Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

19 jul 2013

Libros criminales para verano


Libros
                                                                                                    FOTO: ULY MARTÍN
La novela negra tiene muchas virtudes, quizás una por encima de las demás: mezcla bien, no siempre pero más a menudo que la media, lectura de evasión y calidad. Por eso en Elemental no queríamos dejar pasar la ocasión de recomendar algunos libros de ficción criminal para disfrutar en la playa, en la gran ciudad, en el trabajo, en el avión o donde sea.
Dado el éxito que tuvo la invitación a la participación en el post en el que presentábamos la serie de Los detectives de nuestra vida, les invito a dejar en la sección de comentarios de este post sus recomendaciones, novedades o no, para este verano.
 Gracias por adelantado. Lean y disfruten.
Ah, como siempre: esta lista es muy personal.
No recomiendo nada que no haya leído pero tampoco lo he leído todo ni puedo recomendar todo lo que me ha gustado porque la lista sería excesiva.

La verdad sobre el caso Harry Quebert (Joël Dicker, Alfaguara, traducción de Juan Carlos Durán). Obviaremos el debate sobre si se trata o no de una novela negra. Es, en cualquier caso, una obra superlativa escrita por un joven suizo que no llega a los 30 años y que juega a la perfección con los elementos del género, con la metaliteratura y con los lectores.
 Un libro de los que te deja pegado a la silla.
 Me encanta ese inicio de cada capitulo con recomendaciones del maestro al joven escritor sobre literatura y boxeo; constituyen casi una obra aparte. Y el retrato de las miserias de un pequeño pueblo de EE UU no deja indiferente. Más sobre la obra, en Babelia.
Perdida (Gilliam Flynn, Roja y Negra, traducción de Óscar Palmer). Es una de las obras de las que ya hemos hablado en este blog. Y de manera muy elogiosa. Queda poco más por decir.
 Flynn sabe lo que hace y combina a la perfección ese relato que roza a veces lo inverosímil con un buen retrato de la clase media de EE UU y mucho sarcasmo.
La playa de los ahogados. (Domingo Villar, Siruela). Las historias de Leo Caldas son de lo mejor que hay en el panorama negrocriminal español. Lean esta o cualquier otra historia de Villar y lo comprobarán. Reales, sólidas, lejos de cualquier artificio, con grandes personajes secundarios y buenas tramas. Tenemos pendiente un homenaje aquí.
El Círculo (Bernard Minier, Roca Editorial, traducción de Dollors Gallart) . Thriller francés del bueno, que no es decir poco. Nuestros vecinos cultivan el género de maravilla. Servaz, el protagonista, es un hombre atormentado y complejo y las tramas son muy trepidantes pero lejos de cualquier artificio. Desde luego, si hay un momento para leerlo es este. Entrevista con el autor para quien esté interesado.
Recuperando clásicos
Todo Marlowe. (Raymond Chandler, RBA). Chandler no creó a su detective Philip Marlowe hasta pasados los cincuenta años, pero le dio tiempo a dejarnos algunas maravillas, me quedo con El largo adiós, y un personaje cínico, inteligente y más influyente que cualquier otro detective en la historia del género. RBA ofrece en este volumen las siete novelas y los dos cuentos protagonizados por Marlowe y es una excelente ocasión de volver sobre sus pasos
.A la espera de que RBA lance en otoño todos los cuentos de Hammett, vamos con esta delicia perfecta para verano. Más, escrito por Guillermo Altares ayer aquí.
El expediente Archer (Roja y Negra, traducción de Ignacio Gómez Calvo).
 Excelente edición, con el brillante prólogo de Rodrigo Fresán y la introducción impecable e ilustrativa de Tom Nolan de todos los cuentos de Lew Archer, el detective creado por Ross MacDonald. Para fans irredentos y para quienes no hayan leído nada de este gran personaje, uno de los mejores de la novela negra clásica y uno de los pocos de los que vemos una evolución completa a lo largo de los años. Duro, solitario, el mejor seguidor de la tradición hard boiled.
Los siete pecados capitales (Agatha Christie, RBA). Vale,  no todo el mundo es fan de la novela enigma, hay quienes creen que la señora Christie ha envejecido mal pero, para los que quieran probar, para los que crean que tiene vigencia, para los que busquen una lectura perfecta de verano, este volumen reúne siete historias que se corresponden con los siete famosos vicios del ser humano. Una forma genial de acercarse a esta dama del misterio.
Preparando el otoño
Lo que viene a partir de septiembre en el mundo de lo negro y criminal es literalmente salvaje. Para los que sean como el que esto escribe y prefieran leer en orden, proponemos dos autores que publican en España en septiembre y que son de nuestros preferidos.
La serie de Mario Conde (Leonardo Padura, Tusquets). El escritor cubano es el creador de uno de los personajes más deliciosos de la novela negra contemporánea.
 Reflexivo, honrado, gran lector, amante de la buena vida, de las mujeres guapas e inteligentes, de las comidas en casa de la madre de su amigo Carlos el Flaco, Conde es una maravilla que nos lleva por la Cuba comunista ahogada por la dictadura y el bloqueo. A finales de agosto llega Herejes, su nueva obra.
La serie de Harry Hole (Jo Nesbo, RBA). Para mí, de calle, el mejor autor escandinavo. Harry Hole tiene todo lo que ha de tener un buen detective hard boiled: justo, solitario, desesperado, insolente, radical, fascinante. En septiembre llega El muñeco de nieve. Hasta ahora RBA ha publicado cuatro en España. Y son muy, muy buenos.
Vicios del autor
No quiero abrumar. Así que dejo aquí enlaces a mis preferidos de siempre y de los que ya he hablado más veces pero que no voy a dejar de recomendar : James Crumley, desconocido, genial; James Lee Burke, un maestro; John Connolly, siempre, Charlie Parker; Ramiro Pinilla, un grande de las letras españolas metido a la novela negra; Joseph Kanon, rey de los espías... Ya saben, podría seguir. Les dejo que se vayan a leer.

