El Gobierno espera para este año una contracción de la economía de
entre el 1,0 y el 1,5%, según ha declarado el ministro de Economía, Luis
de Guindos, en una entrevista publicada este lunes por el Wall Street Journal. Para 2014, el Gobierno, tal y como reconoció el propio responsable de Economía este fin de semana en la reunión del G-20,
espera un "ligero" crecimiento de la economía pese a los ajustes
. Las cifras que admite el Ministerio para este año están, en el rango superior del intervalo, en línea con las del FMI, actualizadas hace apenas unos días y que vaticinan una caída del 1,6% en 2013 y un repunte del 0,7% para 2014, o la Comisión Europea.
Probablemente, el Gobierno español presentará este viernes el plan de estabilidad con sus previsiones revisadas para los próximos tres años junto a su nuevo plan de reformas. Las cifras de PIB, tal y como ha reconocido el ministro, serán mucho peores que las vigentes, que en cualquier caso estaban desfasadas desde hace tiempo al augurar una contracción del 0,5% en 2013 y un alza del 1,2% en 2014.
Sin embargo, el Ejecutivo estaba pendiente de que Bruselas accediese a flexibilizar los objetivos de déficit para actualizar su cuadro macroeconómico.
El motivo es que era imposible defender con los actuales presupuestos que el país iba a alcanzar el déficit del 4,5% —desde el 10,6% de 2012 con ayudas a la banca o del 7% sin ellas— con una caída superior al 0,5% del PIB.
El Gobierno admitía hasta ahora de forma no oficial que la economía caería en torno al 1% en 2013, lo que es una contracción menos intensa que la que ha reconocido Guindos al WSJ en Washington. En cuanto al déficit, España espera que la Comisión acceda a dar un margen de hasta el 6% del PIB.
Además, presumiblemente, contará con dos años más, hasta 2016, para reducir el desfase presupuestario hasta el 3% que exige Bruselas.
Precisamente, Guindos ha avanzado que el nuevo plan de reformas pondrá más el acento en el crecimiento económico frente a la mera reducción del déficit.
Así, ha descartado nuevas medidas "significativas" de austeridad, y ha recordado que las políticas para contener el gasto en pensiones y la subida del IVA se sentirán cada vez más en los próximos años, mientras que la vuelta al crecimiento económico ayudará a incrementar la recaudación fiscal.
"Lo que vamos a tener que hacer ahora es lograr un equilibrio entre reducción del déficit y el crecimiento económico", ha asegurado el ministro, para quien el mejor comportamiento de las cuentas públicas ha mejorado la confianza en la sostenibilidad de España.
Por ello, a su juicio "el principal temor de los inversores internacionales respecto a España en este momento es el crecimiento económico".
. Las cifras que admite el Ministerio para este año están, en el rango superior del intervalo, en línea con las del FMI, actualizadas hace apenas unos días y que vaticinan una caída del 1,6% en 2013 y un repunte del 0,7% para 2014, o la Comisión Europea.
Probablemente, el Gobierno español presentará este viernes el plan de estabilidad con sus previsiones revisadas para los próximos tres años junto a su nuevo plan de reformas. Las cifras de PIB, tal y como ha reconocido el ministro, serán mucho peores que las vigentes, que en cualquier caso estaban desfasadas desde hace tiempo al augurar una contracción del 0,5% en 2013 y un alza del 1,2% en 2014.
Sin embargo, el Ejecutivo estaba pendiente de que Bruselas accediese a flexibilizar los objetivos de déficit para actualizar su cuadro macroeconómico.
El motivo es que era imposible defender con los actuales presupuestos que el país iba a alcanzar el déficit del 4,5% —desde el 10,6% de 2012 con ayudas a la banca o del 7% sin ellas— con una caída superior al 0,5% del PIB.
El Gobierno admitía hasta ahora de forma no oficial que la economía caería en torno al 1% en 2013, lo que es una contracción menos intensa que la que ha reconocido Guindos al WSJ en Washington. En cuanto al déficit, España espera que la Comisión acceda a dar un margen de hasta el 6% del PIB.
Además, presumiblemente, contará con dos años más, hasta 2016, para reducir el desfase presupuestario hasta el 3% que exige Bruselas.
Precisamente, Guindos ha avanzado que el nuevo plan de reformas pondrá más el acento en el crecimiento económico frente a la mera reducción del déficit.
Así, ha descartado nuevas medidas "significativas" de austeridad, y ha recordado que las políticas para contener el gasto en pensiones y la subida del IVA se sentirán cada vez más en los próximos años, mientras que la vuelta al crecimiento económico ayudará a incrementar la recaudación fiscal.
"Lo que vamos a tener que hacer ahora es lograr un equilibrio entre reducción del déficit y el crecimiento económico", ha asegurado el ministro, para quien el mejor comportamiento de las cuentas públicas ha mejorado la confianza en la sostenibilidad de España.
Por ello, a su juicio "el principal temor de los inversores internacionales respecto a España en este momento es el crecimiento económico".