Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

21 mar 2013

Y la ruta ‘hippie’ se hizo guía

El ‘Hippie Trail’, popular viaje iniciático entre los jóvenes europeos en los años 60, inspiró la primera Lonely Planet hace 40 años.

Maureen y Tony Wheeler, fundadores de Lonely Planet, en una foto tomada en Sidney en 1976.
A principios de la década de los setenta se respiraban aires de libertad en la vieja Europa y muchos jóvenes comenzaron a viajar por todo el mundo.
 Uno de los grandes viajes iniciáticos era la llamada ruta hippie (The Hippie trail), que les llevaba hasta Asia Central y la India en busca de aventuras, sexo, gurús y drogas.
 Durante décadas fue un recorrido mítico.
La ruta hippie fue también el origen de las guías Lonely Planet: la primera de todas, publicada hace exactamente cuarenta años (Across Asia on the Cheap) cubría este periplo. Maureen y Tony Wheeler, fundadores de Lonely Planet, se conocieron por causalidad en el banco de un parque de Londres. Se casaron un año más tarde y en 1972 decidieron emprender un gran viaje con un presupuesto mínimo y un coche de segunda mano. Su plan era cruzar Europa y Asia, con la intención de llegar a Australia siguiendo la ruta clásica de los viajeros hippies de su generación.
En Londres, Tony y Maureen compraron por 65 libras una destartalada furgoneta con la que llegaron a Kabul a través de los Balcanes, Turquía, Pakistán e Irán.
Vendieron el vehículo en Afganistán y siguieron adelante durante otros nueve meses en autobuses cargados de pollos, trenes y camiones que paraban haciendo autostop. India, Nepal, Tailandia, Malasia e Indonesia… Los últimos dólares se los gastaron en el avión que los llevó a Sydney, donde aterrizaron exactamente con 27 centavos en su bolsillo.
La furgoneta con la que Tony y Maureen Wheeler viajaron desde Londres a Kabul en 1972, después de atravesar los Balcanes, Turquía, Pakistán e Irán. / Tony y Maureen Wheeler / R. I'Anson
En aquellos tiempos sin internet, teléfonos móviles o tarjetas de crédito, Tampoco había guías de viaje. Los trotamundos emprendían el camino sin información previa y a lo largo de la ruta se iban transmitiendo la información de boca en boca: visados, dónde dormir, qué carreteras estaban cortadas, los mejores restaurantes o en qué pueblos te acogían mejor.
Cuando los Wheller terminaron su ruta se pasaron meses contando su viaje a viajeros y amigos
. Cansados de dar consejos, decidieron escribir Atravesar Asia con poco dinero (Across Asia on the Cheap), una guía llena de consejos prácticos que no aparecían en las guías convencionales
. Editaron de forma artesanal 1.500 ejemplares que se agotaron en una semana y en un mes consiguieron vender 15.000 copias
. Con las ganancias se pusieron de nuevo en marcha por el Sudeste Asiático y contaron este viaje en otra guía, El Sudeste asiático para presupuestos reducidos” (South-East Asia on a Shoestring), que fue un éxito sin precedentes: se vendieron 800.000 ejemplares y sus admiradores la bautizaron como la Biblia amarilla, por el color de sus cubiertas (todavía hoy se reedita en fascímil con la portada original).
Los Wheeller continuaron viajando y las guías Lonely Planet han seguido editándose en todo el mundo, pero el camino hippie clásico llegó a su fin en 1979, cuando la revolución islámica en Irán y la invasión rusa de Afganistán cerraron el camino por tierra a los viajeros occidentales. Líbano estaba en medio de una guerra civil y las tensiones en Cachemira volvieron menos atractivo el viaje por esta zona. Incluso Nepal finalmente perdió su paz y tranquilidad. Actualmente, la ruta hippie está viviendo un nuevo auge gracias a los vuelos de bajo coste y las mayores facilidades para viajar.

La ruta básica

Para los hippies de los sesenta y setenta lo más importante del viaje era desvincularse de la sociedad burguesa, probar drogas y pasárselo bien.
 El camino desde Europa hasta el sur de Asia a través de Pakistán, Afganistán, la India, Nepal, Turquía e Irán resultaba perfecto: era barato (a base de autostop, tren y autobús) y los llevaba lo más lejos posible de la nefasta sociedad capitalista occidental.
Además, estos remotos países tenían un halo de misterio irresistible para quienes buscaban a la vez la iluminación espiritual y la diversión.
El punto de partida solían ser las ciudades europeas del amor libre y la droga:
 Londres y Ámsterdam.
Desde allí la ruta ideal cruzaba Europa por Yugoslavia, Bulgaria o Grecia hasta Estambul.
A partir de ese punto había varias opciones para seguir viaje, aunque la más habitual pasaba por Ankara, Teherán y Kabul, saliendo de Afganistán por el paso de Khyber hacia Peshawar y Lahore, en Pakistán, y desde allí continuar hacia Cachemira, Delhi y Goa, en la India.

