Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 jun 2013

Una ‘superluna’ iluminará el cielo nocturno

La Luna llega a su punto más cercano a la Tierra media hora antes de entrar en la fase llena. Esto hará que se vea un 14% más grande y un 20% más brillante.

La luna, fotografiada este viernes en Nueva Jersey. / Julio Cortez (AP)

Esta noche y mañana por la noche se verá en el cielo una luna mucho más grande y brillante.
 El fenómeno, conocido como ‘súper luna’ se produce porque el satélite estará en su punto más cercano a la Tierra –perigeo-- una media hora antes de entrar en su fase de llena, algo que se da una vez al año.
Durante la ‘súperluna’ el satélite parecerá un 14% más grande y un 30% más brillante que regularmente
. El domingo a las 13h (hora española) la Luna llegará a su perigeo a una distancia de 356.991 kilómetros de la Tierra; será entonces cuando más grande se vea.
La Luna no estuvo tan cerca de la Tierra desde mayo de 2012 y no volverá a estarlo hasta agosto de 2014. El año que viene, además, no se verá tan grande porque llegará a su apogeo más lejos de la Tierra.
Este fenómeno en el que coincide el perigeo con la fase de Luna llena causará variantes mayores en las mareas de los océanos, según los expertos.
 Aunque las mareas más altas no coincidirán con el perigeo lunar, sino que ocurrirán un par de días después, dependiendo de la ubicación costera.

 

DESPUÉS....................Amado Nervo

Después

Te odio con el odio de la ilusión marchita:
¡Retírate! He bebido tu cáliz, y por eso
mis labios ya no saben dónde poner su beso;
mi carne, atormentada de goces, muere ahíta.

Safo, Crisis, Aspasia, Magdalena, Afrodita,
cuanto he querido fuiste para mi afán avieso.
¿En dónde hallar espasmos, en dónde hallar exceso
que al punto no me brinde tu perversión maldita?

¡Aléjate! Me invaden vergüenzas dolorosas,
sonrojos indecibles del mal, rencores francos,
al ver temblar la fiebre sobre tus senos rosas.

No quiero más que vibre la lira de tus flancos:
déjame solo y triste llorar por mis gloriosas
virginidades muertas entre tus muslos blancos.

El hábito de mentir

La simplicidad o facilidad de 'La verdad sobre el caso Harry Quebert' es solo aparente

La novela de Dicker trata sobre la costumbre humana de simular, fingir y mentir.

'La verdad sobre el caso Harry Quebert' se desarrolla en Aurora, una pequeña localidad costera inventada de Nueva Inglaterra. / DK Limited / Corbis

El 30 de agosto de 1975, en Aurora, mínima ciudad de New Hampshire a orillas del Atlántico, desapareció Nola Kellergan, de 15 años, y mataron de un tiro a la anciana que la vio por última vez.
 Al cabo de tres décadas, el 12 de junio de 2008, encuentran el cadáver de la niña en el jardín de un clásico de la literatura angloamericana contemporánea, Harry Quebert, de 67 años.
La víctima había sido enterrada con el manuscrito de la obra esencial del genio, Los orígenes del mal, “uno de los libros más vendidos de los últimos cincuenta años en Estados Unidos”
. El escritor, acusado de dos asesinatos, ve desde la cárcel cómo su novela se convierte de pronto en literatura diabólica, eliminada de las bibliotecas y de los planes de estudio, perverso mensaje de amor para una niña.
Markus Goldman, joven estrella del negocio editorial, autor de una sola novela superventas y antiguo alumno del presunto asesino, acudirá en ayuda de su maestro, decidido a investigar y demostrar su inocencia.
 El nuevo fenómeno literario sufre en ese momento una insuperable crisis creativa, desesperado e incapaz de escribir una letra, mientras su editor le pide la novela que tenía comprometida y lo amenaza con una demanda millonaria por incumplimiento de contrato
. Instalado en la mansión de Quebert, estudiando unos crímenes que sucedieron hace más de treinta años, ávido de información sobre las vidas ajenas, Goldman graba conversaciones con los vecinos de Aurora y entrevistas con el sospechoso en el locutorio de la cárcel, y un día se descubre escribiendo su nuevo libro. Escribir una novela resulta equivalente a investigar un doble caso de asesinato, y devolverle el buen nombre al supuesto criminal será también restituirle a la literatura la gloria perdida.
En la obra de Dicker
se cruzan, como mínimo, cuatro novelas distintas y distintas verdades sucesivas
La verdad sobre el caso Harry Quebert es la segunda novela de Joël Dicker (1985), suizo francófono, poseído por los misterios de la literatura popular desde su debut, Los últimos días de nuestros padres, intrigas en torno a la resistencia francesa y los servicios secretos británicos durante la II Guerra Mundial
. La historia de Harry Quebert me ha recordado dos novelas españolas innovadoras en su tiempo, Los dominios del lobo (1971), de Javier Marías, y La verdad sobre el caso Savolta (1975), de Eduardo Mendoza. Además de los clásicos enigmas policiacos, Joël Dicker domina la imaginería cinematográfica y televisiva de los últimos años, los clichés de las novelas juveniles para adultos, e incluso de los libros de autoayuda, porque entre las más de seiscientas páginas de La verdad sobre el caso Harry Quebert cabe también un breve manual de auxilio para escritores estériles. Pero lo más característico de esta novela es su aire de cuento de hadas, sus niños que se quejan perdidos en el bosque, lastimados por ogros, brujos y criaturas muertas.
 Dicker parece escribir después de ver alguna película del pionero del cine Louis Feuillade, Fantomas, por ejemplo, con su acumulación improbable y fabulosa de sorpresas
. Hay algo fantástico en la precisión cinematográfica con que el narrador, el joven Markus Goldman, transcribe lo que ocurrió hace 33 años, día a día, con fecha, hora y momento exacto de cada acción y cada palabra.
El escritor Goldman disfruta de su investigación en la tranquila Aurora, sin dejarse asustar por amenazas anónimas ni pirómanos con instintos homicidas, mientras los vecinos le cuentan cómo celebraron en 1975 el día de la Independencia y el baile de verano entre excursiones a la playa y fiestas en el jardín, y cómo Nola Kellergan, la niña del clérigo, gritaba en su casa y el reverendo ponía jazz a todo volumen, siempre el mismo disco. Al drama se suma el humor, y a los consejos literarios del maestro paternal y posible asesino se añaden a través del teléfono las admoniciones prácticas de la desquiciada madre de Goldman. En La verdad sobre el caso Harry Quebert se cruzan, como mínimo, cuatro novelas distintas y distintas verdades sucesivas. “La responsabilidad del escritor es decir la verdad”, anota el narrador, pero tanto él como su modelo, Quebert, son dos farsantes confesos. La novela de Joël Dicker pertenece a ese tipo de literatura que genera literatura, es decir, que invita a continuar inventando novelas.
Su simplicidad, sencillez o facilidad es solo aparente, y de eso trata el caso Quebert: de la costumbre humana de simular, fingir y mentir.

