Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

25 jul 2013

Lew Archer: duro, triste, apasionante y real como la vida

Por: | 25 de julio de 2013
Ross Macdonald (seudónimo de Keneth Millar, California, EE UU, 1915- 1983) terminó abruptamente con las aventuras de Lew Archer en 1976 con El martillo azul (RBA, traducción de Aníbal Fernández). La vida fue cruel con el maestro de la novela negra de posguerra y un Alzheimer devastador le dejó sin capacidad para escribir y borró de su memoria sus creaciones.
Archer, como su creador, como la vida, evolucionó a lo largo de casi treinta años en un caso no único pero sí excepcional en la historia del género.
 No sabemos exactamente qué pasó con él, pero sí lo que vivimos a lo largo de esas 18 novelas en las que un hombre solitario, honesto, muy brillante y perspicaz, decidido, algo melancólico y enemigo nato de la injusticia nos lleva de la mano por toda una época y por casos que muestran lo peor de las cloacas del ser humano
. Consciente o no de lo que le ocurría, Macdonald incluye en esa crepuscular y bella última novela pistas que podrían hacer pensar que el otrora atractivo y brillante Archer termina sus días presa del Alzheimer
. Esta es su historia y mi homenaje.
Pueden leer aquí la serie completa de Los detectives de nuestra vida. Y aquí Marlowe y Montalbano.

