Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 dic 2013

Ortega Cano, a la cárcel dos años y medio.Uno se busca su destino aunque a veces parezca Cruel

La Audiencia de Sevilla estima el recurso presentado por los familiares del fallecido Carlos Parra

Le condena en sentencia firme por un delito de homicidio por imprudencia grave y otro contra la seguridad vial por conducir ebrio.

 

José Ortega Cano. / CORDON PRESS

No corren buenos tiempos para José Ortega Cano
. Este viernes, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha confirmado la condena de dos años, seis meses y un día de cárcel impuesta al extorero, que este mes cumple 60 años, por un delito de homicidio por imprudencia grave por conducción temeraria, en relación con el accidente ocurrido el 28 de mayo de 2011 en el que falleció Carlos Parra. Además, le ha imputado también un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, del que había sido absuelto por el Juzgado de lo Penal número 6.
 Entrará en la cárcel, según fuentes judiciales, en los próximos días
. El torero, además, deberá pagar una indemnización de alrededor de 180.000 euros a los familiares del fallecido.
 La sentencia de la Audiencia es firme, solo cabría un recurso ante el Constitucional.
Ortega Cano siempre ha negado que hubiera bebido esa noche y sus abogados han intentado desde entonces invalidar las pruebas, alegando deficiencias en la extracción de sangre y su custodia.
 Pero el fallo dice que a juicio de "este Tribunal, no hay razón alguna para dudar de que la muestra de sangre analizada fue justamente la que le fue extraída al acusado poco después de acaecido el accidente y, en este extremo, discrepamos de los de la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal al no compartir los razonamientos jurídicos que le han llevado a una distinta conclusión, que ahora procede modificar".
En la sentencia, notificada este viernes, la Sección Primera confirma el fallo del Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla, que condenó al exmatador de toros a dos años y medio de prisión pero únicamente por un delito de homicidio por imprudencia grave y un delito contra la seguridad vial por conducción temeraria, así como a tres años y medio de privación del derecho de conducir vehículos a motor y ciclomotores.
Pero además la Audiencia le condena por otro delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, del que la juez Sagrario Romero lo absolvió en primera instancia por considerar que se había roto la cadena de custodia de la sangre extraída y analizada por el Instituto Nacional de Toxicología, cuyo análisis arrojó un resultado de 1,26 gramos de alcohol por litro en sangre.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular ejercida por la familia de la víctima recurrieron la sentencia de la juez de lo Penal y pidieron elevar la pena a cuatro años de cárcel, mientras que la defensa del acusado solicitó su libre absolución.

