Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

25 jun 2013

“Teníamos claro que los niños tenían que estar en la finca sí o sí”

El exjefe de la unidad que dirigió la búsqueda de los pequeños no dudó de que la desaparición "tenía un origen criminal".

 

José Bretón, minutos antes de que comenzara la sesión de este martes. / Rafa Alcaide (EFE)
r
Serafín Castro, el exjefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que dirigió la investigación policíal sobre el presunto asesinato de los pequeños Ruth y José, ha asegurado ante el juez que "desde muy pronto" se concluyó que "los niños tenían que estar en la finca de Las Quemadillas sí o sí". La fiscalía y la acusación particular consideran que el 8 de octubre de 2011 José Bretón envenenó a sus hijos con fármacos para causarles la muerte, como venganza contra su exesposa y madre de los niños, Ruth Ortiz, quien acababa de pedirle el divorcio.
 La policía sospecha que hizo desaparecer los cuerpos en una gran hoguera que Bretón prendió en la finca. La fiscalía pide 40 años de cárcel contra el acusado.
"No teníamos duda de que la desaparición tenía un origen criminal.
 Había que investigar en el espacio y en el tiempo
. Reconstruir todos los pasos de Bretón de ese día. Solo nos quedaban las tres horas [de las 14.30 a las 17.30] que pasó dentro de la finca, en la que no había entrado y salido nadie más que Bretón y sus hijos. Los niños tenían que estar en la finca sí o sí", se ha reafirmado Castro.
Además del exjefe de la UDEV, el relato de los policías que atendieron y acompañaron a José Bretón la noche del 8 de octubre de 2011 coinciden en lo que han venido diciendo todos los testigos que han declarado en el juicio contra Bretón.
 Todos han destacado lo inverosímil de su relato de cómo había perdido a los niños en el parque Cruz Conde de Córdoba
. Los agentes también han recordado cómo desde el primer momento en el que el acusado mencionó haber estado en su finca, tras horas de interrogatorios, se sospechó de este lugar. “Desde primera hora, Las Quemadillas nos empezó a oler raro”, dijo un policía.
Los agentes destacan lo inverosímil del relato de Bretón de cómo perdió a los niños en el parque Cruz Conde
Tras muchas horas hablando, la noche del 8 de octubre, Bretón comentó al fin a los agentes la existencia de la finca de Las Quemadillas, donde reconoció haber pasado el día con sus hijos.
“Como no teníamos nada, a efectos de la investigación, pensamos que sería útil ir. Nunca nos recriminó que invirtiéramos tiempo allí en vez de estar buscando a los niños”, ha dicho un agente.
“Era colaborador, pero no mostraba más de lo que había”, coinciden los agentes. Por eso, nunca dijo nada de la hoguera hasta que la encontraron. “Vimos un montículo, raro, alumbramos con la hoguera y vimos que había restos calientes.
 Fue entonces cuando nos dijo que había hecho fuego. Y volvió a cambiar la versión, una vez que íbamos encontrando datos”. Bretón le dijo a alguno de los agentes que había quemado apuntes y pertenencias de Ruth Ortiz, mientras que a otros también les dijo que había quemado algún pequeño animal.
Todo les daba muy mala impresión a los agentes
. Nada terminaba de cuadrar. Ni la pérdida de los niños en el parque Cruz Conde ni siquiera el sitio donde Bretón había aparcado su vehículo, en la avenida Pintor Espinosa, junto al espacio verde. “Aparcó junto a una señal de tráfico y a contramano
. Era raro.
 Pero también lo era que había aparcado junto a una señal de tráfico que apenas permitía abrir la puerta para salir
. Nos dijo que por ahí habían salido sus dos hijos”, ha señalado un policía, aunque la versión de otro señala que Bretón rectificó y dijo que un niño había salido por una puerta y otro por la contraria.
El resto de policías que están compareciendo han reincidido en la frialdad del acusado la tarde de la desaparición
. "Apenas ofrecía explicaciones de lo ocurrido y en algún momento llegó a insinuar que la familia de su esposa podía estar implicada, han afirmado algunos agentes.

