Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

26 dic 2013

Un ataque político a las formas de vida...........................Juan José Millás



ana juan

Cuando leo o escucho que baja el “consumo cultural”, estiro las orejas como un perro. Hay más cosas que hago como un perro, pero no sé si tienen que ver con la cultura. El caso es que la expresión “consumo cultural” me pone nervioso, como si se tratara de una contradicción en los términos. O es consumo o es cultural, me digo. Veamos: esa persona que en este mismo instante se encuentra en la cama de la habitación de un hotel leyendo Crimen y castigo, ¿está consumiendo realmente el libro? ¿Lo consume al modo en que consumo yo energía eléctrica al encender la luz, al modo en que consumo una conserva al abrir una lata de berberechos, al modo en el que consumo un pequeño electrodoméstico al exprimir una naranja? ¿Está consumiendo la novela como el adolescente que consume la paciencia de los padres, como el cincuentón que consume para cenar un yogur griego con pipas de calabaza, como el que se compra un rolex de oro? ¿Podríamos decir que esa persona es usuaria de la novela de Dostoievski al modo en que se es usuario de un campo de golf o de una tarjeta de crédito?
Ustedes perdonen, pero la imagen de una señora desesperada (porque me gusta, sí, que esté desesperada) leyendo el libro del célebre autor ruso me ha despistado del asunto principal. Pensar que mientras yo escribo estas palabras puede haber una mujer en la habitación de un hotel de Buenos Aires, por ejemplo, siguiendo, jadeante, las aventuras y desventuras de Raskolnikof, el famoso asesino de la vieja avara, me excita mucho, muchísimo, y en todos los sentidos. Ya me pregunto si la lectora está en ropa interior o desnuda, si con fiebre o sin ella, si con maquillaje o con la cara lavada. ¿Y qué hace en Buenos Aires, por Dios? ¿Vive en Argentina o acaba de llegar de Europa y se ha desvelado por la diferencia horaria? ¿Es representante de una firma de cosméticos o profesora de Lengua? De ser profesora de Lengua, seguro que ha acudido a un congreso. La Lengua es una de las cosas que más congresos produce, la Lengua y las enfermedades del corazón. Por cierto, ¿sería correcto calificar como producto de consumo un Congreso sobre la Metáfora al que acudiera como ponente, pongamos por caso, Umberto Eco? ¿Se consume una conferencia de Eco con el mismo espíritu e idénticos resultados con los que se consume esta marca de agua tónica o aquella otra? Y bien, ¿ha entrado esa señora de Buenos Aires en el libro de Dostoievski con el mismo espíritu pródigo con el que se entra en un concesionario de automóviles o en una tienda de perfumes?
Un sistema filosófico, en fin, no es un bien consumible
El libro tiene un costado contable, eso no podemos negarlo. Hay quien lo escribe, quien lo edita, quien lo distribuye y hay, con suerte, alguien que lo compra. Proporciona puestos de trabajo, genera actividad económica e influye en el PIB. Pero, claro, todo eso es pura filfa en relación con los beneficios intangibles que proporciona. Un sistema filosófico, en fin, no es un bien consumible. Tampoco una fantasía erótica, qué le vamos a hacer. Las obras de Platón llevan siglos produciendo beneficios económicos, pero a ningún perturbado se le ha ocurrido, de momento, establecer el cálculo porque no se lee a Platón como se compran acciones de Endesa. Otro asunto es que su lectura provoque efectos secundarios de ese orden en la medida, por ejemplo, en que uno pueda ganarse la vida explicando al filósofo griego (los profesores de filosofía no fueron siempre una especie en extinción).
Por eso deberíamos ser más cuidadosos al elegir las palabras con las que nombramos las cosas. Ir al cine, escuchar a Beethoven, leer a Dostoievski o visitar el Museo del Prado no son formas de consumo. Son formas de vida. Así que, en vez de señalar en los periódicos, un día sí y otro también, que este Gobierno recorta las ayudas económicas al cine, al teatro, a la educación, etcétera, deberíamos denunciar que recorta las formas de vida actualmente existentes: “El Gobierno recorta una nueva forma de existencia”. “Desciende el número de formas de entender el mundo”. “El ministro de Cultura aboga por el monocultivo cinematográfico”. Tales deberían ser los titulares.
¿Cómo se ha llegado a esta situación en la que nos pasamos el día haciendo reglas de tres por las que intentamos averiguar cuán burros somos estableciendo proporciones aritméticas entre los presupuestos del Estado y la Crítica de la Razón Pura? Se ha llegado dando por supuesto que aquello que no se puede medir como se mide una hectárea, o cuantificar como se cuantifica una herencia, no existe. Si cuantificar consiste en expresar numéricamente una magnitud, ya me dirán qué cifra otorgamos a las obras completas de Kafka.
Ir al cine, escuchar a Beethoven, leer a Dostoievski o visitar el Museo del Prado no son formas de consumo. Son formas de vida
—A ver, ¿qué beneficios le ha traído a la señora que hemos abandonado en la cama de un hotel de Buenos Aires leer a Dostoievski?
—Beneficios, ¿en qué sentido?
—Beneficios en el sentido de beneficios, gilipollas.
—Bueno, podríamos decir que uno es más sabio después de haber leído al ruso.
—Más sabio, más sabio… ¿Hablamos de una sabiduría práctica, de la que se puedan obtener unos rendimientos económicos inmediatos?
—Eso no, pero cuando uno lee aprende a leerse y a leer el mundo, aprende a interpretar la realidad, comprende la importancia de la búsqueda del sentido…
—No me joda usted. Yo, sin haber leído a Dostoievski, quizá gracias a eso, he montado una franquicia de jabones que da trabajo a cinco mil personas.
