Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

6 may 2013

La generación del gato ...............Del Blog Mujeres

La generación del gato

Por: | 06 de mayo de 2013
7568726María tiene 56 años y está haciendo, casi sin quererlo, un balance de su vida.
 Su corazón late fuerte y rítmico gracias a los stents que le implantaron hace unos meses
. Y su corazón empieza a decirle que la engañaron. Se lo dice bajito y ella finge que no le oye, pero la negación tiene un límite.
Se acuerda de Doña Rosa, su maestra de la escuela, que se empeñó en que la niña tenía que estudiar, que no podía quedarse en el pueblo toda la vida haciendo remiendos en la ropa de labranza.
 Y consiguió que se obrara el milagro
. Su madre permitió que se dedicara a los libros en lugar de ayudarla con todas las labores que supone una casa con un marido y dos hijos.
 Renunció a dos manos que estaban obligadas, desde entonces a labrar no la tierra, sino un futuro.
María terminó el Bachillerato libre y se matriculó en enfermería.
También dejó de vivir bajo el techo de sus padres, toda una revolución.
De todos sus primos y primas fue la única en conseguir un título universitario.
Tenía 21 años cuando firmó su primer contrato, y desde entonces no ha dejado de trabajar.
Y aunque ahora tiene que ponerse las gafas para pinchar un análisis lo hace con una suavidad angelical.
Ella siempre ha estado convencida de que era una mujer moderna, liberada, de las primeras generaciones en conseguir igualdad de oportunidades.
 Pero los susurros del corazón están empeñados en desmentir sus convicciones.
Se casó con 26 años y con 27 tuvo a su primogénita.
Antes de cumplir los 30 llegó el segundo, un rabo de lagartija que no paraba de darle disgustos –quizá por eso le quiera tanto-.
 Cuando María volvía a casa después del trabajo tenía que hacerse cargo de los dos, ir a la compra con ellos, hacerles la cena, intentar mantener la limpieza sin apartar los ojos de los pequeños.
Su marido mientras, estaba trabajando.
Poniendo en la balanza de la generación de su madre y la suya las mujeres habían operado un salto cualitativo; de la de su padre a la de su marido todo seguía igual: la obligación del hombre es traer el pan a casa, y punto
. Nada de planchar, o quitar el polvo, nada de ir a la compra.
 Como mucho llevarse a los niños de paseo… si tenía tiempo.
Y esto es lo que su corazón le susurra y ella no quiere oír:
 “Os engañaron, os dieron gato por liebre”.
Y María sabe que es así.
 Que su liberación terminó siendo una doble carga para mujeres como ella, mujeres que han soportado sobre sus espaldas el mundo entero, que salían de trabajar y cambiaban el uniforme por el delantal.
 Esclavas de todo y de todos, tan llenas de coraje como de amor.
Cuando sus hijos crecieron tampoco llegó la libertad.
  Pero, ¿por qué no puedo ir al pueblo? Porque tú sola ya no puedes manejarte
. Esa conversación se repitió durante años en bucle, una y otra vez, siempre la misma pregunta, siempre la misma respuesta, una sentada frente a la otra
. El Alzhéimer apresó a su madre y ella, como hija –hija con ‘a’, en femenino, debía de hacerse cargo de ella.
Siempre había sido así. Sus hermanos le hacían el favor de echarle una mano, eso pensaban ellos, como si aquella mujer que hurgaba con el dedo en el sofá no fuera madre de ellos también.
Cuando su madre murió su corazón ya se agrietó un poco
. Después de toda una vida entregada a los demás ya no tenía a quien dedicarse. Sus padres no estaban y sus hijos tampoco, cada uno buscando su sitio fuera del nido.
 Quitar las manchas de las camisas de su marido no llenaba una tarde entera.
 Se sintió perdida, con una enorme cantidad de tiempo que no sabía como gestionar.
 Y el corazón, como diría Sabina, cansado de latir (casi siempre por los demás) se quebró.
Ahora María va a yoga dos días por semana, los otros dos va a clases de inglés y los fines de semana sale a caminar.
Ahora incluso, lee libros.
 No es que no tenga preocupaciones: teme por quedarse sin pensión después de casi 40 años cotizados, teme por el futuro de sus hijos, tan en precario como una casa de naipes, teme la vejez, porque las manos, que no engañan, empiezan a no ser las que eran.
A veces María mira a su hija y se convence de que su generación fue la del gato.
 Pero la historia de la mujer es una historia de sacrificios: su madre renunció a su ayuda para darle un futuro mejor y ella tuvo que vivir esclavizada para que su hija se diera cuenta de que ese no era el camino. “Aprendemos de los errores”, se dice, mirándose en el espejo con la alfombra de yoga colgada al hombro antes de salir de casa.

