Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

10 ago 2013

Sombras del siglo...................Antonio Muñoz Molina

Uno no quiere ni puede olvidarse del siglo XX, pero le gustaría dejarlo al margen durante un tiempo.

Dolores Ibárruri y Santiago Carrillo tras una reunión del Partido Comunista en 1982. / Luis Magán

El siglo XX parece que no se acaba nunca; el siglo breve que el historiador Eric Hobsbawm dijo que empezaba en 1914 y llegaba a su fin en 1989, abarcando la duración normal de muchas biografías.
Ninguna de las monstruosidades que vinieron después habría sido posible sin la guerra insensata que una banda de políticos, militares y comerciantes diversos de la palabrería patriótica y del armamento, armaron en el verano de 1914, todos ellos convencidos de que duraría como máximo dos meses y traería consigo grandes beneficios.
 Y en 1989 se desmoronó como una fortaleza de cartón en un decorado lo que parecía tan inamovible que todo el mundo le atribuía una capacidad geológica de perduración.
Para nuestros hijos todo eso es historia igualmente lejana, la Unión Soviética un fantasma del pasado igual que el Imperio Austrohúngaro.Un Fantasma recorre Europa....
Creo que saben menos de el Imperio AustroHúngaro salvo que le hayan robado a su madre la Historia de Sissi....
 Las personas de mi generación tenemos con el breve siglo XX una relación demasiado estrecha como para desprendernos de él, o al menos confinarlo en el espacio neutral de la historia.
 Nosotros podemos recordar el temor y la épica de la militancia clandestina contra Franco, y hasta a los más pusilánimes nos rozó de muy cerca la zarpa grosera de la represión.
Los años setenta no eran los cuarenta, pero la tortura seguía siendo una amenaza cierta para cualquiera que levantara un poco la cabeza, y el viejo tirano firmó hasta el mismo final sentencias de muerte con su mano temblona de párkinson igual que las había firmado con el pulso seguro de los vencedores.
 Cuando éramos muy jóvenes y renegábamos contra la dictadura clerical y cuartelaria de Franco nos llegó a deslumbrar todavía el brillo mentiroso de los regímenes comunistas.
 Uno de los misterios más difíciles de explicar del siglo XX sigue siendo la mezcla de voluntariosa credulidad y de abrumadora propaganda que convirtió en un modelo universal de emancipación humana, justicia social y desarrollo económico un régimen tan tiránico y tan incompetente como el de la Unión Soviética.
 Debilitado por la ignorancia, intoxicado por la propaganda el impulso más noble desembocaba en la elección más deleznable.
 Y una vez aceptada la creencia absoluta nada era más fácil que fortalecerla contra los anticuerpos de la duda o la crítica.
Las personas de mi generación tenemos
con el siglo XX una relación demasiado estrecha como para desprendernos de él
No lo sabemos por haberlo leído en esos testimonios personales o libros de historiadores a los que de un modo u otro estamos volviendo siempre
. Lo sabemos porque nosotros mismos nos adiestrábamos en creer a ciegas lo que nos parecía verdadero y en rechazar con un anatema tajante cualquier información o cualquier reflexión que pusiera mínimamente en duda los mandamientos simples de nuestro catecismo.
Nos ultrajaba la falta de libertad de expresión en nuestro país pero no sentíamos ninguna solidaridad hacia los disidentes que por reclamar la suya eran encarcelados o enviados a sanatorios psiquiátricos en los países comunistas. Y tardamos muchos años en pararnos a meditar sobre la simultaneidad frecuente entre el heroísmo ejemplar y verdadero y el fanatismo ideológico, o entre la justicia de una causa y el cinismo o la vanidad o el oportunismo de un cierto número de quienes se consagran a ella.
Son asuntos del siglo XX
. Uno no quiere ni puede olvidarse de él, pero sí le gustaría dejarlo al margen durante un cierto tiempo, sobre todo para no tener colonizada la imaginación, para no arriesgarse a que por ver tanto el pasado se le desdibuje el presente. El ahora mismo de uno mismo es el único catalizador fértil de los materiales de la literatura.
 Puede que los ojos que miran demasiado el pasado pierdan agudeza para observar el presente.
 O quizás no, y suceda al contrario, que en este presente frágil solo puede comprenderse algo si se tiene en cuenta la perspectiva del fondo del siglo, como ese plano de profundidad contra el que resalta una figura en primer término en una película.