La verdad sobre el caso Harry Quebert. Jöel Dicker. Traducción de Juan Carlos Durán Romero. Alfaguara. Madrid, 2013. 670 páginas. 22 euros (electrónico: 10,99)

 

Dimito

Por mucho jabón que le des a ciertas manchas, no salen ni con agua hirviendo, Cristinita, alteza.

Y ahora Lagarta Lagarde nos esputa que cobramos mucho y que así no hay quien nos despida.

La Infanta Cristina entre su hermana Elena y su sobrino Juan Froilán y su tía Pilar en la misa por su abuelo. / EFE

Renuncio, deserto, paso cien pueblos.
 Hay semanas en que por mucha espuma que suelte por la boca y mucho lado cómico que le busque a la vida, no acierta una a blanquear este marronazo ni a poner en solfa la actualidad rosa.
Y eso, sin entrar en las revistas del ramo que, o espabilan y varían su oferta de sotas, caballistas y reinas apócrifas, o echan la persiana
. Aparte de que vista una, vistas todas —a la sexta portada con Raquel Sánchez Silva “bañándose melancólica en las idílicas aguas de Formentera tras la trágica muerte de su esposo”, dejé de contar esdrújulas—, lo que está claro es que hoy en día lo más infartante del mundo cardiaco está en las páginas salmón de los periódicos.
 Ya lo decía Clinton, ahora no me acuerdo si Bill o Hillary, pero tanto monta, monta tanto: “Es la economía, estúpidos”.
Que si la Audiencia conmina al juez Elpidio el Punki a que suelte a Blesa echando autos, que está la novia esperándole para casarse.
 Que si Lagarta Lagarde y su Fondo de Reptiles nos esputa que cobramos mucho y que así no hay quien nos despida.
 Que si un negrero de la CEOE nos rebuzna que librar cuatro días para enterrar a un padre es un abuso del lobby obrero.
 Que si Montoro Embolado nos chulea con que vemos fantasmas volando en el Expediente X del deneí de la Infanta
. Que si Cristina y sus asesores áulicos nos echan a los ojos un tambor más de detergente en su lavado de imagen yendo a una misa por su abuelo como si Noos pasara nada.
 Lo de que la realidad supera la ficción está superado.
 Total, que dimito de añadir ni una coma.
Que tiro la toalla y guardo la ropa, que yo en eso soy muy de María Patiño.
 Sí, mujer, esa eminencia que ha soltado en Interviú la perla definitiva del empoderamiento feminista: “Hagas lo que hagas, ponte bragas”.
Hablando de política de género, no sé a qué tanto escándalo con que Alicia Sánchez-Camacho haya llegado a un acuerdo con sus espías a cambio de que no revelen de qué rajó con la exnovia de un Pujol en una comida de chicas.
 Bueno, y de 80.000 euros para una ONG, que queda supersolidario.
 Yo la entiendo que te pasas: si trascendieran mis cumbres con mis íntimas, acabábamos imputadas por injurias y calumnias contra el resto del globo y la guapa que se atreva a levantarse al baño
. Así que, ahora que estamos en confianza, vamos a llamar a las cosas por su nombre, que dijo Letizia una vez que abrió la boca.
Lo de Blesa entrando y saliendo del trullo como Cachuli por su casa vestido de pijo por talego y con unos bolsazos con los que podría pagar la fianza, da bochornazo
. Lo de la madame del FMI pidiendo que nos bajen el sueldo cuando acaban de reconocer que la pifiaron con Grecia, provoca ronchas como kiwis.
Lo del segundón de la CEOE llamándote a currar con tu madre de cuerpo presente, hace que te acuerdes de sus muertos.
 Volando no, pero a dos patas veo yo a unos cuantos fantasmones a diario, y no miro a nadie, Montorete
. Y por mucho jabón que le des a ciertas manchas, no salen ni con agua hirviendo, Cristinita, alteza.
 Ahora, aquí la única que piensa en dimitir es mi menda.
 Y ya me ha dicho mi jefe que me la envaine o me la corta, que tiene mucho lío.
Y Letizia haciendo lo que le da la gana, que está superguay pero hace demasíado lo que le da lagana, que si conciertos entre amigas, viajes privados con sus amigas, da un paseo sola,imagno que con escoltas pero cada vez se les ve menos juntos a ella con el Príncipe, ¿habrá crisis? es posible, pero si es lista, como lo ha demostrado, no perderá lo que en un principio tanto le costó.