Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 mar 2013

Los manejos de la abuela Carolina

Fue una de las mujeres más veneradas de los noventa.

Ahora, con 56 años, mueve en la sombra los delicados hilos de Los Grimaldi.

Y se prepara, con la ayuda de su hijo, para dotar a Mónaco de ese heredero que no acababa de llegar.

La princesa Carolina de Mónaco el pasado 5 de marzo a su llega a la presentación de la temporada otoño/invierno de Chanel en París. / WireImage

Fue educada para ser una reina por una estrella de Hollywood, que abandonó su exitosa carrera en el cine deslumbrada por la realeza, y por un príncipe en decadencia que se aferró a la fama de su esposa para blindar el futuro de su Principado constantemente acosado por Francia.
 Grace Kelly y Raniero de Mónaco siempre vieron algo especial en su hija Carolina, una combinación perfecta entre el glamour y la apostura que se le supone a una princesa.
De la misma manera que miraron para otro lado cuando ella, harta de su papel palaciego, se rebelaba fugándose con novios inapropiados.
 La vida de Carolina, una de las mujeres más veneradas y deseadas de los noventa, es ahora bien distinta. Recién cumplidos los 56 años, está feliz con su inminente papel de abuela y además ha encontrado otro nuevo que le gusta casi tanto como ese: dirigir en la sombra los hilos de la familia Grimaldi, de la que es sin duda su reina.
Vestida casi siempre por su amigo y confidente Karl Lagerfeld, Carolina se presenta ante el mundo como una mujer elegante, serena y equilibrada.
Pero el tiempo ha demostrado que esa imagen es solo una fachada, que detrás se esconde una mujer con un carácter terrible, obsesionada por controlarlo todo y despiadada con todo aquel que no sigue el guion que ella ha escrito.
Hace cinco años que no vive con Ernesto de Hannover pero no se divorcia"
Fue su hermana Estefanía la primera que habló sin rodeos de cómo era.
 Relató a golpe de talonario sus disputas familiares y su casi nula relación.
Todo porque a Carolina no le gusta la vida que ha elegido la menor de la familia, que siempre buscó el amor en alguno de sus guardaespaldas o en los artistas del circo que todos los inviernos llegan a Mónaco para el festival. Estefanía no entiende la dureza con que Carolina juzga su vida privada cuando ella en su juventud alternó actores con tenistas y cazafortunas.
Pero el tiempo ha cambiado a Carolina, a quien ahora le importa mucho el qué dirán.
 Un ejemplo. En 2004, todo el mundo sabía que Ernesto de Hannover, su último marido, vivía entre barras de bar y atractivas mujeres, aunque ella no se daba por enterada.
 La noche previa a la boda de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz todo saltó por los aires.
 Los servicios de urgencia del SAMUR fueron llamados a un local nocturno para atender a un hombre que se había pasado con las copas
. Era Hannover, que había decidido celebrar la boda de los príncipes de Asturias por su cuenta.
 Al día siguiente, Carolina llegaba apresurada a la alfombra roja de la catedral de la Almudena, donde se oficiaba la boda, vestida, cómo no, con un espectacular vestido en tonos azules de Chanel, conjuntado con una pamela debajo de la cual se adivinaba una melena que no había pasado por la peluquería