Vaya por delante una aseveración: Lew (por Lew Wallace, autor de Ben Hur) Archer (en principio por el socio de Sam Spade que muere al inicio de El Halcón Maltés, extremo que Macdonald reconoció y luego negó en varias ocasiones) es mucho más que el detective que completa la trilogía iniciada por Marlowe y el propio Spade.
 Con este personaje, Macdonald se aleja de los homenajes más o menos fallidos a Chandler y Hammett, explora otras vías, construye un detective que crece como un personaje que bebe del hard boiled pero que lo supera y abre otras vías.
Cuando le conocemos, Archer tiene 39 años y ha estado en la guerra, donde ha servido en Inteligencia. Antes de ir al campo de batalla fue 10 años policía en Long Beach, donde llegó a sargento y ha trabajado para el fiscal.
 Pero no gustaba a sus jefes: es demasiado honesto, está demasiado empeñado en la verdad, es demasiado difícil disuadirle para que se conforme con lo que conviene
. Antes de todo esto ha sido un joven problemático que coqueteó con la delincuencia.
Archer es ambicioso, como su generación, mide 1,80 y pesaba 85 kilos, ojos azules, pelo moreno, bien musculado, atractivo.
 Podemos decir que el hecho de que fuera Paul Newman quien protagonizase las adaptaciones al cine no es ningún dislate (hay varias versiones sobre por qué el detective se llama Harper y no Archer. La más reconocida es que Newman tenía predilección por los personajes que empezaran por H y lo pidió él mismo).
Le gusta vestir bien y no le importa gastar dinero en trajes caros
. Lleva sombrero, hasta que se pasa de moda, porque Archer, madura, envejece, se adapta a la época. Ama los coches y es muy perseverante en esto
. Tiene un descapotable azul. Cuando se lo roban y destrozan se compra otro descapotable azul.
 Luego le ocurre lo mismo con otro verde
. Fue fiel a los descapotables y, sobre todo, a los Ford.  Su despacho es discreto y pequeño y los dos lugares en los que habita a lo largo de su vida, también. 
No necesita mucho porque su verdadera pasión es su trabajo. Fuma y lo deja junto a millones de estadounidenses cuando, a mediados de los sesenta, la industria se ve obligada a reconocer que mata. Bebe, y le gusta, pero prefiere no emborracharse y le da un poco a todo: whisky, bourbon, cócteles (el Gibson, con cebolla, para comer) y cerveza.
En general, nuestro detective trabaja solo y está más o menos solo en la vida
. Tiene algunos compañeros de profesión (como el matrimonio Arnie y Phyllis Walters de Nevada) a los que recurre si es necesario, pero le gusta ir a su aire.
 También está algo solo en la vida.
 El periodista Morris Cramm y algunos agentes y guionistas  de Hollywood, mundo del que se aleja progresivamente porque lo detesta cada vez más, son las pocas relaciones amistosas de un hombre melancólico que encuentra refugio y conversación en las telefonistas de su servicio de contestador, a las que llama por su nombre y con las que mantiene una amistad más fiel que con cualquier otro mortal.
Las mujeres y L. A.
¿Y las mujeres? Ay, las mujeres.
 Archer no supera la separación y divorcio de Sue, mujer que de una u otra manera está presente a lo largo de toda su vida
. Sue le deja por lo de siempre: se preocupa demasiado por los demás y demasiado poco por ella.
 “Ojalá supiera quién eres”, le dice en una ocasión
. La huella que deja se ve en algunos recuerdos y, sobre todo, en la tendencia de Archer a buscar relaciones más o menos interesantes pero destinadas al fracaso. 
Archer vive en California, lugar que ama. En sus novelas se puede sentir como en pocas la fuerza de ese océano, la presencia abrumadora de las carreteras, de esos impresionantes nudos de autopistas cuyo murmullo se oye desde su casa “lejano pero íntimo , como el murmullo de la sangre en mis venas” (La mirada del adiós); se percibe la presencia de la brisa, de la noche, de la tristeza del cielo azul
. Como dice Sue Grafton, 
Hace tiempo que no escribe las aventuras de Kinsey Mallone“Macdonald nos descubrió una California que no sabíamos que existía”. 
Y eso que se inventa los nombres de muchas localidades. 
Da igual, toda California y en especial Los Ángeles, ciudad de detectives por excelencia, ese “laberinto construido por un niño inspirado” encuentran en Macdonald su mejor retratista.
Archer es un personaje lleno de fuerza pero triste, sin familia pero que se pasa la vida investigando las miserias y la bazofia que sale cuando se escarba un poco en las relaciones familiares de la clase media y media alta de la zona.
 Cuando se le contrata y empieza a descubrir la verdad siempre alguien quiere deshacerse de él. Pero es muy difícil que deje un caso. Nuestro querido personaje recurre a la violencia sólo en última instancia e incluso el 38 que lleva en sus inicios va desapareciendo a lo largo de los años.
 Con el tiempo se vuelve más reflexivo y psicológico, pero demuestra desde el principio que el hard boiled había dejado de ser territorio exclusivo del alcohólico violento y cínico.
Siempre que leo algo de Lew Archer, en sus novelas o en la extraordinaria recopilación de relatos dirigida por Rodrigo Fresán y publicada bajo el título de Expediente Archer por Roja y Negra me le imagino con el rostro reflexivo, con el semblante que define en mi novela preferida de toda la serie, La mirada del adiós, cuando dice tras una pelea: 
“Ambos tenían una extraña mirada en sus rostros, como si los dos estuvieran al borde de la muerte. Como si realmente desearan matarse y dejarse matar. 
Yo conocía esa mirada de despedida, la mirada del adiós”.
La vida puede ser dura y cruel.
 No sabemos qué pasó con Archer pero sí que Macdonald dejó pistas.
 Dice Archer en esa joya que es El martillo azul: “Sentí por un momento que se estaba repitiendo una vieja historia, que todos habíamos estado allí antes.
 No recordaba exactamente de qué historia se trataba ni cómo terminaba, pero sentía que de algún modo la conclusión dependía de mí”. Sabemos, eso sí, que le queremos y que seguimos disfrutando de un hombre que cuando le preguntaban de qué lado estaba contestaba: “Del de la justicia.
 Y, cuando no se puede, con el más débil”. Amén.