24 jun 2013

Los testigos coinciden en la tranquilidad de Bretón el día en que perdió a sus hijos..........................Pero si él os mató, sus Hijos indefensos, y él con esa mirada amenazante.

Dos vecinos recuerdan el intenso olor a quemado en la finca donde la policía sospecha que el acusado incineró a Ruth y a José.

José Bretón mira a una testigo. / rafa alcaide (efe)

A José Bretón nadie le vio en la barra de ejercicios en la que dice que el 8 de octubre de 2011 se sentó un momento mientras paseaba con sus hijos Ruth y José. Allí, cuenta, se despistó y los dos hermanos de seis y dos años se perdieron
. Pero dos testigos que esa misma tarde pasaron dos horas frente a ese lugar no recuerdan haberle visto en ningún momento allí sentado.
 Ni solo ni tampoco acompañando a sus hijos. "La primera vez que le vi, se acercó muy tranquilo y nos dijo que había perdido a sus hijos", ha recordado la joven.
 La fiscalía mantiene que los hijos de Bretón nunca estuvieron esa tarde en el parque y que en realidad fueron asesinados por su padre como venganza contra Ruth Ortiz, la madre de los pequeños, quien acababa de pedirle el divorcio.
 Según la acusación particular y la fiscal, los niños habrían sido incinerados en una gran hoguera que Bretón hizo en una finca de sus padres, en las Quemadidillas, donde reconoció haber pasado varias horas ese día. El Ministerio Público y la acusación particular solicitan por el doble crimen 40 años de cárcel.
Todos los testigos que han comparecido esta mañana han coincidido en destacar la tranquilidad que mantuvo el acusado en todo momento.
"No estaba nervioso ni alterado. Cuando se acercó a mí solo me dijo que tenían dos hijos de seis y dos años años y que se le habían perdido.
 Yo no estaría tan tranquila en esa situación", ha dicho la joven.
El testimonio de los testigos también coinciden en que el acusado buscaba a sus hijos de una forma aparentemente relaja. "Solo caminaba a paso ligero y nada más", dijo uno. "Hablaba por el móvil y ya está". Posteriormente, los declarantes señalan que volvieron a ver a Bretón y a otra persona más alta que él -posiblemente su hermano Rafael- que sí daba muestra de gran nerviosismo y que se movía por el parque corriendo a gritos buscando a los pequeños.
Bretón también se acercó esa tarde a un recinto recreativo cerrado, justo en frente del parque Cruz Conde, que se llama la Ciudad de los Niños.
Allí preguntó a varios monitores por sus hijos.
 Una trabajadora recuerda que todos los días se despistan muchos niños en la Ciudad de los Niños y que están muy alterado
s. En el caso de Bretón, no era igual. "Estaba muy tranquilo. Las reacciones de los padres suelen ser histéricos
. Es impresionante, quieren incluso cerrar las puertas. Él no", ha asegurado. Otro trabajador presente en ese momento ha declarado lo mismo.
De hecho, Bretón salió tranquilamente de la Ciudad de los Niños para seguir buscando. "Lo hizo tranquilamente, hablando por el móvil.
Estaba tan tranquilo que pensé que ya había encontrado a los niños", ha dicho otra testigo que estaba esa tarde en el parque.
Los policías que participaron en las batidas de búsqueda por el parque también han dibujado el mismo perfil de Bretón.
 Un hombre ensimismado, siempre mirando al frente y con un rictus serio.
 "Solo hablaba si le preguntabas", ha dicho un agente que le llevó a la comisaría a poner la denuncia por la desaparición.
Los interrogatorios de hoy también se han centrado en la hoguera que Bretón prendió la tarde del 8 de octubre en la finca de Las Quemadillas, antes de denunciar la desaparición de sus hijos. "Aquel día hubo un olor muy desagradable, distinto a nada que hubiese olido nunca", ha dicho un vecino.
"Era un olor como a basura quemada, bolsas de plástico.
No lo sé, nunca había olido nada igual. El abogado de Bretón ha preguntado a ese testigo si podía tratarse de un olor a carne quemada y este ha dicho que no.