El caso es que no puedo entrar en una librería sin salir de ella cargando con alguna de las sombras del siglo, con los centenares de miles de sombras anónimas de los diversos gulags —los nazis, los soviéticos, los chinos, los de los jemeres rojos— o con alguna de las sombras singulares que actuaron con nombre propio en aquella gran fantasmagoría.
 La última de todas, Santiago Carrillo, que tuvo una vida más larga que todo el breve siglo XX de Hobsbawm y hasta hace muy poco perteneció al presente más cotidiano de la actualidad y las tertulias políticas
. Hace casi 20 años Paul Preston escribió una rigurosa biografía del general Franco: hay una cierta simetría poética en este relato de la vida de quien más simbolizó no solo la oposición a la dictadura de Franco sino también el mundo inverso al que Franco encarnaba, el enemigo a quien Franco, en su palacio destartalado del Pardo, imaginaría torvamente agazapado en Moscú, igual que Carrillo lo imaginaba a él, cada uno convertido para el otro en una figura monstruosa.
Santiago Carrillo construyó sus memorias no en torno a lo que recordaba sino a lo que fingía haber olvidado
Franco, para nosotros, era un vejestorio omnipresente, una foto en la cabecera de las aulas, un espectro encogido bajo el uniforme en los televisores en blanco y negro, una decrépita vocecilla en la radio. Carrillo fue primero la leyenda de un nombre que alguien decía en voz baja y luego una cara que era poco más que una mancha torpemente impresa en un periódico clandestino
Perdón Franco sera eso para USted, pero aunque no viva anclada en mis recuerdos, hay cosas que olvidarlas sería una traición a mi misma y a muchos compañeros.....
 En unos años en los que todo sucedía muy rápido Santiago Carrillo pasó casi de la noche a la mañana del tenebrismo mitológico de la clandestinidad al espectáculo cotidiano de la política.
 Casi igual de rápido fue su tránsito del protagonismo a la irrelevancia, y luego, ya en el siglo nuevo, a una especie de magnánima ancianidad memoriosa en la que quedaban muy lejos las sombras del otro siglo oscuro, en parte porque él las había sobrevivido a todas, en parte porque este es un país muy olvidadizo en el que poca gente se iba a molestar en poner en duda el testimonio del propio Carrillo.
Parece mentira que en una sola vida puedan caber tantas vidas.Eso es lo interesate, el que solo hace y dice lo mismo carece de interés.
 El jubilado sentencioso con esa voz de fumador que se hacía tan familiar en la radio había circulado por Moscú cuando tenía 20 años en uno de los coches de lujo que se ponían a disposición de los invitados oficiales; había tenido a su cargo a los 21 las vidas de millares de prisioneros en el Madrid sitiado por el ejército de Franco; había escrito a su padre a los 24 una carta pública en la que lo llamaba traidor y se declaraba su enemigo; había escalado en la burocracia del Partido Comunista en los años del exilio y del estalinismo. Fue testigo de heroicidades y cómplice de crímenes.
Dirigió un partido en el que el culto a Stalin era tan ferviente como la resistencia sacrificada y muchas veces heroica contra el franquismo
. Construyó sus libros de memorias no en torno a lo que recordaba sino a lo que fingía haber olvidado. Preston, que reconstruye con tanto cuidado las peripecias de su carrera política, dice muy poco sobre su vida personal. Hay un vacío al final, o en el centro
.Usted al estar ya encumbrado como escritos es muy suave en política, es más ni la nombra salvo hoy, sea como sea allá usted, pero no nos descalifique a los que habiendo sufrido tanto y pasar por el TOP tenemos respeto a esas personas que vivos o muertos dieron la vida por sus ideales....
(no se olide que Santiago Carrillo fue el que dió el Giro al Eurocomunismo, con todas las fuerzas Democrátcas), no solo vivió la Política Stalinista, sino aunque grabase a Fuego a quién no le obedecía era un Hombre muy interesado por la Democracá en General y por la de España en Particular. Guste o no guste Santiago carrillo será del S:XX le guste o no.)
 No es posible saber quién era de verdad Santiago Carrillo, qué pensaba, qué cosas recordaba con terrible claridad y no dijo nunca
.Era un hombre de humor socarrón y muy listo por eso tuvo y tiene después de muerto tantos enemigos.
Se murió este año ya habrá dado cuentas a muchos entre ellos a Semprún o Federico Sánchez.
El zorro rojo. La vida de Santiago Carrillo. Paul Preston. Traducción de Efrén del Valle Peñamil. Debate. Barcelona, 2013.

