Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

19 jun 2013

Cómo preparar una buena cena de San Juan sin complicaciones Por: Mikel López Iturriaga | 19 de junio de 2013

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Sálvame del luxe / VICENS GIMÉNEZ
Se acerca la noche más corta del año y -con permiso de Nochevieja- seguramente la que deja la resaca más larga.
 Como ya nos conocemos, y sé que mis consejos-vendo-que-para-mí-no-tengo a favor de la sobriedad caen en saco roto ante vuestra sordera-ceguera temporal, la entrada de hoy tratará de minimizar las consecuencias con una buena cena de San Juan para hacer colchón.
Como sabemos lo que es ser anfitriones y volverse loco sin poder sentarte a la mesa hasta terminados los postres, hemos seleccionado una serie de platos bastante sencillos y que se pueden servir fríos o del tiempo. Si repartes un poco las responsabilidades (por ejemplo, si tú cocinas deja que tus invitados se encarguen del pan, el vino, los copazos, postre o de traer una tabla de quesos) todo será más llevadero
. Y no te preocupes si sobra algo, seguramente durante la noche -o al volver a casa- habrá quien arrase con lo que quede: el olor de la tortilla de patatas por la mañana suele gustar más que el del napalm al teniente coronel Bill Kilgore.

APERITIVOS Y ENTRANTES
Algo que no puede faltar en ninguna cena fría son las aceitunas, y si las aliñas tú mismo el éxito está asegurado
. Aquí podéis encontrar cuatro maneras de preparar aceitunas manzanilla, negras, rellenas de anchoa y gordal que no dejaran indiferentes a nadie.
 Otra de las ventajas que tienen es que se pueden preparar con bastante antelación, así que cuando llegue la hora de servirlas ya ni te acordarás del esfuerzo.
Los untables o "mojables" (por no llamarlos dips) también son una opción a tener en cuenta, porque cuesta casi el mismo esfuerzo preparar para dos que para 20, y solo hay que buscar un bol bonito y unos palitos de pan, regañás o bastones de verduras para que cada uno se vaya sirviendo.
 Para darle un aire moruno al asunto, podéis preparar hummus y baba ganush y muhammara con ensalada servida sobre triángulos de pan de pita.
 Si queréis un menú con airecillo de América del Sur, un paté de tomates secos y aceitunas y un cebiche de lubina, pulpo y aguacate, acompañados de un pisco sour tradicional o de piña harán muy felices a vuestros comensales.
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¡El cebichito, mamá, el cebichito, mamá! (presunta canción de Georgie Dann). / AINHOA GOMÀ

PLATOS PRINCIPALES
Aunque esta categoría nos haga pensar en platos contundentes, no hay que olvidar que estamos en verano. Así que en vez de ponernos a asar jabalíes en plan Obélix, mejor optemos por cosas más ligeras, como este tartar de atún con remolacha (que se puede servir con tostadas o convertir en una ensalada fría añadiendo bulgur, por ejemplo)
 o unas opciones vegetarianas como la coliflor tostada con pasas
(buenisima)o las minipizzas de brevas al vino con roquefort (aunque las originales eran de higos, admiten esta variación).
Si sufres de lujitis y estás convencido de que una cena especial no es tal si no lleva ingredientes que griten "soy caro" a los cuatro vientos, prueba la medalla de foie con huevo escalfado -puedes tenerlo todo hecho previamente y terminar con un golpe de horno justo antes de servir- o las ostras con vinagreta, acompañadas de un cóctel mimosa
. Y para los invitados que creen que si no hay carne no es una comida como Dios manda (esos que preguntan: ¿y el segundo?), podéis preparar un vitello tonnato o un lomo frío con aceitunas y pimentón.(Aunque no es necesario un segundo)

6a00d8341bfb1653ef017c324b9f5e970b-550wiDonde dije higo, digo breva. / AINHOA GOMÀ 

