Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

23 mar 2013

Lejos del paraíso

Bebo Valdés sufrió el sino de tantos músicos cubanos
. Tierra fabulosamente fértil en ritmos y melodías, sus artistas se ven obligados a emigrar, por conmociones políticas o, más frecuentemente, por la pura necesidad de ganarse un sustento decente, algo a veces imposible en un mercado tan áspero como el de Cuba.
Así nos encontramos con biografías guadianescas, pasmosas, como la de Bebo
. Figura esencial de la explosión de la música habanera durante los rutilantes años cuarenta y cincuenta, funcionó como pianista, compositor, arreglador y líder de bandas.
 Habitual del Tropicana, fue convocado cuando llegó Nat King Cole para grabar en español.
Como tantos otros instrumentistas de su generación, andaba fascinado por las posibilidades del jazz, desarrollando su versión de las jam sessions con las descargas.
 También intentó dar la respuesta al mambo que popularizó Pérez Prado, con su batanga.
 Pero, insisto, no se pierdan los exuberantes discos de populares artistas de aquella era dorada que llevan sus huellas digitales.
De repente, el tajo de la Revolución y la primera oleada del exilio. Bebo dejó a su numerosa familia en La Habana y se buscó la vida en México, con el espléndido Rolando Laserie.
 Hubo luego estancias en Estados Unidos y España.
 Parecía carecer de todo tipo de divismo: acompañaba a triviales cantantes de música ligera pero también a boleristas de nivel como Lucho Gatica.
 Había trabajo para alguien de sus habilidades pero pocas posibilidades para expresarse creativamente. Más aún, cuando los azares del corazón le llevaron a Estocolmo, donde ejerció de pianista de hotel, siempre sonriente y dispuesto a complacer peticiones.
Pero Bebo no se había perdido. Le podían borrar de los registros históricos del castrismo pero estaba localizado en la red global de músicos cubanos dispersos por Europa y América.
 A principios de los noventa, cuando la discográfica alemana Messidor, decidió apostar por el jazz afrocubano, a Paquito D'Rivera no le costó convencerlo que protagonizara el disco Bebo rides again (1994), preparado y elaborado en pocos días.
 Nadie lo diría escuchando la finura de los arreglos, la energía de las composiciones y el deleite con que tocaban unidos exiliados y músicos residentes en Cuba.
Tenía 76 años y se le despertó toda la música que tenía adormecida. El proyecto de Messidor no prosperó pero entonces aparecieron Fernando Trueba y Nat Chediak, entusiastas que le embarcaron en discos y documentales que demostraban sus variados recursos.
 El público se enamoraba de aquel saber estar, de los dedos esqueléticos que iluminaban las imágenes de Calle 54 (2000) y El milagro de Candeal (2004). Su trayectoria vital inspiró Chico y Rita (2010), la película de dibujos animados de Trueba y Mariscal.
Pero la realidad fue más asombrosa que cualquier guion cinematográfico: un octogenario Bebo se convirtió en estrella internacional gracias a su primorosa labor en Lagrimas negras (2002), la colaboración con el cantaor Diego El Cigala.
 En el frenesí de las giras, Bebo demostró su alta calidad humana.
 Y sí, terminó reencontrarse con el más famoso de sus hijos, también pianista gigante: Chucho Valdés. Las vidas cubanas, ya saben, son atípicas.