La reforma de las pensiones ahonda el pulso en el seno del PP


SCIAMMARELLA

Si Mariano Rajoy no fuera un líder conocido por su aversión a los cambios, todos en el PP darían por hecho que ha llegado el momento de hacerlos.
 El anuncio de la pasada semana es de tal gravedad política, según la práctica totalidad de los miembros del Gobierno y dirigentes populares consultados, que nadie dudaría de que es el paso previo a una gran revolución interna.
El Gobierno admitió a los 16 meses de llegar a La Moncloa, tras alcanzar los 6,2 millones de desempleados, que lo más probable es que no logre en cuatro años el principal objetivo por el que fue elegido: reducir el nivel de paro. “El 26 empezó una nueva legislatura, hemos admitido preventivamente nuestro fracaso. Un suicidio así solo se explica porque nos obliga Bruselas, pero en cualquier otro país europeo implicaría cambios profundos”, resume un dirigente. Pero Rajoy es Rajoy, y nadie apuesta por grandes vuelcos.
Eso sí, a falta de vías de escape, la situación es realmente explosiva en el PP y el Ejecutivo.
Como en otras ocasiones delicadas, como en 2008, tras la segunda derrota, ha llegado un salvavidas inesperado e involuntario para Rajoy: Esperanza Aguirre. Su reaparición y sus críticas apiñan automáticamente a todos los marianistas y a los barones autonómicos en torno al presidente: nada une más que el enemigo común.
 Esa, la soledad de Aguirre, es la fotografía que esperan encontrar los marianistas hoy, cuando el presidente ha citado a su cúpula.
Rajoy, aparentemente impasible, vive montado en un barril de pólvora con varios puntos de fricción potencialmente explosivos, según analiza la mayoría de los dirigentes consultados. Bruselas, un sector del Gobierno, el empresariado, la banca y el ala más liberal del partido presionan para hacer reformas mucho más profundas. Rajoy ha ganado tiempo con la última oleada de cambios suaves.
 Pero no le queda mucho.
Rajoy no quiere tocar el Gobierno pero hay dudas con su funcionamiento
En pocas semanas tiene que resolver dos asuntos clave que pueden hacer estallar al Gobierno, al partido y a la calle: primero, las pensiones.
 Tanto Bruselas como un sector del Ejecutivo encabezado por Luis De Guindos presionan para hacer una reforma muy a fondo, que implicaría reducir el coste pero a la vez podría provocar un estallido social y un desgaste definitivo del Ejecutivo. Los barones territoriales, cada vez más inquietos con las encuestas y la sensación de que la crisis no remontará antes de sus elecciones, claman al Gobierno para que no les hunda más tocando las pensiones o con otras medidas antisociales.
 Rajoy trata de bajar esa presión convocando a sindicatos y patronal para buscar un acuerdo sobre pensiones y otros asuntos.
 Parece improbable. El presidente ha despreciado de momento al PSOE y en La Moncloa insisten en que no cuentan con ellos porque les ven escorados a la izquierda luchando para evitar que crezca IU.
Los barones, asustados por unas cifras de paro que creen que se los puede llevar por delante, están inquietos con el otro gran asunto que Rajoy ha prometido resolver antes del verano: la reforma de la Administración. Esta supondrá más destrucción de empleo público, más protestas y más desgaste. Todos la temen.
 Y por eso se retrasa una y otra vez. Algunos dirigentes creen que Rajoy actúa con mucha cautela no solo por su estilo, sino porque teme realmente un estallido interno, un descontrol en el PP.
Lo sucedido con la reforma local es un buen ejemplo.
