Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 abr 2013

Isabel Pantoja, condenada por blanqueo a 24 meses de prisión.....Pecatta minuta, La Justicia no es solo ciega sino sorda y muda...

Siete años por 'lavado' y cohecho para Muñoz, que va directamente al centro penitenciario

39 meses y un día para Zaldívar y su hermano, como reclamaba el fiscal

La cantante no irá a la cárcel, salvo que el tribunal decida lo contrario debería ir porque sino demuestra que se puede robar, aceptar regalos a cambio de algo y eso no es Ético para nadie, aunque parece que cuanto más robas menos cumples y anteriormente pagabas con 5 años, 5 que te reunieras para tratar precisamente de la injusticia entre pobres y ricos.

Isabel Pantoja  ha sido condenada  a 24 meses de prisión por el caso de blanqueo de capitales en el que también están acusados el exalcalde de Marbella Julián Muñóz, Maite Zaldívar y otras cuatro personas
. La cantante no tiene que ir a prisión, salvo que lo decida el tribunal de forma excepcional, pero tendrá que pagar una multa de 1.147.000 euros
. Julián Muñoz ha sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión por lavar dinero, más una multa de 3.893.854,9 euros, así como a dos años y medio más por cohecho. Maite Zaldívar y su hermano tienen una pena de tres años, tres meses y un día por blanqueo continuado. Sus sanciones ascienden a 2.487.088 euros.
La cantante, según la sentencia, tiene una pena que no supera los dos años, ha hecho frente durante el proceso a la responsabilidad civil y carece de antecedentes, elementos determinantes para que un juez pueda decidir que no ingrese en prisión.
 No obstante, aunque sería muy raro, se podría ordenar su encarcelamiento si el juez lo estimara oportuno.
Alguna vez se ha registrado esta decisión, como fue en el caso Pallerols, donde el juez ordenó la prisión de los condenados a solo un año y medio por el principio de "prevención general" de la corrupción.
En el caso de Isabel Pantoja, el tribunal solo ha considerado un delito de blanqueo de capitales, por lo que le pone la condena de dos años, el límite para ingresar en la cárcel.
 El fiscal había solicitado para ella y para Maite Zaldívar una pena de tres años y seis meses al estimar el delito continuado. En cambio, a Zaldívar sí se la ha impuesto la pena reclamada por el ministerio público al admitir el tribunal su tesis. La exesposa de Julián Muñoz ha roto a llorar tras oír el fallo.
 La misma condena ha sido impuesta a su hermano Jesús.
El tribunal ha decidido el inmediato ingreso en prisión de Julián Muñoz, condenado a siete años de prisión por los delitos de blanqueo continuado y cohecho.
 El argumento es que Muñoz ya tiene pendiente otra sentencia de siete años y medio por el caso Minutas, que está recurrido en el Tribunal Supremo.
 Pasado mañana, el ex alcalde se sentará en el banquillo de la Audiencia Nacional para ser juzgado por el caso Saqueo II, desvío de dinero del Ayuntamiento de Marbella, en el que se le piden 13 años de cárcel.
 La sentencia recoge los 112 procedimientos contra Julián Muñoz y las ya 55 sentencias condenatorias.
En el caso de Zaldívar, condenada por blanqueo continuado de capital, la fiscal no ha modificado las medidas cautelares, por lo que únicamente tendrá que comparecer periódicamente en dependencias judiciales.