EL LENGUAJE DE LAS FLORES

Desde los tiempos más remotos, las flores nos hablan, y sabiendo escucharlas podemos enviar y recibir mensajes que sólo nosotros sabremos interpretar.
Las flores simbolizan la expresión anímica de la naturaleza humana. Ningún espíritu sensible puede dejar de emocionarse ante la belleza de una flor, por eso es el mejor regalo que pueda hacerse. Pero independientemente de esta verdad, la costumbre de regalar flores es muy antigua, y a lo largo de la historia los humanos han ido creando un lenguaje secreto relativo a las flores lleno de significados, mediante el cual cada especie y color lleva un mensaje específico, identificando a la flor con una palabra o expresión muy concretas. En la actualidad seguimos regalando flores, pero por el camino ha caído en desuso un verdadero diccionario que a falta de palabras, está lleno de colores y perfume.
Se cree que este lenguaje comenzó en Constantinopla en el año 1600 y se introdujo en la cultura occidental en el año 1716, cuando María Wortley Montagu, que había vivido un tiempo en Turquía con su marido, lo llevó a Inglaterra. Tuvo su momento de auténtico esplendor durante el Romanticismo, cuando las flores se utilizaban habitualmente por los amantes para comunicarse: El regalo se entregaba debidamente guardado en cajas, por lo que la señal oculta estaba a salvo de miradas indiscretas.
He aquí una relación de las flores más conocidas, y el mensaje que contiene cada una. ¿Cual le regalarías a esa persona especial que tienes en mente?
  • Acacia = Elegancia
  • Acacia amarilla = Amor secreto
  • Adelfa = Seducción
  • Albahaca = Aborrecimiento
  • Alelí amarillo = Fidelidad en la adversidad
  • Alelí rojo = Belleza duradera
  • Almendro = Indiscreción
  • Almizcle = Debilidad
  • Altramuz = Veracidad
  • Amapola roja = Consuelo
  • Amapola blanca = Sueño
  • Anémona = Abandono
  • Aro manchado = Ardor
  • Azafrán = Conocimiento del exceso
  • Azalea = Templanza
  • Azucena = Corazón inocente
  • Begonia = Cordialidad
  • Belladona = Sinceridad
  • Caléndula = Inquietud, calmare tus penas
  • Campanilla = Coquetería
  • Capuchina = Obediencia
  • Capullo blanco de rosa = Inocente en amor
  • Capullo rojo de rosa = Pureza
  • Clavel amarillo = Desdén
  • Clavel estriado = Rechazo
  • Clavel rojo = Corazón que suspira
  • Clavel de poeta = Galantería
  • Clavel silvestre = Amor de mujer
  • Crisantemo amarillo = Amor desdeñado
  • Crisantemo blanco = Sinceridad
  • Crisantemo rojo = Te quiero
  • Dalia = Inestabilidad
  • Enebro = Afecto duradero
  • Espliego = Fervor
  • Farolillo = Agradecimiento
  • Flor de azahar = Castidad
  • Flor de ciruelo = Mantén tu promesa
  • Flor de cuclillo = Ingenio
  • Flor de lis = Llama
  • Flor de manzano = Preferencia
  • Fucsia = Gusto
  • Geranio escarlata = Consuelo
  • Geranio oscuro = Melancolía
  • Geranio trepador = Favor de la novia
  • Geranio rosa = Preferencia
  • Girasol = Adoración
  • Gladiolo = Cita
  • Guisante de olor = Partida
  • Helenio = Lágrimas
  • Hiedra = Fidelidad, matrimonio
  • Hinojo = Fuerza
  • Hoja de laurel = Cambiaré, pero después de muerto
  • Hortensia = Capricho
  • Iris azul = Noticias placenteras
  • Iris blanco = Esperanza
  • Jacinto = Constancia
  • Jazmín blanco = Amabilidad, apego
  • Junquillo oloroso = Deseo que vuelva el afecto
  • Lagrima = Agitación
  • Laurel = Gloria
  • Lila = Humildad
  • Lirio = Saludos
  • Lirio del valle = Vuelta de la felicidad
  • Loto = Elocuencia
  • Madreselva = Lazos de amor
  • Magnolia = Amor a la naturaleza, simpatía
  • Malva real = Ambición
  • Malva silvestre = Apacibilidad
  • Margarita = ¿Me amas?
  • Membrillo = Tentación
  • Menta = Virtud
  • Narciso = Egoísmo
  • Nenúfar = Pureza de corazón
  • Nomeolvides = No me olvides
  • Olivo = Paz
  • Orquídea = Una belleza
  • Ortiga = Eres cruel
  • Paja rota = Compromiso roto
  • Paja sin romper = Unión
  • Pensamiento = Recuerdo
  • Peonia = Veracidad
  • Petunia = Me alivias
  • Primavera = Gracia
  • Rododendro = Peligro
  • Romero = Recuerdo
  • Rosa = Amor
  • Rosa amarilla = Celos
  • Rosa blanca = Soy digno de ti
  • Rosa blanca y roja = Mezcla de sentimientos
  • Rosa canina = Gozo y dolor
  • Rosa de Navidad = Alivia mi ansiedad
  • Rosa roja = Belleza
  • Rosa sin espinas = Sin miedo
  • Rosa sola = Inocencia
  • Sabina = Socorro
  • Salvia = Virtud doméstica
  • Sauce llorón = Aflicción
  • Tallo de trigo entero = Acuerdo
  • Tallo de trigo roto = Disputa
  • Tamarisco = Crimen
  • Tejo = Pesadumbre
  • Tomillo = Constancia
  • Trébol = Venganza
  • Trébol blanco = Piensa en mi
  • Trébol de cuatro hojas = Sé mío
  • Tulipán amarillo = Amor sin esperanza
  • Tulipán rojo = Declaración de amor
  • Valeriana = Facilidad de adaptación
  • Vara de oro = Animo
  • Verónica = Fidelidad
  • Violeta azul = Confianza
  • Zinnia = Recuerdo de los amigos ausentes
     