 Rajoy prometió en julio de 2012 acabar con un tercio de los concejales y una profunda reforma, eso sí sin eliminar las diputaciones que tanto aprecia —empezó su carrera presidiendo la de Pontevedra— y en su partido muchos desprecian. Después de una rebelión de sus alcaldes y cuadros provinciales, la reforma ha ido suavizándose y aún no ha llegado a las Cortes.
El PP no es la balsa que aparenta.
Y lo sería mucho menos si las tesis de Bruselas y de sectores del Gobierno triunfaran y se tocaran además en las próximas semanas el seguro de desempleo o el sueldo de los funcionarios, se endureciera la reforma laboral o se retocara el IVA.
 Antes del consejo del 26, el Gobierno vivió una intensa batalla entre los dos sectores habituales liderados por Guindos y Cristóbal Montoro, con todas estas últimas cuestiones encima de la mesa
. Esta vez ganó el ministro de Hacienda, pero esta es una partida que nunca acaba.
En la política española están empezando a pasar cosas que no habían pasado nunca. Como ver a un Gobierno tratando de defenderse de las críticas internas de una expresidenta autonómica como Aguirre exhibiendo que ha destruido 370.000 empleos públicos
. Lo hizo Soraya Sáenz de Santamaría el viernes. Y ahí está uno de los grandes problemas del Ejecutivo.
Su política de recortes destruye empleo. Por eso está intentando frenar sus propias decisiones de 2012. Pero a la vez algunos sectores le piden que intensifique esa política, como Aguirre.
Algunos enemigos de la expresidenta de Madrid, muy molestos estos días con sus críticas, recuerdan las enormes contradicciones entre su discurso y sus prácticas.
 De hecho, Madrid es, con Cataluña, la comunidad que entre 2008 y 2012 más empleo público creó de forma neta en toda España, según la EPA, mientras otras como Andalucía o Galicia lo destruían.
El Gobierno, pese a que externamente mantiene las apariencias, está muy dividido
. No es solo la batalla entre Guindos y Montoro.
 Algunos miembros del Ejecutivo, dirigentes del PP y barones territoriales ven incluso dos grupos claros: por un lado los ministros más vinculados al partido, que quieren ir con más calma precisamente para no aumentar el desgaste, la tensión interna y la posibilidad de una debacle en las autonómicas y municipales de 2015.
 Entre ellos estaría Montoro, Fátima Báñez o Ana Mato, todos ellos muy vinculados a Javier Arenas, hombre fuerte del PP. Estos contarían con el respaldo de la vicepresidenta y de Rajoy, ambos de perfil similar y muy cautelosos.
Otros, más dispuestos a cambios radicales, serían Guindos —único ministro importante que no es militante del PP— y otros como José Manuel Soria, muy cercano a Guindos, Miguel Arias Cañete o Ana Pastor, estos tres últimos muy de partido y aparentemente más dispuestos a privatizaciones o decisiones impopulares.
Bruselas, Guindos, banca y patronal y el ala liberal piden reformas profundas
El funcionamiento del Gobierno es una de las cuestiones más discutidas internamente estos días en el entorno del PP. Algunos barones territoriales cuentan que el Ejecutivo es muy accesible, pero poco operativo. Es relativamente fácil hablar con los ministros, todo son buenas palabras, pero cada uno está en su asunto y falta dirección política, explican.
 Nunca se sabe bien en qué punto está una decisión.
 Con Rajoy, al contrario que con Zapatero o Aznar, ni siquiera hay maitines los lunes que marquen la agenda política del Gobierno y el PP
. La desconexión entre Sáenz de Santamaría, número dos del Gobierno, y Dolores de Cospedal, número dos del PP, es absoluta.
Las dos son tontas a las finas hierbas.
 El poder se diluye. No hay vicepresidente económico y sí una especie de tricefalia: Guindos, Montoro y Álvaro Nadal, jefe de la oficina económica
