSI, nada de móviles, nada de nuevas tecnologías.
 En un mundo lleno de violencia y con personajes tan oscuros y tan al límite de la ley cuando no directamente al otro lado (y que tanto celebramos aquí cuando son buenos), Kinsey puede parecer blanda e ingenua. 
No se confundan
. Es una mujer decidida y fuerte, que siempre trata de ser justa, un personaje muy sólido y apasionante. Descubrir algunos entresijos sobre su creación (cómo eligió el nombre, por qué ese coche y no otro) enriquecen al fan
. Si las novelas son muy entretenidas (es difícil quedarse con una, pero si me veo obligado elijo K de Kinsey) la distancia corta le sienta genial. 
Los relatos son ágiles, con una estructura muy clásica, alguna sorpresa y, sobre todo, muy divertidos.
El libro es tan personal que los cuentos de Kinsey se publicaron por primera vez en 1991, en una edición numerada y firmada de 300 ejemplares realizada por Stephen Humprhey, marido de Grafton
. Los diez relatos de Kit Blue (una versión más joven de la propia escritora) están escritos después de la muerte de su madre.
 “Hoy, casi cincuenta años después, me costando sacar a la luz aquel periodo de mi vida tan caótico y confuso”, asegura.
 Se agradece que lo haya hecho.
 Hemos gozado con este soplo de aire fresco. Lean y disfruten.