. Ese detalle estético, su andar enérgico y la ausencia de su marido —que se reponía de la borrachera en un lujoso hotel de Madrid— supuso el inicio de la separación de la pareja
. Hannover la había dejado en evidencia delante de las casas reales en la cita.
Han pasado casi nueve años y, aunque Carolina y Ernesto no viven juntos desde hace cinco, no se han divorciado.
 El palacio de Mónaco no habla del asunto como tampoco comenta las fotos del príncipe con otras mujeres en exóticos destinos de lujo. Esos donde su exmarido conquistó a Carolina.
 En una playa de Tailandia se obtuvieron las primeras fotos de la pareja. Antes hubo otras en fiestas en las que aparecían ambos y la mujer de Ernesto, una de las mejores amigas de la mayor de los Grimaldi.
Hay versiones que aseguran que Carolina no quiere el divorcio para no dejar de ser princesa y esposa del jefe de la casa Güelfa, emparentada con la primera línea de la nobleza europea.
Ella sabe que los Grimaldi son para las casas reales europeas unos advenedizos.
 Hay otra razón de peso: el dinero.
 La fortuna de Hannover tiene muchos más ceros que la de los Grimaldi.
Instalada otra vez en Mónaco, con su adolescente hija Alejandra, nacida de su matrimonio con Ernesto de Hannover, Carolina ha emprendido una nueva vida.
 Disfruta moviendo más que nunca los hilos del Principado.
 Dicen que fue ella quien en 2011 quiso abandonar el papel de primera dama de Mónaco, para ceder el testigo a Charlene, una exnadadora sudafricana a la que ella misma asesoró en cómo dejar el bañador a un lado para enfundarse trajes de alta costura.
Fue Carolina también quien convenció a su hermano de que, cumplidos los 50, debía casarse y dejar a un lado las fiestas. Alberto le hizo caso, pero solo en parte: se casó hace casi dos años, pero sigue haciendo vida de soltero, al igual que Charlene
. Eso sí, aparecen juntos cuando un acto oficial les requiere o hay alguna fiesta familiar, como el pasado jueves, cuando el príncipe cumplió 56 años.
Pero Mónaco sigue aguardando un heredero que no llega. Alberto tiene tres hijos, pero, al no haber sido concebidos dentro del matrimonio, no cuentan en la sucesión.
A Carolina este detalle hasta le viene bien. Para eso está Andrea, el mayor de los tres hijos que tuvo con el empresario italiano Stefano Casiraghi, muerto en un accidente con una motora de competición. A Andrea también le gusta la vida al límite
. Famosas son sus fiestas veraniegas en Ibiza, sus excesos con el alcohol y su aspecto desaliñado como si viviera en permanente estado de resaca. Pero su madre está lista para modelar esa imagen si Alberto y Charlene no se deciden a ser padres.
Así que de momento Andrea es el heredero de su tío, y el hijo que espera con la supermillonaria Tatiana Santo Domingo, el llamado a seguir perpetuando el futuro de los Grimaldi y del Principado.
 En unos días, las portadas de todas las revistas se llenarán de fotos de la nueva abuela con la mejor de sus sonrisas, pero muchos se preguntarán: ¿qué trama ahora Carolina?