. Rajoy y Sáenz de Santamaría pueden reunirles en cualquier momento, con frecuencia los fines de semana. Es el corazón del Gobierno. Ahí se debate a fondo, a veces con ministros invitados para cuestiones especiales. Todo sin demasiado orden, al estilo Rajoy.
 Las reuniones oficiales clave son los jueves, en la delegada de asuntos económicos.
 Pero las decisiones se eternizan y todo en el fondo depende del presidente, al que le cuesta decidir. “Rajoy es adaptativo, nunca lleva la iniciativa”, resume una persona que le conoce bien.
Además, hay ministros con mucho perfil político que van a su aire, como Alberto Ruiz-Gallardón, José Manuel García Margallo o José Ignacio Wert. Jorge Fernández (Interior) y Gallardón (Justicia) son muy criticados en el PP por no controlar el caso Gürtel, cuya deriva judicial preocupa cada vez más y bloquea al partido.
 En general la principal queja que se escucha es que la mayoría de los días, salvo los viernes, la voz del Ejecutivo no es clara, a veces ni siquiera existe.
Mientras, los más fieles al presidente insisten en que nada va a cambiar y aseguran que Rajoy está muy tranquilo.
“Apostar contra Rajoy es mal negocio” resumen, apelando a su larga tradición de resistencia. “Hemos evitado el rescate y la prima ha bajado de 300”, insisten.
 De hecho, algunos dirigentes del PP, los más fieles, están sorprendidos, porque el Gobierno les estaba trasladando que las cosas iban mejor y nadie se esperaba unos mensajes tan catastrofistas. Rajoy intentó suavizarlos y es lo que hará hoy ante sus barones y el miércoles en el Congreso.
Los suyos aseguran que el presidente está ya en otra batalla, la europea. Hoy viene a Madrid Enrico Letta, el nuevo primer ministro italiano, después de pasar por Berlín, Bruselas y París.
En el PP insisten en que es democristiano, para acercarle a sus posiciones, aunque pertenece al PD, el partido principal de la izquierda italiana.
 Letta preside un gobierno pactado con la derecha de Silvio Berlusconi. Rajoy sueña ya con una alianza Francia-Italia-España como la del año pasado que fuerce un cambio en la cumbre de la UE en junio y suavice las posiciones alemanas sobre la unión bancaria y otros asuntos clave, aunque a pocos meses de las elecciones germanas hay pocas esperanzas.
Los suyos insisten en que Rajoy está en estas grandes batallas.
 En política nacional, sigue dispuesto a aguantar con la vista puesta en la reelección en 2015.
 Él, dicen, es hombre de despacho y trabaja aunque no se vea midiendo los tiempos para mejorar el clima económico y político y suavizar el otro gran asunto que le inquieta: Cataluña.
 También preocupa a los barones. Rajoy ha aceptado, para tratar de frenar la presión independentista, el déficit a la carta que reclamaba Artur Mas.
 Algunos presidentes del PP están indignados. El extremeño José Antonio Monago ha dejado claro su malestar.
En esa olla a presión que es el PP —y lo será más en cuanto se acerquen las autonómicas—, el ingrediente catalán siempre provoca incendios.
 Rajoy mantiene la calma, pero los suyos insisten: si no hay cambios pronto, una vía de escape, la presión escapará por algún resquicio inesperado.
Rajpy cuando se ve que es muy poco, habla con la mirada perdida y haciéndose el tonto, me recuerda esas mujeres que ven la Virgen en el Escorial y hablan diciendo que ve los que estando allí no ven nada. O es el misterio de Las Caras de Belmez.
El no dice nada, hablan por su boca fuerzas superiores, y siempre dice, "Quiero que hagan un Banco Aqui en la sede de Génova porque cada dia se aparecen más caras-duras que me lo piden"""" Ey Jubilao......