Paz y amor en la playa

Vista de la playa de Malata, en Creta (Grecia), desde una de las cuevas donde dormían 'hippies' llegados de todo el mundo en los años 60. / Nicholas Pitt
La ruta hippie era larga y, antes de perderse en parajes orientales, los viajeros hacían algunas paradas para tomar fuerzas y ambientarse
. Hubo tres playas mediterráneas de referencia en aquellos años, que todavía conservan parte de la distendida atmósfera de libertad del flower power: Paradise, en Mikonos (Grecia); Matala, en Creta y Asilah (Dahab) en el Mar Rojo egipcio.
Paradise era famosa en los años 60 por su mezcla de amor libre y desmadre.
 Ahora ya no hay hippies, pero los mochileros de todo el mundo han ocupado su lugar.
 Un ambiente similar flota en la playa de Matala, a unos 11 kilómetros al suroeste de Festos, en Creta; durante aquella década fue la capital de los hippies, venidos de todo el mundo: dormían en las cuevas que dominan el mar, sin importarles que originariamente hubieran servido como tumbas romanas en el siglo I después de Cristo
. Hoy, Matala sigue atrayendo a los viajeros más afines al ideal hippy, pero es un lugar bastante más civilizado, convertido en un centro vacacional sin pretensiones. La playa sigue siendo preciosa y está abarrotada desde abril hasta finales de octubre; después se queda desierta y el pueblo de Matala se sume en un letargo invernal.
El tercer arenal mítico, Asilah, en Dahab (Egipto), fue una cita habitual de los viajeros hippies antes de adentrarse en Oriente Próximo. Una especie de Goa junto al Mar Rojo que todavía conserva su ambiente beduíno para los mochileros que acuden a bucear en la zona. Dahab, rodeado por las montañas de granito dorado del Sinaí y magníficos fondos submarinos, está a unos 100 kilómetros de la moderna y turística Sharm El Sheikh.

Pudding Shop

Tiendas de la plaza Sultan Ahmet, conocida popularmente como el HIpódromo, en Estambul. / Dennis K. Johnson
Ningún viajero pasa por Estambul sin detenerse
. El gran Bazar, Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi, los cafés, el Bósforo… Todo sigue teniendo un aire exótico irresistible
. En los sesenta y los setenta, cuando la ciudad era una especie de punto intermedio entre Europa y los exóticos destinos asiáticos, había una parada imprescindible frente al Hipódromo bizantino: el Lale Restaurant.
Conocido como The Pudding Shop, fue el restaurante más famoso de la ruta desde Estambul a Katmandú: era el punto de encuentro de los viajeros y también, en cierto modo, una agencia de viajes: aquí se dejaban mensajes clavados en las paredes para buscar transporte hacia Goa, o un compañero de viaje, o un buen sitio para dormir
. Y como muchos de los viajeros no recordaban el nombre de esta tetería, pero sí la amplia selección de pudings que ofrecía, acabó siendo conocida como la tienda de los puddings. Hoy continúan acudiendo, como en peregrinación, los mochileros herederos de aquella ruta hippie. Los propietarios son los mismos pero se ha convertido en un self-service con wifi y aire acondicionado. Las paredes siguen cubiertas de recortes de periódicos de la época.

