La obra sobre el sitio de Barcelona en 1714, de Albert Sánchez Piñol, encabeza las ventas
Albert Espinosa y Pilar Rahola, los autores 'médiaticos' con más éxito.
Victus, de Albert Sánchez Piñol,
encabeza la lista de libros de ficción más vendidos tanto en catalán
(ha publicado recientemente) como en castellano. Sánchez Piñol, que leyó ayer el pregón de Sant Jordi,
no firmó libros porque no le gusta la parafernalia de Sant Jordi, en la
que autores de gran prestigio casi desparecen arrollados por los más
mediáticos.
Precisamente, los libros mediáticos que más han vendido en catalán son por este orden: Brúixoles que busquen somriures perduts, de Albert Espinosa; El carrer de l’embut, de Pilar Rahola, y No t’aturis mai, de Isidre Esteve.
El Gremio de Libreros de Cataluña ha facilitado los datos obtenidos hasta las cuatro de la tarde, aunque no ha precisado cuántos libros se han vendido de cada autor. Considera muy positiva la masiva asistencia y sobre la facturación, que no se tendrá hasta mañana, opina que depende de “como vaya la última parte de la jornada”. “La tendencia de ventas es igual o ligeramente inferior a la del año pasado”, ha dicho el presidente de los libreros, Antoni Daura.
Tras Sánchez Piñol, las novelas más vendidas en catalán son: L’Estiu que comença, de Sílvia Soler; Plans de futur, de Màrius Serra, La marinada sempre arriba, de Lluís Foix y, en quinto lugar, La reina descalça, de Ildefonso Falcones.
Falcones es el autor que más vende en castellano, tras Sánchez Piñol, con La reina descalza, seguido por El maestro del Prado, de Javier Sierra; El cátaro imperfecto, de Víctor Amela: y El caballero de la armadura oxidada, de Robert Fisher.
En no ficción catalana, los libros más vendidos, según el Gremio de Libreros: S’ha acabat el bróquil, de Jaume Barberà; Estimat Miquel, de Lluís Llach; Desmuntant la caverna, de Jofre Llombart; No sé on és limit, però sé on no és, de Josef Ajram; y Una vida articulada, de Josep Maria Espinàs.
En castellano: La enzima prodigiosa, de Hiromi Shinya; Nadie es más que nadie, de Miguel Ángel Revilla; España se escribe con E de Endeudamiento, de José María Gay de Liébana; No sé dónde está el límite, pero sé dónde no está, de Josef Ajram; y Finanzas para directivos, de Eduardo Martínez.
Precisamente, los libros mediáticos que más han vendido en catalán son por este orden: Brúixoles que busquen somriures perduts, de Albert Espinosa; El carrer de l’embut, de Pilar Rahola, y No t’aturis mai, de Isidre Esteve.
El Gremio de Libreros de Cataluña ha facilitado los datos obtenidos hasta las cuatro de la tarde, aunque no ha precisado cuántos libros se han vendido de cada autor. Considera muy positiva la masiva asistencia y sobre la facturación, que no se tendrá hasta mañana, opina que depende de “como vaya la última parte de la jornada”. “La tendencia de ventas es igual o ligeramente inferior a la del año pasado”, ha dicho el presidente de los libreros, Antoni Daura.
Tras Sánchez Piñol, las novelas más vendidas en catalán son: L’Estiu que comença, de Sílvia Soler; Plans de futur, de Màrius Serra, La marinada sempre arriba, de Lluís Foix y, en quinto lugar, La reina descalça, de Ildefonso Falcones.
Falcones es el autor que más vende en castellano, tras Sánchez Piñol, con La reina descalza, seguido por El maestro del Prado, de Javier Sierra; El cátaro imperfecto, de Víctor Amela: y El caballero de la armadura oxidada, de Robert Fisher.
En no ficción catalana, los libros más vendidos, según el Gremio de Libreros: S’ha acabat el bróquil, de Jaume Barberà; Estimat Miquel, de Lluís Llach; Desmuntant la caverna, de Jofre Llombart; No sé on és limit, però sé on no és, de Josef Ajram; y Una vida articulada, de Josep Maria Espinàs.
En castellano: La enzima prodigiosa, de Hiromi Shinya; Nadie es más que nadie, de Miguel Ángel Revilla; España se escribe con E de Endeudamiento, de José María Gay de Liébana; No sé dónde está el límite, pero sé dónde no está, de Josef Ajram; y Finanzas para directivos, de Eduardo Martínez.