Francia, al rescate de las librerías independientes Por: Virginia Collera01/04/2013 Librairie-mollat La librería Mollat, en Burdeos.

Francia, al rescate de las librerías independientes

Por: Virginia Collera01/04/2013
Librairie-mollat
La librería Mollat, en Burdeos.
Proteger al eslabón más débil de la cadena editorial ante la amenaza del libro electrónico y de gigantes como Amazon o Apple. Ese es el objetivo del Ministerio de Cultura francés, que la pasada semana anunció un plan para insuflar vida (y euros) a las maltrechas librerías independientes. Bien distinto es el objetivo de Amazon: controlar el mercado editorial mundial. Y para conseguirlo ha dado otro paso más: acaba de comprar de la plataforma de recomendación de libros Goodreads. Empezamos.
FRANCIA
La pasada semana la ministra de cultura Aurélie Filipetti anunció un plan para proteger las librerías independientes. "Hace falta mantener el equilibrio entre los actores de la cadena del libro.
 Si esa red se desintegra, la economía de la edición en su totalidad estará en peligro", aseguró en la clausura del Salon du Livre de París.
 Y para evitar ese desastre el gobierno galo destinará 5 millones de euros para la creación de un fondo de apoyo a las librerías con problemas de tesorería y aumentará de 4 a 7 millones las subvenciones al gremio de librerías que gestiona la asociación ADELC
Se toman estas medidas, apuntó Filipetti, para evitar que Francia "corra la misma suerte que Estados Unidos" donde proliferan el cierre de librerías y cada vez hay más obstáculos para la creación y la edición. Los libreros franceses han aplaudido la medida, pero al estadounidense Bill McCoy, presidente del International Digital Publishing Forum (que también pasó por el Salon du Livre), esta le parece una misión imposible. "En diez años, entre el 70 y el 90 por ciento de las librerías habrán desaparecido en Estados Unidos. [...] Me dicen que la situación allí es distinta, que en Francia es especial, que no pasará lo mismo...". Pero él está convencido de que no será así y considera que los poderes públicos y los editores no deben malgastar sus energías en preservar el caduco modelo tradicional, sino en construir uno nuevo. (vía Le Figaro y The Bookseller)
ESPAÑA
 Mañana llegan a las librerías las 1.000 páginas que contienen la poesía completa de Anne Sexton, editadas en un solo volumen por Linteo Poesía.
INDIA
La tradición oral ha sido una parte fundamental de la cultura india durante generaciones -cada región tenía un estilo narrativo diferente-, pero ahora esas historias que servían para narrar experiencias propias o para enseñar a los niños, se están perdiendo. "Los niños que viven en zonas rurales ven dibujos animados procedentes de todos los rincones del mundo. Así que, en lugar de aprender sobre su identidad cultural, viven en un mundo utópico de historias de mundos lejanos". (vía BBC)
ESTADOS UNIDOS
Amazon ha comprado la red social Goodreads, la plataforma de recomendación de libros más popular de Estados Unidos con 16 millones de miembros y 37 millones de usuarios únicos mensuales.
 Esta es la segunda web de recomendaciones que compra la compañía de Seattle: en 2008 se hizo con Shelfari. Tras anunciarse el acuerdo, en Twitter, cómo no, se acumularon las reacciones a favor y en contra de la compra de una red social que, hasta ahora, presumía de independencia.
Los editores de Knopf son conscientes de que la publicación de The Selected Letters of Willa Cather supone una "flagrante" violación de los deseos de la escritora, que no solo trató de destruir toda su correspondencia en vida, sino que en su testamento prohibió la publicación de sus cartas pues quería ser juzgada únicamente por sus obras.
 Pero ahora, casi siete décadas después del fallecimiento de la autora de Mi Antonia o Mi enemigo mortal, su correspondencia será uno de los "acontecimientos literarios" del año en Estados Unidos: desde 2011, año de la muerte de Charles Cather, sobrino y albacea de la escritora, los derechos de sus obras son propiedad del Willa Cather Trust, que decidió permitir la publicación de 566 cartas, en torno al 20% del total. Según justifican los especialistas Andrew Jewell y Janis Stout en el prólogo del libro, "estas vibrantes y reveladoras cartas no dañarán la reputación" de Cather, quien, según Stout, "pertenece a todo el mundo". (vía The Guardian)
MÉXICO
Prolongar la tradición del Festival Internacional Cervantino y aumentar la calidad artística de los participantes son los objetivos de Jorge Volpi, flamante director del veterano festival.
 "En un país como México, un festival artístico no puede mantenerse al margen de sus problemas y contradicciones, así que espero que el FIC se convierta también en un foro que incite a la reflexión y a la crítica, y que el arte sea una herramienta para comprender mejor nuestra realidad". (vía El Informador)

Del Blog Papeles Perdidos.

5 may 2013

El precio social de la ropa

La tragedia de la fábrica textil de Bangladesh reabre el debate de la responsabilidad de las marcas

El país es tan atractivo porque tiene el sueldo mínimo más bajo del mundo: 29 euros al mes.