Todas las defensas han anunciado que recurrirán en los próximos días el fallo, con el que los abogados de los condenados han mostrado ya su desacuerdo.
Isabel Pantoja ha llegado a las nueve menos veinte de la mañana a la sede de la Audiencia de Málaga, poco antes que Maite Zaldívar.
 No ha querido hacer declaraciones y ha recibido el apoyo de algunos curiosos.
Durante el juicio, celebrado en 27 sesiones entre el 29 de junio de 2012 y el 29 de enero pasado, la fiscal sostuvo en todo momento que tanto Isabel Pantoja como Maite Zaldívar conocían perfectamente la procedencia ilegítima del dinero ganado por Julián Muñoz y que ambas se beneficiaron de ello.
Isabel Pantoja se negó a declarar a la fiscal y solamente contestó a las preguntas de su letrado, José Ángel Galán, quien al inicio de la vista reivindicó que su defendida no fuera inculpada y fuera tratada “por analogía” igual que la infanta Cristina, a la que la Audiencia de Palma de Mallorca se negó a que se le tomara declaración pese a que ostentaba cargos en las sociedades en las que operó su marido, Iñaki Urdangarín.
Pantoja, a la que el juez tuvo que llamar la atención en alguna ocasión durante el juicio por usar el teléfono móvil para enviar y recibir mensajes, negó haber recibido un solo euro de Julián Muñoz
. El exalcalde se presentó además como poco menos que un mantenido de la cantante, que dijo le tenía que dar hasta para café, durante el tiempo que ambos convivieron en Marbella y en la finca La Cantora, en Medina Sidonia (Cádiz) desde que Muñoz fue derrocado por una moción de censura en agosto de 2003, hasta que fue detenido acusado de corrupción en la segunda fase de la operación Malaya en junio de 2006. La defensa de Pantoja resaltó la enorme capacidad de ganar dinero de la cantante, que facturó 18 millones de euros en los 10 años transcurridos entre 1999 y 2009.
Los informes de los peritos de Hacienda que testificaron en la vista señalaron sin embargo que no había justificación para los enormes movimientos de dinero en efectivo que Pantoja realizó durante su relación con Julián Muñoz.
Maite Zaldívar, en contra de lo que llegó a afirmar en su día en los platós de televisión sobre las bolsas de dinero que su exmarido llevaba a casa, sostuvo en el banquillo de los acusados en cambio que no fue así y que siempre creyó que el dinero que ganaba su marido era legal y ganado honradamente, y no procedente de sobornos y dádivas de empresarios para conseguir resoluciones favorables del Ayuntamiento. Justificó decir lo que dijo ante los focos porque entonces era una mujer despechada por la relación de su exmarido con Isabel Pantoja, la causa de que se divorciaran.
 Julián Muñoz testificó que en sus primeros ocho años como concejal en el Ayuntamiento de Marbella ganó muchísimo dinero, y que a su sueldo se unían entregas en sobres que le hacían el ex gerente de Urbanismo y principal responsable de la trama de corrupción en Marbella, Juan Antonio Roca, y, ocasionalmente, el propio alcalde Jesús Gil.
Pues que ejemplo que Isabel, siendo una mantenida de Julian Muñoz se vaya de "Rositas" claro que tb el Diablo se viste de Prada"