—¿Cuánto ganan esas personas?
—Cuatrocientos euros de media. Y me hacen horas extraordinarias y festivos, y si les pido que me lleven a los niños al colegio, me los llevan. Bien visto, no entiendo cómo no me matan.
—Quizá porque no han leído a Dostoievski.
—Razón de más para prohibir las humanidades.
¿Acaso, cuando muere un autor, la necrológica señala lo que su pérdida implica desde el punto de vista económico? Recientemente nos abandonó Doris Lessing. He leído todo lo que se escribió en los días posteriores a la noticia y nadie hacía mención a su potencial económico. ¿Las obras de esta autora no produjeron dinero? Sí, quizá más del que usted y yo podamos imaginar. ¿Entonces? ¿Se omitió el dato por delicadeza? En absoluto. Se omitió porque el beneficio económico era un daño colateral. Lo importante de la obra de Doris Lessing es lo que hizo por el progreso de la cultura humanística, que no se puede reducir a una cifra. Cuando esto no se comprende, las humanidades se van al carajo en los estudios. Se quita el latín, se quita el griego, la filosofía, se reduce el estudio de la lengua y la literatura... Cuando no se comprende, decimos, pero quizá también cuando se comprende demasiado. Las sociedades en las que se pierde la sensibilidad cultural son más dóciles, más fáciles de manejar, son menos libres porque carecen de un discurso alternativo al dominante. Sin discurso, no hay manera de modificar la realidad. La realidad es producto del discurso. La realidad actual es producto del discurso dominante actual. De ahí su calamitoso estado.
Cada lunes por la mañana, cuando salgo a caminar por un parque cercano a mi domicilio, veo, indefectiblemente, rota la marquesina de un autobús. Son destrozos llevados a cabo cada fin de semana por jóvenes incapaces de expresar su malestar de otro modo. Odian el sistema y apedrean por tanto los símbolos externos de ese sistema practicando un modo de delincuencia atenuada que les compensa momentáneamente de vivir en un mundo sin salida, sin horizonte laboral o moral, en un mundo completamente desquiciado. No advierten que el delincuente, tal como señalaba Octavio Paz en un ensayo de juventud, confirma la ley en el momento mismo de transgredirla. No se trata de un sujeto peligroso, pues. De hecho, si un día, de la noche a la mañana, desapareciera esta delincuencia de baja intensidad, el Ministerio del Interior tardaría 48 horas en convocar oposiciones para cubrir urgentemente todas esas plazas de delincuentes desaparecidos.
No advierten que el delincuente, tal como señalaba Octavio Paz en un ensayo de juventud, confirma la ley en el momento mismo de transgredirla
Si se puede practicar impunemente la delincuencia grande, por la que actualmente estamos gobernados, es, en parte, por la existencia de los pequeños malhechores, con los que el poder nos distrae como ese mago que nos obliga a mirar su mano izquierda mientras consuma la trampa con la derecha. El joven, pues, que el sábado por la noche termina la juerga colocando silicona en la ranura de un cajero automático para no irse a la cama sin haber contribuido a la liquidación del sistema, está haciendo gratis algo por lo que le deberían pagar. No sabe hasta qué punto está contribuyendo a reproducir lo que detesta. No constituye un peligro para nadie, excepto para sí mismo. El tipo verdaderamente peligroso es el que un sábado por la tarde se queda en casa leyendo Madame Bovary (tomen Madame Bovary como un ejemplo). Ese chico es una bomba, ya que la realidad está hecha de palabras. Quien las domina tiene más capacidad de destrucción que un experto en explosivos. Si los lectores de Madame Bovary, en fin, alcanzaran el tamaño que los sociólogos denominan “masa crítica”, acabarían generando un discurso que, colocado en el sitio adecuado, haría, al explotar, más daño que la Goma 2.
No hace mucho estaba en mi casa, sin meterme con nadie, cuando sonó el timbre de la puerta. Abrí. Al otro lado había una chica que quería hacerme una encuesta sobre “hábitos de consumo”. La invité a pasar y todo fue bien hasta que llegamos al apartado de “consumos culturales”. ¿Cómo se mide ese hábito?, me pregunté. ¿Se puede calificar la lectura de Proust como un hábito de consumo? Entonces fue cuando me vino a la cabeza la imagen de una señora de edad media leyendo Crimen y castigo en la habitación de un hotel de Buenos Aires. Despedí a la encuestadora y repasé las noticias de los últimos meses relacionadas con el estado de la cultura. Todas, sin excepción, hablaban de los recortes económicos en un intento desesperado de cuantificar económicamente lo incuantificable. Naturalmente que hay una relación entre el dinero circulante y los bienes de consumo. ¿Pero debemos darle a la cultura y a la educación el tratamiento de un bien de consumo? No lo creo, porque en ese mismo instante las reducimos a la categoría de lo prescindible. Si en épocas de crisis, viene a decirnos el ministro de Cultura, prescindimos del coche o de cenar fuera los sábados, ¿por qué no reducir también el consumo de Quevedo, de Flaubert, de Walter Benjamin, de Chejov o de Hitchcock? Ahí está la trampa.
 La incógnita de por qué hoy somos más burros que ayer pero menos que mañana no se despeja con una ecuación convencional.
Tal vez los recortes que el Gobierno actual está aplicando a la formación humanística y, en general, a la cultura, no sean el origen de nuestras carencias educativas, sino su consecuencia.
 Lo hace porque puede. Lo hace porque nos puede. Nos puede porque nos hemos quedado sin discurso.