Un trabajador de una de las fábricas de telas de Bangladesh. / Z. Aldama

El papa Francisco verbalizó en su homilía del Primero de Mayo lo que, seguro, muchos habían pensado. “Me impresionó un titular del día de la tragedia de Bangladesh: ‘Vivir con 38 euros al mes’
. Esto es lo que pagaban a los que murieron...
 ¡Eso se llama trabajo esclavo!”.
 Tras el primer impacto, todas las miradas se han vuelto, una vez más, hacia las grandes marcas que venden estilosos pantalones vaqueros por 19,95 euros, biquinis a la última por 14,90 o vestidos de cóctel por 39,99.
 Compañías con enormes beneficios que corrieron a Bangladesh cuando los costes laborales en China empezaron a subir.
Porque el negocio de la confección se traslada a toda velocidad.
 Bastan unos trabajadores, sus máquinas de coser y un techo.
 Bangladesh, tan atractivo con el peor sueldo mínimo del mundo (29 míseros euros al mes, varias veces menos de lo que una ONG calculó como necesario para llevar allí una vida decente), se ha convertido en problemático porque el derrumbe de la semana pasada —con más de 500 muertos y 2.500 heridos, incluidos muchísimos mutilados— llega tras otra tragedia en noviembre en Dacca y reabre el debate sobre las condiciones en las que las empresas fabrican la ropa que vestimos.
A Eva Kreisler, coordinadora en España de la red internacional Ropa Limpia, le inquieta especialmente que el edificio Rana Plaza, que colapsó un día después del descubrimiento de grietas, hubiera pasado dos auditorías de empresas occidentales.
No es la primera vez. “Eso demuestra que el sistema no funciona, que las auditorías y los códigos de conducta son insuficientes”. La responsabilidad social corporativa (RSC) tiene hace años un lugar destacado en todas las grandes marcas. Y en sus informes anuales.
El edificio siniestrado pasó dos auditorias de empresas occidentales
“Lo esencial es ser coherente.
 No pedir milagros. La clave es que la relación con el proveedor se consolide en el tiempo”, asegura Macarena Gross, coordinadora de RSC de Hoss Intropia
. Ropa Limpia insiste en esa idea: “Las empresas deben abordar la conflictiva lógica de buscar precios más baratos y al mismo tiempo pretender el cumplimiento de unos mínimos laborales”.
Fuentes de los grandes españoles de la confección, Inditex (que fabricó 835 millones de prendas en 2011) y Mango (105 millones), sostienen que solo trabajan con plazos y volúmenes razonables y que está tajantemente prohibido que sus proveedores subcontraten sin permiso.
 Pero también es cierto que los fabricantes, agobiados por los plazos, subcontratan con tal de cumplir con el pedido, como ha quedado al descubierto en varias tragedias.
Walt Disney, la empresa que más vende vía licencias en el mundo, ha anunciado que abandona Bangladesh. Otras sopesan seguirle, pero las ONG quieren que se queden, den trabajos y salarios dignos y ejerzan presión —ellos que sí tienen el poder— para que mejoren las leyes y se apliquen. La corrupción es cotidiana en Bangladesh, y sus autoridades están ávidas por atraer extranjeros al sector textil, que ha convertido a mucho político en empresario
. Es el caso de Sohel Rana, el dueño del edificio, ya detenido.
Es un negocio de 15.000 millones que da trabajo a tres millones de personas
Es un negocio de 15.000 millones de euros al año que da trabajo (precario o incluso esclavo, pero trabajo) a tres millones de personas, supone el 70% de las exportaciones y el 17% del PIB. “Las compañías que se abastecen aquí y conocen las condiciones tienen que hacer mucho más para asegurarse de que las fábricas de las que se surten cumplen las normas, están bien construidas, correctamente inspeccionadas, tienen salidas de incendios y tratan a sus trabajadores correctamente”, declaró a la BBC Peter McAllister, director de Ethical Trading Initiative, una alianza de empresas, sindicatos y ONG que busca reducir el impacto social y medioambiental de la industria de bienes de consumo.
Fuentes de Inditex, Mango y El Corte Inglés presumen de transparencia, destacan su trabajo de auditoría social, los cursos de formación para trabajadores y otras iniciativas enmarcadas en la responsabilidad corporativa
. Aseguran que solo empiezan a trabajar con un proveedor tras una inspección independiente. La suelen hacer empresas externas con personal local. Cuando el taller en cuestión ya cose para ellos, llega la auditoría. Se revisa que no haya trabajo infantil o forzado —por ahí sí que no pasan, recalcan—, los salarios, las horas extras (cuántas y a cuánto se pagan), la salubridad, las salidas de emergencia y, esencial, el derecho a sindicarse y a la negociación colectiva