La felicidad de Manu...................................Juan Cruz

Manuel Leguineche. / gorka lejarcegi

Después de trotar por el mundo, y de darle literalmente la vuelta al mundo, Manu Leguineche halló la felicidad de la tierra lejos del País Vasco, donde nació, y se asentó como un nómada ya tranquilo entre los prados agrestes de Guadalajara, hasta que recaló en Brihuega en una especie de castillo que llenó de periódicos y de amigos
. Hasta que se fue apagando. Hasta que se apagó del todo, cerca de su casa madrileña, situada como si enfilara una carretera.
Fue un viajero indómito y un hombre indómito de insólita simpatía.
 Sus fiestas, cuando las hubo, eran abiertas para todo el mundo; su vino era de todo el mundo, sus mesas eran para todo el mundo.
 Nunca lo vi cicatero, ni envidioso, aunque dio más de lo que le dimos.
Abrió agencias, regaló contactos, compartió libros, dio trabajo, cobró por sus libros (al menos los que yo le edité) como a regañadientes, como si su felicidad (que era una palabra tan suya) consistiera, tan solo, en haberlos vivido para escribirlos, en verlos luego envueltos en las cubiertas que siempre le parecían bien.
Ese regreso a la tierra, es decir, a la tierra firme, no supuso ni mucho menos la jubilación del reportero; a él lo retiró tan solo la mala salud, que poco a poco fue haciendo agujeros en su cuerpo hasta que lo destruyó del todo.
Mientras tanto, cuidado por su hermana Rosa, una hermana abnegada y ejemplar, y por su hermano Benigno, que volvía de donde estuviera para seguirle el rastro, para darle su humor, su conversación y sus pimientos de Guernica, se fue apagando también su ánimo; sin embargo, como era tan privado y tan especial, reservaba para las visitas, mientras las pudo recibir, la mejor comida, los mejores vinos, el placer cada vez más mitigado y secreto de su sonrisa.
Era un hombre bueno Manu Leguineche; de esta tribu (él escribió mucho sobre esta tribu, de la que era un santo patrón) es quizá el más noble ejemplar que yo he conocido, pues habiendo sido reverenciado y premiado como el mejor reportero de su tiempo, jamás tuvo de ello vanagloria y además ayudó a otros a parecer mejores que él.
 Era su manera de dar trabajo; a la vez que un reportero que iba por ahí por su cuenta y riesgo, sin preguntar por donde se iba a Vietnam o al infierno, ejercía también de viejo redactor jefe, de la clase de los que animan a los que tiene a sus órdenes a vivir las aventuras que él soñaba.
Un aventurero
. Sus libros son de un aventurero; el que más felicidad le dio, sin embargo, era precisamente el del regreso a la tierra, el que lo hizo ya aquel escriba sentado que viajaba tan solo imaginando viejos viajes
. Ese libro fue La felicidad de la tierra, una especie de dietario que fue construyendo poco a poco mientras disfrutaba, a su modo de ermitaño radical, de los trinos de los pájaros, de las triquiñuelas de los perros, de la soledad espartana que rodeaba sus casas y sus campos, sus zonas de cacería y sus lugares de comer y de beber, que eran también sus reposos de guerrero.
Al final de su vida estaba apenado por el porvenir del oficio
. Cuando aún hablaba, a duras penas, y mantenía los ojos abiertos y curiosos, risueño cuando se le hablaba del fútbol de su Athletic, ante una fuente de chuletas de cordero a las que nunca le podían faltar los pimientos de su tierra, estuvimos hablando un rato sobre el porvenir del oficio al que dedicó su vida
. “El periodismo ya no es lo que era”, me dijo.
Hace cinco años de eso; estábamos allí otros amigos, él hizo el esfuerzo de recibirnos en su casa de Brihuega, atendió algunas preguntas y todo el rato hacía con la mano esa señal tan suya para quitarse importancia, para quitarle importancia a sus opiniones y a sus trayectorias.
 Él había estado en la guerra de Vietnam, había pateado la América de las revoluciones, había buscado (con Jesús Torbado) a los topos escondidos de la guerra civil.
 Ahí él no quería revivir memorias, sino hablar, recibir a los que estábamos alrededor.
Mi compañero Juan Jesús Aznarez le fue a ver también para una serie de EL PAÍS, Compañeros y novatos, y lo puso a hablar con un joven amigo del veterano, Raúl Conde.
Ahí este chico, que entonces (2007) tenía 26 años, dio con una definición perfecta de la época que personificaba el maestro:
 “Creo que el periodismo de su generación es más de calle que de Redacción, y quizá los jóvenes pecamos de estar demasiado apegados a la Redacción y no salir tanto a la calle”.
Él sólo se apegó a la tierra; desde ahí, desde aquel retiro que fue su felicidad, veía discurrir el tiempo en contra del periodismo
. Le dijo a Aznárez en ese encuentro: “No dejemos pasar algo fundamental: los jóvenes no leen los periódicos, ese me parece un tema gravísimo”.
 Él había hecho periodismo todo el tiempo, y cuando ya sólo hacía crónica desde su atalaya terrestre, también usaba los datos, los contrastaba, rebuscaba en el archivo de su memoria y en esas pilas de papeles que eran como un castillo dentro de su castillo.
 Un periodista todo el rato, un sentimental del periodismo, si se puede decir eso de un oficio que tantas veces parece el oficio más bello del mundo ennegrecido por el cinismo.
En esa última conversación larga que tuvimos le hizo fotos Luis Magán; se tocó con uno de sus sombreros, le dedicó al fotógrafo la sonrisa tan de Manu, y venció su melancolía, que era como una maldita sombra hundiendo la tierra que pisaba. En ese momento íbamos a hablar del oficio y él me dijo, como hablaba Manu:
 “El oficio está jodido, Juanito”.
De vez en cuando íbamos a verle; a veces su hermana lo situaba ante un farallón bellísimo de hojas verdes que se movían junto al patio grande que había detrás de su casa; se movían las ramas, él estaba abrigado, sobre su silla de ruedas, quieto, y sonreía
. Su tesoro fue siempre la amistad, era el tímido con más amigos del mundo, se reía como si temiera molestar, y si hubiera sido por él hubiera desaparecido mil veces antes de hacer muchas de las cosas que hizo
. Pero luego las hacía, era un guerrillero que combatía contra su timidez y a favor de un Manu que llevaba dentro, el Manu del periodismo.
--¿Y por qué quisiste ser periodista?, le pregunté.
--No hubiera sabido hacer otra cosa.
 Tengo un sobrino que me lo preguntaba. Él es un mileurista, yo era entonces más que un mileurista. Después ya tuve que superar la vergüenza, y seguí con el fútbol. Entrevisté a todos los que venían a Bilbao: Puskas, Di Stéfano, Zagalo. ¡Una pasión!
--Serás del Athletic…
--¡Hasta la muerte! Que estará próxima…
Ha pasado el tiempo; siempre temimos sus amigos, sus hermanos, su gente, que se produjera esta noticia
. Es difícil contar por qué queríamos tanto a Manu; una respuesta tengo: porque nos hacía felices.
 Él se guardaba su malhumor, su nostalgia, sus cabreos; probablemente luego los sacaría de su alma, pero mientras estábamos con él nos daba tanto amor como el que le dio a él la tierra feliz en la que escribió una prosa devota y llena de melancolía.
La última pregunta que le hice aquel día era sobre la melancolía, un argumento tan íntimo suyo.
 Escribir ayuda a ordenar la melancolía, le dije
. Y él me explicó: “Y a ordenar el mundo… A mi me ha servido para conocerme mejor, conocer el mundo para conocerte a ti mismo.
Y ahora, pasado el tiempo, lo que me cuenta cómo soy es el mundo que veo al lado, este pequeño mundo al que he regresado como si quisiera, otra vez, estar más cerca de mi”.