La gran caída

 A falta de cerrar 2013, y pendientes de la última hornada de estrenos del día de Navidad a la cartelera, los primeros cálculos económicos del cine en España apuntan que las salas recaudarán unos 500 millones de euros; 114,20 millones menos que en 2012, un descenso de 135,85 millones respecto a 2011.
A duras penas se alcanzarán los 80 millones de entradas vendidas en España en las salas comerciales de cine en 2013.
En teatro la asistencia de público ha bajado por culpa principalmente de la subida del IVA hasta el 21%. Los datos de recaudación neta del sector al final de la temporada, es decir, en agosto, muestran que de los 247 millones de la temporada 2011-2012 se ha pasado a los 163 millones de la presente temporada; un descenso de 84 millones (33,99%).
En las industrias culturales en 2012 hubo un descenso de las taquillas del 10%.
Las artes escénicas han perdido en el último lustro el 30%, según el último Anuario de las artes escénicas, musicales y audiovisuales, de la SGAE.
En la danza, en 2012 el bajón llegó hasta el 43,41% en su número representaciones.
Las ventas en libros habrán caído al final de 2013 por sexto año consecutivo, acumulando un 38%, de cumplirse los pronósticos de un 10% menos en estos últimos 12 meses.
El 68% de quienes leen en formato digital lo hacen con descargas ilegales.
Solo el 63% de los españoles dice leer <CF1052>al menos un libro al año, mientras la media europea es del 71%.
Durante 2012 se celebraron 116.446 conciertos en España, un 4,3% menos que en 2011, con 26 millones de espectadores y una recaudación de 171,7 millones de euros.
Desde hace una década las ventas de discos han bajado un 77, 5%.

El Gobierno congelará el salario mínimo para 2014 en 645,30 euros mensuales..............¿por qué nos hacen esto si hay más ricos que nunca robando'

Es la segunda vez en la historia que queda igual, tras la congelación de 2012

El sueldo más bajo sí aumentó en 2013, ya que el Gobierno aprobó una subida del 0,6%..