15 abr 2013

Mi nombre es Secretan… James Secretan

Un borrador de Ian Fleming revela que el escritor bautizó inicialmente a su personaje Bond con el apellido de Secretan en honor del filósofo suizo Charles Secrétan.

 

Sean Connery, como James Bond (1968).

“Mi nombre es Secretan… James Secretan”.
 Por mucho que hoy nos chirríe esta carta de presentación, el espía más famoso de todos los tiempos no respondía en su génesis literaria al apellido Bond sino a otro bien distinto que su creador, Ian Fleming, tomó prestado de un filósofo del siglo XIX
. El escritor británico cambió finalmente de opinión antes de entregar el manuscrito definitivo de Casino Royale (1953), libro inaugural de la saga, tal como revelan sus correcciones de puño y letra sobre un borrador que acaba de salir a la luz.
En puridad, el agente 007 se llamó Bond desde un primer momento, pero Fleming le buscó un sobrenombre para ocultar su verdadera identidad ante los oscuros personajes con los que suele lidiar en sus aventuras. Así, la versión preliminar de Casino Royale contiene una escena en la que el espía se presenta a un colega de la CIA bajo la cobertura y seudónimo de James Secretan.
La sobrina del autor y responsable de la difusión del borrador, Kate Grimond, conjetura que su tío llegó a la conclusión de que esa duplicidad (Bond para sus jefes de los servicios de inteligencia MI6, y Secretan como alias en el trabajo de campo) podía generar confusión entre los lectores.
 Acabó descartando esa opción con una tachadura bien visible en el original y que quizá también cambió el curso de una de las franquicias más exitosas de las últimas décadas: resulta muy difícil imaginar al protagonista de los catorce libros de Fleming y de hasta la fecha veintitrés películas con otro apelativo que no sea el de James Bond.
Ian Fleming (1908-1964) utilizaba con frecuencia los nombres de la gente conocida, o bien una amalgama de los mismos, para bautizar a sus personajes de ficción.
 En el caso de su principal criatura literaria recurrió al apellido del filósofo suizo Charles Secrétan -cuya obra había estudiado en Eaton y en universidades de Alemania y Suiza-, aunque despojándolo del acento en su adaptación a la lengua inglesa.
 Esa elección inicial no prosperó, como tampoco lo hizo la de Miss Pettavel o Petty (nombre inspirado en la asistente personal del entonces máximo responsable del MI6, Kathleen Pettigrew) para denominar a la entrañable secretaria del jefe de Bond.
 La sobrina del escritor, que hizo estas revelaciones en una entrevista concedida al Sunday Times, no ha podido procurar pistas sobre la decisión final de Fleming de llamarla Moneypenny.
Sólo 70 años después de la salida al mercado de Casino Royale, los millones de seguidores de la serie de 007 acaban de enterarse de que su héroe pudo no llegar a pronunciar nunca la famosísima tarjeta de visita “Mi nombre es Bond…James Bond”
 a lo largo de una singladura que parece no tener fin.
 Junto a la serie fílmica que en los últimos tiempos ha buscado inspiración más allá de los libros de Ian Fleming, la vertiente literaria sigue alimentada por autores de prestigio que han venido accediendo a prolongar la vida de James Bond.
 Después de Sebastian Faulks ha tomado el testigo William Boyd, quien acaba de desvelar el título de la última entrega de 007, Solo, en ese esfuerzo de los herederos por exprimir al máximo el legado de Fleming.

El gran hermano del arte

Google Art Project permite a 15 millones de usuarios 'visitar' los grandes museos del mundo.