El rock de la princesa Letizia......¿Por qué tantos Conciertos? Hoy irá de mala gna a Galicia

La princesa en el concierto de los Eels, en abril, en Madrid. / getty

La princesa Letizia continúa siendo Letizia Ortiz siempre que puede. Desde que llegó al palacio de La Zarzuela hace casi diez años ha luchado por mantener parte de su vida privada intacta
. Al principio le resultó muy difícil pero ahora ha encontrado fórmulas para sus escapadas.
 Cada vez es más habitual verla en restaurantes, tiendas, cines o en conciertos
. Sola, acompañada del príncipe o con amigos.
La última salida de Letizia lejos de palacio fue al FIB, el megafestival de Benicássim, un evento hoy orientado eminentemente hacia el público joven británico, que acogió a unos 35.000 fibers. Asitió al concierto de The Killers.
 El grupo de Las Vegas, que factura un rock indie de vocación masiva, parece ser uno de sus grupos preferidos: celebró su 40 cumpleaños viendo a la banda en Madrid el verano pasado en el festival Dcode. Esta vez, vestida con unos pantalones cortos azules y acompañada de dos amigas, se mezcló entre el público. Marawold, la empresa organizadora del FIB, confirmó su presencia solo una vez que concluyó el festival.
Letizia sigue su particular protocolo cuando se va de concierto.
 Compra su entrada y va acompañada de un par de amigos.
 Para estas escapadas lleva dos mujeres de su servicio de seguridad además del jefe del operativo que siempre supervisa sus salidas.
Solo avisa a la organización de su presencia unas horas antes.
 Lo hace para que la permitan pasar, ya que suele llegar, por motivos de seguridad, cuando la actuación ha comenzado.
Iago Fernández, responsable del área editorial de la revista VICE en Madrid, coincidió con Letizia en la sala La Riviera el pasado 28 de abril en el concierto de los también estadounidenses Eels.
 “Una amiga y yo cogimos sitio junto a la barra del fondo y fue allí dónde nos encontramos a Letizia
. Le acompañaban un par de amigos y en la distancia, otro par de escoltas.
 La gente la observaba y comentaba la jugada pero nadie la saludaba.
 Cuando me acerqué y me presenté, dejó de hablar inmediatamente con sus acompañantes, uno de ellos al amigo desde el instituto y dueño de la sala Costello, para charlar con nosotros”.