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez / EFE

El Gobierno tiene previsto aprobar hoy en el Consejo de Ministros la congelación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2014. Lo dejará en 645,30 euros mensuales, en 14 pagas
. Es decir: los españoles que trabajen jornada completa deberán, al menos, cobrar 9.034,2 euros brutos al año. Este jueves fueron los sindicatos quienes adelantaron la intención del Ejecutivo, que les envió la propuesta a primera hora de la mañana.
 En un comunicado, CC OO y UGT rechazaron la congelación, porque dicen que supondrá una nueva pérdida de poder adquisitivo de esta renta, que desde 2007 se ha ido distanciando del salario medio.
Hace un año el Gobierno decidió subir el SMI para 2013 un 0,6%, en línea con la subida máxima pactada por sindicatos y patronal en el II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva para el periodo 2012-2014
. La congelación para 2014 es la segunda acordada por el Gobierno después de la llevada a cabo para 2012 nada más llegar al poder, que fue la primera desde 1966.
Según los cálculos de los sindicatos, el SMI ha perdido 5,5 puntos de su capacidad adquisitiva en los últimos cuatro años
El Gobierno anunció ya en octubre que congelaría en 2014 el Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (Iprem) y, aunque no descartaba hacer lo mismo con el salario mínimo, decía que la decisión aún no estaba tomada. Finalmente, así lo ha hecho.
Según los cálculos de los sindicatos, el SMI ha perdido 5,5 puntos de su capacidad adquisitiva en los últimos cuatro años y consideran que una nueva caída limitará las posibilidades de recuperación del consumo.
 Los secretarios de Acción Sindical de CC OO y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente, han enviado una carta a la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en la que rechazan el borrador del real decreto que se aprueba este viernes.

Una enorme brecha entre los sueldos más bajos de la UE

  • España se sitúa en el puesto nueve de entre 23 países con salario mínimo fijado en la Unión Europea, según estadísticas comunitarias de julio de 2013
  • El sueldo español legal más bajo para una jornada completa es de 753 euros al mes en 12 pagas al año (o 645 en 14 pagas)
  • España forma parte del llamado grupo 2, junto a Eslovenia (784 euros al mes con 12 pagas), Malta (697 euros) o Portugal (566 euros).
  • Mucha distancia separa a los países del grupo 1, donde el sueldo más bajo obligatorio, como mínimo, casi dobla el español. Encabeza este bloque de los mejores pagadores Luxemburgo (con 1.874 euros al mes con 12 pagas). Le siguen Bélgica (1.502 euros), Holanda (1.478 euros), Irlanda (1.462 euros), Francia (1.430 euros) y Reino Unido (1.190 euros).
  • Alemania no aparece en las estadísticas, porque no tiene un salario mínimo obligatorio.
  •  Sin embargo, la democristiana Angela Merkel y el Partido Socialdemócrata acordaron el mes pasado introducir un pago mínimo por hora de 8,5 euros en cualquier profesión gradualmente a partir de 2015.
Los sindicatos recuerdan que el SMI español es uno de los más bajos de entre los socios más antiguos del euro y "bordea el umbral de la pobreza en hogares con un solo miembro y que se sitúa por debajo en hogares compuestos por al menos dos personas", lamentan.
 Reclaman una recuperación progresiva y modulada del poder de compra del SMI y reformar el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores para evitar que se sigan produciendo pérdidas de poder adquisitivo en este sentido.
Además, critican lo "acelerado" del proceso de consulta por parte del Gobierno, porque las organizaciones sindicales han recibido este jueves el borrador y tienen que responder antes de este viernes a las 9.30 horas, horas antes de que se apruebe el decreto en el Consejo de Ministros.
Algunas voces empresariales llevan meses pidiendo que este sueldo básico no solo se congele, sino que incluso se reduzca.
 Por ejemplo, el Círculo de Empresarios consideró en septiembre que debía estudiarse la rebaja, "excepcionalmente", del salario mínimo para ciertas contrataciones de jóvenes en paro, ya que ello actuaría como un "estímulo directo" para las empresas.
 También la expresidenta de la Comunidad de Madrid y presidenta del PP de la capital, Esperanza Aguirre, salió en defensa del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, por su propuesta de que, en ciertos casos, los empresarios puedan contratar por debajo de los 645 euros.Esos empresarios deberían gastarse el sueldo entero en medicinas y no dejar que Cáritas de de comer cada vez a más gente.