 

Vienen, posan y se van....................Boris Izaguirre

Marivent antes era un palacio de verano con una gran familia: comían, navegaban, jugaban al pádel con esa sensación olímpica de equipo. Hoy parece un 'sprint', todos con prisa por irse.

Ana Obregón posa en una playa artificial cercana a la Gran Vía de Madrid.

Da la sensación de que la semana ha sido más tranquila porque la clase política se ha ido de vacaciones y con ellos sus chanchullos y sus escándalos.
 En cualquier caso, estos días las comparecencias se han transformado en posados.
Los primeros en posar han sido los Príncipes de Asturias y sus hijas, aprovechando su paso por Marivent, el refugio real en Mallorca.
 Ese posado parcial fue una acorralada sesión fotográfica en una granja próxima a la sierra de Tramontana. Luego vino el integral y más oficial posado con los Reyes y la infanta Elena en el palacio de la Almudaina. Pese a los esfuerzos, ambos posados han dejado claro que el veraneo ya no es lo que era.
 Marivent antes era un palacio de verano lleno.
 Con una familia que lo poblaba, hijos, yernos, hermanos, nietos
. Comían, salían a navegar, jugaban al pádel, merendaban, siempre con esa sensación olímpica, de equipo. Ahora parece un sprint, todos con prisa por irse
. Vienen, posan y se van.
 Solo la Reina aguanta deportivamente casi el mes completo, acompañada por la entrenada fidelidad de su hermana Irene. El Príncipe se queda poco porque tiene que acudir a la toma de posesión del nuevo presidente de Paraguay; Letizia dejó a las infantas y regresó a Madrid casi sin digerir la cena. El propio Rey despachó, y posó con Rajoy, muy pendiente de su inmediato retorno a la capital para seguir con su rehabilitación.
¿Se puede rehabilitar Marivent? ¿Algo puede oler tan mal para que todos se marchen? ¿Son las cañerías? El propio Rey sinceró la difícil situación del palacio cuando advirtió, delante de los medios y antes de la cena de autoridades, que “hay más fotógrafos que invitados”.
 Da un poco de miedo que Marivent termine por convertirse en una casona habitada por fantasmas y recuerdos, igual que la finca Yerbabuena de Ortega Cano.
La venta de “La Yerbabuena” nos deja partículas de melancolía en el aire de agosto.
 Empezamos a vender escenarios de nuestro universo rosa.
 En Yerbabuena se celebró la inolvidable boda del torero con Rocío Jurado, donde nació el famoso término “tan a gustito”, que de alguna manera consiguió sintetizar lo que fuimos en los años noventa: ricos, fiesteros y enamorados.
 Ahora la ha comprado una acaudalada heredera peruana y es un poco como cuando la japonesa Sony se compró Columbia Pictures aprovechando un mal momento económico en Estados Unidos.
 Aunque Ortega Cano no confirma la cifra, se especula que la venta de este trozo de nuestra identidad cultural ronde los seis millones de euros. “¿Tan poco?”, se preguntan en la televisión matinal. Quizá Ortega Cano se ha plegado a las peticiones del FMI de devaluación interior, que rebajemos nuestros sueldos un 10% para combatir el desempleo.
 Esta recomendación del FMI es una poco consistente receta veraniega elaborada sin ambición. Si tenemos un desempleo del 25% y si reduciendo los sueldos un 10% rebajamos la tasa de desempleo un 6%, en realidad deberíamos recortar los salarios en un 40% para conseguir una reducción del 24%, ¿no?
Seguramente ajenas a estas recetas del Fondo permanecen cualquiera de las cocinas de las dos galas benéficas que estos días se celebran en Marbella. ¡Es la guerra de las Galas! Antes amigos, Eva Longoria y Antonio Banderas posaban muy unidos en la Starlite Gala.
Ahora, Longoria y María Bravo posan en su propia fiesta solidaria, la Global Gift Gala, y en el otro lado del ring, Banderas y Sandra García-Sanjuán posan en la Starlite Gala. ¿Cuándo se inició esta multiplicación benefactora? Se dice que Banderas no estaba tan de acuerdo en que algunos viajes y gastos de la fiesta se adjudicaran a la organización benéfica.
Y también se ha comentado lo distintos que son en el trato con periodistas en ambos eventos. En la GG Gala Longoria habló con la prensa mediante barreras
. Banderas se las saltó todas y estuvo próximo y españolísimo.
 Lo cierto es que parece haber suficientes ganas y dinero en Marbella para satisfacer el deseo de ayudar de ambas organizaciones. Pero la duda aún recorre las mesas: ¿será sostenible tanta filantropía?
Esta noche en la Starlite muchos desean comentar no solo la capacidad gestora, sino también el duelo de solidaridad y looks entre las invitadas
. En la Starlite se espera mucho renombre y que Antonio Banderas y Alejandro Sanz hagan, más que un posado, un buen show recaudatorio.
La confirmación de que el posado sí es sostenible y resiste a todo es que Ana Obregón lo mantenga un año más. ¡Qué haríamos en verano sin Ana Obregón! Fue a la vez comparecencia y posado, en una playa artificial a escasos metros de la Gran Vía de Madrid, con triquini.
Hace varios años que defiende esta opción: “Es más elegante que un biquini”, aseguró en la entrevista posterior. Cubierta por un livianísimo caftán rojo sandía, la reina del posado y firme defensora de la transparencia promocionaba y sorbía una bebida fría con pajita declarando que ella y los suyos sí que disfrutan a tope con Mallorca en su residencia familiar.
 “Nos reunimos todos allí, hijos, nietos, hermanos, vamos, que somos unos treinta y pico”, declaró superfeliz. ¿No deberían pensar las autoridades mallorquinas un refrescante cambio de ciclo: Ana, su majestad del posado, a Marivent, y la reina Sofía, a Costa de los Pinos?