La calle de los raros

Freak Street, Katmandú (Nepal). / Dan Gair
Katmandú, la capital de Nepal, se puso de moda cuando se propagaron entre los jóvenes los ideales hippies (paz, amor, Woodstock o el cannabis), y la céntrica calle Jochhen Tole se convirtió en una especie de gueto: muchos de los viajeros en ruta pasaban largas temporadas en la ciudad y, por eso, Jochhen Tole pasó a ser conocida como la calle de los raros (Freak Street).
En su apogeo, a principios de 1970, aquí estaban los hoteles baratos, los restaurantes pintorescos, las tiendas que vendían pasteles de hachís, los bares donde sonaban The Doors y Janis Joplin a todo volumen y, naturalmente, los melenudos freaks extranjeros que daban nombre a la calle. Junto con Bodhnath y Swayambhunath, Freak St. era un imán para todos aquellos que buscaban la iluminación, drogas baratas y un lugar donde romper las normas establecidas.
Poco queda ya de aquel esplendor hippy; apenas un par de tiendas
. Ha vuelto a ser más conocida por su nombre real, Jochne, y ahora los mochileros se concentran en el ruidoso barrio de Thamel, pero como Freak Street está en el centro de la ciudad, a dos pasos de la monumental Durbar Square, algunos todavía se alojan en ella.
 Sigue teniendo hoteles y restaurantes económicos, y conserva, pese a todo, un débil eco de aquellos dulces días en los que parecía que el mundo de verdad estaba cambiando.

Una dosis de espiritualidad

Las cumbres del Machapuchare y el Phewa Tal, al fondo, vistas desde la ciudad de Pokhara, en Nepal. / J. Schlenker / R. Harding
Antes de los hippies, a Pokhara, un rincón de Nepal a orillas de un lago y bajo la cordillera del Annapurna, sólo había llegado algún explorador perdido.
 Pero en la década de los setenta comenzaron a recalar jóvenes europeos que se enamoraban rápidamente de su ambiente apacible y la abundancia de marihuana.
 Era el punto de llegada ideal de la ruta por el sur de Asia. Más tarde se convirtió en un popular centro turístico de montaña, con muchos hoteles y tiendas, hasta que el conflicto maoísta lo sumió en un letargo de décadas. En los últimos años ha recuperado la normalidad y la afluencia turística.
En Pokhara los viajeros encontraban (y encuentran) la espiritualidad en sus templos tibetanos y la paz en sus montañas.
 Hoy continúa siendo un lugar privilegiado, junto a un profundo y verde lago, entre bosques de montaña y con las relucientes cumbres del Himalaya como telón de fondo
. Es como una versión tranquila de Tahmel (la calle de los mochileros de Katmandú), con aire puro de montaña en lugar de tráfico y polución, y botes de remos en lugar de motos.

Fiesta en Anjuna

Dos 'hippies' en el mercadillo de los miércoles de Anjuna, en Goa (India). / Nick Laing
Goa era para muchos viajeros el fin de viaje.
 Concretamente, la aldea de Anjuna, donde antes de que se levantaran hoteles para el turismo masivo (en la década de los 80), los trotamundos hippies alquilaron casas durante años.
Los vuelos de bajo coste han hecho de Goa uno de los grandes destinos turísticos de Asia, pero todavía es posible encontrar ese algo especial que llevó a miles de hippies y mochileros a cruzar medio mundo para llegar hasta este rincón de India.
Anjuna no es la playa más bonita, pero sí una de las más coloridas.ç
 Suele estar abarrotada en invierno, la mejor temporada para visitar la región. Las olas, fuertes y espumosas, dan una enorme espectacularidad, y aunque no es muy recomendable nadar hay centros de buceo que organizan inmersiones para ver tiburones, peces león, barracudas o tortugas.
Lo mejor de Anjuna siguen siendo sus fiestas, organizadas normalmente en noches de luna llena. Hoy, como hace cuarenta años, miles de viajeros de todo el mundo se dan cita en una noche loca de música en directo y, a veces, con bastantes excesos.
El recuerdo de los hippies está presente en el mercadillo de los miércoles: joyas, artesanía tibetana o india, encantadores de serpientes, magos, paseos en elefante, sesiones de yoga, tatuadores, masajes ayurvédicos…
 Anjuna es un lugar perfecto para mirar, divertirse, o sencillamente, tomar el sol y sentir cómo pasa la vida.

 

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA el Blog Papeles Perdidos

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

¿Cuál es el poema o verso que te retrata mejor?