 

 

Restablecido el tráfico marítimo en el Estrecho tras el fuerte temporal

El temporal permanece en Galicia, el Cantábrico y Baleares

La cota de nieve en la península baja hasta los 800 metros

El viernes entra otra borrasca por el noroeste

VÍDEO: ATLAS

El tráfico marítimo en el Estrecho se ha restablecido este jueves tras verse obligado a cerrar durante varias horas por el temporal de lluvia y viento que azota la península desde el martes. Así, las línea que unen Algeciras con Ceuta y con Tánger, al norte de Marruecos, están ya operativas. Sin embargo, en la zona continúa soplando el viento desde el oeste y se prevén aguaceros.

El temporal de lluvia y viento que ha dejado en la península vientos superiores a los 100 kilómetros por hora permanece en el oeste y el norte del país, aunque su intensidad ha se ha moderado. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el viernes entrará otra borrasca que dejará lluvias persistentes en Galicia con viento fuerte. El temporal también afectará al Cantábrico y el norte de la meseta, así como en zonas montañosas del norte y noroeste peninsular.
El Ayuntamiento de Barcelona ha activado a este mediodía el Plan Básico de Emergencia por el fuerte viento, con la recomendación de extremar las precauciones con toldos, persianas y árboles.
 El consistorio ha pedido en un comunicado que se extreme la precaución en la conducción de vehículos y en la práctica de actividades al aire libre.
La ciclogénesis explosiva de estos días ha azotado especialmente la comunidad gallega los días de nochebuena y Navidad, dejando escenas como el incendio del emblemático santuario de Muxía, en A Coruña. En la provincia de Sevilla, Córdoba y Jaén, el servicio de emergencias 112 recibió 370 avisos por caída de árboles, adornos navideños, anegaciones de calles por el agua o cortes puntuales de luz a lo largo del miércoles
. La lluvia y el viento obligó a a cerrar todos los parques y jardines de la ciudad de Sevilla  por precaución, mientras que en el municipio de Alcalá de Guadaíra el viento derrumbó un muro que provocó daños a 14 coches estacionados
. Las precipitaciones han sido abundantes en toda la península, siendo la máxima en Vigo (Galicia), donde se han recogido 60,3 litros por metro cuadrado.
Este fenómeno atmosférico ha generado una mayor producción de energía eólica, gracias a los fuertes vientos, provocando un descenso en el precio de la electricidad en el mercado diario.
 Según destaca la Asociación Empresarial Eólica (AEE), ha traído consigo que la eólica cubriese el 47,5% de la demanda de electricidad de España el martes 24 y el 53,8% de la demanda total del miércoles 25 de diciembre.
Con la entrada de una nueva borrasca, la Aemet prevé que vuelva el viento fuerte y la lluvia a partir del viernes.
Estará muy nuboso en la mitad oeste peninsular, con precipitaciones débiles a moderadas, más abundantes en el oeste de Galicia, donde pueden ser localmente persistentes.
En el resto de la península, se esperan intervalos nubosos, con posibilidad de alguna precipitación débil, salvo en el Valle del Ebro y todo el área mediterránea.
 El cielo estará poco nuboso en el extremo sureste peninsular y Baleares.
 En Canarias, a partir del viernes se esperan nubes con posibilidad de alguna lluvia débil en la isla de La Palma.
La cota de nieve subirá a partir del viernes en la península hasta los 1.500 ó 2.000 metros, mientras que en Galicia y la Cordillera Cantábrica se instalará en los 1.000 ó 1.200 en Galicia y Cordillera Cantábrica. Las temperaturas subirán de forma moderada en la península y Baleares, y experimentarán pocos cambios en Canarias.
Los vientos serán fuertes en Galicia, el Cantábrico, el norte de la Meseta y Baleares, mientras que serán moderados en el suroeste en la península. En Canarias, el viento será de flojo de componente norte.

 