     
     
    Curiosidades Escrito con Sentido Pacogor

No hay fronteras para la mujer de las novias famosas

Rosa Clará aspira a conquistar EE UU con la tienda que inaugura hoy en Miami

En apenas 20 años ha levantado un imperio nupcial sacando partido a las celebridades que viste

Prepara un vestido de boda para una clienta muy especial: ella misma. Se casará en junio con el empresario Josep Artigas.

La empresaria Rosa Clará, en la tienda que inaugura hoy en Miami.
Es la reina de las novias famosas, pero en cuanto se menciona su propia boda, Rosa Clará (Barcelona, 1959) pierde la tranquilidad. Esquiva el tema con nerviosismo y no hay forma de sacarle ningún detalle, aunque se nota que ya ha asumido el disgusto de que hace un mes se hayan filtrado públicamente sus intenciones de casarse el próximo 15 de junio con Josep Artigas.
 “Yo no hablo de este tema, lo siento”, se excusa. Y apenas en murmullos añade: “No quiero declarar nada, me da mucha vergüenza”. Una actitud que nada tiene que ver con la empresaria intensa que al mismo tiempo detalla sus intenciones tras la reciente apertura de su primera tienda en Estados Unidos, que se inaugura hoy a bombo y platillo. “Si hemos elegido Miami es porque quiero ganar dinero”, expone sin anestesia
. Con la misma energía con la que, en apenas 18 años, ha convertido su nombre en una de las dos marcas que llevan la batuta en la moda nupcial española (la otra es Pronovias, otro tema tabú).
La gesta no es menor: el mercado nacional es el segundo mayor exportador a nivel mundial, solo detrás de China.
Y todo apunta a que, gracias a la expansión internacional, la madrina favorita de cualquier novia de cuento de hadas seguirá viendo cumplido su deseo de amasar fortuna.
“Estamos vendiendo como locos”, suelta. “Hemos abierto hace tres semanas, pero yo nunca he vivido una apertura tan rentable como esta. En Miami hay mucho poder adquisitivo. Sé que la puerta de entrada a EE UU debería ser Nueva York, pero allí es difícil ganar dinero”.
El camino que ha recorrido esta barcelonesa desde que en 1995 abrió una pequeña tienda de vestidos de novia en su ciudad natal ha sido largo, y ver sus creaciones en escaparates de más de 60 países le ha costado más de un cargo de conciencia.
 “Empecé al poco tiempo de tener a mi hijo”, cuenta. “Puede que le haya quitado muchas horas que necesitaba, pero estoy tranquila porque se ha convertido en un niño estupendo, excelente en los estudios y con quien tengo una relación muy estrecha”.
 Es todo lo que cuenta de Daniel, de 21 años, un atractivo muchacho que ha viajado hasta Florida para acompañar a su madre a recibir el Premio a la Diseñadora de Novias del Año en el cierre de la Semana de la Moda de Miami.
Cada vez que viene una niña conocida se convierte en una campaña de publicidad impagable"
Lleva “los últimos 10 años” lidiando con un ex marido que la “ataca”. Se refiere a Rafael Martínez, con quien mantuvo una relación sentimental y profesional hasta 2001. A partir de la separación, el abogado se ha convertido en su máximo escollo judicial. “Estoy resignada… esto no se va a acabar nunca”, sentencia.
Eso sí, a la fama de las demás ha sabido sacarle el mejor partido
. Rosa Clará no esconde que su más certera herramienta de marketing son las famosas a las que viste para caminar hacia el altar. “Cada vez que viene una niña conocida se convierte en una campaña de publicidad impagable”, reconoce. “Son televisiones, páginas de exclusiva en revistas… eso evidentemente es muy interesante para mí”.
La estrategia empezó por casualidad, de la mano de una casi desconocida Paula Echevarría, que trabajaba en un teatro al lado de una de sus tiendas y cada día se recreaba mirando los vestidos en los escaparates. “Se propuso que cuando se casara, lo haría con uno de ellos”, rememora la diseñadora. Lo que no sabía la actriz y modelo en ese momento era que el novio iba a ser David Bustamante.
 La jugada resultó todo un acierto para Rosa Clará.
 Después vendrían Paulina Rubio, Lorena Bernal, Carla Goyanes, Marisa Jara, Sheila Dúrcal y un largo etcétera, al que se suman modelos como Esther Cañadas, Mónica Cruz, Mischa Barton y la novia de Fernando Alonso, Dasha Kapustina, que han servido de percha para las colecciones de la firma catalana. Este grupo enmarca al inolvidable reportaje de Tamara Falcó en ¡Hola!, donde presentó, enfundada en vestidos nupciales, el castillo de su padre, el marqués de Griñón, pocos días después de anunciar que había roto con su último novio.
 Y cómo olvidar a Andrej Pejic, el modelo andrógino por excelencia, que el año pasado coronó la Semana Nupcial de Barcelona vestido con los trajes de Rosa Clará. “Un desfile es un espectáculo, y Pejic nos permitió estar en todos los telediarios de España y del mundo con nuestro rotulito detrás”, reconoce.
En cuanto a temas pendientes, la diseñadora catalana lo tiene claro: las bodas reales. De los pocos enlaces a los que suele asistir, confiesa que una de sus ceremonias favoritas fue la de la hija de Vicente Fox, el expresidente mexicano, a quien vistió cuando su padre aún estaba a la cabeza del Gobierno.
 Pero Clará quisiera ir más lejos: “Me gustaría vestir a las infantas de España”, confiesa en medio de una carcajada.
 “Aunque por un tema de edad me quedan un poco lejos y no sé si voy a llegar. Pero desde aquí les ofrezco sus vestidos de comunión”.
Y es que la diversificación, aquella palabra mágica responsable de que en España el barco de su firma no solo siga a flote, sino que continúe creciendo en medio de la tremenda crisis económica, ha llevado a la diseñadora a expandir el negocio a las joyas, las comuniones, la ropa de hogar, los zapatos y, por supuesto, los trajes de fiesta.
“Hemos capeado la crisis de este país diversificando el producto al máximo y abriéndolo todo lo que podamos a nivel internacional.
En la ciudad donde haya que estar, allí iremos”.
Pero todo tiene sus límites y uno pasa por no estar dispuesta a convertirse ella misma en una celebridad. ¿Se vestirá usted misma para el día de su boda?, es la pregunta inevitable.
“Por supuesto. Tengo mucha presión sobre el traje, pero yo soy yo, y soy discreta. No diré más”.

