Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

4 abr 2013

NADIE PODRÁ

NADIE PODRÁ



Nadie podría leer
en los pozos de mi café
sin enterarse de quién eres,
nadie podrá estudiar
las rayas de mi mano
sin descubrir tú nombre.
De todo podrán dudar
salvo de los ojos que me aman,
todo lo podría disimular
salvo que te llevo muy adentro,
todo se podría discutir
salvo el amor que me encumbra.
Nada de eso puedo ocultar
porque ya todos conocen
la conjunción de nuestras caras
la unión de nuestros nombres
la memoria de nuestros pasos.
Hemos quedado al descubierto
como un lugar tranquilo y suave
donde encontrar la paz
que desprende la convivencia.
Nadie que  haya leído mis poemas
desconoce que eres la fuente
de la que bebe mi lenguaje,
nadie puede viajar a través
de lo que ahora escribo
sin que llegue sano y salvo
al puerto de tus ojos,
nadie echa un vistazo a mi alma
sin que te encuentre allí
aleteando como una mariposa,
nadie podrá desentrañar
los huellas que me explican
sin saber de tu historia
desde que estás conmigo
para convertirla en lo nuestro.
 
 
De Escrito con Sentido, Pacogor

"Esta vieja es peor que el tuerto"

El presidente de Uruguay criticó a los Kirchner sin darse cuenta de que los micrófonos lo captaban.

El presidente uruguayo, José Mujica, y su homóloga argentina, Cristina Fernández. / EFE

“Esta vieja es peor que el tuerto”, así se refirió el presidente de Uruguay, José Mujica, a su par de Argentina, Cristina Fernández, y a su antecesor y marido, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), según publicó este miércoles el periódico El Observador, de Montevideo
. La frase fue dicha por el jefe de Estado al alcalde de la localidad uruguaya de Florida, Carlos Enciso, cuando pensaban que los micrófonos para una posterior conferencia de prensa no estaban abiertos.
 La declaración de Mujica, conocido por sus definiciones espontáneas y a veces polémicas, fue transmitida en vivo por la página web de la Presidencia de Uruguay.
El presidente uruguayo y Enciso estaban dialogando sobre las relaciones con Argentina y Brasil. Mujica le había comentado que “para conseguir algo” con Argentina, antes se debía dialogar con Brasil. Después soltó la referencia a los Kirchner.
El antecesor de Mujica, Tabaré Vázquez (2005-2010), ambos del centroizquierdista Frente Amplio, había mantenido una larga disputa con Kirchner por la instalación de una planta de pasta de celulosa en la frontera de su país con Argentina. 
La radicación de esa fábrica llevó a que vecinos de la ciudad argentina de Gualeguaychú cortaran durante tres años y medio uno de los tres puentes que unen a ambos países sobre el río Uruguay.
 En su momento, Vázquez se quejaba del bloqueo permitido por Kirchner. El conflicto solo se solucionó cuando Mujica llegó al poder y selló un acuerdo con Fernández en 2010.
La relación entre Argentina y Uruguay mejoró desde entonces, pero continuaron apareciendo problemas. En concreto, los empresarios uruguayos se quejan de las barreras argentinas contra las importaciones. Mujica siempre ha procurado tranquilizarlos.
 Ha privilegiado el mantenimiento de buenos vínculos en pos de la integración regional dentro de Mercosur y teniendo en cuenta que Argentina resulta clave para el desarrollo del turismo y del sector financiero de Uruguay, un país cuya economía se mueve al compás de la de sus dos grandes vecinos.
El antecesor de Vázquez, el conservador Jorge Battle, del Partido Colorado, había soltado otra frase más polémica aún sobre Argentina en la crisis económica que en 2002 afectó a ambos países. “Los argentinos son una manga de ladrones del primero al último”, dijo Batlle en una entrevista televisiva que él pensó que había terminado.
 Al día siguiente debió viajar a Buenos Aires para pedirle perdón al entonces presidente argentino, Eduardo Duhalde.

 