Por: Winston Manrique Sabogal21/03/2013
Miguelangel1
Detalle de El profeta Isaías, de Miguel Ángel, en la Capilla Sixtina.
2011: ¿Qué es la poesía?
2012: ¿Para qué sirve la poesía?
Estas han sido las dos preguntas con las que hemos celebrado aquí, ustedes y yo, el Día Mundial de la Poesía en los dos últimos años, el 21 de marzo.
 Y sus respuestas han dejado claro el extraordinario interés, importancia y valor que tiene y damos a la poesía.
 Las respuestas, opiniones y reflexiones de ustedes han sido de todo tipo: inteligentes, curiosas, atractivas, inquietantes, poéticas, bromistas...
 Tan variadas como la misma poesía.
Y hoy, 21 de marzo de 2013, en una nueva edición de ese día, dudaba en si plantear una nueva pregunta o ir directamente hacia un poema.
 Al final me he decantado por lo segundo, tras dos años de reflexiones es la hora de rendir tributo a la poesía con poesía, con algo muy personal y sentimental: preguntando por ese poema o verso que nos retrata mejor, ese poema o verso que nos refleja, en resumen, nuestro POEMA-ESPEJO y compartirlo, escribirlo en la sección de comentarios del post.
Así crearemos una especie de gran galería de poemas-retrato o poemas-espejo aportados por cada uno de nosotros. Ventanas abiertas a nuestras vidas.
En mi caso, uno de los versos que mejor me retratan es el que encabeza este post: "Mis ojos que codician cosas bellas", de Miguel Ángel Buonarroti, cuyo poema completo es el siguiente:
CVII
Mis ojos, que codician cosas bellas
como mi alma anhela su salud,
no ostentan más virtud
que al cielo aspire, que mirar aquellas.
De las altas estrellas
desciende un esplendor
que incita a ir tras ellas
y aqui se llama amor.
No encuentra el corazón nada mejor
que lo enamore, y arda y aconseje
que  dos ojos que a dos astros semejen.
(
De Rimas (1707-1555), en editorial Pre-Textos)
Si Jorge Guillén decía que "la poesía es perpetuar las cosas que nos sorprenden" y para Martin Heidegger "la poesía es la instauración del ser con la palabra", con este homenaje de hoy buscamos que la poesía sea un reencuentro con nosotros mismos, una manera para recordar quiénes y cómo somos.
Así es que por hoy menos prosa y más poesía: ¿Cuál es el poema o verso que te retrata mejor? (no es el poema o verso que más te gusta sino tu poema-retrato)
Quizás "me gusta cuando callas porque estás como ausente......

20 mar 2013

Hoy Pienso en............

PIENSO



Hoy pienso en el alma
llenando los signos de paz
mientras pestañea la noche
que en cualquier momento
se ha de transformar en día,
pienso en que la bruma
y la arena son en el ánimo
una misma dirección
de luces parpadeando
sobre el camino,
pienso en los corazones
como casitas perdidas
al borde de un barranco
o a la orilla del mar
que es huella en la bruma
detrás de la poesía
que busco siempre en todo,
pienso en el ánimo
que ha de renovarse sin cesar
buscando los diminutos soles
que necesitamos en el túnel
por dónde va el tren
que nos transporta en la vida,
pienso en todas las injusticias
que he visto arder  
en los ojos desconcertados
de los hombres al sentir
la existencia pasar sin ellos
mientras buscan cobijo
en la esperanza de ser
tratados justamente
en esta espiral que nunca cesa
soñando con la desobediencia...
Y mientras pienso, existo.
 

