La Fundación Juan March muestra el legado pedagógico del artista suizo.
Color, ritmo, naturaleza, construcción y movimiento. Sobre estos cinco temas, Paul Klee
(Berna, 1879-Tesino,1940) desplegó su creación artística y las
enseñanzas que durante una década impartió en la Bauhaus.
Considerado un artista mágico, un maestro al que le importaba mostrar el proceso más que el resultado, su legado pedagógico vertebra la exposición Paul Klee. Maestro de la Bauhaus que hasta el 30 de junio se puede ver en la sede madrileña de la Fundación Juan March (Castelló, 77).
Considerado un artista mágico, un maestro al que le importaba mostrar el proceso más que el resultado, su legado pedagógico vertebra la exposición Paul Klee. Maestro de la Bauhaus que hasta el 30 de junio se puede ver en la sede madrileña de la Fundación Juan March (Castelló, 77).
El llamado legado pedagógico de Klee está formado por
4.000 páginas manuscritas en las que el artista suizo resume sus diez
años de profesor en la Bauhaus.
Son reflexiones e investigaciones en
torno a la forma pictórica, las estructuras de la naturaleza, las
configuraciones plásticas, el ritmo y el color.
A modo de testimonios de
ese legado, se exponen 136 obras entre pinturas, dibujos y acuarelas
firmadas entre 1899 y 1940, prestadas por el Zentrum Paul Klee (Berna) y
museos y colecciones particulares de Suiza, Alemania, Francia, Estados
Unidos y España.
Aunque esta es la segunda exposición que la Fundación
Juan March (la novena en España) dedica a Klee, nunca antes se había
investigado a fondo en su concepción teórica sobre el arte, un concepto
que él mismo derivaba al campo de la investigación. Manuel Fontán,
director de exposiciones de la fundación, recuerda la frase con la que
Klee dada por concluidas sus clases. "Les he mostrado un camino.
Personalmente, he seguido otro".
Dejando expresamente de lado el fetichismo, la
exposición incluye retazos del mundo en el que se movió el artista.
Amante por igual de la poesía, las matemáticas y las ciencias, a Klee le
gustaba estar rodeado de sus herbarios, sus fotografías y cuadernos de
dibujo.
Javier Gomá, director de la fundación, asegura que la
exposición muestra las afinidades de Klee con Leonardo da Vinci en su
amor por la belleza, en el perfume melancólico de su obra y su idéntico
afán investigador. "Sus herbarios le sirven para dar auténticas
lecciones de anatomía.
Como Leonardo, buscaba la belleza perfecta en una
irrealidad bañada de melancolía. Es un artista de artistas".