Top Letizia

  • E EELS. A la princesa le gusta la banda del excéntrico Mark Oliver Everett, también conocido como Mr. E., formada en California a mediados de los noventa.
  •  No solo asistió a su concierto en Madrid el pasado mes de abril, donde presentaba su nuevo álbum, Wonderful, glorious, sino que se sacó una foto con Everett con el iPhone. Además, le encantó su libro Cosas que los nietos deberían saber (Blackie Books), una biografía trágica pero tratada con ironía y sentido del humor.
  • LOS PLANETAS. A estas alturas, los granadinos son uno de los pilares del indie español. Sus guitarras distorsionadas, sus narcóticas melodías, la voz de Jota y discos ya clásicos como Una semana en el motor de un autobús han marcado a una generación que creció musicalmente en los noventa. Letizia no se quiso perder su multitudinario concierto en Matadero, el pasado invierno.
  • THE KILLERS. Rock bailable con vocación de llenar estadios y estudiada actitud. Así es la banda de Brandon Flowers, todo un fenómeno de la escena independiuente actual. No una, sino dos veces ha visto la princesa al cuarteto de Las Vegas en un año. El verano pasado en Madrid y el pasado fin de semana en el Festival de Benicàssim.
Letizia preguntó a la pareja si eran muy fans de Eels y les recomendó leer las memorias noveladas de su líder, Mark Oliver Everett, tituladas Cosas que los nietos deberían saber y editadas en españa por Blackie Books. “También, nos dijo que a su marido no le gusta mucho ese tipo de música”, recuerda Fernández. “Luego, la princesa sacó el iPhone del bolso para enseñarnos la foto que se había hecho con Mark Oliver Everett, el líder del grupo, en el backstage. Letizia, antes de despedirse, reconoció a mi amiga por haberla visto actuar en la película Diamond Flash.
 Es una película tan underground y minoritaria que no dábamos crédito.
 Ella respondió: ‘¿Qué pasa? ¿Qué tiene de raro? ¿No puedo ver cine?”.
Los gustos musicales de Letizia son amplios.
 Su lado más indie lo desarrolla sin el príncipe. Con él asiste a conciertos más comerciales como los de Hombres G o Luz Casal. Con sus amigos parece atender a sus auténticos gustos.
 Tiene tres amigos, compañeros de estudios, a los que presenta como “mis colegas de música”, con quienes acude a estas otras actuaciones
. Con ellos fue a ver a Los Planetas en el Primavera Club, festival que se celebró a principios del pasado mes de diciembre en Matadero Madrid. “Poco antes del concierto nos avisaron de que iba a venir”, explican desde Heart of Gold, promotora del festival.
 “Apareció con tres amigos, todos chicos de su edad. Venía con su entrada, pero pidió que la dejaramos pasar, ya que llegó con el concierto comenzado.
Se nota que sabe lo que tiene que hacer para poderse mover en estos sitios
. Se colocó en la parte del fondo, cerca de un muro. Llevaba poca seguridad y era muy discreta”, recuerda este portavoz de la promotora. Y añade: “Me pidió que por favor, por favor, no le dijera a nadie que estaba allí, que no llamara a nadie.
 No quiso entrar por la puerta trasera. Lo hizo por la principal: ‘Quiero verlo todo’, me explicó.
Poca gente se dio cuenta de que la princesa estaba en la sala, solo unos pocos comentaron: ‘¿Esa es Letizia?’. Tampoco aceptó una copa: ‘Ya pillamos nosotros’, respondió”.
Los Planetas no sabían que entre el público estaba la princesa. Se enteraron después de que ella es fan del grupo granadino, gigante del indie nacional.
En el iPad de la princesa hay listas de música que escucha en los vuelos, cuando hace viajes de trabajo. Pero lo que contiene su lista es un secreto que solo comporte con su amigos.
La Casa del Rey no informa ni de sus gustos ni de sus salidas, porque corresponden al ámbito de su vida privada.
Eso sí, se sabe que Letizia también ha estado en los conciertos de Bon Jovi en el Circo Price de Madrid, en noviembre de 2010, y en los de Shakira, Alejandro Sanz y Amaral. ¿Tendrá marcada en su agenda veraniega alguna nueva cita con el rock?

CONVERSACIONES BÁRBARAS: ARANTZA QUIROGA “Es muy duro, ahora todos creen que estamos en política para enriquecernos”