Papeles Perdidos

En la era digital, los diccionarios nos leen a nosotros

Por: Virginia Collera18/03/2013
Sokolowski_M-W
Peter Sokolowski, de Merriam-Webster. Fuente: Merriam Webster & Chronicle.com
Quienes piensen que los diccionarios son cosa del pasado se equivocan, asegura Peter Sokolowski, responsable de Merriam-Webster.
 Puede que ya no tengamos varios tomos en la estantería del salón, pero cada vez están más presentes en nuestras vidas -en nuestros ordenadores, en nuestros smartphones- y cada vez saben más de nosotros. 
Los diccionarios de la era digital saben qué queremos saber y cuándo queremos saberlo.
 Y en formato físico o digital podrán consultarse los diccionarios de la Biblioteca Nacional de Qatar que ha diseñado el arquitecto Rem Koolhas y que se inaugurará el próximo año. Empezamos.  
ESTADOS UNIDOS
Para Peter Sokolowski, editor del diccionario Merriam-Webster, los atentados del 11-S o el debate presidencial del año pasado no son solo noticias, también son “acontecimientos lingüísticos” que envían a millones de lectores a su diccionario.
 Y su actividad, todas sus consultas, quedan registradas en la analítica de la web. Los diccionarios digitales saben qué queremos saber, afirma  Sokolowski. 
 Ahora también leen a sus lectores. Merriam-Webster empezó a monitorizar la actividad de sus usuarios en 1996, cuando volcó parte de su contenido en la red. “Lo primero que advertimos fueron esos picos de interés que se generan en torno a las grandes noticias”.
 Como la muerte de Diana de Gales y su posterior funeral en 1997. En esos días las palabras más consultadas fueron “paparazzi” y “cortege” (cortejo fúnebre).
 A pesar de que pueda parecer que el diccionario es un artefacto del pasado, los responsables de Merriam-Webster afirman lo contrario: sus diccionarios cada vez reciben más consultas, cada vez tienen mayor protagonismo en nuestras vidas -ordenadores, smartphones-, aunque muchos ni siquieran reparen en ello. De momento, insiste Sokolowski, los usuarios no deben temer por su privacidad porque no registran sus identidades ni comparten sus datos con investigadores, pero no descartan compartir ese tesoro lingüístico en el futuro. (vía The Chronicle of Higher Education) 
¿Cuántos ejemplares hay que vender para ser un best-seller en Amazon? Según los cálculos de Publishers Weekly -la compañía estadounidense es célebre por su opacidad y nunca revela cifras de venta-, un libro en el top 5 de su lista vende en torno a 1.094 ejemplares al día (en su librería online y en otros canales).  (vía Publishers Weekly) 
ARGENTINA
Hace un mes el agente literario Guillermo Schavelzon se preguntaba en la revista Ñ, “Muerto el escritor, ¿hay derecho a publicar lo que él no quiso?”. Su postura: “Defiendo que cualquier texto no publicado sea accesible para los investigadores de la obra de un autor, como sucede en las universidades norteamericanas, y por eso suelen ir hacia allí los archivos de muchos escritores, pero no que se publiquen sin el aval de especialistas autorizados para evaluar y tomar estas decisiones”.
 Ahora Ezequiel Martínez, hijo de Tomás Eloy Martínez, expresa su opinión al respecto en la misma publicación:
 “Antes de morir, mi padre me nombró albacea de su obra. Encontré centenares de textos y apuntes, muchas versiones completas de una misma novela, e incluso hasta alguna inédita. ¿Por qué no publicarlos si él no los destruyó? El mismo ha dado muchas veces la respuesta: “Son lo que yo llamo novelas muertas. Son tan malas que, felizmente, nadie se va a atrever a publicarlas. Pero las guardo como testimonio del fracaso”. Dirán que soy un albacea mezquino, pero no me siento con derecho a resucitarlas”. (vía revista Ñ)
REINO UNIDO
La librería contrataca. La cadena británica Waterstones ha idea una forma de competir con Amazon y otras librerías online: ofrecer capítulos extra de los libros. En esta ocasión, de Peaches for Monsieur le Curé de Joanne Harris, quien ha escrito una "especie de prólogo" que solo puede encontrarse en las ediciones vendidas en Waterstones. (vía The Independent)
FRANCIA

El vienes arranca la 33 edición del Salón del libro de París con Rumanía y Barcelona como país y ciudad invitados. Más de 2.000 autores se darán cita en la Porte de Versailles, entre ellos, Razvan Radulescu, Matei Visniec, Gabriela Adamesteanu o Alex Talamba –una de las grandes ausencias es Mircea Cartarescu-, o los españoles Sebastià Alzamora, Miquel de Palol, Jordi Punti, Javier Calvo o Eduardo Mendoza. Aquí toda la información sobre la cita. (vía Libération)
ESPAÑA
Mañana en la sección de Cultura publicaremos una entrevista con Betina González, ganadora del Premio Tusquets de Novela por Las poseídas, una obra que la argentina ha definido como una "novela de iniciación sobre la pérdida de la inocencia". González ha firmado una novela polémica precisamente por la "recreación poco complaciente del despertar sexual de la adolescencia y su actitud desafiante ante la herencia de los adultos" que destacó el jurado del galardón y mañana hablará -entre otras cosas- sobre la reciente elección del Papa Francisco.
La nueva novela de Carme Riera, Tiempo de inocencia, ya está en la mesa de novedades de las librerías. Aquí pueden leerse las primeras páginas de una obra en la que la escritora ha recreado su universo infantil.
ESTONIA
La literatura letona es una gran desconocida en su país vecino, Estonia. ¿La razón? Apenas hay traductores con la combinación letón-estonio. (vía ERR & Literary Saloon)
QATAR

El arquitecto holandés Rem Koolhas será el encargado de  diseñar la Biblioteca Nacional de Qatar, una institución de acceso libre con la misión de conectar “el pasado y el futuro del país” que abrirá sus puertas en 2014. (vía ArchDaily)