POSTRES Y BEBIDAS
La bebida reina de las noches de verano tiene nombre de mujer -o algo así-, y se llama michelada (si no podéis conseguir el Clamato, sin él también tiene su gracia). Si sois de los que prefieren el trago corto, un refrescante vodka smash.
 Para los que quieren dejar a sus invitados con el culo torcido, dos propuestas ganadoras de los barman Antonio Naranjo y David Ríos
. Y para los que les toca conducir, un granizado de mango con té matcha.
De postre, la tradición catalana, cada vez más extendida por España, manda tomar coca de San Juan.
 Pero si te quieres hacer el interesante o la moderna, siempre puedes apostar por un flan de dulce de leche (se puede preparar en recipientes más pequeños, o en una flanera grande y compartirlo, porque es más bien contundente) o un pastel de queso sin horno con frutas de temporada.
 A los chocolateros se les hará el bullate pesicola con unos vasitos rápidos de chocolate o unas rocas de chocolate, maíz y peta zetas.
 Después de organizarse para recoger un poco entre todos -no lo dejéis para mañana, que al día siguiente cuesta más quitar las zurrapas de los platos y los churretones de las mesas-, ya solo queda decidir dónde se seguirá la fiesta. Y, sobre todo, mantenerse a salvo de los malditos petardos.
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Su aspecto dice "bébeme" muy fuerte. / AINHOA GOMÀ

Los Sombreros de Ascot......Para todos los gusstos ¿verdad?






Huele a espíritu adolescente... a los 40

Propuesta para hombre de Ann Demeulemeester para este verano.

En 2014 se cumplen 20 años de la muerte de Kurt Cobain.
Y para explotar la nostalgia de esta efeméride, las pasarelas preparan ya la vuelta del grunge en su versión más digestiva.
 El revival del antiestilo que nació en Seattle, en cinco claves.
Quién. En su segunda colección para Saint Laurent Paris, Hedi Slimane volvió a sembrar la discordia al invocar al grunge: vestidos babydoll de apariencia ajada, camisas de franela y mucha rejilla. Para sus peores detractores, como la periodista de The New York Times Cathy Horyn, se trata de una propuesta excesivamente literal, carente de todo interés y que “corta los lazos de una conexión simbólica con el fundador [de la casa francesa], con el buen gusto y el poder femenino”
. Para sus entregados fans, constituye un nuevo hito en la carrera del hombre que revolucionó la silueta masculina al frente de Dior.
“Tengo orgasmos al imaginarme a señoras ricas comprando lo que solíamos vestir. Por fin alguien ha clavado el look”, declaraba Courtney Love, cantante de Hole, y musa indiscutible del grunge.
 Tomadura de pelo o genialidad, la polémica ha vuelto a confirmarse como herramienta publicitaria incontestable.
Y tantas páginas, píxeles y minutos dedicados al órdago de Slimane han terminado dando sus frutos comerciales y convirtiendo en tendencia los pantalones de pijama dos décadas después de que Kurt Cobain, líder de Nirvana, los luciese en la grabación de su disco MTV Unplugged in New York.