La noche del accidente

Los hechos juzgados ocurrieron a las diez de la noche del 28 de mayo de 2011, cuando José Ortega Cano circulaba por el kilómetro 28,1 de la A-8002 con dirección a su finca Yerbabuena, en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla). Acababa de dejar a su hija Gloria Camila en casa de unos amigos. Iba solo en su potente Mercedes todoterreno cuando de repente perdió el control del vehículo, invadió durante 60 metros el carril contrario, y colisionó de frente con un coche que conducía Carlos Parra, un camarero que se desplazaba a su trabajo. El impacto fue terrible, Parra falleció al instante por traumatismo torácico severo con rotura cardíaca y el torero resultó gravemente herido.
Ortega Cano permaneció muchas semanas entre la vida y la muerte desde aquel día. Sus idas y venidas al quirófano fueron constantes.
 Pero de todo ello se enteró tiempo después, así como del destino de Carlos Parra, que a los 38 años perdió la vida dejando una viuda y dos hijos, que desde ese día reclaman justicia.
Tanto el entorno de Parra como vecinos de pueblos cercanos a Castilblanco siempre sostuvieron que el accidente estuvo provocado por una ingesta de alcohol del torero. En esos días se produjeron declaraciones de personas que aseguraron haber visto a Ortega Cano bebiendo en varios bares, incluso algunos precisaron que en su copa había champán.
Entonces se inició una minuciosa investigación que determinó, como figura en el sumario, que el test de alcoholemia que se le realizó al torero arrojó 1,26 gramos de alcohol por litro de sangre, casi el triple de lo autorizado.
 La defensa pretendió invalidar esta prueba argumentando que no se siguió el protocolo indicado para la recogida de muestras. Los abogados del torero también aportaron al juicio sus propios peritos para combatir el informe de la Guardia Civil que asegura que el todoterreno del torero circulaba a 125 kilómetros por hora en un tramo limitado a 90, y el coche contrario, a 51 kilómetros por hora.
Ortega Cano siempre ha negado haber ingerido alcohol esa noche, pero pocos le creen. Él mismo confesó en un programa de televisión anterior al accidente tener problemas con la bebida a consecuencia de la tristeza que le invadió tras la muerte de Rocío Jurado.
Desde ese 28 de mayo de 2011, Ortega Cano huye como puede de su destino.
 Por el camino han salido a la luz sus problemas económicos, su difícil adaptación a la vida lejos de los ruedos, las peleas con sus familiares, la venta de su finca la Yerbabuena y los problemas con su hijo mayor,  José Fernando.
 El joven, de 20 años, lleva un mes en la cárcel acusado de pertenencia a grupo criminal, robo con violencia, robo y uso de vehículo a motor y daños.
La juez ha denegado su libertad bajo fianza. En las próximas horas los abogados del joven presentarán un nuevo recurso.

12 dic 2013

La Mariposa


La mariposa es uno de los antiguos símbolos del alma. Una antigua leyenda india dice: ”…cuando quieras desear felicidad y convertir los deseos en realidad, susurra a una mariposa tu petición y entrégale su libertad, agradecida con tu deseo volará y la alegría y el amor te llegarán…”.
 Las mariposas no pueden emitir ningún sonido y se dice que son los únicos seres vivos de la tierra que se comunican directamente con Dios.
 Si tienes un deseo secreto, si quieres desear felicidad, díselo a la mariposa y dale la libertad.
 Como agradecimiento ella se elevará para llevar tu deseo al cielo y este te será concedido.