 

Las actrices cuarentonas de Hollywood se toman la revancha

Nueve de las 10 actrices mejor pagadas en 2012 superan los 37 años. Sandra Bullock (48) , Cameron Díaz (40), Angelina Jolie (38) y Meryl Streep (63) figuran entre ellas..

 

Salma Hayek, Angelina Jolie y Cameron Diaz. / CORDON

Los cuarenta siempre fue la frontera ya que el cine nunca fue un país para viejas, término de acepción muy amplia que llegó a incluir a cualquier mujer por encima de los 25.
 “Por eso no tiene lógica lo que me pasa”, reconoció Salma Hayek a este periódico. Mexicana, 46 años, viviendo en Francia.
 “Tengo más ofertas que nunca,
Ni mi agente se lo explica.
 Toda mi vida quejándome de que no hay papeles para las mujeres y ahora estoy en estado de pánico porque tengo demasiado donde escoger”.
 Lo comenta con desparpajo porque como ella son muchas las actrices que, superados los 40, no solo trabajan sino que disfrutan del mejor momento de sus carreras
. Así lo corroboran los datos que publica The Hollywood Reporter donde nueve de las 10 actrices mejor pagadas en 2012 superan los 37 años. Sandra Bullock (48) , Cameron Díaz (40), Angelina Jolie (38) y Meryl Streep (63) figuran entre ellas.
El fenómeno inexplicable a ojos de Hayek tiene razones de ser como, por ejemplo, que el público ha crecido con sus estrellas.
 Aunque los grandes taquillazos del verano se siguen nutriendo de un público adolescente, la Asociación del Cine Americano confirmó que un tercio de las entradas vendidas en EE UU van a manos de quienes superan los 40, generación acostumbrada a ver el cine en el cine.
 Ellos fueron el público de películas como Lo imposible (Naomi Watts, 44) o Las sesiones, donde a sus 49 años Helen Hunt se desnudó para el papel.
Otros factores de esta revancha es la famosa frase que reza que los 40 son los nuevos 30. “Mi marido siempre me dice que estoy más guapa que cuando era más joven pero lo hace para ganarse el mérito.
 Lo que es cierto es que cada vez hay más gente entrada en los 50 que se ve estupenda”, corrobora Hayek. Penélope Cruz podría convertirse en la primera chica Bond de 40 años si se confirman los rumores que circulan en este sentido.
 Y a los 45, Nicole Kidman sigue siendo la estrella más buscada en la alfombra roja donde su belleza y su planta eclipsa a cualquiera de sus compañeras más jóvenes.
Es una revancha selectiva porque como declaró Ed Harris al diario en referencia a la ausencia de su esposa, Amy Madigan, de las pantallas “que la suerte te acompañe si pasas los 60 y no eres Meryl Streep o Susan Sarandon”.
 Pero como dice Hayek, “en estos tiempos nada es imposible”.
Como lo demuestra el hecho de que Amy Adams, 38 años, sea la Lois Lane del nuevo Superman, Henry Cavill, ocho años menor que ella.

¿Nos gusta a las mujeres el sexo al paso? Depende... Por: Anne Cé | 24 de junio de 2013.................Del Blog Eros

Apenas comenzábamos a andar en el blog Eros cuando hablamos por primera vez del sexo al paso y ahora viene a cuento, porque siempre viene a cuento, especialmente si no tienes pareja estable, y porque hay dos películas recientemente estrenadas que hablan de estas relaciones que hace tiempo que no distinguen entre sexos.
 Las mujeres también tenemos (bastante) sexo al paso.
Oliveartistic
Retrato de la actriz de cine mudo Olive Thomas, por Alberto Vargas (1920).
Al paso, efímero, con alguien con el que no elaboras ningún cuentito romántico, sin compromisos y sabiendo que puede que no vuelvas a verlo otra vez en la vida o que sigas viéndolo en estos términos, solo para el sexo gimnástico y de posturas más o menos amables, consensuadas o negociadas
. Y sí, porque suele suceder que, al no haber amor o ese cariño que nos hace flexibles y generosos, también sobreviene alguna que otra disputa de “me pido prime...”. En el mejor de los casos, habrá un orgasmo (o dos) y a casa.
Una vez discutíamos con el chico de la penúltima página de la agenda si nos veíamos esa tarde de domingo desangelado o no, si tomábamos una cerveza antes de la cita o no, si lo dejábamos para otra o…
 Y así llegué a su casa, con tacones (me los había pedido y no me costaba nada darle el gusto), a la hora convenida, para arrancar con los besos estos de peli porno, sin "hola" o "¿cómo estás?".
Su gata celosa maullaba, hacía mucho que no nos veíamos (apenas nos conocíamos y entre una cita y la siguiente, podían pasar meses: ambos teníamos nuestros afectos más o menos cuidados, supongo).
 La cuestión es que esa tarde no había ni un poquito de magia.
 Así, en frío, había que transformar esa lengua extraña en algo deseado y resultaba difícil.