 

Una mujer madura.........................Juan José Millás

En Internet no hace ni frío ni calor. No hay clima, no te subes las solapas del abrigo en noviembre ni te quitas los pantis en julio.

TOMÁS ONDARRA

Querido diario analógico, en Internet no llueve nunca, ni hace sol, ni está nublado, en Internet no hace ni frío ni calor
. No hay clima, no te subes las solapas del abrigo en noviembre ni te quitas los pantis en julio, porque no hay ni noviembres ni julios y a lo mejor no hay abrigos.
Tengo 13 años y soy muy sensible para mi edad, por eso echo en falta el clima.
 Una vida sin clima es como una película de suspense sin atmósfera
. Todo esto no es mío, se le ocurre a un señor con el que chateo en Internet. Tiene 50 años y cree que yo tengo 42 cuando, ya digo, solo tengo 13.
 Para parecer que tengo 42 cojo cosas de aquí y de allá
. Ayer saqué a relucir a Sócrates y a Platón, que son dos filósofos de la antigua Grecia que están por ahí, en la Red, al alcance de cualquiera.
 Si pones “amor platónico”, sale enseguida este Platón, no sé por qué.
 Escribió todo lo que pensaba el otro, Sócrates, o al revés, no recuerdo quién copiaba a quién.
El señor de 50 años con el que tengo relaciones cibernéticas dice, por estas y otras cosas, que soy muy madura, que nunca ha conocido a una mujer tan madura como yo
. Sos muy madura, escribe, porque es argentino y los argentinos hablan así, no sé cómo. Sos, vos, etcétera.
Este señor se llama Roberto y dice que yo le gusto tanto, tanto, que daría cualquier cosa por verme el agujero del culo. ¿Por qué el agujero del culo?, le pregunto yo. Porque a través de él, seguro que se ve el universo, dice él.
Entonces yo pienso que tengo en el estómago todo el sistema solar, con sus astros, con sus estrellas, con sus anillos de Saturno, con sus lunas. Y cuando estoy sentada, en clase, me acaricio el vientre como si Roberto me hubiera dejado embarazada de la Vía Láctea. Hace ya medio año que me ha venido la regla así que, como poder ser, podría ser.
Mi padre, que es un loco de la discreción (lo dice él todo el rato, soy un loco de la discreción), me regaló este diario analógico con candado, para que escribiera y me olvidara de Facebook
. Lo que escribes en el ordenador, dice, lo leen los espías de Obama. Mi padre es racista, un poco. Yo, de más pequeña, también, por influencia suya. Ahora no, ahora Obama me gusta
. Adoro a los negros por su cosa animal. Están buenos.
Otra cosa es que en el diario analógico, no me preguntes por qué, hay clima. Hoy, por ejemplo, ha llovido todo el día en cada una de sus páginas, aunque ahora, al abrirlo para escribir estas notas, han salido unos rayos blancos, como los de la Luna.
 Un día, Roberto me dijo que parecía (parecés, dice él) una señora mayor imitando a una niña de 13 años y que eso también le gustaba mucho de mi personalidad.
Yo le dije:
—¿Y si fuera al revés, y si fuera una niña de 13 años imitando a una señora de 42?
Y él se rió como se ríe la gente en los chats, jejeje. Le he dicho que mi ordenador no tiene cámara (dice que el suyo tampoco), aunque la verdad es que la quito para hablar con él. Y él dice que para navidades me va a regalar una cámara, que será como regalarme uno de sus ojos porque, jejeje, cuestan un ojo de la cara, jejeje. Y yo me imagino que llega un paquetito con un ojo de verdad dentro y me da la risa boba, un ojo como el de los corderos, como el de los peces muertos.
 De qué te ríes, ¿no sabes que reírse sola es de locas?, me dice mamá, porque cuando me dio la risa boba estábamos cenando
. De nada, digo yo, y entonces me toqué el vientre e imaginé que estaba embarazada no de la Vía Láctea, sino de un ojo, de un ojo argentino que crecía dentro de mi vientre y que se asomaba por el ombligo para ver qué pasaba fuera.
 Desde entonces, llevo el ombligo al aire libre. Paranoias.
 Roberto es profesor y yo le he dicho que soy costurera y arreglo ropa usada.
 Se me ocurrió porque le oí decir a mamá que ahora que se ha quedado en el paro y que la gente pasa tantas necesidades, sería un buen momento para poner un negocio de estos
. Tiene ya el nombre: MANGAS y DOBLADILLOS. Papá no lo ve.
Roberto me hace los deberes, cree que estoy divorciada y que son los deberes de mi hija.
 Los hace en argentino y yo los traduzco al español y bien.
 Me pidió una foto y le envié una de mamá.
Luego yo le pedí una suya y cuando la estaba mirando y mirando supe, como sé que ahora mismo es de noche, que la foto era de su papá y que él tiene 12 o 13 años.
 Otro crío de mierda ligando con señoras mayores.