 

Todo es pasajero Boris Izaguirre

Aquel poderío de la crítica cinematográfica sobre los estrenos ha quedado mermado al confirmarse el éxito de taquilla de 'Los amantes pasajeros'.

 

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Cecelia Roth en una secuencia de 'Los amantes Pasajeros'.

La semana anunciaba Papa nuevo y su rápida llegada concluye que la crisis aprieta también en el Vaticano. No se podían exceder ni una fumata más del presupuesto.
 Los cardenales consagraron 48 horas a encontrar un Papa y salió humo blanco con aroma de tango y jesuita.
Para nombrar al pasajero Ratzinger necesitaron dos semanas, eran otros tiempos.
 El atractivo padre Georg está siempre delante del escondite de Ratzinger y detrás del nuevo papa Francisco.
Y hay que decir que el papa Francisco es el típico latinoamericano que gusta más porque tiene rasgos de europeo. El Vaticano continúa funcionando a toda máquina con sus intrigas, sus amores y sus odios. Francisco tendrá que consensuar su cambio de estilo con el bello monseñor Georg y el papa emérito
. Un trío de poder eclesiástico.
Todo es pasajero, es un pensamiento jesuita: nada es para siempre
. Aquel poderío de la crítica cinematográfica sobre los estrenos ha quedado mermado al confirmarse el éxito de taquilla de Los amantes pasajeros, la nueva película de Pedro Almodóvar. El público ha ignorado a la crítica quizá porque la huele, la siente previsible.
 No es correcto escribir que Los amantes pasajeros significa el regreso al humor de Almodóvar porque en todas sus películas, desde el abigarramiento de Los abrazos rotos hasta el suspense de La piel que habito, siempre hay espacio para él. Humor es el auténtico apellido de Pedro Almodóvar, y su decisión de estrenar una película como Los amantes pasajeros en un momento tan profundo de crisis económica y política es una provocación descarada
. Almodóvar en estado puro ahora que nos sentimos solo pasaje.
Muchos sospechan que el desmedido acento gay-loca de la película puede ridiculizarla, hacerla problemática para la taquilla o, por el contrario, servir de agente liberador e incluso hasta poner de moda el juego bisexual.
 El público español ha demostrado que no le hace daño a una comedia ese desborde plumífero. Los tres azafatos ya se han convertido en algo tan pop que podrían copresentar los Goya el año próximo.
 En cierta manera, director y película se han adelantado a la moda argentina que nos invade otorgándole a Cecilia Roth esa Norma, la amante de altos vuelos y cintas de vídeo que recuerdan aquel episodio real de la actriz Bárbara Rey en los noventa.
 En el otoño de 1996, la vedette denunció entre lágrimas y desborde emocional que habían robado de su casa unos vídeos comprometedores, y se disparó la rumorología sobre quién la acompañaba en esos vídeos, que nunca fueron recuperados
. Rey terminó declarando que desde el robo una mano negra y poderosa había truncado su carrera
. Eso también eran otros tiempos, hoy día los e-mails de Diego Torres son más comprometedores y menos románticos.
 La última remesa (se publican como un folletín) sugiere que el Rey medió para que el duque de Palma pudiera hacer su Summit valenciano.
 Así los e-mails nos revelan un modus operandi y también una condición del ser súbdito: cuando recibes ESA llamada, no puede caer en saco roto.
Gracias al certero aterrizaje y los análisis realizados en superficie por la nave no tripulada Curiosity sabemos que el desierto de Marte fue hace mucho tiempo un sitio habitable, como también lo fueron el palacio de la Zarzuela y su casa de huéspedes, La Angorrilla, hoy día casi desiertos.
 En esas condiciones poco aptas para la salud se tendrá que celebrar el Día del Padre.
 Ese mismo ambiente ultraseco y poco apto ha llevado a la cúpula del Partido Popular hasta los perfumados y confortables salones del madrileño hotel Ritz, un escenario más feliz que su sede de la calle de Génova. Además, las burbujas y la cuenta son siempre a cargo del contribuyente, la somnolienta clase turista. Sobre esas gruesas alfombras, Dolores de Cospedal se puso morada de apoyos y así, firmemente arropada (al estilo Camps) y vestida de morado nazareno, defendió su papel como secretaria (del partido) y también su nuevo color de pelo.
 ¿Le sienta bien o requiere de la experticia de Raquel Mosquera, peluquera ganadora sentimental del ¡Mira quién salta!? Ahora más oscura e incluso un pelín amenazante, esa melena parece no rizarse ante ninguna otra de la oficina.
Tiene camelado al jefe. ¿O el jefe la tiene camelada a ella? Hay que celebrar que el Partido Popular se aleje poco a poco de la austeridad.
 Funcionan mejor con la ostentación y sus arropadas son como una adicción que los desnuda. El próximo paso en la campaña de apoyo a Cospedal debería pasar por un trampolín. Cambiar la mantilla por un bañador, si quiere también nazareno.
Así como tenemos nuevo Papa resurge como icono social Jaime de Marichalar. Va a casi todos los sitios y es una pena que no haya estado en la entrega de los Premios Kapital, con un elenco que iba desde Pitita Ridruejo hasta Paula Vázquez que pareciera estar preparando su propio reality:
 ¡Mira quién adelgaza! Los premios quieren rivalizar en estrellas y cena con los de la revista Marie Claire, la madre de todas las fiestas.
 Sin fiestas, Ortega Cano decidió presentarse en plan solitario ante el difícil ruedo de su juicio. Niega el consumo de alcohol, y da cierta pena que tanto Pantoja como él tengan cada vez más el aspecto de ser los únicos culpables en una sociedad borracha de equivocaciones.
A todos ellos, feliz Día del Padre.