Es cosa nuestra..........................Javier Marías

Lo malo de la democracia es que uno no puede encogerse de hombros ante las acciones de sus gobernantes, no enteramente.
 Aunque no los haya votado y no se sienta responsable directo de sus tropelías, sabe que otros como él los eligieron y que por desgracia, hasta la próxima llamada a las urnas, nos representan a todos, en contra de lo que proclama ese slogan optimista y desiderativo que a menudo se corea.
 La vergüenza que el actual Gobierno nos causa es así mucho mayor que la que nos provocaba el franquismo a quienes lo vivimos. Éste se había impuesto por la fuerza y por ella seguía mandando.
 A sus oponentes los había fusilado, encarcelado, enviado al exilio o represaliado; en el mejor de los casos los mantenía en las catacumbas. Los que estábamos en desacuerdo podíamos desentendernos íntimamente de sus crímenes y abusos: éramos meras víctimas de ellos, sojuzgadas por una tiranía que nadie había votado (aunque demasiados españoles la abrazaran, sobre todo una vez victoriosa), que prohibía los partidos políticos y las elecciones, ejercía una censura total y minuciosa, castigaba con prisión cualquier opinión disidente o “tibia”, o verdad que no le gustara
. A ese régimen, durante muchos años, le trajo sin cuidado la imagen de España en el exterior. “Que hablen. Nos tienen envidia por ser la reserva espiritual de Occidente”, era el lema, de clara inspiración eclesiástica. Y nosotros podíamos sacudirnos toda responsabilidad, en lo que respectaba a esa visión que ofrecíamos: “Nada tenemos que ver, somos los primeros damnificados, los que la padecemos sin tener arte ni parte”. Y a los de mi generación nos cabía añadir: “Esta dictadura estaba ya cuando nacimos”.
Este Gobierno hace todo lo posible por que el nombre del país vaya unido al bochorno
En ese aspecto, la cosa es ahora más peliaguda.
 Hemos tenido arte y parte.
Hemos votado, aunque lo hiciéramos sometidos a engaño: el PP y Rajoy han incumplido con desfachatez casi todas sus promesas electorales, sobre todo las que les permitieron ganar por mayoría absolutísima. Aun así, no podemos intentar derrocarlos, porque, bajo engaño y todo, les dieron su confianza nuestros conciudadanos. Entre tantas otras cosas que aproximan cada vez más a este Gobierno al franquismo, está la indiferencia con que arrastra en el extranjero la imagen de España
. Dicen sus representantes que les importa mucho, pero no es cierto.
 Se les llena la boca con la ridícula expresión “marca España”, pero hacen todo lo posible por que el nombre del país vaya unido al bochorno. En lugar de abstenerse de mancharlo, tratan de convencer a los medios internacionales de que no lo cuenten: Rajoy pidió a una cadena estadounidense que suprimiera de una entrevista lo relativo al caso Bárcenas; ahora nos enteramos de que, en plena fase de recortes salvajes, el Gobierno invitó con los gastos pagados a un grupo de responsables de prensa alemanes para explicarles in situ las maravillas económicas (!) de su gestión y atajar las críticas que casi a diario le dedica esa prensa. El propio Rajoy apareció en la reunión, a ver si les lavaba el cerebro.
 En honor a los alemanes, hay que decir que se sintieron ofendidos porque se pretendiera sufragarles el viaje y la estancia.
 Si la sesión de propaganda no nos costó dinero, no fue gracias a Guindos ni a Montoro, sino a la honradez extranjera.
Fuera de estas tentativas, que oscilan entre la censura, el adoctrinamiento y el soborno poco encubiertos, el Gobierno no cesa de ensuciar el país, a veces literalmente.
 La capital ha estado emporcada por una huelga de limpiadores justificada, mientras el Ayuntamiento, culpable último de la situación (es a él al que abonamos los impuestos, no a las tacañas concesionarias subcontratadas), se lavaba las manos frívolamente durante días: yo he visto cómo un indigente de la Plaza Mayor aplastaba de un pisotón a una relaxing rata gorda que, para estupor de turistas, se paseaba no de noche, sino a las 6.30 de la tarde.
 También se nos conoce últimamente porque el Ministro del Interior, hombre que presume de piadoso, vuelve a tapizar de cuchillas la verja de Melilla (una medida canallesca de Zapatero en 2005, rectificada en 2007), para rajar a lo vivo a los inmigrantes que osen saltarla.
 Ante la declaración de Rajoy al respecto, se hace difícil saber si el Presiente es tonto o se lo finge: “No sé exactamente si eso puede producir daños a las personas. Tendremos que verlo, he pedido un informe”.
 El misericordioso Fernández Díaz ha corrido a tranquilizarlo:
“Sólo heridas leves, jefe”. Me gustaría que los dos se fueran a la verja e hicieran ellos mismos la prueba: el uno sabría “exactamente” y “vería”, y el otro comprobaría en su piel la “levedad” de las sangrías.
 Aparte de esta crueldad infame, España también es hoy famosa por la sentencia del Prestige: todo el mundo, incluido el Gobierno del PP de entonces, tuvo una actuación “correcta” y gracias a eso no se extendió el vertido del barco por el entero Océano Atlántico. ¿A santo de qué va a tener que pagar nadie?
Añadan que en numerosas comunidades (Madrid, Cataluña, Valencia, y las que seguirán) han dejado de ser gratuitas las vacunas del neumococo y del retrovirus para bebés.
 Los padres que carezcan de 600 euros pueden prepararse a ver cómo sus críos más tiernos pillan una meningitis o una neumonía, o se deshidratan de gastroenteritis.
Hay más, pero por hoy ya se nos cae la cara de vergüenza lo suficiente. Sin que ni siquiera podamos decirnos: “Pero esto no es cosa nuestra”.
elpaissemanal@elpais.es