 

Las confesiones del ‘animal más bello’

Se publica un libro maldito: las revelaciones Ava Gardner al escritor Peter Evans. Dicen que un conflicto del autor con Frank Sinatra impidió su salida. Aún no tiene editor en España.

Frank Sinatra y Ava Gardner paseando por una playa de Miami dos días antes de su boda en 1951. / bettmann (corbis)

Según el tópico, Ava Gardner (1922-1990) fue “el animal más bello del mundo”.
 Más allá de su aire felino, también sabemos que disfrutó de una turbulenta vida amorosa y que sobrevivió a una industria —el cine de los grandes estudios— que no siempre tuvo en cuenta sus mejores intereses. Lo que no se menciona son sus indudables artes para la intriga.
La intrahistoria de su autobiografía nos revela que Ava fue magistral a la hora de jugar sus cartas. A principios de 1988, con 65 años, decidió que sus memorias tenían valor, un indudable gancho comercial: “Mis vicios y mis escándalos son más interesantes que lo que cualquier novelista pueda fantasear”
. Y empezó a buscar un negro. Por consejo del actor Dirk Bogarde y el cineasta Michael Winner, contactó con Peter Evans, que se tenía por hombre valiente: había firmado una desmitificadora biografía de Onassis, al que luego acusó de complicidad en el asesinato de Robert F. Kennedy.
Quien ponía la comida en la mesa era yo, no aquellos amigos generosos
Evans se reunió regularmente con Ava en su casa londinense, grabando cintas de una extraordinaria franqueza.
 Ella había sufrido una apoplejía que dejó paralizado su lado izquierdo; con todo, su cabeza funcionaba perfectamente.
 Pero Ava todavía dependía de Sinatra, que se ocupaba, por ejemplo, de cualquier emergencia médica. Alguien recordó que, en la década anterior, Frank había demandado a Evans por implicarle en actividades mafiosas.
 Por lealtad, seguramente bien recompensada, ella rompió con Evans
. Aunque también está la versión de que Ava se acobardó al ver las transcripciones de sus charlas: “van a pensar que soy una ninfómana”. Además, tenía otras opciones.