15 mar 2013

John Wayne vuelve a Madrid y Barcelona


Fotograma de la película 'El hombre tranquilo' del director John Ford, con John Wayne y Mauren O` Hara.

Los Cines Verdi han anunciado en su página que el western El hombre tranquilo vuelve a las pantallas en sus salas de Madrid y Barcelona desde hoy, hasta el próximo jueves 21 de marzo
. La película, rodada en 1952, volverá a verse remasterizada y en alta defición en tres sesiones diferentes.
Los cinéfilos revivirán el filme dirigido por John Ford (1894-1973), en el que Sean Thornton -interpretado por John Wayne (1907-1979), un boxeador estadounidense, regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y escapar de su pasado
. Sin embargo, el desportista se enamora de inmediato de Mary Kate Danaher -a quien da vida Maureen O’Hara- nada más llegar. Thornton lucha por ganarse a la joven temperamental, a pesar de las trabas de la costumbres locales, como el pago de la dote, y, además, contra la oposición del hermano de su prometida (Victor McLaglen).
El hombre tranquilo consiguió siete galardones de entre los que destacan dos Oscars -a mejor director y fotografía- y el premio OCIC del festival de Venecia. 
El largometraje no pudo, sin embargo, hacerse con los Oscar en las categorías de mejor película, mejor actor secundario (Victor McLaglen), dirección y decorado, mejor sonido, y mejor guion.

Los costes del despido para las empresas bajan un 23% con la reforma laboral


La ministra de Sanidad, Ana Mato, y de Empleo, Fátima Báñez. / JuanJo Martín (EFE)

La entrada en vigor de la reforma laboral el pasado febrero ha permitido a las empresas reducir con fuerza el dinero que se gastan en despidos.
 Según los datos que ha publicado este viernes el INE, el coste medio por trabajador de los despidos ha bajado un 23% en el cuarto trimestre de 2012 con respecto al mismo periodo de 2011. El descenso es el más acusado registrado desde el inicio de la crisis y confirma que cada vez es más barato despedir.
La reforma laboral, que empezó a funcionar en el segundo trimestre, generalizó el contrato con una indemnización de 33 días por año trabajado, facilitó los expedientes de regulación de empleo con 20 días por año y abrió la puerta a los despidos colectivos en la Administración.
 En los tres primeros meses de aplicación, el descenso en los costes por ajustar plantilla fueron del 12%. En el tercer trimestre, la caída se agudizó hasta el 17% y, en el tramo final de 2012, alcanzó el 23%.
La evolución a la baja en los costes del despido ha tenido lugar al mismo tiempo que se seguía destruyendo empleo en España, que va ya por su sexto año consecutivo de aumento del paro
. Sin embargo, mientras los ajustes de plantilla realizados al inicio de los problemas se cebaron en los temporales, más baratos para las empresas en caso de despido, la persistencia de la crisis ha acabado por llevarse por delante también a un buen número de indefinidos. A este respecto es destacable que el mayor descenso de los costes por despido haya tenido lugar mientras los que salían de las empresas eran los que tenían contrato fijo, lo que confirma que el primer efecto de la reforma laboral ha sido el de abaratar el despido pese a que fue concebida para atajar el paro y animar la creación de empleo.
Además del coste medio por trabajador que las empresas destinan a los despidos, también bajan con fuerza las percepciones no salariales, que registran un descenso del 15,6%. Este recorte se explica, añade el INE "por el descenso de las indemnizaciones" y de otras percepciones no salariales como pagos compensatorios, pequeño utillaje, ropa de trabajo o selección de personal.
Fuera del apartado de los despidos, el dinero que las empresas destinan a pagar el salario de sus trabajadores desciende un 3,6% a cierre de 2012 con respecto a un año antes, lo que equivale al mayor recorte de los sueldos en 17 años
. La media, según la encuesta del INE, baja a 1.946 euros. Si a esta cantidad se le suman las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, que ascienden a 569 euros, el coste laboral también cae, un 3,2%, hasta los 2.598 euros de media.
En cuanto a las horas trabajadas, la jornada laboral se reduce un 1%, con lo que el coste laboral por hora desciende en un 2,2%.