Garzón pide al Constitucional que anule la decisión sobre su condena

El exjuez recuerda que en el rechazo de su recurso intervino Pérez de los Cobos.

El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha pedido al Tribunal Constitucional que anule la providencia que en noviembre de 2012 rechazó tramitar su recurso contra la condena de 11 años de inhabilitación que le impuso el Tribunal Supremo al ser el presidente del tribunal de garantías, Francisco Pérez de los Cobos, uno de los firmantes de la resolución.
Los abogados de Garzón, José Luis Fuertes Suárez y Javier Yagüe García, han presentado este viernes una petición de "nulidad absoluta de actuaciones" de la providencia que rechazó tramitar el recurso del entonces juez contra su condena al entender que De los Cobos, al haber sido designado magistrado de este órgano ocultando su condición de militante de PP, incurrió en incompatibilidad y su participación en la deliberación no es válida.
Según un comunicado emitido por los letrados de Garzón, la interpretación "lógica y sistemática elemental" de la regulación de las incompatibilidades prevista en el artículo 19 de Ley Orgánica del Tribunal Constitucional "lleva necesariamente a que tenga que ser de aplicación a los magistrados del más alto Tribunal".
Añaden en su recurso que carece de sentido "que el más humilde juez de pueblo no pueda ser militante de un partido y que sí lo pueda ser el Presidente del Tribunal Constitucional"
. Baltasar Garzón y sus letrados se plantean incluso pedir formalmente al Rey la nulidad radical de su nombramiento, al amparo del art. 16 de la ley Orgánica del Tribunal Constitucional y del artículo 6.3 del Código Civil, y exigir las responsabilidades a que hubiera lugar.

Proceso contra el PP

Además, en el caso de Baltasar Garzón, indican los letrados que "la apariencia de ausencia de la obligada imparcialidad subjetiva de Pérez de los Cobos, en cuanto militante del PP, es clamorosa, ya que en su recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional se cuestionaba la condena de Baltasar Garzón por unas escuchas acordadas por él en una investigación criminal dirigida contra dirigentes y miembros del PP".
Para la defensa de Garzón, "no cabe explicación ni excusa alguna para su silencio en aquel momento sobre este crucial extremo" y, de haberse sabido, habrían procedido a su inmediata recusación".
"Al no haberse abstenido ni revelado su militancia, la decisión es nula de pleno derecho", insisten los letrados, que citan el artículo 228.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), con independencia del criterio de los otros magistrados en aquel caso.
Finalmente, Garzón considera que la situación de Pérez de los Cobos es "insostenible e insubsanable" aunque luego hubiera pedido formalmente la baja del partido.
 "Nada podría sanar el vicio de origen de nulidad de su nombramiento, que quebrantó una norma imperativa de prohibición", añaden.
"Ello lleva además al Tribunal Constitucional a una situación insostenible, en la que su presidente tendría que abstenerse en todos los Plenos o deliberaciones en que se cuestionaran leyes, normas o actuaciones del PP, por lo que en la práctica el órgano carecería de presidente efectivo, lo que es un desfallecimiento intolerable de la alta institución".
El exmagistrado alegaba en su recurso que el fallo del Supremo ponía en peligro la independencia judicial que garantiza la Constitución y añadía que su condena a 11 años de inhabilitación es "gravísimamente inconstitucional en términos hasta ahora desconocidos en nuestro Estado democrático".
Sus alegaciones fueron rechazadas de plano en una una providencia fechada el 29 de octubre de 2012 y firmd por los magistrados Pablo Pérez Tremps, Francisco José Hernando y Francisco Pérez de los Cobos.
Señalaban, que "dada la manifiesta inexistencia de violación de un derecho fundamental tutelable en amparo, violación que, de acuerdo con el artículo 44.1 Ley Orgánica del Tribunal Constitucional (LOTC) es condición para que este Tribunal pueda ejercer dicha tutela".