Cuándo. Puede que Slimane aportase la gasolina, pero la mecha del advenimiento grunge la encendieron Dries Van Noten, Ann Demeulemeester y 3.1 Philip Lim una temporada antes. Combinaciones de estampados imposibles, superposiciones infinitas y siluetas laxas fueron las claves de sus apuestas para esta primavera-verano
. Aunque el pionero en el arte de poner una etiqueta de lujo a prendas de apariencia ajada fue Marc Jacobs. En 1993 su colección consagrada al “ruido textil” para Perry Ellis le valió el despido como director creativo pero revolucionó el mundo de la moda. Mientras se gestaba, Sonic Youth grabó el vídeo de su single Sugar Kane en el taller de la firma estadounidense
. Chloë Sevigny, entonces becaria de la revista Sassy, aparecía como figurante
. Fue el punto de inflexión en el que el grunge mutó de la industria discográfica a la textil.
Dónde: En Seattle. Antes del lanzamiento en 1991 de Smells like teen spirit, la única efeméride que atesoraba la capital del condado de King era haber sido escenario de la primera huelga general de Estados Unidos en 1919.
Después del single de Nirvana, se convertiría en el epicentro del grunge, el movimiento musical encabezado por Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains que conmocionaría a una generación.
Una corriente que, en principio, desafiaba el poder de los logos, las multinacionales y los convencionalismos. Y que, sin pretenderlo, implantaría un estilo (entonces antiestilo) que el cine y la pasarela terminarían destilando comercialmente en productos como Solteros (1992) o Reality Bites (1994), y, 20 años después, en abrigos de 6.000 euros.
Por qué: El revival se ha establecido como unidad de medida en la moda. Solo desde 2011 las pasarelas han regurgitado los años veinte, cuarenta, cincuenta, sesenta, setenta y ochenta
. Así que parece inevitable que la única década virgen —los noventa— sea la siguiente en ser deglutida. Justo a tiempo para conmemorar el 20 aniversario de la muerte de Kurt Cobain (el 5 de abril de 1994).
 “El Grunge, el rave y el house son movimientos que, además de volver nostálgicos a los que tenemos 30 ó 40, encajan a la perfección con una tendencia muy fuerte entre los que ahora son adolescentes: el ser punk. Una estética playera pero dejada con la que comparten códigos, como el gusto por las camisetas y sudaderas”, explica Manuel Olarte, la mitad de la firma Isaacymanu que triunfa con sus diseños digitales y que prepara una colección inspirada en el estilo Seattle para el próximo otoño.
 Cómo. En contra de lo que sugieren las propuestas de Slimane, fieles casi de forma notarial al armario de 1992, Olarte considera que el grunge llegará distorsionado a las calles:
 “El contexto no es el mismo. No vuelve la música ni ese sentimiento nihilista de rebelión contra todo lo establecido”.
 Sí lo hace, en su opinión, la melena bicolor (o dip dye) y la querencia por las mezclas más transgresoras: camisones con pieles o chándales con piezas de noche.
 Y por supuesto, la santísima trinidad del grunge: Dc Martens, camisas de cuadros y pantalones caídos.