Arantza Quiroga, presidenta del PP de Euskadi. / Gorka Lejarcegi

Arantza Quiroga (Irún, 1973) le soltó a Mariano Rajoy en las narices que la militancia estaba asqueada. Importa porque ella es la nueva presidenta del PP vasco y una de las promesas que se incorporan a la política
. Mañana, cumple 40 años, tiene cinco hijos y una fuerte orientación cristiana.
 Pero no cree que eso condicione su ideario político ni su hipotética acción de gobierno.
 Nos recibe en su nueva casa, la sede del partido en San Sebastián, a la que, por cierto, le vendría bien un repaso.
Pregunta. Cómo tienen la sede...
Respuesta. No tenemos dinero, aunque parezca otra cosa. Si te enseño nuestras cuentas…
P. Hablando de cuentas, si hace unos días decía que la militancia del PP estaba asqueada, hoy se le habrán acabado los adjetivos.
R. Estará más aliviada. Al menos la justicia se empieza a mover.
P. Si es inocente, ¿Rajoy debería haber salido antes a dar explicaciones más claras?
R. Como si estos papeles fueran una novedad… El partido ya ha dicho lo que tenía que decir \[la entrevista se produjo antes de que Rajoy anunciase su comparecencia\].
P. Hombre, mucho no ha dicho. ¿Cómo se ha desprestigiado tanto la política?
R. Eso es lo que me preocupa. Estás en política para servir a los ciudadanos y sentir que construyes cosas, pero ahora todos nos miran y creen que es para enriquecernos o tener caché. Eso es muy duro. Debemos solucionarlo nosotros.
P. Con más mano dura, ¿no?
R. Con hechos, que la gente vea que se puede fiar de nosotros. Deben verme y pensar que pondrían un negocio conmigo.
P. Con usted quizá, pero con Rajoy no sé yo.
R. Pues fíjese si lo han puesto que hoy es presidente del Gobierno y está tratando de sacar a España de esta crisis económica.
P. Aquí se jugaban la vida mientras otros en Madrid, por decirlo de alguna manera, se lo llevaban crudo. ¿Toca las narices?
R. Pues sí. Es muy duro ponerte delante de tus compañeros, verles las caras, lo que han pasado y que por la mala actuación de algunos se desprestigie su lucha.
P. ¿Es usted un dedazo?
R. Qué va. Me hubiera encantado salir elegida en un congreso regional, pero las circunstancias eran las que eran. Yo sabía que Antonio Basagoiti quería poner fin a esto y tenía que ser así.
P. Él se ha ido quemadísimo.
R. Ha hecho un papel importante en unas circunstancias complicadas y ha conseguido poner al PP en un punto de salida que yo continuaré.
P. ¿Duelen más las pullas internas como las de María San Gil?
R. Son las que peor se llevan. Para las de fuera estás más preparado. Cuando se fue María San Gil fue muy duro. Igual te hubiera gustado decir cosas que no podías, por respeto. Y más en el País Vasco. Puede hacer poca gracia cuando compañeros dicen que eres un dedazo... pero he vivido cosas con ellos que te marcan y siempre les tendré respeto.
P. Dicen que es usted la guapa del PP. ¿Es muy presumida?
R. Sí, pero no tengo mucho tiempo y a veces no se nota.
P. Hoy ha ido a la peluquería…
R. ¡Qué dices! Hoy he dado un biberón a las cinco de la mañana y luego he acompañado a otro hijo que se iba a no sé dónde.
P. ¿Cómo preside un partido con cinco hijos pequeños?
R. Haciendo el pino puente. Y los correctores de ojeras funcionan muy bien. Estoy muy empeñada en mi proyecto vital: tener una familia y, encima, con la suerte de ser numerosa. Y además no renunciar a mi carrera política.
P. Oiga, usted dice que nunca usaría el preservativo. ¿Y eso?
R. [SE RÍE]Ese titular sí que me ha condicionado. No sé ni por qué estaba hablando de mi vida sexual, pero no fue exactamente así. En cualquier caso, una cosa es lo que yo haga y otra que sé dónde estoy.
P. ¿El sexo solo para la reproducción?
R. No, no, no. Vamos a ver, sé cuál es mi opción de vida, pero respeto la de los demás. Y entiendo que si alguien tiene otra, pueda usar un preservativo. Yo dije cómo era mi vida.
P. Pero eso tiene influencia en el ideario político de uno.
R. Reto a los que lo piensen a que vean mi trayectoria y encuentren algo en lo que pueda haber influido. Como presidenta del Parlamento leí declaraciones institucionales el día del sida animando a utilizar el preservativo. Pero siempre hay que poner etiquetas.
P. Tendrá relevancia lo que piense un político sobre temas de salud, digo yo.
R. Una cosa es lo que yo piense y otra es que me condicione.
P. ¿Es usted muy religiosa?
R. Trato de tener una vida interior, pero debería tener más. Al final se trata de si respetas la raya que hay entre el bien y el mal. Eso es ser religiosa. Y sí, voy a misa los domingos.
P. ¿Le gusta el nuevo Papa?
R. Es impresionante cómo se adapta a los tiempos. La valentía con la que reconoce determinadas cosas es algo necesario.
P. ¡Es un Papa socialista!
R. Todo lo lleváis a lo mismo. La religión no tiene ideología. Cuando gusta lo que dice, es que es muy socialista; y si no, es que es conservador.
P. Usted que sabe más de esto… ¿qué querrá decir con eso de que el matrimonio ya no es indisoluble sino estable?
R. Es que hay matrimonios de la Iglesia que se disuelven. Es un matiz que no cambia.
P. Tampoco le gustaría lo del matrimonio homosexual...
R. En lugar de dar carta de naturaleza a una realidad que se estaba regulando de forma natural, se quiso enfrentar. Y nosotros entramos a saco.
P. E hirieron a mucha gente.
R. Reaccionamos a lo que pensamos que era un ataque. Y lo malo es cuando uno gobierna en contra de otro.
P. ¿Un ataque a quién?
R. A los que pensamos que la palabra matrimonio representa la unión entre un hombre y una mujer. Si se hubiera buscado regular esa situación, se hubiera llegado a un acuerdo. Pero se buscó el enfrentamiento.
P. A mí me parece que se hizo justicia con mucha gente.
R. El derecho se podía reconocer exactamente igual.
P. ¿Esto lo ha hablado con su secretario general? [Iñaki Oyarzabal ha declarado que es gay].
R. Con mucha más naturalidad. A veces a uno le colocan clichés encima, pero cuando te conocen no tiene nada que ver. Muchos se tienen que poner el Día del Orgullo Gay todas las pegatinas del mundo; nosotros, no.
P. Conoció a su marido en Nuevas Generaciones. ¿Había mucho ligoteo?
R. Lógico con gente joven. Entonces se hacían muchas fiestas.
P. ¿Se hubiera podido enamorar del alguien del PSOE?
R. Seguramente. El tema ideológico lo aparco. Es como si me dijera que todos en mi familia son del PP. Mi madre me puede llamar por teléfono después de escuchar la SER todo el día y que yo termine pidiendo socorro.
P. ¿Apuntamos a su madre a la SER en el próximo EGM?
R. Yo he crecido con Gabilondo. Y no lo oculto. Y soy del PP.
P. Desmiéntame esa imagen de mujer beata, vinculada al Opus… ¿Cómo se divierte?
R. Tengo vida, claro. Lo que más me puede gustar es saber que no tengo nada que hacer.
P. Bueno, la próxima vez a ver si se nota su mano en la sede.
R. Mi mano no, más dinero.