Los líos de Ava

Ava Gardner en 1950 con el torero Mario Cabré, con quien tuvo un 'affair'. / bettman (corbis)
- Mickey Rooney. Se casaron en 1942. Ella se burlaba de su estatura y él detallaba sus gustos sexuales.
- Howard Hughes. Reaccionó a sus golpes. Le estrelló un cenicero en la cabeza y le dejó KO.
- George C. Scott. Se conocieron rodando en Roma. Él la persiguió durante años.
- Artie Shaw. Segundo matrimonio de un año con el clarinetista, de 1945 a 1946.
- Frank Sinatra. Se casaron en 1951 y, pese a sus peleas, dependió de él hasta su muerte en 1990.
- Mario Cabré. “Fue un polvo de una noche”.
- Robert Mitchum. “Fumé marihuana con él”.
Lo que se ha sabido ahora es que, simultáneamente, Ava se citaba con otro periodista, el neoyorquino Lawrence Grobel, para dictar unas memorias más centradas en Hollywood. Sin embargo, Grobel tuvo que aparcar el proyecto debido a un compromiso previo para escribir la biografía de un buen amigo de Ava, el director John Huston.
 Y había un tercer plumilla rondando, que finalmente se llevaría el gato al agua, al materializar Ava: my story, que salió al mercado unos meses después de morir la actriz.
 Dicho sea de paso, se notan las diferentes manos y el grado de alcohol consumido: alguien que es tratado con cariño en un libro resulta despellejado en otro.
Evans asumía que sus entrevistas resultaban algo salvajes, en contenido y en lenguaje, pero se negó a rebajarlas
. En contra de lo previsible, Ava cuidaba de su reputación.
 No toleraba que alguien se apuntara tantos a su costa: le echó un chorreo a Marlon Brando cuando se enteró de que este presumía de haber intimado con ella.
Muy consciente de que disponía de material inflamable, Evans esperó un par de décadas antes de pactar con los herederos de Ava el permiso para la publicación. Ava Gardner: the secret conversations ha sido precedido por una serialización en el Daily Mail que se ceba en sus andanzas como “la más insaciable diosa del sexo” y que desaprovecha mucho el talento narrativo de Ava y/o Peter Evans.
 El libro, desdichadamente, todavía no tiene editor en España.
Sobre Cabré: “Era guapo y yo estaba borracha. Un error terrible”
Muchas de sus intimidades tal vez no signifiquen mucho para el público del siglo XXI. Su primera boda, con Mickey Rooney, hoy suena a disparate publicitario del estudio MGM —el diminuto actor competía con Clark Gable en popularidad—, pero hubo amor.
 Amor rencoroso: ella se burlaba de su estatura, él decidió humillarla al leer públicamente su agenda de “amiguitas” y detallar sus especialidades sexuales.
bettman (corbis)
Ava Gardner con Mickey Rooney, recién casados en 1942.
Otras revelaciones nos entristecen: su tolerancia ante hombres violentos.
 Al menos, supo reaccionar ante los golpes del millonario Howard Hughes: le estrelló un cenicero en la cabeza y le dejó KO.
 Fue más miserable el actor George C. Scott, con el que coincidió en Roma mientras rodaban La Biblia —“Bebía, me molía a palos y al día siguiente no se acordaba de nada”— y que la persiguió durante años.
Igualmente misterioso es su segundo matrimonio, con Artie Shaw, que duró exactamente un año, entre 1945 y 1946.
 El clarinetista de jazz resultó ser un perfecto esnob: detestaba que Ava viajara con sus músicos y deploraba que ella trabajara en el cine (“eso no es actuar, todo es cuestión de pómulos y de iluminación”). Y se empeñó en culturizarla, apuntándola a cursos por correspondencia de la Universidad de California, “hasta un día que le gané jugando al ajedrez”.
Luis Miguel [Dominguín] fue uno de los hombres más valientes que conocí
Con Artie, que murió en 2004, Ava tenía cuentas por saldar.
 Le acusaba de pertenecer a la izquierda caviar (literalmente: acudían al consulado soviético, donde los anfitriones insistían en ofrecer grandes cantidades de caviar y vodka).
 Por el contrario, cuando cambió el clima político, Shaw acudió a la convocatoria del Comité de Actividades Antiamericanas como testigo amistoso, lloró lágrimas de cocodrilo y se declaró manipulado por “los comunistas”. Ava se sintió decepcionada.
No se puede decir que estuviera politizada