 

Marina Castaño perderá todos sus honores en el altar

Lo matrimonios pueden tener consecuencias inesperadas. Es el caso de la que fue esposa de Camilo José Cela

Su anunciada boda con Enrique Puras la despojará, por deseo póstumo del escritor, del título de marquesa viuda y de la presidencia del Patronato del Nobel, la fundación de autor de más rico patrimonio en España.

Marina Castaño y su actual pareja, Enrique Puras. / Jp Álvarez (Europa Press)
Si por Cela hubiese sido, Marina Concepción Castaño López hace tiempo que habría perdido su silla en la larga y pulida mesa de juntas del patronato de la fundación que creó el Premio Nobel en la localidad coruñesa de Iria Flavia (Padrón).
En los estatutos que aprobó el escritor en 1998, cuatro años antes de su muerte, dejó sentada su voluntad para el día que él faltase.
Su esposa, 40 años más joven, tendría que decidir entre rehacer su vida o conservar los honores
. En las leyes que regirían en adelante la institución a la que dejó su millonario legado, el autor de La colmena hablaba claro.
 Y eligió un artículo de número fatídico, el 13, para estipular que su mujer sería miembro nato, y segunda en importancia solo por detrás de él mismo, mientras fuese su “legítima esposa” o su “viuda sin cambiar de estado o haber pactado obediencia a terceros”.
Esta última, enrevesada, fórmula hacía referencia a las posibles relaciones de pareja que pudiese llegar a entablar Castaño López sin pasar por la vicaría. Pero en febrero de 2002, un mes después del entierro del escritor, Manuel Fraga aupaba a la viuda, hasta entonces vicepresidenta primera, al puesto de presidenta, y el artículo 13 pareció quedar sepultado junto al difunto, en aquella tumba del camposanto de Adina cuyas paredes fue necesario limar para que cupiese el ataúd.
La prensa publicó después noticias sobre Castaño y algún nuevo compañero sentimental, y en Iria Flavia no pasó absolutamente nada
. Ella gobernaba la casa a distancia, confiando el día a día al gerente que el propio Cela había fichado en la Ford, Tomás Cavanna
. Hoy, la una y el otro están siendo investigados por un juzgado de Padrón después de que la fiscalía de Santiago los denunciase por estafa, apropiación indebida, fraude fiscal y malversación de caudales públicos.
En los últimos meses, la policía judicial entró en la institución para hacer un registro y se incautó de abundante documentación y correos electrónicos.
Supuestamente, Castaño y Cavanna constituyeron sociedades para cobrar subvenciones y las devoluciones tributarias que le correspondían a la Fundación Cela por ser una entidad cultural sin ánimo de lucro.
Castaño ha recurrido una sentencia que la obliga a pagar 3,9 millones al hijo del literato
Pero, en cierto modo, el espíritu de la última voluntad del Nobel siguió latiendo en Iria Flavia y volvió a manifestarse con la última reformulación de los estatutos. Después de que este diario sacase a la luz la agonía contable y cultural que denunciaban ex empleados de la institución, considerada la fundación de autor de más rico patrimonio en España, la Xunta de Galicia intervino. En 2010, Castaño y la Consejería de Cultura pactaron el rescate, que pasaba por la conversión en pública de la entidad privada.