accidente ferroviario de Santiago

Después de una larga noche de labores de rescate, este lunes ha amanecido con la visita del presidente del Gobierno.
Mariano Rajoy ha trasladado su pésame a los familiares y amigos de las víctimas. Además ha explicado que hay dos investigaciones abiertas con el objetivo de conocer cuáles han sido las causas exactas del accidente.
El tren descarriló en un tramo limitado a 80 kilómetros por hora, en una curva muy pronunciada, y según fuentes de la investigación parece que el convoy superó los 180 kilómetros por hora. No frenó lo suficiente y volcó haciendo descarrilar algunos de sus vagones.
Núñez Feiijó, presidente de la Xunta de Galicia, ha transmitido su agradecimiento a los gallegos, a los servicios de emergencia y a los cuerpos y fuerzas de seguridad por su ayuda y su trabajo en el trágico accidente.
 Bomberos y policías han trabajado durante toda la noche para rescatar a las personas que se encontraban dentro de los ocho vagones afectados por el accidente.
Decenas de personas respondieron desde el primer momento al llamamiento de donación de sangre del Centro de Transfusión de Galicia para los heridos del accidente.
Feijóo se desplaza al lugar del accidente
Rescates durante la noche
Los vecinos del barrio compostelano de Angrois fueron los primeros improvisados equipos de rescate. El accidente que ocurrió a las 20.41 en la línea de tren Alvia procedente de Madrid con destino a Ferrol.