21 ene 2014

El FMI da otro empujón a España..............Y mañana nos dirán que no.


La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, el pasado 15 de enero. / PAUL J. RICHARDS (AFP)

España ha recibido este martes un pequeño espaldarazo del Fondo Monetario Internacional (FMI) al recibir la mayor mejora de perspectivas económicas entre los países de la zona euro.
 El organismo, que acaba de publicar la actualización de sus pronósticos mundiales, calcula un crecimiento del 0,6% del PIB para este año, lo que supone cuatro décimas más que lo que  calculó el pasado octubre (0,2%), tras una recesión estimada en el 1,2% en 2013. Solo la revisión al alza de Reino Unido, de seis décimas, queda por encima, mientras que la de Japón, de cuatro, empata.
Pero es difícil echar las campanas al vuelo: el crecimiento de España, tal y como reflejan las cifras del FMI, continúa en el nivel más bajo de entre las grandes potencias sobre las que el Fondo ha actualizado sus expectativas
. Solo Italia, que ha empeorado una décima desde octubre, se queda con una previsión de avance del PIB tan modesto (0,6%), mientras que la siguiente más baja, Francia, se sitúa en un 0,9%. Y poniendo el foco en 2015, la imagen empeora: el crecimiento que el Fondo calcula para España en 2015 sigue por debajo del 1%, en el 0,8%, aunque haya mejorado en tres décimas con relación a lo que esperaba en su informe de octubre.

"Se han levantado los frenos a la recuperación y el lastre de la consolidación fiscal se está disolviendo", resume el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, en una conferencia convocada para presentar el informe. Eso sí, también ha advertido de que el sur de Europa continúa siendo la región "más preocupante" y ha alertado de que la recuperación sigue siendo débil.
El FMI ha sido hasta ahora el organismo oficial más pesimista con la economía española.
 La institución estuvo revisando a la baja persistentemente todas las expectativas durante tres años, hasta el primer alivio de octubre. Este martes, el país ha obtenido otro pequeño empujón: el avance del 0,6% calculado para este ejercicio se sitúa, además, por encima del 0,5% que Bruselas pronosticó en sus previsiones de noviembre.
 La actividad de los últimos meses de 2013 ha animado muchos cambios de perspectiva y, aunque el cálculo oficial del Gobierno español se mantiene en el 0,7%, el Ejecutivo espera que el PIB crezca un 1%. Es una tasa también inferior al consenso de los analistas: el panel que elabora Funcas, basado en una media de 19 servicios de estudios, también revisó sus cifras la semana pasada y situó el avance de este año en el 0,9%.
También resultan significativos los cambios de tercio de departamentos de análisis internacionales, como el de JP Morgan, que bautizó su último informe sobre la cuarta economía de la eurozona con un significativo España ha vuelto, en el que auguraba ese 1% de crecimiento y recalcaba el progreso del último semestre de 2013.