El dolor no borró la carcajada de Frida Kahlo”.......................Juan Cruz


Esta joven pintora venezolana de 37 años se llama Unda Souki y tiene la memoria reciente de tantos sabores (Venezuela, Brasil, donde vive, México, donde ha convivido con la memoria de Frida Kahlo) que produce rubor invitarla a desayunar cruasanes cuando en los sitios de donde procede ahora ya comen pimientos con carne y huevos rancheros.
Pero así es la vida; ella está exponiendo en el Instituto Francés el resultado pictórico de su atenta mirada sobre la casa (y la vida) de la más misteriosa de las mujeres de la pintura en el siglo XX, Frida Kahlo, que vivió con el mítico Diego Rivera y que construyó una personalidad que ha fascinado a Unda.
Unda es un apellido; viene, remotamente, de antepasados vascos; un cura de ese apellido firmó la independencia venezolana. Su colección de retratos “de la intimidad de Frida” se inauguró este martes en ese pie cultural de Francia en Madrid y por la noche ya se había vendido la mitad. ¿Y eso?
 Alan Fohr, el consejero cultural, fue el primer comprador de Unda, se fascinó con ella hace un tiempo
. Ha venido un coleccionista de Suiza, expresamente. “Es como mi mecenas”, dice la pintora.

Instituto Francés. Madrid

  • Dos cruasanes: 1,60 euros.
  • Dos cafés: 2,50.
  • Una botella de agua: 1,90.
Total: 6 euros.
No es la primera vez que ella se introduce en una casa para pintar la vida de un artista.
“Mi padre, arquitecto, llegó de un viaje a España, en 1977, fascinado con la casa de Lorca.
 Su arquitectura, su interior.
 Me contagió ese rapto. En 2009 fui a Valderrubio; me miraron los ancianos como a una extraterrestre, hasta que di con el guardián de la casa, Pepe del Amor. ‘¿Qué quiere?’. ‘Ver por dentro la casa de Lorca’. ‘Ah, Federico’.
Se iluminó su cara”. Y a ella se le iluminó el alma. “Fue un momento mágico.
 Allí estaba la huella del Lorca más campestre... Aquel espacio íntimo era la reconstrucción de su identidad: las sillas, los objetos...”.
El universo de Frida, aquella casa que fue rosa, sepia y blanca, y que luego fue azul, cuando en ella entró la tristeza, está en los cuadros de Unda Souki, como si la artista estuviera aún
. “Fue siempre alegre; el dolor de sus enfermedades nunca interrumpió su carcajada..., hasta que le amputaron la pierna; esos dos años de hospital, 1951, 1952, le cambiaron el ánimo; la morfina ya pasó a ser parte de su cuerpo”.
Pero ahí, en la atmósfera de la casa, y en el museo ahora, está lo que pinta esta venezolana que picotea el cruasán con el detenimiento con que pinta.
“Sus juguetes, su casa de muñecas, sus marionetas, sus teatros...”. Bueno, y la comida.
 “Ah, sí, hay mucha. Guadalupe Rivera, la hija del muralista que fue su marido, hizo un calendario con sus comidas favoritas. Esa comida de tanto color. ¿Y sabes quién enseñó a cocinar a Frida? Lupe, la primera mujer de Diego, que se llevaba estupendamente con ella. ¡Lupe le enseñó a cocinar lo que le gustaba a Diego!”.
 ¿Le parece, Undo, que Frida en realidad quiso vivir en una casa de muñecas?
 “Ella vivía en una casa de muñecas”.
Se acabó el cruasán. Y ella se volvió a la exposición, que está abierta en el Instituto Francés, justo donde desayunamos tan frugalmente hablando de la exuberancia de Federico y de Frida.
 “Ah”, dice, “un día dibujé un melón en un cuadro sobre la casa de Federico.
Y luego supe que ese era a veces su desayuno”.