Hannah Arendt, filosofía a pie de obra...................del Blog Letra Pequeña

Por: | 19 de junio de 2013

El 31 de mayo de 1962, Adolf Eichmann, antiguo teniente coronel de las SS secuestrado dos años antes en Argentina por el Mosad, fue ahorcado en Israel por su responsabilidad como encargado del transporte de seres humanos a los campos de exterminio durante el régimen nazi.
Un año más tarde, Hannah Arendt (1906-1975) publicó Eichmann en Jerusalén, una obra surgida de las crónicas del juicio que ella misma había escrito para The New Yorker.
Este viernes se estrena en España Hannah Arendt, la película de Margarethe von Trotta que relata aquellos días de 1963 y la polémica que siguió a la aparición del libro de la pensadora alemana de origen judío exiliada en Estados Unidos.
Buena para ser un biopic, no tanto para ser cine, el filme de Von Trotta recoge bien el ambiente que rodeó la aparición de “un informe” al que le llovieron las críticas –muchas de parte de gente que no lo había leído- fundamentalmente por dos de los asuntos que trata: el papel de los consejos judíos en las deportaciones y la tesis sobre la banalidad del mal que la filósofa –ella no se consideraba tal- llevó al subtítulo de su libro.
En la polémica -que fue algo más que encendida- destacan por su rigor, claridad y brillantez tanto la carta que Gershom Scholem remitió a Hannah Arendt desde Jerusalén el 23 de junio de 1963 como la respuesta que ella le envío desde Nueva York el 24 de julio.
 De hecho, algunos de los argumentos cruzados por aquellos dos viejos conocidos –ambos habían compartido la amistad de Walter Benjamin- aparecen en la película bajo la forma de diálogo entre Arendt y Kurt Blumenfeld, secretario de la Organización Sionista de Alemania desde 1908, emigrado a Israel y decepcionado con la actitud de su antes gran amiga.
PaidósLas cartas cruzadas entre Scholem y Arendt se recogieron en 1978 en EEUU en una antología de textos llamada The Jew as a Pariah –título que el primero consideraba “ofensivo” (la segunda llevaba tres años muerta)- y de la que Paidós publicó en 2005 una selección traducida por Miguel Candel con introducción de Fina Birulés: Una revisión de la historia judía y otros ensayos.
Junto a la discrepancia sobre el papel de los consejos, dos acusaciones centran la sosegada crítica de Scholem: 1) la falta de “amor al pueblo judío” por parte de la pensadora; 2) la contradicción entre el concepto de ‘banalidad del mal’ y el de ‘mal radical’ que la propia ensayista había utilizado en 1951 en su célebre Los orígenes del totalitarismo.
La respuesta de Hannah Arendt es todo un ejemplo de aquello que ella misma llamaba pensar sin muletas:
Gershom-scholem“Tienes bastante razón: yo no me siento movida por ningún ‘amor’ de esa clase, y ello por dos razones: yo nunca en mi vida he ‘amado’ a ningún pueblo ni colectivo, ni al pueblo alemán, ni al francés, ni al norteamericano, ni a la clase obrera, ni a nada semejante.
 En efecto, solo ‘amo’ a mis amigos y el único género de amor que conozco y en el que creo es el amor a las personas. En segundo lugar, ese ‘amor a los judíos’ me resultaría, puesto que yo misma soy judía, algo más bien sospechoso. Yo no puedo amarme a mí misma ni a cosa alguna de la que sé que es miembro y parte de mi persona”.
Esto dice antes de  hablar de la “desastrosa” vinculación entre la religión y el Estado en Israel y de su sentido crítico: “El daño causado por mi propio pueblo me aflige, naturalmente, más que el daño causado por otros pueblos”. Finalmente, remata su argumentación con ideas que siguen siendo un buen antídoto contra toda manipulación nacionalista:
 “El papel del ‘corazón’ en política me parece totalmente discutible. Sabes tan bien como yo cuán a menudo los que se limitan a informar de ciertos hechos desagradables son acusados de falta de sensibilidad, de falta de corazón o de falta de lo que tú llamas Herzenstakt [cordial delicadeza]. Los dos sabemos, en otras palabras, cuán a menudo esas emociones se utilizan para ocultar la verdad de los hechos”.
Hannah-arendtPor otro lado, si Hannah Arendt reconoce que Scholem tiene “bastante razón” respecto a su desapego patriótico, respecto a la cuestión del mal reconoce que la tiene casi toda:
“Tienes mucha razón: he cambiado de opinión y no hablo ya de ‘mal radical’ [...] Ahora, en efecto, opino que el mal no es nunca ‘radical’,  que sólo es extremo, y que carece de toda profundidad, y de cualquier dimensión demoníaca.
Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie.
Es un ‘desafío al pensamiento’, como dije, porque el pensamiento trata de alcanzar una cierta profundidad, ir a las raíces y, en el momento mismo en que se ocupa del mal, se siente decepcionado porque no encuentra nada.
 Eso es la ‘banalidad'. Sólo el bien tiene profundidad y puede ser radical”.
Si la película de Von Trotta es un buen estímulo para leer Eichmann en Jerusalén, este lo es para rastrear las huellas de la polémica que le siguió: Una revisión de la historia judía y otros ensayos recoge algunas. Lo que quiero es comprender (Trotta) y Escritos judíos (Paidós), otras. Pensamiento que trabaja en tiempo real, a pie de obra, sobre la marcha, sin desperdicio. La forma de pensar de alguien que fue mucho más que una mujer de su tiempo.