¿Sabías que los perfumes de Yves Saint Laurent y los de Giorgio
Armani los fabrica el mismo grupo?, ¿Qué pueden tener en común David
Bustamante y Valentino?, ¿En qué se parecen MAC Cosmetics y Clinique?
Cada una de estas parejas tienen algo muy importante en común: forman
parte de la misma compañía madre. He aquí el quién es quién (al menos
hasta el próximo baile de marcas) de los gigantes de la industria
cosmética:
El grupo estadounidense
Procter&Gamble lidera el sector de cuidado personal y se posiciona como la trigésimoquinta compañía más grande del mundo (según la revista
Forbes)
. A pesar de que su fuerte proviene de marcas de limpieza (
Fairy, Ariel, Ambipur o Don Limpio), desde hace unos años se trata de
posicionar en el cuidado personal con firmas como
Oral B, H&S, Herbal Essences, Pantene Pro-V, Aussie, Braun, Max Factor, Olay, Gillette o Wella Professionals.
En la categoría Prestige, tienen licencias para desarrollar y distribuir los perfumes de
Dolce & Gabbana, Hugo Boss, Lacoste, Gucci, Escada o Rochas.
En España (uno de sus 10 mercados más potentes) se introdujeron en
1968, con el detergente Ariel Alta Espuma. Nada mal para una pareja de
estadounidenses que fabricaban velas y jabones y decidieron
unir sinergias en 1837.
El
Grupo L'Oréal fue, hasta hace poco tiempo, el líder de la industria (en 2011
sus ventas ascendieron a los 28.000 millones de dólares)
. Además de
L'Oréal Paris (maquillaje y tratamientos facial, corporal y capilar) y
L'Oréal Professionnel,
dos nombres que apelan directamente a la casa matriz, la compañía tiene
en cartera firmas que podrían ser su competencia directa:
Maybelline, Kérastase, Essie y Garnier.
La porción de mercado de la parafarmacia se cubre con
La Roche-Posay, Skinceuticals o
Vichy. No acaba ahí el listado, también forman parte del conglomerado firmas históricas como
Helena Rubinstein, Biotherm, Kiehl's,
The body shop.
Y, si hablamos de fragancias (algunas de ellas tienen, además, línea de maquillaje), es preciso mencionar
Giorgio Armani, Yves Saint Laurent, Lancôme, Ralph Lauren, Paloma Picasso, Cacharel, Diesel y Viktor & Rolf. Con un público europeo en clara recesión, sus ojos miran a China, un país que, según declaró la propia compañía
al diario económico Financial Times, será su primer mercado en dos años.
Entre las compañías más pujantes del mercado también se encuentra el español
grupo Puig (¿alguien se acuerda de
aquella Agua Brava
que vendían en los años 90?).
A través de una concienzuda política de
adquisiciones, ahora mismo distribuyen sus marcas en cuatro categorías:
Beauty (incluye las fragancias de
Antonio Banderas, Shakira, David Bustamante y Juliana Paes), Premium (donde se fraguan los aromas de
Valentino, Prada y Comme des Garçons), Prestige (con los perfumes de
Paco Rabanne, Nina Ricci y
Carolina Herrera) y Fashion (también son propietarios de las firmas de moda
Carolina Herrera, Nina Ricci, Paco Rabanne y Jean Paul Gaultier, cuya licencia cosmética tiene, por el momento, BPI)
. Los beneficios de la compañía
aumentaron un 11% en 2012.
Los cosméticos de
Nars, las cremas de
Carita, las fragancias de
Serge Lutens y la aromaterapia de
Decléor pertenecen al
grupo japonés Shiseido.
Este conglomerado es, además, accionista único de Beauté Prestige
International (BPI), empresa licenciataria de los perfumes de
diseñadores como
Jean Paul Gaultier, Issey Miyake, Narciso Rodriguez, Elie Saab o Azzedine Alaïa (que se confirmó el pasado enero).
Los aromas de los famosos (
Jennifer López, Beyoncé, Celine Dion, David Beckham, Lady Gaga, Kate Moss, Kylie Minogue o Madonna) se mezclan con los de grandes firmas de moda (
Calvin Klein, Balenciaga, Marc Jacobs, Chloé, Bottega Veneta o Roberto Cavalli) en el catálogo de marcas del
grupo Coty
.También es suya la línea de cuidado corporal
Adidas y la marca de tratamiento
Lancaster.En el área de maquillaje poseen
Astor (antes conocido como Margaret Astor),
Sally Hansen, CK One Color, Rimmel London y OPI.
La firma cosmética creada por la estadounidense
Estée Lauder
(1908-2004) en 1946 se ha convertido en un conglomerado de marcas
gestionado por la familia Lauder, que tiene en su poder un 70% de las
acciones.
Su portafolio incluye marcas como
Clinique, Bobbi Brown, Darphin, MAC Cosmetics, Origins, La Mer, Jo Malone, Smashbox, Aveda y las licencias de fragancias de
Tom Ford beauty, Tommy Hilfiger, Donna Karan o Michael Kors.
Es famosa la frase de Leonard Lauder cuando sus sobrinas Aerin y Jane entraron en la compañía: "
No somos un negocio familiar, somos una familia de negocios"
. Sus ingresos en 2012 fueron de
10.000 millones de dólares.
El gran gigante del lujo,
LVMH (
Louis Vuitton Moët Hennessy) tiene más de 60 firmas en su haber, entre las cuales hay varias con apartado cosmético.
Acqua di Parma, Guerlain, Benefit y Make up forever
son firmas clásicas del sector, pero hay también casas de moda
adquiridas por el grupo que presentaron su propia división de perfume,
maquillaje y tratamiento:
Dior, Kenzo, Givenchy, Fendi, Loewe o Bvlgari.
La cadena de perfumerías más grande del mundo,
Sephora,
también es propiedad de LVMH, y eso les otorga el 27% del mercado de
distribución de belleza en Francia, el 12% en Estados Unidos y el 15% en
China, según
Bloomberg.
Imágenes: Cordon Press.
Sin embargo, no todo son conglomerados.
También hay empresas que siguen siendo autónomas, como por ejemplo
Chanel,
que está en manos de la tercera generación de la familia Wertheimer
(Pierre Wertheimer fue uno de los primeros socios de Coco Chanel). Su
oferta perfumística incluye el que, para muchos, es el aroma más
importante de la historia:
Chanel nº 5.