El Facebook de Julio Cortázar

Rayuela1
Foto:  irëne
Esta semana he andado mucho en el Facebook.
 He leído a una amiga que pide que le recomienden libros distópicos en portugués y a otra que pregunta cuál es el método más eficiente para quitar una mancha de grasa del pantalón. He cruzado por la selva de fotografías con frases cristianas para compartir, bromas ingeniosas, chistes absurdos y las anécdotas divertidas, tristes y dulces al mismo tiempo, de un amigo que se está despidiendo así de su hermana enferma. He desplazado lecturas y películas planeadas, y no me arrepiento.
El Facebook es un universo que se extiende y se renueva; somos muy afortunados de haber participado desde sus inicios de este momento.
Se me ocurre pensar qué hubiera pasado si este fenómeno hubiera sucedido a fines de los 50. Ahora, los sobrevivientes del Boom Literario miran con recelo e incluso menosprecio a las redes sociales, pero de haber sucedido cuando empezaban sus carreras literarias sin duda hubieran participado. Gabriel García Márquez tendría una página casi sin actividad, etiquetado en muchas fotos y textos de sus amigos, contestando con ironía alguna que otra frase. Jamás pondría "Me Gusta".
 A nada. Eso no va con él. Carlos Fuentes, por el contrario, sería un heavy user.
 Constantemente actualizaría su página con enlaces a lecturas, en francés, inglés y castellano, a noticias internacionales sobre política, cultura, economía. Colgaría largos, interminables estatus -cuando no "notas"- con posturas políticas (la literatura también ocuparía un lugar, pero menor) y crearía ábumes con fotografías donde se le vería, inevitablemente elegante y sonriente, en países remotos o sitios célebres. ¿Sería quizá un adicto al Foursquare?
 Probablemente, pero de ninguna manera al Twitter.
 Mario Vargas Llosa, por su parte, tendría un perfil parecido al de Carlos Fuentes, quizá más combativo pero menos frecuente. A diferencia de García Márquez y de Fuentes, sería muy selectivo al aceptar amistades, colgaría muy pocas fotos y antes que escribir estatus -que, sin duda, escribiría- se dedicaría a comentar en las páginas de los demás.
 Sería un argumentador feroz, culto e ingenioso, siempre con la última palabra y dispuesto a discutir incluso con los troll.
De vez en cuando, algún familiar lo saludaría y Vargas Llosa no podría evitar poner debajo una frase amable y doméstica, siempre en plural: "Ha empezado el frío y es difícil acostumbrarse, pero estamos bien. Patricia y yo los recordamos siempre". Tampoco tendría Twitter.
¿Y Julio Cortázar? Ninguno como él para aprovechar al máximo las redes sociales.
 No solo tendría una cuenta de Facebook o Twitter, sino de cualquier plataforma que apareciese, aunque solo fuera por curiosidad. Incluso, se me ocurre, tendría varias cuentas de Facebook, y aprovecharía la cuentas falsas para crear conversaciones y situaciones absurdas, cómicas o complejas en su cuenta real. ¿Quién escribe esto y contesta lo otro? Intervendría en todas las conversaciones (incluso en el consejo sobre el mejor método para sacar manchas de grasa), pondría centenares de "Me Gusta", colgaría videos de YouTube de jazz, situaciones extrañas, bromas y gatos. Compartiría memes divertidos.
 Hablaría de todo, incluso de deporte. Sus estatus políticos serían serios pero también escribiría textos divertidos, con el humor del libro de cronopios, o mostrando el lado ridículo de la seriedad como en Último round. Obviamente, lo suyo sería el juego de palabras.
 Sería adicto al Instagram
. Subiría fotos de objetos, carteles, personas, paisajes, animales, todos fotografiados con su iPhone mientras pasea y acompañados por textos breves o titulados con ingenio.
Su cuenta de Pinterest sería, simplemente, espléndida, de visita obligatoria, como un museo maravilloso donde cada foto es un hallazgo.
Sus enlaces seguirían la misma lógica del asombro ante el absurdo del mundo. "Juegos de la imaginación, dice el señor cuerdo que nunca falta entre los locos" dijo alguna vez Cortázar, arrastrando las erres. Juegos de la imaginación también los míos, sin duda. El Facebook de Cortázar.
 ¿A quién se le ocurre?
Se me ocurre a mí y no sin razón. Se cumplen este año el cincuentenario de la primera edición de Rayuela y aunque el ambiente entre los lectores es festivo, los escritores -me incluyo- somos más escépticos.
 He leído varias declaraciones contra Rayuela, algunas incluso de inusitada violencia, y reconozco que estoy dispuesto a aceptar como válida la mayoría de críticas. En especial aquellas que sostienen que Cortázar es mejor cuentista y que Rayuela es una novela desigual.
 Lo es, aunque ¿qué novela de más de 300 páginas no es desigual?
 Nada puede impedir que el mundo de Rayuela haya envejecido tan rápido, mientras envejecían o se trivializaban sus preocupaciones. La filosofía zen, el pensamientos budista o las Mandalas se han convertido ahora en tema de libros de auto ayuda.
 Los hipervínculos, del que fue casi un precursor, son ahora cosa de todos los días y por eso Rayuela, en medio de la tecnología actual, parece un mamotreto inmanejable y tan anacrónico como solo puede serlo lo que fue alguna vez modernísimo.
 Además, la afición de Cortázar por las frases ingeniosas o entrañables, aforismos o grafitis que pintados en paredes cambiarían el mundo, ahora se frivolizan en memes o tuits para etiquetar y compartir.
Sin embargo, no tengo duda de que Rayuela sobrevivirá nuestro escepticismo no solo porque es una novela que dice cosas, sino porque las dice de una manera lúdica (por encima de la pomposidad de algunas escenas o ideas) que no se ha desactualizado sino, al contrario, se ha convertido en una marca registrada en las redes sociales
. No es gratuito que el libro se titule como un juego de niños ni que, incluso en sus momentos más solemnes, aflore el lado divertido, la sonrisa que se ríe de sí mismo y celebra la travesura, el malentendido o el absurdo. Como ninguno, Cortázar consiguió captar una instantánea de su tiempo, aunque esa fortuna siempre pasa la factura.
 Aún así, lo lúdico se alza sobre cualquier hoguera prematura para decirnos que puede haber envejecido el mundo que originó Rayuela, pero jamás Rayuela.