Tráiler de 'En otro país' del coreano Sang-soo Hong con Isabelle Huppert. 
Tarea individual esta de fantasear con los roces ajenos sin reparar en la contraparte y tratando de olvidar de que él tampoco repara en ti.
 Tarea individual, si se quiere, esta de excitarse con un extraño con el que encima tienes que discutir sobre quién se pide su postura favorita primero (recordemos aquello de sin-duda-las-damas que decía Silvia, la semana pasada).
A veces sale bien, tengo que reconocerlo, y uno se va a casa a la hora u hora y media, con una cierta satisfacción física y experiencial (que no sentimental).
 Pero a veces sale medio mal o del todo mal y no hay acuerdo ni siquiera en quién hace qué y nos levantamos y nos vestimos a la media hora, evitando discutir (porque no somos una pareja) y nos despedimos con un "hasta otra" o el consabido "suerte".
En ese momento, uno puede ponerse triste o pensar que todo puede hacerse con elegancia y, por lo tanto, descartar esa página de la agenda y pasar a la siguiente, con la misma sonrisa
. La cosa puede ser emocionalmente más complicada si lo que intentábamos era compensar un despecho (tras algún rechazo por parte de alguien que sí nos importa), pero resulta infinitamente menos gravoso si solo se trataba de salvar una tarde de pasajera insatisfacción, porque estamos solo/as o porque estamos aburridos/as del marido/esposa de toda la vida.
Algo así sospechamos que vive una de las tres Anne de la excelente y poética película del coreano Sang-soo Hong, En otro país, cuando se mete en la tienda con el socorrista en una playa de luz desvaída en Corea del Sur.
 Siempre convincente, hermosa, Isabelle Huppert compone a esa francesa algo extraviada que deambula con los pies descalzos sobre la arena de vidrios rotos y que no elude los encuentros, porque de eso se trata la vida, aunque apenas pueda cruzar un par de palabras y mucho malentendido con la gente del lugar.

Tráiler de 'Un invierno en la playa', de Josh Boone.  
La otra película de la que quería hablar, y que también está en cartelera en las salas españolas, es Un invierno en la playa, de un hacedor de cine norteamericano más o menos independiente llamado Josh Boone
. En este caso, el planteo general es mucho más convencional (matrimonio separado y eterna nostalgia de la postal familiar) aunque los personajes femeninos nos dan letra para hablar del sexo al paso.
 Los masculinos, en cambio, muestran una predilección por el amor verdadero y las relaciones con final hollywoodense.
 Tanto el personaje de Greg Kinnear -un escritor exigente con la cultura de sus hijos- como su hijo adolescente sueñan con el romance. Mientras la madre (Jennifer Connelly) se ha marchado con un modelo de gimnasio y la hija veinteañera ha decidido irse a la cama solo con los guapos y mejor si en su vida han leído un libro: ella también es escritora y esto le facilita la tarea de no enamorarse.
 Además está la vecina del padre, felizmente casada, que da y recibe orgasmos rapiditos en un alto de sus sesiones de footing playero.
 El resto es olvidable, estandarizado melodrama navideño, aunque hablen de premios literarios, de Faulkner y Stephen King.
Y es que más o menos así suceden algunos encuentros eróticos que, como decíamos en aquel post de la primera época, al fin te harán sonreír, cómplice con la vida, aunque los detalles te los ahorres para ti, aunque no hayan sido los ideales... aunque solo puedas contarlos, en el último de los casos, como un guión algo grotesco