 

18 jul 2013

La novela maldita de Hammett

La novela maldita de Hammett

Por: Abel Grau14/04/2012
Si existe una novela maldita de Dashiell Hammett, esa es Cosecha roja
. A pesar de ser uno de los títulos pioneros del género negro, con su detective rocoso y su femme fatale, su realismo sórdido y su corrosiva carga contra la corrupción, nunca ha sido llevada al cine.
 La novela, que se acaba de publicar en una nueva traducción al castellano en el volumen Todos los casos del agente de la Continental (RBA), es la única de sus cuatro grandes que carece de película, aunque es pura carne de celuloide
. Y para probarlo ahí están las dos enormes películas en las que palpita su espíritu: Yojimbo, de Kurosawa, con su samurái indestructible que limpia de bandas criminales un pueblo del Japón decimonónico, y Por un puñado de dólares, de Leone, donde el cowboy Eastwood hace lo propio en un polvoriento villorrio del Oeste mexicano.
 Nadie, sin embargo, se ha atrevido con la historia original y esa condena oficiosa ha rodeado a Cosecha roja de un aura de obra de culto.
  Coen1

Según cuentan los expertos, la maldición de Cosecha roja empezó muy pronto
. Poco después de su publicación, en 1929, el superproductor David O. Selznick compró los derechos y le encargó el guión al prestigioso Ben Hecht.
 Pero cuando el estudio se fijó en el veneno que supuraba el relato, se echó atrás.
 Al parecer no les gustó nada esa historia con grandes empresarios que compran a senadores y congresistas, que acumulan medios de comunicación y que contratan matones para reventar protestas sindicales.
Por no hablar de la decena de muertos que caen abatidos a tiros entre sus páginas.
 Así que rescribieron el libreto y lo dejaron en una comedia (!) con poco que ver con el original.
Ellos se lo perdieron, porque Cosecha roja es un hito literario que fijó las señas de identidad del género: su atmósfera, sus personajes y su estilo, como recuerda Eduardo Iriarte, traductor de la nueva edición.
 “Es uno de los títulos fundacionales del género”.
Las otras tres grandes novelas de Hammett no tuvieron esos problemas (La maldición de los Dain ocupa un lugar menor). La adaptación de El halcón maltés, dirigida por John Huston en 1941 con un reparto difícil de repetir, fue un taquillazo; y en la década anterior, El hombre delgado triunfó y dio lugar a varias secuelas, y La llave de cristal (esa estupenda reflexión sobre si es posible la amistad en el inframundo del hampa) fue llevada al cine dos veces, y más tardé influyó en la citada Yojimbo (reversionada en Por un puñado de dólares y El último hombre) y en la muy negra Muerte entre las flores, de los hermanos Coen.
 Pero la primera novela de Hammett sigue resistiéndose.