Un informe acusa a Carmen Thyssen de usar paraísos fiscales para comprar obras

El Consorcio de Periodistas de Investigación publica el estudio, tras 15 meses de pesquisas

El organismo ha rastreado los movimientos de 120.000 empresas y 130.000 personas.

Un informe elaborado tras 15 meses de pesquisas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) ha destapado la identidad de usuarios de paraísos fiscales de todo el mundo, entre los que figura la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza. El estudio afirma que Carmen Thyssen "se sirvió de una compañía radicada en las Islas Cook para comprar obras de arte en casas de subastas como Sotheby’s y Christie’s".
Este medio se ha puesto en contacto con el Museo Thyssen, que ha rehusado hacer declaración alguna sobre este asunto ya que se trata de "un tema particular de la colección" de Carmen Thyssen, que además "hoy está fuera de Madrid", han señalado desde la pinacoteca. Algunas informaciones apuntan que la obra Molino de agua en Gennep, un óleo que Van Gogh pintó al aire libre el frío noviembre de 1884, fue comprado en una subasta de Sotheby's por Carmen Thyssen a través de Nautilus Limited, un consorcio radicado en las Islas Cook.
La web del ICIJ señala que el abogado de Carmen Thyssen Jaime Rotondo Russo ha reconocido que este tipo de prácticas facilita mover una colección "transnacional" de arte. Con ello se consigue "máxima flexibilidad" a la hora de mover los cuadros de país en país. Desde el despacho de Rotondo Russo se ha informado que este se encuentra de viaje, por lo que no ha sido posible recabar su opinión.
'Molino de agua en Gennep', de Van Gogh. / MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA
En un adelanto de la investigación del ICIJ que ha publicado hoy en su web, este organismo informa de que ha accedido a unos 2,5 millones de archivos digitales, fundamentalmente de las Islas Vírgenes Británicas, las Cook y otros "escondites" en alta mar.
 La investigación indaga en los movimientos de 120.000 empresas y fideicomisos extraterritoriales y de cerca 130.000 personas, entre ellas multimillonarios de Europa del Este e Indonesia, ejecutivos de empresas rusas, médicos estadounidenses y traficantes de armas.
Los documentos analizados muestran "cómo el secreto financiero extraterritorial se ha extendido en todo el mundo, permitiendo a los ricos y a los bien conectados evadir impuestos y ha alimentado la corrupción y los problemas económicos en los países ricos y pobres por igual", según el ICIJ.
 El tamaño de los archivos estudiados es "160 veces mayor" que la filtración de WikiLeaks en 2010 de documentos del Departamento de Estado de EE UU, según la propia organización.
Tras conocerse este escándalo, la Comisión Europea ha instado a los Gobiernos de los 27 a avanzar en sus propuestas para combatir la evasión fiscal y a pactar una definición de "paraíso fiscal" que permita crear "listas negras" para actuar contra los países que acogen a evasores.
 El portavoz de la CE Olivier Bailly no ha querido comentar en la rueda de prensa diaria de la institución la información difundida por el ICIJ, pero ha asegurado que para Bruselas no debe haber "ninguna complacencia con los individuos, empresas o terceros países que violen las leyes europeas o nacionales para organizar el fraude fiscal".
La Comisión Europea ha instado a los Gobiernos de los 27 a avanzar en sus propuestas para combatir la evasión fiscal
Bailly ha recordado que la Comisión presentó el pasado diciembre un paquete de medidas y recomendaciones para reforzar la lucha contra la evasión, como un llamamiento a los Gobiernos para que aseguraran que las convenciones fiscales con otros países no dejaban "vacíos jurídicos".
 Según los cálculos de las autoridades de Bruselas, el fraude y la evasión fiscal hacen perder a los Veintisiete un billón de euros al año.
Para analizar toda la información destapada por el ICIJ se ha contado con el trabajo de 86 periodistas de 46 países y con la colaboración de medios como los británicos The Guardian y la BBC; el francés Le Monde y el estadounidense The Washington Post.
 Los detalles de la investigación se irán publicando por entregas hasta el 15 de abril mientras continúa la revisión de muchos de esos documentos, ha avanzado este Consorcio Internacional de Periodistas.