Eurozona

La tasa de paro, en el entorno del 25%, también hace imposible hablar de una salida de la crisis y las expectativas para la zona euro siguen frías. Para la economía de los países del euro, el FMI ha mejorado las previsiones una décima, hasta calcular un tirón del PIB del 1% en 2014 y del 1,4% en 2015. “La zona euro está torciendo la esquina de la recesión hacia la recuperación”, señala el organismo internacional en un comunicado, si bien “el repunte será más moderado en los países que han atravesado problemas financieros (Grecia, España, Chipre, Italia y Portugal)”. En estas regiones, y España es un claro ejemplo de eso, el Fondo advierte de que “mientras las exportaciones impulsarán el crecimiento, el endeudamiento público y privado y la fragmentación financiera mermarán la demanda”.
Aunque la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, transmitió un optimista mensaje hace unos días en Washington al asegurar que ahora comenzaban siete años de vacas gordas, tras sufrir siete de vacas flacas, las advertencias que lanza ahora el Fondo dejan claro que la fragilidad de los indicadores globales siguen inquietando. La previsión para EE UU para 2014 mejora en dos décimas con relación a lo estimado en octubre (calcula un avance del 2,8%), pero la empeora en cuatro para 2015 (hasta el 3%). Y es que, aunque los ajustes fiscales se han suavizado gracias al reciente acuerdo presupuestario.
Pero el equipo de Lagarde recuerda bien cómo la primera potencia del mundo puso muy nervioso al resto del planeta el pasado octubre, cuando la batalla política congeló los presupuestos público y actividad de parte de la Administración durante semanas.
Ahora, el pacto alcanzado mantiene los recortes para 2015, en lugar de retirarse, un escenario en el que el FMI se basó para elaborar las previsiones del pasado otoño, así que por eso ha empeorado el pronóstico del próximo año.

Los riesgos persisten

Las potencias emergentes de América Latina también despiertan recelos. La región ha visto menguar sus previsiones del 3,1% al 3% para 2014 y del 3,3% al 3% para 2015.
 Mientras que los pronósticos se mantienen intactos para México (el FMI prevé un crecimiento del 3% en 2014 y del 3,5% en 2015), el PIB brasileño tiene un horizonte algo peor a ojos del FMI: avanzará un 2,3% este año, dos décimas menos de los calculado en octubre, y un 2,8% en 2015, cuatro décimas menos que en la última previsión.
Los riesgos de fondo persisten, reconoce el FMI, que llama a no “infravalorarla necesidad de un crecimiento fuerte”. Por eso apela a no levantar demasiado rápido el pie del acelerador de los estímulos. "Las economías avanzadas —incluyendo a EE UU— no deben responder a esta previsión de mejora con retiradas prematuras de las políticas acomodaticias”, apunta el documento de hoy.
 De hecho, esta parece la estrategia adecuada dado que la inflación sigue baja y la consolidación fiscal sigue en marcha.
También hay un recado especial para el Banco Central Europeo (BCE), que “debería considerar medidas adicionales” para reequilibrar balances y avanzar hacia la unión bancaria y el fortalecimiento del sector financiero. “Será esencial para reforzar la confianza, reanimar el crédito y romper el vínculo entre banca y deuda pública.
 El FMI también pide “más reformas estructurales" para fomentar la inversión. Blanchard ha insitido en este punto al reiterar el mensaje de una recuperación a varias velocidades y más lenta en el Viejo Continente.
Además, el economista jefe del FMI ha destacado que aunque sus previsiones pasan por una tasa positiva de crecimiento de los precios, "el riesgo es de que la inflación se convierta en deflación. Y aunque no hay nada mágico sobre el número cero, cuando más baja sea la tasa de inflación, más peligrosa será para la eurozona", ha añadido.
Blanchard también ha alertado del riesgo de fuga de capitales en algunos países emergentes a medida que se consolide la recuperación de los avanzados. "Podemos esperar movimientos de capital complejos entre países". Las economías de mercado emergentes con cuadros macroeconómicos débiles pueden ser las más afectadas. La comunicación clara de los bancos centrales de las economías avanzadas y las políticas nacionales en países emergentes son esenciales para reducir el riesgo, según Blanchard.
Fuente: FMI.

Cómo sobrevivir a una tarde de compras con tu pareja

¿Sientes el irrefrenable deseo de cometer una locura para que acabe el sufrimiento? Respira. Hay otras soluciones, y muchos que te comprenden.

Alfredo Murillo 

cover hombres miserables 
Increible!!!! mejor no salgas de compras......Un ártículo ridículo.....

Era un día normal para Tao Hsiao.
Un día normal de esos en los que no piensas en ningún momento que vas a acabar saltando por el balcón de un centro comercial.
 Sin embargo las cosas cambian de un momento a otro y, antes de que pudiera darse cuenta, Tao se precipitaba al vacío después de acompañar a su novia en una maratoniana jornada de cinco horas de compras, según informaba el diario británico The Daily Mail.
Cinco horas que ella pretendía continuar comprando zapatos de oferta siendo la gota que colmó el vaso para este ciudadano chino que casi podría ser elevado a la categoría de mártir.