Hasta los dioses tienen granos.
 Aunque, claro, el maquillaje sobrenatural que deben de manejar en los cielos los esconde a la vista de los mortales.
 Lo que las divinidades no pudieron calcular sin embargo es que algún día los hombres inventarían imágenes de 7.000 millones de píxeles de resolución, suficientes como para acercarse a la barbilla de la Venus cuyo nacimiento Botticelli pintó en 1486 y que se expone en la florentina galería de los Uffizi, y descubrir el dichoso punto rojo.
 Para verlo, no hace falta más que conectarse a Internet y acceder a Google Art Project.
 Con este nombre el buscador bautizó en 2011 un proyecto para visitar online algunas de las principales obras maestras del planeta y los museos donde se exponen, además de permitir al usuario crear galerías con sus cuadros favoritos.
 Tras el lanzamiento con 17 centros pioneros, entre ellos el Rijksmuseum (Ámsterdam), el MoMA (Nueva York) y los madrileños Reina Sofía y Thyssen Bornemisza, la colección de Google ha ido ampliándose hasta unas 40.000 obras de arte, más de 200 instituciones y 15 millones de usuarios, en 2012, en todo el planeta.
La colección de Google ha ido ampliándose hasta 40.000 obras de arte, 200 instituciones y 15 millones de usuarios
De hecho, la difusión mundial es el sueño del director de Google Art Project, Amit Sood. Originario de India, concibió la idea precisamente gracias a su país: “En Bombay no te despiertas un domingo y vas a la National Gallery. Los europeos y los estadounidenses dais por hechos vuestros museos, habéis nacido con ellos.
 Si conseguimos ofrecer el mejor acceso en la Red al arte, habremos cumplido con nuestro objetivo”.
De momento incorporan nuevas obras “cada semana” y ven cómo crece el número de visitas y de galerías creadas por los usuarios —360.000 hasta la fecha—.
 Aunque tener a un van gogh o un rembrandt en el ordenador no parece evitar que la gente acuda a las exposiciones.
 Porque, por ejemplo, justo en 2011 el Reina Sofía y el Thyssen batieron sus récords de visitas. Para Sood, ambos fenómenos van de la mano: “Son complementarios. La visualización online crea el deseo. Puede servir para recordar la experiencia o para prepararla”.
 Jamás, sin embargo, para suplantarla. “La sensación de estar delante de una obra de arte no podrá ser reproducida nunca, por mucho que avance la tecnología. Cuando lancé el proyecto creía que sí, pero a medida que visitaba los museos me di cuenta de que es otra historia”, relata Sood.
Más allá de las diferencias físicas, la visita conectada y la real guardan otra distinción que, para el director, es lo más sorprendente del proyecto: “Según varios estudios, el tiempo medio que un visitante pasa ante un cuadro es de 11 segundos. En el Art Project, en cambio, es un minuto”.
 La explicación, para Sood, se halla en la falta de otros turistas igual de deseosos de plantarse ante la obra, la posibilidad de hacer zoom, los detalles históricos y, en algunos casos, los vídeos sobre la obra que ofrece la página.
Esas son las flechas con las que Art Project busca seducir a más museos. “Somos una gota en el océano de Google, pero usamos todo su poder tecnológico”, asegura. Bastante menos, en cambio, emplean su poder económico: en los acuerdos, lo establecido es:
“Cero dinero. No pagamos nada. No hay beneficios económicos para ninguna de las dos partes, que es precisamente uno de los motivos por los que los museos aceptan.
 Una de las condiciones es que Google no puede monetizar ese contenido”, defiende Sood.
Unos términos que han seducido a algunos de los principales hogares del arte alrededor del mundo y que hacen que entre un 20% y un 30% de las nuevas incorporaciones procedan de museos y coleccionistas que se ofrecen espontáneamente: “Al principio llamábamos nosotros.
 Los centros se mostraban escépticos, no sabían qué íbamos a hacer.
 Pero ya hemos hablado con muchos museos: depende del sector querer sumarse”.
Entre tantos síes, Sood ha encajado también varios noes ilustres.
 De ahí que el Art Project no cuente con los museos Vaticanos, el Louvre (la pinacoteca más visitada del planeta, diez millones de personas al año) o el Prado.
 “Estamos trabajando en nuestros propios proyectos, la estrategia del museo va por otro lado y tenemos casi 5.000 obras en alta resolución en nuestra web”,
sostienen desde el Prado, que colaboró con Google en un programa de digitalización de 14 obras maestras en 2009, algo que se podría entender como el germen de Art Project.
“Hablamos la última vez hará unos ocho meses.
Nos encantaría que se sumaran, pero las condiciones no han cambiado.
 Hay un contrato, una manera de entrar, todos son iguales y nadie es especial”, remata Sood.
Sea como fuere, el director de Art Project mira hacia la ampliación del catálogo y de la presencia del arte moderno, ahora mismo solo un 20% “por razones de copyright”. “Queremos contar historias con el arte”, deja caer en otra de sus ideas.
 De momento, no es más que un esbozo de futuro
. A saber lo que les espera a los dioses.

 

La Amistad es...............

AMISTAD



La amistad es un don
que se recibe,
de manera ilimitada,
acaso incluso inmerecida,
que nos sobrepasa
y abre una grieta
para llevarnos
a entrever la misteriosa
y vencedora fuerza
de un sentimiento
sobre todas
las cosas y fuerzas
del universo mismo.
Ser amistad
es serlo casi todo
y lo asombroso
es que no hay parte
de esa grandiosidad
que nos pertenezca
de antemano,
porque es un tesoro
que nos viene dado,
un regalo de los otros.
Esos que nos son
y que les somos,
pares con los que sentirse
necesario, logrado
y hasta buena persona.
 
Del Blog Escrito con sentido
 
Paco gor