. Aunque sería útil para hacer frente a los poderosos capataces, a menudo es papel mojado. Solo el 1% de los bangladesíes están organizados, según la activista Kreisler.
 Una fuente del sector menciona que las peleas entre los departamentos de responsabilidad social corporativa y de compras son a menudo feroces. Gross precisa que “la auditoría es una guía, una foto de la situación”.
El Corte Inglés, que admitió que tenía “relación comercial con una de las cuatro fábricas” del edificio derrumbado —como la irlandesa Primark y la canadiense Loblaw— y ha anunciado ayudas de emergencia aún sin detallar, hizo en 2011 el 13% de sus auditorías en Bangladesh, según su memoria de 2011. El taller en cuestión pasó una inspección de Business Social Compliance Initiative (BSCI), otra alianza enmarcada en la responsabilidad corporativa. Una de las medidas que compañías, sindicatos y ONG contemplan para evitar futuros desastres es incorporar inspecciones de las infraestructuras en sus auditorías, según acordaron esta semana en Alemania. Las empresas del sector han recalcado desde que las ocho plantas del Rana Plaza se colapsaron que carecen de la capacidad técnica para evaluar el estado de los edificios. Human Rights Watch recuerda que solo hay 18 inspectores para ocuparse de los 100.000 talleres de la capital. Tras la anterior tragedia —cien muertos—, las ONG promovieron un pacto de seguridad que solo firmaron dos empresas.
Mango, que vinculó las etiquetas halladas entre los escombros con “unas muestras” para la empresa que “aún no se habían iniciado”, fabricó en Bangladesh el 4% de los 105 millones de prendas hechas en 2011 mediante 250 proveedores. Su memoria de 2011 destaca que trabaja con una firma de auditores recomendada por la ONG Setem, impulsora en España de la red Ropa Limpia.
Walt Disney ha anunciado que abandona Bangladesh. Le siguen otras empresas
Fuentes de Inditex explican que el año pasado salió de Bangladesh el 6% de sus prendas y que hicieron en ese país 250 auditorías, de las 3.500 totales.
 Añaden las fuentes que ante los incumplimientos, salvo los gravísimos, se aplican planes correctivos a los proveedores con un plazo tras el que se repite la auditoría. La memoria de 2011 (la última publicada) indica que tienen unos 1.400 proveedores.
 En torno a un 70% de ellos trabajan para ellos (nunca en exclusiva) hace más de tres años. El 91% de los proveedores examinados sacaron en 2012 una nota de A o B, las mejores en una escala que incluye también C y D, indican desde la sede de la compañía.
La memoria de 2011 recoge “los últimos pagos al fondo de pensiones para los damnificados en el colapso de la fábrica Spectrum Garments [ocurrió en 2005 en una subcontrata no autorizada]”.
 Ropa Limpia quiere que el sistema de indemnizaciones de aquel caso sea ahora el modelo.
Kreisler, la representante de esta red de 300 organizaciones, entre ONG y sindicatos, sostiene que tras dos décadas de trabajo en la denominada responsabilidad social “en muy términos generales, sin entrar en empresas y países concretos, las condiciones laborales no han mejorado en absoluto”. Lo que sí ha cambiado, explica, “es que ya no se escaquean [en caso de tragedia]”. Asumen cierta responsabilidad.
Ropa Limpia hizo hace unos años un durísimo informe, titulado Buscando un apaño, que criticaba las auditorías anunciadas —ahora las hay por sorpresa— o que los capataces instruían a los trabajadores sobre qué responder —incluye el comentario de un jefe en Rumanía que exclama: “¿Quién ha dicho eso? ¡Lo despido!”—. Un trabajador de una fábrica que producía para WalMart y Sears en Kenia describía así las visitas de inspección: “Las auditorías [sociales] tienen más que ver con asegurarse pedidos que con la mejora del bienestar de los trabajadores, por eso los gerentes hacen solo cambios cosméticos para impresionar a los auditores y no mejoran nuestras condiciones”. El informe aseguraba que las marcas más conocidas están desarrollando sistemas auditores más exhaustivos y participativos.
El sindicato IndustriALL, que representa a 50 millones de trabajadores en todo el mundo, recuerda que en una camiseta fabricada en Bangladesh que se vende a 20 euros los costes laborales suponen 1,5 céntimos. Otro dato que impresionaría a Jorge Mario Bergoglio.