25 dic 2013

El guerrero urbano .............Arturo Pérz Reverte

El guerrero urbano

Esta noche ceno con tres amigos, para agradecerles un par de cosas: Jeosm, Rise y Lose.
 Hay deudas que uno no logra pagar en su vida, aunque lo intente, y la que tengo con ellos no podré liquidarla nunca. Pero hago lo que puedo: las reglas son las reglas. Una de esas maneras es juntarnos de vez en cuando, tomarnos unos vinos -menos Lose, que no prueba el alcohol- y luego irnos a cenar y reír un rato.
 Yo suelo estar callado, porque los que tienen cosas interesantes que contar son ellos. Así que me limito a ponerlo fácil, hacer preguntas y escuchar. Lose acaba de hacerse su chapa -su metro- número 511, y esta noche es la estrella. Él se lleva el homenaje.
 Pero es que, además, Lose es un interesante personaje. Con decir que sus colegas lo definen de guasa como «un enfermo», está dicho todo. O casi.
 Tiene treinta años y es menudo, bajito, pero su aparente fragilidad engaña un huevo. Cuando se arranca y te cuenta, crece cuatro palmos. Lose es un guerrero urbano duro, de acero inoxidable. Siempre bromeamos sobre los macarras de pastel y chulitos de discoteca; que no tienen media hostia, pero con los que las nenas se licuefactan, o se licuan, o como se diga.
 Qué sabrán ellas, le comento. Para leer biografías en la cara hay que tener unos años y ser lista, y ni todas tienen los años suficientes ni todas lo son. Tendrían que verte avanzar en la noche, saltar tapias, meterte a oscuras por respiraderos, reptar bajo sensores electrónicos, colarte por la cara en trenes camino de Ámsterdam, o de Berlín, con cuatro euros en el bolsillo -llevas en el paro desde que el cabo Finisterre era soldado raso-, dispuesto a hacerte aquel metro o aquel tren de cercanías que viste en Internet o del que te hablan los amigos. Dormir en cajeros automáticos o bajo cartones, pasando frío, hambre y miseria, bajo la lluvia, al acecho como un cazador paciente.
 Robar unos alicates en una ferretería de Budapest, tú que no hablas ni inglés, para cortar la alambrada que te separa de las vías del tren con el que sueñas. Para vivir cinco minutos de gloria. Para volar treinta segundos sobre Tokio. 
Hablamos largo y estrecho mientras despachamos anchoas y fideos al horno. Él y los colegas se abren a mí con lealtad, y me enorgullece que lo hagan.
 Saben, porque lo hemos hablado, que no apruebo el asunto. El vandalismo que ensucia, afea y destruye. Pero también saben que respeto la parte respetable: los códigos, el compañerismo, la retorcida épica de sus incursiones nocturnas -misiones, las llaman-. 
De su deporte de riesgo, como dice uno de ellos. No apruebo, pero intento comprender. Y Lose es uno de los elementos claves para eso.
 Para penetrar lo que tienen en la cabeza. Un sujeto valioso. Con sus puntas de entrañable sociópata, desde que a los diez o doce años se puso delante de una pared virgen y mártir: «¿Artista? Yo no he sido artista en mi puta vida».
 Lo he visto planificar con los amigos, ejecutar, contarlo. Y, pese a la mili que llevo a cuestas, me quedo fascinado. Mirándolo. Escuchándolo. Así, comprendo el respeto con el que lo tratan sus colegas. Mi propio contradictorio y desconcertado asombro.
 Entiendo por qué Lose, con su metro sesenta y su engañosa sonrisa tímida, es el rey de Madrid y de allí donde se mete. Un héroe oscuro de nuestro desquiciado tiempo. 
Se ríe mientras nos cuenta. Así es él. Con esa mezcla de candidez y audacia que lo hace tan singular. Hace una semana justa, a estas mismas horas, estaba corriendo con los vigilantes detrás, a ciegas en la noche, arriesgándose a romperse el alma. Iba con unos colegas, pero cuando les dieron el marrón todos los jurados se fueron derechos a él. 
«Como soy el más bajito, siempre se tiran a por mí. Al más fácil», comenta resignado. Estoico. Alguna vez, aunque es incapaz de hacerle daño a una mosca, Lose se lleva un nunchako de artes marciales, y cuando se le echan encima los jurados, lo saca y hace molinetes poniendo cara de loco, zas, zas, zas, para que se queden lejos y le dé tiempo de salir corriendo.
 Pero no siempre funciona. Anoche lo ligaron y pretendían que se comiera lo suyo y lo que no era suyo. Pero él, naturalmente, sólo pasaba por allí, y el pasamontañas lo llevaba por el frío. 
Y en mitad de la conversación, en plena calle, con tres policías dándole una bofetada de vez en cuando, nos tomas el pelo o qué, a su madre -que le cocina macarrones, su plato favorito- se le ocurre llamarlo por teléfono. «Oye, hijo, que ese Pérez-Reverte acaba de hablar de ti en la radio». Y Lose, con los tres maderos alrededor, los mira y responde: «Ahora no puedo atenderte, mama, que estoy ocupao». 
22 de diciembre de 2013