Philip Marlowe: sentimental, impertinente, cínico, adorable


Bogart

- No me gustan sus modales, señor Marlowe -dijo Kingsley con una voz que, por sí sola, habría podido partir una nuez de Brasil.
- No se preocupe por eso, no los vendo.
(La Dama del Lago)
Este diálogo resume la esencia de Philip Marlowe, el detective literario que, con perdón de Sherlock Holmes, ha tenido una mayor influencia y no solo en la ficción.
 Es impertinente, no tiene un sentido muy estricto de la jerarquía (el tipo con el que habla es alguien que está tratando de contratarle) y, detrás de una capa de cinismo y descreimiento, se esconde alguien con un profundo sentido de lo que está bien y lo que está mal. Marlowe tiene su propia moral, que no siempre encaja con la de la sociedad en la que vive, y está dispuesta a defenderla. En ese sentido es un personaje clásico de la ficción estadounidense, el héroe reluctante, que dice defender sus propios intereses pero que, al final, forzado por las circunstancias, defiende los de todos.
Así se define el propio Marlowe en el arranque de la primera novela en la que aparece, El sueño eterno (1939): "Tengo 33 años, fui a la universidad una temporada y todavía sé hablar inglés si alguien me lo pide, cosa que no sucede con mucha frecuencia en mi oficio. Trabajé en una ocasión como investigador para el señor Wilde, el fiscal del Distrito. Su investigador jefe, un individuo llamado Bernie Ohls, me llamó y me dijo que quería usted verme.
 Sigo soltero porque no me gustan las mujeres de los policías". Y luego, claro, gran parte del éxito de Marlowe se basa en que, por encima de todo, es un sentimental. Aquí van dos muestras, la primera dedicada a una amante y la segunda a un amigo, tomadas de la que para muchos es la mejor novela de la saga, El largo adiós.

"Nos despedimos. Vi cómo el taxi se perdía de vista. Subí de nuevo, entré en el dormitorio, deshice la cama y volví a hacerla. Había un largo cabello oscuro en una de las almohadas y mí se me había puesto un trozo de plomo en la boca del estómago. Los franceses tiene una frase para eso. Los muy cabrones tienen una frase para todo y siempre aciertan. Decir adiós es morir un poco".

"Compraste una buena parte de mí, Terry. Con una sonrisa y una inclinación de cabeza y un gesto de la mano y unas cuantas copas en un bar tranquilo de cuando en cuando. Estuvo bien mientras duró. Hasta la vista, amigo. No voy a decirte adiós. Te lo dije cuando significaba algo. Te lo dije cuando era un saludo triste, solitario y definitivo".

Raymond Chandler (1888-1959) escribió siete novelas y dos cuentos protagonizados por Philip Marlowe. En castellano, tenemos una edición magnífica, de la Serie Negra de RBA, que los reúne en un solo volumen de casi 1.400 páginas
. Recupera, además, estupendas versiones editadas anteriormente, entre los que destacan varios volúmenes vertidos por uno de los mejores traductores del inglés, José Luis López Muñoz, y uno por Carmen Criado.
Chandler bebió de la renovación de la novela negra que impulsó, entre otros, Dashiell Hammett.
 Además de que los detectives de los dos escritores, Sam Spade y Marlowe, fueron interpretados en el cine por Humphrey Bogart (y su rostro se ha quedado en ellos para siempre en nuestra imaginación colectiva), Hammett y Chandler comparten una mirada profundamente ética hacia la realidad; los dos se empeñan en mostrar los aspectos más oscuros de nuestra sociedad y la corrupción que esconden aquellos que parecen tan poderosos como intachables.
 En una columna reciente en este diario, David Trueba recurría a Chandler para hacer una metáfora sobre el hedor a corrupción en la España actual
: "Raymond Chandler permanece en el tiempo como un escritor admirado por sus frases impresionistas dentro de libros de género. Sus ráfagas de literatura plástica presiden historias donde quizá quedan hilos de trama sin resolver, pero sobra atmósfera y talento.
 En una hermosa descripción de estado de ánimo, el narrador nos dice: “Encendí un cigarrillo que me supo como el pañuelo de un fontanero". A veces, en la España de hoy, uno tiene esa misma sequedad agria en la boca ante la decrepitud y la insolvencia de quienes están al mando de la nave”
. Quizás por eso hay que volver a Marlowe, porque sabe revolver la porquería como nadie y porque ese detective, cínico y sentimental, es más necesario que nunca.
Y, es casi una obviedad, porque nos encontramos todo el rato diálogos como este:
- Usted es Marlowe, ¿verdad?
- Sí, supongo que sí. –Consulté mi reloj de pulsera. Eran las seis y media de la mañana, que no es precisamente mi mejor momento.
- No se ponga impertinente conmigo, joven.
- Lo siento, señor Umney, pero no soy joven; soy viejo, estoy cansado y aún no he tomado una gota de café. ¿En qué puedo ayudarle?
(Playback)
(Fotografía: Humphrey Bogart y Lauren Bacal en un fotograma de El sueño eterno).