No hay nada que nadie tema más en la vida que una pareja indecisa de compras
. Es un trauma que toda persona debe pasar irremediablemente en algún momento de su vida, ya sea con su pareja, su hermana, su madre o su mariliendre; siempre habrá alguien para poner a prueba su paciencia en un arranque de consumismo desmesurado.

Según un estudio de la universidad de Pennsylvania y el sentido común de la mayoría de la población, la forma de entender las compras de un hombre y una mujer son diametralmente opuestas; mientras que el hombre va a comprar, la mujer va de compras (o eso dicen, aunque existen casos en los que la inversa también funciona a la perfección).
 Con lo que al desasosiego propio de la espera, se une el factor de no entender el placer que su media naranja puede estar obteniendo con tal actividad.
 Esto nos lleva a un nuevo grupo social (nuevo en cuanto a su denominación): los hombres miserables. Aquellos que, resignados, esperan a sus parejas en cualquier rincón de un centro comercial y que han inspirado la creación de @miserable_men, una cuenta de Instagram que recoge casi medio millar de fotografías de estas pobres almas en desgracia, y que cuenta ya con casi 40.000 seguidores (lamentablemente, no hemos podido encontrar una cuenta dedicada a las mujeres miserables, que seguro existen).

Sin embargo, no todo está perdido, y la drástica opción de arrojarse al vacío, aunque atractiva, debería ser tomada como una alternativa solo a considerar una vez hayamos agotado otra serie de recursos para intentar sobrevivir a una tarde de compras con tu novia.

Sé sincero. “¿Qué? ¿se ha vuelto loco? ¡mi vida está en peligro! ¡Tengo que mentir!”. Nada más lejos de la realidad
. Pese a lo que quieres creer, tu pareja sabe perfectamente cuándo mientes.
 Quizá pienses que decirle que todo lo que se prueba le queda genial es la opción más fácil para salir rápido de ahí, pero no estás siendo consciente de que simplemente le estás dando más opciones entre las que elegir.
 Di la verdad y ayúdala a descartar lo que no le siente bien. Probablemente te ganes alguna que otra mirada de odio, pero piensa que siempre será mejor que cinco horas siendo su perchero.


Paga con la misma moneda. Cada vez que paséis por una tienda o sección masculina, juega a su juego. Pídele que te acompañe y hazla elegir entre dos jerséis prácticamente idénticos para después sopesar la decisión en voz alta durante aproximadamente veinte minutos intercalando un “¡No me estás ayudando nada!” de vez en cuando.
Cuando parezca que te has decidido y os dirijáis hacia la caja, encuentra casualmente otro jersey completamente distinto a los anteriores pero que vuelva a iniciar las dudas durante otro largo periodo de tiempo.
 Después de pagar, dile que le invitas a tomar algo para compensar y ve al sitio más alejado de la zona comercial que haya en la ciudad.

No le abandones. Como podrás observar en @miserable_men, la mayoría de los protagonistas han dejado a sus parejas solas a su suerte y han decidido acampar como buenamente han podido en algún cómodo rincón de la tienda
. Craso error. Aunque no te vaya a hacer caso en absolutamente nada, está demostrado que tener alguien a quien pedir opinión disminuye la incertidumbre ante una elección.
Además, tu presencia puede ser en algunos casos el único vínculo que la una a la realidad fuera del ataque consumista. Por tu bien, conviértete en su sombra.



No te sientes,
cualquier acto que pueda implicar que estás cómodo será interpretado por ella como tiempo muerto en tu sacrificio y un bonus para poder seguir de tiendas hasta que la inviten a abandonar el establecimiento
. Sentarse implica debilidad y la debilidad lleva a cometer locuras como la de Tao.

Como última opción, siempre puedes hacer que la tarde de compras sea incómoda y que tu pareja se vea obligada a una pronta retirada, y sabes que cuentas con un as en la manga: tu madre.
 O quien dice tu madre, dice tu hermana, o tu amigo el pesado al que ella no soporta.
 Invítalos de forma sutil o arregla un encuentro casual con ellos.
Si pese a todo, llevas casi cinco horas y ella todavía no ha pensado en desistir, olvídate de la idea del suicidio.
 Has encontrado una auténtica luchadora.
 Lleva sus bolsas, sostén su abrigo y cómprale agua si se acalora buscando entre montones de ropa.
 Se lo ha ganado.