El proceso de transformación duró dos años, y en junio de 2012, la viuda volvió a presentarse en la sede, el conjunto monumental de las Casas dos Coengos (Casas de los Canónigos), para firmar el acuerdo definitivo. Desde entonces, la Fundación Camilo José Cela y sus ingentes bienes son de la Xunta, pero Marina Castaño sigue dentro.
Ahora únicamente ostenta un título simbólico como “presidenta de honor”, y las decisiones debe tomarlas el consejero de Cultura del Gobierno gallego. La coruñesa tiene voz pero no voto, y definitivamente lo perderá todo si cambia de estado civil.
Esta semana se supo que Castaño planea casarse el verano que viene con el cirujano de la Quirón Enrique Puras. Si esa boda, efectivamente, llega a celebrarse, entonces la viuda deberá decirle adiós a un título nobiliario que acostumbraba usar en su vida cotidiana. Marina Castaño está considerada marquesa viuda de Iria Flavia, pero solo mientras no se case.
Y aunque el verdadero título de marqués lo heredó, al morir el escritor, su único hijo, Camilo José Cela Conde, fuentes próximas a la familia del Nobel se quejan de que muchas veces, en el entorno de Castaño, “se omite lo de viuda”.
 Incluso aseguran que “en términos legales, no existe la figura de marquesa viuda”.
De todas formas, es precisamente por ahí, por el título, por ese pequeño elemento de presunción social y pobre valor real, que Marina Castaño está condenada a perder incluso la voz y el puesto de presidenta honorífica en la Fundación Cela.
 La trampa, ahora, ya no está en el olvidadísimo artículo 13
. Efectivamente, este feneció sin pena ni gloria, pero algo de su esencia resucitó en el apartado 17 del nuevo articulado que se elaboró cuando la institución padronesa pasó a manos de la Xunta de Galicia.
Las normas que rigen ahora la fundación semejan tan claras en este aspecto como lo eran las que rubricó Cela
. El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo ordenó que el artículo 17 quedase redactado de la siguiente manera: El cargo de presidenta de honor del patronato, con voz pero sin voto, “será ocupado por Marina Castaño en su condición de marquesa viuda de Iria Flavia”.
 El texto lo cita por teléfono un portavoz de la Consejería de Cultura, que sin embargo no quiere entrar en valoraciones. “Esto es lo que está escrito, lo que rige actualmente. Esta es la situación a día de hoy”, insisten desde la Xunta, y añaden que las “consecuencias” dependerán de cuáles sean al final las “decisiones que se están tomando”, en referencia a los pasos que dé la viuda de Cela en su vida privada.
 Para salvar la posición en la entidad de la que fue segunda mujer del novelista sería imprescindible reformar otra vez más unos estatutos que ya poco conservan de la última palabra del escritor.
Y mientras, la herencia de Cela, que llegó envenenada a manos del Gobierno gallego, sigue congelada en los tribunales.
Según informan los abogados del hijo, el Supremo aún no ha decidido si admite a trámite sendos recursos de casación presentados por la viuda y por la Xunta en julio de 2012, después de que la Audiencia de Madrid las obligase a resarcir con 5,2 millones a Cela Conde, que solo heredó un Miró rasgado.
 Si el recurso no prospera, la Xunta, como nueva titular de Iria, deberá pagar 1,2 millones y Castaño, 3,9. Se case o no se case.