. Su corazón sí latía en el lugar adecuado —deploraba, por ejemplo, el racismo de Howard Hughes—, pero vivió felizmente unos 15 años en la España franquista
. Protagonizó algún desaire al marqués de Villaverde y tuvo un conflicto absurdo con el ultraderechista Blas Piñar (más detalles en Beberse la vida: Ava Gardner en España, de Marcos Ordóñez). Su relación con España comenzó en 1950, con el rodaje de Pandora y el holandés errante. Mario Cabré, el torero que hacía de torero en la película, cayó en su embrujo e incluso le dedicó un poemario.
El guionista Peter Viertel: “Nadie podía manejar a Ava. Nadie podía poseer a Ava”
De las pocas cosas que Ava se arrepiente es de su “polvo de una sola noche” con Cabré: “Era guapo y yo estaba borracha
. Un error terrible. Y lo de contárselo a Sinatra tampoco fue muy brillante.
 Vino a toda prisa hacia España, quería matar al pobre cabrón.
Pero antes tenía que confirmarlo. Caí en el truco más antiguo del mundo: “Si me cuentas la verdad, todo estará perdonado”.
 La sinceridad es lo más importante y todo eso. Así que le dije la verdad y, desde luego, no me lo perdonó jamás”.
 Cuando rugían los celos, nada servía con Sinatra. Se empeñó en que ella había tenido un lío con Sammy Davis Jr., y aunque Ava lo negó, Frank expulsó a su amigo del famoso Rat Pack.
La pasión de Ava por los toreros se entendió mal entre sus amigos de California, que confundían el traje de luces con exhibicionismo gay. Íntimo de Sinatra, Bogie [Humphrey Bogart] se creía obligado a burlarse del look de la tauromaquia:
“De todos los hombres del mundo, te tienes que enamorar de uno que lleva capa y zapatos de bailarina”. Ava entraba al trapo: “Luis Miguel era uno de los hombres más valientes que he conocido y, decididamente, no tenía nada de mariquita. ¡Era el torero más famoso del mundo!”.
 Y se convertiría más tarde en amiga de su esposa, Lucía Bosé.
Deborah Kerr: “Peter no se atreve a decirlo, era una devoradora de hombres”
En Hollywood había demasiado miedo alrededor de Sinatra.
 Hasta un tipo duro como Robert Mitchum rechazó prolongar sus revolcones con Ava al entrar Frank en escena: “Me dijo que le temía, que sus enemistades eran mortales”. Tampoco ayudó que Ava no compartiera la devoción de Mitchum por la marihuana: “Fumé con él, pero no me hizo ningún efecto”.
El problema con Sinatra, reflexionaba Ava, era que se parecían demasiado
. Se casaron en 1951
. Ella desechó los consejos de su amiga Lana Turner, que se le había anticipado al tener aventuras con Rooney y Sinatra, aparte de haberse casado con Artie Shaw. Lana sabía que la carrera de Frankie había caído en picado y que no aceptaría fácilmente vivir eclipsado por Ava.
Las broncas entre Sinatra y Ava fueron épicas: Sinatra resultó todo un drama.
 Su especialidad era fingir que se suicidaba
. Con medicamentos o encerrándose en una habitación y disparando una pistola: “Entré y estaba sentado en la cama en calzoncillos, con la pistola humeante en la mano, sonriendo como un niño. Había disparado contra la almohada”. Era un truco, pero funcionaba: “Yo lo entendía como un grito de auxilio y siempre piqué”.
Las broncas con Sinatra fueron épicas. Él fingía que se suicidaba
Ava se burlaba de todos aquellos rumores que situaban a Frank en la nómina de la Mafia: “La llamada Familia nunca apareció cuando él lo necesitaba. Realmente me indigna leer que la Mafia le ayudó cuando estaba hundido.
 Quien ponía la comida en la mesa era yo, no aquellos amigos supuestamente tan generosos”.
De acuerdo, pero de principio no niega el vínculo.
Peter Viertel, el guionista casado con la actriz Deborah Kerr que vivió muchos años en Marbella, siempre pensó que la pareja estaba condenada al fracaso
. Así se lo contó a Evans: “Nadie podía manejar a Ava. Sinatra, el pobre desgraciado, no tenía ni la más mínima posibilidad, la amaba demasiado.
Se mostró demasiado posesivo y ese fue el problema: nadie podía poseer a Ava”. La Kerr, que rodó La noche de la iguana con Ava, apuntilló:
 “Lo que Peter no se atreve a decirte es que, finalmente, era una devoradora de hombres”.